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DE NUEVO LEÓN
FACULTAD DE
FILOSOFÍA Y LETRAS
P. I. A
DISCURSO ORAL
Equipo: 3
Fecha: 27 / 10 / 2022
Alumnas Matrículas
Karen Arely Morales Sandoval 2022116
Samantha Elena Ramos Pérez 2002187
Tania Yamilette Olvera Lozano 2060958
Ximena Rodríguez Romero 2080127
Yessica Montserrat Pesina Cedillo 2046279
Introducción
Hace unos años se dio la primera muerte oficialmente reconocida por esta enfermedad que antes
no tenía relevancia o justificación alguna, era casi imposible morir por “querer ser bello” o al menos
así se pensaba tiempo atrás de que se comprobara que realmente el ser humano puede ser capaz
de hacer grandes sacrificios físicos por buscar una apariencia intachable, por lo que, sin más, así
comienza una de las preocupaciones que se refleja en la pasarela de la vida diaria: la anorexia.
La anorexia nerviosa es definida como “inanición autoinfligida” (Hall & Ostroff, 2001). La inanición
es el estado de extrema debilidad y desnutrición que puede afectar al organismo humano como
consecuencia de la ausencia de ingesta de alimentos. Pero una definición no muestra los
trasfondos psicológicos y sociales que conlleva una persona con anorexia.
Si bien es una enfermedad que ha existido desde hace muchos años, ha tomado gran relevancia
hace poco sin saber a ciencia cierta por qué ha incrementado el número de casos en los últimos
años, es evidente que los medios de comunicación han tomado gran fuerza a la par del incremento
de estereotipos en el mundo de la fama. La manera en que hombres y mujeres captan por igual la
idea de mostrar un físico “perfecto” es lo que los orilla a tomar acciones que dañan directamente
su salud y su calidad de vida, además de la estabilidad de las personas que rodean a pacientes
con este problema alimenticio. Por lo que es de vital importancia el conocimiento acerca de las
causas y consecuencias de este trastorno alimenticio debido a que el número de personas que
caen en estos conflictos ha ido en aumento durante la última década. Por lo cual, a continuación
se mostrarán algunos de los aspectos más importantes de la anorexia, así como el impacto que
ésta ha tenido en los adolescentes.
Desarrollo
Una pregunta frecuente es ¿quiénes son los más afectados por la anorexia y por qué? Estudios
realizados por Gonzalo Morandé (Médico Psiquiatra. Doctor en Medicina) en 1999, culminaron con
los resultados entre 12 y 25 años de edad como comienzo de trastornos alimenticios, pero se da
con más entre los 14 y 18 años, cuando empiezan a sentir un desagrado por la comida o
simplemente tener un tipo de miedo a subir de peso; además que el 90% de los casos son mujeres
y el 10% hombres.
Hay cuatro fases en las que se divide la anorexia, la primera de ellas se puede recalcar en que la
persona empiece a bajar de peso constantemente. Este síntoma es muy fácil de detectar; sin
embargo, muchos de los pacientes que sufren de este trastorno lo ocultan usando ropa más suelta
o justificando su delgadez diciendo que se están sometiendo a una serie de ejercicios o que se
debe a un régimen alimenticio que les recomendaron. Seguido de esto, su segunda fase se puede
dar a conocer cuando la persona, al estar bajando de peso tan seguido, puede padecer de un
cambio de temperatura corporal y de la presión sanguínea, incluso también puede llegar a tener
pérdidas de períodos menstruales en el caso de las mujeres, pérdida del cabello o una disminución
del ritmo cardiaco. A su vez, a causa de su pérdida de peso constante, puede padecer fatiga u otras
señales de desnutrición, e incluso puede llegar a padecer más síntomas. Su última fase puede
llegar a ser letal, ya que como el cuerpo de las personas que padecen de anorexia no está en buen
funcionamiento y ya está en una extrema debilidad a causa de su desnutrición, pueden llegar a
tener la insuficiencia de su función hepática o su función renal.
En muchas de las ocasiones, los adolescentes son las principales víctimas de esta enfermedad
debido a que los cambios físicos de la pubertad son percibidos por ellos mismos como un signo de
obesidad y lo rechazan, se empiezan a sentir inseguros de su imagen y comienzan a pensar en
alternativas que solucionen sus “defectos” de la manera más rápida posible.
Otro factor que influye en la mentalidad de los jóvenes es el impacto de las redes sociales y los
medios de comunicación. Si es notorio que a esa edad las personas son más propensas a confiar
ciegamente en las opiniones de las personas que los rodean, los estereotipos aumentan aún más
esta presión pues se han apoderado de sus pensamientos, anhelan tener el cuerpo perfecto que
se muestra en los comerciales de televisión; en el caso de los hombres desean desarrollar sus
músculos y ser bien visto por la persona que le atrae y las mujeres, la figura escultural de las
modelos que ven en las pasarelas de países europeos, esto también puede llevar a sufrir también
de depresión o ansiedad, trastornos con los que no todos podemos lidiar de una forma saludable y
muchas veces estos sirven de vías para ser más susceptible a tener anorexia.
De acuerdo con (Pérez, 2008) en la anorexia nerviosa existe un afán obsesivo por bajar de peso, y
en la medida en que esta conducta sea exitosa, no es vista como problemática. Los pacientes
tienden a observar su pérdida de peso como un logro, más que como una aflicción, por lo que tienen
una motivación limitada al cambio. Una vez que comienzan a ver que el número en la báscula va
disminuyendo, se exigen más a tal grado de someterse a un exceso de ejercicio físico, dietas sin
supervisión de un nutriólogo, utilización de laxantes, diuréticos, purgas e incluso vómitos
provocados.
La anorexia también puede ser parte de un problema en los niños menores a los 12 años,
normalmente sin que ellos lo deseen o se den cuenta. Una encuesta sobre el consumo de alimentos
realizados entre estudiantes de enseñanza media y media superior en el Distrito Federal mostró
que más de una tercera parte no acostumbra desayunar y 26 % come menos de tres veces al día,
lo que podría relacionarse con su capacidad para poner atención, asimilar la información que se les
brinda en la escuela y al mismo tiempo padecer este trastorno alimenticio.
En un estudio realizado por Toro y Cols (1985) se seleccionaron 10 revistas especialmente leídas
por mujeres y se constata que uno de cada cuatro anuncios que llegan a un público
predominantemente femenino invitan directa o indirectamente a “perder peso”, mostrando cuerpos
ideales y esculturales, que no dejan por cierto de ser bellos. Estos mensajes suelen ir encaminados
a un público joven de edades comprendidas entre los 15 y los 24 años, como lo mencionamos, la
edad en riesgo para iniciar un trastorno de alimentación.
Los factores que evitan tomar acción sobre la misma una vez que esté desarrollada son: la negación
de la enfermedad, seguimiento de dietas, desnutrición, aislamiento social, sobreprotección,
inconsistencia en las decisiones y los intentos de minimizar los problemas.
Es por ello, que una manera de prevenir y tratar de controlar la situación actual de personas con
esta enfermedad es fomentar aspectos relacionados con una buena alimentación y corregir las
ideas erróneas que se tienen de ella, por ejemplo el consumo de vitaminas; a falta de vitaminas se
producen enfermedades pero el consumo en exceso puede ser perjudicial.
Conclusión
La anorexia es una cuestión prácticamente de vida o muerte que debe tomarse en serio, al ser un
trastorno que suele ser causado por afecciones psicológicas. Uno de los pasos más importante es
aceptar que se tiene un problema y es recomendable hablar con un nutriólogo o en situaciones más
graves, con un médico, ya que muchas veces se pasa por alto la gravedad de estos casos, sobre
todo en adolescentes porque se entiende que es una época de cambios que en realidad nadie sabe
cómo lidiar. Ésta refleja una conducta alarmante para el que la sufre, pues se vuelve vulnerable al
dejarse influenciar por su entorno sin tomar en cuenta la calidad de vida que le espera por decidir
prestar más atención a ello. Es importante saber que el más afectado no sólo será uno mismo sino
que también las personas que lo rodean. No debemos preocuparnos por nuestro aspecto físico,
sino por nuestro bienestar.
Y por último, tanto en las escuelas como en los hogares se debe dar conciencia del problema,
brindar apoyo y comprensión para que las personas que la padecen se sientan seguras de que
pueden superarlo y nuevamente tenerse confianza; sin dejar a un lado la supervisión de un
especialista que esté monitoreando el avance del paciente hasta su total recuperación y su
adaptación con la sociedad.
Bibliografía
Casanueva, E., Arroyo, P., Kaufer-Horwitz, M., & Pérez-Lizaur, A. B. (2001). Nutriología médica.
Médica Panamericana:.
Fajardo Caldera, M. I., García-Hierro García, M. Á., Delgado Pérez, B., & Martín Romero, R. (2015).
EL ENTORNO QUE RODEA A LA ANOREXIA. Red de Revistas Científicas de América Latina, el
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Hall, L., & Ostroff, M. (2001).Cómo entender y superar la anorexia nerviosa. Estados Unidos.Gürze
books.
Laura Rodríguez Santos (2006). Trastornos del comportamiento alimentario: Anorexia y Bulimia.
México, Mérida: JUNTA DE EXTREMADURA.
Levenkron, S., & Portillo, M. (2004). Anatomía de la anorexia. Barcelona: Editorial Kairós.
Shelley, R., & Moreno, C. M. E. (2000). Anorexia: Guía para pacientes, familiares y terapeutas.
México: Trillas.