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DESARROLLO AFECTIVO

Parte Llamativa Marco o contexto

Los seres humanos tenemos una estructura afectiva que nos permite
emociones como la alegría, el miedo, la tristeza o la ira, y las manifestamos
en nuestro entorno con todo el cuerpo, en movimientos, en expresiones
faciales, en verbalizaciones, con alteraciones fisiológicas, variaciones en el
ritmo cardíaco, etc. Las emociones tienen la utilidad fundamental de
mantenernos unidos. En circunstancias cruciales nos permiten afrontar
situaciones demasiado difíciles que no se pueden resolver sólo con el
intelecto. Cada emoción nos predispone de un modo diferente a la acción,
nos señala una dirección que, en el pasado, permitió resolver
adecuadamente los innumerables desafíos a que se ha visto sometida la
existencia humana. Aunque resulta un tema controvertido, parece ser que
la mayoría de los investigadores están de acuerdo con la idea de que todos
los seres humanos “normales” parecen tener las mismas emociones básicas
o primarias, unas consideradas positivas (alegría, afecto) que proporcionan
vivencias de bienestar y otras negativas (miedo, ira, tristeza) que mueven a
alejarse o intentar cambiar, las situaciones que nos perjudican. Somos más
conscientes de las emociones negativas que de las positivas, podemos
completar estas emociones básicas añadiendo otras como el amor, la
sorpresa, la aversión, la vergüenza, el orgullo o la culpa. Las emociones
negativas son útiles frente a los peligros porque nos mueve a actuar.

Anticipación de lo que
Delimitación del tema
vendrá

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