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La Guerra Fría

En este tema se aborda la


constitución de un mundo
divido en dos bloques liderados
por la URSS y Estados Unidos
respectivamente, que
estuvieron implicados en un
largo conflicto desde el fin de
la segunda guerra mundial
hasta la caída de la URSS en
1991.

Objetivos
Analizar el concepto de Guerra
Fría y sus alcances.
Analizar el concepto de
“equilibrio del terror”.
Introducir las características
ideológicas, políticas y
económicas de los bloques y
sus zonas de influencia.
Dar un panorama de las etapas
del conflicto y el desarrollo de los principales conflictos localizados en el
mundo.
Analizar el despliegue por
parte de las potencias de “Es hora de salvar la brecha”, caricatura de Los
Angeles Times, 30 de noviembre de 1945
estrategias de lucha de la
Además de sintetizar muy bien las causas
llamada “guerra fría cultural”.
contingentes del enfriamiento de las relaciones entre
la URSS y Estados Unidos, muestra cómo los
contemporáneos no veían el proceso como
irreversible. Se utilizan el águila y el oso como
alegorías de ambas potencias, recurso habitual
Síntesis del proceso durante la Guerra Fría.

El mundo tras la Segunda Guerra Mundial estuvo marcado por el desarrollo de


un nuevo conflicto, que ha sido llamado Guerra Fría. Este conflicto enfrentó a
la principal potencia mundial del momento –fortalecida tras las dos guerras
mundiales–, Estados Unidos, y por el otro lado a la URSS, triunfadora en la
guerra y dominante sobre los países de Europa del este que había liberado del
dominio nazi. La URSS no era una potencia económica y militar a la altura de
Estados Unidos, pero su gobierno liderado por Stalin estaba dispuesto a utilizar
todos los recursos a su alcance para recuperarse de la destrucción sufrida en la
guerra y competir con Estados Unidos. Para Stalin esta era la forma de salvar al
socialismo de la amenaza que implicaba la hegemonía del mundo capitalista.
La Guerra Fría enfrentó a estas potencias y a sus países aliados o “clientes”
(o sea, países dependientes). El poco margen de los diferentes países para
escapar a un alineamiento con una u otra potencia llevó a la constitución de un
mundo bipolar, estructurado a través de dos bloques formados por las
alianzas militares (OTAN, OEA, Pacto de Bagdad, SEATO en el caso del bloque
occidental; Pacto de Varsovia en el caso del bloque soviético) y vínculos
económicos (Plan Marshall de Estados Unidos para la reconstrucción europea y
COMECON soviético para Europa del Este) entre las potencias y sus aliados.
Puede definirse la Guerra Fría como un “conflicto de mesianismos”
(Engerman, 2009), una disputa ideológica por el convencimiento, por la
“conquista de las almas” (Leffler, 2008: 15-22). Esto significa que cada
potencia pretendía presentar su el modelo de sociedad como perfecto y justo,
única garantía para el progreso y la felicidad humana. Esta prédica significaba
la negación y demonización del otro.
En esta lucha por imponer el modelo de sociedad propuesto por cada potencia,
la propaganda tuvo una enorme importancia, y la utilización de los medios
masivos de comunicación fue la forma de difundirla. Es por esta razón que a
menudo se habla de una “guerra fría cultural” (Stonor Saunders, 2001)
cuando se estudia la forma en que ambos modelos se promocionaban a través
del cine, la literatura y la prensa, las instituciones culturales, la propaganda, el
consumo, entre otros medios.
Pero considerar que un rasgo central de la Guerra Fría fue este conflicto de
mesianismos y la guerra fría culturar no quiere decir que el enfrentamiento
entre las potencias haya evitado el uso de las armas. La denominación Guerra
Fría hace referencia a dos características importantes del conflicto: por un lado
el hecho de que no hubo una guerra global abierta entre Estados Unidos
y la URSS, no existió un enfrentamiento directo entre las potencias; y por
el otro el hecho de que esa guerra tuvo un grado de conflictividad
limitado, donde las potencias no utilizaron todo el poder de fuego del que
disponían. Pero algo debe quedarnos claro: la Guerra Fría implicó guerras. Pero
estas guerras fueron conflictos localizados, estallidos de violencia en
algunas partes del planeta, instigados por la URSS y Estados Unidos, pero en
los que estas potencias se enfrentaron con aliados de su oponente, o bien los
aliados de ambas se enfrentaron entre sí: nunca hubo un enfrentamiento
militar directo entre Estados Unidos y la URSS. Tampoco se trató de una guerra
mundial como la que terminó en 1945, sino que los focos de conflictividad
estallaban en algunas zonas del mundo para apagarse y reaparecer en otras.
El nivel de conflictividad no fue uniforme, sino que fue oscilante, hubo
momentos en que se estuvo al borde de una nueva guerra global, mientras que
hubo otros momentos de “distensión”.
La Guerra Fría fue un conflicto limitado debido al llamado “equilibrio del
terror”. Estados Unidos había demostrado una impresionante capacidad de
destrucción al lanzar las dos bombas atómicas sobre Japón en 1945 y precipitar
así el fin de la guerra. Con esto también habían enviado una señal a los
soviéticos, tratando de disuadirlos de cualquier intento de imponer su
hegemonía sobre Europa pues serían detenidos por un poder de fuego que no
podrían vencer. El gobierno de la URSS, por su parte, puso rápidamente a sus
científicos y espías a trabajar para robar el secreto de la construcción de armas
atómicas y producirlas. Lo lograron en 1949. Con ambas potencias en posesión
de arsenales nucleares que no paraban de crecer se generó la amenaza de la
destrucción total del mundo mediante una guerra nuclear. La forma que los
gobiernos de ambas potencias encontraron de evitar un ataque enemigo fue
hacer demostraciones de fuerza, mostrar que tenían las armas necesarias para
una destrucción masiva con solo dar una orden. Esto los puso en una acelerada
carrera por desarrollar misiles cada vez más destructivos y de mayor alcance,
proceso que conocemos como carrera armamentista o carrera nuclear.
Muchos historiadores coinciden en que esta amenaza, por grave que parezca,
fue la responsable de evitar una guerra global: Estados Unidos y la URSS
moderaron su enfrentamiento por miedo a la destrucción total a la que podían
someterse, utilizaron sus armas como una amenaza para evitar que el otro
desatara una guerra, y no las elaboraron con la finalidad directa de ir a la
batalla. De hecho, los líderes de las potencias en muchos casos contuvieron los
desbordes de sus aliados y de algunos de sus generales para evitar una
debacle nuclear. De esta manera, las propias potencias fueron las
responsables de mantener el frío de la guerra.

Materiales de lectura recomendados


Capítulo correspondiente al tema en el libro de Dolores Béjar Historia del
mundo contemporáneo (1870-2008):
http://sedici.unlp.edu.ar/bitstream/handle/10915/47931/Documento_completo.p
df?sequence=1
Sitios web:
Historia de Medio Siglo (ANEP):
http://www.anep.edu.uy/historia/clases/clase02/programa_c02.html
Historiasiglo20:
http://www.historiasiglo20.org/HM/6-index.htm
Carpetas docentes de la Universidad de la Plata (Argentina):
http://carpetashistoria.fahce.unlp.edu.ar/carpeta-3/la-guerra-fria

Fuentes
Para la mejor compresión del tema es preciso analizar los documentos
seleccionados a partir de la pauta dada para dicho análisis (ir a la pauta).
El establecimiento de las estrategias de las potencias en política internacional
y su conceptualización de la Guerra Fría puede estudiarse a través de los
siguientes documentos:
- Artículo de George Kennan en la revista Foreign Affairs, junio de 1947.
- Discurso de Harry Truman al Congreso de los Estados Unidos, 12 de
marzo de 1947.
- Discurso de George Marshall en la Universidad de Harvard, 6 de junio de
1947.
- Discurso de Andrei Zdánov en Polonia, 22 de setiembre de 1947.
Para abordar algunas manifestaciones de la “guerra fría cultural” se
recomiendan las siguientes fuentes:
- Make mine freedom, animación de William Hanna y Joseph Barbera
(1948).
- Tiburones capitalistas, animación de Viacheslav Kotenochkin (1967).
- Rocky IV, película de Sylvester Stallone (1985).
- Selección de fuentes en torno al boicot a los Juegos Olímpicos de Los
Ángeles en 1984:
o Informe de RTVE (España) sobre el boicot.
o Cobertura de prensa de El País de Madrid y ABC.
o Fragmento del episodio La primera palabra de Lisa (1992) de la
serie animada Los Simpsons.

Bibliografía citada
Engerman, David. “Ideology and the origins of the Cold War, 1917-1962”.
Leffler, Melvyn; Westad, Odd Arne (ed.). The Cambridge History of the Cold
War. Volume I: Origins. Nueva York: Cambridge University Press, 2009.
Leffler, Melvyn. La guerra después de la guerra: Estados Unidos, la Unión
Soviética y la Guerra Fría. Barcelona: Crítica, 2008, pp. 15-22.
Stonor Saunders, Frances. La CIA y la guerra fría cultural. Madrid: Debate,
2001.

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