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CAPITULO 5: CONSIGNAS CLARAS: EL VALOR DE LA PALABRA.

Anijovich, define a la consigna como “la explicitación de las tareas que los
alumnos deben desarrollar, favoreciendo su autonomía. Cuanta mas
información les brindemos de la tarea que tienen que realizar, menos
dependerán de los docentes. Al mismo tiempo, la información debe servir
para que el alumno comprenda el porque y para que de la tarea” (Anijovich
2004).

Muchas veces como docentes, creemos que el escribir una consigna es un


trabajo sencillo, pero, no siempre es así. A veces, para el docente es obvia la
consigna el alumno no logra comprender o interpretar que se les pide y
realizan un esfuerzo a enfocado a tratar de cumplir y responder lo que
supone que el docente le está pidiendo más que a resolver la tarea y dar
cuenta de lo que aprendió. Se trata de que los saberes surjan a responder
preguntas verdaderas. (Philippe Meirieu 1998).

Una buena consigna debe ser valida y coherente en relación a los contenidos
sobre los que intenta recoger evidencia. Tiene que proporcionar suficiente
información, debe ser clara y especifica de lo que requiere que el alumno
piense y realice. Una manera de asegurar la claridad de las consignas es
confirmar que esta se cumple, probando la consigna ante personas distintas
a sus alumnos para luego, presentársela a ellos. Y luego se les debe dar
tiempo para que las lean y comprendan. Otra manera de promover la
comprensión de las consignas, es instalar la práctica del análisis en conjunto
de las consignas de trabajo.

El texto y el contenido de las consignas.

Si retomamos el concepto de evaluación autentica y situada, por medio de la


resolución de consignas, los alumnos demostraran sus aprendizajes, por lo
que al momento de redactarla se debe definir:

 El o los desempeños que el alumno debe realizar.


 El margen de libertad y sobre que aspectos puede tomar decisiones.
 La forma de producción final.
 Un contexto.
 Un rol.
 Un tiempo de trabajo.
 Si se resuelve de forma grupal o individual.

Existen diferentes modelos que tiene en cuenta estos aspectos.


Ejemplo 1: La técnica RAFT

Permite que los alumnos desarrollen habilidades de expresión escrita en


contextos auténticos. Se provee a los alumnos un contexto que permite
solucionar un problema en una situación real. Aquí se refleja una práctica de
evaluación auténtica.

El modelo requiere los siguientes componentes:

 Rol del escritor: ¿Quién soy al escribir?


 Audiencia destinataria del texto: ¿A quién me dirijo?
 Formato del texto: ¿Cuál es la mejor manera de presentar mi tarea?
 Tema o tópico tratado: ¿Cuál es el o los temas sobre los que tengo
que trabajar?

Ejemplo 2: Consigna en contexto.

Este ejemplo muestra qué se les pide a los alumnos y en qué condiciones
producirán la respuesta (perspectivas, materiales, tiempo).

Ejemplo 3: Consigna con libertad.

Ofrece cierto grado de libertad para elegir un tema y luego orienta la


tarea.

La consigna sirve para que los alumnos comprendan los contenidos de una
unidad y al mismo tiempo para evaluarlos.

Para apropiarse de una consiga construida por el docente, el estudiante


debe:

 Leerla.
 Descomponerla en partes.
 Reinterpretarla.
 Encontrar la coherencia entre las partes.
 Recuperar la información pertinente.
 Presentarla de acuerdo con el formato solicitado.

¿Cómo trabajar la comprensión de las consignas?

a) Realizar una revisión de la consigna para verificar si cuenta con toda


la información necesaria, para que el estudiante construya una
respuesta adecuada.
b) Compartir con los estudiantes el significado de los verbos utilizados.
Esto le permitirá planificar una respuesta acorde a lo que requiere la
consigna. (se puede construir un glosario)
c) Se puede colocar a los alumnos en el rol de formulador de preguntas y
se le solicita a otro compañero que responda a ella y luego solicitar a
quien formulo la pregunta, si la respuesta se ajusto a su expectativa.
Esto ayuda al estudiante a comprender el proceso de interpretación.

Uso formativo de las pruebas escritas.

En la evaluación tradicional, las


pruebas escritas cumplen una
función de verificación del
cumplimiento de los objetivos
curriculares.
Para convertir las pruebas
escritas en instrumentos de
evaluación auténtica y situada,
es necesario agregar las
funciones
de retroalimentación y
orientación.
Las buenas consignas escritas
están diseñadas para que los
alumnos:
-elaboren respuestas.
-reorganicen sus
conocimientos.
-resuelvan problemas y no se
limiten a comunicar un saber
declarativo, repitiendo lo que
los docentes o las fuentes
dicen
En la evaluación tradicional, las pruebas escritas cumplen una función de
verificación del cumplimiento de los objetivos curriculares. Para convertir
las pruebas escritas en instrumentos de evaluación auténtica y situada, es
necesario agregar las funciones de retroalimentación y orientación.

Las buenas consignas escritas están diseñadas para que los alumnos:

 Elaboren respuestas.
 Reorganicen sus conocimientos.
 Resuelvan problemas y no se limiten a comunicar un saber declarativo,

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