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Los presentes manuales son la base de nuestro trabajo misional. Están redactados de
tal manera que aunque no tengamos sacerdotes podamos llevar a cabo todas las
celebraciones de Semana Santa.
Contempla todas las actividades que realizamos allá. En esta última edición las hemos
separado en 6 manuales, de tal manera que podamos llevar día a día las actividades de una
forma más sencilla.
Se han detallado las actividades día por día, en un formato específico para que cada
equipo elabore su propio horario de trabajo adaptado a las necesidades de su comunidad.
Otros formatos nos van a ayudar a repartir más fácilmente nuestras actividades tales como el
Vía Crucis, las visitas al Santísimo, etc.
Nosotros por nuestra parte, debemos prepararnos para vivir intensamente nuestra
“Fiesta de Pascua”. “La Semana Santa es una fiesta, una fiesta liberadora”. Toda fiesta es
celebración de algo, de un triunfo, de una victoria, al menos de la lucha por lograrla.
Desgraciadamente nuestras fiestas han perdido su sentido, su fuerza. No sabemos lo que
celebramos.
¿Qué pensaría usted de una fiesta de bautismo donde no hubiera padrinos, papás, ni
niño? o ¿De una boda donde no hubieran novios? Y sin embargo no nos extrañamos cuando
muchas veces celebramos la misa -Eucaristía- y el pueblo no sabe qué se está celebrando.
Mucha gente, aún no sabe qué se celebra en la Semana Santa. Mientras la pascua del
Señor, su muerte y resurrección no se esté celebrando con fe y, los hechos reales y
concretos que se van viviendo no vayan haciendo comunidad, algo anda mal. La celebración
siempre exige FE Y VIDA.
¿Y qué quiere decir pascua? Pascua quiere decir paso. El paso de Dios por su pueblo.
También es el paso del pueblo que lo hace salir de la esclavitud al camino de la libertad.
“El pueblo de Israel estaba esclavizado en Egipto, sujeto a trabajos forzados. Dios
decide liberarlo para cumplir su promesa de darles una tierra propia y hacerlos numerosos.
Israel debe salir de Egipto porque a Dios no se le puede servir como esclavos. Una noche de
luna, el 14 de Nisán, por grupos mataron un cordero, lo comieron deprisa y con su sangre,
mancharon las puertas de la casa y salieron al camino (lo que se llama éxodo).
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La salida de Egipto marcó para Israel el contenido primordial de su fe. De esta
experiencia de liberación brotó en los israelitas la necesidad de contarla a las generaciones
siguientes.
La pascua empezó entonces a celebrarse en plena lucha de liberación. Después de
esto, cada año, para recordar y revivir y continuar esa liberación del pueblo, el pueblo se
reunía en una fiesta de pascua. Pascua del Señor. Pero eso era en el Antiguo Testamento,
en la antigua alianza.
Sí, y no sólo en Semana Santa, sino en toda la vida y todos los días, en cada
Eucaristía, en todas nuestras luchas por construir el reinado. Queremos en estos manuales,
dar una guía práctica, para que el pueblo conozca los hechos que pasaron, los comprenda y
se comprometa, ayudado por las celebraciones propias de Semana Santa, a unir y a integrar
la fe y la vida.
La pascua del Señor no termina con la Semana Santa; se seguirá viviendo día con
día, especialmente en la Eucaristía y en todas las acciones por librarnos de nuestras
esclavitudes, hasta que como comunidad hayamos madurado el reino de la hermandad, y se
lo podamos entregar al Señor Jesús cuando vuelva: y le podamos decir con amor y verdad:
“Jesús tuyo es el reino, el poder y la gloria por siempre, Señor”.
Que los sufrimientos de Jesús nos ayuden a hacer comunidad, trabajar porque nos
apoyemos más unos a otros.
Por eso la resurrección de Jesús fortalece la esperanza del pueblo en que un día
habrá verdadera justicia, respeto, fraternidad y vida completa para todos.
“Con este manual queremos que todos los misioneros, catequistas, mayordomos,
sacristanes tengan una guía para celebrar la Semana Santa.
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SABADO EL DIA DE LA LLEGADA
1. Llegamos allá, Dios mediante, entre 5:30 y 6:00 de la mañana del sábado anterior al
Domingo de Ramos.
2. Todos debemos ayudar para bajar las cosas del autobús y llevarlas al lugar que se
indique.
3. Las cosas se juntarán por comunidad, los coordinadores tendrán cuidado para que se
haga así y no se pierdan las cosas.
4. Entre las 7 y las 11 tendremos la “Misa de Envío”, celebrada por los párrocos y los padres
misioneros.
5. A las 8:30 el desayuno.
6. Posteriormente nos pondremos de acuerdo en:
Qué día va a celebrar y confesar el padre en la comunidad que nos tocó.
Qué día van a ir los doctores a cada comunidad.
Los párrocos nos darán sus sugerencias para la misión. Esta junta es
importantísima porque nos darán los lineamientos de trabajo, para la semana.
7. Llevarse el “Santísimo” a las comunidades que no tendrán pronto sacerdote.
8. Llevar agua bendita a las comunidades que no tendrán pronto sacerdote.
9. Ponerse en contacto con las personas de las comunidades que vienen por nosotros.
10. Llegar a la comunidad e instalarse pronto, para comenzar las actividades de preparación,
para el siguiente día.
11. Es importante limpiar el altar para depositar el Santísimo.
12. Verificar que la despensa haya llegado a sus comunidades, en caso contrario informar a
su coordinador de zona.
13. Ir a la “agencia municipal” para presentarse a las autoridades de la comunidad e invitarlos
a las pláticas y celebraciones. En la primera actividad con la comunidad hay que
presentarse, pasar al frente todos los misioneros y presentarnos uno por uno.
14. En muchas comunidades los ornamentos, el corporal, los manteles, etc., están sucios,
casi no se han usado y están mal guardados, véanlo con el sacristán para que se laven.
15. Verifiquen a dónde van a ir a desayunar al día de mañana y en general póngase de
acuerdo con las familias que les van a dar los alimentos. Utilicen el formato de alimentos.
16. Revisen sus formatos donde vienen las cosas que hay que prever y preparar para el
Domingo de Ramos. Dejen todo preparado para el día de mañana.
17. Duérmanse temprano. Ha sido un día muy pesado y hay que estar listos para el día de
mañana.
18. Coloquen los cartelones alusivos al Domingo de Ramos.
19. COLOCAR EN TODA LA COMUNIDAD CARTELONES CON LOS HORARIOS DE LAS
ACTIVIDADES DE LOS MISIONEROS.
20. Verificar que estén funcionando el megáfono, donde haya DVD lo mismo.
21. DE PREFERENCIA LAS LECTURAS LAS DEBEN HACER LAS PERSONAS DE LA
COMUNIDAD, PERO HAY QUE PREPARALOS DESDE ANTES, QUE LEAN EN VOZ
ALTA VARIAS VECES, HASTA QUE DOMINEN LA LECTURA.
22. Recordarle a la Comunidad que no pongan sus aparatos de sonido en volumen alto,
estamos en Semana Santa.
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DOMINGO DE RAMOS
La Pasión del Señor
ACTIVIDADES
Laudes. Iniciar nuestras actividades con la oración de la mañana “Laudes”. Todos los
misioneros deben asistir al rezo de Laudes. Invitar a gente de la comunidad sobre todo a
los jóvenes que son los que más se animan. Se pueden sacar algunas copias para estas
personas (de 5 a 10 copias). El coordinador del equipo debe preparar bien esta oración tan
bonita; se pueden agregar en las preces, peticiones de acuerdo a las necesidades de la
comunidad. El Padre nuestro lo podemos cantar y si es en mixteco mejor.
Desayuno. Procuren no hacerlo tan largo. Hay que llamar a la gente para la Celebración.
Afinen los detalles, de tal manera que todo esté listo.
Procesión de los Ramos. Se inicia en un lugar distante de la Iglesia. Se hacen las lecturas,
se da una explicación y se inicia la procesión rumbo a la Iglesia. (Cantando y rezando. Los
cantos deben estar preparados y de preferencia en hojas impresas, con copias para la
mayoría). Al llegar a la Iglesia inicia la Misa. Donde haya sacerdote, deben estar ya
preparadas, las lecturas, los cantos, las moniciones, las ofrendas, etc.
Donde no haya, el coordinador de equipo hace la celebración litúrgica. De ser posible, hacer
una convivencia después de Misa con sentido festivo y que sirva de preparación, para la
semana. Hay que explicarle muy bien a la gente el sentido litúrgico de esta fiesta, de este
día.
Imponerle la cruz a los catequistas que nos van a ayudar durante la Semana Santa
Visitas a la comunidad. Es importante iniciar desde hoy las visitas a las familias para
invitarlos a las actividades en la Iglesia. (Llevar nuestro Manual donde viene la visita a los
enfermos y la Biblia). Especial atención merecen los enfermitos y ancianitos que viven solos.
Podemos hacer una oración en común, un canto, dejarles una estampita etc. Esperan
nuestra visita. Salir lo más temprano que podamos de donde nos hospedamos para ir a la
visita. Siempre hay niños que nos acompañan. Si el grupo es grande pueden dividirse para
las visitas.
En la mayoría de las comunidades nos piden que hagan una oración y que se les rocíe con
agua bendita, esto se debe explicar muy bien, para que no se crea que es algo mágico y que
con eso ya se está bien con Dios.
Se puede también aprovechar para explicar las actividades de los misioneros durante la
semana. Llevar la hojita de “que es la Semana Santa” para comentarla con ellos, incluso se
le puede dejar una a cada familia.
Catecismo: En este día se suele dar catecismo en la tarde. Apoyar a las catequistas y
organizarse con ellas para trabajar con los niños. Estos son incansables y hay que
atenderlos. Llevar desde México, cantos y juegos preparados para ellos. Alguna persona del
equipo debe dedicarse a los niños, debe tener mucha paciencia y carisma para los niños.
Rosario: Llamar con anticipación (campanas). La gente se acerca cuando oye que se ha
iniciado el rosario.
Debe estar especificado con anticipación, quien va a rezar el rosario.
La idea es rezarlo pero también enseñar a rezarlo, invitar a un joven a rezar un misterio.
Hacer una intención por cada misterio, pedirle a la gente las intenciones.
Preparar los cantos, ponerse de acuerdo con la gente que canta.
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Pláticas: Para Señores, Señoras, y Jóvenes. Hacer un esfuerzo muy grande para motivar a
las personas para que asistan a las pláticas. Utilizar dinámicas, preguntas, que todos
participen.
Las pláticas deben estar preparadas desde México. Quien va a dar cual. Algunas vece
la Diócesis nos con las catequesis que se van a dar.
Que material va a necesitar (ya preparado, cantos, hojas de rotafolio, cassettes con
música, o incluso la plática grabada, etc.)
Hay pláticas que podemos dar en la escuela, en la agencia, en la cancha de juego, en
el tequio, en la casa. No limitarnos a que todo debe ser en la capilla o iglesia.
Ensayo de cantos con el pueblo de ser posible. De preferencia con guitarra. Los
misioneros integrados a la comunidad.
Pedir colaboración para los oficios: Para el lavatorio de los pies se necesitan 12 apóstoles,
que pueden ser señores de la comunidad. Hacer la lista desde ahora.
Avisar que el Jueves Santo, donde haya Sacerdote, tendremos la Unción de los Enfermos; y
donde no, tendremos una paraliturgia con ellos.
Preparar para la confesión. Verificar bien cuándo estará en la comunidad el sacerdote para
confesar, preparar bien a la gente a la confesión. Viene una guía en el manual de anexos. Es
importante que la gente esté bien preparada para la confesión. El tiempo litúrgico es muy
apropiado para la reconciliación con el Señor.
Cena, sean prudentes en sus comentarios delante de la gente, háganlos más bien cuando
estén reunidos únicamente los misioneros.
Evaluación del día, siguiendo la hoja de actividades diarias y planeación del siguiente día.
En esta evaluación sólo debe estar el equipo misionero. Con esta actividad y oración se
cierra el día. Debe quedar claro qué se va a hacer mañana, quién lo va a hacer, a qué hora y
cómo.
Procuren llenar desde ahora los formatos para el Viacrucis, quienes van a ser los
apóstoles. Comiencen desde hoy, a invitar a jóvenes y señores que puedan para
participar en el retiro.
En general revisen todos los formatos y llénenlos conforme se vayan dando las
actividades.
Hablar con las autoridades para que no se comprometan a comenzar el baile, si es que
hay, el Sábado Santo en la noche temprano, pues las Celebraciones comienzan tarde.
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LAUDES DOMINGO DE RAMOS
Salmo Invitatorio
Ant. A Cristo el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle.
Ant. A Cristo el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle.
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HIMNO
Ant.1: “El numeroso gentío, que había venido a la fiesta, aclamaba al Señor: “Bendito el que
viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.”
No he de morir, viviré
para contar las hazañas del Señor.
me castigó, me castigó el señor,
pero no me entregó a la muerte.
Ant. 1: “El numeroso gentío, que había venido a la fiesta, aclamaba al Señor: “Bendito el que
viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.”
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Ant. 2: Con los ángeles y los niños, cantemos al triunfador de la muerte: Hosanna en el
cielo.”
Cántico Dn 3, 52-57
QUE LA CREACIÓN ENTERA ALABE AL SEÑOR
Bendito eres tú, que sentado sobre querubines sondeas los abismos:
a ti gloria y alabanza por los siglos.
Ant. 2. Con los ángeles y los niños, cantemos al triunfador de la muerte: “Hosanna en el
cielo.”
Ant. 3. Bendito el que viene en nombre del Señor. Paz en el cielo y gloria en las alturas.
Ant. 3 Bendito el que viene en nombre del Señor. Paz en el cielo y gloria en las alturas.
9
LECTURA BREVE Za 9,9
Alégrate, hija de Sión; canta, hija de Jerusalén. Mira tu Rey que viene a ti, justo y victorioso;
modesto y cabalgando en un asno, en un pollino de borrica.
RESPONSORIO BREVE
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Aclamemos con palmas de victoria al Señor que viene, y salgamos a su encuentro con
himnos y cantos, dándole gloria y diciendo: “Bendito eres, Señor.”
Cántico de Zacarías Lc 1, 68 - 79
Ant. Aclamemos con palmas de victoria al Señor que viene, y salgamos a su encuentro con
himnos y cantos, dándole gloria y diciendo: “Bendito eres, Señor.”
PRECES
Adoremos a Cristo, que al entrar en Jerusalén fue aclamado por las multitudes como
rey y mesías; acojámosle también nosotros con gozo, diciendo:
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Oración
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LA PASIÓN DEL SEÑOR
PRIMERA PARTE
PREPARAMOS:
1. Palmas.
2. Agua Bendita.
3. La Biblia y el Misal
4. Una imagen del Señor, que no sea crucifijo, puede ser una imagen del Sagrado
Corazón u otra.
5. El manual del misionero día a día.
6. Incensario e Incienso.
7. Dos cirios o velas grandes.
8. Un pedestal para la imagen del Señor.
Quiénes la realizan:
Lecturas a preparar:
1. Evangelio de Mateo 21, 1 -11; para los años correspondientes al Ciclo A (2008,
2011, 2014, 2017, 2020...).
2. Evangelio de Marcos 11, 1 - 10; para los años correspondientes al Ciclo B (2006,
2009, 2012,2015, 2018, 2021…).
3. Evangelio de Lucas 19, 28 - 40; para los años correspondientes al Ciclo C (2007,
2010, 2013, 2016, 2019, 2022...).
Cantos a preparar:
1. Tu Reinarás.
2. Que viva mi Cristo.
12
Cómo realizarla:
M.P.
HERMANOS: ALEGRÉMONOS DE ESTAR REUNIDOS EN NOMBRE DEL SEÑOR, Y
QUE EL ESPÍRITU DE DIOS NOS REVISTA DE LOS MISMOS SENTIMIENTOS DE
JESÚS Y NOS HAGA PASAR CON ÉL DE LA MUERTE A LA VIDA.
La asamblea responde:
A. AMÉN.
TE BENDECIMOS, PADRE, POR LOS ÁRBOLES QUE HAS CREADO PARA DAR A
LOS HOMBRES Y ANIMALES ALIMENTO Y ABRIGO, Y TE DAMOS GRACIAS
PORQUE HICISTE QUE SUS RAMAS FUERAN EN NUESTRAS MANOS SIGNOS DE
FIESTA Y VICTORIA. TE PEDIMOS QUE, AL ACLAMAR EN ESTE DÍA A CRISTO
COMO NUESTRO REY Y SALVADOR, LOS RAMOS QUE LLEVAMOS EN SU HONOR
NOS RECUERDEN EL COMPROMISO DE HACERLO REINAR SIEMPRE EN CADA
UNO DE NOSOTROS. POR NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.
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La asamblea responde:
A. AMÉN.
M.
ESCUCHEMOS ATENTAMENTE EL EVANGELIO QUE NOS NARRA LA ENTRADA
TRIUNFANTE DE JESÚS EN JERUSALÉN.
………………………………………………………………………………………………………….
C I C L O A:
M.
MIENTRAS JESÚS ENTRA COMO UN REY DE LA PAZ EN LA CIUDAD SANTA, TODA
LA IGLESIA LO ACLAMA COMO EL ENVIADO DE DIOS, PIEDRA DESECHADA POR
LOS CONSTRUCTORES, CONVERTIDA AHORA EN PIEDRA ANGULAR DEL NUEVO
TEMPO DEL SEÑOR.
M. P.
HERMANOS: QUE, DE MANERA ESPECIAL EN LA PROCLAMACIÓN DEL
EVANGELIO, SINTAMOS LA PRESENCIA ENTRE NOSOTROS DE JESUCRISTO
NUESTRO SEÑOR.
Esto sucedió para que se cumplieran las palabras del Profeta: Díganle a la hija de
Sión: He aquí que tu rey viene a ti, apacible y montado en un burro, en un burrito, hijo de
animal de yugo.
Fueron, pues los discípulos e hicieron lo que Jesús les había encargado y trajeron
consigo la burra y el burrito. Luego pusieron sobre ellos sus mantos y Jesús se sentó encima.
La gente, muy numerosa, extendía sus mantos por el camino; algunos cortaban ramas
de los árboles y las tendían a su paso. Los que iban delante de él y los que lo seguían
gritaban: “¡Hosanna! ¡Viva el Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!
¡Hosanna en el Cielo!”
Al entrar Jesús en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió. Unos decían: “¿Quién es éste?” Y
la gente respondía: “Este es el profeta Jesús de Nazaret de Galilea”.
14
Al terminar la lectura del Evangelio, no besa el libro y dice:
La asamblea responde:
…………………………………………………………………………………………………………..
C I C L O B:
M.
JESÚS ENTRA HOY EN NUESTRA COMUNIDAD PARA QUE LE RECONOZCAMOS
COMO EL MESÍAS ENVIADO POR DIOS PADRE PARA SALVARNOS. NO VIENE CON
AIRES TRIUNFALISTAS, SINO COMO UN PRÍNCIPE HUMILDE Y PACÍFICO
ACLAMÉMOSLE CON DEVOCIÓN.
M. P.
HERMANOS: QUE, DE MANERA ESPECIAL EN LA PROCLAMACIÓN DEL
EVANGELIO, SINTAMOS LA PRESENCIA ENTRE NOSOTROS DE JESUCRISTO
NUESTRO SEÑOR.
Cuando Jesús y los suyos iban camino a Jerusalén, al llegar a Betfagé y Betania,
cerca del monte de los Olivos, les dijo a dos de sus discípulos: “Vayan al pueblo que ven
enfrente; al entrar, encontrarán amarrado un burrito que nadie ha montado todavía.
Desátenlo y tráiganmelo. Si alguien les pregunta por qué lo hacen contéstenle: ‘El Señor lo
necesita y lo devolverá pronto’”
Llevaron al burro, le echaron encima los mantos y Jesús montó en él. Muchos
extendían su manto en el camino, y otros lo tapizaban con ramas cortadas en el campo. Los
que iban delante de Jesús y los que lo seguían, iban gritando vivas: “¡Hosanna! ¡Bendito el
que viene en nombre del Señor! ¡Bendito el reino que llega, el reino de nuestro padre David!
¡Hosanna en el cielo!”
La asamblea responde:
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………………………………………………………………………………………………………..
C I C L O C:
M.
MIENTRAS QUE JESÚS ENTRA COMO REY DE LA PAZ EN LA CIUDAD SANTA,
TODA LA IGLESIA LO ACLAMA COMO EL ENVIADO DE DIOS, PIEDRA DESECHADA
POR LOS CONSTRUCTORES, CONVERTIDA AHORA EN PIEDRA ANGULAR DEL
NUEVO TEMPLO DEL SEÑOR.
M. P.
HERMANOS: QUE, DE MANERA ESPECIAL EN LA PROCLAMACIÓN DEL
EVANGELIO, SINTAMOS LA PRESENCIA ENTRE NOSOTROS DE JESUCRISTO
NUESTRO SEÑOR.
La asamblea responde:
………………………………………………………………………………………………………..
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Se guardan unos momentos de silencio, e inmediatamente después el ministro de la Palabra
se dirige a la asamblea, desarrollando las siguientes ideas:
Terminada la reflexión, se inicia la procesión con los ramos, flores, palmas, entonando el
siguiente canto: QUE VIVA MI CRISTO, QUE VIVA MI REY...
Tiene que ir hasta adelante la imagen del Señor y puede ir acompañada de incienso y dos
candelas a los lados.
5.- ORACIÓN
M. P.
DIOS TODOPODEROSO Y ETERNO, TU QUISISTE QUE NUESTRO SALVADOR SE
HICIESE HOMBRE Y MURIESE EN LA CRUZ, PARA MOSTRAR AL GÉNERO
HUMANO EL EJEMPLO DE UNA VIDA SUMISA A TU VOLUNTAD; CONCÉDENOS
QUE LAS ENSEÑANZAS DE SU PASIÓN NOS SIRVAN DE TESTIMONIO, Y QUE UN
DÍA PARTICIPEMOS EN SU GLORIOSA RESURRECCIÓN. POR NUESTRO SEÑOR
JESUCRISTO.
La asamblea responde:
A. AMÉN.
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SEGUNDA PARTE
LITURGIA DE LA PALABRA
Quiénes la realizan:
Lecturas a preparar:
1. Isaías 50, 4 - 7.
2. Salmo 21.
3. Filipenses 2, 6 - 11.
4. Mateo 26, 14 - 27, 66; para los años correspondientes al Ciclo A (2008, 2011,
2014,...)
Marcos 14, 1 -15, 47; para los años correspondientes al Ciclo B (2006, 2009, 2012,
2015,…)
Lucas 22, 14 - 23, 56; para los años correspondientes al Ciclo C (2007, 2010, 2013,
2016,…)
Como realizarla:
Una vez que han entrado todos en la capilla, se sientan y se guarda silencio, y el monitor dirá
a la asamblea las siguientes palabras:
Una vez hecha la monición anterior desde un lugar distinto de donde se proclama la Palabra,
se acerca el primer lector para hacer la lectura correspondiente sin decir "PRIMERA
LECTURA", ni leer el pequeño texto que la sintetiza, sino que sólo dirá: "Lectura del libro
de ..." e iniciará inmediatamente la lectura del texto bíblico correspondiente. Esto es para
todos los lectores.
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PRIMERA LECTURA
No aparté mi rostro de los insultos, y sé que no quedaré avergonzado.
En aquel entonces, dijo Isaías: “El Señor me ha dado una lengua experta, para que
pueda confortar al abatido con palabras de aliento. Mañana tras mañana, el Señor despierta
mi oído, para que me escuche yo, como discípulo. El Señor Dios me ha hecho oír sus
palabras y yo no he opuesto resistencia ni me he echado para atrás.
Ofrecí la espalda a los que me golpeaban, la mejilla a los que me tiraban de la barba.
No aparté mi rostro de los insultos y salivazos.
Pero el Señor me ayuda por eso no quedaré confundido, por eso endurecí mi rostro
como roca y sé que no quedaré avergonzado.
Palabra de Dios.
A. Te alabamos, Señor.
Todos los que me ven, de mí se burlan; me hacen gestos y dicen: "Confiaba en el Señor,
pues que él lo salve; si de veras lo ama, que lo libre". R.
Los malvados me cercan por doquiera como rabiosos perros. Mis manos y mis pies han
taladrado y se pueden contar todos mis huesos. R.
Reparten entre sí mis vestiduras y se juegan mi túnica a los dados. Señor, auxilio mío, ven y
ayúdame, no te quedes de mí tan alejado. R.
A mis hermanos contaré tu gloria y en la asamblea alabaré tu nombre. Que alaben al Señor
los que lo temen. Que el pueblo del Israel siempre lo adore. R.
SEGUNDA LECTURA
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Palabra de Dios.
A. Te alabamos, Señor.
Se puede utilizar la lectura normal o en forma breve (buscar la correspondiente a cada ciclo).
Cuando se lee el momento de la muerte de Jesús, se guarda silencio y todos se ponen de
rodillas por unos momentos, contemplando el misterio de la redención, para continuar
posteriormente con la lectura.
Indicaciones para la lectura dialogada; las siglas que indican a los diversos interlocutores son
las siguiente;
………………………………………………………………………………………………………..
M.
LA PASIÓN DE JESUCRISTO ES EL JUICIO DE DIOS A LOS HOMBRES. TODA LA
INIQUIDAD DE LA CORRUPCIÓN HUMANA SALE A FLOTE PARA ENFRENTARSE
CON EL JUSTO, EL HIJO DEL HOMBRE. DEJEMOS QUE LA PALABRA DE DIOS
PENETRE COMO FUEGO EN NUESTRO INTERIOR PARA QUE CRISTO REINE EN
NOSOTROS POR EL TESTIMONIO DE UNA VIDA NUEVA.
C.- En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a ver a los sumos
sacerdotes y les dijo:
C.- Ellos quedaron en darle treinta monedas de plata. Y desde ese momento andaba
buscando una oportunidad para entregárselo. El primer día de la fiesta de los panes ázimos,
los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron:
C.- Él respondió:
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+.- “Vayan a la ciudad, a casa de fulano y díganle: ‘El Maestro dice: Mi hora está ya cerca.
Voy a celebrar la Pascua con mis discípulos en tu casa’”.
C.- Ellos hicieron lo que Jesús les había ordenado y prepararon la cena de Pascua.
Al atardecer, se sentó a la mesa con los Doce, y mientras cenaban, les dijo:
C.- Ellos se pusieron muy tristes y comenzaron a preguntarle uno por uno:
C.- Él respondió:
+.- “El que moja su pan en el mismo plato que yo, ése va a entregarme. Porque el Hijo del
hombre va a morir, como está escrito de él; pero ¡hay de aquel por quien el Hijo del hombre
va a ser entregado! más le valiera a ese hombre no haber nacido”.
C.- Durante la cena, Jesús tomó un pan y, pronunciando la bendición, lo partió y lo dió a sus
discípulos, diciendo:
C.- Luego tomó en sus manos una copa de vino y, pronunciada la acción de gracias, la pasó
a sus discípulos, diciendo:
+.- “Beban todos de ella, porque ésta es mi Sangre, Sangre de la nueva alianza, que será
derramada por todos, para el perdón de los pecados. Les digo que ya no beberé más del
fruto de la vid, hasta el día en que beba con ustedes el vino nuevo en el Reino de mi Padre”.
C.- Después de haber cantado el himno, salieron hacia el monte de los Olivos. Entonces
Jesús les dijo:
+.- “Todos ustedes se van a escandalizar de mí esta noche, porque está escrito: Heriré al
pastor y se dispersarán las ovejas del rebaño. Pero después de que yo resucite, iré delante
de ustedes a Galilea”.
+.- “Yo te aseguro que esta misma noche, antes de que el gallo cante, me habrás negado
tres veces”.
C.- Y lo mismo dijeron todos los discípulos. Entonces Jesús fue con ellos a un lugar llamado
Getsemaní y dijo a los discípulos:
C.- Se llevó consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo y comenzó a sentir tristeza y
angustia. Entonces les dijo:
+.- “Mi alma está llena de una tristeza mortal. Quédense aquí y velen conmigo”.
C.- Avanzó unos pasos más, se postró rostro en tierra y comenzó a orar, diciendo:
+.- “Padre mío, si es posible, que pase de mí este cáliz; pero que no se haga como yo quiero,
sino como quieres tú”.
C.- Volvió entonces a donde estaban los discípulos y los encontró dormidos. Dijo a Pedro:
+.- “¿No han podido velar conmigo ni una hora? Velen y oren, para no caer en la tentación,
porque el espíritu está pronto, pero la carne es débil”.
+.- “Padre mío, si este cáliz no puede pasar sin que yo lo beba, hágase tu voluntad”.
C.- Después volvió y encontró a sus discípulos otra vez dormidos, porque tenían los ojos
cargados de sueño. Los dejó y se fue a orar de nuevo, por tercera vez, repitiendo las
mismas palabras. Después de esto, volvió a donde estaban los discípulos y les dijo:
+.- “Duerman ya y descansen. He aquí que llega la hora y el Hijo del hombre va a ser
entregado en manos de los pecadores. ¡Levántense! ¡Vamos! Ya está aquí el que me va a
entregar”.
C.- Todavía estaba hablando Jesús, cuando llegó Judas, uno de los Doce, seguido de una
chusma numerosa con espadas y palos, enviada por los sumos sacerdotes y los ancianos
del pueblo. El que lo iba a entregar les había dado esta señal:
C.- Entonces se acercaron a Jesús, le echaron mano y lo apresaron. Uno de los que estaban
con Jesús, sacó la espada, hirió a un criado del sumo sacerdote y le cortó una oreja. Le dijo
entonces Jesús:
+.- “Vuelve la espada a su lugar, pues quien usa la espada, a espada morirá. ¿No crees que
si yo se lo pidiera a mi Padre, él pondría ahora mismo a mi disposición más de doce legiones
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de ángeles? Pero, ¿cómo se cumplirían entonces las Escrituras, que dicen que así debe
suceder?”
+.- “¿Han salido ustedes a apresarme como a un bandido, con espadas y palos? Todos los
días yo enseñaba, sentado en el templo, y no me aprehendieron. Pero todo esto ha sucedido
para que se cumplieran las predicciones de los profetas”.
C.- Entonces todos los discípulos lo abandonaron y huyeron. Los que aprehendieron a Jesús
lo llevaron a la casa del sumo sacerdote Caifás, donde los escribas y los ancianos estaban
reunidos. Pedro los fue siguiendo de lejos hasta el palacio del sumo sacerdote. Entró y se
sentó con los criados para ver en qué paraba aquello.
Los sumos sacerdotes y todo el sanedrín andaban buscando un falso testimonio contra
Jesús, con ánimo de darle muerte; pero no lo encontraron, aunque se presentaron muchos
testigos falsos. Al fin llegaron dos, que dijeron:
S.- “Este dijo: ‘Puedo derribar el templo de Dios y reconstruirlo en tres días’”
S.- “Te conjuro por el Dios vivo a que nos digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios”.
+.- “Tú lo has dicho. Además, yo les declaro que pronto verán al Hijo del hombre, sentado a
la derecha de Dios venir sobre las nubes del cielo”.
S.- “¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Ustedes mismos han oído la
blasfemia. ¿Qué les parece?”
C.- Entretanto, Pedro estaba fuera, sentado en el patio. Una criada se le acercó y le dijo:
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C.- Ya se iba hacia el zaguán, cuando lo vio otra criada y dijo a los que estaban ahí:
C.- Poco después se acercaron a Pedro los que estaban ahí y le dijeron:
S.- “No cabe duda de que tú también eres de ellos, pues hasta tu modo de hablar te delata”.
C.- Entonces él comenzó a echar maldiciones y a jurar que no conocía a aquel hombre. Y en
aquel momento cantó el gallo. Entonces se acordó Pedro de que Jesús había dicho: ‘Antes
de que cante el gallo, me habrás negado tres veces’. Y saliendo de ahí se soltó a llorar
amargamente.
Llegada la mañana, todos los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo celebraron
consejo contra Jesús para darle muerte. Después de atarlo, lo llevaron ante el procurador
Poncio Pilato, y se lo entregaron.
Entonces, Judas, el que lo había entregado, viendo que Jesús había sido condenado a
muerte, devolvió arrepentido las treinta monedas de plata a los sumos sacerdotes y a los
ancianos diciendo:
C.- Entonces Judas arrojó las monedas de plata en el templo, se fue y se ahorcó. Los sumos
sacerdotes tomaron las monedas de plata y dijeron:
S.- “No es lícito juntarlas con el dinero de las limosnas, porque son precio de sangre”.
C.- Después de deliberar, compraron con ellas el Campo del Alfarero, para sepultar ahí a los
extranjeros. Por eso aquel campo se llama hasta el día de hoy “Campo de sangre”. Así se
cumplió lo que dijo el profeta Jeremías: “Tomaron las treinta monedas de plata en que fue
tasado aquel a quien pusieron precio algunos hijos de Israel y las dieron por el Campo del
Alfarero, según lo que me ordenó el Señor”.
C.- Pero nada respondió a las acusaciones que le hacían los sumos sacerdotes y ancianos.
Entonces le dijo Pilato:
24
C.- Pero él nada respondió, hasta el punto de que el procurador se quedó muy extrañado.
S.- “¿A quién quieren que les deje en libertad: a Barrabás o a Jesús, que se dice el Mesías?”
C.- Pilato sabía que se lo habían entregado por envidia. Estando él sentado en el tribunal, su
mujer mandó decirle:
S.- “No te metas con ese hombre justo, porque hoy he sufrido mucho en sueños por su
causa”.
C.- Mientras tanto, los sumos sacerdotes y los ancianos convencieron a la muchedumbre de
que pidieran la libertad de Barrabás y la muerte de Jesús. Así, cuando el procurador les
preguntó:
S.- “A Barrabás”.
S.- “¿Y qué voy a hacer con Jesús, que se dice el Mesías?”
S.- “Crucifícalo”.
C.- Mas ellos seguían gritando cada vez con más fuerza:
S.- “¡Crucifícalo!”
C.- Entonces Pilato, viendo que nada conseguía y que crecía el tumulto, pidió agua y se lavó
las manos ante el pueblo, diciendo:
S.- “Yo no me hago responsable de la muerte de este hombre justo. Allá ustedes”.
C.- Entonces Pilato puso en libertad a Barrabás. En cambio a Jesús lo hizo azotar y lo
entregó para que lo crucificaran.
Los soldados del procurador llevaron a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de él a todo el
batallón. Lo desnudaron, le echaron encima un manto púrpura, trenzaron una corona de
25
espinas y se la pusieron en la cabeza; le pusieron una caña en su mano derecha y,
arrodillándose ante él, se burlaban diciendo:
C.- y le escupían. Luego, quitándole la caña, lo golpeaban con ella en la cabeza. Después
de que se burlaron de él, le quitaron el manto, le pusieron sus ropas y lo llevaron a crucificar.
Al salir, encontraron a un hombre de Cirene, llamado Simón, y lo obligaron a llevar la cruz. Al
llegar a un lugar llamado Gólgota, es decir, “Lugar de la Calavera”, le dieron de beber a
Jesús vino mezclado con hiel; él lo probó, pero no lo quiso beber. Los que lo crucificaron se
repartieron sus vestidos, echando suertes, y se quedaron sentados ahí para custodiarlo.
Sobre su cabeza pusieron por escrito la causa de su condena: “Este es Jesús, el rey de los
judíos”. Juntamente con él, crucificaron a dos ladrones, uno a su derecha y el otro a su
izquierda.
S.- “Tú, que destruyes el templo y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo; si eres Hijo
de Dios, baja de la cruz”.
C.- También se burlaban de él los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos, diciendo:
S.- “Ha salvado a otros y no puede salvarse a sí mismo. Si es el rey de Israel, que baje de la
cruz y creeremos en él. Ha puesto su confianza en Dios, que Dios lo salve ahora, si es que
de verdad lo ama, pues él ha dicho: ‘Soy el Hijo de Dios’”.
C.- Hasta los ladrones que estaban crucificados a su lado lo injuriaban. Desde el mediodía
hasta las tres de la tarde, se oscureció toda aquella tierra. Y alrededor de las tres, Jesús
exclamó con fuerte voz:
C.- Enseguida uno de ellos fue corriendo a tomar una esponja, la empapó en vinagre y
sujetándola a una caña, le ofreció de beber. Pero los otros le dijeron:
C.- Entonces el velo del templo se rasgó en dos partes, de arriba abajo, la tierra tembló y las
rocas se partieron. Se abrieron los sepulcros y resucitaron muchos justos que habían
muerto, y después de la resurrección de Jesús, entraron en la ciudad santa y se aparecieron
a mucha gente. Por su parte, el oficial y los que estaban con él custodiando a Jesús, al ver
el terremoto y las cosas que ocurrían, se llenaron de gran temor y dijeron:
26
S.- “Verdaderamente éste era Hijo de Dios”.
C.- Estaban también allí, mirando desde lejos, muchas de las mujeres que habían seguido a
Jesús desde Galilea para servirlo. Entre ellas estaban María Magdalena, María, la madre de
Santiago y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.
Al atardecer, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que se había hecho también
discípulo de Jesús. Se presentó a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús, y Pilato dio orden de
que se lo entregaran. José tomó el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia y lo depositó en
un sepulcro nuevo, que había hecho excavar en la roca para sí mismo. Hizo rodar una gran
piedra hasta la entrada del sepulcro y se retiró. Estaban ahí María Magdalena y la otra
María, sentadas frente al sepulcro. Al otro día, el siguiente de la preparación de la Pascua,
los sumos sacerdotes y los fariseos se reunieron ante Pilato y le dijeron:
S.- “Señor, nos hemos acordado de que ese impostor, estando aún en vida, dijo: ‘A los tres
días resucitaré’. Manda, pues, asegurar el sepulcro hasta el tercer día; no sea que vengan
sus discípulos, lo roben y digan luego al pueblo: ‘Resucitó de entre los muertos’, porque esta
última impostura sería peor que la primera”.
S.- “Tomen un pelotón de soldados, vayan y aseguren el sepulcro como ustedes quieran”.
C.- Ellos fueron y aseguraron el sepulcro, poniendo un sello sobre la puerta y dejaron ahí la
guardia.
Y la asamblea responderá:
C.- En aquel tiempo Jesús compareció ante el procurador, Poncio Pilato, quien le preguntó:
C.- Pero nada respondió a las acusaciones que le hacían los sumos sacerdotes y ancianos.
Entonces le dijo Pilato:
27
S.- “¿No oyes todo lo que dicen contra ti?”
C.- Pero él nada respondió, hasta el punto de que el procurador se quedó muy extrañado.
S.- “¿A quién quieren que les deje en libertad: a Barrabás o a Jesús, que se dice el Mesías?”
C.- Pilato sabía que se lo habían entregado por envidia. Estando él sentado en el tribunal, su
mujer mandó decirle:
S.- “No te metas con ese hombre justo, porque hoy he sufrido mucho en sueños por su
causa”.
C.- Mientras tanto, los sumos sacerdotes y los ancianos convencieron a la muchedumbre de
que pidieran la libertad de Barrabás y la muerte de Jesús. Así, cuando el procurador les
preguntó:
S.- “A Barrabás”.
S.- “¿Y qué voy a hacer con Jesús, que se dice el Mesías?”
S.- “Crucifícalo”.
C.- Mas ellos seguían gritando cada vez con más fuerza:
S.- “¡Crucifícalo!”
C.- Entonces Pilato, viendo que nada conseguía y que crecía el tumulto, pidió agua y se lavó
las manos ante el pueblo, diciendo:
S.- “Yo no me hago responsable de la muerte de este hombre justo. Allá ustedes”.
C.- Entonces Pilato puso en libertad a Barrabás. En cambio a Jesús lo hizo azotar y lo
entregó para que lo crucificaran.
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Los soldados del procurador llevaron a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de él a todo el
batallón. Lo desnudaron, le echaron encima un manto púrpura, trenzaron una corona de
espinas y se la pusieron en la cabeza; le pusieron una caña en su mano derecha y,
arrodillándose ante él, se burlaban diciendo:
C.- y le escupían. Luego, quitándole la caña, lo golpeaban con ella en la cabeza. Después
de que se burlaron de él, le quitaron el manto, le pusieron sus ropas y lo llevaron a crucificar.
Al salir, encontraron a un hombre de Cirene, llamado Simón, y lo obligaron a llevar la cruz. Al
llegar a un lugar llamado Gólgota, es decir, “Lugar de la Calavera”, le dieron de beber a
Jesús vino mezclado con hiel; él lo probó, pero no lo quiso beber. Los que lo crucificaron se
repartieron sus vestidos, echando suertes, y se quedaron sentados ahí para custodiarlo.
Sobre su cabeza pusieron por escrito la causa de su condena: “Este es Jesús, el rey de los
judíos”. Juntamente con él, crucificaron a dos ladrones, uno a su derecha y el otro a su
izquierda.
S.- “Tú, que destruyes el templo y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo; si eres Hijo
de Dios, baja de la cruz”.
C.- También se burlaban de él los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos, diciendo:
S.- “Ha salvado a otros y no puede salvarse a sí mismo. Si es el rey de Israel, que baje de la
cruz y creeremos en él. Ha puesto su confianza en Dios, que Dios lo salve ahora, si es que
de verdad lo ama, pues él ha dicho: ‘Soy el Hijo de Dios’”.
C.- Hasta los ladrones que estaban crucificados a su lado lo injuriaban. Desde el mediodía
hasta las tres de la tarde, se oscureció toda aquella tierra. Y alrededor de las tres, Jesús
exclamó con fuerte voz:
C.- Enseguida uno de ellos fue corriendo a tomar una esponja, la empapó en vinagre y
sujetándola a una caña, le ofreció de beber. Pero los otros le dijeron:
C.- Entonces el velo del templo se rasgó en dos partes, de arriba abajo, la tierra tembló y las
rocas se partieron. Se abrieron los sepulcros y resucitaron muchos justos que habían
muerto, y después de la resurrección de Jesús, entraron en la ciudad santa y se aparecieron
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a mucha gente. Por su parte, el oficial y los que estaban con él custodiando a Jesús, al ver
el terremoto y las cosas que ocurrían, se llenaron de gran temor y dijeron:
C.- Estaban también allí, mirando desde lejos, muchas de las mujeres que habían seguido a
Jesús desde Galilea para servirlo. Entre ellas estaban María Magdalena, María, la madre de
Santiago y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.
Al atardecer, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que se había hecho también
discípulo de Jesús. Se presentó a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús, y Pilato dió orden de
que se lo entregaran. José tomó el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia y lo depositó en
un sepulcro nuevo, que había hecho excavar en la roca para sí mismo. Hizo rodar una gran
piedra hasta la entrada del sepulcro y se retiró. Estaban ahí María Magdalena y la otra
María, sentadas frente al sepulcro. Al otro día, el siguiente de la preparación de la Pascua,
los sumos sacerdotes y los fariseos se reunieron ante Pilato y le dijeron:
S.- “Señor, nos hemos acordado de que ese impostor, estando aún en vida, dijo: ‘A los tres
días resucitaré’. Manda, pues, asegurar el sepulcro hasta el tercer día; no sea que vengan
sus discípulos, lo roben y digan luego al pueblo: ‘Resucitó de entre los muertos’, porque esta
última impostura sería peor que la primera”.
S.- “Tomen un pelotón de soldados, vayan y aseguren el sepulcro como ustedes quieran”.
C.- Ellos fueron y aseguraron el sepulcro, poniendo un sello sobre la puerta y dejaron ahí la
guardia.
Y la asamblea responderá:
C.- Faltaban dos días para la fiesta de la Pascua y los panes Ázimos. Los sumos sacerdotes
y los escribas andaban buscando una manera de apresar a Jesús a traición y darle muerte,
pero decían:
S.- “¿A qué viene este derroche de perfume? podía haberse vendido por más de trescientos
denarios para dárselo a los pobres”.
+.- “Déjenla. ¿Por qué la molestan? Lo que ha hecho conmigo está bien porque a los pobres
los tienen siempre con ustedes y pueden socorrerlos cuando quieran; pero a mí no me
tendrán siempre. Ella ha hecho lo que podía. Se ha adelantado a embalsamar mi cuerpo
para la sepultura. Yo les aseguro que en cualquier parte del mundo donde se predique el
Evangelio, se recordará también en su honor lo que ella ha hecho conmigo”.
C.- Judas Iscariote, uno de los Doce, se presentó a los sumos sacerdotes para entregarles a
Jesús. Al oírlo, se alegraron y le prometieron dinero; y él andaba buscando una buena
ocasión para entregarlo. El primer día de la fiesta de los panes ázimos, cuando se sacrificaba
el cordero pascual, le preguntaron a Jesús sus discípulos:
+.- “Vayan a la ciudad. Encontrarán a un hombre que lleva un cántaro de agua; síganlo y
díganle al dueño de la casa donde entre: ‘El maestro manda preguntar: ¿Dónde está la
habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?’ Él les ensañará una sala en el
segundo piso, arreglada con divanes. Prepárennos allí la cena”.
C.- Los discípulos se fueron, llegaron a la ciudad, encontraron lo que Jesús les había dicho y
prepararon la cena de Pascua. Al atardecer, llegó Jesús con los Doce. Estando a la mesa,
cenando, les dijo:
+.- “Yo les aseguro que uno de ustedes, uno que está comiendo conmigo me va a entregar”.
C.- Él respondió.
+.- “Uno de los doce; alguien que moja su pan en el mismo plato que yo. El hijo del hombre
va a morir, como está escrito: pero, ¡ay del que va a entregar al Hijo del hombre! ¡Más le
valiera no haber nacido!”.
C.- Mientras cenaban Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus
discípulos, diciendo:
C.- Y tomando en sus manos una copa de vino, pronunció la acción de gracias, se la dio,
todos bebieron y les dijo:
31
+.- “Esta es mi Sangre, Sangre de la Alianza, que se derrama por todos. Yo les aseguro que
no volveré a beber el fruto de la vid hasta el día en que beba el vino nuevo en el Reino de
Dios”.
C.- Después de cantar el himno, salieron hacia el monte de los Olivos y Jesús les dijo:
+.- “Todos ustedes se van a escandalizar por mi causa, como está escrito: Heriré al pastor y
se dispersarán las ovejas; pero cuando resucite, iré por delante de ustedes a Galilea”.
+.- “Yo te aseguro que hoy, esta misma noche, antes de que el gallo cante dos veces, tú me
negarás tres”.
C.- Y los demás decían lo mismo. Fueron luego a un huerto, llamado Getsemaní y Jesús dijo
a sus discípulos:
C.- Se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, empezó a sentir terror y angustia, y les dijo:
+.- “Tengo el alma llena de una tristeza mortal. Quédense aquí, velando”.
C.- Se adelantó un poco, se postró en tierra y pedía que, si era posible, se alejara de él
aquella hora. Decía:
+.- “Padre, tú lo puedes todo: aparta de mí este cáliz. Pero que no se haga lo que yo quiero,
sino lo que tú quieres”.
C.- Volvió a donde estaban los discípulos, y al encontrarlos dormidos dijo a Pedro:
+.- “Simón ¿estás dormido? ¿no has podido velar ni una hora? Velen y oren, para que no
caigan en la tentación. El espíritu está pronto, pero la carne está débil”
C.- De nuevo se retiró y se puso a orar, repitiendo las mismas palabras. Volvió y otra vez los
encontró dormidos, porque tenían los ojos cargados de sueño; por eso no sabían que
contestarle. Él les dijo:
+.- “Ya pueden dormir y descansar, ¡Basta! Ha llegado la hora. Miren que el hijo del hombre
va a ser entregado en manos de los pecadores ¡Levántense! ¡Vamos! Ya está cerca el
traidor”.
C.- Todavía estaba hablando, cuando se presentó Judas, uno de los Doce, y con él, gente
con espadas y palos, enviada por los sacerdotes, los escribas y los ancianos. El traidor les
había dado una contraseña, diciéndoles:
S.- “Al que yo bese, ése es. Deténganlo y llévenselo bien sujeto”.
32
C.- Llegó, se acercó y le dijo:
S.- “Maestro”.
C.- Y lo besó. Ellos le echaron la mano y lo apresaron. Pero uno de los presentes desenvainó
la espada y de un golpe le cortó la oreja a un criado del sumo sacerdote. Jesús tomó la
palabra y les dijo:
+.- “¿Salieron ustedes a apresarme con espadas y palos, como si se tratara de un bandido?
Todos los días he estado entre ustedes, enseñando en el templo y no me han apresado.
Pero así tenía que ser para que se cumplieran las escrituras”.
C.- Todos lo abandonaron y huyeron. Lo iba siguiendo un muchacho, envuelto nada más con
una sábana y lo detuvieron; pero él soltó la sábana y se escapó desnudo.
Condujeron a Jesús a casa del sumo sacerdote y se reunieron los pontífices, los escribas y
los ancianos. Pedro lo fue siguiendo de lejos hasta el interior del patio del sumo sacerdote y
se sentó con los criados cerca de la lumbre, para calentarse.
Los sumos sacerdotes y el sanedrín en pleno buscaban una acusación contra Jesús para
condenarlo a muerte y no la encontraban. Pues, aunque muchos presentaban falsas
acusaciones contra él, los testimonios no concordaban, Hubo unos que se pusieron de pie y
dijeron:
S.- “Nosotros le hemos oído decir: “Yo destruiré el templo, edificado por hombres, y en tres
días construiré otro, no edificado por hombres”.
C.- Pero ni aún en esto concordaba su testimonio. Entonces el sumo sacerdote se puso de
pie y le preguntó a Jesús:
+.- “Sí lo soy. Y un día verán como el Hijo del hombre está sentado a la derecha del
todopoderoso y cómo viene entre las nubes del cielo”.
S.- “¿Qué falta hacen ya más testigos? Ustedes han oído la blasfemia ¿Qué les parece?
C.- Y los criados le daban bofetadas. Mientras tanto, Pedro estaba abajo, en el patio. Llegó
una criada del sumo sacerdote, y al ver a Pedro calentándose, lo miró fijamente y le dijo:
C.- Salió afuera hacia el zaguán, y un gallo cantó. La criada, al verlo, se puso de nuevo a
decir a los presentes:
C.- Pero él lo volvió a negar. Al poco rato también los presentes dijeron a Pedro:
C.- Enseguida, cantó el gallo por segunda vez. Pero de acordó entonces de las palabras que
le había dicho Jesús. Antes de que el gallo cante dos veces tú me habrás negado tres, y
rompió a llorar.
C.- Luego que amaneció, se reunieron los sumos sacerdotes con los ancianos, los escribas y
el sanedrín en pleno, para deliberar. Ataron a Jesús, se lo llevaron y lo entregaron a Pilato.
Este le preguntó:
C.- Él respondió:
C.- Los sumos sacerdotes lo acusaban de muchas cosas. Pilato le preguntó de nuevo:
C.- Jesús ya no le contestó nada, de modo que Pilato estaba muy extrañado.
Durante la fiesta de la Pascua, Pilato solía soltarles al preso que ellos pidieran. Estaba
entonces en la cárcel un tal Barrabás, con los revoltosos que habían cometido un homicidio
en un motín. Vino la gente y empezó a pedir el indulto de costumbre. Pilato les dijo:
C.- Porque sabía que los sumos sacerdotes se lo habían entregado por envidia. Pero los
sumos sacerdotes incitaron a la gente para que pidiera la libertad de Barrabás, Pilato le
volvió a preguntar:
S.- “¿Y qué voy a hacer con el que llaman rey de los judíos?”
S.- “¡Crucifícalo!”
S.- “¡Crucifícalo!”
C.- Pilato queriendo dar gusto a la multitud, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de
mandarlo azotar, lo entregó para que lo crucificarán. Los soldados se lo llevaron al interior del
palacio, al pretorio, y reunieron a todo el batallón. Lo vistieron con un manto de color púrpura,
le pusieron una corona de espinas, que habían trenzado, y comenzaron a burlarse de él,
dirigiéndole este saludo:
C.- Le golpeaban la cabeza con una caña, le escupían, y doblando las rodillas, se postraban
ante él. Terminadas las burlas, le quitaron aquel manto de color púrpura, le pusieron su ropa
y lo sacaron para crucificarlo.
Entonces forzaron a cargar la cruz a un individuo que pasaba por ahí de regreso del campo,
Simón de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo, y llevaron a Jesús al Gólgota (que quiere
decir “lugar de la calavera”). Le ofrecieron vino con mirra, pero él no lo aceptó. Lo crucificaron
y se repartieron sus ropas, echando suertes para ver qué le tocaba a cada uno.
Era media mañana cuando lo crucificaron. En el letrero de la acusación estaba escrito: “El
rey de los judíos”. Crucificaron con él a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda.
Así se cumplió la Escritura que dice: “Fue contado entre los malhechores”.
Los que pasaban por ahí, lo injuriaban meneando la cabeza y gritándole:
S.- “¡Anda! Tú que destruías el templo y lo reconstruías en tres días, sálvate a ti mismo y
baja de la cruz”.
S.- “Ha salvado a otros, pero a sí mismo no se puede salvar. Que el Mesías, el rey de Israel,
baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos”.
C.- Hasta los que estaban crucificados con él también lo insultaban. Al llegar al mediodía,
toda aquella tierra se quedó en tinieblas hasta las tres de la tarde. Y a las tres, Jesús gritó
con voz potente:
C.- Que significa: “Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado? Algunos de los
presentes, al oírlo decían:
C.- Uno corrió a empapar una esponja de vinagre, la sujetó a un carrizo y se la acercó para
que bebiera, diciendo:
35
Aquí todos se arrodillan y guardan silencio unos instantes.
C.- Entonces el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. El oficial romano que
estaba frente a Jesús, al ver cómo había expirado dijo:
C.- Había también ahí unas mujeres que estaban mirando todo desde lejos; entre ellas,
María Magdalena, María, la madre de Santiago el menor y de José y Salomé, que cuando
Jesús estaba en Galilea, lo seguían para atenderlo; y además de ellas, otras muchas que
habían venido con él a Jerusalén.
Al anochecer, como era el día de la preparación, víspera del sábado, vino José de
Arimatea, miembro distinguido del sanedrín, que también esperaba el Reino de Dios. Se
presentó con valor ante Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Pilato se extrañó de que ya hubiera
muerto, y llamando al oficial, le preguntó si hacía mucho tiempo que había muerto. Informado
por el oficial, concedió el cadáver a José. Este compró una sábana, bajó el cadáver, lo
envolvió en la sábana y lo puso en un sepulcro excavado en una roca y tapó con una piedra
la entrada del sepulcro. María Magdalena y María, la madre de José, se fijaron dónde lo
ponían.
Y la asamblea responderá:
C.- Luego que amaneció, se reunieron los sumos sacerdotes con los ancianos, los escribas y
el sanedrín en pleno, para deliberar. Ataron a Jesús, se lo llevaron y lo entregaron a Pilato.
Este le preguntó:
C.- Él respondió:
C.- Los sumos sacerdotes lo acusaban de muchas cosas. Pilato le preguntó de nuevo:
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C.- Jesús ya no le contestó nada, de modo que Pilato estaba muy extrañado.
Durante la fiesta de la Pascua, Pilato solía soltarles al preso que ellos pidieran. Estaba
entonces en la cárcel un tal Barrabás, con los revoltosos que habían cometido un homicidio
en un motín. Vino la gente y empezó a pedir el indulto de costumbre. Pilato les dijo:
C.- Porque sabía que los sumos sacerdotes se lo habían entregado por envidia. Pero los
sumos sacerdotes incitaron a la gente para que pidiera la libertad de Barrabás, Pilato le
volvió a preguntar:
S.- “¿Y qué voy a hacer con el que llaman rey de los judíos?”
S.- “¡Crucifícalo!”
S.- “¡Crucifícalo!”
C.- Pilato queriendo dar gusto a la multitud, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de
mandarlo azotar, lo entregó para que lo crucificarán. Los soldados se lo llevaron al interior del
palacio, al pretorio, y reunieron a todo el batallón. Lo vistieron con un manto de color púrpura,
le pusieron una corona de espinas, que habían trenzado, y comenzaron a burlarse de él,
dirigiéndole este saludo:
C.- Le golpeaban la cabeza con una caña, le escupían, y doblando las rodillas, se postraban
ante él. Terminadas las burlas, le quitaron aquel manto de color púrpura, le pusieron su ropa
y lo sacaron para crucificarlo.
Entonces forzaron a cargar la cruz a un individuo que pasaba por ahí de regreso del
campo, Simón de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo, y llevaron a Jesús al Gólgota (que
quiere decir “lugar de la calavera”). Le ofrecieron vino con mirra, pero él no lo aceptó. Lo
crucificaron y se repartieron sus ropas, echando suertes para ver qué le tocaba a cada uno.
S.- “¡Anda! Tú que destruías el templo y lo reconstruías en tres días, sálvate a ti mismo y
baja de la cruz”.
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S.- “Ha salvado a otros, pero a sí mismo no se puede salvar. Que el Mesías, el rey de Israel,
baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos”.
C.- Hasta los que estaban crucificados con él también lo insultaban. Al llegar al mediodía,
toda aquella tierra se quedó en tinieblas hasta las tres de la tarde. Y a las tres, Jesús gritó
con voz potente:
C.- Que significa: “Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado? Algunos de los
presentes, al oírlo decían:
C.- Uno corrió a empapar una esponja de vinagre, la sujetó a un carrizo y se la acercó para
que bebiera, diciendo:
C.- Entonces el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. El oficial romano que
estaba frente a Jesús, al ver cómo había expirado dijo:
C.- Había también ahí unas mujeres que estaban mirando todo desde lejos; entre ellas,
María Magdalena, María, la madre de Santiago el menor y de José y Salomé, que cuando
Jesús estaba en Galilea, lo seguían para atenderlo; y además de ellas, otras muchas que
habían venido con él a Jerusalén.
Al anochecer, como era el día de la preparación, víspera del sábado, vino José de
Arimatea, miembro distinguido del sanedrín, que también esperaba el Reino de Dios, se
presentó con valor ante Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Pilato se extrañó de que ya hubiera
muerto, y llamando al oficial, le preguntó si hacía mucho tiempo que había muerto. Informado
por el oficial, concedió el cadáver a José. Este compró una sábana, bajó el cadáver, lo
envolvió en la sábana y lo puso en un sepulcro excavado en una roca y tapó con una piedra
la entrada del sepulcro. María Magdalena y María, la madre de José, se fijaron dónde lo
ponían.
Y la asamblea responderá:
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+.- Jesús; S.- Discípulos, pueblo y otros personajes; C.- Cronista
C.- Llegada la hora de cenar; se sentó Jesús con sus discípulos y les dijo:
+.- “Cuanto he deseado celebrar esta Pascua con ustedes antes de padecer, porque yo les
aseguro que ya no volveré a celebrar, hasta que tenga cabal cumplimiento en el Reino de
Dios”.
C.- Luego tomó en sus manos una copa de vino, pronunció la acción de gracias y dijo:
+.- “Tomen esto y repártanlo entre ustedes porque les aseguro que ya no volveré a beber del
fruto de la vid hasta que venga el reino de Dios”.
C.- Tomando después un pan, pronunció la acción de gracias, lo partió y se lo dió diciendo:
+.- “Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía”.
+.- “Esta copa es la Nueva Alianza, sellada con mi sangre, que se derrama por ustedes”.
“Pero miren: la mano que me va a entregar está conmigo en la mesa. Porque el Hijo del
hombre va a morir, según lo decretado. Pero, ¡ay de aquel hombre por quien será
entregado!”
C.- Ellos empezaron a preguntarse unos a otros quién podía ser el que lo iba a traicionar.
Después los discípulos se pusieron a discutir sobre cuál de ellos debería ser considerado
como el más importante. Jesús les dijo:
+.- “Los reyes de los paganos dominan, y los que ejercen la autoridad se hacen llamar
bienhechores. Pero ustedes no hagan eso, sino todo lo contrario: que el mayor entre ustedes
actúe como si fuera el menor, y el que gobierna, como si fuera un servidor. Porque, ¿quién
vale más, el que está a la mesa o el que sirve? ¿Verdad que es el que está a la mesa? Pues
yo estoy en medio de ustedes como el que sirve. Ustedes han perseverado conmigo en mis
pruebas, y yo les voy a dar el Reino, como mi Padre me lo dio a mí, para que coman y beban
en mi mesa en el Reino, y siente cada uno en su trono, para juzgar a las doce tribus de
Israel”.
+.- “¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha pedido permiso para zarandearlos como trigo, pero
yo he orado por ti, para que tu fe no desfallezca; y tú, una vez convertido confirma a tus
hermanos”.
C.- Él le contestó:
+.- “Te digo, Pedro: que hoy, antes de que cante el gallo, habrás negado tres veces que me
conoces”.
39
C.- Después les dijo a todos:
+.- “Cuando los envié sin provisiones, sin dinero ni sandalias, ¿acaso faltó algo?
S.- “Nada”.
C.- Él añadió:
+.- “Ahora, en cambio, el que tenga dinero o provisiones, que los tome; y el que no tenga
espada que venda su manto y compre una. Les aseguro que conviene que se cumpla esto
que está escrito de mí: fue contado entre los malhechores, porque se acerca el cumplimiento
de todo lo que se refiere a mí.
C.- Salió Jesús, como de costumbre, al monte de los Olivos, y lo acompañaban los
discípulos. Al llegar a ese sitio, les dijo:
C.- Luego se alejó de ellos a la distancia de un tiro de piedra y se puso a orar de rodillas,
diciendo:
+.- “Padre, si quieres, aparta de mí esta amarga prueba; pero no se haga mi voluntad, sino la
tuya”.
C.- Se le apareció entonces un ángel para confortarlo; Él en su angustia mortal, oraba con
mayor insistencia, y comenzó a sudar gruesas gotas de sangre, que caían hasta el suelo.
Por fin terminó su oración, se levantó, fue hacia sus discípulos y los encontró dormidos por la
pena. Entonces les dijo:
+.- “¿Por qué están dormidos? Levántense y oren para no caer en tentación”.
C.- Todavía estaba hablando, cuando llegó una turba encabezada por Judas, uno de los
Doce, quien se acercó a Jesús para besarlo. Jesús le dijo:
C.- Al darse cuenta de lo que iba a suceder, los que estaban con él le dijeron:
C.- Y uno de ellos hirió a un criado del sumo sacerdote y le cortó la oreja derecha. Jesús
intervino, diciéndole:
+.- “Han venido a aprehenderme con espadas y palos como si fuera un bandido. Todos los
días he estado con ustedes en el Templo y no me echaron mano. Pero esta es su hora y la
del poder de las tinieblas”.
C.- Ellos lo arrestaron, se lo llevaron y le hicieron entrar en la casa del sumo sacerdote.
Pedro lo seguía desde lejos. Encendieron fuego en medio del patio, se sentaron alrededor y
Pedro se sentó también con ellos. Al verlo sentado junto a la lumbre, una criada se le quedó
mirando y dijo:
S.- “Sin duda que éste también estaba con él, porque es galileo”.
C.- Todavía estaba hablando, cuando cantó el gallo. El Señor volviéndose, miró a Pedro.
Pedro se acordó de las palabras que el Señor le había dicho: “Antes que cante el gallo, me
negarás tres veces”, y saliendo de allí se soltó a llorar amargamente.
Los hombres que sujetaban a Jesús se burlaban de él, le daban golpes, le tapaban la cara y
preguntaba:
C.- Y proferían contra él muchos insultos. Al amanecer se reunió el Consejo de los Ancianos
con los sumos sacerdotes y los escribas. Hicieron comparecer a Jesús ante el sanedrín y le
dijeron:
C.- Él contestó:
+.- “Si se los digo, no lo van a creer, y si les pregunto, no me van a responder. Pero ya desde
ahora, el Hijo del hombre está sentado a la derecha de Dios todopoderoso”.
41
C.- Dijeron todos:
S.- “¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Nosotros mismos lo hemos oído de su boca”.
C.- El consejo de los ancianos, con los sumos sacerdotes y los escribas, se levantaron y
llevaron a Jesús ante Pilato. Entonces comenzaron a acusarlo diciendo:
S.- “Hemos comprobado que éste anda amotinando a nuestra nación y oponiéndose a que
se pague el tributo al César y diciendo que él es Mesías rey”
C.- Él le contestó:
S.- “Solivianta al pueblo enseñando por toda Judea, desde Galilea hasta aquí”.
C.- Al oír esto, Pilato preguntó si era galileo y al enterarse de que era de la jurisdicción de
Herodes, se lo remitió, ya que Herodes estaba en Jerusalén precisamente por aquellos días.
Herodes, al ver a Jesús, se puso muy contento, porque hacía mucho tiempo que quería
verlo, pues había oído hablar mucho de él y esperaba presenciar algún milagro suyo. Le hizo
muchas preguntas, pero él no contestó ni una palabra. Estaban los sumos sacerdotes y los
escribas, acusándolo sin cesar. Entonces Herodes, con su escolta, lo trató con desprecio y
se burló de él, y le mandó poner una vestidura blanca. Después lo remitió a Pilato. Aquel
mismo día Herodes y Pilato se hicieron amigos, porque antes eran enemigos.
Pilato convocó a los sumos sacerdotes, a las autoridades y al pueblo y les dijo:
S.- “Me han traído a este hombre, alegando que alborota al pueblo, pero yo lo he interrogado
delante de ustedes y no he encontrado en él ninguna de las culpas de lo que lo acusan.
Tampoco Herodes, porque me lo ha enviado de nuevo. Ya ven que ningún delito digno de
muerte se ha probado. Así pues, le aplicaré un escarmiento y lo soltaré”:
C.- Con ocasión de la fiesta, Pilato tenía que dejarles libres a un preso. Ellos vociferaron en
masa, diciendo:
42
C.- A éste metido en la cárcel por una revuelta acaecida en la ciudad y un homicidio. Pilato
volvió a dirigirles la palabra, con la intención de poner en libertad a Jesús, pero ellos seguían
gritando:
S.- “¿Pues qué ha hecho de malo? No he encontrado en él ningún delito que merezca la
muerte, de modo que le aplicaré un escarmiento y lo soltaré”.
C.- Pero ellos insistían pidiendo a gritos que lo crucificaran. Como iba creciendo el griterío,
Pilato decidió que se cumpliera su petición; soltó al que pedían, al que había sido
encarcelado por revuelta y homicidio, y a Jesús se lo entregó a su arbitrio.
Mientras lo llevaban a crucificar, echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que volvía del
campo, y lo obligaron a cargar la cruz, detrás de Jesús. Lo iba siguiendo una multitud de
hombres y mujeres, que se golpeaban el pecho y lloraban por él. Jesús se volvió hacia las
mujeres y les dijo:
+.- “Hijas de Jerusalén, no lloren por mí; lloren por ustedes y por sus hijos. Porque van a
venir días en que se dirá: ¡Dichosas las estériles y lo vientres que no han dado a luz y los
pechos que no han criado! Entonces se dirán a los montes: ¡Desplómense sobre nosotros, y
las colinas ¡sepúltennos! Porque si así tratan al árbol verde, ¿qué pasará con el seco?
C.- Conducían además, a los malhechores, para enjuiciarlos con él. Cuando llegaron al lugar
llamado “La calavera”, lo crucificaron allí, a él y a los malhechores, uno a la derecha y otro a
la izquierda. Jesús decía desde la cruz:
C.- Los soldados se repartieron sus ropas, echando suertes. El pueblo estaba mirando. Las
autoridades le hacían muecas, diciendo:
C.- También los soldados se burlaban de Jesús, y acercándose a él, le ofrecían vinagre y le
decían:
C.- Había, en efecto, sobre la cruz, un letrero en griego, latín y hebreo, que decía: “Este es el
Rey de los judíos”. Uno de los malhechores crucificados insultaba a Jesús diciéndole:
S.- “¿Ni siquiera temes a tu Dios, estando en el mismo suplicio? Nosotros justamente hemos
recibido el pago de lo que hicimos. Pero éste ningún mal ha hecho”.
C.- Era casi mediodía, cuando las tinieblas invadieron toda la región y se oscureció el sol
hasta las tres de la tarde. El velo del templo se rasgó a la mitad, clamando con voz potente
dijo:
C.- El oficial romano, al ver lo que pasaba, dio gloria a Dios diciendo:
C.- Toda la muchedumbre había acudido a aquel espectáculo, mirando lo que ocurría, se
volvió a su casa dándose golpes de pecho. Los conocidos de Jesús se mantenían a
distancia, lo mismo que las mujeres que le habían seguido desde Galilea y permanecían
mirando todo aquello.
Un hombre llamado José, consejero del sanedrín, hombre bueno y justo, que no había
estado de acuerdo con la decisión de los judíos ni con sus actos, que era natural de
Arimatea, ciudad de Judea, y que aguardaba el Reino de Dios. Se presentó ante Pilato para
pedirle el cuerpo de Jesús. Lo bajó de la cruz, lo envolvió en una sábana y lo colocó en el
sepulcro excavado en roca, donde no habían puesto a nadie todavía. Era el día de la pascua
y ya iba a empezar el sábado. Las mujeres que habían seguido a Jesús desde Galilea,
acompañaron a José para ver el sepulcro y cómo colocaban el cuerpo. Al regresar a su casa
prepararon perfumes y ungüentos, y el sábado guardaron reposo, conforme el mandamiento.
C.- En aquel tiempo, el consejo de los ancianos, con los sumos sacerdotes y los escribas, se
levantaron y llevaron a Jesús ante Pilato. Entonces comenzaron a acusarlo diciendo:
S.- “Hemos comprobado que éste anda amotinando a nuestra nación y oponiéndose a que
se pague el tributo al César y diciendo que él es Mesías rey”
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C.- Pilato preguntó a Jesús:
C.- Él le contestó:
S.- “Solivianta al pueblo enseñando por toda Judea, desde Galilea hasta aquí”.
C.- Al oír esto, Pilato preguntó sI era galileo y al enterarse de que era de la jurisdicción de
Herodes, se lo remitió, ya que Herodes estaba en Jerusalén precisamente por aquellos días.
Herodes, al ver a Jesús, se puso muy contento, porque hacía mucho tiempo que quería
verlo, pues había oído hablar mucho de él y esperaba presenciar algún milagro suyo. Le hizo
muchas preguntas, pero él no contestó ni una palabra. Estaban los sumos sacerdotes y los
escribas, acusándolo sin cesar. Entonces Herodes, con su escolta, lo trató con desprecio y
se burló de él, y le mandó poner una vestidura blanca. Después lo remitió a Pilato. Aquel
mismo día Herodes y Pilato se hicieron amigos, porque antes eran enemigos.
Pilato convocó a los sumos sacerdotes, a las autoridades y al pueblo y les dijo:
S.- “Me han traído a este hombre, alegando que alborota al pueblo, pero yo lo he interrogado
delante de ustedes y no he encontrado en él ninguna de las culpas de lo que lo acusan.
Tampoco Herodes, porque me lo ha enviado de nuevo. Ya ven que ningún delito digno de
muerte se ha probado. Así pues, le aplicaré un escarmiento y lo soltaré”:
C.- Con ocasión de la fiesta, Pilato tenía que dejarles libres a un preso. Ellos vociferaron en
masa, diciendo:
C.- A éste metido en la cárcel por una revuelta acaecida en la ciudad y un homicidio. Pilato
volvió a dirigirles la palabra, con la intención de poner en libertad a Jesús, pero ellos seguían
gritando:
S.- “¿Pues qué ha hecho de malo? No he encontrado en él ningún delito que merezca la
muerte, de modo que le aplicaré un escarmiento y lo soltaré”.
C.- Pero ellos insistían pidiendo a gritos que lo crucificaran. Como iba creciendo el griterío,
Pilato decidió que se cumpliera su petición; soltó al que pedían, al que había sido
encarcelado por revuelta y homicidio, y a Jesús se lo entregó a su arbitrio.
Mientras lo llevaban a crucificar, echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que volvía del
campo, y lo obligaron a cargar la cruz, detrás de Jesús. Lo iba siguiendo una multitud de
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hombres y mujeres, que se golpeaban el pecho y lloraban por él. Jesús se volvió hacia las
mujeres y les dijo:
+.- “Hijas de Jerusalén, no lloren por mí; lloren por ustedes y por sus hijos. Porque van a
venir días en que se dirá: ¡Dichosas las estériles y lo vientres que no han dado a luz y los
pechos que no han criado! Entonces se dirán a los montes: ¡Desplómense sobre nosotros, y
las colinas ¡sepúltennos! Porque si así tratan al árbol verde, ¿qué pasará con el seco?
C.- Conducían además, a los malhechores, para enjuiciarlos con él. Cuando llegaron al lugar
llamado “La calavera”, lo crucificaron allí, a él y a los malhechores, uno a la derecha y otro a
la izquierda. Jesús decía desde la cruz:
C.- Los soldados se repartieron sus ropas, echando suertes. El pueblo estaba mirando. Las
autoridades le hacían muecas, diciendo:
C.- También los soldados se burlaban de Jesús, y acercándose a él, le ofrecían vinagre y le
decían:
C.- Había, en efecto, sobre la cruz, un letrero en griego, latín y hebreo, que decía: “Este es el
Rey de los judíos”. Uno de los malhechores crucificados insultaba a Jesús diciéndole:
S.- “¿Ni siquiera temes a tu Dios, estando en el mismo suplicio? Nosotros justamente hemos
recibido el pago de lo que hicimos. Pero éste ningún mal ha hecho”.
C.- Era casi mediodía, cuando las tinieblas invadieron toda la región y se oscureció el sol
hasta las tres de la tarde. El velo del templo se rasgó a la mitad, clamando con voz potente
dijo:
C.- El oficial romano, al ver lo que pasaba, dio gloria a Dios diciendo:
Un hombre llamado José, consejero del sanedrín, hombre bueno y justo, que no había
estado de acuerdo con la decisión de los judíos ni con sus actos, que era natural de
Arimatea, ciudad de Judea, y que aguardaba el Reino de Dios. Se presentó ante Pilato para
pedirle el cuerpo de Jesús. Lo bajó de la cruz, lo envolvió en una sábana y lo colocó en el
sepulcro excavado en roca, donde no habían puesto a nadie todavía. Era el día de la pascua
y ya iba a empezar el sábado. Las mujeres que habían seguido a Jesús desde Galilea,
acompañaron a José para ver el sepulcro y cómo colocaban el cuerpo. Al regresar a su casa
prepararon perfumes y ungüentos, y el sábado guardaron reposo, conforme el mandamiento.
Y la asamblea responderá:
....................................................................................................................................................
¿Por qué Jesucristo subió, entró en Jerusalén, si sabía que ahí estaban sus
peores enemigos?
¿Por qué quiere el pueblo que Jesús sea proclamado Rey?
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¿Por qué el pueblo que hoy le aclama y lo sigue, a los pocos días va a pedir la
muerte de su liberador?
¿Por qué motivos los jefes de los sacerdotes y las autoridades judías buscaban
la muerte de Jesús?
¿Qué aprendemos nosotros de estos acontecimientos?
Hemos visto que el pueblo que recibió a Jesús era inconsciente, desunido,
manipulado por los fariseos. Por eso pidieron la muerte de Jesús.
¿Qué consecuencias nos traerá, aquí y ahora, el seguir a Jesucristo en la tarea
de establecer su reino?
¿Qué lecciones debemos aprender de estos sucesos si queremos convertirnos
en agentes de la nueva evangelización?
¿Qué hacen las autoridades, lo jefes, los que tienen el sartén por el mango,
cuando alguien dice la verdad o denuncia injusticias?
M.P.
CREO EN UN SÓLO DIOS, PADRE TODOPODEROSO, CREADOR DEL CIELO Y DE LA TIERRA, DE
TODO LO VISIBLE Y LO INVISIBLE, CREO EN UN SOLO SEÑOR, JESUCRISTO, HIJO ÚNICO DE
DIOS, NACIDO DEL PADRE ANTES DE TODOS LOS SIGLOS: DIOS DE DIOS, LUZ DE LUZ, DIOS
VERDADERO DE DIOS VERDADERO, ENGENDRADO, NO CREADO, DE LA MISMA NATURALEZA
QUE EL PADRE, POR QUIEN TODO FUE HECHO; QUE POR NOSOTROS, LOS HOMBRES Y POR
NUESTRA SALVACIÓN, BAJÓ DEL CIELO, Y POR OBRA DEL ESPÍRITU SANTO SE ENCARNÓ DE
MARÍA, LA VIRGEN, Y SE HIZO HOMBRE; Y POR NUESTRA CAUSA FUE CRUCIFICADO EN
TIEMPOS DE PONCIO PILATO, PADECIÓ Y FUE SEPULTADO Y RESUCITÓ AL TERCER DÍA, SEGÚN
LAS ESCRITURAS, Y SUBIÓ AL CIELO, Y ESTÁ SENTADO A LA DERECHA DEL PADRE; Y DE
NUEVO VENDRÁ CON GLORIA, PARA JUZGAR A VIVOS Y MUERTOS, Y SU REINO NO TENDRÁ
FIN. CREO EN EL ESPÍRITU SANTO, SEÑOR Y DADOR DE VIDA, QUE PROCEDE DEL PADRE Y DEL
HIJO, QUE CON EL PADRE Y EL HIJO, RECIBE UNA MISMA ADORACIÓN Y GLORIA, Y QUE HABLÓ
POR LOS PROFETAS. CREO EN LA IGLESIA, QUE ES UNA, SANTA, CATÓLICA Y APOSTÓLICA.
CONFIESO QUE HAY UN SOLO BAUTISMO PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. ESPERO LA
RESURRECCIÓN DE LOS MUERTOS Y LA VIDA DEL MUNDO FUTURO.
AMÉN.
Inmediatamente después vienen las oraciones de los fieles, las que iniciará el ministro de la
Palabra.
M.P.
PARA QUE POR MEDIO DE LA REDENCIÓN DE CRISTO, LLEGUE A TODOS LOS PUEBLOS LA PAZ
Y LA SALVACIÓN...
48
A. POR LA PASIÓN DE CRISTO, ¡SÁLVANOS, SEÑOR!
M.P.
PARA QUE TODOS LOS QUE ESTÁN UNIDOS A CRISTO POR ENFERMEDAD Y LAS PENAS SE
OFREZCAN CON VALOR Y FORTALEZA EN SU PASIÓN.
A. POR LA PASIÓN DE CRISTO, ¡SÁLVANOS, SEÑOR!
M.P.
PARA QUE TODOS NOSOTROS, POR MEDIO DE LA PASIÓN Y MUERTE DE JESUCRISTO,
LLEGUEMOS A LA GLORIA DE LA RESURRECCIÓN.
A. POR LA PASIÓN DE CRISTO, ¡SÁLVANOS, SEÑOR!
M.P.
PARA QUE LA IGLESIA SE MANTENGA FIRME Y PERMANEZCA EN EL CAMINO QUE CRISTO LE
ENSEÑO.
A. POR LA PASIÓN DE CRISTO, ¡SÁLVANOS, SEÑOR!
M.P.
PARA QUE EN ESTOS DIAS NOS ACERQUEMOS A LA CONFESIÓN Y RECIBAMOS EL PERDÓN Y
LA PAZ DE CRISTO.
A. POR LA PASIÓN DE CRISTO, ¡SÁLVANOS, SEÑOR!
TERCERA PARTE
RITO DE LA COMUNIÓN
1. El altar dignamente vestido, con sus velas y, de ser posible, que esté decorado con
flores.
2. El manual que estás estudiando.
Quiénes la realizan:
Cantos a preparar:
49
Cómo realizarlo:
Una vez terminadas las oraciones de los fieles, el ministro extraordinario de la Eucaristía se
acerca al lugar donde está reservado el Santísimo Sacramento, toma el copón, lo deposita
sobre el altar, hace genuflexión, e invita a recitar el Padre Nuestro con las siguientes
palabras:
M.E.
PORQUE SABEMOS QUE POR LA MUERTE Y RESURRECCIÓN DEL SEÑOR, HEMOS CONSEGUIDO
SER HIJOS DE DIOS, DIGAMOS AL PADRE...
Terminada la oración del Padre Nuestro, se invita a la asamblea a unirse todos de las manos
y a darse la paz con las siguientes palabras:
M.E.
EN CRISTO, QUE NOS HA HECHO HERMANOS CON SU CRUZ, UNÁMONOS AL DARNOS LA PAZ
COMO SIGNO DE LA REDENCIÓN REALIZADA EN EL AMOR.
Todos levantan las manos en señal de paz y posteriormente se entona el canto: HAZME UN
INSTRUMENTO DE TU PAZ.
M.E.
ESTE ES EL CORDERO DE DIOS QUE QUITA EL PECADO DEL MUNDO, DICHOSOS LOS INVITADOS
A LA CENA DEL SEÑOR.
La asamblea responde:
A.
SEÑOR, YO NO SOY DIGNO DE QUE ENTRES EN MI CASA, PERO UNA PALABRA TUYA BASTARÁ
PARA SANARME.
Se guarda un momento de silencio y dice la siguiente oración teniendo las manos juntas:
M.E.
DIOS NUESTRO, QUE LLEVASTE A CABO LA OBRA DE LA REDENCIÓN HUMANA POR EL
MISTERIO PASCUAL DE TU HIJO, CONCÉDENOS QUE, AL ANUNCIAR LLENOS DE FE SU MUERTE
Y RESURRECCIÓN, RECIBAMOS CADA VEZ CON MAYOR ABUNDANCIA LOS FRUTOS DE LA
SALVACIÓN.
POR CRISTO NUESTRO SEÑOR.
La asamblea responde:
A. AMÉN.
51
RITO DE PAZ
Lo que se necesita:
Quiénes lo realizan:
1. El ministro de la Palabra
2. La comunidad o asamblea reunida.
Cómo realizarlo:
Una vez que se han terminado las oraciones de los fieles el ministro de la Palabra invita a la
asamblea a darse la paz tomándose todos de las manos y diciendo las siguientes palabras:
M.P.
EN CRISTO, QUE NOS HA HECHO HERMANOS EN SU CRUZ, DÉMONOS LA PAZ COMO SIGNO DE
LA REDENCIÓN REALIZADA EN EL AMOR.
Todos levantan las manos en señal de paz y posteriormente se entona el canto: HAZME UN
INSTRUMENTO DE TU PAZ.
M.P.
PORQUE SABEMOS QUE POR LA MUERTE Y RESURRECCIÓN DEL SEÑOR, HEMOS CONSEGUIDO
SER HIJOS DE DIOS, DIGAMOS AL PADRE...
A.
SANTIFICADO SEA TU NOMBRE; VENGA A NOSOTROS TU REINO; HÁGASE SEÑOR TU
VOLUNTAD EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO. DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA; Y
PERDONA NUESTRAS OFENSAS, COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS
OFENDEN; NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN, Y LÍBRANOS DEL MAL.
52
CUARTA PARTE
RITO DE DESPEDIDA
Lo que se necesita:
Quiénes lo realizan:
1. El ministro de la Palabra.
2. La comunidad o asamblea reunida.
Cantos a preparar:
M.P.
QUE DIOS, PADRE DE MISERICORDIA, HABIÉNDONOS DADO EL EJEMPLO DE SU
AMOR EN LA PASIÓN DE SU QUERIDO HIJO, NOS CONCEDA POR NUESTRA
ENTREGA A DIOS Y A LOS HOMBRES, LA MEJOR DE SUS BENDICIONES EN EL
NOMBRE DEL PADRE Y DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO.
La asamblea responde:
A. AMÉN.
BENDICIÓN Y DESPEDIDA
Finalmente, el que preside, con las manos juntas, implora la bendición de Dios sobre
él y todos los presentes.
M.P.
HERMANOS, HAGAMOS NUESTRO EL MISTERIO PASCUAL DE JESÚS, Y QUE
DESCIENDA SOBRE NOSOTROS Y SOBRE EL MUNDO ENTERO, REDIMIDO CON
SU SANGRE, LA BENDICIÓN DE DIOS TODOPODEROSO, PADRE, HIJO Y
ESPÍRITU SANTO.
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A.
AMÉN.
M.P.
PUEDEN IR EN PAZ.
A.
DEMOS GRACIAS A DIOS.
Se entona el canto QUE VIVA MI CRISTO y salen procesionalmente hacia sus casas en
donde, en su altar, colocarán las palmas benditas.
Por el camino se pueden ir rezando los misterios Dolorosos del Santo Rosario.
54
REZO DEL SANTO ROSARIO:
INTRODUCCIÓN AL ROSARIO:
Esfuérzate por contemplar con amor, serenidad y reflexión los principales hechos
salvíficos de la vida de Cristo, desde la concepción virginal hasta los momentos culminantes
de la Pasión, Muerte y Resurrección, viéndolos a través del corazón de quien estuvo más
cerca de Él.
Pueblo: de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo. Amen.
Guía: Para que nuestra oración pueda agradar a Dios, purifiquemos nuestro corazón,
arrepintiéndonos de nuestros pecados. Recemos todos el ACTO DE CONTRICIÓN.
Pueblo: Señor mío Jesucristo Dios y hombre creador y redentor mío, por ser vos quien sois,
me pesa de todo corazón haberte ofendido, propongo firmemente confesarme y cumplir la
penitencia que me fuere impuesta, ofrezco mi vida obras y trabajos en satisfacción de mis
pecados, confío en vuestra misericordia infinita que me perdonareis y me daréis gracia para
nunca más pecar. Amen.
Se dice cada misterio según el día y después se rezan un Padre Nuestro y diez Ave Marías y
un Gloria al Padre.
55
MISTERIOS GLORIOSOS (Para miércoles y domingos)
Primer Misterio:
Pasado el sábado, al despertar el alba del primer día de la semana, fueron María
Magdalena y la otra María a visitar al sepulcro. De repente se produjo un gran temblor: el
Ángel del Señor bajó del cielo y, llegando al sepulcro, hizo rodar la piedra que lo tapaba y se
sentó encima. Su aspecto era como el relámpago y sus ropas blancas como la nieve. Al
verlo, los guardias temblaron de miedo y quedaron como muertos.
El Ángel dijo a las mujeres: "No teman, porque yo sé que buscan a Jesús crucificado.
No está aquí. Ha resucitado tal como lo había anunciado" (Mt. 28,1-6)
Jesús murió y resucitó. Para El, los sufrimientos y la muerte fueron el camino para llegar a la
resurrección y la gloria.
Lo mismo con nosotros. Si aceptamos las pruebas de esta vida con paciencia, un día
llegaremos a gozar con Cristo de la gloria.
Segundo Misterio:
El Señor Jesús, después de haber hablado con ellos, fue elevado al cielo y se sentó a
la diestra de Dios. Ellos se fueron de allí a predicar por todas partes, confirmando su doctrina
con milagros que la acompañaban (Mc. 16, 19-20).
Subiendo al cielo, Jesús nos enseña que allá tenemos nuestra patria verdadera. Por
lo tanto, nuestra única preocupación tiene que ser la de vivir según las enseñanzas y los
ejemplos de Cristo para alcanzar la gloria del cielo.
Tercer Misterio:
Cuarto Misterio:
¿Quién es ésta que surge cual aurora, bella como la luna, refulgente como el sol,
imponente como un ejército? (Cantar 6, 7).
56
Después de haber terminado su período de vida en este mundo, María fue llevada al
cielo en cuerpo y alma. Se trató de un regalo especial que Jesús hizo a María, su Madre. En
lugar de esperar el día de la resurrección final, Jesús quiso que pronto fuera a gozar con Él
en cuerpo y alma.
Y todo esto nos llena de alegría, porque en María vemos el ejemplo perfecto del
cristiano. Como ella se encuentra ya en la gloria en cuerpo y alma, también nosotros
estaremos gozando con ella en cuerpo y alma, si en esta vida tratamos de imitar sus
ejemplos.
Quinto Misterio:
Una gran señal apareció en el cielo: Una mujer vestida del sol, con la luna bajo sus
pies y una corona de doce estrellas sobre la cabeza (Ap. 12, 1).
Como en este mundo nadie estuvo tan cerca de Jesús como María, también ahora en
el cielo nadie está tan cerca de Jesús como María. Siendo la Madre de Jesús, goza de un
gran poder de intercesión: todo lo que le pide a Jesús en nuestro favor, siempre se le
concede. Por eso, acudamos a María con toda confianza, sabiendo que es nuestra Reina y
es también nuestra Madre. Por lo tanto, tiene el poder para ayudarnos y nos quiere ayudar.
Padre Nuestro...
Guía: Dios te salve, María, hija de Dios Padre, virgen purísima y castísima antes del parto,
en tus manos encomiendo mi fe para que la alumbres, llena eres de gracia...
Guía: Dios te salve, María, Madre de Dios Hijo, virgen Purísima y castísima en el parto, en
tus manos encomiendo mi esperanza para que la alientes, llena eres de gracia...
Pueblo: Santa María, ...
Guía: Dios te salve, María, Esposa del Espíritu Santo, virgen purísima y castísima después
del parto, en tus manos encomiendo mi caridad para que la inflames, llena eres de gracia...
Guía: Dios te salve, María, templo, trono y sagrario de la Santísima Trinidad, virgen
concebida sin la culpa original,
Todos: Dios te salve, Reina y Madre de Misericordia; vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios
te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en
este valle de lágrimas. Ea pues Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María!
Pueblo: Para que seamos dignos de alcanzar las divinas gracias y promesas de Nuestro
Señor Jesucristo. Amen.
57
Guía: Y ahora vamos a pedir a la Virgen que interceda por nosotros, invocándola con los
títulos más bellos que durante siglos el pueblo cristiano ha ido descubriendo en su honor.
Recemos la Letanía:
Letanía Mariana:
Ruega por nosotros Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de las promesas de
Cristo.
Oremos:
Te rogamos Señor nos concedas a nosotros tus siervos, gozar de perpetua salud de
alma y cuerpo, y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada Virgen María, seamos
librados de la tristeza presente y disfrutemos de la eterna alegría. Por Cristo Nuestro Señor.
Amén.
Guía: Todos: Por estos misterios santos, de que hace el alma recuerdo. Te pedimos ¡Oh
María! con tierno y devoto pecho. De nuestra fe sacrosanta, la conversación y aumento.
Torna tus divinos ojos hacia tu cristiano pueblo. Da a tu iglesia la victoria, y al mundo grato
sosiego; serena las tempestades que airado descarga el cielo, y del pontífice Augusto mitiga
el dolor acerbo. Las terrenas tempestades sigan de Dios los preceptos, porque la justicia
torne y al bien vayan sus esfuerzos. Que a Dios el gentil conozca, su error abjure el soberbio.
Que de la verdad aparta corazón y entendimiento. Que la culpa nos inspire dolor profundo y
perfecto. Halle puerto el navegante y la salud el enfermo. Las almas del Purgatorio gozosas
vayan al cielo. Ya que este santo ejercicio tenga ¡Oh Madre! Tal aumento en todo el orbe
cristiano, que fiel adora al Dios bueno. Que de continua alabanza sean tus glorias objeto y
por tu amor merezcamos gozar el eterno premio.
Pueblo: Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios no desprecies las oraciones
que te hacemos en nuestras necesidades. Antes bien, líbranos de todos los peligros, oh
Virgen gloriosa y bendita.
59
CATEQUESIS DEL DOMINGO DE RAMOS
“Dentro de la pasión del Señor”
Las dos ideas centrales de este día son: el triunfo de Cristo que hace su entrada en
Jerusalén y el anuncio de la pasión.
El sentido de la celebración de los ramos tiene una importancia mucho mayor de la
que normalmente le damos. Con frecuencia se reduce a los preparativos de la procesión.
Así, la importancia de este día la centramos en la bendición de los ramos y no en una
procesión en honor de Jesucristo.
Los ramos bendecidos que los conservamos en casa, tienen el objetivo de
recordarnos a los cristianos la victoria de Cristo. Las palmas y los ramos, signos populares
de victoria, manifiestan que la muerte en la cruz es camino de victoria, ya que fue la cruz
quien destruyó y venció a la muerte.
La procesión “no tiene simplemente la finalidad de recordar un hecho histórico pasado,
sino de hacer una solemne profesión de fe en que la cruz y la muerte de Cristo son en
definitiva una victoria. El color rojo de los vestidos, en este día, apunta a la muerte de un
Mártir y a su victoria”
El domingo de ramos es el día en que se manifestó Jesús como el Mesías enviado por
Dios a su pueblo y que viene a traerle la liberación. Esta entrada triunfal de Jesús es el acto
con el que se inicia el drama de la pasión. El evangelista San Juan comenta así este
acontecimiento: Al principio no entendieron esto los discípulos. Pero cuando fue glorificado
se acordaron que esto estaba escrito sobre él y de que esto se le hizo” (Jn 12, 16).
Este hecho, mirado como un espectáculo callejero no revestía mayor importancia,
pero en lo visible se ocultaba la magna realidad invisible; “Era la hora del cumplimiento de lo
anunciado por los profetas”. No era un acontecimiento popular cualquiera de la historia
sagrada. Era un acontecimiento llevado y conducido por el Espíritu Santo.
Los niños y las gentes lo aclaman como el que viene en el nombre del Señor. Los
niños, los discípulos y el pueblo, no sabían que en ese momento eran instrumentos del
Espíritu Santo, sujetos y actores a la vez de la historia sagrada.
Al comienzo del camino del Calvario brilla la gloria. Lo que nosotros estamos haciendo
en esta celebración es mayor de lo que vemos y entendemos. Sabemos que el Señor ha
resucitado. Por eso, lo recibimos hoy como pueblo conquistado y redimido por su sangre. Lo
recibimos con el signo de la cruz: estandarte que es bandera de lucha y de victoria.
Con el Domingo de Ramos se abre la Semana Santa y nos da como el resumen de los
grandes acontecimientos que vamos a celebrar los días siguientes. El domingo de Ramos es
también el resumen de nuestra vida de cristianos, ya que hoy salimos al encuentro de Cristo,
aclamémoslo como Rey y comprometámonos a seguirle hasta la Cruz y la Resurrección. Hoy
es fiesta de Redención.
Al tomar el ramo en nuestras manos nos ponemos del lado de Cristo para imitarlo en
el servicio, en la mansedumbre y en el sacrificio, comprometidos a caminar siempre a la
sombra de su cruz. Expresamos públicamente que estamos dispuestos a correr su misma
suerte.
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Tengamos la actitud y los sentimientos que Cristo tuvo frente al sufrimiento, la
injusticia, ayudar a la comunidad, a los más necesitados de entre nosotros, a quienes no les
echan la mano.
La entrega injusta de Jesús que nos mereció el perdón y la redención a los hombres
de todos los tiempos, es la invitación que nos hace pasar por la cruz, para lograr nuestra
plenitud en Cristo. Su cruz debe ser nuestra cruz, su camino el nuestro y el servicio y entrega
a nuestros hermanos el lema de nuestra vida.
La opción que Cristo hace triunfante en la ciudad que le va a dar muerte, es la opción
por nuestra vida. Porque nos ama se hace víctima para nosotros, libremente y por amor.
Hoy también nosotros caminaremos con Jesús. Hoy también, Jesús es la esperanza
de liberación del pueblo que está sumido en la opresión. Necesitamos guías, que siguiendo
el ejemplo de Jesús, le quiten al pueblo las vendas del engaño y la explotación.
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