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Autor acaba defendiendo visión utilitarista:

incorrección en consecuencias pero opina


Explica mentiras: en utilitaristas que los deontológicos están, a su interpre
y deontológicos tación de acuerdo (faltar al respeto es una 1
consecuencia, no estaría el valor moral
en la acicón misma)
Cass R. Sunstein
La incorrección moral de las mentiras
Philosophy & Social Criticism, 48 (2022), págs 484-95.
(trd. De Damián Salcedo)

Introducción
Vivimos en un período de gran preocupación por las mentiras y la conducta
mentirosa: en las redes sociales, en los periódicos, en la vida personal, en el comercio,
en la Casa Blanca. Tal ambiente de preocupación es importante porque tiende a crispar
los debates, en la política y en el derecho, sobre cuál sea enfoque apropiado sobre las
falsedades intencionales que, por ejemplo, tienen que ver con el COVID-19, los
candidatos a cargos públicos o los hechos y fechorías pasadas.1 Asimismo es importante
en las disputas sobre videos alterados y “deepfakes”.2 Para llegar a un acuerdo en esos
debates, hay que entender de un modo adecuado por qué es incorrecta la mentira,
cuándo está justificada, cuándo se la puede excusar y cuándo puede que sea obligatoria.3
Sin perder de vista las cuestiones de política y derecho, mi objetivo aquí es entenderla
un poco mejor, centrándome en particular en la incorrección de la mentira.4
Un primer problema es la existencia de múltiples definiciones de la palabra
“mentira”. Una definición estándar, que resume muchos esfuerzos, es la siguiente: “Una
mentira es una declaración hecha por alguien que no la cree con la intención de inducir
a otra persona a que la crea”.5 La definición es estricta de un modo que nos es
provechoso, entre otras cosas, porque no se refiere a las declaraciones falsas de personas
con problemas cognitivos y emocionales diversos, las cuales creen sinceramente lo que
están diciendo. Pensemos en el caso de los 'fabuladores', definidos como personas con
trastornos de la memoria que llenan los huecos con falsedades, sin saber que son falsas.
1
The leading Supreme Court decision is United States v. Alvarez, 567 U.S. 709 (2012). See
generally Johan Farkas & Jannick Schou, Post-Truth, Fake News and Democracy (2020).
2
See Bobby Chesney & Danielle Citron, Deep Fakes: A Looming Challenge for Privacy,
Democracy, and National Security, 107 Calif. L. Rev. 1753 (2019).
3
There is of course a valuable literature. For a sampling, see Sissela Bok, Lying (1978);
Christine Korsgaard, What’s Wrong With Lying, available at
https://www.people.fas.harvard.edu/~korsgaar/CMK.WWLying.pdf; Paul Faulkner, What’s
Wrong With Lying, 75 Philosophy and Phenomenological Research 535 (2007); Seanna
Shiffrin, Speech Matters (2016); Christine Korsgaard, The Right to Lie: Kant on Dealing with
Evil, 15 Philosophy & Public Affairs 325 (1996).
4
An illuminating discussion of a neglected problem, at the intersection of ethics and law, is Jill
Elaine Hasday, Intimate Lies and the Law (2019). For a valuable and provocative treatment,
focusing on the issue of trust, see Elizabeth Emens, On Trust, Law, and Expecting the Worst,
133 Harv. L. Rev. 1963 (2020)
5
See Arnold Isenberg, Deontology and the Ethics of Lying, 24 Philosophy and
Phenomenological Research 463, 466 (1964). Isenberg adds: “The essential parts of the lie,
according to our definition, are three. (1) A statement - and we may or may not wish to divide
this again into two parts, a proposition and an utterance. (2) A disbelief or a lack of belief on the
part of the speaker. (3) An intention on the part of the speaker.” Id.
2

La definición tampoco se refiere a las personas que creen lo que dicen debido a un
razonamiento meditado. Dichas personas difunden falsedades, mas si no saben que lo
que están difundiendo es falso, no parece correcto describirlas como "mentirosas".
Incluso cuando las mentiras se definen estrictamente de esta manera, es difícil
justificar la opinión de que siempre son incorrectas. Hay muchos contraejemplos
convincentes. Para llegar a un acuerdo en las cuestiones éticas es necesario abordar
algunas cuestiones fundamentales.: Las esbozaré aquí e intentaré hacer plausible un
punto de vista particular, sin pretender resolver esas cuestiones.6

Daño
Pensemos en las siguientes mentiras. (1) John Jones dice falsamente que nació el
21 de septiembre, cuando en realidad nació el 20 de septiembre. (2) Tom Wilson
informa falsamente de que le gusta más el café que el té, cuando en realidad le gusta
más al té que el café. (3) Mary Higgins dice falsamente que su primer auto fue un
Toyota Camry, cuando en realidad era un Honda Accord. Todas estas mentiras parecen
inofensivas. Debido a que son mentiras, dicen algo de la personas responsables de ellas
(quizás de que son capaces de más cosas y peores); y, después de enterarse de que una u
otra de estas afirmaciones son mentira, las personas con las que Jones, Wilson o
Higgins estaban hablando podrían quedar desconcertadas, o sentirse desanimadas o
cualquier otra cosa. No obstante, a menos que le echemos imaginación y añadamos algo
al contexto,7 dichas mentiras no causan daño.
Por el contrario, la incorrección de muchas mentiras consiste en gran medida en
el daño que causan o posibilitan. Se entiende mejor cierta clase de mentiras cuando se
las ve como una especie de "privación" de la libertad o de la propiedad de las personas,
en los casos más extremos, incluso de su vida. Piénsese, por ejemplo, en una
difamación, en el informar falsamente de que alguien ha cometido un crimen terrible
(digamos, un asesinato, una violación o una agresión); o en el acusar falsamente a un
candidato a un cargo público de corrupción o de abuso de drogas; o en el afirmar
falsamente que un vecino fue despedido de su trabajo por incompetencia; o en declarar
falsamente que alguien cometió actos de discriminación racial y sexual. En el derecho
anglosajón (common law), las personas tienen un interés legítimo en su reputación y una
difamación perjudica ese interés. Hemos visto que, de múltiples maneras, la reputación
es un aspecto de la libertad. (La "cultura de la cancelación" se refiere a avergonzar a
figuras públicas en respuesta a sus supuestas malas acciones. Muchas personas ahora

6
For an accessible overview, see Sissela Bok, Lying (1978). For an influential treatment, see
William David Ross, The Right and the Good (1930). For a valuable and provocative account,
see Seanna Shiffrin, Speech Matters (2016).
7
A person might, for example, misdescribe his tastes or his past in order to ingratiate himself, or
in order to seem interesting.
3

están sometidas a "cancelación" utilizando mentiras, algunas de las cuales son


difamatorias.)
De manera similar se puede entender la publicidad engañosa. Si una empresa de
automóviles miente sobre el consumo de combustible de sus automóviles, en la práctica
se está quedando con el dinero de sus clientes, al menos si ellos confían, para su
perjuicio, en la mentira. Lo mismo puede decirse de una empresa que atrae inversores
sobre la base de mentiras sobre sus productos, o de un político que atrae votantes sobre
la base de mentiras sobre su pasado. Si alguien presenta un informe policial, informando
falsamente de que una persona ha cometido una agresión, el daño radica en el daño que
se causa al sistema de justicia penal (así como a la persona falsamente acusada). La
incorrección de muchas mentiras consiste en gran parte en un daño concreto; las
mentiras son los instrumentos con los cuales se hace el daño. Y, a veces, ciertamente
son instrumentos terribles.
acción y no Mi principal interés en este trabajo se dirige hacia otra parte. ¿Qué tipo de
consecuencias infracción es una mentira, en sí misma? ¿Qué tipo de daño causa por el hecho de ser una
mentira? Supongamos que una estudiante le miente a un maestro, alegando que faltó a
clase porque estaba enferma, cuando estaba perfectamente sana. O supongamos que una
pareja romántica miente sobre su pasado, llamando la atención sobre supuestos logros
que son puramente producto de su imaginación. O imagínese que un abogado le miente
a un cliente, diciéndole que tiene una excelente oportunidad de ganar un juicio cuando,
de hecho, el abogado cree que sus posibilidades son muy pequeñas. O supongamos que
una adolescente le miente a un padre y le dice que estaba haciendo la tarea con un
amigo por la noche, cuando en realidad estaba en una fiesta. Está ampliamente aceptado
que las mentiras de este tipo son generalmente malas, aparte del daño que posibilitan o
causan.
También se concuerda ampliamente, aunque no universalmente8, que algunas
mentiras son aceptables o incluso obligatorias. (Si uno insiste en que todas las mentiras
son abominables, probablemente no va a caer muy bien). Dicho consenso tiene
importantes implicaciones en el caso de la política o con relación a cuestiones médicas,
así como sobre cuándo se habría de regular jurídicamente la mentira y la falsedad.
Considérense las siguientes proposiciones. (1) Si un ladrón armado llama a su puerta y
le pregunta dónde guarda su dinero, tiene derecho a mentir. (2) Si un terrorista captura a
un espía y le pide que revele secretos oficiales, el espía no tiene obligación de decir la
verdad. (3) Si les dices a tus hijos que Papá Noel viene la noche antes de Navidad, no
has hecho nada incorrecto. (4) Si felicita a su cónyuge por su apariencia, aunque no
vaya especialmente bien, sería bastante rígido decir que ha violado alguna norma ética.

8
See Bok, supra note, for a discussion of absolutist or near-absolutist positions with respect to
lies and lying; see also Korsgaard, supra note, for what is easily taken as near-absolute ban on
lying, on Kantian grounds.
4

(5) Si alguien a quien amas (por ejemplo, tu padre) tiene una enfermedad muy grave, y
mientes sobre su gravedad para preservar un sentido de esperanza, es posible que no
hayas violado ninguna norma ética, aunque el problema siga estando ahí. (¿Se equivocó
Bill Clinton al mentir sobre su relación con Monica Lewinsky? Yo creo que sí, aunque
no todo el mundo esté de acuerdo.9)
Estos casos se clasifican en diferentes categorías. La opinión más general
consiste en pensar que las "mentiras piadosas" son aceptables y que muchas mentiras se
pueden calificar como piadosas.10 Mentimos para no herir los sentimientos de las
personas; y eso no tiene por qué ser criticable; podría ser un acto de bondad, incluso una
bendición. Al enfrentarse a peligros graves, se tiene el derecho a mentir para protegerse
a uno mismo y a sus seres queridos (o simplemente gustarles o simplemente querer
mantenerse a salvo). El mentir puede ser una forma justificada de defensa propia. Al
igual que la violencia y la coacción, la mentira puede ser una forma permisible de evitar
amenazas graves. También se puede mentir si se cree que hacerlo es necesario para
ayudar a las personas a conseguir logros. "¡Vamos, tu puedes hacerlo!", podría decir un
entrenador de tenis, aunque no crea que sea cierto; “el otro tipo parece cansado”, podría
agregar el entrenador, incluso si el contrincante no parece cansado en absoluto.
En resumen, en general se estaría de acuerdo en que las mentiras son
incorrectas, aunque, en determinadas circunstancias, serían aceptables o incluso
obligatorias. Sin embargo, con respecto a las cuestiones morales, los acuerdos generales
no se suelen juzgar concluyentes. Para saber si se pueden defender las intuiciones éticas
existentes, necesitamos pensar en los fundamentos apropiados de los juicios éticos.11
Debido a su influencia y a su capacidad explicativa, me centro en dos de las tradiciones
más importantes, aunque no quiero decir que sean las únicas.

9
See Thomas Nagel, Concealment and Exposure, 27 Phil & Pub Aff 3 (1998).
Resumen:
10
See Bok,
-análisis de supra note, for ade
la incorrección discussion
las of white lies; Bok is more skeptical of them, on ethical
mentiras
grounds, than I would be, but she recognizes that some white lies are unobjectionable.
11
Shiffrin,
según supra,
el daño queoffers
causana distinctive argument against lying. She emphasizes that that it is
(consecuencias)
through
·mentiracommunication
como instrumentothat de
human
daño,beings share
pero no the contents
malas of their minds with one another.
por sí mismas.
·mentiras
Such piadosas
sharing, (hacer
she urges, sentir bien
is essential a alguien,defensa,)
to our permisibles
identity and development as moral agents. The
distinctive
=mentiras function of sharing
son incorrectas, perois,bajo
on her view, circunstancias
algunas the clue to the wrongness
permisiblesofo lying:
inclusoliars pervert
obligatorias.
the role of communication as the mechanism by which we share what we think. Lying
“transforms
Las a mechanism
cuestiones morales defor exclusively
esto conveying
son las que disienten.theDos
truth into a mechanism
tradiciones: for yconveying
utilitarismo
deontológicos
both the false and the true.” Id. at 23. Interestingly, Augustine spoke in very similar terms:
“Now it is evident that speech was given to man, not that men might therewith deceive one
another, but that one man might make known his thoughts to another. To use speech, then, for
the purpose of deception, and not for its appointed end, is a sin.” St. Augustine, The
Enchiridian.
One need not dispute Shiffrin’s claims about the role of communication in order to be
puzzled about her claim about what makes lying wrong. In my view, perversion of the usual
mechanism for conveying truth is not an independent reason to object to lying. We need to spe-
cify a wrong that lies does, to actual people, in order to deem lying wrong. Compare: To use a
rug as an ashtray is not a moral wrong, unless it produces a fire. (I am aware that this is just a
gesture toward an engagement with Shiffrin’s careful and detailed argument.)
5

Utilitarismo
Muchas personas son utilitaristas; quieren maximizar la utilidad social. 12 Podría
parecer que, en términos utilitaristas, no hay ninguna razón particular para oponerse a
las mentiras. Todo depende de las consecuencias. Y, de hecho, Jeremy Bentham,
fundador del utilitarismo, abrazó esa conclusión: “La falsedad, tomada por sí misma,
considerada cuando no esta acompañada de ninguna otra circunstancia material, nunca
puede, según el principio de utilidad, constituir delito alguno”.13 Henry Sidgwick,
también utilitarista, habló de manera similar14:

Pero si se admite la licitud del engaño benévolo en cualquier caso, no veo


cómo podemos decidir cuándo y hasta qué punto es admisible, excepto por
consideraciones de conveniencia; es decir, sopesando la ganancia de
cualquier engaño en particular contra el peligro en que se pone a la
confianza mutua en todas las violaciones de la verdad.

Martín Lutero no era un utilitarista, si bien mostró fuertes inclinaciones


utilitaristas cuando preguntó: “¿Qué daño haría un hombre que dijera una buena mentira
fuerte por el bien de la iglesia cristiana? . . una mentira por necesidad, una mentira útil,
una mentira provechosa, tales mentiras no serían contra Dios, Él las aceptaría.”15

Lo que hacen las mentiras confianza: destruyen la capacidad social


de mutua cooperación,etc.
Ello no significa que los utilitaristas acepten las mentiras. Por el contrario, de
ningún modo están dispuestos a aceptarlas. Por razones utilitaristas se pueden justificar
muchas limitaciones: el ser atento, el respetar la propiedad ajena, el cumplimiento de las
leyes, o bien (para referirnos a algo que es muy importante en el 2020) el uso de la
tabú=consider
ar las mentiras mascarilla en un tiempo de pandemia. Desde el punto de vista utilitarista, es casi cierto
malas
por sí mismas que es bueno tener un tabú ético sobre las mentiras, las cuales a menudo causan mucho
aún sin
añadirle daño. El tabú opera en el mutuo beneficio de todos; cuando una persona se siente con el
ninguna derecho a mentir, los demás también se sienten en el derecho de hacerlo. Las mentiras
razón
arrasan con cualquier empeño cooperativo y hasta con el mero intento de comunicarse.
Cuando las personas mienten, destruyen la confianza. Si se destruye la confianza, será
difícil que las personas creen y mantengan relaciones. Como dice Sissela Bok:

12
I will speak throughout of utilitarianism, but we could readily use the term “welfarism,”
which is more capacious, and which does not carry with it some of the baggage of utilitarian-
ism. Those who prefer welfarism to utilitarianism might simply substitute that term. For discus-
sion, see Matthew Adler, Welfare and Fair Distribution (2011).
13
Jeremy Bentham, The Principles of Morals and Legislation (1789).
14
Henry Sidgwick, The Classification of Duties: Veracity 316, in The Methods of Ethics (1962
ed.)
15
Cited by his secretary, in a letter in Max Lenz, ed., Briefwechsel Landgraf Phillips des Gross-
muthigen von Hessen mit Bucer, Vol. 1.
6

Entonces, una sociedad cuyos miembros fueran incapaces de distinguir los


mensajes veraces de los engañosos, se derrumbaría (…) La búsqueda de
alimento y refugio no podría depender de las expectativas que tenemos
hacia los demás. Una advertencia de que un pozo fue envenenado o una
petición de ayuda en un accidente sería ignorada a menos que se pudiera
encontrar una confirmación independiente.16

Incluso las mentiras aparentemente pequeñas, dentro de la familia o el lugar de


trabajo, pueden ser corrosivas, porque dañan las interacciones posteriores, provocando
una duda constante: ¿puedo confiar en lo que se me está diciendo en este momento?
En la familia, el mentir puede causar un daño grave, ciertamente a largo plazo.
Los padres y los hijos generalmente se benefician de una norma estricta que prohíbe la
mentira. Si una esposa no puede creer en lo que dice un esposo, o viceversa, es probable
que todo se derrumbe. En los mercados, los vendedores tendrán pérdidas si mienten,
porque la gente no estará dispuesta a comprarles. El ejercicio de la medicina exige que
se confíe en los médicos, de modo que si mienten a sus pacientes, es posible que dejen
de poder ejercer como médicos, puesto que pierden su confianza. Un empleador que
miente a sus trabajadores no se mantendrá en el negocio por mucho tiempo. Por estas
razones, una norma contra la mentira es sencilla de defender en términos utilitaristas.
por sí misma

Mentiras paternalistas
Algunos mentirosos son egoístas; están intentando que las personas hagan lo que
ellos quieren que hagan, o que sientan lo que ellos quieren que sientan. Otros
mentirosos son altruistas. Mienten para favorecer una causa. Algunos de los mentirosos
más interesantes son paternalistas; tratan de que la persona haga lo que, en opinión de
los mentirosos, beneficia los intereses de esa persona. No obstante, cada vez que una
persona miente de manera paternalista, existe una objeción utilitarista en contra de la
mentira, que adopta la siguiente forma. Como regla general, se insistirá en que las
personas que tienen que elegir sepan qué es lo que más les conviene (al menos cuando
son adultos y no padecen un problema de capacidad, como una enfermedad mental).
Ahora bien, son ellas las que conocen de un modo único sus situaciones, sus
limitaciones, sus valores y sus gustos. Si alguien les miente, las personas que tienen que
elegir se ven privadas de la capacidad (parcial o total) de tomar decisiones por sí
mismas, simplemente porque no se les da una oportunidad justa o adecuada de sopesar
todas las variables. Si alguien quiere ayudar a las personas a tomar mejores decisiones,
su obligación es no mentirles, sino informarles, para que ellas mismas puedan llevar a
cabo tal reflexión.

16
Bok, supra note.
7

Desde este punto de vista, un problema grave de los mentirosos paternalistas es


que les falta un conocimiento importante sobre la situación, los gustos y los valores de
la persona que tiene que elegir. Al carecer de ese conocimiento, subvierten el proceso
mediante el cual las personas que tienen que elegir adoptan sus propias decisiones sobre
lo que es mejor para sí mismas. Las cosas son aún peores cuando los mentirosos se
centran en sus propios intereses en lugar de en los intereses de las personas que tienen
que elegir. En este sentido se puede decir que el mentiroso egoísta les está robando a las
personas, tanto por limitar su capacidad de actuar como por desplazar sus recursos en la
dirección que él prefiere. Los mentirosos paternalistas no hacen otra cosa que suponer
que ellos conocen lo que es mejor, lo cual casi siempre es falso.
Por estas razones, la objeción utilitarista a la mentira paternalista tiene sus raíces
en las mismas preocupaciones que subyacen al Principio del Daño de Mill. 17 Mill insiste
en que el individuo “es la persona más interesada en su propio bienestar”, y el “hombre
o mujer común tiene medios de conocimiento que sobrepasan inconmensurablemente a
aquellos que cualquier otra persona pueda poseer”. Cuando la sociedad trata de
desestimar el juicio del individuo, lo hace sobre la base de “hipótesis generales”, las
cuales “pueden ser completamente incorrectas, e incluso si son correctas, es probable
que se apliquen incorrectamente a casos individuales”. Si el objetivo es garantizar que a
las personas la vida les vaya bien, Mill concluye que la mejor solución es que la
autoridad pública permita que las personas encuentren su propio camino. Consideremos
en la misma línea la notable sugerencia de F.A. Hayek de que “la conciencia de nuestra
irremediable ignorancia de la mayor parte de lo que alguien [alguien que tiene que
adoptar una decisión] sabe es la base principal del argumento a favor de la libertad”.18
resumen Esta manera de ver las coses es válida tanto para el caso de los mentirosos como
para el caso de los que ejercen coacción. En resumen, la tesis sostiene que si se cree que
las personas van a cometer un error, se les debería explicar por qué se cree tal cosa. Se
les habría de decir a quienes tienen que elegir por qué se están equivocando. Se les
debería informar, no mentirles. Desde el punto de vista utilitarista, el peligro reside en
que si se miente para llevarlos a que consigan lo que uno cree que les interesa, siempre
se desconoce algo esencial. Con respecto al modo de vivir las propias vidas, los que
tienen que elegirlas las conocen mejor que las personas ajenas, mejor, especialmente
quizás, que los mentirosos.

Mentiras excusables u obligatorias

17
See John Stuart Mill, On Liberty.
18
Friedrich Hayek, The Market and Other Orders, in The Collected Works of F. A. Hayek 384
(Bruce Caldwell ed., 2013).
8

Aun así, la norma contra la mentira, ya sea paternalista o no, puede dejarse sin
efecto por motivos utilitaristas.19 En algunos casos, las mentiras son en realidad
obligatorias por esos motivos, porque hacen más bien que mal. No es moralmente
obligatorio dejar que alguien con un arma sepa cómo encontrar a la persona que
pretende matar.20 Bien podría ser moralmente obligatorio mentir, cuando el objetivo es
salvar la vida de esa persona.
En muchos otros casos, los utilitaristas no tendrían claro que la mentira esté
prohibida y tendrían que saber mucho más sobre el contexto para poder decidir.
Volvamos al caso de un médico que podría no decirle a un paciente la verdad sobre su
condición médica, creyendo que el paciente estaría mejor con una versión más optimista
de la situación. En tales casos, la evaluación utilitarista no será sencilla. Podemos
debatir qué tipo de mentiras, por parte de los médicos, son permisibles, si bien algunos
casos de engaño no están nada claros. O piénsese en un maestro o un entrenador que
distorsiona la verdad, o miente, para aumentar la confianza o mejorar el rendimiento.
Podemos imaginar casos que un utilitarista encontraría difíciles y también casos en los
que un utilitarista podría terminar cómodo con una mentira. La conclusión adecuada es
que, para los utilitaristas, existen fuertes razones para desaprobar la mentira, e incluso
para desarrollar reglas y precauciones en contra de la mentira, aunque a menudo se
requiera de juicios caso a caso.
Muchos utilitaristas son 'utilitaristas de la regla' y no 'utilitaristas del acto'. Los
utilitaristas de reglas creen que tenemos necesidad de reglas claras que hagan
innecesario decidir, en los casos particulares, qué resultado es el que está justificado
según el criterio utilitarista. Piénsese en el problema del límite de edad para beber. En
principio, parecería que lo mejor sería ir caso a caso, viendo si cada persona es capaz de
manejarse con la ingesta de alcohol. Dado que dichas encuestas serían difíciles y
costosas, parece preferible una regla general. Si nos parece razonable el utilitarismo de
reglas, querríamos evitar los juicios caso a caso sobre si está justificado mentir, debido a
los costes y errores potenciales de estas indagaciones. Especialmente, debido al hecho
de que los posibles mentirosos pueden, en cierto sentido, falsear las cuentas, al exagerar
los beneficios y subestimar los costes de engañar a las personas. Como se señaló, un
razonamiento fundado bien podría llevarlos en esa dirección. No obstante, hemos visto
lo suficiente para saber que una regla universal contra la mentira sería imposible de
defender sobre fundamentos utilitaristas. No se puede responder en abstracto cuándo y
si se justifican reglas más específicas; por ejemplo, la regla de no mentir en el puesto de
trabajo, o la de no mentirle al médico, o la de no mentirle a la propia esposa.
Utilitaristas: el valor moral está en el efecto de la acción. Basado en el daño que produce, una mentira podría ser
correcta o incorrecta.
Por tanto se necesitaría
19
See Bok, analizar el contexto
supra note, de cada
for valuable acción para
engagement withdeterminar
an assortment of problems, with frequent
(ej: mentiras paternalistas
reference to utilitarian balancing (even though Bok rejects
quitan capacidad elegir sobre acciones aunque fin sea pensado como bueno/ the view that utilitarianism provides
an adequate framework for moral assessment of lies and lying).
mentiras obligatorias
On the Kantianpor
tienen buenas20consecuencias view of this
tanto problem,
buenas see Korsgaard, supra note.
si eso)

-utilitaristas de la regla (= necesaria regla para todo caso sin analizar casos particulares) podrían generar
regla general para las mentiras (que no contemple casos particulares), pero nunca universal (que debería
cumplirse siempre)
9

Deontología
Muchas personas no son utilitaristas; creen que las personas deben ser tratadas
con respeto y como fines más que como medios. (En palabras de Kant: “Actúa de
manera que trates a la humanidad, ya sea en tu propia persona o en la de los demás,
siempre como un fin y nunca sólo como un medio”.21) Los kantianos piensan que lo que
hace que el mentir sea incorrecto no es que cause más daño que bien, sino el que se trate
a las personas sin respeto, incluso con desprecio. Los kantianos también podrían pensar
que la prohibición moral de mentir es absoluta, o, al menos, como. San Agustín
escribió: “Sin embargo, a mí me parece cierto que toda mentira es un pecado”.22 Kant
pensó de manera similar: “La veracidad en declaraciones que no se pueden evitar es el
deber formal de un individuo para con todos, por grande que sea la desventaja
acumulada para sí mismo o para otro.”23 Kant explicó: “Por medio de una mentira, un
hombre desecha y, por así decirlo, aniquila su dignidad como hombre.”24
Los kantianos contemporáneos creen que el problema de las mentiras es que
niegan la capacidad de actuar a quienes están sometidos a ellas. Las mentiras son
irrespetuosas.25 Como dice Christine Korsgaard: "Mentir está mal porque viola la
autonomía de la persona a la que se miente".26 Y, de hecho, un sentimiento de falta de
respeto capta la reacción intensamente negativa de las personas a las que se ha mentido.
Esto quizás sea aún más cierto en el caso de las mentiras crueles o egoístas, aunque
también lo es en el de las mentiras paternalistas, es decir, las mentiras que se nos dicen
por nuestro propio bien. Como señala Korsgaard, “ya que es mi propio bien lo que está
en juego y tengo un derecho especial a decidir lo que es bueno para mí, las mentiras
paternalistas son, en cierto modo, peores que las otras”.27
21
Foundations of the Metaphysics of Morals 429 (I785).
22
St. Augustine, On Lying.
23
Immanuel Kant, On A Supposed Right to Lie from Altruistic Motives 92-96, in The Doctrine
of Virtue (Mary J. Gregor trans. 1964).
24
Immanuel Kant, Doctrine of Virtue
25
See Christine Korsgaard, What’s Wrong With Lying, available at https://www.people.fas.har-
vard.edu/~korsgaar/CMK.WWLying.pdf; Paul Faulkner, What’s Wrong With Lying, 75 Philo-
sophy and Phenomenological Research 535 (2007).
26
Korsgaard, supra note, at 1.
27
Id. at 18. Korsgaard’s broadest argument is worth quoting at length:
More generally, there are two conditions under which your autonomy is
violated. One is when force or coercion is used to make you contribute to an end.
The other is when lies are used to trick you into contributing to an end. In both
cases what is wrong is that you do not get to decide whether to contribute to the
end or not. The conditions under which you are able to decide for yourself are
that you have power over your own actions and knowledge of what is going on.
Force and coercion, on the one hand, and lies, on the other, undercut these condi-
tions. And so force and coercion and lies are, according to this view, the most
fundamental forms of wrongdoing - the roots of all evil. Morality demands that
we resist the ever-present temptation to manage things ourselves, and instead
share our decisions - and so our knowledge and our power - with all who are con-
cerned.
10

Para apreciar la objeción kantiana, supón que tu empleador te miente para que te
quedes hasta muy tarde después del trabajo; que alguien con quien estás saliendo te
miente sobre su (no realmente) gloriosa carrera, para que te caiga bien; que tu cónyuge
te mienta, para convencerte de ir a una temida cena; que tu profesor intenta que
dediques horas a ayudarlo con su propio proyecto, mintiendo para convencerte de que lo
hagas. La mentira es un hermano gemelo de la manipulación, o tal vez incluso una
forma de ella,28 y, tanto para los kantianos como para los utilitaristas, es una prima
cercana de la coacción. Como la coacción, priva al agente de sus objetivos y lo somete a
la voluntad de otros. Y si el mentir está mal porque es una falta de respeto y es tratar a
las personas como meros medios, el tabú ético se podría pensar como casi absoluto, o,
al menos, muy fundamental.29 Las mentiras se pueden entender incluso como una forma
de violencia. Al igual que la fuerza, privan a las personas de la capacidad de decidir por
sí mismas. De este modo, ya sea en la vida real, ya sea en la virtual, el sentimiento de
reacción que tenemos ante las mentiras y los mentirosos se capta muy bien de esa
manera. al igual que como falta de respeto
El trabajo empírico apoya esta conclusión. Por ejemplo, el economista Uri
Gneezy ha descubierto que, en situaciones experimentales, las personas no solo se
Ejemplo centran en su propia ganancia al mentir; también se preocupan por el daño que el mentir
mentira egoísta
mala de por sí, pueda causar a los demás.30 En distintos experimentos, descubrió que la persona
existe juicio
implícito en promedio no miente cuando el hacerlo dañase mucho a otra persona, aunque le
estas
mentiras, beneficiara un poco a ella misma. En otras palabras, existe un tabú moral sobre la
además del mentira que lleva a las personas a no preguntarse: ¿gano algo mintiendo? Incluso si
daño que se
causa a los ganaran, no mentirían cuando los demás pierden más. Parece haber un juicio implícito
demás.
en el sentido de que mentir es inmoral, al menos cuando provoca pérdidas a los demás.
La mentira puramente egoísta es una incorrección moral.
No obstante pensemos que mentir es una falta de respeto y que viola la
autonomía de las personas, es probable que queramos hacer algunas distinciones.
Podríamos pensar que existe una fuerte sentimiento de rechazo de la mentira (siempre),
si bien, en contra de Kant, se podría insistir en que dicho sentimiento de rechazo se
puede superar cuando hay mucho en juego o muy poco. Algunas mentiras son tan
pequeñas y menores que sería excesivo insistir en que se ha cometido una incorrección
moral.31 Podría ser una falta de respeto el mentirle a un ladrón con un arma, aunque tal

28
See Paul Faulkner, What is Wrong With Lying?, 75 Philosophy and Phenomenological Re-
search 535 (2007).
29
See Korsgaard, supra note.
30
See Uri Gneezy, Deception: The Role of Consequences, 95 Am. Econ. Rev. 384 (2005).
31
See Isenbergh, supra note, at 475, urging “that where the offense is small enough, the concept
of moral wrongness seems to become inapplicable, just as it does in the violation of some petty
rules of etiquette. I once remarked to a class in ethics, in the course of a substantially true story,
that I had lived a year in the city of Rochester, in a house with a front lawn. None of this was
true; but I intended that the students should believe it; and they did. I corrected the lie before the
11

vez el ladrón haya perdido su derecho a nuestro respeto. 32 Como dice Korsgaard,
“creemos que el uso paternalista de la fuerza a veces está justificado” y, de manera
similar, “también pensamos que existe tal cosa como una mentira paternalista
justificada”.33 Podríamos pensar que algunas mentiras son más irrespetuosas que otras.
Si las mentiras piadosas son aceptables, es porque no son tan irrespetuosas (pueden ser
amables) y porque son una parte tolerable e incluso grata de la vida. Quizás la persona
objeto de la mentira estuviera de acuerdo, antes del hecho, en que se le mintiese, cuando
ese fuese el precio, por ejemplo, de la esperanza o la confianza. Algunas mentiras,
entonces, se podrían justificar por razones de autonomía. ABOMINABLE
Un mundo de verdades universales resultaría bastante ominoso. Si este hecho es
importante, un tabú generalizado de la mentira no sería adecuado para la especie
humana. Por motivos utilitaristas, tal tabú sería moralmente inaceptable y algunos
kantianos estarían de acuerdo.

Mentiras políticas (muy brevemente)


Volvamos a la mentira política a la luz de lo dicho. Cuando los líderes reales o
posibles mienten a los ciudadanos, los tratan con desprecio. Niegan una premisa central
de la democracia: la soberanía de la ciudadanía. Los políticos mentirosos no usan armas
ni lanzas, si bien usan lo que es, en un sentido importante, su equivalente moral. Actúan
como si los ciudadanos fueran meros instrumentos para su propio uso.
Desde el punto de vista utilitarista, la objeción es más complicada, aunque no
más débil. Si los políticos mienten, inducen una especie de vértigo democrático. Cuando
los ciudadanos se den cuenta de que un líder les ha mentido, muchos de ellos sentirán
rabia. Después de un tiempo, pueden volverse indiferentes. Bien podrían desentenderse.
En cualquier caso, los líderes que mienten socavan los procesos democráticos, al
dificultar o imposibilitar que los ciudadanos sepan en quién confiar. Desacreditan la
idea misma del autogobierno. Todas las cosas se vuelven dudosas. Frances Hutcheson,
el filósofo del siglo XVIII, anticipó la situación resultante: “Supongamos que los
hombres imaginaran que no había obligación de veracidad y actuaran en consecuencia. .
. . Los hombres solo hablarían en términos de regateo, y hasta en ello perderían pronto
toda confianza mutua.”34

El tabú como método heurístico heurístico= referido a reglas,


estrategias,...)

hour was over. My purpose in telling it was to illustrate a point in the ethics of lying; and I
thought I could do so effectively only by first ‘victimizing’ the class.”
32
For discussion, see Bok, supra note; Korsgaard, supra note.
33
Korsgaard, supra note, at 19. Her own understanding of this exception is exceedingly narrow.
34
Frances Hutcheson, A System of Moral Philosophy (2006 ed.)
12

La elección entre los enfoques utilitarista y kantiano, en general y en el contexto


de la mentira, plantea problemas de gran envergadura y me contentaré con hacer una
afirmación, junto con un esbozo de una concepción.
-Los
deontológicos La concepción utilitarista es correcta. El tabú moral sobre la mentira se debe
declaran la
incorrección de defender por referencia a sus consecuencias. Esas consecuencias son a menudo muy
la mentira en
base a malas. Entre las malas consecuencias está el sentimiento o percepción de desprecio y
consecuencias falta de respeto, lo que significa que si bien Kant no captó los fundamentos de la
:
falta de prohibición de mentir, tuvo sensibilidad hacia la reacción afectiva de quienes están
respeto a la
persona (eso sometidos a las mentiras. Esa reacción es una parte central de una serie de terribles
es sensibilidad
hacia la efectos de la mentira y puede iniciar una serie de otros efectos, incluido el círculo
reacción
afectiva vicioso de la mentira y la desconfianza (y, a veces, la violencia).
de la persona En mi opinión, las objeciones habituales a las descripciones utilitaristas de la
según el autor)
mentira adolecen de dos defectos.35 En primer lugar, no reconocen que dichas
descripciones pueden y deben tener en cuenta el conjunto completo de efectos terribles
(incluidos los efectos adversos sobre los propios mentirosos y los efectos posteriores de
las mentiras). En segundo lugar, proceden como si el ajuste imperfecto entre las
explicaciones utilitaristas, por un lado, y las fuertes intuiciones morales, por el otro,
fueran una acusación contra el utilitarismo, en lugar de una razón para cuestionar esas
intuiciones.36
De hecho, es razonable especular que las intuiciones morales de la mayoría de
las personas son aproximadamente kantianas, no utilitaristas. Cuando somos objeto de
mentiras, nuestra evaluación a menudo se resume mejor con algo como un aullido de

35
An illuminating objection comes from id. at 9, urging that the utilitarian “view does not
provide a very coherent explanation of why paternalistic lies are usually wrong. For on this
view, the reason not to tell paternalistic lies is that people are the best judges of what constitutes
and promotes their own good. But for consequentialism to work, we must have an objective and
empirically determinable notion of what is good. And once we have such a notion, it looks as if
it is going to be possible for some people to be experts about the good life.” Korsgaaard adds:
“the consequentialist view leaves too much scope for telling paternalistic lies. As I have said, it
is not even clear that there is a general presumption against them. Yet most of us think that there
is. When somebody lies to you for your own good, and you find out about it, you usually think
the liar is a presumptuous busybody, and you resent his action. Paternalism is considered out of
line when we are dealing with normal sane and healthy adults.” Insofar as Korsgaard relies on
what “most of us think,” I do not believe that her argument is convincing. She might be refer-
ring to a moral heuristic, one that usually works well, and that must be defended on utilitarian
grounds. (That is my preferred account.) Insofar as Korsgaard relies on skepticism about “an
objective and empirically demonstrable notion of what is good,” I think she is too skeptical. To
be sure, Millian strictures about the importance of deferring to choosers are an important reason
to adopt a strong presumption against paternalistic lies – on utilitarian grounds. Korsgaard refers
to those strictures, see id. at 11, but her response seems to me too brisk: “But the fact is that the
consequentialist theory affords us no grounds for making this kind of claim. Consequentialists
do not care who makes the mistakes but only how bad they are. The idea that it is better for
people who make their own mistakes really comes from our third view,” which is Kantian.
36
See Joshua Greene, Beyond Point and Shoot Morality: Why Cognitive Neuro(Science) Mat-
ters for Morality, 124 Ethics 695 (2014).
13

dolor y diciendo "Eso fue un insulto y una horrible forma de falta de respeto" en lugar
de "Eso conducirá a malos resultados". Y por razones estrictamente utilitaristas, el
hecho de que sintamos una fuerte e inmediata desaprobación moral e incluso
repugnancia, con respecto a las mentiras, bien merecería que se celebrara. Se trata de un
sentimiento moral que aumenta plausiblemente la utilidad. Nuestra repugnancia va en
contra de las evaluaciones caso por caso que bien podrían resultar egoístas. Recuérdese
que los posibles mentirosos no son exactamente dignos de confianza (por así decirlo)
cuando se está decidiendo cuándo una mentira está justificada por razones utilitaristas.
Es probable que sobrevaloren los beneficios (para ellos) y minusvaloren los costes (para
los demás). Bien podrían ignorar los efectos posteriores de la mentira. Y si las personas
sienten una especie de culpa o vergüenza cuando mienten, incluso en los casos en que la
mentira está realmente justificada, tanto mejor; la culpa o la vergüenza anticipadas
probablemente funcionan, en el mundo real, como disuasorios de conductas mentirosas
que realmente no están justificadas.
En estas circunstancias, la norma contra la mentira debe verse como una
heurística moral, por la que debemos estar profundamente agradecidos.37 No obstante,
como cuestión de principio, no se debe dar autoridad a nuestras intuiciones morales; no
deben ser tomadas como decisivas de lo que realmente requiere la moralidad.38 Se las
debe examinar. Es importante destacar que estamos mucho mejor cuando las intuiciones
morales contra la mentira son fuertes y generalizadas, porque la mentira generalmente
conduce a malas consecuencias. Si las personas hicieran algún tipo de análisis de coste-
beneficio antes de decidir si mentir, es posible que se estuvieran equivocando39, además
de que es casi seguro que terminarían mintiendo demasiado. No obstante, la razón por la
que mentir es incorrecto es que conduce a malas consecuencias, incluso si esa
conclusión no encaja del todo bien con nuestras intuiciones morales.
Al decir que Bentham tenía razón no se pretende cuestionar el tabú moral sobre
la mentira, aunque sí nos obliga a ser claros sobre la variedad de consecuencias de las
mentiras y, en ocasiones, a ir caso por caso, reconociendo que el contexto puede
determinar lo que está bien. Estoy respaldando un enfoque utilitarista, en lugar de uno
kantiano, aunque creo que necesitamos más y más fuertes restricciones jurídicas sobre
las mentiras. Los kantianos bien podrían hacer suya esa afirmación. Los utilitaristas
también podrían hacerlo, especialmente si están dispuestos (como deberían estarlo) a

37
See id;deCass
Incorrección R. Sunstein,
la mentira Moral Heuristics, 28 Behavioral and Brain Sciences 531 (2005).
se halla
en las38 malas consecuencias que
I mean this as a concern trae the
about generalmente
illuminating discussion in Bok, supra note, from which I
have
El tabú learned
contra a great deal.
la mentira= In objecting
intuiciones to utilitarian
morales approaches
(que la mentira to lying,
es mala de porBok also canesbebeneficioso
sí misma) taken ya
not toque
que evita takelasaccount of the
personas very awide
lleguen range egoístas
mentiras of relevantporconsequences, which
un mero análisis de tend to firm up,
coste-beneficio.
rather than to weaken, the moral taboo on lying, defended on utilitarian grounds.
Resumen:
39 hay que Williams,
See Bernard tener en cuenta intuiciones
Persons, morales
Character, pero lnoindeben
and Morality, Moralser decisivas
Luck en nuestra
214 (1982). An in-
moralidad.
structive discussion is Elinor Mason, Do Consequentialists Have One Thought Too Many?, 2
Ethical Theory and Moral Practice 243 (1999).
14

hacerse cargo de las consecuencias emocionales que las mentiras tienen para quienes las
sufren, así como de los efectos sistemáticamente corrosivos de las mentiras y del mentir.

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