E ˙·˙N ˙·˙D ˙·˙L ˙·˙F ˙·˙U ˙·˙

Taller A ˙·˙J ˙·˙E ˙·˙F ˙·˙ Prof. M arcos Enrique Becerra N°1 .
Fundada el 14 de octubre de 1946.
Ausp por la Ant Digna, Leal y Persev Resp Log Simb
Dr. Domingo Chanona N° 5

Or de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México.A 14 de Abril del 2019.

H˙·˙G u ía˙·˙: Manuel Hernán Toalá Sepulveda
QQ˙·˙HH˙·˙ Todos.

IDENTIDAD DEL AJEF

¿A que venimos? ¿Cómo nos distinguimos? ¿Quien nos exige?
Dice nuestra liturgia, Soy AJEF porque deseo llenar mi papel en el mundo, estructurando una
personalidad definida y acabada, que me distinga convenientemente.
El estar dentro del taller ajefista, por el motivo que hayan llegado o por el motivo que sus ahora hermanos
los hayan aceptado, significa un compromiso personal, en el que me pregunto, si cada uno de ustedes
cumple con los deberes que el ajefismo pregona.
¿Alguno de ustedes me puede decir con certeza a que venimos?, sin dudar muchos tendremos respuestas
distintas, muy positivas y respetadas. Para mí, la respuesta es que venimos a forjarnos el carácter, en la
vida hay orientaciones adquiridas en el medio familiar y escolar que perduran como núcleo entorno a
los cuales se asentaran los rasgos de tu futura personalidad y solo en la vida misma lograremos definir y
arraigar de manera definitiva el carácter que nosotros decidamos tener. (Entiéndase como vida, todas las
experiencias vividas para poder llegar a donde estamos el día de hoy), seguramente la escuela tradicional
es un instrumento que puede realizar una acción premeditada para obtener ciertos resultados. Claro que
tendríamos que hacer que nuestros profesionales pedagogos y psicólogos fueran excelentes en su ramo,
para poder ayudarnos con esta tan importante labor en la juventud, la búsqueda de la identidad. Pero
por gracia divina tenemos inteligencia, que nos permite darnos cuenta de lo que necesitamos, un mejor
contexto natural y social para poder ser mejores, por lo tanto el ajefismo con sus enseñanzas nos
determina y pone en la cúspide el poder de la juventud, es pues asi como defino una escuela para la vida.
Y si al ser alumnos de esta escuela, os pregunto ¿que resultados están obteniendo de esta escuela y en
nuestra vida? ¿a que vienes querido hermano?
Prestad atención a lo siguiente, pues aquí hay una de las muchas enseñanzas del ajefismo: Como personas
tenemos vicios como carácter, uno de ellos es el sentimiento de inferioridad, se produce en diferentes
razas y de diferentes conflictos psicológicos, no se manifiesta a la conciencia, pero si se ven las reacciones
que involuntariamente nacen para compensar aquel sentimiento y que al establecer hábitos equivocados
van formando los rasgos del carácter, dichas manifestaciones podrían ser vanidad, desprecio, ser
retraído, desconfiado, rencoroso, sin que el mismo sujeto se de cuenta lo que esto significa, a menudos
las reacciones son variadas y opuestas desde el atrevimiento, el cinismo, la falsa valentía, la impotencia,
hasta el apocamiento o la timidez, en el fondo es la afirmación de nuestra propia individualidad a costa
de los demás, una obsesión por nosotros mismos, una constante obsesión por el propio yo. Se manifiesta
en el individuo en el que sus cuyas ambiciones son desproporcionadas a sus capacidades, hay un déficit
del poder con respecto al querer.
Seamos pues, coherentes y evitemos pensar que solo por el hecho de ser ajefistas somos superiores a los
demás, hay mucho por aprender y también por enseñar, tenemos que empezar temprano en la
construcción de identidad y asi en el futuro tengamos mayor ventaja y resolución en los menesteres de
la vida, en el entendimiento de lo que es Dios, la Naturaleza, lo material, lo espiritual y por supuesto
siempre preguntarnos al caminar por esta vida ¿que somos, porque somos y para que estamos?; nos
exijamos pues, ¡mas a nosotros mismos¡ y demos batalla en la lucha contra los vicios en cualquier esfera
que estos se presenten.
“El hombre que no vive para servir, no sirve para vivir”
“Trabajando por la patria y la humanidad”

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José Rodolfo Cruz Nucamendi.
HM Instructor