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El modelo geológico de la CMC se utilizó para subdividir el macizo rocoso en diez

unidades geotécnicas dentro de las cuales se espera que la resistencia, la competencia


y el comportamiento del macizo rocoso sean relativamente consistentes. El macizo
rocoso se dividió primero en dos unidades geotécnicas principales basadas en las dos
agrupaciones litológicas principales (es decir, Intrusivos y Volcánicos). Éstas se
subdividen a su vez, en función de la litología y la calidad del macizo rocoso, en 10
unidades geotécnicas.

Los resultados del registro geomecánico de núcleos indican que la competencia del
macizo rocoso aumenta generalmente con la profundidad. Con la excepción de la
unidad geotécnica de la brecha, las calificaciones del macizo rocoso (RMR) oscilaron
entre 66 y 79 en general, lo que, según Bieniawski (1976), corresponde a una "roca
buena". Para la unidad geotécnica de la brecha se calculó una RMR media de 89,5 (es
decir, "roca muy buena").

Los parámetros geomecánicos obtenidos del núcleo y los resultados de las pruebas de
laboratorio se utilizaron para definir los parámetros de resistencia al corte de la
discontinuidad y del macizo rocoso que se introdujeron en los posteriores análisis de
estabilidad. Las resistencias al corte de la discontinuidad de diseño derivadas para los
análisis cinemáticos de los bancos y los taludes entre rampas oscilaron entre Ф' =
23,5°, c' = 0 para las fallas y Ф' = 37°, c' = 0 para las juntas.

Los análisis de estabilidad de taludes realizados para Cerro Casale incluyeron primero
la evaluación de los modos de fallo cinemáticamente posibles que involucran
discontinuidades estructurales geológicas que podrían resultar en la falla de bancos
individuales y taludes entre rampas. El primer paso en este análisis fue subdividir el
pozo final propuesto en dominios estructurales. Los dominios estructurales se
subdividieron a su vez en función de la distribución de las dos principales unidades
geotécnicas: Intrusivos y Volcánicos. Dentro de un determinado dominio estructural y
unidad geotécnica principal, se identificaron las orientaciones comunes de las paredes
en función de los azimuts promedio de las pendientes para definir los sectores
cinemáticos. Se realizaron análisis estereográficos, de equilibrio límite y estadísticos
para para evaluar el potencial de desarrollo de fallas cinemáticas cinemáticamente
posibles fallas que involucran conjuntos de discontinuidad (fallas y juntas) en bancos y
taludes entre rampas. A continuación, se elaboraron criterios de diseño de los taludes
entre rampas por separado para cada sector cinemático. Los resultados de estas
evaluaciones se utilizaron junto con las evaluaciones de la calidad del macizo rocoso
para desarrollar criterios provisionales de diseño de taludes entre rampas.

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