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MODELO GEOMECÁNICO

La geomecánica es el estudio de cómo se deforman los suelos y las rocas, hasta


terminar a veces en su falla, en respuesta a los cambios de esfuerzos, presión,
temperatura y otros parámetros ambientales.

Los esfuerzos que existen en un macizo rocoso inalterado están relacionados con el
peso de las capas suprayacentes y con la historia geológica del macizo. Este campo
de esfuerzos se altera cuando se realiza movimientos en la superficie o en una
excavación subterránea, en muchos casos, esta alteración introduce esfuerzos
suficientemente grandes que pueden sobrepasar la resistencia de la roca.

El modelo geomecánico representa la caracterización geotécnica e hidrogeológica


de los materiales y su clasificación geomecánica (González de Vallejo, 2002).

Un Modelo Geomecánico tiene como base el modelo geológico y deben estar


incluidos las propiedades físicas y mecánicas de la roca intacta, las discontinuidades
y del Macizo Rocoso.

Dado a esto se han generado tres tipos de matrices, de acuerdo al tipo de criterio
evaluarlas por diferentes autores.

1) El índice de calidad de la roca RQD (Rock Quality Designation), que fue propuesto
para proveer un estimado cuantitativo de la calidad de la masa rocosa, a partir de
los testigos de diamantina. Palmstrom, (1982) sugirió que, cuando los testigos no
estén disponibles para la traza de discontinuidades; expresando el grado de
fracturación, partir de cartografiado geotécnico en función al número de
fracturamiento por metro cúbico, determinadas al realizar el levantamiento
litológico – estructural en área o zona determinada. Calculado mediante la
fórmula:

𝑅𝑄𝐷 = 100 ∗ 𝑒 (−0.1𝜆) ∗ (0.1𝜆 + 1)

Donde:
𝑁° 𝑑𝑒 𝑑𝑖𝑠𝑐𝑜𝑛𝑡𝑖𝑛𝑢𝑖𝑑𝑎𝑑𝑒𝑠
𝜆=
(𝐿)𝑚

Para la medición de las discontinuidades se realiza la medición de este parámetro


contando todas las discontinuidades a lo largo de la línea de intersección de la
wuincha, posteriormente calcula su valor utilizando la fórmula expuesta
anteriormente, para finalmente en la clasificación RMR se ajusta según los
ábacos de correcciones y darle el puntaje más correcto. De acuerdo a este
parámetro, la calidad de la roca está dada por la siguiente tabla:

Tabla 1: Clasificación del Índice de calidad de la Roca (RQD), según Deer (1968).

Índice De Calidad CALIDAD CLASE VALORACIÓN


R.Q.D (%)
Muy
100 - 90 V 20
Buena
90 - 75 Buena IV 17
75 - 50 Mediana III 13
50 - 25 Mala II 6
25 - 0 Muy mala I 3

2) El criterio RMR de Bieniawski (1989), el cual toma principalmente 5 parámetros;


como la resistencia comprensiva de la roca intacta, la cual puede ser determinada
con golpes de picota o con otros procedimientos como los ensayos de laboratorio.
Otro parámetro es el de la calidad de la roca (RQD), el cual puede ser
determinado utilizando los testigos de la perforación diamantina. El
espaciamiento de las discontinuidades es otro parámetro; así como también la
condición de las discontinuidades, referidas en este caso a la persistencia,
apertura, rugosidad, relleno y meteorización. Y por último la presencia de agua
es uno de los parámetros considerados.

(1) Resistencia uniaxial de la matriz rocosa.


(2) Grado de fracturación en términos del RQD.
(3) Espaciado de las discontinuidades.
(4) Condiciones de las discontinuidades.
(5) Condiciones hidrogeológicas.

Obtención del índice de calidad RMR:

RMR89 = (1) + (2) + (3) + (4) + (5)


Tabla 2: Índice de la calidad de RMR.

ÁNGULO DE
CLASE CALIDAD VALORACIÓN COHESIÓN
ROZAMIENTO

Muy
I 100 - 81 >4 Kg/cm2 <45°
Buena
II Buena 81 - 61 3-4 Kg/cm2 35°-45°
III Mediana 60 - 41 2-3 Kg/ cm2 25°-35°
IV Mala 40 - 21 1-2 Kg/cm2 15°-25
V Muy mala < 21 <1 Kg/cm2 <15°

Fuente: Vallejo (2002).

3) El criterio del Índice de Resistencia Geológica GSI de Hoek y Marinos (2000),


algunos consideran el criterio original, que consta de 6 categorías de masas
rocosas, pero mayormente se trabaja con 5 categorías, para relacionar este
criterio con el criterio de RMR y las guías de clasificación antes mencionadas, el
Índice de Resistencia Geológica GSI considera dos parámetros; la condición de
la estructura de la masa rocosa y la condición superficial de la misma.

El Índice Geológico de Resistencia (GSI) es un sistema de caracterización de


macizos rocoso que ha sido desarrollado en la ingeniería de mecánica de rocas
para satisfacer la necesidad de datos de entrada confiables relacionados con las
propiedades del macizo rocoso requeridos para el análisis numérico o soluciones
de diseño para el diseño de túneles taludes o cimentaciones en rocas.

El índice está basado en una valoración de la litología, la estructura y las


condiciones de las superficies de discontinuidades dentro del macizo rocoso, y
es estimada por una examinación visual de macizo rocoso en los afloramientos,
en excavaciones superficiales como en cortes de carretera, y en las caras de
túneles y núcleos de testigos. El GSI, por la combinación de dos parámetros
fundamentales del proceso geológico –la blocosidad del macizo y las condiciones
de las discontinuidades– representa las constantes geológicas que gobiernan el
macizo.
Tabla 3: Caracterización Geomecánica del macizo rocoso según el grado de
fracturamiento y resistencia (Se toma en cuenta la condición de las discontinuidades)

Además, se deben considerar los parámetros de deformabilidad y de resistencia,


para evaluar el comportamiento del macizo rocoso frente a los procesos de
desestabilización debido a los procesos naturales y de construcción de obras. Por lo
cual debe utilizarse los criterios de rotura en rocas.

Existen dos formas para definir el comportamiento de una roca en rotura: mediante
el estado de tensiones o mediante el de deformaciones. Normalmente se utiliza la
primera (González Vallejo, 2002). De esta forma, se toma como resistencia de la roca
la máxima tensión que ésta puede soportar.
Dependiendo de cómo se defina la ecuación, se obtienen distintos criterios de rotura.
A continuación, se hace una descripción del criterio de rotura lineal de Mohr-
Coulomb, y del criterio de rotura no lineal de Hoek&Brow.

a) Criterio de rotura lineal de Mohr-Coulomb.

El criterio de rotura de Mohr-Coulomb, introducido por primera vez por Coulomb en


el año 1773, inicialmente pensado para el estudio en suelos, es un criterio de rotura
lineal. Aunque el comportamiento de la roca en un ensayo triaxial no concuerda con
un modelo lineal, Mohr-Coulomb se sigue utilizando mucho por su sencillez y
comodidad. Generalmente para el caso del criterio de Mohr-Coulomb, se define el
criterio de rotura en función de la tensión tangencial y la tensión normal en un plano.

b) Criterio de rotura no lineal de Hoek&Brown.

El criterio de rotura de Hoek&Brown su versión original fue introducida en el 1980


(Hoek y Brown, 1980a; Hoek y Brown, 1980b) desde entonces su uso se ha
generalizado en el ámbito de la mecánica de rocas, traspasando los límites para los
que fue propuesto (cálculo de la estabilidad en taludes y estados tensionales en el
entorno de un túnel, para macizos rocosos duros). Debido a esto, y con el fin de
mejorarlo, el criterio ha sufrido varias modificaciones, así como la introducción de
nuevos parámetros para definir el estado del material, y nuevas propuestas para
obtener la caracterización del macizo, la última en 2002 (Hoek et al., 2002).

Se trata de un criterio no lineal, puramente empírico, que permite valorar, de manera


sencilla, la rotura de un medio rocoso mediante la introducción de las principales
características geológicas y geotécnicas.

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