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LA CONTRIBUCION GENETICO-AMBIENTAL PEDRO RIDRUEJO ALONSO £&Con ocesion de su obra The behavioral 2 sciences (1970), Thompson y Van Houten se & aprestan a vincular la cuestion genético-am- ‘Diental con Ja famosa formuia con Ja que Kurt contrapuestos ( 5 = Lewin acerto @ dar cuenta de la conducta ambiente frente a herencia):. segurido, 3) desde el punto de vista de una funcion de su- nos hemos acostumbrado a verles como in- jeto y entomo. En ja Jeccion segunda ya ana- _terdependientes, de tal forma que ninguno de B lizamos esa férmula, advirtiendo ahora, como _ ellos puede ser sin el ovo, hasia el exaemo de 3.16 hacen los autores inencionados, que hay que no cabe hablar de una herencis sin am- F que presentar al sujeto investide de toda ia’ _biente, ni de un ambienie ajeno a alguna in- > carga que le corresponde, tanto del pasado. _crustacién hereditaria ‘ = coind de Ja actuelidad, v que al «pasado», en ¥ el mas amplio sentido de ia palabra, le com- r < ul pete recoger el conjunto de determinantes que _tanto desde sus Enea: estan no solo en la evolucién histérico-per-- _ desde sus supuestos ambientales. a sonal del individvo, sino en el juego de sus ign, en segundo lugar, examin __ antecedentes familiares, Partir de este trance,” _corresponsable y distinto que tie que-busca convertir la'derivacion genética y _el otro en el desarrollo dei compo jento. la derivacion del medio'en lg ecuacién que __Y lo seré, en tercer luger, pregunterse por tocia expresa la conducta, es lo que vamos a inten- quello que solemos inciuir psicologicamente tar en esia leccion. 7 82. sii en.lo genético y todo aquelld que estamos 5s también psicolégicamente contemplando en Jo ambiental: Ba wu a runica debemos aislar del ine, : gredientes, i : lee nee ii de oda ged gents sopne el conteni- y do fesarrollo orgénico y lo ambiental ehh traspasa los umbrales del orgenismo, incor- Poréndose a 4] a través de un complejo pro- ceso de-aprel saci Kluckhohn, Mumay y Schneider (1953) ha cen’ el inveniario de los ingredientes de na- - Es . gio tael | 2 Spree OT 102 PSICOLOGIA MEDICA turaleza distinta que intervienen en el com- portamiento humano, a partir de un hecho diferencial que expresan, lanamente, en los siguientes términos: «todo hombre es en cier- tos aspectos: a) como todos los demas hom- bres; b) como algunos otros hombres, y ¢) como ningun otro hombre». Evidentemen- te, en el primero de los asertos se incluye tan. to una estructura biolégico-general tipicd"de ” Ja antroposfera, como unas caracteristicas universales del escenario de la vida’ social. En el segundo se incluyen los factores genéticos y ambientales y, especialmente, dicen estos autores, los de la propia herencia familiar y los del grupo cultural en el que se vive. Y én el tercero se reconoce «la condicion de unico, en cada herencia y en cada ambiente, pero mas particularmente en e] nimero, la clase y el orden de situaciones criticamente determi- nantes,-con Jas que desarrollar el.transcurso de-la-propia vida». No es éste el momento de desentrafar, una a una, toda la malla de in- grédientesia los.que, de manera directa 0 in- directa, se-esta aludiendo, en esie Prolifico camino de ir buscando referentes explicativos en una'larga secuencia de comparaciones, No hay duda de que, sin embargo, el camino de Jas diferencias humanas, colectivas e indivi- duales, ha sido el mas seguido entre los au- tores que buscan hacer una presentacin di dactica del binomio herenda-ambiente-: % Los intentos de explicar la conducia,’por el uno.o por el otro, 0 por la conjugacion de ambos, han dado lugar, en la historia de jas’ ciencias psicologicas a lo largo del siglo xx y del xx, a una intensa polémica entre innatis- tas y ambientalisias, a la que no le han fal- tado momentos extremos de radicalismo, en los que la conducta se presentaba como ads- Gita a uno 0 a otro campo, entendidos cada uno de ellos de muy diversa manera. La his- toria se ha encargado de ir eliminando los. pecados de radicalismo y de unilateralidad, que abocaron a Ja presentacion de un’ deter“ minismo genético de un determinismo am- bienial. Se ha encargado también de acu- mular argumentos, experiencias y teorias sobre Ja realidad de una profunda imbrica~ ion entre, ambos, E] ambito de su conexion, pia ‘del desa Se ha investigado de muy diversas maneras, Pero quizas destaque en su trasfondo el 1e. Curso a un tercer factor, que acta detrés de cada uno de Jos dos Participes, sin el cual ni J2 accién de Ja herencia, ni la accion del me- dio tendrian lugar. Nos referimos =} papel del Hempo, traducido también de diverese ma- . REIS; pero especialmenie en funcién de la maduracin, como éigencia asociada y pro- Tr0llo de-los potenciales deter- minativos que proceden tanto de Ja genética como del ambiente. Otra vez asi, vuelve a surgir la apelacion a Jas condiciones de ac- tuacion de los dos frentes activos, tanto en funcion del espacio (organismo), como fun. cién del tiempo (desarrollo) La remisién doctrinal de Ja Polémica sobre Ja oposicion innatismo-empirismo ha desvia- do el foco del problema, al que también las ciencias de la conducta ‘han dado un trata- mento insuficiente. Lo han hecho con oca- sion'de haberse formulado en ellas la alter- nativa radical sobre el papel de lo innato o de Jo adquirido en el comportamiento, Es, con ocasion de esta version psicolégica de la cuestion, cuando tuvo lugar,-en_los afios veinte, un escandaloso enfrentamiento entre Jas posiciones, de. McDougall, en defensa del instintivismo, y las de Watson, en defensa ra- dical de.un entendimiento de la conducta como derivada de los procesos adquisitivos del aprendizaje, La consideracién de la con- ducta esencialmente como conducte innate o como conducta adquirida supone, como se- fala Anastasi (1966), el efecto exclusivo bien de la herencia o bien del ambiente dentro de una actividad dada,-hecho interpretativo que hoy ha quedado superadoss-s! 0. +! zysn,, Presentaciones mas moderadas, en las que se acepta la interaccién, han surgido desde los flancos diferencialisias, donde se ha venido acreditando una posicion que entiende la re- Jacion entre la herencia y el ambiente como una relacion complementaria 0 aditiva, don- de uno y otro participan en el desarrollo de la conducta, disiribuyéndose y'sumandose sus respectivas influendas. Aseguran Krech et al. (1973) que los tres problemas més importan-. tes que preocupan a la investigacion diferen- Galista son literalmente los siguientes: en pri- & mer lugar, cual és la proporcion: de Ja 5. wariacién de un rasgo dado que esta deter- “minada por Ja herencia y cuél por el medio f -ambiente; en segundo Jugar, cual es la natu- = raleza peculiar del mecanismo genético res- ponsable de la herencia de las tendencias 0 yasgos de conducta;'y en tercer Jugar, cuales ge s0n las alteraciones que se producen con oca- & sion de las variaciones del medio, en aquellos rasgos que han sido parcialmente determina- dos por la herencia. it > ='Para resolverlos, hay una serie de cuestio- es que, como afirman Krech et al., deben quedar bien sentadas. Cuando hablamos de £5 Ja importancia relativa de ja herencia y. del medio en un rasgo determinado, debemos hacerlo de Ja contribucion media de cada fac- for en una poblacion que habita un determi- nado ambiente. Lo que conduce a que en un ‘individuo determinado esa proporcién puede alejarse del valor promedio, como sucede en el caso de un sujeto que tiene el cromosoma Ge exceso de Ja trisomia 21, en el que el papel de la herencis es determinante, O como puede suceder en otros casos menos extremos, en los, que el célculo de ese reparto-en una persona dade no puede ser precisado, nicpor tanto asi- milado a] del promedio. E] mecanismo gené- tico responsable tampoco puede ser siempre conocido, aun en el caso de que lo fuera la in- fluenciz de le herencia sobre rasgos compor- tamentales. Por wiltimo, el reparto de papeles ven pocas ocesiones permite asignar a la he- rencia un caracter abjertamente «determinan- tex, Jo que conlleva que el papel del medio tenga un alto margen de variacion. Pense- mos, para completar estas ideas, cémo se dan muy pocos rasgos humanos y menos todavia psicolégicos, que estén determinados por pa- Tes tnicos de genes. Siendo, por el contrario, 308 rasgos de cariz poligénico, Razén ésta por Ja que Ja dominandia y Ja recesividad, en ellos, Son términos que deben ser tomados con cui- ado y de forma relativa. 2 5 LA CONTRIBUCION GENETICO-AMBIENTAL 193 tuacion de cualquier factor herediterio seré distinta segun Jas coordenadas ambientales particulares sobre las que opere. . La contribucion empirica, con la que se nu- tre hoy la interpretacién més comiin, es ia que ha puesto en marcha la genética experimen- tal del comportamiento. Se ineugura con Jas experiencias de Tryon (1927) en la cia selec- tiva de ratas, apareando animales que poseen determinados resgos en grado muy elevado 0 muy bajo, analizando después el rasgo que acusa su descendendia. Siguen, en ese nivel de estudio, las que posteriormente se dedican a Ja genética del comportamiento social en ma- miferos (Scott y Fuller, 1965), en las que son examinados rasgos de mayor compiejidad. Finalmente, se realizan investigaciones en la genética del comportamiento humano,:aun- gue ésta selleve 2 cabo-sin intervencién, comparando'comportamientos entre gemeios univitelinos y bivifelinos, hermanos, y padres ¢-hijos. Tales investigaciones reconocen, por descontado, los condicionamientos propios de una manera de proteder que engloba vincv- Jos genéticos familiares, pero también vineu- Jos ambientales de largo alcance, como son aquellos casos en los que se estudian gemelos que viven en ambientes distintos 0 son con- fiados 2 padres adoptivos, logrando de esta forma establecer una suficiente discrimina- cion en las condiciones de.control subya- centes. Han predominado, en el conjunto de las investigaciones consagradas, los estu- ios sobre inteligencia y se han hecho evo- luciones de rasgos temperamenieles, eli- giéndose, como parece:-razonable; la dedicacion a factores simples de comporta- miento en lugar de volearse sobre los com- plejos: Un problema nuevo, que ha surgido como original en e] estudio de las investi- gaciones sobre inteligencia, es el que pro- viene de la Escuela de Jerusalén, pare la que es necesario distinguir potenciales de inte- ligencia, por un lado, y rendimientos efec- vos de la misma, por el oiro, siguiendo las 104 PSICOLOGIA MEDICA orientaciones de Feuerstein (1978) a] estu- diar Jos potenciales de aprendizaje. Los se- Ralamos aqui, porque obligan a una nueva lectura de Ja influencia de) binomio heren- cia-medio en el desarrollo del span of life (Gclo vital) del individuo, 1.2. ‘Las claves interactivas . ~ De todos es sabido que por herencia debe- =Mos entender los rasgos atribuidos a un in- Gividuo por sus genes, agrupados en los cro- mosomas, en el nucleo de cada célula, cinéndose el concepto de herencia propia. mente dicha al de herencia biolégica. Como Se sabe, los cromosomas se presenian en pa- rejas, son similares en aspecto y funcién, siendo el nimero de cromosomas en cada cé- lula constante dentro de cada especie. Mien- tras que a] ambiente se reservan el resto de los. otros activos que influyen en la conducta y en su desarrollo, cualquiera que sea la situacion y naturaleza de los mismos. La definicion cla- sica del ambiente en sentido psiquico incluye cla suma total de estimulos que el individuo recibe desde el momento de la concepcion hasta el de su mverter.-Aungue en Jas pagi- nas siguientes hayamos de ver-con deteni- miento y de forme mas precisa Jos contenidos de la herencia y del medio, es necesario partir del hecho de ese «reparto» y «contribucion» para encontrar algunas de Jas claves operati- vas de su interaccén. i : Volvamos a repetir que Ja accién de la una, del otro y su mutualidad; ocurren siempre en el marco de un organismo, en él cual, y solo en él, va a poderse llevar a cabo el anélisis de su participacion. Indudablemente, ese or- ganismo es un ser sometido a un proceso vi tal en el que influye Ja herencia, su carga transmisora y su disposicion direccional. El ambiente, por su Jado, parece suponer una conjugacion de factores selativamnente cam- biantes, que ejercen su accion en el marco de una dindmica distinta de Ja herencia. Pero el hecho trascendental para la conducta es que una y otro han de operar en el marco de vs organismo que cumple un largo proceso de individualizacion, en e] que no deben postu- larse normas absolutas de accion fija. Tanto el factor genético como el ainbiental ejercen una interaccion desde el momento mismo en que el organismo surge. Momento gue, por otra parte, presenta ya una serie de incertidumbres. Ejemplo.de ello podria obte- nerse en Ja ilustracion de Sartain et al..(1965), 2 propésito.de.un rasgo tan peculiar.como e] del color de Jos ojos. Cualquiera podria pen- sar que su procedencia es indidablemente genética, pero nadie va.a negar que en su to- nalidad interviene el ambiente del utero ma- terno en el que se desarrolia, como ha sido demostrado experimentalmente en. animales inferiores. Y no digamos nada si nos-trasla- damos.a factores de nivel conductual mas significativo, como es el que dichos autores relatan a propésito de la habilidad para el pa- tinaje. La importancia entonces de Jo que ha venido lamandose ambienie prenatal en.e] desarrollo del sujeto, es un hecho incuestio- nablerpurt. © sisuepursh wee Los procesos inmediatos del.complejo.he- rencia-ambiente tienen Jugar de una forma relevante a lo largo de la etapa de crecimien- to biolégico, esto es, a Jo largo‘de Ja madu- racion, entendida ésta rectamenie, como un campo en el que no caben exclusivismos en materia de interpretacion: E] organismo ma- dura y en esa maduracién operan sobre él tanto los genes como el entorno. En.ese mo- mento, cabe esperar que influya e] juego na- tural de ambos codeterminantes, y por eso se han extendido una.serie de aproximaciones cientificas a él. Winchester (1951) hace refe- rencia a Jas experiencias realizadas. por Lan- dauer para registrar la accién reciproca de ambos tipos de factores, en las horas que si- guen al proceso de incubacion de huevos de pollo. Si'se inyecta insulina en su camara de aire, dentro de las setenta y dos horas que si- guen a Ja incubacion, se provoca una altera~ dion, carencia de rabadilla, similar a la que es conocida y consignada de base heredita- ria, Swartz (1963) sefiala al respecto.que al acelerar-e] metabolismo de los hidratos de carbono, la insulina altera la marcha global del desarrollo. $i Ja inyeccion se.administra i 7 3 3 i a s después de Jas setenta y dos horas, no se interrumpe la rabadilla, pero si otras partes del cuerpo, como el créneo y el pico, las alas Jas patas, de trascendental importancia ‘La maduracén queda, pues, regulada des- SoG; de. el interior del organismo, pero dentro de SSae pina ‘variedad de condiciones aportadas por el shES ambiente. El escenario inmediato en el que se ees ‘presente la herencia es e] de esa etapa psa “de maduracion. En ella se consuma la exigen- See -ca:que el organismo tiene de un tiempo di- see: ferente, distinto segun el érgano y Ja funcion, Se "para alcanzar las-condicones necesarias con = que poder actuar.... = Pe $E.Notemos que estamos accediendo, con ello, Spee considerar la herencia, ei medio y.el tiempo =25n0-como términos de un lenguaje abstracto, = sino como los argumentos de un lenguaje de = econtecimientos reales y concreios, con arre- Siglo a los que puede ser.expresada concreta unente.la maduracién motora-o la madura = én de) aprendizaje, gracias a las cuales el organismo despliega su desarrollo. Por tanto, ‘si fuera obligado hacer un primer anticipo de #Ja:que habré.de ser le cifra sintética que ex- ='prese la conjuncién. herericia; ambiente y tiempo, ésta no podria ser otra sino Ja que ‘’cabamos de instalar en el cauce de un orge- ‘TTismo que vive los instantes cruciales de su sdesarrollo, Como sefiala Anastasi (1966), es wen cada momento y en cada’paso de ese de- ‘ssarrollo cuando *se producen intrincadas Anieracciones que entrafian condiciones -ambientales, pasadas y presenies, asi co- mo cualquier efecto indirecto que dependa de genes especificos. E] resultado final refleja ‘una ‘multipliddad de influencias, estructura~ ‘Tes y funcionales, hereditarias y ambientales» Y. ese-resultado es continuo, actualizando “ constantemente procesos de reimplica~ Onis, ees Rey &. Pero nos haria falta, en otro orden de co- 885, denunciar otra cifra en Ja que se apunte ~, {el compromiso sobre el papel respectivo que z, desempefian Ja herencia y el ambiente en el Aesarrollo. Se suele sehalar que los genes - Jigen y regulan:el despliegue y crecimiento LA CONTRIBUCION GENETICO-AMBIENTAL 105 de] organismo, mientras que el ambienie lo plasma, haciendo con su plesmacion que aquéllos se realicen, se limiten o sean modi. ficados. Swartz (1966) ha recogido le opi- nion dominante, segin la cual, el papel de ia herencia parece tener que ver con nuestras potencialidades implicitas, mientras ove el nivel gue logremos en la actualizacion ‘ie les mismas depende de las oportunidades de desarrollo que el medio ambiente nos per- mita. Morgan et al. (1978) Jo.ilustran con-un ejemplo cuando afirman que-une persona puede tener Ja potencialidad genética de al- canzar una altura y que sin embargo no llega a lograrlo por problemas de la alimentacion que recibe en su primera infancia:.Lo que eguivale a afirmar que una persona tiene el genotipo y la potencialidad para un deter- minado nivel en una caracteristica determi- nada, aunque lo que se observa’ realmente, esto es, e] fenotipo, implique.Ja accion con- junta del genotipo y de los factores ambien- iales dependientes, en este caso, de su.ali- mentadién= «+ £2 on El genotipo contribuye, indudablemente, a definir las potencialidades del comporta- miento, aunque ng lo haga de.manera abso- luta, ya que en su desarrollo requiere la ac- tuacién del.ambienie, con cuya cooperacion alcanza su punto de logro. Un genotipo pue- de ser expresado de maneras muy diferentes, porgue los limites son muy flexibles, siendo esta flexibilidad mayor a medida que ascen- demos en la escala Zoologica. Es ademas dis- tinta para cada uno de Jos individuos, porque cada uno de éstos puede estar influido por un complejo ambiental dispar. Morgan pretende presentar el llamado metodo epigenetico pre- Gsamente como un medio para dar explica- Gén congruente de esta interaccion bindmica sobre Ja que estamos tratando. En él se hace patenie su forma de integracion, dado que el comportamiento, genéticamente conirolado, llega a ser conformado y modificado por el ambiente, vinculandose ademés ‘con ioda Ja gama .de comportamientos igualmente con- tolados y modificados, defendiendo asi una continuidad en Ja interaccion que inunda Ja conducta. Morgan nos remite, como testimo- 106 PSICOLOGIA MEDICA nio de este intrincado complejo, 2 un estudio realizado por Hailman (1969) sobre el com. portamiento de picoteo de la gaviota reidora, en el que los polluelos hambrientos picotea. ban en el pico rojo de los adultos para que re- gurgitaran Ja comida, Hailman comprobé la precision de tal conducta a través de modelos esquemiaticos de gaviotas sobre cartulinas, r gistrando el nimero de aciertos y verificando Ja seguridad con que al dia siguienté de salir del-cascarén acertaban a hacerlo en un 33 % de los picotazos, llegando el dia cuarto hasta el 80 %. Morgan concluye que la dotacin genética suministra las bases del picoteo (me- canismos y motivaciones), mientras que la experiencia en el ambiente y la recompensa de la comida que reciben perfeccionan la poten- Galidad genética. Cuando e polluelo va cre- Gendo, hay nuevos comportamientos que in- teractian con’los anteriores, aparedendo el cuadro epigenético...). + > Muy variada ha sido siempre Ja evaluacion de la aporiacién ambiental y sobre todo la ta- rea de calificar el alcance de Ja limitacion, de Ja capacitacion y de la modificacion de los potenciales genéticos. Hay una larga serie de estudios, cuyo desarrollo se ha llevado a cabo en Ja investigacion animal, comparando Jos estadios del desarrollo enize si, entre sujetos distintos y; desde Inego, cuando se producen variaciones sustantivas del ambiente. El co- mentario de sus resultados nos apartaria de nuestro objetivo fundamental... Concluyamos, pues, afirmando que pare- cen en si mismos distintos los papeles asig- nables 2 Ja herencia y al ambiente en el de- sarrollo del. comportamiento. La herencia se mueve, mas bien, en el terreno de los factores de predisposicion, que en pocas ocasiones tienen un papel de absoluta determinacion y menos atin cuando se trata de rasgos comple- jos y de procedencia poligénica. El reino de las virtualidades conductuales parece entonces demarcar el ambito de lo genético, mientras que las realizaciones concretas que se insta- lan en aquel marco parecen ocupar el espacio asignado a la accién ambiental. Pero, indu- -dablemente, el uno no se da nunca fuera del 2. LA COORDENADA GENETICA 2.1. De la genética ala gen del comportamiento “No seria oportuno ni necesario tratar aqui, con toda la carga de elementos conceptuales, de mecanismos y de consecuencias que en. tafhan; lo que'es la ciencia genética y su ob- jebvo,'al estudiar Ja estructura de los genes como responsables de Ja transmisién heredi- taria, Ni lo seria tampoco hacer una descrip- Gin de sus funciones, mecanismos y pauias. No Jo es tampoco, sin duda; repasar las leyes que marcan Ja transmision entre generacio- nes, o tratar de exponer, de nuevo, las dife- rencias que crea Ja evolucién y la distribucion de Jos genes en las poblaciones. La historia reciente de la genética‘ molecular es de todos conocida y, por tanto, el papel que el ADN ostenta en la informacion genética y su me- canismo de replicaci6n, las caracteristicas del codigo genético y, desde luego, el anuncio de Jas posibilidades atribuidas a la ingenieria ge- nética, estén ya en el patrimonio de conoci- mientos de que dispone con seguridad el Jec- tor. Para el. mundo de Ja Medicina, la Genética médica ha constituido no sélo el estudio de base de innumerables enfermedades que tie- nen ya reconocida su estirpé genética, sino de aquellas que van lentamente incorporandose 2 una lista interminable, en la que se encuen- tran los defectos congénitos originados como srastornos del cierre del tubo neural, las p: cosis, tanto esquizofrénicas como esquizo- afectivas, y todo un conjunto de enfermeda- des de aparicion previa a la edad involutiva. La construcién de un mapé genético humano se esta logrando gracias a nuevas-técnicas, y nuestra epoca asiste a Ja posibilidad real de una cartografia genética como modo de re- presentar, en forma de secuenciacion lineal, la posicion y Jas distancas de los genes a lo Jargo del cromosoma. Y somos capaces ya de -hablar de un c6digo, como la forma bajo la ‘cual el mensaje genético se encuentra cifrado en Ja estructura del material genético, esto es, en Ja molécula del acido desoxirribonucleico. La secuenciacin del ADN esta llamada a ser un medio poderoso de combatir enfer- medades y el modo de abrir un camino de Se entendimiento entre nuestro patrimonio co- =: mun y el individual. Sin dejar de reconocer “R=! que el uso positivo de Ja terapia genética de $25. las. células somaticas sea un apoyo trascen- See dental a la medicina preventiva, no seria nunca @iicamente aceptable la introduccién de una terapia germinal y el manejo de produc- “tos in vitro de embriones, cualquiera que fue- se el objetivo que se persiguiera. S.No es éste, en verdad, el Jugar apropiado pera el repaso de cuanto supone Ja proble- mética general de Ja herencia, a Ja que viene { dedicandose, a partir del comienzo del arollo més brillante y exponendial. El ani SS= lisis de los mecanismos por los que se trans- E52 miten ciertos caracteres a la descendencia, 225: sobre los que descansa la impronta de pare- £== Gdos y semejanzas entre Jos individuos de ses una.misma estirpe, merecié una atencién Gentifice singular desde que Mendel, en un principio, y le escuela de Morgan después, consagraron sus esfuerzos al descubrimiento #253 la formulacion de las leyes pot las que S25 Jauella transmision se rige. Cuando la Biolo- ‘Sa molecular ha permitido un nuevo acezca- mienio a Jes propiedades de Jos seres vivos, en finGon de las estructures de’ macromolé- a “culas especializadas, Ja Genética se ha des- Se plegado ene) campo, citologico,, fisiologico, evolutivo, de pobladones y humano, buscan- "Go, junto al progreso de los estudios tedrico- Gentificos, e] de sus vertientes aplicadas. ¥a%.. Pero si ésos son Jos confines, hoy por hoy, SE “del prodigioso mundo genético, nuestro inte- ‘és particular dentro de é] va dirigido a un as- ecto peculiar del mismo, que es el que hace referencia a Ja genética de los rasgos psicolo- Bicos y psicopatologicos, campo a] que se cihe la psicogenttica. Podriamos disponer de una gama de nombres para denominar ese campo & 2] que Hall (1951) bautizo como Psicogenéti- 2c, pero al que Hirsch (1967) preferia deno-, & uminar Genética de la conducta. En todo caso, 3 nos encontramos anie un repertorio de es- fuerzos con Jos que dar respuesta Gentifica al BATES (A CONTRIBUCION GENETICO-AMBIENTAL 107 Papel 'de los factores hereditarios en el com- portamiento y a los modos genéticos, bioqui- micos y fisiolégicos de producirse sus resul- tados, tanto en los individuos como en las poblaciones humanes. Se trata de un viejoin- tento en el que habia militado Darwin (1872) yal que habia contribuido Galton (1869), al estudiar el parentesco existente entre un mi- lar de personajes eminentes. La aportacion metodolégica, disciplinaria y experimentai, tanto en el terreno animal como en e) huma- no, y en el 4rea tanto normal como-patologi- ca, encuentra hoy una legion de cultivedores entre los que deben:ser citados Tryon, Thompson, Scott, Burt, Vandenberg, jensen, Siever, Gusella, ete. 2.2. Psicogenética animal y humana » Vamos a ocuparnos de los testimonios que se desprenden de le investigadion animal, v: lidos para respuestas simples y pare conduc- tas complejas, como un paso para la consi- deracion de la Genética.de.}a..conducta humana y de sus rsgos tanto normales como psicopatologicos, exponentes estos tiltimos de Ta enfermedad mentale: + La conducta animal de apariencia més ele- mental, como Jas taxias, cinesis; etc., ha sido @bjeto de variadisimos estudios que no es ésta la ocasion de resefar. Son para nosotros més significativos los que se refieren 2 conductas sensomotrices, como los que Ievaron a Witt y Hall (1949) a experimentar con ciertas razes de ratones que presentaban convulsiones ante sonidos de tono alto. El cruce de Jas mismas confirmaba el patron genético al que corres- ponde el fenémeno. El progreso en-investi gacion animal ha conducido a ciertos hallaz- {gos alusivos a conductas superiores, como son los del apendizaje, para los que fueron utili- zados cruzamientos selectivos de dos distin- tas especies. Se cruzan entre si aquellas es- pecies-que presentan grandes dificultades en la resolucién del laberinto, produciéndose a partir del cruzamiento ratas auténticamente torpes. Y de la misma manera, se leva 2 cabo 108 — PSICOLOGIA MEDICA el cruce de las listas, obteniéndose estirpes inteligentes (Tyron, 1940). Hilgard (1973) ha reflexionado sobre Ja va- Iidez de este tipo de investigaciones, advirtien- do como Ja metodologia empleada para reali- zar Jas mismas, ha necesitado mejorar notable- menie, hecho conseguido en Jos ejemplos que presentan Thompson (1954),-en los que se usan laberintos mas propios para la medida de ja inteligencia general y un mejor control de genotipos. La conclusion resulta positiva, como “Jo han sido también para la hipétesis genética las experiencias Uevadas 2 cabo respecto a Ja conducta sexual de los insectos, de la que Bas- tock (1956) hace una muestra ejemplar dedi- cada al fenomeno de galanteo en la Drosophila Melanogaster, donde con ocasion de un reper torio de conductas simples, se manifiestan pa- trones basicos de ascendencia genética. En el"campo dé la herenda humana de la conducta; el tipo de metodologia resulta, como ya indicamos anteriormente,-totalmen- te diferente; dado que no va a ser viable él cruzamiento experimental que se Hevaba a cabo con los animales, ni el periodo de vida a examinarves tan corto como el de la Droso- phila+ Por otro’ lado, tampoco los rasgos que van a ser considerados tesultan simples: por el contrario, son complejos y necesitan por ello el’control de una pluralidad de genes. Su dificultad,'a medida que pretendamos con- trolar categorias conductuales permanentes, como las que afectan a Ja personalidad, crece hasta extremos dificiles y 2 veces, desde el punto de vista del método, controvertidos. = s~ En general, la investigacion en Psicogené- tica ha tratado de levarse a cabo aprove- chando e] camino que va del genotipo al fe- notipo, 0 siguiendo la direccion inversa, cuando parte del fenotipo y asciende hasta el genotipo. En el caso humano se ha seguido a veces e] curso genealégico que, como su’ pro- pio nombre indica, se realiza a base de inves- tigar el histo:ial de una determinada familia. Es usual Ja utilizacion de métodos de corre- lacion’ entre las puntuaciones de ciertos ras- gos entré padres e hijos, ya que si se ha de: defende® que los padres tienen que'ver ge-. néticamenté con Ja transmision de'capacide~ des cognitivas de sus hijos, debe poderse en- contrar una correlacion entre Ja puntuacion atribuida a unos y a otros. Por otro lado, se ha desarrollado una amplisima investigacion, sirviendose del método de mellizos, en la que Jos gemelos monocigéticos representan el su- puesto de identidad genética y los dicigéticos 0 bivitelinos ostentan‘un nivel de semejanza equivalente al de los hermanos ordinarios. Por fin, se‘han planteado hipétesis de:ambos ti- pos de gemelos educativos juntos o por se- parado, o de hermanos ordinarios en ambas situaciones, o.de nifios sin parentesco que han sito educados’juntos. Son frecuentes las comparaciones realizadas utilizando las cate- gorias de padres-adoptivos, hijos adoptivos, . eicetera, para poder valorar, como resulta siempre necesario, el factor genético y el res- pectivo factor‘ambiental que interviene en cada una de esas condiciones y situaciones. Los’dos' campos preferentes de investiga- cién;coino'no podria’ser menos, son los de la inteligencia’y-los:de la personalidad, espe= Galmente referida a lo temperamental. Por lo que respecta a Ja inteligencia, Pinillos (1975) formula el-célculo de Ja: posible medicion de la heredabilidad de 1a inteligenaiz’ mediante <8 2733 CUADRO: 6.15% Estimacién de fa heredabilidad del rasgo- \Réproducido de Wolmman, Manual de psicologia, : Martinez Rocé, Barcelond, 1979) °* Heredabilidad dé! rasgo: Se define como la proporcién dé Varianza en un. rasgo en una poblacién especifica que es deter: minada por causas genéticas aditivas: Se formula de la manera siguiente: © 72°F 55 donde hr’ = estimacion de la heredabilidad. (V4 + Van #.V4) = varianza fenotipoca total. 2: V, = varianza en un rasgo debida a efectos ge- inéticos aditivos:i +45, 22 ya oye tis ya fianza debida a causas no aditivas (p. ej-, dominancia o interaccién epistatica). - varianza debida a causas ambientales.’ LA CONTRIBUCION GENETICO-AMMENTAL 109, CUADRO 6.2 Coeficientes de correlacién en distintas variables ~~ | (Reproducido de Pinilios, Principios de psicologia, Alianza, Madrid, 1975) Senin Birt (1966) Ine Lectura y arte Reni = gag gencia oriografia fica aia allt ! general Gemelos idénticos educados juntos. 0.94 0.95 0.86~ ~ ~ 0,98 ---~— 198. Gemelos identicos educados Por sepa- i n ~ rado.~ + 987 0.60 0.70..." 0.62 (rear ge O88 Ginelos no identigos edicados juntos.” © 0.55 ost 7-074 2083” aes ae = Hermanos educados juntos. O5s~. 084 075 080 Peon oe Hermanos educades por separado. oat 049 056-7 053 Bae |S. Pateias de ninos sin parentesco educa ‘ seen GOS juntos. 0.54 0.48 D4) ag oll nF ae el estudio con gemelos uni o bivitelinos, en los siguientes términos: si F1-F2 representa la di- ferencia en cociente intelectual entre dos ge- =F melos meramente fraternos, e i1-i2 la dife- F rencia existente entre dos ‘gemelos idénticos, jupuesto de que la’ diferencia entre los fra- témos fuese 1 mayor que Ja que existe entre Jos = j@énticos; entraharia un‘ control genético del © Cociente intelectual. La formula seria F1- © F255:11-i2; ubilizando para su célculo el es- ‘fadistico h2 de Holainger que «estima el por Eeniaje:de varianza fenotipica que es expli- “cable genotipicamenté.. - =Asi pues, en la revision de los abundantes Enadios realizados en busca de conclusiones, ~ unos arrojan resultados més significetivos y Giros menos, pero siempre en Ja linea de tina iesis positiva. Burt (1966), en datos que to- niainos del propio Pinillos'y cuyo cuadro re- = producimos (Cuadro 6.2), no deja ugar a du- = das, alcanzendo el codente individual, en el = caso de gemelos idénticos educados juntos, na correlacion de 0.94, frente a los no idén~ tices con 0.55. Como'puede verse, en el es- tadio se inchuian también variables ambien- gb tales: Newman Jo habia’ sefalado.-ya, e Presumiendo la.existencia de una escala de heredabilidad més positiva en variables fisi- cas, algo menor en la de inteligencia y algo menor en Ja de personalidad, correspondien-, ~ do en consecuencia esa escala al papel del ambiente, que resulta menor en las primeras, : algo mayor en las segundas y ableriamnete ;, Mayor en’ Jas terceras:,". No todos los datos son igu#! 4€ concuyen- tes, pero si permiten sostertT 0 ee grado de apoyo a la tesis de |? relacion entre parentesco genético y nivel A en como también puede observiS® 6m €) uadro que transcribimos de Eysenth 2971 ¥ omas fuentes (Cuadro, 6.3). En tot? $50 este tipo de estudios quédan hay motlificados por los anélisis de lo que es el “cons|72t0 en Ge» y las posibilidades que permite el modelo poligenico, con arregio al cud! S¢ examina: Las ‘bases moleculares de la mer/lO™ y del apren- dizaje resultan determinante® ©! profesor Se- rra (1980), genetista italian’? Hame Je aten- Gion sobre los fundamentos ¢0bF€ Jos que han de descansar neurolégicame?te }os hechos; @ saber: la union sinaptica y 145 modificaciones que ayudan a codificar la inifOTmacion de Jas “Gules cerebrales, como conPecvencia de una sintesis de moléculas nuevés de naturaleza proteinica.. "7 + Los problemas de la genética de la inteli- gencia en relacidn con los p/Mblemas raciales, han liegado @ constituir un ASURtO especifico de gran importanda sodal, © )pecialmente con ocasion de-lds-trabajos dé AtthurJensen (1968), que ha invertido la (SIS de signo am- bientalista que Ja propia psicologia social americana venfa mantenienA®- Jensen Dega 2 afirmar una inferioridad @¢ !2 1924 NEBr? americana en lo que se refiete a a la inteligen- Gia, procedente de una dis/Pinucion genética producide por la Selecaon MEaBVe co” OE fueron’ simportados» desde Poftica; sin ex 110 PSICOLOGIA MEDICA CUADRO 6.3 Inteligencia y grados de parentesco (Reproducido de Pinillos, Principios de psicologi, Alianza, Madrid, 1975) —_ Herencia ve Correlacion Seteepietieee, © skein aa G.i, (subnormales). 100 G. i, educados juntos. 300 G.i. educados apane. 100 G. {-(subnormales) 50 G.f, educados juntos 3 (mismo sexo). 50 05 idem. sexo diferente. 50 0.50 Hermanos educados. = juntos, 50 0.50 Hermanos educados apare, 50 4s Padres-hijos que viven 2 GUMS, eee be BQ ac Padtes-hijos separados. 50 Tio y sobrinos. 2h +035. Abvelos-nietos, | 35 0.25 Primos carnales. 5 2 23.025 ** Primos segundos. 12 Diggs Sin parentesco~ s+, 3 seats Nifos criados juntos. 0 0.20 Padies-hijos adoptivos. <=: 0 020 Sujetos elegidos al azar. 0 + - 0.00 ~Atnaue representativas de résuhados obtenidos por ecenas de investigadores durante medio siglo de Wre- bajos, todas estas cifras no son mas que estimaciones que deben interpretarse con prudencia, teniendo en ‘cuenta que las variaciones ambientales que han inter: venido en estas experiencias no han sido por lo general demasiado grandes ni sistematicas. Ello tiende; por con- siguiente, a magnificar el peso de la herencia, pero slo hasta ciento punto, No debe pasarse por alto que carac- teristicas como la altura, en cuya regulacion interviene la herencia sin género de duds, presentan en los g i. una de 0.95, y en los {raternos, de 0.65 aproximadamente; esto es, cifras parecidas a las encontradas en el dominio de la inteligencia: Que las influencias ambientales y los aprendizajes desempehan un papel destacadisimo en todo ello es, por.descontado, algo que a nadie puede ‘ocurrirsele negar en funcién de los anteriores datos. tampoco la existencia de condiciones am- bientales posteriores, de signo negativo. El reclamo genetista y los argumentos estadisti |.£08 dados paia ello, han hecho mella impor- “ante en esa gran discusién entre nativistas y. imbienialistas que, como dijimos al princi. . intervenir activame: sultados. El supuesto de la heredabilidad, en Ja me- ~~vdida que alcance a los factores de persona- lidad; resulta todavia més complejo, por les Tazones que ya anterjormente hemos comen- “tado. Si su resultado arroja atin un signo po- Sitivo, no debe desconocerse la cantidad in- gente de variables que entran en cualquier dimensién de la personalidad, como le que, en ~..este_orden_de cosas, Eysenck (1960) sometié @ examen en relaci6n con la introversién-ex- traversiony con sus.condicionamientos, Los factores.ambientales correlacionados pueden ser inmimerables y desde. luego; como sefie- Jan Thompson y. Wilde (1979), hay. que pro- curar conectar también el origen de esos ras- g05 a su fundamento biologico. Pero para hacer que resulte mas patente ese hecho de la plurelidad-bieno serd:recordar que Eysenck ligaba Ja dimension de la personalidad intro- version-extraversion a un listado de.variables, en e] que apatecian la.constitucion sornatica, Ja funcion intelectual, 1a rigidez de percep. Gion, la persistencia, la veloddad, el nivel de aspiracion, la sociabilidad, la represidn, las actitudes sociales, el condi: ionamiento, el umbral dé sedacién, etc., incluyendo los po- sibles.sindromes neuréticos que pudieran acompaiiarla.. « Hinds > En fin, haber hablado de un indudable control genético y haberlo situado en las funciones psiquicas mas elevadas, como pueden ser Jas que afectan al area congnitiva yral espectro de la personalidad, nos ha apattado, quizas, de haber examinado una a una la capacidad del control genético en los procesos de respuesta y especialmente en los. que corresponden a la capacidad motora. A ellos han.venido dedicando estudios diver- sos Kaplan (1968), Waardenburg (1962), Vo- gel y Goltze (1959), etc. Quizas sean estos ltimos los que mas fomentan la hipatesis de un determinismo genético, apoyado en el caso de:Jas pruebas electroencefalograficas ~ suministradas a gemelos en estado de repo- = 80. Puede encontrar el lector datos sobre to- dos estos puntos en la enciclopedia ditigida por Ancona (1980), 2.3.-Psicogenética de la enfermedad ma.de reaccionar anie lo nuevo. O la del sindrome de Klinefelter; con alteraciones de Je personalidad y sexualidad, como astenia, Pasividad o desviacion. O Jos del sindrome de.Turner, con el grado de disgnosia en Ja © percepcién del espacio y la orientacion.. _4z:En cuanto a esa clase de patologia; deriva 2 8 de Ja alteracién del cariotipo, el mismo Se. 174 se pregunta por los mecanismos a través PRESET RE ETT yer & ma RPMI PEERTET YS FOE \A CONTRIBUCION GENETICO-AMBIENTAL m1 de los cuales se implanta una anormalidad de comportamiento, y recomienda le reflexion sobre la atractiva hipdtesis de Benda (1969), formulada a propésito de los mon- goloides y su obstinacion, vinculada con Ja disarmonia en e] desarrollo de Jas areas sub- corticales centrales (emotividad) muy desa- mrolladas, mientras que los sistemas de largo Creuito del cortex (evaluadores de interac- Gon inieligente) se encuentran infradesarro- llados.: . - * 5% Pero el peso genético sobre Ja conducta anormal y la enfermedad mental puede pro- venir también de los mutantes metabélicos que son capaces de provocar la manifestacion fenotipica correspondiente. Ese es el caso de Jos trastornos innatos del metabolismo, pro- ducidos, por ejemplo, por Ja fenileetonuria diasica, como resultado de.alteraciones en: maticas. Esa alteracion bioquimice depende, indudablemente, de los genes que reguian la sintesis de los mismos, y. produce retraso mental (oligofrenia fenilpiravica), con todo el cortejo de hipercinesias y-descontroies que Ja singularizan.- bese Pero ademés.de Ja deficiencia mental, iz genética psiquiatrica.se.ha venido ocupando progresivamente de los trastornos afectivos, de la esquizofrenia y. de las propias demen- Gas, asi como de algunos trastomnos de con- dicion adictiva y obsesivo-compulsiva: E] profesor Seva (1994) ha trezado un panora- ma resumido, pero muy documentado, de este orden de antecedentes genéticos que hoy se Proponen como método incluso de primera aproximacion a cualquiera de los grandes sin- Gromes. Suele darse por admitida la presen- Ge de factores genéticos en ja depresion en- dogena y;-en-general, en los trastornos afectivos. La alteracion localizadz en el gen - dominante de} cromosoma 11 viene, siendo invocada junto a.estudios que ligan Ja enfer- medad bipolar a un gen del comosoma 10, Se ha sefialado que el gen responsable puede es- tar localizado en distintos cromosomas segin las familias, lo que haria entendible, como se- falan Garda ef al. (1993), las diferencias en- tre gemelos univitelinos y bivitelinos (de un 20 a un 80.% de incidendia), asi como el dato: 112 PSICOLOGIA MEDICA Ge Ja existencia de un 10a un 20 % de fami- Uares de primer grado que comparten la en- fermedad. : i En el caso de la esquizofrenia, el papel del Benotipo fue ya reconocido al hilo de los es- tudios de progenie y de comparacion entre Bemelos univitelinos y bivitelinos. El proble- ma ha sido siempre puntualizar el-alcance Preciso de la informacion genética transmiti- Ga por Jos.cromosomas, porque-no ‘resulta factible aislar cada uno de esos elementos. La heredabilidad resulta la medida cuantitativa que englobe la totalidad de los factores ge- nébicos que, por lo que afecia a la esquizofre- nia, resulta ser, segin se sefiala en Ja obra de Ancona, del orden del 50 al 80 %, siendo «e] Testo de los casos debidos a f néticosn (Cuadro 6.4). 2 > = esariae Para’ no simplificar excesivamente las co- sas, hay que tener‘en cuenta que junto'a lo genéticory Jo ambiental, merece la pena re! Curriz-a losiestudios de union, én los que’se busca ‘descubrirla' posible vinculadén entre tune enfermedad frecuente en una familia y un marcador neuroquimico, como es el de la monoaminooxidasa plaquetaria de tipo By el de las :aminooxidasas plasméticas, cuya acti- vidad, seguin sefiala Seva (1979, 1994), resul- ta mas baja entre los enfermos esquizofréni- cos que forman parie de familias castigadas por la enfermedad. En ese mismo orden, Seva comenta Jas uniones de la esquizofrenia «con Jos marcadores del gen del receptor D2 de la dopamina, con el gen del receptor D3 de la dopamina, con el gen del factor del creci- -Miento nervioso y con el gen del factor glu- cocorticoiden.*:0":." ~ aie Podriamos seguir citando ejemplos;. pero creemos que pueden ser suficientes los hasta aqui mencionados. La prensa cotidiana y la Gentifica nos srprenden continuamente con una promesa de descubrimiento genético que puede ser. definitivo en la etiologia y trata: miento de miltiples patologias. El pasado 23 de junio de 1995, se especulaba sobre el gen de la violencia, y'el 29 del mismo mes se anundiaba Ja identificacion del gen mas agre- sivo de] mal de Alzheimer. Valgan tino y otro “como ejemplos muy-actuales; que reclamah ctores no ge- CUADRO 6.4 Riesgo de esquizofrenia en familiares de esquizofrénicos (Reproducido de Wolman, Manual de psicologia, ‘Martinez Roce, Barcelona, 1973) = Porcentaje de * riesgo de esquizofrenia Hijos o hijas de padres y madres no es: * quizofrénicos (poblacién general). “°° 0.85 Familiares-de casos indice de esquia: ae frénicos adultos. No consanguineos: = hermanastios o hermanastras. esp080 0 esposa. Primos hermanos. == = Sobrinos y sobrinas. Nietos y nietas, Sub Medio hermanos 0 hermanes. Padres 0 madres, Hermanos 0 hermanas, Mellizos dicigoticos: 2° =r Meliizos dicigéticos del mismo sexo. :-4'-"- Hijos o hijas de padre o madre esqui 2ofrénicos, ae : Hijos o hijas de padres esquizoirénicos, Mellizos monocigéticos. .'~ Meliizos monocigoticos que hayan vi Vido separados un minimo de.5 ans. Mellizos monocigotites que nd_hayan sido separados-~ Es Clase ‘Segun Kallman (1946, 1950), Shields y Slater (1960) y Rainer (1366), Z é una documentacion mas completa (Cua- dro 6.5). Be 2 ees 3.1. Del ambiente’y sus instancias + Dentro del artificio a que nos obliga la con- sideracion por separado de la herencia y del ambiente, nos coresponde ahora estudiar lo que supone la coordenada ambiental, para ver en qué medida influye,"interaccionando con a herencia, en ja ‘conducta: Neturalmente, evitaremos incurrir en los sectarismos del ambientalismo polémico, como. hemos evit do paginas atzés hacerlo en el genetista: = Estimaciones de heredabilidad de diversas con de concordancia (Reproduccion de Wolman, \A CONTRIBUCION GENETICO-AMBIENTAL Namero de pares 113 - CUADRO 6.5° ductas patolégicas, derivadas de las proporciones en mellizos monocigéticos y dicigéticos Manual de psicologia, Martinez Roca, Barcelona, 1979) Porcentaje . concordante positivamente ? = corregido ~*~ segin la edad ab ran Tota Monoci- - Dicigé--2° Monoci- = Dicigo - i Riticos . ticos .--,. g6ticos"» _icos- Defitiencia mental. =, : Tasha Teoh Aé2s0s confinados en una institucion) 366 126° "240 530.84 Rosanoff y otros (1937); casos «endoge- * a nose unicamente 189 602 1129.2 100 58... 1.00 Juda (1939); todos los casos 220 Fi. 149 - 97 = 56 0.93 EBSS “Esquizoirenia . : SE Bese Luxenburger (1928) 81 2 60 67> 3. 0.66 SS= Rosanolt y otros (1934) oe» eR VAD aed e675 0. 0.68 Pat ag nc BE Wilte g24ene PV SIT 0.63 ree N56 22 AT ee WSs oe (68: + hy 0.64 : : 76" eC ‘ofig,, 1986) , 2 { 621 Kallman (informe mas reciente; 1953) "~~ | 953 Xallman y Roth (1956): esquizofrenia’ en’ "~""” Gottesman y Shields (1966) Kringlen (1966) .-- ace Late ape Psicosis maniaco-depresiva * 55%. - Luxenburger (1942, citado por Gedda, BA 271991) an ve eh Pee re 139 BEE Rosanoff (1925) - fia tag = 90 ‘allmann (1950) vey ‘allmann (1953) alps 85 Slater (1953): Trastorno aiectivo enddge- a 38 Da Fonseca (1959): Trastorno afectivo . endégeno * aa 60 x La nocion de ambiente, més atin gue la de :. herencia, se presta a un conjunto de interpre- taciones varias y a un.repertorio de acepcio: nes heterogéneas. Se trata de una de esas ca- tegorias que todo e] mundo parece entender, hasta que se van poniendo reparos a sus 36 83 ~ 84 £15 0.81 23350167 270.5. 16. 0.69 23 sis :52 96-5 267 0.95 272 1358 100". 26%... - 1.00 ge pees ate OT “30 57 29°" "0.39" ag; 75 36" 0.60 ideas. E] Websier Dictionary lo entiende como «el complejo de condiciones ¢ influencias ex- temas que afectan a la vida y desarrollo de un organismo»..Con ello parece que se pretende resaltar la distindén entre factores exogenos y.endogenos al sistema, asunto que, como.ha 114 PSICOLOGIA MEDICA sefialado Bates (1974), replantea el problema de los limites del ambiente, con aquella an- bigdedad que se observa en casos como el del Sjemplo de una manzana, cuya sustancia se hace circular desde el «entorno» hasta el «in- tomor del individuo. Y asunto que obliga a plantearse, plicacion de Ja interaccin entre organismo y ambiente, al detenemos en la cadena inter, minable de sus fases previag o - Marston Bates (1974) Propone que la mejor Para abrir camino finir el ambiente. vista, @ nuestro propasito de de- ¥ lo primero que salta ala Porque estamos contreponiendo am- diente a herencia, es Suponer que el ambiente comprende todos los faciores que influyen en nuestra conducta que no sean los propios in- gredientes del patrimonio genético. De algu- na manera ya lo hemos mencionado anterior- mente. Estos factores se han agrupado nor- malmente en torno a: 1) los que forman parte del ‘ambiente fisico externo, tanto natural como constraido, desde e} cual se irradia esa influendia a través de los medios con que el organismo cuenta para contactar con su am- Diente; 2) un segundo circulo ambiental se nos instala traspasando nuestra periferia; consti- tuye nuestro medio interno, conformado a expensas de nuestra capacidad metabélica, en el mas amplio sentido de la palabra, y 3) un tercer entorno estaré integrado por el medio social dentro del que vivimos y desde el cual . y hacia el cual vienen y van un considerable repertorio de influencias, tanto directa y per- sonaimente, como indirecta y colectivamente: Creemos que es suficiente el enunciado de esas’posibles acepciones de ambiente, para _ hacemos cargo de su inmensa complejided, nutrida por determinantes tan diversos como” - el paisaje y Ja configuracion urbana, el diéxido fon mas seriedad todavia, la ex... de carbono que respiramos, los elementos sen- sibles que captamos y con los que configura- mos nuestras percepciones, los demas seres humanos, las instituciones, los medios de co- municacion y la cultura en que estamos in- mersos y-en cuyo proceso de gestién partici- pamos. Mas aiin, la complejidad aumenta cuando pensamos que en ese compacto, todo actia sobre todo y en esa inagotable interac- Gon la unidad dei mismo sdlo puede ser defi- nida a titulo de recurso explicativo. Hablar de Uumites'o hablar de interaccion resulta enton- ces tan dificil, que més. vale no introducimos en una linea cuya espiral se pierde en el infi- nito. - 3.2. El peso ambiental Paralelamente 2 como Jo hemos hecho para Je herencia, podriamos ‘examinar ahora el peso “propio del ambiente en la conducta. La ma- ; era de proceder que hemos utilizado al ha- blar de la herencia o al hacer él célculo de la heredabilidad, puede servimos para indicar el peso del ambiente. De todas maneras, siemn- _ Pre habremos de tener en cuenta qué la for. 7 ma de entender el factor genético-es distinta ~ que Ja que podemos emplear respecto al.am- : Biente, Frente a una cierta rigidez en la con. cepcion de la herencia;-se nos sel lina Gerta flexibilidad de lo: acabamos partidpando. i Los estudios relativos a Ja influencia am- diental vienen levandose a cabo de manera Singular en cuanto afecta a Ja inteligencia.-Fl Panorama que se adivina es tar alentador, que cuando se trata de medir el impacto ambien- tal en el examen de diferencias entre un fe- notipo y Jos diferentes genotipos que Jo ma- nifiestan, se llega a estimar, como sefiala Yela (1981), hasta teinta y seis puntos de diferen- Ga en el cociente intelectual. Lo que supone una diferencia mayor que la existente entre clases sociales y etnias. Anastasi (1966), por su parte; en esa misma‘version optimista, confirma la existencia de un hecho causal, se- gan el cual cuando el ambiente se transforma ‘decisivaménie;el cociente intelectual estable- ido también varia: le presentar s ambientes en que (A CONTRIBUCION GENETICO-AMBIENTAL 118 ASPEN Nos parecia una evidencia genética que el parentesco y la inteligencia se relacionaran estrechamente, y también de form: ocho*pares de gemelos univitelinos, cifr que, sefala Yela, es comparable con la qué ofrecen los estudios diferenciales entré blancos y negros en el ambito norteameri- cano. Cuando se habla de las relaciones ambien te-conducta, hay que dejar abierta Ja puerta @ ~_ Jas interpretaciones mas diversas que seafi capaces de dar cuenta tanto de la disponibi- lidad del sujeto; come de la potencialidad del medio. Desde la psicologia profunda hasta 1a etologia, o de las teorias del aprendizaje hae ta Ja neuropsicologia, caben explicaciones acerca de la configuracion del sujeto. Y en él orden de) ambiente, no hay ningiin género dé dudas de que existen ambientes ricos en esti= mulos, frente a otros que no lo son, y am dientes fisicos dificiles y ambientes fisicos {4~ 2, Si se da entre ellos una auténtica diferen- .. “ciJes: Como eéxisten relaciones personales ja ambiental. oho Ay * *<" provechosas y otras que no Jo son tanto (Fig =: EHilgard (1967) reconoce que la correlacon 6.1 -y 6.2).225 > Bi entre padres € hijos adoptivos es muy limita~ _="/"En el orden de Ja personalidad y de la for Be da> “macion'de Jos sentimientos, el papel de lu 8% ahora nos vuelve a parecer, a evidente, que aquello ocu- ma porque ese pareniesco entrahaba tam- bien, usualmente, una similitud ambiental. La © correlacion entre gemelos bivitelinos es ma- yor que la existente entre hermanos comu- HE Nes, pero la causa de ello solo puede explicar- BRE ce sobre la base de hipotesis ainbientales, ya ES: que la comunidad genética es la misma y, sin BR. embargo, el ambiente se asemeja mas en los =e Eemelos bivitelinos que entre jos hermanos comunes, @ los que separa al menos ja situa. E=. don ambiental de ls edad. Hay veces inchuso,- como sehala Gotterman (1963), que los ge- melos univitelinos egan a distinguirse de Thanera significative en su nivel de inteligen- d2;pero tambien’senala que el nivel de los 0 doptedos crece significativamente cuando ambientes, sobre todo sociales pero a veces on instaledos en un entorno familiar cultu- inchiso fisicos, resulta un hecho incuestioné~ mente favorable. Y es que ld familia cul- ble. Nuestros, sentimientos, base de seguri~ = fifalmente més desarrollada,.segin Hudson dad,-empaiia} autonomia y'ajuste, a f come (1970), estimula el nivel mental’ Asimismo, el’ suis contrarios se moldeay en relacion con ef papel de las clases socialés y sus atributos ices y psicosocales resulta indiscutible a la ambiente. Un ambiente, que se teje en las 1€- laciones familiares y especialmente en e} bi- hora de establecer comparaciones entre sus nomio madre-hijo, que se trama en el mundO distintos niveles. Los datos provenienies de _~ escolar y en el compaherismo, y que se ver" Anastasi (1966) asi lo atestiguan, cuando tebra en las relaciones laborales y sociales. comperan entre ambientes rurales y urbanos, Cuando el lector examine el tema de ls pe/~ entze los que pueden darse diferencias de _sonalidad y de Jas actitudes, descubrins con hasta nueve puntos en el cociente intelectual, mas detalle el impacto del ambiente cobre €! gue naturalmente Nlegan a acortarse con’oca-_individuo en desarrollo. El medio smbiente sién del acercamienio que hoy se produce en que influye asi sobre el sujeto es una red eS gp Tus condiciones de vidas2i sneer vs 's pesa de condiciones suministrades de forma £ Un tipo de estudios gue tienen singular —_ natural y social, dentro de la que el individyo F interés son los que Gotterman (1968) hade- nace, se desarrolla y Dega a su plenitud. Int Gicado al anilisis del impacto'ambiental en, porta cada variable, pero importa sobremé- coelintos genéticos idénticos, donde se en nera su coherencia, pare que la conducta Ne Cuentran diferencias medias de cociente in- . gue a ser mas rica, mas abierta y mé$ telectual muy amplias, que parecen igualar- ormalizada, Porque exisien, sin duda, arA- Se con las escalas de ambientes distintos en _bientes que favorecen J neurosis y hasta Jos que se desarrollan. Las cifras que ofrece Psicosis, la depresin, la ansiedad, Ja adi¢- son hasta de catorce puntos de diferencia Gién, etcétera, de Jos que mucho podria hé- media de cociente, intelectual,. en treinta y.. blarse Fig. 6.3): 2 116 PSICOLOGIA MEDICA Figura 6.2. En’este pequeno Parque urbano se utilize und“ cascada de airactivos disehos © pare enmascarar el ruido ambiental de la ciudad. =.» « (Reproducido de Holahan, -. Psicologia ambiental. Limusa. México, 1991). 3.3. Ecopsicologicidad ~ Si la genética es un mundo de promesas in- sospechadas en e] ambito de las ciencias bio~ logicas, la ‘ecologia resulta en si misma un tema fascinante, en la medida en que se acepte la rentabilidad del concepto de niveles de organizacion desde el protoplasma hasta’ Ja biosfera, o que se reafirme la creencia de que la homeostasis y Ja regulacén biologica’ cuentan en: todo tipo de procesos vinculados con la vida: La ecorregulacion, la ecoenergé: tica y el ecociclado son testimonios fehacien- tes de ello. 22° Stake Figura 6.1. Las “consecuencias a largo plazo en los seres humanos.~ expuestos al ruido y a las aglomeraciones ha sido un™ tema de preocupacion :”-"" Constante para los psicélogos + ambientales. (Reproducido : de Holahan, Psicologia s ambienial. Limusa. México, Pero si eso sucede en el ambito bioecoldgi: €0, no resulta menos importante el impeti con que las ciencias’sociales han ido establecien- do los supuestos de una ecologia social. $i el objeto de la indagacion ecolégica’es, como afirma Hawley (1982); da comunidad; cuya forma y desenvolvimienio se estudia con par” ticular referencia a los factores coadyuvantes y limitantes del medio» ‘0, si se quiere decir mejor, a morfologia de la vida colectiva; es“ tatica y-dinamicamente:considerada», Ja im- plicaci6n’ en ello de Jo sociolégico resulta ine- vitable, porque e) desarrollo y organizacin dé Ja comunidad 0 #la manera’ en que los hom= LA CONTRIBUCION GENETICO-AMBIENTAL 117 Patrones culurales Offa forma de integrar un amplio conjunto Eswucturas sociales - de variables fisicas y sociales bajo el marco ecopsicologico es la gie Rodolf Moos (1974, 1976) propone con su concepto de clima so- cial. Describir un clima social como el que existe en una comunidad escolar, en una co- munidad terapéutica o en una. prision, es conjugar Jas mas diversas variables ssoloee cas de orgénizacionz personales, de grupo e ss iMistitucionales,.con Jas que ese lima rs tiene que.ver a ees 3 Hay enfoques conductistas de signo inte:- -:. sa: vendionista para examinar las reladones fun- Figura 6.3.. Dos hernianos ail viven sk misma onales entre ambiente'y comportamiento, y casa dibujaron mapas personales muy diferentes fe No Ieee Se chivecinasdo, iReppualieda de Holahan, Psi. 108 hay de signo cognitivista. Tanto Ja per Gologie embienial. muss. México, 1991). cepcién, coino Ia‘evaluacién oa intervencion oh . ambiental, ‘han sido esfaerzos de la ecopsi- : : 2 cologia. por asumir Jas-realidades fisico y so- bres se relaGonan.mutuamente para vivir en Goambientales'y aguellas otras -que resultan su habitats, serén ingredientes imprescindi. de su integracién (Ridruejo, 1981 y 1983) de toda ecologia humana, El habitat,las Porgue, ef dltimé instzncia, tanto la cons- pobiaciones y su composicion, la estructura de —_truccion.de una psi¢ologia ambiental, que re- ig comunidad y.sus niveles,y.el cambio.de —_flexione Sobre Ja influencia‘del ambiente y-su cuaiquiera de ellos, deberén ser motivo de es-naturaleza” en’ el comportaimiento, como dio, bes aguella otra que, con pretension mas radical, oi Neda de particular tene que se haya.plan: se detuviera’a-concebir la conducia y-su am- ado también,-en términos conductuales;un ito como algo fan, igado entre si que repre- ambito de estudio ecopsicolégice, que encuen-__sente el objeto uinico de la psicologia, son tre su primer testimonio de Jogro en torno 2 _ proyectos que sintonizan con el signo de los Baker (1968), Moos (1974), Proshanski (1970), tiempos y que tienen cabida en el marco pro- Rappaport (1977), Stokols (1977), etc.,y.que _gresivo de-las.Gencias humanas de nuestros haya sido precisamente en este ambito donde dias = i. 64). i eve se haya hecho més sensible el paso desde un : determinismo ambiental a un posibilismo y a un interacconismo. El examen de las influendias‘del'ambiente - fisico y del ambiente social sobre la conducia, ‘Se hace preciso comes para ierminar este @ inclus6 Ja cOnstruccion de Categorias donde © tema, el signo.que preside las conjunciones aquéllos se integraban, como es el caso de Jos. __heréncia-medio,-innato-adquirido, bio y so- behavioral settings 0 escenarios de conducta, _ Go procesos y cualquier otro de los anillos que €s el horizonte donde se quieren descubrir los hemos ido presentando 2 lo largo de estas patrones de comportamiento que operan’en _lecciones.;Los excesos de un determinismo ambitos fisico- naturales y sociales. Asi,-por genético, como control integral de Ja conduc- ejemplo; el aula de clase, Ja plaza del pueblo - ta, que hiciera coincidir,.como sefala Serra a Ja salida'de Jé'misa dominical de doce, etc. (1980), sgenes y fenes»,de forma univoca, no La obra de Barker o de Wright en los ai tienen sentido algun, porque la relacion en- ioe es ses esc, yl tre éstos es compleja, y mas compleja todavia intervendion,;son a medida que.se:asciende en Ja escala z0olé- Sus mejores exponentes. ica, shasta convertirse en casi laberintica-en Ambiente fisico ~ Regtones geogréficas Fes: 118 PSICOLOGIA MEDICA hase repecto al cocente intelectual entre fie apunten némicamente distint: a ae ma alts corzelacién existente el cociente intel nal y eduicativo del padre ¥ ima Rtclechal medio'del hijo, télogo de investigecionas euents de un ca- igaciones coricret, _ riamente limitado porque se cuents nnn gama reducida de penotipes deen oe Benotipos distintos y con una serie también pequeria, ¥-no siempre bien Gefinida, de variables ambientales. No se puede siempre, aunque se pretenda, ver lo que ven y verén los demas, pero‘no creemos gue una vision que pudiera resultar razona- ble por e] momento, cree sospechas ni sobre el hecho mismo de la interaccién herencia- ambiente, ni sobre las cuotas moderadas de participacion de la una y el otro en la hechu- ra'conductual; Importa; sobré todo; no olvi- dar que ‘ambas Son propiaé del individuo y * que él niinca debe encontrarse inerme frénie +-8 Jo que’es de sui propiedad. El individuo no Fesulta”pasivo frente al ambiente, ni-éste es L tan poderoso como para que’ el individuo bien Figura 6.4. -Un modelo holistico del ambiente, __dotado no sea capaz de dotarse también de un (Reproducido de Holahan, Psicofogia ambiental. —_enitdrrid' propio. -Ademés, la herencia de lo Limusa. México, 1991). « <=". “poligénico'no ‘dispone'tampoco de un’ poder : absoluto‘ Por tanto; el individui6 no debe en- ae contrarse indiferente frente a ellos, ni dejar de el hombres. Tampoco Jo tienen; en modo al- tener, como sefiala Yela (1981), una Gerta vo- guno,-los:del determinismo ambientalista, _ luntad de asimilarlos. i para e] que los animales y el hombre son ca~ : oH paces de modificar ilimitadamente su con- ducta por Ja experiencia y el aprendizaje. La herencia pesa y el ambiente pes, pero pes@n-—_BIBLIOGRAF. perpetuamente entrelazados y atemperades. aa :iHa habido, como hemos visto siempre, ~ BROADHURST, pretensiones de hacer una evaluacion del peso interndciona - #°Madrid, 1975. » ae Yeas plasms EYSENCK, H. J. Fundamentos biolégicos de la per- fas; o las ‘Genética. En: Enciclopedia t 0 ilar. -ta: Ello se ha llevado @ cabo, desde le vertien- SENICH H,J-Ripseo Halg te genetiste, en el campo de le medida de }e Pa y THOMPSON. Pandan of behavior inteligencia fenotipica,‘con’arreglo a una fuin-. FUMEEN 7 oy Sen Loa 97D éticos, am- GAR’ en cién lineal respecto a factores genéticos) am Syne CaRMEZY y acu Fanta bientales y’a la interaccion de lo genético y lo vriclogia general, Lins IIB ~-ambiental; interaccién que-no’es tanto una ~ raRSCH, J. Behavior genetic @ “suma cuanto un producto.-La heredabilidad ‘New Vous 195 iar a (h2) en el ambito de'la inteligencia suele mar-__ HOLAH ZAN, i is R Genbtica” Agesa: Madrid, 1981. © car Gfras que giran en torno’al 0.50: Otraé,— “ Madc 2 ignificativas son las que Se des= LACADENA.J- es

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