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RECORDANDO REMINICENCIAS DE LA CENA DEL SEÑOR

“Y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed: esto es mi cuerpo que por
vosotros es partido: haced esto en memoria de MÍ” 1ª Corintios 11:24.
     
El evangelio en su conjunto es un cofre de tesoros tan excelente de sabiduría y poder que no
puede explicarse a partir de símbolos o liturgia si no a través de la revelación del Espíritu
Santo:
● La única forma de acceder al tesoro es haber nacido de arriba o nacer del Espíritu,
porque solo entonces tenemos acceso a realidades que “ojo no vio ni oído oyó, ni han
subido a corazón de hombre”
● Así que REVELACIÓN solo ocurre cuando el Espíritu Santo alumbra nuestro
entendimiento sobre algo que ya exquisita antes que nuestro espíritu tomara cuerpo
en el mundo de la materia.
● En realidad REVELACIÓN no nos enseña algo nuevo sino que el Espíritu Santo le está
recordando a nuestro espíritu una verdad a la que tuvo acceso antes de manifestarse
y vivir en este mundo material.

Digo esto en el contexto de la Cena del Señor. “haced esto en memoria de EsMÍ”:
la noche de Pascua, la noche del Cordero. Apc 13:8. “el Cordero que fue inmolado desde el
principio del mundo”

● Él Fue ofrecido al sacrificio (muerte) en los eternos consejos del Padre

“… ya destinado desde el principio del mundo…” 1Pe_1:19-20

“a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios,


prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole” Hch 2:13

● Como él era el Cordero destinado al sacrificio desde la fundación del mundo, toda la
propiciación, redención y justificación fue efectuada sólo por la sangre de él.”

1Pe 1:18-22 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la
cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata,
sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin
contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo,
pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros, y mediante el
cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que
vuestra fe y esperanza sean en Dios.
Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el
Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente,
de corazón puro”

El Alma Ahora Es Asistida Por El Espíritu Santo, alumbrada y vivificada puede “ver”-
El Espíritu Santo ahora puede mostrar a nuestro espíritu… Recordarnos lo que siempre
fue, pero estábamos amnésicos… (Él os guiará a toda la verdad, les enseñará todas las
cosas)

¿En qué consiste la revelación que el Espíritu Santo trae a nuestro espíritu?
● En términos simples, Revelar lo que ojo no vio, ni subió a corazón de hombre.
Traer a nuestra memoria, haciéndonos recordar algo que conocimos cuando
vivíamos en la dimensión de la eternidad… junto a Dios.
● Y En este caso de la Cena del Señor, el Espíritu Santo conecta nuestro espíritu a
la eterna verdad del Cordero que fue inmolado desde la creación del mundo.

“En Memoria de mi” implica más que un simple recuerdo mental, se trata de
sumergirse en el recuerdo, de ser parte de él. El propósito de recordar es volver a vivir,
para nunca olvidar. Hacer memoria implica una participación activa.
● “La muerte del Señor anunciáis”. Proclamar la muerte del Señor. Se nos dice
explícitamente que el acto externo, al tomar el pan y la copa, constituye una
confesión activa de fe y un anuncio a las huestes espirituales de su derrota en la
cruz del Mesías».
● ¿Qué significa la cena del Señor? La iglesia primitiva recordó que Jesús la
instituyó en la noche de la Pascua (Lucas 22.13–20). Así como en la Pascua se
celebraba la liberación de la esclavitud en Egipto, en la cena del Señor se
recuerda la liberación de nuestros pecados por la muerte de Cristo.

Tomad, comed: esto es mi cuerpo que por vosotros es partido:


● Él estaba ahí participando con sus discípulos del pan que significa su
encarnación. Que por vosotros: Cristo se recuerda en esta mesa, no como un
gran ejemplo, o un maestro, o un profeta, sino como el Cordero de Dios que
quita el pecado del mundo.
● Por lo tanto, dice, haced esto en memoria de mí: En contraste a lo indiferente de
las reuniones de los creyentes de Corinto en sus llamadas fiestas de amor, Jesús
dijo a sus discípulos «en memoria de mí».

La Cena del Señor no es para cualquiera, solo para aquellos que han nacido de lo
alto, de nuevo.
Asi que desde nuestro nuevo nacimiento entramos en un proceso de recordar las
riquezas y glorias de nuestra procedencia eterna pero que la encarnación y el pecado
bloqueó, torció, y gracias a la intervención del Espíritu Santo y la Palabra consigue
rememorar (remembranza) ese conocimiento olvidado. Esto es lo que ocurre en la Cena
del Señor.

¿Cuál es el significado de la Comunión? Es un tiempo de reflexión, de regocijo y


acción de gracias. Al experimentar en la mesa la presencia espiritual del Señor oramos
con fervor Maranata, esto es, «Ven, oh Señor»

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