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Volcanología

En Argentina, muchos de los picos de esta cadena montañosa corresponden a volcanes


que han entrado en actividad en tiempos geológicos recientes, por lo que se consideran
volcanes activos, inactivos o dormidos. Otros, los volcanes extintos, han conservado su
forma y productos característicos pero ya no entrarán más en erupción.

Volcanes:
Un volcán es un lugar en la superficie terrestre por el cual se emiten fragmentos
incandescentes de magma, lavas y gases, mediante distintos tipos de erupciones y de
variada intensidad. La palabra volcán proviene del latín Vulcanus o Volcano, dios romano
del fuego. Según la tradición latina, Vulcano era el herrero de los dioses y tenía sus fraguas
en el interior del monte Etna, un volcán en Italia conocido por ser uno de los más activos
del mundo.
En la mayoría de los casos, al acumularse los productos de las sucesivas erupciones se
forma un edificio en forma de cono, que es lo que comúnmente se asocia con el término
“volcán”. Estos edificios volcánicos presentan diversos tamaños. Por ejemplo, el volcán
Ojos del Salado, en la provincia de Catamarca, tiene una altura de 6.887 msnm y solo
1.880 m sobre la superficie del terreno, mientras que el volcán Santa María, en la
provincia de Mendoza, solo de 180 m sobre la superficie de la Payunia, uno de los campos
volcánicos más grandes del mundo.

Las erupciones volcánicas pueden desencadenarse cuando en la cámara magmática se


produce un aumento de presión que desestabiliza al sistema. Muchas veces, este
aumento de presión se debe al ingreso de un nuevo pulso de magma caliente,
proveniente de mayores profundidades, en una cámara que ya ha comenzado a enfriarse
lentamente. Por ejemplo, en 1942, en un campo de maíz en México empezó a percibirse
movimientos y ruidos de origen subterráneo y variada intensidad hasta que, el 20 de
febrero de 1943, se abrió una fisura en la tierra. De allí salieron gases de olor
desagradable, debido a la expulsión de ácido sulfhídrico, y piroclastos (los denominados
bombas y lapilli). La acumulación de estos materiales dio lugar al crecimiento de un
pequeño cono, el volcán Paricutín. La erupción culminó varios años después, en 1952. Este
fue el primer volcán que ha podido ser documentado por los científicos desde su
nacimiento.
Actualmente, se define a un volcán como activo si ha hecho erupción en los últimos
10.000 años, y se considera además que puede entrar en erupción en cualquier momento.
Sin embargo, este límite ha entrado en discusión, ya que algunos volcanes que se
consideraban prácticamente extintos han registrado erupciones volcánicas importantes en
los últimos años. Por ejemplo, el volcán Chaitén, en Chile, hizo erupción en 2008,
habiendo permanecido 9.900 años sin actividad.
Cuando un volcán activo no está en erupción se dice que está dormido o en estado
latente. De cualquier manera suele presentar ciertas señales de actividad, las que indican
que, en el futuro, es probable que entre en erupción.
Por otra parte, un volcán extinto es aquel que no ha entrado en erupción en los últimos
10.000 años y se supone que no entrará en erupción en el futuro.

En la mayoría de los casos, los volcanes se ubican en los bordes de las placas tectónicas,
tanto en ambientes donde las placas se separan -como las dorsales oceánicas-, así como
en ambientes donde las placas se acercan, hundiéndose una por debajo de la otra, es
decir, en las zonas de subducción. Un tercer tipo de volcanismo ocurre en puntos en el
interior de las placas, generados en zonas donde existen anomalías de temperatura -
puntos calientes o hot spots-, como es el caso de la cadena de islas volcánicas de Hawaii.

El magma:
El magma es la roca fundida que se halla en el interior de la Tierra. Está compuesto por
elementos sólidas, líquidos y gaseosos.
El magma se forma por la fusión parcial de las rocas tanto en el manto como en la corteza
terrestre. Se almacena en las cámaras magmáticas, que a su vez pueden ser profundas,
intermedias o superficiales. Para que se produzca esta fusión es necesario que haya un
aumento de temperatura, una disminución de la presión.
Cuando este magma alcanza la superficie, se lo denomina lava. La temperatura de la lava
depende de su composición química, y puede variar entre los 700° y los 1.200° C. Durante
las erupciones volcánicas el enfriamiento es abrupto, de forma tal que las rocas volcánicas
que se formen siempre tendrán -en mayor o menor medida- la participación de vidrio
entre sus componentes.

-Magmas viscosos y magmas fluidos:


Los magmas se clasifican principalmente de acuerdo con su contenido de sílice. En el caso
de los magmas que son pobres en sílice y ricos en magnesio, hierro y calcio, su viscosidad
es relativamente baja, y se denominan magmas máficos o básicos. Las lavas máficas salen
a la superficie en forma tranquila, formando estructuras similares a ríos, ya que los gases
pueden escaparse fácilmente. Las rocas más representativas de este grupo son los
basaltos.
En el otro extremo se encuentran los magmas ricos en sílice, sodio y potasio. Reciben el
nombre de magmas félsicos o ácidos; las rocas más frecuentes dentro de esta clase son las
riolitas. Se trata de magmas de elevada viscosidad, por lo cual los gases no pueden
escapar fácilmente y quedan atrapados formando burbujas. A medida que el magma
asciende, las burbujas aumentan de tamaño y se genera una espuma de magma con
cristales y vidrio volcánico.

-Productos volcánicos explosivos: piroclastos, oleadas y flujos piroclásticos:


Se denomina piroclasto a cualquier fragmento sólido de material volcánico que haya sido
expulsado durante una erupción volcánica. Los piroclastos son el resultado de la
fragmentación del magma, son típicos de las erupciones explosivas.
Los piroclastos de caída son fragmentos expulsados al aire desde un volcán y se van
separando de ella de acuerdo a su peso, hasta depositarse como una lluvia de material
volcánico. Se clasifican en función de su tamaño en: cenizas (menores a 2 mm), lapilli
(entre 2 y 64 mm) y bombas o bloques (mayores a 64 mm).
Los fragmentos de mayor tamaño se conocen como bombas volcánicas cuando poseen
formas redondeadas y aerodinámicas. Estas formas son adquiridas cuando los fragmentos
incandescentes de lava que expulsa el volcán siguen trayectorias balísticas y, a medida
que realizan su recorrido, se van retorciendo y enfriando, adquiriendo típicamente formas
de husos alargados.
Los lapilli (del latín pequeñas piedras) están constituidos por fragmentos piroclásticos,
expulsados por un volcán durante una erupción explosiva con un diámetro variable de 2 a
64 mm. Uno de los depósitos de lapilli más interesantes de nuestro país corresponde a la
formación Pampas Negras, que se encuentra en la Payunia, al sur de la provincia de
Mendoza.
Las cenizas son los fragmentos piroclásticos más pequeños, por lo tanto pueden alcanzar
una distancia de hasta miles de kilómetros del volcán. Cenizas de la erupción del volcán
Cordón Caulle (Chile), ocurrida en 2011, alcanzaron Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda.

-Lavas:
Las lavas varían de composición, por eso hay tantas lavas con aspectos diferentes. Hay
lavas básicas y ácidas, cuyos dos extremos son los basaltos y las riolitas.
Las lavas basálticas, debido a su baja viscosidad, recorren distancias muy grandes, y
pueden llegar a más de 100 km de su boca emisora. El flujo de lava basáltico individual
más largo en la Tierra es el conocido como Pampas Onduladas, de 181 km de largo, que se
encuentra en el sureste de la provincia de Mendoza, en la ladera este de la caldera del
Payún Matru. Llega hasta la provincia de La Pampa.
Las lavas riolíticas, por el contrario, son mucho más viscosas y mucho más cortas.

Aa y pahoehoe:
Dentro de las lavas básicas podemos diferenciar dos tipos, las lavas conocidas con los
nombres hawaiianos de pahoehoe y aa. Pueden pasar fácilmente de pahoehoe a aa, pero
no al revés. Este pasaje implica un aumento de viscosidad por pérdida de temperatura,
incremento de la cristalinidad, o un cambio en la tasa de cizallamiento, que al fin y al cabo
no es otra cosa que un aumento de la perturbación interna. Por ejemplo, si una lava
pahoehoe fluye por una pendiente abrupta, aumenta su velocidad y se crean las
condiciones para el pasaje a aa.
Las lavas basálticas son típicas de erupciones hawaiianas (como las de la erupción de 2018
en Leilani, Hawaii) aunque también se encuentran flujos tipa aa de composición
andesítica.

-Domos-tapones y bulbos lávicos:


Las lavas ácidas (de dacíticas a riolíticas), al ser tan viscosas, casi no tienen capacidad de
fluir, por lo tanto forman unas acumulaciones conocidas como domos que taponan la
propia boca de salida del volcán. Los domos tienen laderas muy empinadas y pueden
alcanzar de decenas a centenas de metros de altura. Presentan formas variadas, desde
achatadas a picudas.
A veces, donde hay pendientes fuertes o si el magma es un poco menos viscoso, la lava
puede fluir unos metros formando una colada muy espesa y con forma de oruga, ya que
presenta enormes crestas, que de acuerdo a su curvatura nos indican el sentido de
desplazamiento de la lava.

-Formación de volcanes:
Un volcán se forma por la sucesiva acumulación de materiales, como lavas y piroclastos,
que salen a la superficie durante las erupciones volcánicas. Estas se desarrollan según
diferentes estilos.
En primer lugar, las erupciones se dividen en freatomagmáticas y magmáticas.

Erupciones freatomagmáticas:
Se producen cuando el magma, en su acenso, intercepta un cuerpo de agua, ya sea una
capa freática o agua superficial (lago, mar, nieve, etcétera). Estas erupciones suelen ser
muy violentas, y generar fragmentos de las rocas de caja y del propio magma, dando lugar
a depósitos piroclásticos muy particulares. Por ejemplo, de este tipo fue la erupción del
volcán Peteroa, ubicado al sur de Mendoza, en 1991).

Erupciones magmáticas
Se entiende por una erupción magmática aquella cuyos productos son derivados del
magma y su fragmentación, es decir, productos como gases magmáticos, lavas y
piroclastos. Las erupciones magmáticas se pueden subdividir a su vez en erupciones
efusivas y erupciones explosivas, según la violencia de las erupciones o explosividad. Esta
se mide en función de la cantidad de material emitido y la altura alcanzada por la columna
eruptiva. Por eso, la erupción más tranquila y efusiva es la hawaiiana.
Las erupciones explosivas se producen cuando el magma contiene gran cantidad de gases,
en parte disueltos en él y en parte formando burbujas. A medida que asciende, la presión
disminuye, se generan más burbujas y las ya existentes aumentan de tamaño. Estas
burbujas estallan violentamente al llegar a la superficie. Como consecuencia de las
explosiones el magma se rompe en pequeños fragmentos o piroclastos que se depositan
alrededor de la boca de salida, favoreciendo el crecimiento de un cono de paredes
empinadas y un cráter en forma de cúspide.

-Las erupciones de tipo hawaiiano o efusivas se caracterizan por la presencia de un


magma de tipo básico, muy fluido, del cual se desprenden muy fácilmente los gases ya
que casi no encuentran resistencia para separarse del magma, formando burbujas o
vesículas. Por su extrema fluidez pueden ascender rápidamente por el conducto o
chimenea y, al llegar a la superficie, generan una erupción tranquila, con mucha emisión
de lava y escasa pluma (sinónimo de columna eruptiva).
En este tipo de erupciones la superposición de coladas lávicas muy fluidas da lugar a la
construcción de los edificios volcánicos denominados en escudo. Por ejemplo, los volcanes
hawaiianos Kilauea y Mauna Loa, en los Estados Unidos, y el Payún Matru, en la provincia
de Mendoza.
-En el caso de las erupciones estrombolianas, las explosiones que se producen cuando el
magma llega a la superficie son discretas e intermitentes, aunque la energía que se genera
puede levantar hasta varios kilómetros de altura la columna de cenizas volcánicas. En este
caso suelen alternarse derrames lávicos, de composición basáltica hasta andesítica. El
nombre deviende del volcán Stromboli, localizado en el sur Italia; también presentan esta
clase de erupciones explosivas el Parícutin, en México; el Agua Poca en el oeste de La
Pampa y los volcanes El Toro, en el norte de la Puna argentina.

-Erupciones explosivas o vulcanianas: Las erupciones son explosivas, con producción de


densas columnas de gas y cenizas volcánicas. Por expansión en la alta atmósfera generan
nubes en forma de coliflor. Una de las características más relevantes del estilo vulcaniano
es el taponamiento temporal del conducto, que impide la salida de la lava y los gases. Esto
causa un aumento importante de la presión, que finalmente destruye el tapón, generando
una erupción muy rica en piroclastos oscuros. Por ejemplo, el monte Vulcano, en Italia,
que da nombre a la clase; el Irazu, en Costa Rica; el Sakurajima, en Japón, y la mayor parte
de los volcanes andinos, corresponden a este tipo.

-Erupciones explosivas o plinianas: Representan el extremo más alto de explosividad y


abarcan erupciones caracterizadas por la inyección sostenida de ceniza y gas en la
atmósfera, manifestándose como lluvias de cenizas y/o flujos piroclásticos de gran
volumen.
Este tipo de erupciones se encuentra vinculado a prolongados tiempos de residencia del
magma dentro de la cámara magmática. En este tipo se incluyen al volcán Quizapu, en
Chile; el Santa María en Guatemala; el monte Vesubio en Italia y el volcán Taupo, en
Nueva Zelanda.

-Erupciones explosivas o peleanas: Su nombre proviene del volcán Mont Pelée en la


Martinica, cuya violenta erupción de 1902 destruyó la ciudad cercana de Saint Pierre y
provocó la muerte de 30.000 personas. Lo más característico es su magma
extremadamente viscoso, que casi no tiene capacidad de moverse y forma un domo-tapón
que impide la normal salida de los gases. Por ejemplo, también corresponden a esta clase
el volcán Colima, en México y el Unzen, en Japón.

-Tipos de volcanes
Bocas eruptivas: cráteres y fisuras
Los cráteres son los orificios de salida por donde se emiten en las erupciones explosivas
gases y piroclastos. Suelen ser pequeños, de menos de 1 km de diámetro, y se forman por
la eyección de material por la parte superior del conducto. La acumulación de material
eyectado del cráter contribuye a la formación del cono en sí mismo.
Algunas erupciones de magmas muy fluidos salen a la superficie a través de zonas de
debilidad de la corteza, que se manifiestan como fracturas o fisuras. Estas fisuras pueden
tener cientos de metros de longitud y la actividad efusiva puede migrar a través de ella y
concentrarse en puntos específicos. Las fisuras a veces se extienden radialmente al volcán
desde su cima hasta la base, o a veces reflejan direcciones tectónicas de debilidad,
independientemente del volcán mismo.

-Calderas
La caldera es la depresión formada por el colapso de la cima o flanco de un volcán, debido
al vaciamiento abrupto de la cámara magmática subsuperficial relacionado con la acción
de una erupción volcánica explosiva. En otras palabras, la actividad volcánica progresa en
su naturaleza catastrófica provocando la voladura de la parte superior del cono, hasta
producir el colapso de gran parte del edificio y la formación de una caldera.
En Argentina se encuentra una de las calderas más grandes del mundo, la caldera del
cerro Galán, en Catamarca.
Tipos de volcanes:
-Volcanes típicos, como el Lanín (Neuquén), el Diamante (Mendoza) o el Fuji (Japón), son
conocidos como volcanes poligenéticos, estratovolcanes o volcanes compuestos. Son
típicos de los ambientes de subducción de placas y, dentro de los volcanes de gran
tamaño, el tipo más abundante. Ejemplo son los volcanes Nevado Ojos del Salado (en la
provincia de Salta, en la frontera con Chile) y Llullaillaco (provincia de Catamarca, frontera
con Chile), que son los volcanes más altos de la Tierra, con 6.893 y 6.739 msnm,
respectivamente.
Sus erupciones suelen ser del tipo estromboliano, vulcaniano, pliniano y freatomagmático.
Estos volcanes pueden superar los 2.500 m desde su base.

En los estratovolcanes, las lavas pueden fluir tanto a partir de fisuras en el cráter o en los
flancos. A veces, la lava solidificada en las fracturas forma diques que favorecen la
fortaleza del cono. Algunos estratovolcanes se forman a lo largo de miles de años y
continúan activos por decenas o centenas de miles de años. A lo largo de su vida puede
tener intervalos durmientes de decenas de miles de años.

-Los volcanes monogenéticos son los volcanes más abundantes de la Tierra. Se forman en
diferentes ambientes tectónicos. Usualmente, son el resultado de una única erupción, que
dura desde semanas hasta algunos meses, y no alcanzan gran altura.
Se los divide en conos de escoria, conos de ceniza, anillos de ceniza y maares.
Los conos de escoria son edificios simples formados por la acumulación de lapilli,
fragmentos de escorias, bombas y, a veces, flujos de lava.
Los conos de ceniza, anillos de ceniza y maares son también edificios volcánicos pequeños,
algunos con muy baja inclinación de sus laderas (de 17° a 20°) y otros, con cráteres
desarrollados por debajo de la superficie del terreno.
-Los volcanes en escudo contrastan con los estratovolcanes en origen y morfología. Su
nombre deriva de la forma de los escudos de los antiguos guerreros. Son volcanes con
pendientes muy suaves, con una base muy amplia y que alcanzan enormes alturas, a partir
de la acumulación de lavas. Generalmente, estos edificios volcánicos altos y anchos se
forman por la sucesiva acumulación de lavas muy fluidas, que pueden desplazarse grandes
distancias. Los volcanes de Hawaii, en los Estados Unidos, son el mejor ejemplo de este
tipo de volcanes, ya que poseen más de 8.000 m de altura contando desde el fondo del
mar.

-Áreas volcánicas
Los volcanes argentino-chilenos se encuentran comprendidos en lo que se conoce como
cinturón de fuego del Pacífico que es el resultado de la subducción de distintas placas
tectónicas. En el caso de América del Sur, las placas de Nazca y Antártica se subducen por
debajo de la placa Sudamericana. El proceso de subducción a lo largo de toda la costa del
océano Pacífico genera las condiciones necesarias para producir volcanismo y, en algunos
casos, el crecimiento de montañas como los Andes.

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