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Ley de Matrimonio Civil

Nombre: Francisca Silva Sepúlveda


Asignatura: Fuentes, Interpretación y
Argumentación Jurídica
Sección: Número 3
Profesor: Luis Garrido
Ayudante: Santiago Rojas
Fecha: 18 de Abril del 2022
a) Materia regulada por la ley:

La Ley 19.947 de Matrimonio Civil, se encarga de regular materias


referentes al matrimonio. Según el Código Civil de Chile, el matrimonio se define
como un contrato solemne por el cual dos personas se unen actual e
indisolublemente, y por toda la vida, con el fin de vivir juntos, procrear, y auxiliarse
mutuamente (Código Civil Chileno, artículo 102). Dicha ley se hace cargo de
establecer cuales son los requisitos para contraer matrimonio, como se debe
realizar la celebración del matrimonio, asuntos acerca de separación de los
cónyuges, nulidad y disolución del vínculo y los recursos para enmendar dichas
rupturas y sus efectos.

b) Fuentes concurridas para la elaboración de la ley (Fuente Histórica, de


Conocimiento y de Producción):

Las Fuentes de Producción corresponden a los diversos órganos


encargados de producir o crear la Ley de Matrimonio Civil. El principal encargado
de la elaboración de la Ley 19.947 es el Poder Legislativo, compuesto por el
Senado y la Cámara de Diputados, el cual se encarga de participar en el proceso
de formación de la ley, en conjunto con el Presidente de la República como
cabeza del Poder Ejecutivo, quien también puede ser colaborador en el desarrollo
de la creación de una ley.

Las Fuentes Históricas son aquellos ordenamientos jurídicos anteriores en


el tiempo, que han influido en la elaboración de esta ley. Cabe destacar,
indudablemente que existe una relación entre el matrimonio civil y el matrimonio
religioso, y es por esto, que los legisladores al formular la Ley de Matrimonio Civil
usaron como fuente el Derecho Canónico Matrimonial, el cual se encuentra
establecido en el Código de Derecho Canónico. En materia de matrimonio, dicho
código fue utilizado como guía para establecer el matrimonio civil como tal,
dejando de lado los puntos propios de la religión. El derecho canónico también
contempla disposiciones en el Corpus Iuris Civilis. Otras de las fuentes que fueron
base para las resoluciones sobre matrimonio, no tan solo en Chile, sino en
América, fueron Las Siete Partidas de Alfonso X el Sabio, las Recopilaciones de
las Leyes de Indias, del Concilio de Trento y de la Pragmática de Matrimonios. Por
último, otra de las fuentes históricas que se podría considerar es la Ley de
Matrimonio Civil de 1884, ya que se puede decir que fue la base para la
confección de esta, y a partir de ella se formuló la nueva ley con sus debidas
modificaciones en función de los requerimientos de la sociedad.
Las Fuentes de Conocimiento son aquellos medios en donde se encuentra
consignada la ley de matrimonio civil y nos podemos informar sobre ella. Tenemos
en primer lugar el Código Civil de la República de Chile en sus diferentes
editoriales en que se presenta, la Biblioteca del Congreso Nacional, el Banco de
datos legislativos del Congreso Nacional y el Banco de datos del Diario Oficial.

c) Fuentes Materiales concurridas para la elaboración de la ley:

Las Fuentes Materiales corresponden a todos los factores, ya sean


políticos, sociales, culturales, económicos, entre otros, que motivan la creación de
normas e influyen en su contenido. En relación a la ley estudiada, se puede decir
que los factores que contribuyeron en su creación y contenido fueron el deseo de
querer entregar una resolución a la necesidad social de establecer un vínculo para
conformar una familia, y que como deber, el estado entregue las garantías para
que dicha familia se construya sobre una base sólida y no vulnerable, estable y
perdurable.

Esta nueva Ley de Matrimonio Civil trae consigo la regulación de aspectos


que en la antigua ley del año 1884 no se establecen ni se regulan, entre ellos
podemos encontrar la modificación del divorcio, ya que anteriormente el divorcio
solo se establecía como la suspensión de la vida común de los cónyuges, pero no
así, como la disolución del matrimonio, junto con el hecho de que luego de un
divorcio la persona no podía volver a casarse, sin embargo, con la nueva ley estos
puntos se actualizan de acuerdo al surgimiento de la necesidad de las personas
de concretar definitivamente las rupturas matrimoniales, ya que sin duda, esto
afectaba las relaciones personales y patrimoniales de quienes realizaban la
separación, sumado al hecho de muchos individuos de querer rehacer un nuevo
vínculo amoroso de manera oficial y querer establecer un lazo de unión importante
como lo es el matrimonio, con una nueva persona.

Otro de los importantes asuntos en los que progresa esta nueva ley, es que
esta vez se consideró una compensación para aquel cónyuge que se dedicó al
cuidado de los hijos y la labor del hogar en general durante el matrimonio y que
debido a esto, dejó de lado actividades remuneradas. Dicha retribución puede ser
solicitada en casos de divorcio o nulidad del contrato de matrimonio.
Personalmente considero muy relevante esta modificación, ya que es un apoyo
para erradicar la idea de que solo para las mujeres es un deber permanecer al
cuidado del hogar y de los hijos.
Como último punto a mencionar es la modificación de la edad mínima para
poder establecer matrimonio, la cual fue establecida a partir de los dieciseis años
de edad para ambos sexos y con autorizacion de los padres, esta transformación
se da debido a la necesidad de buscar disminuir los casos de matrimonio infantil y
evitar casos de violencia durante este.

d) Como legisladora:

Luego de realizar un análisis a la Ley 19.947 de Matrimonio Civil, como


legisladora implementaría un cambio en el artículo 5 numeral 3, el cual establece
que los menores de dieciséis años no pueden contraer matrimonio. Esta
modificación la efectuaría debido a que considero que es una materia que no se
encuentra regulada de la forma adecuada, ya que por mi parte, creo que la edad
mínima para realizar este acto debe ser la mayoría de edad, cuando la persona
haya cumplido los dieciocho años, ¿por qué? porque el matrimonio es una acción
muy relevante en la vida de las personas, por lo cual, tomar esta decisión conlleva
tener la madurez adecuada para enfrentarla con responsabilidad y prudencia, y
aunque los matrimonios que involucran a menores de edad han ido a la baja
durante los últimos años, estos siguen ocurriendo, de manera que se puede ver
reflejado en un estudio realizado en nuestro país por el Observatorio de Derechos
de la Defensoría de la Niñez, el que dejó revelado que entre los años 2015 y 2021
se llevaron a cabo 457 matrimonios que involucran a adolescentes, y es
justamente la Región de la Araucanía una de las que se encuentra entre las tres
que presentan los mayores casos.

Establecer un matrimonio a temprana edad puede traer consecuencias


negativas para el o la menor involucrado(a), como por ejemplo, deserción escolar
y que posteriormente no continúen con sus estudios en la educación superior,
mayor exposición a sufrir abuso físico, psicológico, sexual y financiero, limitar su
autonomía, independencia y sus oportunidades de futuro, es más probable que
presenten trastornos mentales debido a casos de violencia y abuso mencionados
anteriormente. Sin duda, el hecho de que niños y niñas entre los dieciséis y los
dieciocho años de edad puedan contraer matrimonio atenta contra los derechos
humanos de la niñez. El Estado debe cumplir el rol de garantizar dichos derechos,
incluyendo aquellos relacionados con salud sexual y reproductiva.

Es inconsecuente que para poder contar con facultades tales como el


derecho a voto, la posibilidad de obtener licencia de conducir o inclusive beber
bebidas alcohólicas se deba contar con la mayoría de edad, pero que sin
embargo, para establecer un matrimonio, el cual es un acto de mayor importancia
que los aludidos, el requisito etario sea menor.
Se debe pensar que a los dieciséis años un adolescente se encuentra en
plena etapa escolar, en donde sus responsabilidades y preocupaciones están muy
ajenas a la de formar una familia. Por otro lado, es ilógico que para contraer
matrimonio el mínimo de edad sean los dieciséis años, pero que sin embargo, tal
como se establece en el artículo 16 de la misma ley, para poder ser testigo del
mismo acto, se deba contar con dieciocho años.

Es notable mencionar que la mayoría de los matrimonios a temprana edad


involucran en mayor cantidad a jóvenes mujeres que a hombres, de manera que
aboliendo el matrimonio precoz además de evitar que se vulneren derechos de los
niños y niñas, se está velando por la seguridad de los derechos de las mujeres y
por la igualdad de género, empoderando a niñas, jóvenes y mujeres. Es por ello
que en conjunto con la modificación de esta ley se debe trabajar en empoderar a
las jóvenes, brindándoles mayores oportunidades y desarrollo de sus habilidades.

Como resultado de la rectificación de esta ley esperaría acabar con el


matrimonio infantil, disminuyendo así los casos de violencia intrafamiliar en todos
su ámbitos, prevenir embarazos adolescentes no deseados, evitar uniones
matrimoniales forzadas y lograr permitir mayores espacios de integración social
para niñas y niños, para evitar que se salten etapas de sus vidas e
innecesariamente adelanten otras, es decir, permitir que los niños y jóvenes
evolucionen de acuerdo a sus fases correspondientes.
Referencias Bibliográficas

- Biblioteca del Congreso Nacional. (s/f). Biblioteca del Congreso Nacional.

www.bcn.cl/leychile. Recuperado el 15 de abril de 2022, de

https://www.bcn.cl/leychile/navegar?idNorma=225128

- La Familia - Formación Cívica - Biblioteca del Congreso Nacional de Chile.

(s/f). Formación Cívica. Recuperado el 15 de abril de 2022, de

https://www.bcn.cl/formacioncivica/detalle_guia?h=10221.3/45666

- Mostrador, E. (2021, octubre 1). “¡Son niñas!”: Defensoría de la Niñez

revela que 135 matrimonios con adolescentes se han realizado en Chile

entre 2018 y 2020.

https://www.elmostrador.cl/braga/2021/10/01/son-ninas-defensoria-de-la-nin

ez-revela-que-135-matrimonios-con-adolescentes-se-han-realizado-en-chile

-entre-2018-y-2020/

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