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Introducción
Lo que se pretende es, más bien, crear las condiciones para que se
generen más dudas y que surjan nuevas maneras de ver el pensamiento socio –
crítico a la luz de un espacio permanente para la formación del Ser Republicano.
Que sirva como elemento integrador, pero a la vez de elemento o aparato crítico
constante en esta construcción de nuestros propios destinos como nación, y que
esto incida en nuestra capacidad de resiliencia ante los avatares adversos y
favorables por los que nuestra sociedad venezolana está transitando.
La universidad. ¿Un espacio donde se produce conocimientos para la guerra y el
mercado global o para la vida y la humanidad?
Esta política fue diseñada y ejecutada a través del Plan Atcon, creado por el
estadounidense Rudolph P. Atcon, quien pertenecía a la CIA. Sus líneas
estratégicas estuvieron orientadas a desarticular la formación profesional de los
países latinoamericanos, por medio de la eliminación de contenidos de historia
patria, y de cualquier área de conocimiento relacionada con la promoción de
conciencia nacional y el establecimiento de materias que permitieran el
encantamiento y la subordinación a las ilusiones ofrecidas por el sistema del
capital global. (Rojas, 2006)
Mientras tanto, en los países del Norte la formación del profesional en las
universidades está dirigido en varias direcciones hegemónicas: a) en las ciencias
sociales (psicología, historia, sociología, etc.), principalmente; se dedican a
estudiar a todos los países de Latinoamérica, a conocer sus formas de
organización, sus modelos políticos, sus maneras de relación social, gustos,
intereses, sistemas económicos, potencialidades de materia prima, entre muchas
otras áreas, con el fin de intervenir en las políticas e impulsar “modelos de
desarrollo” (más bien de subdesarrollo), en todas la regiones latinoamericanas. b)
está dirigido a la creación de sistemas de información y comunicación (redes) para
la guerra o para el dominio de la información y la comunicación, c) la producción
de armas de guerra, equipos de alta tecnología para el desarrollo de conflictos
bélicos, la creación de misiles nucleares y de todo tipo de armamento basado en
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Federico Brito Figueroa plantea que: “A las tradicionales categorías socioprofesionales – medicina,
derecho, ingeniería – se unen nuevas disciplinas que carecían de demanda en una sociedad dominada por
patrones culturales latifundistas – precapitalistas, pero que sí la tienen, y en alto grado, para satisfacer
necesidades materiales de primer orden en la Venezuela de la era del petróleo, es decir carreras
universitarias como economía, agronomía, veterinaria, estadística, química, biología, arquitectura, sociología
y las diversas ramas de las denominadas ciencias humanas. Brito (1966: 618)
estas tecnologías, y más allá, armas sumamente sofisticadas, que aunque no
disparan un solo proyectil, son capaces de exterminar en masa. 3
Consideremos algunos datos que aporta Borón (2004) para ilustrar tales
resultados relacionados con la formación en las universidades del norte. Afirma el
investigador que la mitad del gasto mundial en armamentos está en manos de los
Estados Unidos, lo cual le permite mantener bases y misiones de entrenamiento
militar en 121 países del planeta tierra, hechos que redundan en la conversión del
país norteño en el gendarme mundial, en palabras del profesor Samuel
Huntington. Asimismo, Estados Unidos mantiene la concentración de la riqueza,
las tecnologías y el mercado en beneficio de las grandes transnacionales que
están en su poder. “Según un estudio que ha producido el Financial Times hace
poco más de un año, el cuarenta y ocho por ciento de las quinientas empresas
trasnacionales más grandes tienen su base y están radicadas en Estados Unidos”
p. 321
Algunos otros datos nos ayudarán a ilustrar con mayor claridad las
consecuencias del dominio del conocimiento, concentrado en las instituciones de
los países desarrollados, con criterio de potencia, a decir de Borón (2004), en el
terreno de la informática, Estados Unidos controla siete de las diez empresas más
grandes del mundo, en cuanto a la producción de software, de las diez primeras
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Un breve relato publicado como “Ich habe nurgezeigt, dass es die Bombe gibt”, publicado por Das Magazin,
nos da una pequeña muestra de lo anteriormente explicado: “El 9 de noviembre sobre las 8:30am, Michal
Kosinski se despertaba en el Hotel Sunnehus en Zurich. El investigador, de 34 años, había venido a dar una
charla al Instituto Federal de Tecnología Suizo (ETH) sobre los peligros del Big Data y la revolución digital.
Kosinski da estas charlas con frecuencia en todo el mundo. Kosinski es experto en psicometría, una rama de
la psicología donde se miden y cuantifican variables psicológicas. Cuando encendió la televisión esa mañana,
descubrió que la bomba había explotado: En contra de lo previsto por los mejores estadistas, Donald J.
Trump había sido elegido Presidente de los Estados Unidos. Durante un rato, Kosinski observó las
celebraciones de la victoria de Trump y los resultados de cada estado. Tenía el presentimiento de que el
resultado de las elecciones tenían algo que ver con sus investigaciones. Respiró profundamente y apagó la
televisión. Ese mismo día, una pequeña y poco conocida empresa británica ubicada en Londres enviaba una
nota de prensa: “Estamos encantados de que nuestro revolucionario método de comunicación basado en
datos haya jugado un papel tan importante en la extraordinaria victoria del presidente electo Donald
Trump”, firmaba un tal Alexander James Ashburner Nix.”
empresas del mundo, nueve son norteamericanas, y en la industria farmacéutica,
los Estados Unidos tiene seis de las diez más grandes del mundo.
Toda esta concentración del poder económico, militar, cultural, político y por
ende de dominación mundial, en manos de Estados Unidos, principalmente, ha
provocado un gran desequilibrio. Es lo que plantea De Sousa, Boaventura (2008)
quien identificó tres crisis que enfrentaba la universidad, como una institución que
respondió al sistema capitalista, en el marco de esos consensos para superar
tales crisis, a saber: la crisis de la hegemonía, que resultaba de las
contradicciones entre las funciones que debía realizar la universidad y las que se
le asignaron en el siglo XX; la producción de cultura, conocimientos y
pensamientos que permitieron formar a esas élites; la crisis de legitimidad, que fue
provocada por la contradicción entre la idea de universidad consensuada y la
imposición de criterios de jerarquización, acceso y certificación de competencias, y
finalmente, la crisis institucional, provocada por la contradicción entre las
reivindicaciones de la autonomía universitaria y los requerimientos empresariales,
de eficiencia y productividad para el mercado.
Para cerrar este apartado no queremos dejar por fuera, algunos elementos
que están plasmados en el libro Los límites del crecimiento (Informe al Club de
Roma sobre el predicamento de la humanidad), que fue un producto del trabajo
científico de profesores norteamericanos y europeos, del Instituto Tecnológico de
Massachusetts, Donella Meadows, Dennis Meadows, Jorgen Randers y William
Behrens.
Para ello, afirma Varsavsky (1971) es necesario hacer uso de las diferentes
herramientas, como si uno fuera un constructor o constructora, que permitan ir
modelando ese nuevo sistema social en función de un plan nacional o proyecto
nacional como bien él lo llama.
Pero, consideramos, que para ello la gente tiene que formarse desde la
conciencia nacional. Nadie podría estudiar, pensar y construir una sociedad si no
es capaz de conocerla, de saber sobre su historia, si no comprende al país en el
contexto de su de su nacimiento y desarrollo, es decir si no desarrolla un
pensamiento ideológico que devele lo que la misma ideología oculta.
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Pérez, E. (2015: 126 – 127) hace una numeración de premisas que conceptualizan la noción de
investigación en la construcción de una universidad fundamentada en el diálogo de saberes, para producir
conocimientos en el marco de la participación democrática y protagónica, a saber: “1. El diálogo de saberes
se refiere a una concepción de la realidad; en este sentido, la realidad no es la que muestra el currículum, la
realidad se expresa en el acercamiento que se hace a cada problema, a cada interrogante referida al por qué
de las cosas, a las expresiones del medio socio cultural y comunitario, a lo que ocurre cada día y en general a
las implicaciones que surgen de problematizar el mundo en el cual se vive.
2. El diálogo de saberes es la base para la socio – constitución del currículum, de manera que ya no es
posible un programa preconcebido; se pueden mantener conocimientos necesarios de ser aprendidos, pero
el debate que sobre la problematización de esos conocimientos y su enlace con lo real es lo que permite
establecer un proyecto integral educativo cuyo propósito sea abordar la realidad. De esta manera, tiene
sentido plantear proyectos de investigación para estudiar todas las implicaciones de enlaces conceptuales,
teorías y metodologías que se derivan de problemas específicos que constituyen una red transdisciplinaria.
3. El diálogo de saberes se expresa en la diversidad metodológica, por esto no hay método único, lo que
existe es un conocimiento ontológico de la naturaleza de la realidad que implica la definición de múltiples
metódicas para poderla estudiar. Esto representa el fin de la absolutización de una única vía metodológica
como si la realidad no fuera diversa, son criterios que se expresan como homogeneidad epistemológica. 4. El
diálogo de saberes propicia un escenario complejo – transdisciplinario. Los diferentes puntos de vista que se
expresan como imágenes se transversan para intentar explicaciones otras que están más allá de definiciones
y conceptos, propician diversos enlaces categoriales y la intervención de diferentes formas metodológicas
para que afloren múltiples proposiciones explicativas que hacen de los procesos de inclusividad la búsqueda
fuera del conocimiento normal. 5. El diálogo de saberes, como espacio para la comunicación, propicia el
Por su parte Rauber (2006: 54) en su texto Sujetos políticos, rumbos
estratégicos y tareas actuales de los movimientos sociales y políticos en América
Latina, dice que construir un nuevo tipo de democracia implica desarrollar una
“sociedad solidaria y un poder popular revolucionario”, asimismo implica definir y
desarrollar nuevas formas de relación entre la sociedad, el Estado, la
representación política, con el fin de “… que el pueblo – en tanto sujeto popular –
se reapropie plenamente de sus capacidades y derechos ciudadanos,
protagonizando también las decisiones políticas y asumiendo las
responsabilidades de aquí derivadas.”5
ejercicio de una nueva ética basada en la solidaridad; se constituirá en otra forma de conocer, de aprender,
de investigar y, en general, de relacionarse el ser humano y esto conlleva a un goce de lo pedagógico que,
como estética, coloca al sujeto en otra dimensión del formar – se. 6. El diálogo de saberes representa
ejercicio de la conciencia y, por tanto, conduce a relaciones de alteridad donde todos los otros se reconocen
en un propósito vital, en otra lógica del sentido subjetivo que se colectiviza. 7. El diálogo de saberes es el
escenario propicio para el desarrollo de procesos de evaluación, autoevaluación y coevaluación. Las
relaciones de intersubjetividad representan la presencia de un sujeto con voz, con argumentaciones sobre
temáticas y problemáticas, con explicaciones sobre la realidad que deben ser consideradas en su actuación y
colaboración en la construcción de los saberes. ”
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Rauber (2006: 55) considera importante la experiencia venezolana porque según su perspectiva, ese
proceso de desarrollo de democracia participativa y protagónica no amerita tener todos los procesos
sociales consolidados, sino que deben aprovecharse los espacios conquistados, al respecto dice: “El actual
proceso venezolano puede reiterarse aquí, doblemente, como ejemplo. Por un lado, porque indica que dar
el salto es posible, que no es necesario esperar a que estén dadas todas las condiciones para atreverse a
lanzarse a la conquista de determinados espacios, como en este cado el del gobierno. Por otro, que –
cuando se saltan etapas – luego, en algún momento del nuevo período, es indispensable transitar por la
dimensión saltada y reconstruirla en el nuevo tiempo, también desde abajo. En este caso, se trata de un
tránsito en una dimensión nueva porque habrán variado las condiciones, la situación, la correlación de
fuerzas, las intermediaciones entre los fenómenos. En conclusión: en la transformación de la sociedad, si un
camino no se recorre antes de los saltos debe recorrerse después, o no será posible consolidar el proceso y
avanzar, el retroceso será inevitable, aunque ocurra setenta años después de la primera omisión…”
comunidades, en los municipios y en general es la democracia de las personas
que se trasforman así mismas en “sujetos revolucionarios.”
Sin embargo, este autor no logra enlazar ese espacio democrático con la
construcción de la universidad como un espacio de producción de los elementos
subjetivos y objetivos para la transformación de la universidad en una comunidad
democrática que participa en la construcción de este proceso democrático
nacional. Y esto ocurre, a propósito de Monedero, Juan (2010), porque existe una
debilidad institucional que no es propia de Venezuela, sino que es una realidad del
continente Latinoamericano.
Esas intervenciones del Gobierno de los Estados Unidos sobre las políticas
y las economías de los países latinoamericanos continúan determinando de
alguna manera la construcción democrática de la sociedad venezolana, y por lo
tanto de la construcción de la universidad democrática y protagónica. Porque
evidentemente, estarán sujetas a las condiciones históricas impuestas desde el
centro hegemónico mundial. Dice Monedero (2010: 220)
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Esta particular noción de democracia y de una formación para la ciudadanía está ontológicamente definida
por Vega (2008: 342) de la siguiente forma: “Es una ética democrática que reivindica la participación libre y
consciente de las mayorías sociales (obreros, campesinos, indígenas, grupos étnicos, mujeres, pobladores
urbanos) en la solución de los problemas ambientales, como forma de combatir el productivismo típico del
capitalismo, no dejando las decisiones económicas y ambientales en manos de minorías oligárquicas de
capitalistas, banqueros y tecnócratas, pero tampoco en burocracias políticas centralizadas, como sucedía en
la URRSS y los países de Europa oriental. Esto supone concebir una democratización económica, que implica
la socialización de las fuerzas productivas, en la que las decisiones sobre la producción y la distribución ‘no
serán tomas por’ ‘los mercados’ o por un politburó, sino por la sociedad misma después de un debate
democrático y pluralista en el cual se opongan las propuestas y las opciones distintas.”
Tatián, Diego (2015: 53) plantea el hecho desde la perspectiva de una
universidad abierta, autónoma, nacional y universal. Se refiere a una universidad
popular en el sentido de una institución “sensible a todos los sectores que
tradicionalmente no habían tenido acceso a su ámbito…”
una educación superior con justicia social, con inclusión de todos y todas, pero,
muy especialmente, con una formación integral que, además de conocimientos
científicos y técnicos, contenga y proporcione valores ético-políticos, sociales,
culturales, históricos y ambientales, para que los egresados no solamente sean
buenos profesionales sino magníficos ciudadanos/as capaces de fraguar
democracias reales, participativas que contribuyan a construir, entre todos y
todas, la Patria Grande que soñaron nuestros libertadores
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Para Castellano (2015) no se trata solamente de construir un modelo político y una nueva universidad, sino
de generar nuevos conocimientos que permitan transformar las realidades sociales nacionales y de los
pueblos latinoamericanos y caribeños. Al respecto resalta: “aspecto fundamental es la construcción de una
nueva institucionalidad caracterizada por la cooperación solidaria y la complementariedad, cuyo eje es la
generación, transformación y socialización de conocimiento pertinente a nuestras realidades y retos
culturales, ambientales, políticos, sociales y de preservación y fortalecimiento de la identidad nacional,
respetando y apoyando la de los restantes pueblos latinoamericanos y caribeños.”
Asimismo, refiere Castellano (2015) que este proyecto de universidad
democrática se estructuró a partir de los principios regentes de la Misión Alma
Mater donde se definieron los criterios para trasformar la educación superior en
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Venezuela y vincularlo con la construcción del proyecto nacional Simón Bolívar.
Sin embargo, dice Castellano (2015: 82) que este proyecto tiene por delante
retos que los sujetos sociales y políticos deben asumir para poder concretar dicha
propuesta transformadora, tales como:
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de Sousa (2018: 76) ratifica la necesaria urgencia de democratizar la transformación universitaria, y para
ello hace énfasis en el proceso de politización y en consecuencia democratizar radicalmente a la universidad,
al respecto dice: “las reformas nacionales de la universidad pública deben reflejar un proyecto de nación
centrado en las preferencias políticas que califiquen la inserción del país en contextos de producción y de
distribución de conocimientos cada vez más transnacionalizados y cada vez más polarizados entre procesos
contradictorios de transnacionalización, la globalización neoliberal y la globalización contra-hegemónica.
Este proyecto de nación debe ser resultado de un amplio contrato político y social especificado en varios
contratos sectoriales, siendo uno de ellos el contrato educativo y dentro de este el contrato de la
universidad como bien público. La reforma tiene por objetivo central responder positivamente a las
demandas sociales para la democratización radical de la universidad, poniendo fin a una historia de
exclusión de grupos sociales y de sus saberes, en lo que ha sido protagonista la universidad durante mucho
tiempo, desde antes de la actual fase de globalización capitalista. Si la respuesta a esta última debe ser hoy
privilegiada, es porque ella hace inviable cualquier posibilidad de democratización y mucho menos de
democratización radical. Es por esta razón que las escalas nacional y transnacional de la reforma se
entrecruzan. No es entonces posible una solución nacional sin articulación global.”
generen convergencia con los propósitos comunes y estratégicos del Plan de
Desarrollo de la Nación.” y la comunidad como sujetos socio – políticos que se
encuentran en la política pública para forjar procesos de democratización de la
producción y la formación, que permitan superar las condiciones sociales,
económicas, políticas y culturales del país.
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En las Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001 – 2007 (2001: 25 –
47) se explica la democratización de la vida pública en términos de producción y de formación técnica y
productiva en los siguientes términos: “El imperativo de la justicia social exigirá que la diversificación de la
producción este acompañada de un conjunto de medidas que permitan el desarrollo de una poderosa
economía social. Entre ellas, la formación de microempresas, nuevas formas de cooperativas, empresas
campesinas, acompañadas por medidas complementarias en materia financiera, asistencia técnica,
capacitación, comercialización y reformas de los mecanismos de regulación. […] La intervención estadal
habrá de renovarse, la participación adquirirá una importancia decisiva para conciliar acuerdos de mediano
y largo plazo entre el Estado y la comunidad en torno a políticas públicas que generen convergencia con los
propósitos comunes y estratégicos del Plan de Desarrollo de la Nación. […] Además de los servicios técnicos
y financieros y de comercialización será necesario organizar programas masivos de capacitación destinados a
microempresarios y trabajadores por cuenta propia, reformar diversos mecanismos de regulación que
impiden la formación de microempresas, adecuar los servicios sociales, fomentar las organizaciones que
contribuyen a la ayuda mutua, lograr la adecuada representación de la población menos favorecida ante los
organismos del Estado y aprovechar la potencialidad redistributiva de la política fiscal. […] La ciencia y
tecnología acompañarán e inducirán los cambios técnicos requeridos en el ámbito económico para impulsar
el crecimiento de la producción y la productividad. en ese sentido se propiciará la multiplicación de
programas de formación científica bajo la convicción de que la infraestructura de investigación es un insumo
estratégico fundamental para la innovación en el área productiva. […] El avance científico y la aplicación
tecnológica es un campo que exige una estrecha vinculación de la investigación y la creación científica
nacional con los centros del más alto nivel de los países más avanzados. Una adecuada interacción debe
facilitar la transferencia y la adaptación tecnológica que nos permita alcanzar la ventaja tecnológica de la
producción nacional. […] El impulso a la investigación científica y el apoyo a las creaciones científicas debe
contar con una fuente de financiamiento permanente tanto por parte del Estado como por parte de los
sectores empresariales. Esto exige la asignación de recursos presupuestarios significativos a los institutos de
investigación científica, adicionalmente debe promoverse la vinculación de los sectores productivos
nacionales con las universidades y las instituciones de investigación científica del país como base para crear
De tal forma que el proceso de democratización no está subordinado
solamente a los procesos eminentemente políticos como las elecciones, el acceso
a la educación, los servicios, entre otros, sino que abarca los procesos de
democratización de las políticas públicas destinadas al desarrollo de la economía
productiva en el país, relacionada a su vez con los procesos de producción de
conocimiento, ciencia y tecnología. Es decir, que se puede plantear una relación
entre los procesos de democratización, de producción de conocimiento, ciencia y
tecnología con la construcción de instituciones políticas, financieras,
comunicacionales y educativas, que propendan espacios de una nueva
concepción de democracia.
[…] los logros más importantes de estas y otras luchas parecen ser la
politización de los jóvenes que no encuentran sentido alguno en la política
institucional, así como los cambios en los sentidos comunes de la sociedad, en
el contenido del debate público, en los desplazamientos políticos culturales
significativos respecto de asuntos básicos como la democracia, la igualdad y el
valor de lo público.
tecnología de punta de origen nacional. […] Con el fin de generar los cambios necesarios para hacer una
realidad la democratización del capital, es indispensable crear programas que adiestren sectores de la
población con mayores carencias en la actualización de la técnica y la práctica de administración y
negociación en ciertas áreas de la actividad comercial o artesanal en la que se desenvuelven. Para esto es
importante realizar estudios que determinen las áreas técnicas donde se desarrollan nuestros nuevos
empresarios, con el fin de aupar esfuerzos y así promover el desarrollo microempresarial organizado. ”
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A propósito de este proceso de democratización y de acceso a los mecanismo de comunicación y
divulgación de la información, el sociólogo (Lander, 2013: 60 – 61) afirma que: “en Venezuela, a través de los
[…] en los últimos años, a través de todo el planeta, el uso de las nuevas
tecnologías de comunicación ha sido incorporado de modo creativo a múltiples
expresiones de lucha y movilización. También ha abierto, en muchos contextos,
potencialidades de acceso a la información y comunicación: creación de
espacios virtuales de debate público, de intercambio de experiencias y
articulación en las luchas y movilizaciones sociales.
teléfonos celulares, la población compartió información y coordino lugares de encuentro para las masivas
movilizaciones, que lograron derrotar al golpe de Estado y el regreso de Chávez al palacio presidencial. Esto
ocurrió en ausencia de organizaciones chavistas capaces de coordinar la resistencia al golpe, y en
condiciones en que los golpistas intentaron un bloqueo total del acceso a la información. Todos los medios
públicos fueron silenciados y los medios privados, en forma coordinada, dejaron de informar sobre lo que
ocurría en el país: sustituyeron las noticias por telenovelas, comiquitas y series norteamericanas. Estas
tecnologías han permitido romper el monopolio de los medios corporativos y estatales. La represión, que
cada vez es más divulgada, a veces prácticamente en tiempo real, por YouTube, con frecuencia tiene efectos
contraproducentes para las autoridades, ya que genera protestas aún mayores que las que buscaba sofocar.
En China, donde se registra el mayor número de usuarios de Internet, el control estatal de sus contenidos es
muy difícil.”
La experiencia en la UNEXCA y aportes para la transformación
Especial énfasis tiene este asunto, dada la complejidad del tema. Para
abordarlo lo primero con lo que nos tropezamos es con la rigidez de los lapsos
académicos que tiene nuestra universidad.
En varios de los espacios de formación se pone en evidencia que los
Programas Nacionales de Formación se siguen gestionando como carreras y por
lo tanto los tiempos de trabajo académicos son tan restringidos que la vida
universitaria se va en lapsos mínimamente estructurados, por lo tanto la formación
política lleva los mismos ritmos.
Varios de los aspectos que se proponen tiene que ver con completar los
diseños de los programas, que hasta ahora son sinópticos, y convertirlos en
programas verdaderos, con bibliografías más completas, más integradas y más
cercanas a nuestra realidad, donde los estudiantes puedan encontrar libros sobre
nuestra historia, nuestra política, nuestras necesidades y nuestros proyectos de
independencia, soberanía y de nuestro propio desarrollo.
Debería ser un diseño más bien, flexible pero real, que de muestra de lo
que hemos sido (sus causas primeras), de lo que somos y de lo que podremos ser
como nación libre, independiente y como capaces de construir nuestro propio
sistema social, reconociendo las debilidades y las incongruencias del sistema
capitalista y con la certeza de que es una realidad que no es posible cambiar con
decretos, ni con buenas voluntades, porque se trata, fundamentalmente de un
proyecto histórico que data de varios siglos y que en perspectiva puede llevarnos
otros tantos siglos más.
Pero, con la conciencia de que este es nuestro tiempo histórico que nos ha
tocado vivir y que en él es donde debemos hacer los aportes necesarios para que
nuestro proyecto nacional se pueda ir concretando desde cada uno de los
espacios que nos corresponda.
Lo primero es que este trabajo no pretendió ser una verdad inmutable, sino
que es el producto de un permanente espacio de formación. Por lo tanto, es
apenas una brecha que se abre para seguir estimulando la generación de ideas y
contra – ideas que permitan nuestro desarrollo como ciudadanos y ciudadanas
republicanas y republicanas, respetuosas y respetuosas de la institucionalidad
democrática, que tanto esfuerzo, tantas vidas y tanto trabajo nos ha costado en
nuestra historia patria.
En consideración de la hermandad que nos une con los pueblos del mundo,
en sus justas reclamaciones y en sus justas reivindicaciones para poder vivir
viviendo una vida realmente humana y no una vida para el capital y el capitalismo,
que a decir de la propia historia humana nos ha dejado varios sinsabores.
Meadows, Donella y otros (1972). Los límites del crecimiento. México: Fondo de
Cultura Económica.