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Un 

muro Trombe o muro Trombe-Michel es un muro o pared orientada al sol,


preferentemente al norte en el hemisferio sur y al sur en el hemisferio norte, construida con
materiales que puedan acumular calor bajo el efecto de masa térmica (tales
como piedra, hormigón, adobe o agua), combinado con un espacio de aire, una lámina
de vidrio y ventilaciones formando un colector solar térmico.
Edward Morse patentó el diseño en 1881 (US Patent 246626), pero este fue ignorado
hasta 1964. En los años 1960 el diseño fue popularizado por las construcciones que
usaban los principios de la casas solares pasivas en Font-Romeu-Odeillo-Via, Francia, por
el ingeniero Félix Trombe y el arquitecto Jacques Michel.

Funcionamiento[editar]
Su funcionamiento se basa en la diferencia de densidad del aire caliente y el aire frío, que
provoca corrientes en una u otra dirección dependiendo de las trampillas que estén
abiertas. Estas corrientes de aire caliente o templado calientan o refrescan introduciendo o
extrayendo el aire caliente del edificio o las habitaciones donde se instale.

Construcción[editar]
Es un dispositivo que puede perfectamente construir cualquiera con un mínimo de
conocimientos de construcción. Aunque dependiendo del acabado y de los materiales
usados, concretamente los cristales y aislantes, puede dar un rendimiento más o menos
bueno.

Esquemas de funcionamiento[editar]
En estos sencillos esquemas podemos ver cómo circulan las corrientes de aire frío (flechas
azules) y aire caliente (flechas rojas), dependiendo de la posición de las trampillas
(amarillas) que hay en el muro del edificio (naranja).

El concepto del muro Trombe[editar]


Durante el día, los rayos del sol atraviesan la lámina de vidrio calentando la superficie
oscura del muro y almacenando el calor en la masa térmica de este. En la noche, el calor
se escapa del muro tendiendo a enfriarse principalmente hacia el exterior. Pero como se
encuentra con la lámina de vidrio (es semiopaca a la radiación infrarroja) el calor es
entregado al interior del local. Debido a esto la temperatura media diaria del muro es
sensiblemente más alta que la media exterior. Si la superficie vidriada es mejorada en
su aislamiento térmico (mediante doble o triple vidrio) la pérdida de calor hacia el exterior
es mucho menor elevando la temperatura del local a calefaccionar. Esto permite que
mientras en el exterior hay bajas o muy bajas temperaturas el interior del local se
encuentre en confort higrotérmico y adecuadamente diseñado y calculado se puede lograr
una temperatura constante de 18 o 20 °C en el interior de la casa.
En el diseño original, la superficie de captación solar era muy pequeña y había mucha
pérdida de calor al ambiente exterior, debido a que la resistencia al paso del calor entre la
superficie del colector y el interior es la misma en ambas direcciones.

Elementos básicos de diseño[editar]


Un muro Trombe moderno posee ventilaciones (orificios) en la parte inferior y superior del
muro para permitir que el aire menos caliente ingrese por la parte inferior, luego circule en
la cámara de aire entre la superficie exterior del muro y el vidriado y con más calor salga
por el orificio superior hacia el ambiente interior. Esto bajo el fenómeno físico
denominado convección. Como la masa térmica del muro acumuló el calor del día este irá
entregando lentamente el calor al interior del local a lo largo de la noche. Los orificios de
ventilación deben poseer rejillas o esclusas a modo de puertillas para regular el flujo del
calor y evitar un flujo inverso nocturno que enfríe el ambiente interior en vez de calentarlo.
Otra alternativa es cambiar el muro por una lámina metálica con aislamiento térmico en la
cara interior conformando un colector solar de aire caliente que permite calentar un mayor
caudal de aire a mayor temperatura y acumular este calor en la estructura del local. Para
esto los muros y techos deben poseer un buen nivel de aislamiento térmico en la cara
exterior de los mismos para minimizar las pérdidas de calor del local a climatizar. También
pueden incorporarse ventilaciones en la parte superior e inferior del vidriado exterior para
refrescar el ambiente interior durante el verano evitando un sobrecalentamiento del muro.
Durante la noche la masa térmica puede ayudar a amortiguar y reducir significativamente
las pérdidas de calor. En los diseños más actuales se utilizan nuevas tecnologías que
permiten un aislamiento térmico transparente conservando el calor capturado durante el
día y en consecuencia reduciendo las dimensiones del muro Trombe respecto de las
dimensiones del local. Este aislamiento no solo reduce las pérdidas de calor nocturnas
sino que permite bajar los costos mejorando la ganancia de calor diurna.

Variaciones usuales[editar]
Las modificaciones usuales del muro Trombe incluyen:

 ventanillas o banderolas para permitir salir el aire caliente hacia el exterior en verano.


Esto permite que el muro Trombe facilite la extracción y ventilación natural en el
interior de la casa refrescándola.
 ventanas en el muro Trombe. Estas bajan la eficiencia térmica del sistema pero
permiten llevar iluminación natural al ambiente interior o por razones estéticas.
 Electro-ventiladores controlados por termostatos mejoran el flujo del aire caliente.
 cortinas fijas o móviles, permiten reducir las pérdidas de calor nocturnas.
 cortinas venecianas para sombrear el colector solar durante los meses de verano.
 cobertura aislante en el vidriado para la noche.
 tubos, caños o tanques de agua pueden formar parte del muro Trombe para aportar
calor al sistema de agua caliente o como parte del sistema de agua caliente solar o
ACS.
 tanques para peces como masa térmica.
 usando una superficie selectiva para incrementar la absorción de la radiación solar por
la masa térmica.
En Detalle: Muro Trombe

El Muro Trombe es un sistema de captación solar pasivo que no tiene partes


móviles y que no necesita casi ningún mantenimiento. Esta alternativa
propone potenciar la energía solar que recibe un muro y así convertirlo en un sencillo
sistema de calefacción.
Su componente principal es un muro orientado hacia la posición del sol más
favorable a lo largo del día – variando según el hemisferio – construido con
materiales que le permitan absorber el calor como masa térmica, como
el hormigón, la piedra o el adobe.
Este sistema se basa en la captación solar directa y la circulación de aire que se
produce por la diferencia de temperaturas. Gestionado adecuadamente, entrega
calor durante los meses fríos y permite una mejor refrigeración en los meses
cálidos a través de una ventilación cruzada.
El sistema se compone de las siguientes partes:
1. Un muro interior de gran inercia térmica; puede ser de piedra o adobe pintado
de negro o de un material que refleje el calor, como una lámina metálica, pero en
todo caso, siempre protegida con un aislante al interior.
2. Una lámina de vidrio lo más espesa posible; mejor si es triple o doble con una
cámara de aire interior.
3. Un alero superior que proteja el espacio interior para que no caiga ningún
cuerpo extraño entre el muro interior y la lámina de vidrio.
4. Un espacio intermedio delimitado por el muro y el vidrio, que debido a la
radiación solar siempre tendrá una temperatura mucho mayor que el exterior e
interior, a través del efecto invernadero. Ésta es la clave del funcionamiento del
muro Trombe.
5. Cuatro orificios con sus respectivas válvulas; dos superiores (interior y exterior) y
dos inferiores (interior y exterior).
El sistema puede tener variaciones según el proyecto. Por ejemplo, en el refugio
de montaña de los arquitectos chilenos Emilio Marín, Nicolás Dorval-Bory y Juan
Carlos López, el muro Trombe es parte fundamental de la casa por su
emplazamiento. En este caso el espacio intermedio entre el vidrio y el muro es de
20 cm, y el sistema es apoyado por una bomba de calor geotérmica, que lleva al
muro aire pre-calentado gracias a su circulación bajo tierra.

Durante el día, el sistema permite a la casa calentar el aire fresco a través del
efecto invernadero entre la pared de cristal y la pared oscura. En la noche, por el
cambio de fase, el calor almacenado en el muro de inercia termal son
redistribuidos por irradiación. En este caso el sistema es controlado por válvulas
motorizadas para prevenir un flujo inverso de aire de la noche a la mañana.

¿Qué es el Muro Trombe y cómo funciona?


El Muro Trombe es un sistema pasivo de aprovechamiento de la radiación que solar
que se usa mayormente en las fachadas y está integrado en las fachadas para
climatizar el interior actuando como colector de energía solar y está compuesto por
materiales de gran inercia térmica, una cámara de aire, una superficie vidriada y una
serie de orificios y trampillas.

¿Cómo funciona?
Mediante captación de la energía solar a través de la superficie translúcida.

El aire caliente se distribuye por convección desde los orificios superiores de


ventilación al interior de los ambientes.

El aire frío es expulsado por las aberturas inferiores.

Una parte del calor generado es absorbido por el muro interior por conducción
trasladándose al interior del ambiente.

El calor acumulado durante el día en los muros se libera progresivamente


durante la noche para tener una temperatura agradable.
Componentes del Muro Trombe
El diseño de los muros puede cambiar debido a situaciones y criterios según el
contexto y la orientación, sin embargo, estos son los componentes básicos y
más usados para el Muro Trombe:

Aislamiento móvil
Tiene la finalidad de evitar condensaciones y son colocados delante de la
superficie vidriada con el fin perder la menor cantidad de energía posible

Alero de protección
Diseñado teniendo en cuenta la orientación del sol permite enfocar los rayos
solares directamente sobre la superficie vidriada

Compuertas del muro


 Junto con las trampillas exteriores permiten que se extraiga aire de la
habitación, ventilando
Trampillas exteriores
Marco o bastidor que encierra la superficie
Carpintería, vidrio y cámara de aire
Maximiza la eficacia del sistema utilizando vidrio bajo emisivo que reduce las pérdidas
de calor consiguiendo un efecto invernadero esencial para el funcionamiento del
sistema.
¿Qué es y cómo funciona el muro Trombe?

La sostenibilidad ambiental y, también, de la economía doméstica, son dos


argumentos de peso para contener el consumo de energía. Y en esto tiene
mucho que ver el gasto en calefacción y refrigeración del hogar. De hecho se
calcula que, mantener la casa caliente, representa al menos la mitad de la
factura de la luz.

En este contexto, no extraña que aproximaciones constructivas alternativas


ganen protagonismo, como es el caso del muro Trombe.

¿No te suena de nada? No es raro, puesto que este sistema de climatización


pasiva se remonta a la segunda mitad del siglo XIX.

Sin embargo, su vigencia es evidente por su eficacia, y por la facilidad para


aplicarlo.

Por ello detallamos las ventajas de este mecanismo, su funcionamiento y lo


que se necesita para climatizar una vivienda solo mediante la luz del sol.

¿Qué es y cómo funciona el muro Trombe?


Como comentábamos antes, es un sistema ideado y patentado por Edward
Morse en 1881.

Sin embargo, la idea pasó décadas sin pena ni gloria hasta que, en torno a los
60, empezó a aplicarse en proyectos de construcción de viviendas solares
pasivas.
En este sentido, lo que este mecanismo consigue es que el interior de una
vivienda mantenga una temperatura estable, tanto en verano como en
invierno, gracias a la luz natural. Afinando un poco más, la climatización se
logra con las ganancias de calor solar.

Para que estas se produzcan, son necesarios varios componentes que, en todo
caso, son fáciles de acondicionar en cualquier vivienda unifamiliar, sin
necesidad de ser un experto en la materia.

¿Cómo se construye un muro trombe?


Para habilitar este sistema de climatización pasiva son imprescindibles al
menos cuatro elementos:

1. El muro, claro, pero no uno cualquiera. Este debe tener la orientación


adecuada para estar expuesto al sol durante el mayor número de horas
posible. Además, debe ser opaco y, como último requisito, tiene que
estar construido en materiales de alta masa térmica, como el adobe, el
hormigón o incluso el agua. Por lo general, estos muros suelen tener un
grosor de entre veinte y cuarenta centímetros.
2. Un vidrio traslúcido colocado en paralelo al muro. Si se quiere maximizar
la eficacia del sistema, lo más recomendable sería un vidrio bajo
emisivo para, así, reducir las pérdidas de calor. Con este componente, lo
que se consigue es una suerte de efecto invernadero crucial para el
funcionamiento del mecanismo.
3. Cámara entre el muro y el vidrio. Aunque no es un componente en sí
mismo, sin duda es un aspecto clave. Así, entre el muro y el vidrio debe
dejarse un espacio libre de entre dos y 15 centímetros. En esa franja se
mantendrá el calor generado por la luz que atraviesa el vidrio y que es
absorbida y acumulada sobre la pared. Asimismo, la capa exterior
vidriada impide, o al menos minimiza, los escapes de radiación.
4. Rejillas de ventilación. Esta última pieza es también fundamental puesto
que, sin ella, ¿cómo conducir el aire caliente del exterior al interior, o
viceversa? Este tipo de rejillas en la parte superior e inferior del muro se
encargarán precisamente de esto, además de ayudar a que los
habitantes de la vivienda impidan las corrientes que la enfríen durante la
noche o aquellas que deriven en un excesivo calentamiento.

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