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Cadena de valor

Materia prima: Cuero


Procesamiento:
Básicamente son cuatro etapas a seguir: limpieza, curtido, recubrimiento y acabado.
El objetivo del curtido (así se llama el proceso) es conseguir un material duradero que
no esté sujeto a la descomposición. Se introduce el cuero en el tambor y se mezcla con
agua y sulfuro sódico. El tambor gira durante días hasta que la piel pierde por
completo todo el pelo. Da igual la procedencia de la piel, su color etc. Todos salen del
tambor con el mismo aspecto. Después de sacar la piel de los tambores, se deja secar
durante unos días. A continuación, viene el momento de seleccionar las mejores
piezas, pues algunas tienen cicatrices o marcas hechas por los mismos ganaderos.
El cuero puede aguantar en este estado durante años. Una vez que el cuero está
clasificado, éste vuelve al interior de los tambores para tomar el color que se le quiere
dar. La base es la misma para todos, únicamente cambia la fórmula química que hará
que tome un tono u otro. Una vez se tiene el cuero del color deseado, se extiende
sobre estas planchas para meterlo a un horno en el que alcanzará temperaturas de 80
a 120°. Una vez que está seco, se prepara para darle el acabado final.
Finalmente llega la etapa del acabado. Aquí es donde se decide qué aspecto final va a
tener la piel. Se le puede dar un acabado brillante, mate. Estas planchas sirven para
darles distintos tipos de acabado a las pieles.
Salida: En este paso el calzado producido termina por ser almacenado, transportado a
las diversas tiendas a nivel nacional y almacenado en las tiendas para su venta.

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