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LA PASION DE MAHOMA, UNA VISION DE LO QUE ES ORIENTE

POR PARTE DE OCCIDENTE.

JUAN ANGEL CORTES MEJIA 1010117425

Introducción:

A medida que las civilización humana avanza, está siempre se ha visto en la


necesidad de crear un arquetipo de las cosas, esto con el fin de poder darle
forma a lo incorpóreo, o ya de plano, tratar de comprender lo que para
nosotros vendría a ser, un misterio. Y esto mismo suele pasar entre las
distintas naciones del globo, que en un afán de tratar de meter dentro de un
frasco de comprensión a todo ello que no comprendemos, a veces solemos
poner por delante, una visión falsa de las cosas, esto suele pasar con las
personas endémicas de las tierras iraicas, que dentro del imaginario colectivo
vendría a ser gente muy extraña, con costumbres incomprensibles para
nosotros como lo sería su constante rezo en dirección a la Meca, o para
algunas otras personas, estos pueblos vendrían a ser peligrosos, dado su ley
del Yihad o por el fanatismo religioso que suele tener grupos terroristas los
cuales han llevado a cabo diversos atentados o episodios de terror. Todos estos
puntos de vista dispares y algunos sacados de contexto, son lo que el autor
Edward W. Said denomina como Orientalismo, pero ojo, lo que nos deja en
claro el autor es que este término es uno que se suele usar más en el discurso
político, pero es acá en donde tenemos que poner las cartas sobre la mesa, y es
que si bien Oriente ha sido fuente de mucho debate en los últimos tiempos, es
menester acotar que se trata de una región que inspira fascinación, sobre todo
en el ámbito académico, pues Oriente ha sido cuna de algunos de los avances
más importantes para toda la humanidad, es por esto que este texto debe de
plantear la siguiente interrogante, y es ¿Qué significado histórico tiene Oriente
en la construcción de occidente?, si tenemos en cuenta que la pregunta es si
puede llegar a ser bastan amplia en su concepción, con el fin de dar un sentido
mucho más aterrizado el principal objetivo a alcanzar en este texto es el de,
determinar cuál es la visión que tiene occidente del oriente, para ello
emplearemos un análisis de los siguientes autores con relación al
Orientalismo.

Contenido:

Para empezar con nuestro texto, tenemos que tener claro que la idea de
"Oriente" fue inicialmente conceptualizada por los orientalistas franceses e
ingleses de mediados del siglo XVIII, quienes lo verían como un lugar en el
cual se desenvuelven placeres exóticos, paisajes inolvidables, criaturas poco
comunes, entre algunas otras cosas que para ese momento, asombraban y
hasta asqueaban a los europeos, y como tal, estos estereotipos y expectativas
de las culturales orientales han servido, y siguen sirviendo como
justificaciones implícitas de las ambiciones coloniales y de la voluntad
imperial de algunos países sobre la región, esto es algo que nos explica
(Said.2008) el cual nos aclara que el Orientalismo vendría a ser “ un estilo
occidental que pretende dominar, reestructurar y tener autoridad sobre
Oriente”1. Este tipo de pensamiento colonialista ha servido en gran medida a
Europa a definirse como la contraposición de Oriente, pero la triste realidad es
que Oriente viene siendo el lugar en donde se desarrolla mucha de la cultura
material de Europa, ya que al ser Oriente y Occidente, espectros opuestos el
uno del otro, ha dado cabida a que muchos de los grandes pensadores así
como también de los grandes novelistas y políticos de Europa, como
1
Said, E. W. (2008). Orientalismo. DeBolsillo. Pp 21.
Schopenhauer, Víctor Hugo, Dante, entre muchos otros, haya ha usado a
Oriente, tanto su gente, como sus costumbres, así como su mentalidad como
material principal para sus diferentes escritos, si nos ponemos a dar un
ejemplo de orientalismo, como fuente primaria de la construcción del
pensamiento europeo, podemos remitirnos al filósofo alemán, Arthur
Schopenhauer, el cual fue uno de los grandes pensadores del pesimismo
filosófico así como del Nihilismo, tanto así que una de sus más grandes obras,
la cual se titula El mundo como voluntad y representación, nos presenta un
sistema filosófico que comprendía una sola “metafísica” como fundamento
único de la realidad teniendo este planteamiento, una relación directa con la
filosofía oriental, en especial con el budismo, el taoísmo y el vedanta,
afirmando principios como el ascetismo y la noción de la apariencia del
mundo y que culmina con el ideal budista del nirvana, serenidad absoluta, que
aniquila la “voluntad de vivir”. Esto nos abre las puestas a denominar
entonces a muchos de los grandes autores y pensadores europeos, como el
propio Schopenhauer serian “Orientalistas”, personas entusiastas que vieron
en el Oriente conocimientos que podrían aportar a desarrollar la cultura
europea.

Y es que si bien muchos Orientalistas, sobre todo los que se dieron durante el
siglo XVIII, eran eruditos quienes buscaban una amplia gama de
conocimientos desde el punto de vista de Said, el ismo que identifica al
término del Orientalismo, se refiere a una etiqueta que sirve para designar una
gran cantidad de instituciones tanto culturales como sociales y por tanto
alguien que enseñe, escriba o investigue sobre Oriente es un orientalista, pero
es menester acotar que muchos de estos, fueron estudiantes de lenguas
semíticas, islamólogos o entendidos de la biblia, y esto hizo que la evolución
histórica del Orientalismo se diera por regla general, en incrementar sus
dimensiones y no a desarrollar una mayor selectividad como disciplina, esto se
puso a prueba en la edad media, pues muchas de las relaciones entre oriente y
occidente, se vieron seriamente afectadas por cuenta de las cruzadas, las
cuales buscaban como tal erradicar con un factor muy importante que nos
explica (Diaz. 2016) la cual consiste en que se tenía “una percepción de
superioridad “Oriental” en el campo material e intelectual. La presencia del
pensamiento árabe y su importancia en la historia de la filosofía europea es
indudable y fue reconocida incluso por aquellos que combatían a filósofos de
la importancia de al Farabi o al Ghazali”.2

Esto hace que el Orientalismo, se convierta en prácticamente en una respuesta


europea a lo que ellos ven como una relación de poder entre oriente y
occidente en donde mucho de lo que se ha podido saber de Oriente de
Occidente ha salido de lo que se narra en lo que nos ilustra (Alcantud. 2006)
como “las empresas de conquista” las cuales “están basadas en idearios
anteriores, evidentemente despectivos y restrictivos sobre los musulmanes” 3
por lo que las diferentes representaciones culturales que suelen describir lo
que es la región del Oriente lo presentan como un lugar plagado de seres
primitivos, irracionales, violentos, despóticos, fanáticos, y esencialmente
inferior a los occidentales pues en Oriente no hay rastros de autogobierno. En
su esplendor, siempre tuvieron gobiernos despóticos, lo que da como resultado
que siempre se dé la sustitución de una dominación por otra, pero nunca lo
que en occidente se conoce como autogobierno. De tal manera, la "ilustración"
de Oriente solo podría ocurrir cuándo los valores “tradicionales” y

2
Díaz, M. E. G. (2016). MEDIEVALISMO Y ORIENTALISMO: “EL PASADO ES UN PAÍS
EXTRANJERO.” Revista Chilena de Literatura, 92, 223–232.
http://www.jstor.org/stable/revchilenalit.92.223. Pp 228
3
Alcantud, J. A. G. (Ed.). (2006). El orientalismo desde el sur (Vol. 156). Anthropos Editorial. Pp 42
“reaccionarios” sean reemplazados por las ideas “contemporáneas” y
“progresivas” procedentes de Occidente o de influencia occidental. Pero el
orientalismo no es una fantasía, una serie de mitos y leyendas que, si las
quitamos, nos quedamos sin Oriente. Por el contrario, es un conocimiento. Lo
que cabe señalar es que este conocimiento es fundamento para una relación de
dominación y esto hace que el Orientalismo más que una disciplina académica
que busca desentrañar los secretos y misterios de los Pueblos Iraicos, o yendo
más allá, de los pueblos asiáticos o Nipones se convierta en un discurso de
poder, acompañada de una visión eurocéntrica de que el hombre europeo, por
ser blanco, rubio y alto, debía de ser quien portara la batuta y “guiara” a las
diferentes naciones. Es por esto por lo que muchos de los "orientalista" vean a
estos pueblos Orientales como, barbaros, tal como el imperio romano solía ver
a los Galos y a los Germanos, por tanto, ningún conocimiento que se dé parte
de los llamados Orientalistas es puro, pues este siempre estará impregnado de
un elemento político que lo haga ver a los árabes o a los japoneses como
pueblos peligrosos, sin embargo, en lo que respecta al Orientalismo del siglo
XXI, esta corriente de pensamiento se justificaría con el afán de reivindicar a
los pueblos Orientales al hacerlos más agradables.

Pero la triste verdad de las cosas es que, a la hora de estudiar Oriente, un


europeo o un norteamericano pensará “situado”, establecido en un lugar y en
un tiempo histórico, y esto siempre incluirá una mirada política. Mirar “como
occidental”, es ineludible, y es que a partir de este punto, es cuando nos
tenemos que plantear la idea de que muchos de los textos o investigaciones
planteadas por pensadores del siglo XIX como Marx o Dickens, no solamente
ponen de presente la idea de que el europeo se trata de una raza superior de
hombre, sino que también hay que poner sobre la mesa, que durante ese
periodo de tiempo, existían sobre todo imperios, reinos y protectorados, por lo
que mucho de ese material documental está cargado de una amplia visión
imperialista sobre Oriente, conteniendo esta interpretaciones prejuiciosas o
anticuadas sobre las culturas y pueblos de Oriente. Aquí nos tendríamos que
remitir a un concepto muy interesante que se puede desenvolver de manera
muy natural en el texto y es el del Otro, pero ¿Qué es el Otro?, en filosofía, en
concepto vendría a ser una idea opuesta a la identidad y se refiere, o se intenta
referir, a aquello que es “otro” frente a la idea de ser considerado algo. El otro,
considerado siempre como algo diferente, alude a otro individuo más que a
uno mismo. Por lo tanto se podría entender que el Oriente vendría ser como
un "Otro" irracional, psicológicamente débil, feminizado y no-europeo, que es
negativamente contrastado con la idea del Occidente racional,
psicológicamente fuerte, y masculino en este orden de ideas, el burdo
conocimiento occidental del mundo Oriental, generaría una relación binaria
dónde destaca la jerarquía entre debilidad y fuerza que refuerza los
estereotipos culturales que surgieron con los textos literarios, culturales, e
históricos y que describen una realidad más ficticia que real, esto deriva de la
necesidad europea de crear una diferencia de desigualdad cultural, entre el
Occidente y el Oriente. Esta arbitrariedad del Occidente de querer ver a los
pueblos Orientales como “simples” se debe mayoritariamente a las esencias
culturales inmutables inherentes de estos mismos algo que hace que los
diferentes textos orientalistas, den al lector un entendimiento limitado de la
vida en el Oriente, pues el Orientalismo acaba mezclando las diferentes
sociedades orientales un mundo homogéneo oriental, esto sin tener en cuenta
que tales sociedades vendrían a ser más que nada, en diversos y muy
heterogéneos pueblos, cada uno con una cosmología diferente, así como
tradiciones diferentes.
Esto lo podemos constatar en el texto escrito por (Ueno.1996), en el cual, nos
explican que esta visión binaria de Europa hombre y oriente mujer, suelen
tener efectos sumamente negativos en cuanto a las mujeres pues tal como
afirma la autora en su texto “la doble afeminación de las mujeres orientales las
coloca en una posición complicada cuando luchan contra sus propios hombres,
ya que la feminidad ya ha sido adoptada por ellos mismos” 4. Por lo que una
pregunta sumamente importante que se podría desembocar de este
planteamiento vendría a ser ¿Dónde queda la mujer oriental en occidente?,
pues si nos remitimos a todo lo dicho con anterioridad en el texto, La historia
del dominio colonial europeo y de la dominación política de las civilizaciones
orientales, hace que el papel de la mujer oriental en occidente sea uno
severamente estigmatizado o vulnerado pues como dice la autora, al ser
doblemente afeminizada, esta se encuentra en una posición de total
inferioridad con respecto a los europeos, incluso con las propias mujeres
europeas, un ejemplo de ello lo podemos aportar con las diferentes historias
medievales sobre mujeres de los pueblos iraicos, las cuales las presentan como
la mujer buena que sigue al héroe, se enamoran, se casan y posteriormente
esta se convierte (en el caso presente del islam al cristianismo), o el de una
hechicera que solo busca la destrucción y la desgracias de los héroes.

Este tipo de escenarios sociales, son los que más suelen destacar cuando se
hablan de pueblos subestimados o ya de plano rechazados, pero esto suele ser
peor cuando un individuo de estas regiones ya sea del medio oriente, o del
lejano suele enfrentarse al occidente, personajes como Saladino, aun a pesar
de que incluso muchos cronistas europeos lo catalogan como un verdadero
caballero, suele generar pasiones o comentarios negativos que lo colocan

4
Ueno, C., & Toriz, G. F. (1996). Orientalismo y género. Debate Feminista, 14, 165–186.
http://www.jstor.org/stable/42624372. Pp 166
como un demonio para occidente, por haber derrotado a estos mismos en 2
cruzadas, ahora, esto mismo en esta época interconectada se puede denotar
con las muestras constantes de racismo y xenofobia que yace haber en
muchos países europeos, y es por esto que el odio y el recelo que suele haber
con las personas que provienen del Oriente se debe al orientalismo moderno
imperante, el cual ha logrado mantenerse en esta época de la historia tanto en
la académica, como en el discurso político de la actualidad, el cual perpetuar
el dominio de Occidente sobre las demás regiones del globo, pero si bien es
cierto que nos encontramos en un periodo, cada vez más interconectado entre
las naciones, esto está muy lejos de la verdad, pues incluso en diversas partes
del mundo, aun suelen existir los bien llamados, Chinatown o Coreatown,
formas muy sutiles de poder excluir a los sujetos orientales, pero en palabras
de ( Moran.2005) “El sujeto oriental es, probablemente, uno de los que más
resiste cualquier intento de delimitar un adentro de un afuera, si bien los
barrios o chinos o los Chinatown pueden ser leídos como espacios marginados
respecto a la centralidad nacional, también lo es que, por la misma razón, ellos
impiden la homogenización a que aspiran todos los imaginarios nacionales”5.

Como habíamos dicho con anterioridad, el mundo actualmente se encuentra en


un periodo en donde todos están interconectados los unos con los otros, sin
embargo, el nuevo Orientalismo lo vendrían a ejercer las multinacionales y las
empresas de un amplio espectro, las cuales, mediante el uso de nuevas
tecnologías, manipulación de información y de fake news, nos han dado
nuevamente una lección de como occidente suele ver a los musulmanes y a los
diferentes pueblos iraicos y asiáticos esto con el fin de promover sus
diferentes intereses económicos, sin embargo, estas empresas suelen contar

5
Morán, F. (2005). “Volutas del deseo”: hacia una lectura del orientalismo en el modernismo
hispanoamericano. MLN, 120(2), 383–407. http://www.jstor.org/stable/3251706
con el apoyo de la política moderna, la cual a través de sus diversas campañas
y discursos, nos pretenden mostrar como tal, los estereotipos orientalistas de
las culturales orientales las cuales han servido, y siguen sirviendo como
justificaciones implícitas de las ambiciones coloniales y de la voluntad
imperial de los poderes de las distintas naciones Occidentales.

Conclusión

Si bien durante el texto, pudimos saber que muchos de nuestros conocimientos


acerca de oriente suelen deberse como tal a visiones fantasiosas y sumamente
nefastas de personas que con el afán de creerse totalmente superiores a otros,
sin embargo, Oriente es fuente de la astronomía, de la alquimia, protociencia
que daría paso a la química, de las matemáticas, del comercio, entre otras
muchas cosas, pues si bien existió mucho rechazo a oriente y a sus costumbres
por parte de occidente, la verdad es que muchas de las excentricidades y
exquisiteces de las que hacían gala las distintas realezas europeas en dicha
época, todas ellas provenían de oriente, por lo que al final del día, muchas de
las cosas por las cuales los occidentales llegaron a catalogar a los pueblos
orientales como vulgares primitivos, entre otros términos peyorativos, se debía
en mayor medida, a la envidia y al miedo constante de ser relegados a un
segundo papel en la historia.

Por ende, el Orientalismo vendría a ser un sistema nefasto para tratar de


indagar acerca de la cultura, sociedad y costumbres sobre los pueblos iraicos,
y es por ello por lo que una alternativa a este sistema de representación
excluyente vendría a ser un sistema que sea "participativo y colaborativo, y
que no coaccione, contrario así a cualquier imposición, que busque construir
desde una base de reciprocidad y respeto si bien es cierto que existen severas
dificultades inherentes a esta alternativa, que requerirían de una muy necesaria
deconstrucción social, la cual nos podría a los pies, de una nueva era de
entendimiento y aprendizaje mutuo, para poder redescubrir el Oriente, y verlo
no como un lugar inhóspito y cruel, sino como uno mágico, lleno de
conocimientos y de entendimiento mutuo.

BIBLIOGRAFIA

FUENTE PRIMARIA:

Said, E. W. (2008). Orientalismo. DeBolsillo.

FUENTES SECUNDARIAS:
Alcantud, J. A. G. (Ed.). (2006). El orientalismo desde el sur (Vol. 156).
Anthropos Editorial.

Morán, F. (2005). “Volutas del deseo”: hacia una lectura del orientalismo en
el modernismo hispanoamericano. MLN, 120(2), 383–407.
http://www.jstor.org/stable/3251706
SACADAS DE LAS BASE DE DATOS JSTOR:
Díaz, M. E. G. (2016). MEDIEVALISMO Y ORIENTALISMO: “EL
PASADO ES UN PAÍS EXTRANJERO.” Revista Chilena de Literatura, 92,
223–232. http://www.jstor.org/stable/revchilenalit.92.223

Ueno, C., & Toriz, G. F. (1996). Orientalismo y género. Debate Feminista, 14,
165–186. http://www.jstor.org/stable/42624372

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