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2021 fue un año récord para nuestras exportaciones. En dicho año, el valor de
nuestros envíos al mundo sumó un total de US$ 58,341 millones, un 40.4% más
respecto de 2020. Un aspecto clave es la importancia de China para nuestro
comercio internacional, pues captó el 34.1% del total de nuestros envíos al exterior
(US$ 19,880 millones); mientras que, por el lado de las importaciones, representó
el 28.4% del total de nuestra demanda del exterior (US$ 4,175 millones). Dichas
cifras posicionan a China como el principal destino de nuestros envíos al mundo
—posición que mantiene desde 2011, año en el que desplazó a EE. UU.—,
además de ser el principal país de origen de nuestra demanda del exterior —
posición que mantiene desde 2014, año en que desplazó al país norteamericano
—, según cifras de la Sunat.
Así, en marzo de este año, las importaciones chinas cayeron un 0.1% con
respecto al mismo mes del año anterior, según cifras de la Administración General
de Aduanas de China. Esta caída es la primera registrada después de agosto de
2020, mes en que el país asiático se recuperaba de la primera ola de la pandemia
de COVID-19. Solo en marzo de 2022, nuestras exportaciones hacia este destino
cayeron un 26.4% con relación al mismo mes de 2021. Este descenso se explicó,
principalmente, por nuestros menores envíos de hierro (-97.2%), zinc (-86.1%) y
cobre (-31.7%).
A una potencial menor demanda del exterior por parte de China, debido a la
paralización de su principal puerto marítimo, se suman las protestas sociales que
obstaculizaron la normal operación de las minas Cuajone, en Moquegua, y Las
Bambas, en Apurímac, entre otras. Ello tendría un impacto en la producción
minera metálica, así como en las exportaciones primarias. Además, China es el
principal receptor de nuestros envíos mineros, con una participación del 49.3% del
total del sector en 2021.
Los tratados de libre comercio, como el TLC con China, han permitido un mayor
intercambio comercial, no solo en el sector primario, sino que además han
impulsado nuestros envíos no tradicionales. Mantener estas relaciones, así como
asegurar el buen desempeño del comercio exterior, es fundamental para continuar
impulsando el dinamismo de la economía nacional.