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Una aplicación rebelde.

Las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) están atravesando estas


nuevas generaciones en lo que corresponde a la inmediatez en el intercambio de
la información y comunicación. Lo que en algún momento la televisión tenía como
tarea de entretener e informar fue quedando atrás con la evolución de la
computación, telecomunicaciones y la cibernética.

En estos tiempos el mayor porcentaje de las tareas que realizamos, son ayudadas
por aparatos digitales que nos facilitan y agilizan los resultados sin importar la
distancia en que nos encontremos a la hora de trasmitir un mensaje. En la
segunda mitad de la década de los 90 ya se tenía en los hogares con un nivel
económico medio, la adquisición de computadoras de escritorio, esta primera
generación que ahora oscila entre los 30 año y 45 años, ya estaba construyendo
lo que sería una plataforma importante de comunicación y educación a través del
Internet.

Las siguientes generaciones ya están inmersas en el uso de estas herramientas, y


la evolución de otros aparatos como los son los teléfonos móviles, que por ser
multiusos y ocupar la red de internet, son ahora los que están acaparando a la
evolución de la computadora.

El uso y aplicación de estos dispositivos no es prioritario de los jóvenes, aunque si


son la mayoría los que los usan en comparación de los adultos que rebasan los 40
años. La función de comunicar, educar, entretener, facilitar trámites, etc (Ortiz,
Garay, 2015). Estos dispositivos conectados a internet, pueden rebasar las
prácticas sociales comunes. Esto se puede vislumbrar y reconocer en el contexto
de occidente y en especial en México por nuestra cercanía con Estados Unidos.

En Oriente Medio que es donde a principios del 2011 las TICs, presentan una
intervención importante para que se pudiera realizar un cambio social como lo fue
llamado la “Primavera árabe”.
Ese era un escenario muy similar a lo que se vivió en América Latina en la década
de los 70 y finales de los 80. Represión social, inestabilidad económica,
desapariciones arbitrarias y la más nula libertad de expresión fueron factores que
permeaban dentro del núcleo social en países árabes como Túnez y Egipto.

Países que en el caso contrario a México no se entraban en la brecha


generacional y tecnológica que se regía por los países hegemónicos. Pues sólo,
un promedio de 450,000 usuarios en Egipto, tenían servicio de internet en el año
2000 (González, 2014). La globalización de las TICs comenzó a alfabetizar
tecnológicamente a muchos ciudadanos, para el caso de estos países árabes, que
en su mayoría de población se contaban más a los jóvenes, no solamente se
conocían las principales redes sociales, sino que desde un principio se pudo optar
por una democratización de la información.

Los medios de comunicación tradicionales no pudieron llegar a estas instancias, la


intervención del Estado y las elites que controlaban los lazos de las sociedades,
cooptaron de una manera masiva los contenidos de dichos medios. En un principio
el Internet como medio integral de información y exposición de datos, funcionaba
de esta forma. Los usuarios solo disponían a recibir información, era la llamada
web 1.0. El internet es una plataforma que no está sujeta (en su mayoría), a las
decisiones del estado, aunque sean presentado casos, como en China y en
algunos países de África.

Las cosas cambiaron, ahora los contenidos no están sujetos a un solo productor:
“los usuarios pueden generar y difundir sus propios contenidos, dando como
resultado un nuevo uso y percepción de internet, denominándose esta fase de
evolución y desarrollo Web 2.0“González, 2014, 5).

Los regímenes árabes pueden reprimir manifestaciones, controlar los medios


locales, usar la violencia represiva, pero no pueden controlar lo que pasa en las
redes sociales.
Los gobiernos de Ben Ali en Túnez y el de Hosni Mubarak en Egipto, trataron de
censurar y deshabilitar las conexiones de internet, pero no pudieron realizar esta
labor ya que los ojos del mundo estaban presentes en este acto de censura. Para
lo que corresponde en las redes sociales, el gobierno de Mubarak mantuvo
abiertas todas las redes, lo que buscaba era la información de los personajes que
estaban actuando en contra de su gobierno.

Lo que ocasionó que los filtros de las redes sociales se fortalecieran para que esto
no pasará, es una de las pruebas contundentes que las TICs (El Hamdouni, 2013),
con esto los gobiernos no alcanzan a realizar sus maniobras represoras e hizo que
se fortaleciera el movimiento.

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