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EL LENGUAJE COMO FENÓMENO VOCAL

Luis Hernán Ramírez

1. Para realizar el lenguaje el hombre se sirve de la voz, de sonidos que se producen en la laringe
originados por la corriente de aire expelida por los pulmones durante la espiración y modificados a su
paso por las cavidades buco-faríngea, buco-labial y nasal.

Los signos del lenguaje humano son signos exclusivamente vocales. En la historia de la humanidad
hablante la escritura es sólo una invención reciente de los pueblos civilizados que nos permite
representar, mediante signos pictóricos o gráficos, los sonidos vocálicos del lenguaje. Como hasta la
invención del fonógrafo y de la cinta magnetofónica todo signo vocálico se perdía irremediablemente
después de su emisión, mientras que el signo gráfico se conservaba tanto tiempo como su soporte
material (piedra, ladrillo, metal, madera, tela, pergamino, papel o plástico), se le ha conferido a la
escritura un prestigio considerable que ha servido para identificar, en el espíritu de las gentes cultas,
el signo vocal con su equivalente gráfico, imponiendo a éste una categoría superior. Para esta
sobrevaloración de los signos gráficos ha contribuido, en gran medida, el hecho de que las escrituras
alfabéticas ofrezcan para cada signo una sucesión de letras bien separadas en los textos impresos que
la escuela, como primera tarea, enseña a identificar; así, cualquier hispanohablante instruido sabe
cuáles son los grafemas componentes de los signos escritos: lluvia, extensión y cuerda, pero le costará
esfuerzo distinguir cuáles son los fonemas y los alófonos que aparecen estos mismos vocablos.

También ha contribuido, en mucho, a la sobrevaloración de la escritura el hecho de que la


transmisión y conservación hasta nuestros días, de las obras literarias que constituyen la base de la
cultura universal se haga, casi siempre, bajo la forma escrita. Finalmente, como anota Saussure, para
la mayor parte de los individuos, las impresiones visuales son más firmes y durables que las acústicas
y por eso se atienen, de preferencia a aquéllas1, pero los lingüistas, en sus estudios e investigaciones,
hacen abstracción de los signos gráficos y sólo los toman en cuenta en la medida en que sirven para
conocer mejor una lengua hablada.

Si observamos la escritura de las lenguas europeas, notaremos que ella permite una
representación visual de éstas de un modo que resulta fácil entender la articulación de las frases en
palaras por la separación en espacios blancos y la articulación de la palabra en sonidos por la sucesión
de las letras que la componen. Pero sabemos que las pequeñas unidades gramaticales del discurso
provistas de sentido (morfemas) no siempre guardan una exacta correspondencia con las llamadas
palabras, pues algunas como la palabra inmoralista tiene amalgamadas hasta tres unidades
significativas: in – moral – ista y sabemos también que, a veces, un solo morfema puede aparecer en
diferentes palabras de un mismo enunciado; así por ejemplo en las pieles se venden la idea de
pluralidad se manifiesta en tres puntos diferentes: en / -s/ de “las en /-es/ de “pieles” y en /-n/ de
“venden”.

2. Los órganos del cuerpo humano que intervienen en la emisión de la voz constituyen el llamado
aparato fonador que incluye: pulmones, bronquios, tráquea, laringe, glotis, faringe, úvula, paladar,
lengua, labios, dientes y fosas nasales. Es posible afirmar con J. Mattoso Cámara que “hay hasta cierto
punto una predisposición especial de la voz animal para ser aprovechada como lenguaje,
particularmente en el hombre, en quien se presenta tan maleable y rica de recursos”.2

La mímica y el gesto nunca pudieron predominar sobre la emisión vocal como para constituir
sistemas lingüísticos por sí solos en la lengua normalmente constituidas; ellos se limitan a funcionar
subalternamente como actividades complementarias de la emisión oral para precisar mejor el sentido
de la palabra. Mímica, gesto y además son para el lenguaje articulado lo que la música de fondo para
la letra de una canción.

3. No se puede afirmar siquiera que el lenguaje sea el resultado de la actividad natural de algún
órgano como la circulación de la sangre, la digestión o el caminar, que constituye la razón de ser del
corazón, del estómago o de las piernas. Lingüistas y fisiólogos están de acuerdo en considerar que no
existen los llamados “órganos del habla” en un sentido estrictamente fisiológico, sino órganos que
biológicamente sirven para otros usos y que estos órganos incidentalmente se aplican a la producción
del sonido.

En realidad el hombre no posee ningún “órgano de la palabra” en el mismo sentido en que posee
por ejemplo órganos de la vista o del oído. Todos los órganos que directamente participan en la
producción del sonido o que de un modo u otro contribuyen a su modificación, han sido adaptados
secundariamente a las exigencias de la comunicación y conservan sui función biológica primaria. Por
eso, si bien anatómicamente puede hablarse de un “aparato fonatorio” del cuerpo humano, los
órganos que lo conforman no son órganos exclusivos de la fonación ni de la articulación, de la misma
manera como los dedos de la mano no se hicieron exclusivamente para escribir a máquina, ni las manos
para manejar automóvil. Fisiológicamente considerados, el pulmón y la tráquea son órganos
fundamentales de la respiración; la lengua, los dientes y el paladar sirven para la digestión y la nariz
cumple funciones esencialmente olfativas; y si éstos y otros órganos se emplean en el proceso de la
fonación es porque en la naturaleza humana cualquier órgano del cuerpo gobernado por la voluntad
y en virtud de su esfuerzo creador del hombre es susceptible de actividades fisiológicas secundarias, o
puede adaptarse a funciones que no son las propias.

4. El habla más que un hecho heredado es una costumbre adquirida tempranamente en la vida
del hombre. El niño, que aún no habla, tiene idénticas condiciones para todos los comportamientos
lingüísticos y está en las mismas condiciones para aprender cualquier lengua. Además, el hablar no es
una actividad simple realizada por uno o más órganos biológicamente adaptados para tal objeto, sino
una red muy compleja y cambiante de adaptaciones diversas o funciones adyacentes orientadas hacia
la comunicación de ideas. Por otra parte, no hay en el habla humana ninguna base instintiva, si bien es
cierto que las tendencias instintivas pueden servirla de estímulo para desarrollar alguno de sus
elementos o para dar a la expresión lingüística una extensión o molde predeterminados.

5. De su carácter vocal deriva, en último análisis, la forma lineal del lenguaje humano, en virtud
de la cual todas las lenguas articuladas presentan su enunciado en lo que se llama cadena hablada. En
efecto, los enunciados vocales de una lengua se desarrollan necesariamente en el tiempo: unos vienen
antes y otros después. Los signos lingüísticos de un enunciado forman una cadena; los elementos de
cada signo forman también una cadena. Los signos (morfemas) y los elementos de cada signo
(fonemas) están entre sí unidos por una relación sintagmática y sólo en esa sucesión o relación en que
se dan son plenamente percibidos y entendidos.

“La naturaleza vocal del lenguaje humano –anota Martinet- no es un aspecto periférico, sino un
rasgo fundamental sin el cual la organización de la comunicación sería completamente diferente de la
que nosotros conocemos”.

NOTAS:

1. Ferdinand de Saussure. Curso de lingüística general. Buenos Aires, Losada, 1945, p. 14.
2. J. Mattoso Cámara. Principios de lingüística general. Río de Janeiro, 1964, p. 19.

En: Estructura y funcionamiento del lenguaje. Lima, Ediciones Studium, 1979, Pp. 13 a 20.

ACTIVIDADES:

1. ¿A través de qué medios se produce la voz humana?


2. ¿De qué naturaleza son los signos del lenguaje humano?
3. ¿A qué se debe el prestigio de los signos gráficos?
4. ¿Cuáles son los signos mínimos del lenguaje que poseen significado?
5. ¿Cuáles son los signos orales mínimos pero que carecen de significado?
6. ¿Qué función cumplen la mímica y el gesto en la producción del lenguaje?
7. ¿Existen los órganos del habla? ¿Por qué?
8. ¿Cómo se adquiere el lenguaje humano?
9. ¿Cuál es el carácter esencial del lenguaje humano?
10. ¿A qué se llama “cadena hablada”?

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