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La Iglesia:

La "Iglesia" es el pueblo que Dios reúne en el mundo entero. La Iglesia de Dios existe
en las comunidades locales y se realiza como asamblea litúrgica, sobre todo eucarística.
La Iglesia vive de la Palabra y del Cuerpo de Cristo y de esta manera viene a ser ella
misma Cuerpo de Cristo. (Catecismo de la Iglesia Católica.)

A éste pueblo de Dios no se pertenece por el nacimiento físico, sino por el nacimiento
espiritual del agua, del Espíritu Santo como anuncia Jesús a Nicodemo Yo te aseguro
que nadie puede entrar en el reino de Dios si no nace de nuevo del agua y del Espíritu.
Así nosotros por el sacramento del Bautismo y la fe en Cristo Jesús nos hacemos hijos
de Dios y entramos en la Iglesia.

Es el mismo Jesús quien funda la Iglesia con el anuncio de la Buena Nueva, la llegada
del Reino de Dios en la Tierra. Y esto es la Iglesia, el Reino en la Tierra. Jesús asentó
las bases sobre las que se cimienta la Iglesia: su misión de evangelizar, el ministerio
petrino y los sacramentos.

La misión de la Iglesia es ser la sal de la tierra y la luz del mundo. Es un germen de


unidad, esperanza y salvación para toda la humanidad. El mismo Jesús antes de
ascender al Cielo les dejó a sus discípulos el último mandato:

Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por
tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he
aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Mt 28. 16-20.

“No os guardéis a Cristo para vosotros. Comunicad a los demás la alegría de vuestra
fe.” nos decía el papa Benedicto en la JMJ de Madrid. No se puede tener una amistad
con Cristo sin anunciarle, porque precisamente Él ha sido quien nos ha mandado
anunciarlo. Nosotros queremos confirmar que la una vez más que la tarea de
evangelización de todos los hombres constituye la misión esencial de la Iglesia. (Pablo
VI. Evangelii Nuntiandi). Tan fundamental que ¡Ay de mí si no evangelizara! dirá san
Pablo. Esto es lo que nosotros hacemos en el campamento, nuestro fin último es que lo
chicos conozcan a Jesucristo, podemos compartir esta tarea también con ellos, abrir
nuestro corazón y decirles que por esto estamos aquí con ellos.

"Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién
dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros,
Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy
yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le
respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni
sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre
esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella." (Mateo
16:13-18)
Jesús construye la Iglesia sobre la roca de la fe de Pedro, que confiesa la divinidad de
Cristo. Sí, la Iglesia no es una simple institución humana, como otra cualquiera, sino
que está estrechamente unida a Dios. El mismo Cristo se refiere a ella como «su»
Iglesia. No se puede separar a Cristo de la Iglesia, como no se puede separar la cabeza
del cuerpo (cf. 1Co 12,12). La Iglesia no vive de sí misma, sino del Señor. Él está
presente en medio de ella, y le da vida, alimento y fortaleza.[...] Pero permitidme
también que os recuerde que seguir a Jesús en la fe es caminar con Él en la comunión de
la Iglesia. No se puede seguir a Jesús en solitario. Quien cede a la tentación de ir «por su
cuenta» o de vivir la fe según la mentalidad individualista, que predomina en la
sociedad, corre el riesgo de no encontrar nunca a Jesucristo, o de acabar siguiendo una
imagen falsa de Él. (Benedicto XVI)

En vistas de no poderlo hacerlo mejor uno se rinde ante la calidad del papa. Pero ¿Por
qué no se puede seguir a Cristo en solitario? Bien, otra misión de la Iglesia es la de, a
través de los sacerdotes suministrar los sacramentos. Y qué sería de nuestra vida
espiritual sin sacramentos. Sin la Reconciliación, o sin la Comunión con el Cuerpo de
Cristo. Ya hemos hablado de lo fundamental de la Eucaristía para la relación con Jesús
el día de Cristo. Este es un buen momento para recordarlo y subrayar que es gracias a la
Iglesia por la que podemos disfrutar de dichos bienes espirituales.

¿Nunca te has preguntado por qué se le llama Santa Madre Iglesia? Pues bien la Iglesia
es nuestra madre en muchos sentidos, en primer lugar es nuestra madre porque nos da la
Vida, la Vida de los hijos de Dios en el Bautismo, y también porque nos acompaña
durante toda nuestra vida suministrándonos lo necesario para Vivir de verdad, los
sacramentos. Además la Iglesia tiene un Magisterio, potestad para discernir la verdad
sobre la doctrina y la moral cristiana. Este Magisterio no se sostiene por tener a jefazos
como Benedicto XVI. Santo Tomás de Aquino o San Agustín, que está genial; sino
porque es el Espíritu Santo quien guía a la Iglesia para que no se separa de la Luz que es
Jesús. El mismo Jesús mandó que las verdades por Él enseñadas se guardasen y con
sumo cuidado y se transmitieran: enseñándoles que guarden todas las cosas que os he
mandad.

Otro nombre para la Iglesia es el de Cuerpo Místico de Cristo. Jesús habla de una
comunión todavía más íntima entre Él y los que le sigan: "Permaneced en mí, como yo
en vosotros [...] Yo soy la vid y vosotros los sarmientos". Anuncia una comunión
misteriosa y real entre su propio cuerpo y el nuestro: "Quien come mi carne y bebe mi
sangre permanece en mí y yo en él". No sólo los cristianos nos reunimos en torno a
Cristo, sino que la Iglesia está unificada en Cristo, formando un cuerpo en comunión
con Él, por eso decimos que Cristo es la cabeza de la Iglesia, y por eso la comparación
del papa entre cuerpo-Iglesia y cabeza-Cristo es más que una mera comparación, es un
misterio real.

Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros
tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos
miembros los unos de los otros. De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que
nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o
el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con
liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.

En este texto explica san Pablo cómo la Iglesia agrupa todas las vocaciones según los
carismas y dones que ha recibido cada uno de Dios, sin que ninguna sea más alta que
otra. Podemos aprovechar este texto para hablar a los chicos de las diferentes
vocaciones en la Iglesia (al matrimonio, la vida consagrada, ministerio sacerdotal), de
obispos, del papa…etc

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