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ESCU E LA D E D ER E CH O

las apt it u de s q ue de bo
tener pa r a ap r ob a r u na
expe rie n cia c ur ric u la r

PROFESORA
MIOSO T Y L O Z A N O A C H U Y
Aptitudes comerciales:
un buen abogado tiene que saber
convencer a su audiencia para que la
resolución sea favorable a su petición.
Conociendo no solo la ley, sino

también todos los recovecos que ella


misma esconde para encontrar los
argumentos que el tribunal tiene que
comprar.
Organización y planificación:

Este aspecto es común para casi todas


las profesiones, pero aún más dentro
del mundo del Derecho donde los

plazos son tan ajustados y las


repercusiones de entregar un escrito
fuera de tiempo, incalculables.
Capacidad de trabajo en equipo:

Aunque parezca que el trabajo del abogado


lo es muy solitario, no olvides que sin la
persona que te ayuda a encontrar la

información que necesitas para redactar


esa demanda hasta quien hace posible que
la entregues son tu equipo. Apóyate en ellos
para conseguir que los resultados se
multipliquen.
Empatía:

Entender a tu cliente te ayudará a reforzar


los lazos con él y a crear un clima de

confianza con el que podrás llegar hasta el


fondo del caso para encontrar la mejor
solución.
Altas capacidades comunicativas:

Las dotes comunicativas te servirán para


todo en esta vida, no solo para crear una
relación con el cliente y poderle explicar

correctamente la situación a la que se


enfrenta sino también para expresarte con
soltura delante de un jurado o un tribunal.
Negociación:
Ante cualquier problema, la manera de
actuar es la misma: analizarlo para
encontrar la mejor solución. Una vez hecho
esto, llega el momento de la negociación
para que todas las partes acepten la
alternativa. Para ser
el mejor negociador
solo hay dos alternativas: estudiar la
técnica y practicar; practicar y seguir
practicando para pulir los detalles y ser el
mejor cerrando acuerdos.
Formación continua:

Nunca dejes de aprender. Cuando comiences


tu andadura profesional, te darás cuenta de
que cada día en la oficina o despacho
aparecen temas que ni si quiera sabías que

existían. Teniendo en cuenta que vivimos en


un mundo hiperconectado y en constante
cambio es imprescindible reciclarnos para
ser los mejores profesionales.
Resiliencia:

Durante el grado, los estudiantes de derecho


aprenden a pensar como un auténtico abogado
y a desarrollar su mentalidad crítica. Además,
es muy complicado no conectar con el cliente

cuando el caso es peliagudo y la resolución


no es la esperada. En esos momentos es cuando
tienes que demostrar la capacidad de
sobreponerte a los problemas o, dicho de otra
forma, la resiliencia.
Desenvoltura con las nuevas
tecnologías de la información:

La capacidad de adaptación es imprescindible


para el mundo en el que vivimos. Por ello hay
que comprender que ahora el mundo ya no se

mueve solo en los medios de comunicación,


sino que han surgido nuevas herramientas
como los blogs y las redes sociales en los que
tenemos que estar presentes.
Pasión por MI trabajo:

Al igual que ocurre con la organización y la


planificación, esta característica es común con
muchas otras profesiones. Pero no por ello es menos
cierto que se necesita amar lo que se haga para
conseguir los mejores resultados y, además,

mejores resultados.
hacerlo consiguiendo los
Esto es todo lo que necesitas para conseguirlo, pero
¿sabes cómo hacerlo? Continúa con tu formación
después de haber terminado el grado o el máster de
acceso a la abogacía para ser el abogado que
siempre has querido ser: cambiar el mundo del
Derecho está en tu mano.

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