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CUESTION DE ACTITUD

En estos últimos servicios, hemos estado hablando de temas relacionados con la “actitud” contenidos
que me han parecido bastante interesantes, porque me ha hecho reflexionar sobre ciertas actitudes que he
tenido en el vaivén de mis días y mis acciones.

También y como soy un asiduo lector y estudioso de La Biblia encontré algunos pasajes que tienen que
ver con la actitud de las personas y me refiero al pueblo de Israel, pero solamente voy a mencionar un par de
ellos y a través de los cuales quiero llegar a una conclusión.

El primero tiene que ver con el libro de ESDRAS. Vayamos al capítulo 3:10-13 y leemos:

[10] “Cuando los constructores terminaban de sentar las bases para el templo de Adonay, los kohenin
(sacerdotes) se colocaron sus vestidos sagrados y tomaron sus shofaros (trompetas). Los levitas hijos de Asaf
llevaron sus platillos. Todos ocuparon sus lugares para alabar a Adonay tal como David, rey de Israel, lo había
ordenado en el pasado.”

[11] “Unos cantaban canciones de alabanza y los demás les respondían: <Alabado sea Adonay, porque Él es
bueno; Su fiel amor dura para siempre>.

[12] “Pero muchos de los kohenin levitas y jefes de familia más viejos lloraban porque ellos habían conocido el
primer templo y recordaban lo bello que era. Mientras ellos lloraban de nostalgia los otros gritaban de
alegría.”

[13] “El ruido que hacían se podía oír desde lejos y los gritos de alegría se confundían con el llanto.”

Este pasaje nos muestra un evento importante para la historia del pueblo de Israel, habla sobre el
templo de Jerusalén que estaba siendo reconstruido más de 70 años después de que el primer templo,
construido por Salomón lleno de lujos y esplendor fuera destruido y saqueado tras la invasión de los
babilonios.

Los israelitas habían regresado a Jerusalén, después de estar más de 70 años cautivos en Babilonia y al
llegar comenzaron a edificar la ciudad destruida, guiados por Zorobabel y Jesúa los líderes que habían
regresado, comenzaron a trabajar juntos en los cimientos del templo, los judíos más jóvenes que no habían
conocido el templo anterior al ver que se estaba reconstruyendo el templo de Adonay Elohim en Jerusalén,
dieron grandes voces de júbilo, cantaban y alababan al SEÑOR (V: 11).

Pero muchos de los judíos, en este caso los ancianos que conocieron y recordaban el esplendor del
templo que construyo Salomón, comenzaron a llorar con gran tristeza (V: 12). Sabían que este templo no sería
igual de majestuoso que el anterior destruido, lloraban recordando cómo había sido el templo anterior,
lloraban al ver quizás la sencillez del nuevo templo, a lo mejor lloraban al notar las diferencias que habían
entre este templo y el anterior.

Aquí podemos notar las diferencias que habían entre los judíos jóvenes de esta generación nueva y la
generación pasada, los judíos ancianos, aquí podemos notar dos actitudes diferentes, pero lo más curioso es
que son dos actitudes diferentes en un mismo acontecimiento.
Reflexionando podemos coincidir que esto nos puede haber pasado en alguna ocasión, en alguna
reunión o en algún momento, puede que hayamos tenido un tipo de actitud y un hermano tenga una actitud
diferente, esto podría sonar familiar.

Recordemos otro pasaje, el de los espías que fueron a ver esa tierra prometida, vayamos a Números
capítulo 13 a partir del verso 1: Elohim le dijo a Moisés que eligiera 12 hombres, uno de cada tribu y que fuera
jefe entre los suyos (V: 1-15), posteriormente Moisés les dio instrucciones de lo que iban a explorar (V: 16-20),
ellos fueron, exploraron el territorio y volvieron después de 40 días con la información que obtuvieron (V:21-
25), luego se presentaron ante Moisés, Aarón y toda la comunidad, pero la información que trajeron entre
ellos era muy confusa:. Josué y Caleb, vieron una tierra que rebosa de leche y de miel con frutos magníficos y
aunque había gente grande y fuerte estaban seguros que los podían vencer, derrotar y conquistar esas tierras,
sin embargo, los otros espías estaban seguros que no serían capaces de atacar a esa gente, esparcieron falsos
rumores y contaminaron al pueblo. El pueblo se desanimó (V: 26-32 y Cap. 14: 1-5).

Igual que en el pasaje anterior, aquí vemos dos actitudes diferentes de un mismo acontecimiento, unos
tomaron una actitud de lamento, lo cual no les permitió ver las bendiciones del presente y en el caso de los
ancianos no querían ver un nuevo futuro y otros en este caso los jóvenes, una nueva generación llenos de
alegría y de gozo, reconocían que este era un nuevo comienzo en su historia y que Elohim seguía estando con
ellos, muchas veces nos comportamos así, nos centramos en el pasado y no avanzamos porque vivimos en el
pasado, no queremos vivir en el presente y no queremos avanzar hacia el futuro.

En este punto del mensaje me hago esta pregunta ¿En cuál de los lados me encuentro? Y en cuál de
estos dos lados de la historia ¿Crees que hubieras estado tú?

¿Cómo podemos transformar la crisis en una oportunidad? La clave de todo es la actitud, pero
comencemos por definir Actitud: es el comportamiento o el ánimo con el que enfrentamos una determinada
situación, es el comportamiento que se produce en diferentes circunstancias, las cuales pueden ser; buenas o
malas.

En ambos pasajes se presenten dos acontecimientos diferentes, donde todos estaban viendo el mismo
acontecimiento pero tenían actitudes diferentes, así mismo nos ocurre hoy en día, acabamos de superar una
pandemia, donde hubo cuarentena, encierro, enfermedades, muerte, cierre de empresas, desempleo, pero
cada uno de nosotros tuvo o tiene actitudes diferentes ante estas circunstancias y hay dos actitudes que
nosotros podemos tomar ante los acontecimientos que Elohim nos permite vivir en la vida. Actitudes positivas
y actitudes negativas.

La actitud positiva nos permite afrontar una situación enfocándonos en los posibles beneficios de la
situación, es decir, en las oportunidades, los aprendizajes, un corazón agradecido por las bendiciones de
nuestro Elohim.

La actitud negativa no nos permite sacar ningún provecho de la situación por la que estemos
atravesando, una actitud negativa podría hasta alejarnos del SEÑOR, cuando esa actitud puede transformarse
en un testimonio de lo que Elohim hace en nuestras vidas.
Como les dije una actitud negativa no nos permite sacarle el mejor provecho a una situación en nuestras
vidas y esto nos lleva a sentirnos: frustrados, enojados, ansiosos, angustiados, desesperados haciendo que
perdamos la esperanza.

Una mala actitud es como un caucho espichado, no podemos continuar hasta cambiar el caucho, un
conductor sabe que si no cambia el caucho, no va a llegar muy lejos y no hacerlo podría generarle otros
problemas, así mismo es una mala actitud, si no la cambias vas a tener problemas.

¿Cómo podemos cambiar nuestras malas actitudes?

 Hagamos las cosas con amor (I Corintios 16:14).


 Hagamos las cosas con alegría (Habacuc 3:18-19).
 Hagamos las cosas con satisfacción (Colosenses 3:23).
 Valoremos nuestras Familias (Jeremías 32:39).
 Valoremos nuestro Ministerio (I Tesalonicenses 5:12-13).
 Valoremos nuestra Congregación (Salmo 133:1).
 Valoremos nuestros Trabajos (Eclesiastés 3:13).

Aprendamos a hacer las cosas con amor, quizás no podamos hacer muchas cosas que amamos hacer,
quizás amas servir en la congregación, quizás amas ir a tu trabajo todos los días, amas atender a tus clientes,
amas jugar al futbol, amas ir a la playa, amas reunirte con tus amigos(as), amas ir al gimnasio, amas hacer
ejercicios, amas estudiar La Biblia, pero a pesar de eso podemos cambiar la actitud y ser felices, no haciendo lo
que amamos, sino amando lo que hacemos cualquiera que sea la situación, por eso aprendamos hacer las
cosas con amor y eso va a cambiar tu actitud.

Aprendamos a reconocer las cosas buenas, las oportunidades, los beneficios, aun en medio de la crisis.

Si hay un personaje en La Biblia que nos enseña a tener una actitud positiva aun en medio de las
circunstancias más difíciles, es el Apóstol Pablo, en el libro de los Hechos se nos narra cómo estando en el
calabozo en la parte más profunda, seguramente era un calabozo oscuro, con malos olores, humedad,
enfermedades, bacterias y estando con Silas, en vez de ver esto como una desgracia, lo vio como una
oportunidad para alabar a Elohim para dar testimonio de su fe en YaHShúah (Hechos 16:22-26).

Nosotros al igual que Pablo, debemos reconocer las oportunidades de Elohim, tenemos que reconocer
Sus bendiciones en nuestra vida, debemos reconocer Su bondad y Su misericordia en este tiempo de crisis.

Aprendamos a creer y a confiar en nuestro Elohim de que por más dura que sea la situación, esta
también pasara y que aun en nuestra vida hay muchos motivos para seguir hacia adelante, hay un camino por
recorrer, hay metas que alcanzar, hay un proyecto que realizar, hay motivos para vivir, pero vivir creyendo y
confiando en Él SEÑOR, por eso no podemos rendirnos, no depende de nosotros cambiar las circunstancias
que estamos viviendo, pero si depende de nosotros cambiar nuestra actitud ante esas circunstancias.

Si no te gusta algo CAMBIALO y si no lo puedes cambiar, cambia tu ACTITUD. La actitud es una postura
ante la vida, la actitud no va a hacer desaparecer los obstáculos que se nos presenten en la vida pero nos da
las herramientas para evaluar la circunstancia y obtener las mejores herramientas para enfrentar la situación,
en la Palabra de Elohim podemos encontrar diferentes ejemplos de hombres que convirtieron las
adversidades en oportunidades, Pablo es uno de ellos, ¿y que podemos aprender de estas adversidades?, que
estas personas de La Biblia, encontraron oportunides que les permitieron crecer y alcanzar sus metas.

 ¿Cuántas oportunidades habremos perdido por no poder controlar nuestro temperamento?


 ¿Cuantas puertas hemos cerrado por nuestros enojos?
 ¿Cuántas personas hemos alejado de nosotros por nuestro mal carácter?
 ¿Cuántos momentos hemos arruinado por nuestra mala actitud?

El Carácter es aquel conjunto de rasgos por el que nos identifican los demás.

La Biblia dice: “Ningún árbol bueno produce frutos malos y ningún árbol malo produce frutos buenos”
(Mateo 7:17-18). Si el fruto define al árbol ¿Qué actitud nos define a nosotros? Si cada árbol se conoce por los
frutos que produce, así mismo se conoce a la gente buena, porque el bien habita en su corazón, y de la misma
manera se conoce a la gente mala, porque el mal habita en su corazón y las palabras que salen de su boca,
muestran lo que hay en su corazón.

Si analizamos el pasaje de Lucas 6:45 aprendemos que la actitud del hombre es lo que hay en su corazón
y lo que sale de la boca, del corazón sale y esto contamina al hombre, es decir, que si tenemos un mal carácter
es porque en nuestro interior hay una maldad y eso se refleja en nuestras acciones.

Si quiero cambiar mi carácter tengo que poner mi vida en YaHShúah todos los días, porque si no leemos
La Biblia, no oramos, ni nos congregamos, nuestro mal carácter y nuestras malas actitudes nos van a dominar
y el mal carácter sale porque no hemos tenido una actitud correcta ante las cosas de Elohim, por eso
busquemos ser llenos cada día de Su presencia, así nuestro carácter y nuestra actitud va a cambiar porque La
Palabra nos enseña que el fruto del espíritu es:

 Amor.
 Alegría.
 Paz.
 Paciencia.
 Amabilidad.
 Bondad.
 Fidelidad.
 Humildad y
 Dominio Propio (Gálatas 5:23).

Conclusión: la actitud no va a ser desaparecer los obstáculos reales que encontramos en nuestra vida,
pero si nos va a dar herramientas que nos permitirá evaluar las circunstancias y así obtener mejores
herramientas que nos permitirá enfrentar la situación que estamos viviendo.

Quiero culminar con esta frase “No es tu aptitud, sino tu actitud lo que determinara tu altitud” la
escuche hace poco, yo quiero tener siempre una buena actitud, hacia Elohim y hacia las personas, no quiero
tener la mala actitud que tuvieron los ancianos en el pasaje de Esdras, ni quiero tener la mala actitud de los
espías en el pasaje de Números, quiero tener la actitud de los judíos jóvenes, quiero tener la actitud de Caleb y
Josué, quiero tener la actitud de Pablo y Silas, esa es la actitud que quiero tener y para tenerla sé que debo
acercarme cada día y más al SEÑOR.

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