En una empresa donde laboré anteriormente estaba como asistente de proyectos de construcción en un área que trabajaba directamente con beneficiarios de una minera donde se les brindaba proyectos de desarrollo para las provincias y comunidades afectadas, donde me encargaba de todos los requerimientos de materiales, pagos de personal (obreros, operarios, supervisores y proyectos de obra), compras de materiales, revisión de proyectos a liquidar, entre otras actividades. Cuando cumplía con mi labor me enteré que en uno de los proyectos de construcción que teníamos a cargo el supervisor junto al residente de obra estaba agregando obreros en los tareos de esta manera ellos podían cobrar un sueldo extra, parte de ese dinero lo tomaban para comprar algunos materiales que necesitaban para el proyecto puesto que el proceso de compra y la aprobación demoraba y no podían esperar el tiempo requerido porque se les media el porcentaje de avance en cada reunión que se tenía con el gerente y la parte restante del dinero se lo repartían. En ese momento tomando como base mis principios, los valores que me inculcaron y mi ética tome la decisión de contarle a mi jefe a pesar de que me ganaría la enemistad o represalia por parte de ellos, el hecho de robar era una conducta no moral y encima estaba ocurriendo dentro de la empresa me causaba indignación y no me parecía correcto causando que los saldos finales de la obra sean menos de lo esperado y al ser obras sociales este dinero después se repartía entre los beneficiarios del proyecto. Después de lo ocurrido mi jefe hablo con ellos y no lo reportó con el gerente sin embargo ellos siguieron trabajando puesto que el proyecto ya estaba por culminar y tenían que realizar la liquidación e informes finales y era complicado sacarlos. Por mi parte no me pareció justo que continuarán en el proyecto, pero ya no dije nada para evitarme problemas y puesto que mi jefe lo había permitido al menos ya no se les convoco para otros proyectos.