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1. ¿Qué son los exámenes? Un examen es una prueba que se hace para comprobar los
conocimientos que posee una persona sobre una determinada cuestión.
2. ¿Cuáles son los tipos de exámenes qué hay? Los tipos de exámenes son:
A) Pruebas Objetivas:
-Verdadero – Falso
-Enlazar O Parear
-Completamiento
-Selección Múltiple
B) Pruebas Subjetivas:
-Prueba de Ensayo (Explique, Compare, Diga, Enumere, Defina, Determine, etc.)
-Pruebas Orales o Exposiciones
3. ¿Cómo debemos actuar en los distintos momentos del examen? (Antes, Durante y
Después) el día anterior del examen debemos repasar lo aprendido de la materia, mantener
los nervios a raya, preparar todo lo necesario para el día del examen(bolígrafo, lápiz,
borrador, etc..), irnos a dormir a una hora razonable.
El día del examen debemos levantarnos con tiempo, mantener una actitud positiva, cuidar
todos los detalles, organizarnos y cuidar la forma al máximo.
Después del examen debemos darnos un tiempo para relajarnos.
4. Mencione las principales métodos para contrarrestar el estrés que podría provocar
un examen. Para contrarrestar el estrés causado por los exámenes debemos:
Utiliza un poco de estrés a nuestro favor. El estrés es el mecanismo de aviso de tu cuer-
po: es una señal que te ayuda a prepararte para algo importante que está punto de ocurrir.
Utilízalo en tu propio beneficio. En vez de reaccionar ante el estrés amedrentándote, lamen-
tándote o quejándote del examen con tus amigos, adopta un enfoque activo. Deja que el es-
trés te recuerde que has de estudiar bien el examen con tiempo de antelación. Lo más proba-
ble es qué así evites que el estrés te domine y te haga perder el control de la situación. Des-
pués de todo, nadie se estresa con pensamientos sobre lo bien que le va a ir en un examen.
Pide ayuda. Aunque un poco de ansiedad puede ser algo positivo, una sobredosis es otro
cantar. Si, cuando te reparten el examen, te pones tan nervioso que se te queda la mente en
blanco y se te olvidan las respuestas que te sabías, probablemente necesitas ayuda para
controlar tu ansiedad ante los exámenes. Tu profesor, tu tutor o tu orientador escolar pueden
ser personas importantes con quienes hablar si te cuesta controlar tu ansiedad ante los exá-
menes.
Prepárate bien el examen. Algunos alumnos creen que lo único que necesitan para hacer
bien los exámenes es asistir a clase. Pero, para aprenderse una materia, hace falta mucho
más que confiar en absorber toda la información en clase. Por eso son tan importantes unos
buenos hábitos de estudio y unas buenas técnicas de estudio; el estudio acelerado la noche
antes del examen no permite obtener el nivel de comprensión más profundo que se consigue
invirtiendo tiempo en una materia al estudiarla con regularidad.
Muchos estudiantes comprueban que su ansiedad ante los exámenes disminuye cuando em-
piezan a estudiar mejor o con más regularidad. Tiene sentido, cuanto mejor te sepas la mate-
ria, más seguro te sentirás. Tener confianza en ti mismo al hacer un examen significa que es-
perarás hacerlo bien. Si esperas hacerlo bien, estarás más relajado mientras haces el exa-
men después de los primeros momentos de nerviosismo.
Controla tus pensamientos. Si el hecho de esperar hacer bien un examen te puede ayudar
a relajarte, ¿qué ocurrirá cuando esperes que no lo vas a hacer bien? Fíjate en cualquier
mensaje negativo que te puedas estar enviando a ti mismo sobre el examen. Este tipo de
mensajes pueden contribuir a tu ansiedad.
Si te das cuenta de que estás teniendo pensamientos negativos ("No se me dan bien los exá-
menes" o "Si suspendo este examen, lo tengo fatal"), sustitúyelos por pensamientos positi-
vos. Por descontado, no los sustituyas por mensajes positivos que no sean realistas, sino por
mensajes prácticos y verdaderos, como: "He estudiado y me sé la materia, de modo que es-
toy preparado para dar lo mejor de mí mismo".
Acepta tus errores. Otra cosa que puedes hacer es intentar relativizar los errores que co-
metas, sobre todo si eres muy perfeccionista y tiendes a ser muy crítico y muy duro contigo
mismo. Todo el mundo comete errores, y tal vez hayas oído en boca de tus profesores o en-
trenadores que los errores son "oportunidades de aprendizaje". Aprender a tolerar los errores
sin importancia, como el problema que hiciste mal en el examen sorpresa de matemáticas,
es una habilidad muy valiosa.