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En esta conferencia Freud hace una clara distinción entre el enfoque de la psiquiatría
Para esto el narra dos casos de su propia clínica en dónde quiere demostrar que siempre
Hay un suceso precedente y desencadenante que está oculto a la conciencia del paciente.
Él dice que el síntoma en es individual y Rico sentido, y este sentido se entrama con la
Historia del enfermo. Coincide en este punto con Janet al considerarlos “exteriorizaciones
Del Inconsciente”.
El enfermo no puede refrenar y son movidos a realizar acciones que no le dan satisfacción
Alguna. Estos pensamientos son el disparador de una esforzada actividad de pensamiento
Que deja exhausto al enfermo. Hay impulsos en estos pensamientos que no puede
Materializar entonces realiza un montón de actividades para evitar llevar a cabo esas
Enfermo no puede dejar de hacer estas rutinas, porque en ellas desplaza la pulsión que
lo Atormenta, pero no las suprime. Él lo describe como un penar estrafalario. El plantea
que Analizar el síntoma te lleva al núcleo más íntimo de un caso.
Los síntomas neuróticos tienen relación con las operaciones fallidas y con los sueños.
El síntoma es rico en el sentido y se entrama con el vivenciar del enfermo , con el historial del
paciente.
Síntomas neuróticos tienen su sentido como las operaciones fallidas y los sueños y su nexo con
la vida de las personas que los exhibe.
EJEMPLOS DE LA NEUROSIS.
La neurosis obsesiva se porta como un asunto privado del enfermo, renuncia casi por completo
a manifestarse en el cuerpo y crea todos sus síntomas en el ámbito del alma. NO
PRESENTA ESE SALTO DESDE LO ANÍMICO HACIA LO CORPORAL.
En la histeria la angustia está en el cuerpo.
Las acciones obsesivas restringen la propia libertad. Se puede desplazar la obsesión, pero no
suprimirla.
Se exterioriza cuando los enfermos son ocupados por pensamientos que en verdad no les
interesan, sienten en el interior de sí impulsos que les parecen extraños, y son movidos a
realizar ciertas acciones cuta ejecución no les depara contento alguno. Se ve forzado contra
su voluntad a sutilizar y especular como si se tratara de sus más importantes tareas vitales. Los
impulsos que poseen en su interior pueden hacer una impresión infantil y disparatada. Pero
jamás llegan esos impulsos a ejecutarse, el resultado es siempre el triunfo de la huida y la
precaución.
Lo que en la neurosis obsesiva se abre paso hasta la acción es sostenido por una energía que
probablemente no tiene paralelo en la vida normal del alma. El enfermo solo puede desplazar,
permutar, poner en lugar de una idea estúpida otra de algún modo debilitada, avanzar desde
una precaución o prohibición hasta otra, ejecutar un ceremonial en vez de otro. PUEDE
DESPLAZAR LA OBSESION, PERO NO SUPRIMIRLA.
Primer ejemplo:
Hacía más de 10 años se había casado con un hombre mucho mayor que ella, que en la
noche de bodas resultó impotente. Esa noche el corrió incontables veces desde su
habitación a la de ella para repetir el intento, y siempre sin éxito. Dijo es para
avergonzarse frente a la mucama cuando haga la cama., Cogió un frasco de tinta roja y
volcó su contenido sobre la sabana
SABER BIEN ESTA PARTE
Paciente lo llevó frente a la mancha que había sobre el mantel
La señora vive desde hace años separada de su marido, y se debate por conseguir un
divorcio por vía judicial.
Es una acción que anuda un recuerdo, como puede ser la impotencia sexual del
hombre al no poder acabar, manchar la mesa y el vestido.
La chica se pone en lugar del esposo, hay un tipo de identificación.
Segundo ejemplo
Muchacha de 19 años, bien dotada, hija única, fue de niña , salvaje y traviesa.
En los últimos años se ha convertido en una NEURÓTICA
Se muestra muy irritable con la madre, siempre insatisfecha, deprimida, se inclina a la
indecisión y a la duda, CONFIESA QUE YA NO PUEDE IR A PLAZAS SOLA NI A CALLES
IMPORTANTES.
La señora ha desarrollado un CEREMONIAL DEL DORMIR que aflige a los padres.
El ceremonial patológico es inflexible, sabe imponerse aun a costa de los mayores
sacrificios, se cubre con una fundamentación racional y parece apartarse de los
normal sólo por cierta extremada precaución.
Pretexta que le hace falta silencio para dormir y tiene que eliminar 2 cosas: un RELOJ
GRANDE de la habitación es detenido, y todos los otros relojes son sacados.
FLOREROS Y VASOS son acomodados sobre su escritorio de suerte que por la noche
no puedan caerse, romperse.
El imperativo del silencio sólo puede dar justificación aparente a estas medidas, el
tictac no se escucharía al dormir.
Con los floreros y vasos hay un temor de que puedan caerse y hacerse añicos a la
noche si es que se los deja en un sitio
EXIGENCIA DE QUE SE MANTENGAN ENTREABIERTAS LA PUERTA DEL DORMITORIO DE
LOS PADRES
LAS ESTIPULACIONES MÁS IMPORTANTES SE REFIEREN A LA CAMA. La almohada de
la cabecera no puede tocar el travesaño, la almohadita más pequeña no puede
situarse sobre aquella si no es formando un rombo. El edredón tiene que ser
sacudido antes de que se meta en cama, que quede bien grueso a los pies.
Siempre está la inquietud de que no todo se hizo en el orden debido, es preciso reexaminarlo,
repetirlo, la duda recae sobre uno de los aseguramientos, ora sobre otro, se tarda de una a dos
horas, la muchacha no puede dormir y tampoco deja que lo hagan los padres.
La señora aprendió que si había proscrito al reloj de sus aprontes para la noche fue como
símbolo de los GENITALES FEMENINOS. El RELOJ alcanza este papel genital por su referencia
a procesos periódicos e intervalos idénticos. (menstruación se comporta como un reloj)
El tictac del reloj ha de equipararse con el latir del clítoris en la excitación sexual, por lo que
la angustia que genera la erección se exteriorizaba en el mandato de alejar de su cercanía
durante la noche todo tipo de relojes.
Floreros y vasos son símbolos femeninos (hace referencia a la costumbre de romper una vasija
o un plato con ocasión de los esposales.)
De niña se había caído llevando una vasija de vidrio, cortándose un dedo que le sangró
copiosamente. Cuando creció y tomó conciencia de los hechos del comercio sexual, se instaló
una IDEA ANGUSTIOSA de que en la noche de bodas no sangraría ni demostraría su
virginidad.
Por último cuando ya fue tan grande que físicamente no hallaba sitio cómodo en la cama entre
los padres, consiguió mediante una simulación consciente de angustia, que la madre trocase la
cama con ella, cediéndole su puesto junto con el padre.
El rombo es el dibujo de los genitales femeninos abiertos que se repite en todas las paredes.
Ella misma hacía el papel del hombre, el padre y con su cabeza sustituía el miembro viríl.
En el ceremonial no se ha precipitado una fantasía única, sino toda una serie de ellas, que
tienen en algún lugar su punto nodal. Los preceptos del ceremonial reflejan los deseos
sexuales ora positiva, ora negativamente, en parte como subrogación de ellos y en aprte
como defensa de ellos.
En los dos ejemplos demuestra que los síntomas neuróticos poseen un sentido, lo mismo
que las operaciones fallidas y los sueños, y que están en íntima vinculación con el vivenciar
del paciente
También puede ser designado como aquella conducta por la cual un individuo da a su cuerpo
propio un trato parecido al que daría al cuerpo de un objeto sexual. El narcisismo en este
desarrollo cobra el significado de una perversión que ha absorbido toda la vida sexual de la
persona.
En las parafrenias parecen haber retirado su libido de las personas y cosas del mundo exterior,
pero sin sustituirlas por otras en su fantasía.. Va a haber un intento de reconducción de esa
libido al objeto propia del narcisismo secundario. VA A HABER RETRACCIÓN DE LA LIBIDO
NEUROSIS: Han cancelado el vínculo erótico con personas y cosas pero aún lo conservan en la
FANTASÍA (objetos reales por imaginarios). Han renunciado a emprender las acciones motrices
que les permitirían conseguir sus fines en esos objetos. HAY UNA INTROVERSIÓN DE LA LIBIDO
En el narcisismo la libido sustraída del mundo exterior ha sido conducida al yo. Nace por
replegamiento de las investiduras de objeto como un narcisismo secundario que edifica sobre
la base de otro primario. Secundaria replegamiento de sus investiduras de objeto, el yo es
objeto de pulsiones sexuales
Se ve una oposición entre la libido yoica y la libido de objeto. Cuanto más gasta una, tanto más
se empobrece la otra. El enamoramiento como la fase superior de desarrollo que se
empobrece.
Las energías psíquicas al principio están juntas en el estado de narcisismo y son indiscernibles
para nuestro análisis, y sólo con la investidura de objeto se vuelve posible diferenciar una
energía sexual, la libido, de una energía de las pulsiones yoicas.
El yo tiene que ser desarrollado, las pulsiones autoeróticas son iniciales, primordiales. Algo
tiene que agregarse a esa nueva acción psíquica, para que el narcisismo se constituya. (LA
UNIFICACION DE LAS PULSIONES, LA IDENTIFICACION DEL YO EN LACAN). EL OBJETO
NECESARIAMENTE SE PIERDE SE PIERDE EL VÍNCULO CON LA REALIADAD.
El valor de los conceptos de libido yoica y libido de objeto reside en que PROVIENEN DE UN
PROCEDIMIENTO DE LOS CARACTERES ÍNTIMOS DEL SUCEDER NEUTÓTICO Y PSICÓTICO . La
separación de la libido en una que es propia del yo y otra que es propia del objeto es la
insoslayable prolongación de un primer supuesto que dividió pulsiones sexuales y pulsiones
yoicas.
La introversión de la libido sexual lleva a una investidura del yo, y posiblemente por esta vía se
produce el efecto de pérdida de realidad. ACORDARSEEEEEEE
CAP 2:
La principal vía de acceso al narcisismo será la PARAFRENIA. Así como las neurosis de
transferencia nos posibilitaron rastrear las mociones pulsionales libidinosas, la dementia
praecox y la paranoia nos permitieron inteligir la psicología del yo.
Para aproximarse al conocimiento del narcisismo nos quedan expeditos otros caminos:
La persona afligida por un dolor orgánico y por sensaciones penosas resigna su interés por
todas las cosas del mundo exterior que no se relacionen con su sufrimiento. Mientras sufre,
retira de sus objetos de amor el interés libidinal, cesa de amar.
El enfermo retira sobre su yo sus investiduras libidinales para volver a enviarlas después de
curarse.
A semejanza de la enfermedad, también el estado del dormir implica un retiro narcisista de las
posiciones libidinales sobre la persona propia.
Actividad por la cual un lugar del cuerpo envía a la vida anímica estímulos de excitación
sexual, su EROGENEIDAD. Las zonas erógenas podían subrogar a los genitales y comportarse
de manera análoga a ellos.
A cada una de las alteraciones de la erogeneidad en el interior de los órganos podría serle
paralela una alteración de la investidura libidinal dentro del yo. Habría que buscar aquello
que está en la base de la hipocondría y puede ejercer, sobre la distribución de la libido,
idéntico efecto que la contracción de una enfermedad material de los órganos.
ALTERACIONES DE DISTRIBUCIÓN DE LA LIBIDO
La diferencia se muestra cuando la vuelta de la libido sobre los objetos irreales (introversión)
ha conducido a una estasis libidinal (detención de la circulación de la libido).
En las PARAFRENIAS, el DELIRIO DE GRANDEZA permite esta clase de procedimiento de la
libido devuelta al yo. Después de frustrado ese delirio, la estasis libidinal en el interior del yo
se vuelve patógena y provoca el proceso de curación que se nos aparece como enfermedad.
FUNDAMENTAL
La libido liberada por frustración no queda adscrita a los objetos en la fantasía sino que se
retira sobre el yo. El DELIRIO DE GRANDEZA es la operación psíquica equivalente a la
introversión sobre las formaciones de la fantasía en las neurosis de transferencia., DE SU
FRUSTRACIÓN NACE LA HIPOCONDRÍA DE LA PARAFRENIA, homologa a la angustia de las
neurosis de transferencia.
Al comienzo el niño elige sus objetos sexuales tomándolos de sus vivencias de satisfacción. Las
primeras vivencias sexuales autoeróticas son vivenciadas a remolque de funciones vitales que
sirven a la autoconservación.
Todo ser humano tiene abiertos frente a sí 2 caminos para la elección de objeto, pudiendo
preferir uno o el otro. Tiene dos objetos sexuales originarios: EL MISMO y la MUJER QUE LO
CRIÓ.
El pleno amor de objeto según el tipo del apuntalamiento es en verdad característico del
hombre. Exhibe esa SOBRESTIMACIÓN SEXUAL que sin duda proviene del narcisismo originario
del niño y corresponde a la transferencia de ese narcisismo sobre el objeto sexual. ( su
majestad del bebe, donde al bebé lo tratan de forma perfecta, no tiene ningún defecto, vuelta
del narcisismo de los padres sobre el bebé) Es el narcisismo primario impuesto por los padres,
le dan al niño lo que nunca tuvieron. NIÑO COMO EMBLEMA DE REALIZACION DE
SATISFACCIÓN DE LOS PADRES.
SE AMA :
Lo que UNO MISMO FUE (yo ideal) elección evoca al yo ideal, hace falta el
otro para acceder al yo ideal.
Lo que UNO QUERRÍA SER (ideal del yo) elección en función del ideal del yo
Persona que fue una parte del sí mismo propio (hijo y padres)
Según la madre nutricia (primer apuntalamiento del niño en la fase oral) y el hombre
protector.
El narcisismo primario es más difícil de asir por observación directa que de comprobar
mediante una inferencia retrospectiva hecha desde otro punto. La sobrestimación
gobierna este vínculo afectivo. Atribuir al niño todo tipo de perfección y a encubrir y
olvidar todos sus defectos. Es de nuevo el centro y el núcleo de la creación SU MAJESTAD
EL BEBÉ.
Redivivo eso que estaba perdido hace tiempo,, hay sobrestimación en ese vínculo, lo que
le da es lo que perdió. Niño en lugar de objeto
CAPÍTULO 3:
Las perturbaciones a que está expuesto el narcisismo originario del niño, su pieza
fundamental puede ponerse de resalto como COMPLEJO DE CASTRACIÓN ( angustia por el
pene en el varón, envidia del pene en la niña
Imposible colocar la génesis de la neurosis sobre la base estrecha del complejo de
castración, por grande que sea la fuerza con que aflora en ciertos hombres entre las
resistencias a la curación de la neurosis.
La observación del adulto normal muestra amortiguado el delirio de grandeza que una
vez tuvo, y borrados lo caracteres psíquicos desde los cuales hemos discernido su
narcisismo infantil
Podemos discernir que uno en su interior ha erigido un IDEAL por el cual mide su yo
actual, mientras que en el otro falta esa formación de ideal. LA CONDICIÓN DEL IDEAL
SERÍA ESA PARTE DEL YO, LA CONDICION DE LA REPRESIÓN.
PADRE EXTERIORIZA, REMPLAZA ESE IDEL EN EL BEBE, LO PONE EN ESE LUGAR DE ENTE
IDEAL, Y A LA VEZ ES UNA FORMA DE REVIVIR ESO QUE PERDIÓ
FUNDAMENTALLLLL
La incitación para formar el ideal del yo, cuya tutela se confía a la conciencia moral, partió
en efecto de la influencia crítica de los padres, ahora agenciada por las voces.
Grande montos de una libido en esencia homosexual fueron convocados para la formación
del ideal narcisista del yo, y en su conservación encuentra drenaje y satisfacción.
La rebelión frente a esta estancia censuradora se debe a que la persona quiere desasirse
de todas esas influencias, comenzando por al de sus padres y retirar de ellas la libido
homosexual.
DISCUSIÓN DEL SENTIMIENTO DE SÍ EN LA PERSONA NORMAL Y EN EL NEURÓTICO:
Sentimiento de sí se nos presenta en primer lugar como expresión del grandor del yo.
Todo lo que uno posee o ha alcanzado, cada resto del primitivo sentimiento de
omnipotencia corroborado por la experiencia, contribuye a incrementar el sentimiento
de sí. RESIDUO QUE QUEDA EN ESE YO. Depende estrechamente de la libido narcisista.
En las PARAFRENIAS aquel aumenta, mientras que en las NEUROSIS de transferencia se
rebaja, y en la vida amorosa, el no ser amarado deprime el sentimiento de sí, mientras
que el ser- amado lo realza
Una parte del sentimiento de sí es primaria (residuo del narcisismo infantil), otra parte
brota de la omnipotencia corroborada por la experiencia (cumplimiento del ideal del yo), y
una tercera de la satisfacción de la libido de objeto.
El duelo es la reacción frente a la pérdida de una persona amada. El duelo trae consigo
graves desviaciones de la conducta normal en la vida. Contiene idéntico talante dolido, la
pérdida del interés por el mundo exterior, la pérdida de la capacidad de escoger algún
nuevo objeto de amor, el extrañamiento respecto de cualquier trabajo productivo que no
tenga relación con la memoria del muerto
Una vez realizado el proceso del duelo, el yo se vuelve otra vez libre y deshinibido.
La melancolía también puede ser reacción frente a la pérdida de un objeto amado, ESA
PÉRDIDA ES DE NATURALEZA MÁS IDEAL. El objeto no está muerto sino que se perdió el
objeto de amor. Es una PÉRDIDA DE OBJETO SUSTRAÍDA DE LA CC, A DIFERENCIA DEL
DUELO, EN EL CUAL NO HAY NADA ICC EN LO QUE ATAÑE A LA PÉRDIDA.
FUNDAMENTALLLLLLL
En el DUELO hay una inhibición y falta de interés que se esclarecerían por el trabajo del
duelo que absorbía al yo. En la MELANCOLÍA la pérdida desconocida tendrá por
consecuencia un trabajo interior semejante y será la responsable de la inhibición (es algo
enigmático). EN EL MELANCÓLICO HAY UNA “”“REBAJA EN SU SENTIMIENTO YOICO”””.
La melancolía toma prestados una parte de sus caracteres al duelo, y la otra parte a la
regresión desde la elección narcisista de objeto hasta el narcisismo.
La pérdida de objeto de amor es una ocasión privilegiada para que campee y salga a la
luz la ambivalencia de los vínculos de amor. El conflicto de ambivalencia resta al duelo
una conformación patológica y lo compele a exteriorizarse en la forma de unos
autorreproches
Este sadismo nos revela el enigma de la inclinación por el SUICIDIO: El estado primordial del
que parte la vida pulsional un amor tan enorme del yo por sí mismo, y en la ANGUSTIA que
sobreviene a consecuencia de una amenaza a la vida vemos liberarse un monto tan
gigantesco de libido narcisista.
El yo solo puede darse muerte si en virtud del retroceso de la investidura de objeto puede
tratarse a sí mismo como un objeto, si le es permitido dirigir contra sí mismo esa hostilidad
que recae sobre un objeto y subroga la reacción originaria del yo hacia objetos del mundo
exterior.
El complejo melancólico se comporta como una herida abierta, atrae hacia sí desde todas
partes energías de investidura y vacía al yo hasta el empobrecimiento total.
Entra en juego un influjo externo por el cual un gasto psíquico grande, mantenido por largo
tiempo o realizado a modo de un hábito, se vuelve por fin superfluo, de suerte que queda
disponible para múltiples aplicaciones y posibilidades de descarga.
El duelo normal vence sin duda la pérdida del objeto y mientras persiste absorbe de igual
modo todas las energías del yo. El objeto ya no existe, y el yo se deja llevar por la suma de
satisfacciones narcisistas que le da el estar con vida y desata su ligazón con el objeto
aniquilado.
SI el objeto no tiene para el yo una importancia grande, una importancia reforzada por
millares de lazos, tampoco es apto para causarle un duelo o melancolía.
El duelo es la reacción frente a la pérdida de una persona amada. El duelo trae consigo
graves desviaciones de la conducta normal en la vida. Contiene idéntico talante dolido, la
pérdida del interés por el mundo exterior, la pérdida de la capacidad de escoger algún
nuevo objeto de amor, el extrañamiento respecto de cualquier trabajo productivo que no
tenga relación con la memoria del muerto. Se vacía el mundo.
Este proceso no es rápido, ni fácil. Sino que lleva tiempo, se ejecuta pieza por pieza de
manera lenta y dolorosa, con un gran gasto de tiempo y de energía de investidura, y
entretanto la existencia del objeto perdido continúa en lo psíquico.
Una vez cumplido el trabajo del duelo, el yo vuelve a ser libre y desinhibido de los lazos
libidinales. Es libre para cargar otro objeto
Nota: en el duelo todo es ICC. Menos la pérdida que es cc: se sabe que se perdió al
objeto. “No hay nada icc en lo que atañe a la perdida”.
MELANCOLÍA:
Es una desazón profundamente dolorosa, DESAZÓN ENFERMIZA/ PATOLÓGICA.. No es un
afecto o un proceso; es una estructura.
La melancolía se halla fuera del campo de la neurosis: por eso es patológica. Se da un
distanciamiento máximo entre el Ideal del yo y el Yo, por lo que éste último se ve
empobrecido.
Características: (las mismas que el duelo, excepto por dos).
- La persona pierde el interés por el mundo exterior.
- Pérdida de la capacidad de amar.
- Desinterés por cualquier trabajo productivo.
- Rebaja en el sentimiento de sí, que se exterioriza en autorreproches,
autodenigraciones. Lo cual se extrema hasta una delirante expectativa de castigo.
- El yo se empobrece y se vacía.
Pérdida narcisista grave (p.ej.: perder el lugar del hijo con la muerte del padre). Esto
es diferente en el duelo en el cual no hay nada inconsciente en cuanto a la pérdida.
El objeto perdido es el yo mismo, por una regresión libidinal al estadio del
narcisismo primario, en el que el yo y el objeto de amor son uno solo.
El melancólico, como ya adelantamos, nos muestra todavía algo que falta en el duelo: una
extraordinaria rebaja en su sentimiento yoico, un enorme empobrecimiento del yo. En el
duelo, el mundo se ha hecho pobre y vacío, en la melancolía, eso le ocurre al yo mismo
Se disciernen autorreproches como reproches contra un objeto de amor, que desde éste
han rebotado sobre el yo propio.
RECONSTUCCION DEL PROCESO
Hubo una elección de objeto; el cual se perdió y hubo un sacudimiento del vínculo con el
objeto. No sucedió el resultado normal, el trabajo del duelo.
La investidura del objeto fue poco resistente, fue cancelada, pero la libido libre no se
desplazó a otro objeto, sino que se retiró al yo. Allí sirvió para establecer una identificación
total del yo con el objeto resignado. La sombra del objeto cayó sobre el yo. Entonces el yo
pudo ser juzgado por una instancia particular como un objeto, el abandonado.
“En el duelo, el mundo se ha hecho pobre y vacío; en la melancolía, eso le ocurre al yo
mismo”.
En la melancolía la Conciencia moral (ideal del yo) critica a una parte del yo que fue
modificado por una identificación total narcisista con el objeto perdido.
Finalmente, la melancolía hace el mismo trabajo que el duelo. Pero mientras el duelo debe
permitirle al sujeto renunciar al objeto perdido, para poder así reencontrar su propia
investidura narcisista y su capacidad de desear nuevamente, la melancolía, al llevar al
sujeto a renunciar a su yo, lo lleva a una posición de renunciamiento general, de
abandono, de dimisión deseante, que da cuenta del fin de la melancolía: el pasaje al acto
suicida, generalmente radical. SABER SI O SI
Lo esencial no es, entonces, que el melancólico tenga razón en su penosa rebaja de sí mismo,
más bien importa que esté describiendo correctamente su situación psicológica, para que,
desde nuestro lugar de psicólogos, podamos colegir la melancolía y trabajarla.
Este sadismo nos revela el enigma de la inclinación por el SUICIDIO: El estado primordial del
que parte la vida pulsional un amor tan enorme del yo por sí mismo, y en la ANGUSTIA que
sobreviene a consecuencia de una amenaza a la vida vemos liberarse un monto tan
gigantesco de libido narcisista.
El yo solo puede darse muerte si en virtud del retroceso de la investidura de objeto puede
tratarse a sí mismo como un objeto, si le es permitido dirigir contra sí mismo esa hostilidad
que recae sobre un objeto y subroga la reacción originaria del yo hacia objetos del mundo
exterior.
El complejo melancólico se comporta como una herida abierta, atrae hacia sí desde todas
partes energías de investidura y vacía al yo hasta el empobrecimiento total, de modo que es
fácil que se muestre resistente contra el deseo de dormir del yo.
Freud dice que algunas melancolías se curan, otras vuelven y otras (casos mas raros) se
convierten en MANÍA.
La manía, es un triunfo por parte del yo. Sólo que queda oculto para el yo eso que él ha
vencido y sobre lo cual triunfa.
Por ejemplo, cuando una gran ganancia de dinero libera de pronto a un pobre diablo de la
crónica preocupación por el pan de cada día. A la borrachera alcohólica, que se incluye en la
misma serie de estados, quizá se la puede entender de idéntico modo (en la medida en que
sea alegre), es probable que en ella se cancelen, por vía tóxica, unos gastos de represión. Lo
que ocurre es que en el interior de la vida anímica se ha cumplido la mencionada condición
económica, y por eso se está de talante tan feliz, y tan desinhibido en el obrar.
En la manía el yo tiene que haber vencido a la pérdida de objeto, y entonces queda disponible
todo el monto de contrainvestidura que el sufrimiento dolido de la melancolía había atraído
sobre sí desde el yo y había ligado
se cancela un gasto psíquico importante mantenido por largo tiempo quedando éste
disponible para múltiples descargas. Así, el júbilo maníaco es el efecto de tal cancelación y
de la conversión de la energía liberada en afecto
Así Freud conjetura acerca de la diferencia entre el final del duelo y el estallido maníaco sólo
en función del tiempo que insume el desasimiento de la investidura libidinal y sus efectos
económicos.
Pero la melancolía, como hemos visto, contiene algo más que el duelo normal; la relación con
el objeto no es en ella simple, la complica el conflicto de ambivalencia. En la melancolía se
urde una multitud de batallas parciales por el objeto, en ellas se enfrentan el odio y el amor, el
primero pugna por desatar la libido de objeto, y el otro por salvar del asalto esa posición
libidinal. A estas batallas parciales no podemos situarlas en otro sistema que el Icc, el reino de
las huellas mnémicas de cosa. Así, de estas batallas de ambivalencia de la melancolía, al
contrario de lo que ocurre en el duelo, todo se sustrae de la consciencia hasta que sobreviene
el desenlace característico de la melancolía, a saber, que la investidura libidinal amenaza
abandona finalmente el objeto, pero sólo para retirarse al lugar del yo del cual había partido.
Tras esta regresión de la libido, el proceso puede devenir consciente y se representa ante la
consciencia como un conflicto entre una parte del yo y la instancia crítica
Aquella acumulación de investidura antes ligada que se libra al término del trabajo
melancólico y posibilita la manía tiene que estar en trabazón estrecha con la regresión de la
libido al narcisismo. El conflicto en el interior del yo, que la melancolía recibe a canje de la
lucha por el objeto, tiene que operar a modo de una herida dolorosa que exige una
contrainvestidura grande en extremo.