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196 BUENA ECONOMIA PARA TIEMPOS DIFICILES GELFIN DELCRECIMIENTO? 197 cexperimentar la vida sin Facebook), a estimaci6n de cudnto habrig AINTUICION DE SOLOW ~~ que pagecles por abandonar dicha plataforma durante un segundg mes fue sustancialmente inferior que al principio. Esto parece muy coherente con la idea de que Facebook es adictivo, en el sentido de que es dificil imaginar la vida sin €, pero que cuando lo dejas las cosas no son claramente peores. Sin em- bargo, es interesante que después del mes de abstinencia, los suje- tos experimentales todavia quisiesen que les pagaran por dejar 4 Facebook; no se sentian simplemente agradecidos por haberse I brado de él. Los investigadores asumieron que eso se debfa aque de verdad lo echaban de menos, aunque menos de lo que esperaban, y por lo tanto legaron @ la conclusién de que esa red social gene- ta més de dos mil dolares de bienestar por usuario. j gCémo encaja esto con el hecho de que al cortarle el acceso la gente, de media, era més feliz? En parte, por supuesto, porque como todas las medias esta oculta que a algunas personas de” verdad les gusta Facebook. Ademis, es probable que en parte lo _ que a los participantes les resultaba costoso era ser los tinicos entre sus amigos que no estaban en Facebook, y es probable que este inconveniente empeorara cuanto més tiempo se estuviera ausente (esté bien tomarte un sabitico de tus conexiones sociales, pero salirse del todo es costoso). Si Facebook no existiera, no” habria problema. aDénde nos deja eso? No con una solucién. Lo que podemos decir con cierta seguridad es que Facebook no es la evidente con- aquista para la humanidad que consideran sus devotos, aunque la gente sigue valoréndolo més de lo que paga por él, al menos con ina implicacién de esto es que cual- Ia configuracién actual en la que todos sus amigos estén en Face- % we gran desequilibrio entre la mano de obra y el capital deberia book, Instagram o Twitter. , reconoce nuestra incapacidad para ha- cer algo respecto a la tasa de crecimiento a largo plazo. El creci- miento, en resumen, esta més alld de nuestro control. ‘Querian con desesperacién ser capaces de presentar algo que pudiera ayudar a los pafses a crecer. éR cas, tuno de los decanos de Is ay uno de los economistas més influyentes de nues- ‘en una conferencia Marshall de 1985 muy citada, e gustaria saber «si hay alguna accién que pudiera adoptar un Go- bierno de India que llevara a su economfa a crecer como la de In- donesia o la de Egipto. Sies as, cual exactamente? Sino, ¢qué hay cen la “naturaleza de India” que haga que sea asi? Las consecuencias para el bienestar humano que implican preguntas como estas son impresionantes: cuando se empieza a pensar en ellas, es dificil pen- sar en otra cosa».” Pero Lucas presentaba algo més que una aspiracién, También sostenfa que nos estamos perdiendo algo importante, y que la razén por la que India era pobre no podfa deberse por completo a una ‘escasez de habilidades y capital. Reconocfa que ese pais tenia menos capital y habilidades que Estados Unidos, quiaé por su historia colonial o el sistema de castas, Pero para explicar la enorme dife- rencia envre el PIB per cépita de las dos naciones basindose solo en la falta de recursos, esos recursos tenfan que ser extraordinariamen- GELFIN DEL CRECIMIENTO? 203, ‘A partir de esa l6gica, * Pero en ese caso, se preguntaba, zpor que todo el capital que habfa en Estados Unidos 1no se trasiadaba a India? Como era evidente que no era asf, lleg6 a Jaconclusién de que en realidad el precio no podia ser tan alto. En ‘otras palabras, la productividad intrinseca del capital debe ser menor cen India que en Estados Unidos para explicar por qué, a pesar de su evidente escasez, en India el capital no obtiene el rendimiento astronémico que el célculo de Lucas predecia; 0, por decirlo como haria Solow, la PTF debe ser mucho més baja en India. Como tal vez era de esperar, Lucas estaba siendo demasiado optimista respecto al funcionamiento de los mercados. Ahora sa~ bemos que vivimos en una economfa rigida en la que nada se ‘mueve muy répido y, sin duda, no desde Estados Unidos hasta nada ‘menos que India. Sin embargo, muchos otros que siguen déndose cabezazos con el enigma de la PTF han redescubierto alguna ver- sin de esta nocién bésica. Para empezar, si simplemente intentas cexplicar la variacion del PIB entre paises en funcién de la cantidad de recursos en esos distintos paises, enseguida te dards cuenta de que, pesar de que los paises pobres tienen una desesperante e3- casea de habilidades y capital, su PIB per cépita es incluso més bajo de lo que predice esa escasez de recursos.” Paul Romer, un estudiante de doctorado de Lucas, fie una de las personas que se sinti6 inspirada para responder ala apasionada pe- ticién de su profesor de que encontremos una manera mejor de cxplicar el crecimiento. Lo que lo convertia en un reto era que la 204 BUENA ECONOMIA PARA TIEMPOS DIFICILES ms biisicas de la economfa. En primer lugar, que los capitalistas invierten en busca de grandes retornos; en el momento y lugar en gue los retornos disminuyen, la acumulacién de capital también tiende a disminuir. En segundo lugas, que a medida que los capi- talistas como clase acumulan cada vez més capital, la productividad del capital disminuye porque no hay trabajadores suficientes para trabajar con él. En economia eso se conoce como «retornos decre- cientes», Su origen es antiguo. El economista francés Anne Robert Jacques Turgot, que fue durante un breve periodo ministro de Fi- nanzas de Francia y uno de los muchos expertos que intenté sin éxito acabar con la répida caida del pais en el caos econémico que precipité finalmente la Revolucién francesa, escribié sobre ello en 1767. Karl Marx lo tomé como una premisa. A su modo de ver, esta era la raz6n por la que el capitalismo estaba condenado: la insaciable avaricia de Ja clase capitalista en busca de mas y més capital acabaria por arruinar el retorno del capital (en Ta jerga mar- xista esto se llama la «tasa decreciente de beneficios») y precipita- tia las crisis que con el tiempo terminarfan con el capitalismo.™ Intuitivamente, la nocién de los retornos decrecientes tiene bastante sentido. ¢Qué objetivo tiene adquirir nuevas maquinas si no hay trabajadores para manejarlas (0 nuevos ingenieros que las programen, 0 comerciales que vendan la produccién)? Por supues- to, hay también contraejemplos. Es evidente que Amazon debe gran parte de su capacidad para reducir costes al volumen de sus ventas. La creacidn de la clase de sistemas de almacenaje y entrega por la que es famoso no tendria sentido si no existiera un flujo constante de demanda para todo lo que vende, y para financiar es0 se necesita mucho capital, $i Amazon fuera cien veces menor, no podria ganar dinero. De hecho, Amazon ganaba muy poco dinero, ‘© ninguno, hasta que crecié mucho, y entonces los beneficios se dispararon, En julio del 2018, los beneSicios de Amazon llegaron a Jos 2.500 millones de délares.*? Los economistas de la generacién de Solow eran conscientes de lh posibilidad de retornos crecientes, que es como los economistas describen Ia idea de que cuanto més grande mejor (y la fuente de la dominacién actual de Amazon). Pero una implicacién evidente de los retornos crecientes es que las empresas més grandes deberian cor las onde rantakban GELFIN DEL CRECIMIENTO? 205 la competencia a las demés y expulsarlas del mercado. Mercados asi estiin condenados a acabar siendo monopolios. De hecho, esto es lo que est pasando en el sector minorista online. Pero aunque ‘vemos algunas industrias en las que también hay un pequefio nti- ‘mero de actores dominantes (las redes sociales y las tiendas de hardware entran en esta categoria), los mercados mas importantes —de coches, ropa y chocolate, por ejemplo— cuentan con muchas empresas, Por esta raz6n los economistas han tendido a rebuir las teorias que dependen en exceso de los retornos crecientes. Romer queria cefirse a la idea de que incluso una tinica empresa seguia sujeta ala ley de los retornos decrecientes. Entendia que lo Sinico que necesitamos para deshacer el efecto Solow es ser capaces de asumir que en conjunto una economéa con més capital también tiene un stc& de capital mas productivo. Lo cual podia ser cierto atin en caso de que todas las empresas se enfientaran a retornos decre- cientes y, por lo tanto, no hubiera tendencia a que las empresas se convirtieran en mastodontes monopolisticos. Para explicar emo podia suceder esto,Romer nos invitd a pensar en la produccién de nuevas ideas en un lugar como Silicon Valley, aunque su articulo fue escrito afios antes de que este alcanzara su estatus icénico.® Las ‘empresas de Silicon Valley son muy similares a las empresas del "mundo de Solow, con una importante salvedad: utilizan menos lo que normalmente consideramos capital (miquinas, edificios) y mas Jo que los economistas llaman capital umano, en esencia habilidades especializadas de distintas clases. Muchas empresas de Silicon Valley invierten en personas inteligentes con la esperanza de que den con alguna idea brillante y vendible, y en ocasiones eso sucede de verdad. Las fuerzas habituales de los retornos decrecientes estin pre- sentes también en estas empresas. Con un exceso de genios tem- peramentales y escasez de trabajadores Ilanos que gestionen el dinero y se aseguren de que la gente no pasa demasiadas horas de __twabajo jugando, tienes un desastre entre manos. Lo que es distin~ to sostiene Romer, es e] ambiente general del valle. Pueden escu- charse ideas por todas partes, en las cafeterias y los bares de zumos de hierba de trigo, en fiestas y transportes publicos. Una divagacién ‘expresada por alguien que nunca volverds a ver puede dar pie a otra, todo eso se acumula en una serie de ideas que han rehecho 206 SUENA ECONOMia PARA TEMPOS DIFICILES GELFIN DEL CRECIMIENTO? 207 | sobre la teoria del crecimiento econémi bajas, sino con cudnta gente inteligente compites, 0 con la que ‘yuelto mucho més abstracta. simplemente convives en el valle. Silicon Valley, en la teotia de Romer, es lo que es porque retine a las mejores mentes del mundo en un ambiente en el que pueden polinizarse mutuamente. Ah log retornos crecientes estin en el nivel de la industria, la ciudad 9 incluso el barrio, Aunque toda empresa se enfiente a retornos de- crecientes, en Silicon Valley duplicar el niimero de personas muy talentosas las hace a todas ser més productivas Romer sostiene que lo mismo puede aplicarse a todas las ciue dades industriales de éxito. Manchester a mediados el siglo xvm, ‘Nueva York y Londres durante varios periodos de innovacién f. nanciera, Shenzhen o el Area de la Bahia de San Francisco hoy en fa. En todos estos lugares, afirma, la fuerza de los retornos decre- cientes que procede de la escasez de tierra y mano de obra (la mano de obra escasea en parte porque el territorio es escaso y, por lo tanto, vivir en esos lugares es muy caro) fue derrotada por la exu- berante energfa que proviene de aprender los unos de los otros y dar con nuevas ideas. En consecuencia, el elevado crecimiento puede seguir indefinidamente a medida que se junta cada vez més gente muy cualificada, incluso sin ayuda del misterioso crecimien- to exégeno de la produectivis 7 © Solow, por ejemplo, concede un papel central a la idea de los retor- Dos decrecientes en una economia. Romer, por su parte, apuesta por Jos flujos de ideas entre empresas, pero nunca llegamos a ver las, jdeas concretas, solo sus supuestos beneficios a una escala que abar- ca toda la economia, Dada la enorme diversidad de ocupaciones, " empresas y habilidades que constituyen una economia, es muy di- | ficil imaginarse cualquiera de esos conceptos tan generales (y no amos ya una contrapartida empftica). Solow quiere que pense E mos en Jo que pasa en una economia cuando aumenta el capital total disponible, Pero las economias, normalmente, no acumulan ca~ pital; lo hacen los individuos. Después deciden qué hacer con ese “capital: si prestarlo, poner una nueva panaderia, comprar una nue- ya casa, etcétera. Cada una de esas decisiones cambia muchas cosas; Hos precios de las casas pueden subir, los precios del pan pueden bajar, puede ser més dificil conseguir los servicios de buenos pas- {teleros. Solow quiere reducir toda esta complejidad a un cambio: Jel cambio en la disponibilidad de la mano de obra en relacién con el capital. De igual manera, cuando una ciudad recibe un flujo de ente del mundo de la tecnologia, cambian muchas cosas —para ipezar el café es mejor, y muchos residentes de ingresos bajos son Uexpulsados—, pero Romer solo subraya una cosa clave: el intercam- bio de ideas, Puede que las intuiciones de Romer y Solow sobre lo “que realmente importa estén en lo cierto, pero es dificil aplicar sus fabstracciones al mundo real. Para empeorar las cosas, los datos, que hasta ahora han sido uestro principal recurso, no pueden ayudarnos mucho con esto. {Como Ia escala de las teorias son economias enteras, nuestras prue~ _ bas tendrn que comparar distintas economias (paises o, en el me- Wer de los casos, ciudades) y no empresas o personas concretas. Como hemos visto en el capftulo sobre el comercio, esto siempre ipone un reto, puesto que las economias tienden a ser diferentes inas de otras de innumerables maneras, lo que hace que sea dificil smbién ayuda Capital no fluye En el mundo de Romer, el capital gana més o menos el mismo retorno en India y en Estados Unidos, aunque hay mu- cho menos capital en India, porque la ley estindar de los retornos decrecientes que ayuda a India en el modelo de Solow queda com- pensada, en las economfas més ricas, por el flujo mas rapido de_ ideas. La cuestiGn es si esto es solo una maniobra intelectual inte- ligente, una historia reconfortante que nos contamos a nosotros mismos, o si la fuerza en la que insiste Romer tiene una gran in- 7 fluencia en el mundo. Antes de entrar en materia, vale la pena sefialar algo que el lector 208 BUENA ECONOMIA PARA TIEMPOS DIFICILES Ademés, aun en caso de que estuviéramos dispuestos a sacar conclusiones de la comparacién entre economfas enteras, no est claro qué podrfamos aprender. Consideremos la idea de los retor- nos decrecientes a escala de la economia. Queremos poner a prie- ba si el capital es menos productivo en un pais que acaba teniends un capital extra. cumu- Ian) Esos individuos pueden en- tonces invertir ese capital en empresas. Esas empresas compran méquinas, edificios,etcétera, y después intentar contratar trabaja- dores para que utilicen el capital recién instalado, Esto aumenta lg competencia en el mercado laboral, lo que obliga a las empresas 4 conformarse con menos trabajadores de los que querrian, que es lo que deprime la productividad del capital. Ahora supongamos que observamos que una entrada de capital ha hecho que e! capi- tal sea menos productive. ¢Cémo podemos estar seguros de que la azn de que esto haya sucedido es la que Solow tenia en mente? A fin de cuentas, podria ocurrir que el capital se invirtiera en el lugar equivocado y que eso fuera lo que lo hizo improductivo. O que nunca se invirtiera. Quizd si se hubiera invertido bien, el retorno del capital habria aumentado (y no descendido como habria pensado Solow). , ced largo plazo, en el mundo de Solow, el crecimiento se ralentiza; no asi en elde Romer. Pero gcuanto tiempo es un plazo suficiente? Es suf- ciente observar una ralentizacién? ,O podria tratarse de un inci- dente pasajero, un caso de mala suerte que no tardaré en revertirse? De modo que, a fin de cuentas, aunque intentemos reunir las mejores evidencias para estas teorias, el resultado sera tentativo. ‘Hemos visto ya que el crecimiento es dificil de medis. Es incluso més dificil saber qué lo motiva, y por lo tanto adoptar medidas politicas que hagan que se produzea. Dado esto, sostendremos, puede ser un buen momento para abandonar la obsesién de nues- tra profesién con el crecimiento. En los paises ricos la pregunta mis importante que podemos responder de manera titil no es cémo hacer que crezcan para que sean atin més ricos, sino cémo mejorar la calidad de vida de su ciudadano medio. Es en el mundo desarro- ado, donde en ocasiones el abuso atrz de Ta Ivica ecrmémira cane ss He GELFIN DEL CRECIMIENTO? 208 aidea de que las habilidades se construyen unas a otras y que poner a personas talentosas juntas en un lugar cambia las cosas. Es evidente que le gente de Silicon Valley cree en esto. Hay muchos de California mis bonitos que Silicon Valley, y la mayoria son mas baratos. ¢Por qué las compafias todavia quieren ubicarse ahi? Los estados y las ciudades de Estados Unidos, y de otras | partes, ofrecen grandes subvenciones para atraer a empresas. En septiembre del 2017, Wisconsin concedié al menos 3.000 millones ~ de délares en ventajas fiscales a Foxconn para que invirtiera 10.000 millones de délares en una planta de fabricacion de LCD. Eso representa 200.000 délares por cada puesto de trabajo que prome- {i6 crear. De una manera similar, Panasonic recibié més de 100 millones de délares para trasladar su sede en Norteamérica a ‘Newark, Nueva Jersey (125.000 délares por puesto de trabajo), y Electrolux recibié 180 millones de délares en deducciones fiscales "para que creara una nueva planta en Memphis, Tennessee (150.000 " délares por puesto de trabajo).°* El ejemplo mis reciente de esta " competicién fue la visible pelea por atraer la segunda sede de ~ Amazon, HQ2. Amazon recibié 238 propuestas de distintas ubi- caciones antes de escoger Arlington, en Virginia, y Nueva York. Estas 237 0 238 ciudades (dependiendo de si Nueva York final- mente se retira) claramente ereen en los efectos colaterales. Al parecer, también Amazon, Al escoger Ia ubicacién de HQ», "la empresa enumerd su preferencia por (entre otras cosas) «éreas __ metropolitanas con mas de un millén de habitantes» 0 «ubicacio- nes urbanas o suburbanas con potencial para atraer y retener un sélido talento téenico».2? Parece que la teoria de Amazon es que estar en un mercado «denso», un mercado en el que hay muchos vendedores, en este caso, de mano de obra cualificada, es valioso, presumiblemente a nerme me mis Fist] annantene eaten ne 244 BUENA ECONOMIA PaRa TIEMPOS DIFICILES Romer, la idea hondurefia se parecia mis alos enclaves bananeros fie a United Fruit Company y sus competidoras gestionaroe en 11 primera mitad del siglo pasado, donde el deseo de las empresas Se crean porque sean titles, sino porque superan la patente existen te de otro, Hacer que ls recompensas de innovar sean mayan puede, en consecuencia, ener efectos nocios. A los innovadone [a trantemente corto, La proteccién de i : Patentes es importante para ue a gente innove, pero es ficillevarla demasiado lejos y permi- {ir que los propietarios actuales se duerman en los laurelos temo Recordemos que una de las razones por las que los economistas come Lucas no estaban satisfechos con el modelo de Solow es ue no offecia ninguna pista aun legislador entusiasta. Elimodels de Romer silo hace. De manera conveniente, el Consejo no es exae- tamente revolucionario. En particular, para Romer, el Gobierno tiene que quitarse de en medio y no asfixiar los incentives pas trabajar duro e inventar nuevas tecnologias que hagan quetedo ‘mundo sea més productivo, En otras palabras bajar impuestos, Romer es un demécrata estadounidense. O al menos eso gue ‘nos dicen los rumores del mundo de la economia Sir nies ans GELFIN DEL CRECIMIENTO? 217 demécrata que fue gobernador de Colorado, Pero Ia idea de que Jas tasas impositivas bajas pueden afectar al crecimiento a largo plazo alentando la innovacién es una idea que los republicanos estadounidenses aman con todo su corazén. De Reagan a Trump, Jos politicos republicanos han prometido una y otra vez recortes de {mpuestos,y la justificacién perenne es que promueven el crecimien~ to. Las tasas impositivas bajas son necesarias para los més ricos, porque la gente como Bill Gates debe tener incentivos para traba~ jar duro, ser creativo e inventar la préxima Microsoft para hacernos a todos ms productivos. No siempre ha sido asi. En el periodo 1936-1964, las tasas im- positivas mas altas estuvieron por encima del 77 por ciento,y pot encima del 90 por ciento durante la mitad de ese tiempo, sobre todo en la década de 1950, con una sélida Administracin republicana de centroderecha, La tasa impositiva més alta la redujo en 1965 una Administracién demécrata més de izquierdas al 70 por ciento, y desde entonces ha ido bajando hasta alrededor del 30 por ciento. Cada Administracién republicana ha intentado reducirla un poco mis y cada Administracién demécrata ha intentado subirla un poco, aunque siempre con mucho temor. Curiosamente, por pri- mera vez en més de cincuenta afios, ha sido en el 2018 cuando la idea de una tasa impositiva marginal maxima por encima del 70 por ciento ha cobrado cierta relevancia entre los demécratas. Sin embargo, si se observan las tasas de crecimiento desde la década de 1960, resulta evidente que la era de tasas impositivas bajas inaugurada por Reagan no dio pie a un crecimiento mas ripido. Al principio de la Administracién Reagan se produjo una recesi6n, seguida de una fase de recuperacién en la que el creci~ miento regres6 a la normalidad. Las tasas de erecimiento fueron tun poco mis altas durante los aiios de Clinton y después dismi-~ uyeron. En general, si adoptamos un punto de vista a largo plazo (la media mévil de diez afios, que hace una media de las subidas y bajadas del ciclo econémico), el crecimiento econémico ha sido relativamente estable desde 1974, manteniéndose entre el 3 y el 4 por ciento durante todo el periodo. No hay evidencias de que las rebajas de impuestos de Reagan o el aumento de la tasa marginal superior de Clinton, o las rebajas fiscales de Bush, hicieran nada 218 BUENA ECONOMIA PARA TIEMPOS DIFICILES Por supuesto, como sefalé el republican Paul Ryan, el antiguo presidente de la Camara de Representantes, no hay evidencia de ue no lo hicieran, Sucediezon muchas otras cosas al mismo ties, Po, Ryan explicé exhaustivamente a un periodista por qué todos sos elementos se alinearon para hacer que los aumentos de im uestos parecieran buenos y ls bajadas de impuestos parecieran malas: No diria que la corelacién es causaidad. Drie que Clinton tuvo el boom de I productividad debido aia tecnologta, que fue enorme, Lag barreras comerciales cayeron durante los aios de Clinton, Obravo el Gividendo de la paz que disfrut [. -] La economfa en los aos de Bush, Por el contraro,tavo que hacer frente al estallido de la burbjatecno, legleael 118 un par de gues yl desplome financiero...] Un apar~ te de csto tiene que vercon el momento, no con la persona [,..] Como

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