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unas reflexiones personales que no deben ser tomadas como propias cuando
no lo son. Así, se ruega que sea utilizado únicamente como guía sin que ello
suponga un plagio.
Comentario de texto:
Miré los muros de la patria mía
Francisco de Quevedo
La composición ante la cual nos encontramos, Miré los muros de la patria mía,
corresponde a un poema completo del escritor Francisco de Quevedo. Nacido en
Madrid en 1580 y fallecido en 1645 en Ciudad Real, fue uno de los más notables
representantes del Siglo de Oro español. Estudió en Alcalá de Henares y en Valladolid
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y, además de ostentar los títulos de Señor de La Torre de Juan Abad y Caballero de
la Orden de Santiago, se dedicó a la política, lo que le llevó a estar encarcelado. Ganó
gran popularidad gracias a su agudeza e ingenio, así como por sus composiciones
burlescas. Enemigo declarado de Góngora, intercambió con el poeta cordobés
numerosos escritos de carácter satírico.
Además de escribir prosa, Quevedo también fue excelente en el verso, a día de hoy se
le atribuyen un total de 875 poemas, entre los cuales destaca la temática amorosa,
moral, descriptiva, religiosa, fúnebre... Su obra estuvo estrechamente ligada al
contexto histórico en el que vivió, el Barroco español. Refiriéndonos a la literatura,
dicha época se caracteriza por el pesimismo, el desengaño, la preocupación por el paso
del tiempo… en definitiva, una ruptura con los ideales renacentistas.
Así pues, podría decirse que el tema del poema es la pesadumbre, vejez, desengaño y
pesimismo que el poeta experimenta al contemplar su añeja patria, así como el
inexorable paso del tiempo y el recuerdo de la llegada de la muerte, todo ello son
características inherentes al Barroco.
Quevedo, mediante toda clase de figuras retóricas y recursos estilísticos, pretende con
este poema contagiar al lector todo el pesimismo y sensación de senilidad que
experimenta al observar su tierra.
Por otro lado, en lo que concierne a su estructura interna, podríamos considerar que
se distinguen las tres partes un texto, que el poeta utiliza para invitar al lector a
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indagar progresivamente en sus sentimientos de manera cada vez más profunda a
través de una descripción de su patria:
-Nudo. Se identifica con la segunda y tercera estrofa. Primero, Quevedo nos permite
conocer el paisaje natural de su terruño: las montañas, los ganados… Ya en la tercera
estrofa nos invita a su morada, hay más intimidad, la confianza entre el poeta y el
lector aumenta.
-Desenlace. Cuarta y última estrofa, en la que finalmente el autor nos deja ver lo más
recóndito de su ser, sus sentimientos de vejez.
Con esta estructura, que sin duda facilita el paso de unas ideas a otras con orden y
rigor, el autor pretende ofrecernos una lectura sencilla para que sus emociones y
recuerdos queden en la memoria y en el corazón de todos los lectores.
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atribuyéndole una caducada valentía. Seguidamente, el transcurso de la vida de este
lugar es comparado con una carrera, con lo tal vez Quevedo aluda a la carrera militar,
de la cual irán apareciendo otras posibles referencias. Por otra parte, observamos un
par de antítesis (fuertes y valentía/desmoronados y cansados) que el autor utiliza para
contrastar el cambio que su tierra ha ido sufriendo. Se puede considerar que en esta
estrofa hallamos el tópico literario Tempus Fugit. Puede evocarnos también el Ubi
Sunt?, pues el autor ensalza a su patria como si de una gloria pretérita se tratase. Sin
embargo, se describe un lugar, que, aunque esté personificado, no puede perder su
naturaleza inerte en el análisis. Además, la patria permanece ahí, no ha muerto.
Nótese en cuanto a la estructura un cierto paralelismo en la mitad de los versos pares
y en la de los impares respectivamente, así como una anáfora entre el tercer y cuarto
verso. Mediante estas repeticiones, el autor busca añadirle musicalidad y lirismo a su
experiencia para llamar nuestra atención.
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definitiva, tanto con las metáforas como con los hipérbatos Quevedo busca dar a su
topografía un carácter más lírico, alejándose así de una descripción demasiado
científica o demasiado simple.
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espada, según Price, es un símbolo que, al igual que muros o valentía, alude al
componente militar de la vida de Quevedo.
Digamos por otra parte que, el poema, además de presentar una estructura sencilla,
describe sentimientos universales, por lo que emisor llegará a captar el mensaje
independientemente del espacio y tiempo (o época histórica) en el que se encuentre.
Del mismo modo, si bien los numerosos hipérbatos y figuras retóricas pueden añadirle
complejidad a la composición, el registro se adecúa al contexto intemporal, al mensaje
y al canal (este último es un elemento sin elaborar).
En síntesis, Miré los muros de la patria mía busca sumergirse en lo más hondo del
poeta, recogiendo en lo que cabe en catorce versos el pesimismo que un viejo
Quevedo siente, una vida llena de desengaños que desemboca en la muerte inevitable,
una muerte que nos persiguió en el Barroco, nos persigue ahora y nos perseguirá
siempre. Considero que el poema es capaz de afligir al lector, aunque no tanto como
para inquietarle, si bien también depende de las circunstancias y de cada persona. No
creo que guarde ninguna moraleja, solo nos recuerda que la muerte está ahí y que
llegará, pero con una retórica admirable y una elocuencia que le ha permitido al
poema perdurar hasta nuestros días… y superar la muerte.
Bibliografía
- TOBAR QUINTANAR, María José. 2002. "Miré los muros de la patria mía" y la reescritura en
Quevedo. Edición digital a partir de La Perinola: revista de investigación quevediana, núm. 6
(2002), pp.239-262. Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2007. Alicante.
http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmcqz2q3
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- PRICE, R. M. 1963. A note of the sources and the structure of ‘Miré los muros de la patria mía’
MLN 78 p. 184-199. Edición digital a partir de Michael Carlo, 2004. Purdue University.
http://apcentral.collegeboard.com/apc/members/repository/ap04_span_lit_carlo_q_34689.pd
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