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PRINCIPALES REFORMAS
DIPLOMADO EN MEDIACIÓN Y RESOLUCIÓN DE
CONFLICTOS EN EL ÁMBITO FAMILIAR
Abogada
Es sabido que una de las características del ordenamiento jurídico es su dinamismo, indispensable
para responder permanentemente a las necesidades de la sociedad. En materia de familia, es aún
más urgente cumplir con este carácter resolutivo del Derecho, al ser esta institución el núcleo
fundamental de la sociedad.
El objetivo del presente apunte es tratar las principales actualizaciones normativas que han tenido
lugar en los últimos años, la mayoría de las cuales se han generado a propósito de las materias que
requieren mediación previa obligatoria, en concordancia con la temática del presente diplomado.
En las siguientes líneas, se desarrolla una descripción de las actualizaciones legales de las materias,
dentro del derecho de familia, que son de trascendental conocimiento para un adecuado ejercicio de
la labor de mediador, debiendo, para una adecuada y completa comprensión de este recurso, tener a
la vista cada una de las leyes y cuerpos normativos que se mencionan.
En abril del año 2015, entró en vigencia la ley 20.830, que creó la figura del acuerdo de unión civil.
Entre sus características más relevantes, destacan:
Es un contrato celebrado entre dos personas de igual o distinto sexo, que comparten un
hogar.
Se celebra ante un Oficial del Registro Civil, y otorga a los contrayentes el estado civil de
conviviente civil.
El régimen patrimonial supletorio es la separación total de bienes, pudiendo pactar el
régimen de comunidad, el cual se rige por las normas generales del cuasicontrato de
comunidad contenido en el párrafo 3 del título XXXIV del libro IV del Código Civil.
Es procedente la figura de los bienes familiares, que se mencionará más adelante en este
apunte.
Hace extensivo los derechos hereditarios del cónyuge al conviviente civil, reconociéndole la
calidad de legitimario.
Una de las causales de término extrajudicial es la decisión unilateral o de mutuo acuerdo, de
dar por finalizado el acuerdo de unión civil mediante escritura pública o acta extendida ante
Oficial de Registro Civil, notificada mediante receptor judicial, procediendo en este caso la
compensación económica de acuerdo a los artículos 62 a 66 de la ley 19.947.
Respecto de la institución del matrimonio, es relevante destacar la reciente modificación que la ley n°
21.400 sobre matrimonio igualitario generó tanto en el concepto contenido en el artículo 102 del CC,
reemplazando las palabras “hombre y mujer” por “personas”, además de modificar las palabras
“padre – madre” por progenitores.
Cabe destacar, que, en caso de tratarse de matrimonio con igualdad de sexo, los cónyuges no pueden
optar al régimen de sociedad conyugal, operando como régimen supletorio la separación de bienes,
pudiendo pactar voluntariamente el régimen de participación en los gananciales.
En cuanto al divorcio, es menester referirse a las modificaciones que ha sufrido en sus dos tipos: En
cuanto al divorcio culposo, la ley n°21.367 de agosto de 2021 suprime la causal de conducta
homosexual de un cónyuge, lo que se traduce en la imposibilidad de terminar con el vínculo
matrimonial por dicho motivo. Por otro lado, en cuanto al divorcio por cese de convivencia, la ley n°
21.394 de noviembre del año 2021 que introduce reformas al sistema de justicia para enfrentar la
situación luego del estado de excepción constitucional de catástrofe por calamidad pública, abre la
posibilidad de decretar de plano el divorcio de mutuo acuerdo, cumpliendo con ciertos requisitos
formales que hacen alusión a acompañar declaraciones juradas de testigos de la inexistencia de
reanudación de vida en común, como prescribe el articulo 64bis de la ley 19968.
III. Filiación
Esta materia, se encuentra tratada en el Código Civil, artículos 179 y siguientes. Las normas que
regulan este vínculo entre un hijo y sus progenitores sufrieron diversas modificaciones a partir de la
dictación de la ya mencionada ley n° 21.400 sobre matrimonio igualitario, la cual eliminó las palabras
“padre” y “madre”, pasando la palabra “progenitor” a ocupar su lugar.
Por su parte, la ley n° 21.264 de septiembre del año 2020, suprimió el impedimento de segundas
nupcias contenido en los artículos 128, 129 y 130 del Código Civil, que obligaba a la mujer a cumplir
con un plazo de viudedad de 270 días luego de la disolución o nulidad del primer matrimonio para
poder contraer matrimonio nuevamente, además de crear una presunción legal de paternidad
respecto del segundo cónyuge.
V. Alimentos
En cuanto a esta materia, es preciso mencionar que, si bien los denominados alimentos menores,
constituyen también un efecto de la filiación, al ser esta la fuente que crea el derecho a requerirlos,
existen otros titulares del derecho contemplados en el artículo 321 del Código Civil, motivo por el cual
son tratados en un acápite aparte.
En Chile, son muy numerosos los casos de incumplimiento de pensiones de alimentos, siendo
también conocida la insuficiencia de las medidas de apremio existentes para asegurar su
cumplimiento. Por este motivo, en noviembre del año 2021 tuvo lugar la dictación de la ley n° 21389
que crea el registro nacional de deudores de pensiones de alimentos y modifica diversos cuerpos
legales para perfeccionar el sistema de pago de las pensiones de alimentos, el cual entrará en vigor el
18 de noviembre del presente año, y la ley 21484 de septiembre del presente año 2022 sobre
responsabilidad parental y pago efectivo de deudas de pensiones de alimentos, la cual entrará a regir
6 meses después de la total entrada en vigencia de la ley precedentemente señalada.
Por su parte, a propósito de los aportes realizados por la ley 21.484 en la materia, se destaca:
Es importante también hacer mención a la ley n° 21.120 de diciembre del año 2018, que reconoce y
da protección al derecho a la identidad de género, la cual permite rectificar el sexo y nombre registral
con que una persona haya sido inscrita en el Registro Civil. Entre sus características destaca:
Permite solicitar la rectificación por convicción personal o interna de ser hombre, mujer o no
binario.
Regula dos procedimientos para rectificar la partida de nacimiento, según si el solicitante es
mayor o menor de edad.
o Respecto del menor de 18 años y mayor de 14 años de edad, conocerá del
requerimiento el tribunal de familia, actuando el menor a través de su representante
legal, pudiendo el menor volver a modificar su identidad de genero al cumplir la
mayoría de edad.
o La persona mayor de edad que desee rectificar su sexo y nombre, deberá requerirlo
mediante un procedimiento administrativo ante el Registro Civil, pudiendo ejercer
hasta 2 veces este derecho.
Contempla una serie de garantías y principios asociados al derecho a la identidad de género.
En caso de que la persona que rectifique su sexo y nombre posea un vínculo matrimonial
vigente, puede su cónyuge requerir al tribunal de familia competente la disolución del
matrimonio en un plazo de 6 meses desde la notificación judicial o administrativa de la
rectificación, según corresponda.
Cabe destacar, respecto de esta ley, que, en julio de este año, el primer juzgado civil de Santiago
reconoció a una persona mayor de edad como no binaria y ordenó rectificar su partida de nacimiento
en la cual aparecerá el marcador “X” en vez de "femenino" o "masculino". Al respecto, también son
diversas las causas conocidas ante tribunales de familia, en las que se acoge el requerimiento
respecto de menores de edad, teniendo hasta ahora gran aplicación práctica esta nueva ley.
Finalmente, es relevante también mencionar los efectos de la ley n° 21.334, sobre determinación del
orden de los apellidos por acuerdo de los padres, que comenzó a regir en enero del año en curso, y en
la que destacan los siguientes aspectos:
Permite a los padres decidir el orden de los apellidos que llevarán sus hijos, siguiendo el
mismo orden señalado para el primer hijo en común. Si los progenitores nada dicen, el Oficial
del Registro Civil decidirá a través de sorteo.
Establecido el orden de los apellidos, los hijos al cumplir la mayoría de edad pueden solicitar
el cambio de orden ante el Registro Civil, excepto quienes mantengan causas penales
pendientes o que se encuentren siendo procesados, formalizados o ya condenados, siendo en
este caso procedente la ley 17.344 que autoriza el cambio de nombres y apellidos
concurriendo alguna de las siguientes situaciones: que sean ridículos o menoscaben la moral,
que sea conocido por mas de 5 años con otro nombre u apellido, o para agregar otro apellido
en caso de filiación no matrimonial.
El cambio de orden de los apellidos afecta a la descendencia menor de edad, requiriéndose el
consentimiento de los hijos que tengan entre 14 y 18 años.