La templanza es una virtud que consiste en mantener la calma en
situaciones de estrés.
Para entender el concepto, piensa en momentos de tensión que se
dieron en tu vida y seguro que te viene a la cabeza como ciertas personas perdieron los nervios (incluso tú mismo) porque no fueron capaces de controlar sus emociones.
Cuando uno es sobrio, y tiene una cierta estabilidad interior, es más
capaz de reaccionar ante las adversidades de forma racional.
Ejemplo 2: Cola. A veces estamos esperando para algo y se forma una
cola que no avanza. Incluso puede haber gente que intente pasar por delante de uno. No perder la compostura es una virtud. La forma de conseguirlo es pensando racionalmente, y de forma positiva, sin darle una importancia desmesurada a lo que nos está pasando.
a Templanza es muy positivo para el trabajo en equipo, pues nos
habla de conciliaciones, armonía y la capacidad de exponer las idea. Asimismo, podría marcar el reinicio de un proyecto que se creía olvidado. Si bien nos invita a pensar en lo que queremos hacer y hacia donde vamos, es también un mensaje acerca de la importancia de prestar atención a todos los planos para encontrar el equilibrio, el autocontrol y la paciencia. La Templanza tiene un significado en el amor muy positivo. La Templanza en el amor nos habla de una relación buena, equilibrada, en la que ambas personas están en la misma página. Si la pareja está en un punto delicado, nos habla de la importancia mirar ambas partes, de escuchar las dos versiones de la historia. la templanza es una de las cuatro virtudes cardinales de la Iglesia Católica junto a la prudencia, fortaleza y justicia. Dicha virtud mantiene el equilibrio y el dominio sobre la voluntad del individuo, logrando él mismo moderar los instintos, sublimar las pasiones, y controlar los impulsos y deseos. La templanza y sus fortalezas
La virtud de la templanza se refiere a una moderación juiciosa y se compone
de cuatro fortalezas que nos protegen de los excesos:
– el perdón y la compasión nos protegen de los excesos del odio,
– la humildad y la modestia nos protegen del exceso de amor propio, de la
soberbia y de la arrogancia,
– la prudencia nos protege de los excesos asociados con un hedonismo
exagerado,
– y la autorregulación nos protege de las consecuencias de una vida excesiva y
sin disciplina.
Fraces de la templanza
La templanza y trabajo son los mejores custodios de la virtud
Lo que mejor sienta la juventud es la modestia el pudor el amor a la templanza y a la justicia tales son las virtudes que deben formar su carácter La templanza es un gran capital