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TEMA 3.

EXPLORACIONES CASTELLANAS,

1 El descubrimiento de América.
Castilla también era, como Portugal, un estado con tradición marinera y comercial en el Atlántico. Y
también estaba interesada en el comercio en las costas africanas. Era rival de Portugal.
Sin embargo Castilla tenía en el siglo XV otros problemas más urgentes que afrontar: muchos
conflictos internos con la nobleza, en los que Portugal llegó incluso a intervenir, y una guerra
contra el reino nazarí de Granada para poner fin a la Reconquista.
De modo que decidirá dejar la iniciativa a Portugal en este terreno: en 1479 firmó el tratado de
Alcaçovas reconociendo a Portugal el dominio del Atlántico más al sur de las islas Canarias, que
quedarían, eso sí, bajo dominio castellano. A cambio obtuvo de Portugal el compromiso de que este
país no intervendría más en los conflictos internos castellanos.

Sin embargo, una vez terminada la guerra de Granada, se le presentó a Castilla la oportunidad de
alcanzar las Indias sin romper el tratado de Alcaçovas, y de este modo, competir con su gran rival,
Portugal. Un marino de origen genovés que había trabajado para Portugal, Cristóbal Colón, ofreció
a los Reyes Católicos financiar el siguiente proyecto: navegar hacia el oeste para alcanzar las
Indias. El proyecto, según él, era posible porque estimaba que la Tierra tenía unas dimensiones
menores (un 25% aproximadamente) que las reales, tal y como pensaban algunas personas en la
época. El océano que separaría la península ibérica de las Indias no era tan extenso como se podía
pensar. Colón conocía, además, los secretos de la navegación atlántica porque había navegado para
Portugal.
Colón ya había propuesto este proyecto a Portugal y otros estados europeos, pero nadie había
aceptado porque era muy arriesgado y no se tenía seguridad, con razón, en las estimaciones de
Colón sobre el tamaño de la Tierra. Castilla aceptará financiarlo, en buena medida, por la rivalidad
que mantiene con Portugal.

La expedición de Colón, formada por dos carabelas y una nao, parte de Palos de la Frontera
(Huelva) el 3 de agosto de 1492, recala en las islas Canarias, y, desde allí, se interna en el Atlántico
hacia el oeste. Gracias a su conocimiento de los vientos adquirido con los portugueses sabía que
desde esa latitud los vientos alisios le podían llevar hacia el oeste, pero no desde la Península. Una
vez que sale de las Canarias en poco más de tres semanas alcanza lo que él creía las Indias, la isla
de Guanahani (y no sabemos con seguridad cuál es) en las Bahamas, el 12 de octubre. Explora la
zona, descubre otras, y piensa que se trata de las islas previas al continente asiático. A los
portugueses les llevará un año alcanzarlas circunnavegando África, de modo que la ruta parecía un
éxito. Regresó después, pero no por la misma ruta, sino navegando hacia Castilla más al norte, pues
conocía que los vientos se mueven en sentido de las agujas del reloj en el Atlántico norte.
Colón realizó tres viajes más, tratando de localizar el paso a Catay y Cipango. No será él, sino un
marinero italiano también al servicio de Castilla, Américo Vespucio, el que se dio cuenta de que no
podían ser las Indias, sino un nuevo continente. En su honor recibe este continente el nombre de
América.

2 El reparto del mundo


Portugal protestó ante los avances de Castilla porque ponía en peligro su control de la ruta de las
especias, que creía haber protegido con el tratado de Alcaçovas. Para evitar un conflicto tratan de
ponerse de acuerdo mediante un nuevo tratado, el de Tordesillas en 1494. Por él establecen una
línea, el meridiano situado a 370 leguas al oeste de las islas Azores. Al oeste de esta línea se
reconoce como área de influencia Castellana, y Portugal no intervendrá. Al este, de Portugal , y
Castilla no navegará por estas aguas (salvo un pasillo para que castellanos pudiesen acceder a las
Canarias y a las tierras descubiertas). Todo en teoría, pues en muchas ocasiones no se respetará lo
acordado. Ambos reinos están de acuerdo porque:
• Para Portugal es beneficioso, pues asegura su camino a las Indias y su control, dado que
pensaban que el antemeridiano dejaba las Indias y las islas Molucas bajo su área de
influencia. No se podía saber con seguridad, pues aún no han llegado a la Molucas, pero la
idea que manejan del tamaño de la Tierra y las exploraciones realizadas hasta este momento
permitían pensar esto.
• Para Castilla era igualmente beneficioso, pues asegura el control de las tierras que ha
descubierto y que, suponían, eran la antesala de las Indias. Es decir, pensaban que les
permitía el control de las Indias. Los asesores de los Reyes Católicos pensaban que o bien la
Tierra era más pequeña de lo comúnmente aceptado o que el continente asiático era más
extenso de lo que creían los Portugueses.

La conclusión es que, como los asesores de los Reyes Católicos estaban equivocados en sus
cálculos, Portugal controlará el comercio de las especias: las Indias quedaban bajo su área de
influencia y también casi todas las Molucas. Pero Castilla aseguró, sin embargo, su dominio sobre
los territorios descubiertos que resultaron ser un continente del que podrán extraer otro tipo de
riquezas, ante todo oro y plata.

3 La primera vuelta al mundo

Poco después de Tordesillas Américo Vespucio indicará que las tierras descubiertas son, en realidad,
un nuevo continente. Esto se acepta ya a comienzos del XVI. Núñez de Balboa, por ejemplo, había
atravesado centroamérica por Panamá y había alcanzado un nuevo océano, el Pacífico en 1513.
Las indias estaban más al oeste, y quedarían entonces bajo el dominio portugués. El lucrativo
comercio de las especias sería para Portugal.

Sin embargo, nuevamente un marino, portugués en este caso, Fernando de Magallanes, propondrá al
entonces monarca español, Carlos I, un proyecto muy interesante: por el tratado de Tordesillas era
posible que las Molucas estuviesen bajo el área de influencia castellana, porque el antemeridiano
acordado en Tordesillas debía pasar por ellas. Y circunnavegando América por el sur se podía
buscar un paso para llegar hasta ellas y acceder al comercio de las especias. Es decir, creía que
todavía era posible el proyecto original de Colón de llegar a las especias por el oeste. Carlos I
decidirá financiar una expedición, que, al mando de Magallanes, parte de Sevilla en 1519.

Magallanes era un excelente marino y logrará dos proezas remarcables en esta expedición: la
primera encontrar el paso del sur, por un estrecho de aguas muy difíciles de navegar, que desde
entonces lleva su nombre, el estrecho de Magallanes. La segunda atravesar la inmensidad del
Pacífico y llegar hasta las ahora llamadas islas Filipinas, verdadera antesala de las Indias. Allí
murió, sin embargo, y se hizo cargo de la expedición Juan Sebastián Elcano. Él llegará hasta las
Molucas, en 1521, y pudo efectivamente comprobar que quedaban en parte bajo la órbita castellana
por el tratado de Tordesillas. Regresó después a España, siempre hacia el oeste y circunnavegando
África, y siempre con peligro de ser descubiertos por los portugueses. En 1522 llega a España una
sola nao, la Victoria, con 18 tripulantes. Habían completado la primera vuelta al mundo.

La expedición de Magallanes vino a demostrar, entonces, que la ruta por el oeste hacia las Indias era
posible y que Castilla tenía derechos para comerciar en estas tierras. Sirva de ejemplo la
prosperidad de tal posible negocio que la venta de las especias que traía la Victoria superó los
elevados costes de la expedición.
Sin embargo, Carlos V, centrándose ya en otros intereses, decidirá vender sus derechos a comerciar
en las Molucas a Portugal por el tratado de Zaragoza de 1529, por un valor de 350.000 ducados de
oro.
Algo quedará de todo este deseo de alcanzar las Indias por occidente. En 1565 Andrés de Urdaneta
descubrió la posibilidad de navegar por el Pacífico desde las islas Filipinas hasta Acapulco, Méjico
(después de todo, aquí también se mueven los vientos en sentido de las agujas del reloj). De este
modo se cerraba el circuito comercial castellano con Asia. Los navíos (el famoso galeón de Manila)
partían de Acapulco llegaban hasta Manila y regresaban a Acapulco con productos asiáticos. Desde
Acapulco llegaban a Castilla atravesando Méjico y en navíos desde Veracruz. En todo caso se
evitaba la ruta por el estrecho de Magallanes por ser ésta más rentable. Esta ruta la usarán los
españoles durante más de dos siglos.

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