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7.1. LA AGRICULTURA
7.2. LA GANADERÍA
8.2. LA PESCA
Pero también podríamos considerarlo con una visión ecológica, como una interfase entre
todos los sistemas estudiados con anterioridad, pues está constituido por componentes de
todos ellos. Por esta razón se puede decir que es un ecosistema necesario para que se cierren
los ciclos materiales del resto de los ecosistemas terrestres.
La importancia del suelo radica en el hecho de que sirve de asiento a la vegetación, de la que
depende la agricultura, que es la base de la subsistencia humana y de la existencia de la vida
en la Tierra, ya que hace posible el reciclado de materia en los demás ecosistemas terrestres.
Soporte de la vegetación
Horizonte A de lixiviado: Denominado así porque contiene pocas sales minerales, pues
estas son arrastradas por las aguas al infiltrarse. En esta zona se encuentran las raíces
de la mayoría de las plantas y se divide en varios estados:
o Nivel A1, de color oscuro, ya que está constituido por humus que forma
agregados con la materia mineral, confiriendo al suelo su estructura y su
capacidad para retener agua e iones nutritivos de carga positiva, impidiendo
su pérdida por lavado vertical.
El tiempo: Este factor tiene gran importancia, pues debido a él actualmente se puede
considerar el suelo como un recurso no renovable, porque se regenera a un ritmo
mucho más lento que el de su destrucción.
En los lugares extremos, como las áreas próximas a los polos o los desiertos, no se forman
horizontes, por lo que estudiaremos solamente los suelos más característicos de las zonas
húmedas y frías, templadas, áridas y tropicales.
Este tipo de suelo es bastante ácido, porque contiene mucho humus de descomposición muy
lenta, acidez incrementada por el fuerte lixiviado que provoca la migración de cationes hacia el
horizonte B, que es de color oscuro, mientras que el horizonte A 2 es claro y pobre en
nutrientes.
En lugares de clima continental, la escasa precipitación impide la pérdida de iones por lixiviado
(P<E) , y la estación seca propicia su elevación y depósito, de forma que presentan un
horizonte A oscuro y rico en bases y en humus, originando suelos aptos para el cultivo, y un
horizonte B de coloración clara con exceso de CaCO 3.
En los climas templados y con cierta cantidad de humus, los suelos tienen un carácter ácido
por lo que el proceso de meteorización del granito solamente afecta al feldespato y a la mica,
convirtiéndolos en arcillas, mientras que el cuarzo permanece inalterado, constituyendo la
arena. Sin embargo, en los climas tropicales la ausencia de humus propicia un suelo básico y la
meteorización es más drástica, pues provoca la solubilización del cuarzo y la descomposición
de los minerales arcillosos de aluminio en bauxita y de hierro en limonita, que precipitan junto
con la arcilla sobre el horizonte B, formando unas costras duras, denominadas lateritas. Si se
erosiona el horizonte A, las lateritas afloran, impidiendo el asentamiento de la vegetación; sin
embargo, su acumulación en estas zonas constituye la principal fuente de aluminio.
▪ EROSIVIDAD
Expresa la capacidad erosiva del agente geológico predominante, que depende del clima. Es un
factor de suma importancia para la elaboración de mapas de erosividad a escala nacional; se
puede evaluar de varias maneras, entre las que destacamos:
El índice de agresividad climática (I a): Elaborado por Fournier (1960), se enuncia como:
; siendo p la precipitación del mes más lluvioso y P la precipitación total anual en litros.
El índice de erosión pluvial (R): Se define como el índice medio anual de la erosividad
de la lluvia:
▪ EROSIONABILIDAD
La erosionabilidad expresa la susceptibilidad del sustrato para ser movilizado. Este factor
depende del tipo de suelo, de la pendiente y de la cobertura vegetal, y resulta útil para
elaborar mapas de erosionabilidad a escala local.
Indicadores biológicos:
MÉTODOS INDIRECTOS
Se usa la ecuación universal de la pérdida del suelo:
R: Factor de erosividad de la lluvia (índice EI 30), en función del índice de erosión pluvial.
Para lograr la recuperación de zonas erosionadas se trata de frenar o detener los procesos
erosivos mediante planes de recuperación entre los que destacan:
Para minimizar estos efectos o evitarlos se pueden tomar medidas, como la construcción
adaptada a la geomorfología, la realización de cunetas, aliviaderos o drenajes adecuados y la
repoblación de los taludes y muros de contención en lugares con peligro de deslizamientos.
Otros autores relacionan la desertificación con el proceso natural e inducido por actividades
humanas de la degradación del suelo y hablan de desertización para referirse al proceso social.
Todos los autores afirman que el proceso de desertización resulta de la confluencia de factores
climáticos con otros debidos a la acción humana. Los procesos que pueden dar lugar a
situaciones de tipo desértico son:
Amortiguan la erosión, sobre todo en las pendientes donde dicho efecto es más
intenso.
El estiércol se acumula, contaminando suelos y aguas, porque resulta muy caro su transporte
hasta los alejados campos agrícolas.
7.1. LA AGRICULTURA
Hasta la mitad del siglo XX, el aumento de la producción agrícola se debió a expansión de las
zonas cultivadas. Cuando dicha superficie alcanzó unos límites, el incremento de la producción
de alimentos solamente fue posible mediante la intensificación de la explotación y con la
conversión de la agricultura en una industria.
Esta conversión comenzó con la llamada Revolución Verde, en la que se consiguió un fuerte
incremento de la producción agrícola por unidad de superficie cultivada, lo que permitió
alimentar a un mayor número de personas.
Tras unos años de apogeo, en los que se pudo reducir en 40 millones el número de personas
que padecían hambre, pronto se alcanzaron unos límites en la producción agraria, por encima
de los cuales es difícil crecer, por mucho abono químico que se añada, con lo que podríamos
deducir que los rendimientos agrarios puedan estar acercándose a sus límites, por la
degradación de las tierras, originada como consecuencia de la sobreexplotación de las mismas.
Además de este problema de degradación, existen otros factores limitantes naturales, como el
clima frío y/o seco, las lluvias irregulares, los suelos improductivos o la excesiva pendiente.
En los últimos veinte años, tanto la población mundial como la producción agrícola no han
dejado de aumentar. En los países en vías de desarrollo el incremento de población supera con
creces al de los alimentos disponibles. Hay que añadir que el precio de los alimentos comenzó
a subir en 2002 y se disparó hasta 2008, año en el que los precios de productos agrarios
básicos, como trigo, maíz, arroz y aceites vegetales, se elevaron un 64% respecto a los de 2002.
El número de personas subnutridas de los países en desarrollo se ha elevado hasta alcanzar la
o Itinerante, seguido por habitantes de los bosques tropicales en los que realizan
talas selectivas para cultivar en pequeñas parcelas que se abandonan cuando
el terreno se agota, dejando que se restablezca el bosque primitivo.
Que prime la conservación del suelo y la economía del agua sobre la productividad, lo
que implica que las tierras no se considerarán industrias.
Fomentar los cultivos mixtos (en los que se intercalan árboles con plantas anuales; por
ejemplo, encinas y trigo) o los policultivos (pequeñas parcelas de cultivos variados),
combinados con ganadería familiar en lugar de monocultivos.
AGRICULTURA ALTERNATIVA
El objetivo es el de compatibilizar sus actividades con el respeto del medio natural y con la
consecución de una mejor calidad de vida. Una de ellas es la agricultura integrada, que se basa
en el empleo de productos químicos y de especies seleccionadas genéticamente, además ha
de someterse a controles oficiales periódicos con el fin de garantizar su grado de respeto al
medio ambiente; tras ellos se otorgará una certificación que podrá exhibirse en las etiquetas
con fines comerciales. Otra es la agricultura biológica, que renuncia por completo al empleo
de productos químicos, sustituyéndolos por la utilización de abonos orgánicos.
7.2. LA GANADERÍA
Conviven formas de ganadería tradicional, como el pastoreo nómada de los pueblos
centroafricanos, del Oriente Próximo, del centro de Asia y en las zonas limítrofes al Círculo
Polar Ártico, que cambia de territorio según el régimen estacional, con la ganadería extensiva,
en la que el ganado se cría suelto por el campo en extensiones de pasto variable, con la nueva
ganadería intensiva, que es llevada a cabo en granjas industrializadas, capaces de abastecer el
enorme consumo de carne de los consumidores de los países desarrollados. En dichas granjas,
Según la FAO, en nuestra dieta son imprescindibles unos 60 g de proteínas al día; por lo tanto,
si los habitantes de los países desarrollados redujéramos la ingesta del exceso de carne y la
sustituyéramos por otro tipo de alimentos ricos en proteínas, como los huevos o la leche y sus
derivados, y nuestra alimentación se basara fundamentalmente en el consumo de productos
vegetales, se podría alimentar a más población con una dieta más equitativa y solidaria.
La presión ejercida por la superpoblación, junto con las actividades recreativas, de transporte
marítimo y pesqueras, son la causa de las numerosas agresiones que estas zonas padecen. Con
el fin de paliarlas, se hace necesaria una Gestión Costera Integrada.
Bioinvasiones, de las cuales las más importantes son las originadas por la limpieza de
las aguas utilizadas como lastre para barcos cuando circulan libre de carga. El
problema ambiental de pérdida de biodiversidad acarreado es de gran envergadura, ya
que el total de las especies foráneas transportadas por el barco ascienden a unas 4000
diarias, lo que da lugar a graves problemas en las zonas de descarga. Debido a ello, la
Organización Marítima Internacional de Protección y Control contra la Alteración por
Elementos Acuáticos recomienda cambiar el agua de lastre en alta mar; o bien tratarla
con calor, O3 o luz UV, antes de proceder a su vertido. Las bioinvasiones más conocidas
a través del agua de lastre son:
8.2. LA PESCA
El 20% de la proteína animal que consumimos procede del pescado, pero solo se pescan
mayoritariamente una cuarentena de especies, de las cuales el 72% lo constituyen peces de
aguas profundas demersales y superficiales pelágicos; el 2,5% son moluscos; el 4% son
crustáceos. Además la tercera parte de las capturas están destinadas a la fabricación de
piensos y abonos.
Palangres: Largo cordel de hasta varios km de longitud, del que cuelgan otros más
cortos y numerosos, terminados en anzuelo.
Arrastre: Son unas redes en forma de saco que se arrastran por el fondo y la superficie
con las que se pescan salmonetes, lenguados, rapes, pescadillas, pulpos, gambas, etc.
Enmalle: Se llama así porque los peces quedan retenidos entre las mallas de la red. Las
hay de dos tipos: fijas sobre el fondo marino y redes de deriva, que se desplazan en las
corrientes. Pueden tener hasta 65 km de largo y se mantienen cerca de la superficie
con la ayuda de flotadores.
En la Convención de las Naciones Unidas de 1982, 159 países firmaron la ley del Mar, un
tratado por el que cada nación tiene derecho legal a gestionar su propia pesca y la de los
extranjeros en su Zona de Exclusión Económica (ZEE), cuyo límite se fijaban a 200 millas de su
costa. Veintidós países no la firmaron, alegando que los recursos del mar deben ser patrimonio
de la humanidad.
▪ LA ACUICULTURA
Es la cría de especies acuáticas en cautividad. No es nuevo, sino que ya se practicaba en China
antes de nuestra era. Durante la Edad Media era el método empleado por los monjes para la
cría de truchas, tradición que se ha mantenido hasta nuestros días.
La acuicultura requiere espacio y, además, puede causar otros daños ambientales, como la
pérdida de la biodiversidad marina, la contaminación de las aguas por residuos orgánicos,
antibióticos y otros productos químicos, el empleo de energía o la deforestación, como en el
caso de los manglares.
Durante la marea alta solo sobresalen las copas de los mangles. Sin embargo cuando la marea
es baja, asoma la tortuosa e intrincada red que constituyen sus raíces, que además de captar el
oxígeno, sirven de sujeción al árbol contra el empuje de las corrientes.
Protegen a las costas de la erosión, poseen una gran biodiversidad y proporcionan recursos
vegetales y minerales.
Aun así, en los últimos años, han desaparecido ya un 50% de los 16 millones de ha de manglar
que previamente existían.
En la actualidad se produce una tala masiva de los manglares con el fin de establecer una
acuicultura de cría de langostinos a gran escala. La tercera parte de los 3000 millones de
toneladas de langostinos que se consumen anualmente procede de esta fuente.
A consecuencia de todo ello, se producen otros impactos, como la destrucción de las costas
originada por la pesca de arrastre costero, dedicada a pescar cualquier especie marina útil para
su conversión en harina de pescado con la que alimentar a los langostinos. Además se
contaminan las aguas por antibióticos y otros vertidos tóxicos.
Se acentúa la erosión de las costas, ya que al talarlos quedan desprotegidas durante las
tormentas, lo que da lugar a graves pérdidas económicas y de vidas humanas. Los sedimentos
que antes retenían son arrastrados hacia el mar, provocando la destrucción de los arrecifes de
coral.
Una gestión adecuada de los manglares pasaría por unificar la protección y replantación de los
mangles, con una explotación sostenible de sus recursos y más acorde con los métodos
tradicionales, por lo que se podría permitir plantar arroz o recoger madera de ciertas zonas,
delimitando la cantidad y las zonas destinadas a la pesca y a la acuicultura y fomentando el
ecoturismo.
Los pólipos coralinos son animales que viven en las colonias, en el interior de un esqueleto
calcáreo segregado por ellos y que constituyen el arrecife. Se alimentan filtrando el alimento
contenido en el agua con sus pequeños tentáculos. En el interior de sus cuerpos, y en simbiosis
con ellos, viven unas algas unicelulares. Las algas hacen la fotosíntesis a partir del CO 2
existente en el agua y de las sustancias de desecho emitidas por los pólipos, que emplean
como abono y, a su vez, emiten oxígeno, que el pólipo utiliza para poder respirar.
Debido a la ausencia de luz, las algas no pueden vivir por debajo de los 159 m de profundidad,
por lo que los corales tampoco. Los pólipos de las zonas inferiores mueren, dejando el
esqueleto calcáreo vacío, que se va acumulando hasta constituir el arrecife. En la parte
superior del mismo se sitúan los nuevos pólipos, por lo que el arrecife prosigue su crecimiento
en vertical hasta aflorar por encima del nivel del mar, constituyendo las barreras o las islas de
coral.
La importancia de los arrecifes se debe a su enorme biodiversidad: una de cada cuatro de las
especies animales conocidas habita en ellos, ya que no falta ni alimento ni cobijo.
Actualmente, el 58% de ellos se encuentra en serio peligro a causa de las actividades humanas
siguientes:
La contaminación de las aguas por vertidos desde la tierra o desde barcos petroleros.
Los efectos del excesivo turismo de buceo y la destrucción por el golpeteo de las
anclas de barcos.
Un posible efecto del cambio climático es la muerte de las zooxantelas por el aumento
de la temperatura del agua. La desaparición de dichas algas se traduce en la
decoloración o blanqueo del coral.
Las fuertes tormentas o los huracanes que causan la turbulencia de las aguas.
Las bioinvasiones, como las originadas por las aguas de lastre de los barcos.