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Confesiones de una máscara

Protagonista: Yukio Mishima ( o Ko-chan para los cuates)


Personajes secundarios: Omi, Sonoko, Kasumo, Obaa-san
Época en la que desarrolla la historia: 1949, Japón.
Tras dar por finalizada la segunda guerra mundial el pensamiento japones sufrió un impacto a
gran escala, principalmente cultural.
Esto mismo ocurre con Ko-chan (anteriormente llamado Kimitake Hiroaka), nacido y criado
durante la era del Imperio Japonés, desde muy corta edad Ko-chan lucha por encajar en los
estándares sociales a pesar de haber nacido con un cuerpo débil en términos de desarrollo y
robustez. De aspecto débil y enfermizo, solitario y taciturno, y de una extracción social
menos favorecida que sus compañeros, pero aun así acomodada, el joven se ve inmerso en un
ambiente familiar dominado por su abuela quien, además de alejarlo del resto de su familia,
lo recluye y evita que participe en actividades de riesgo o en las que exista la posibilidad de
herirse.
Ello no impedirá que Ko-chan paulatinamente vaya descubriendo su homosexualidad cuando
se siente atraído en la pubertad por Omi un chico de fuerte constitución. Pero, esclavo de lo
convencional, no puede aceptar que se hagan públicos su diferencia ni asumir sus propios
deseos. Ello le conducirá a comenzar una relación con Sonoko, la hermana de su amigo
Kasuno, intentando convencerse de que está enamorado de ella. Mientras asume su escaso
poder para amar, irán aflorando sus fantasías y su fascinación por la belleza entremezclada
con la sangre, la violencia o la muerte, escenificadas en el cuadro de Guido Reni San
Sebastián y en la admiración por la escultura clásica de figuras masculinas en posturas físicas
dinámicas.
Narrada en primera persona la novela es considerada a menudo un trabajo autobiográfico que
relata los primeros años de un joven japonés. También se ha reseñado que no aborda tanto la
negación de la propia sexualidad sino la negación de uno mismo que acaba cristalizando en
una introspección. La represión exige confesión, como si sólo así el protagonista del relato
pudiera aliviar la carga de su engaño. En este sentido la obra enlaza la construcción de la
propia identidad.

Alumno: Torres Valdez Aldo Fabricio

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