Está en la página 1de 4

¡A ESCENA!

LO QUE EL TEATRO APORTA A LA


COMUNICACIÓN EMPRESARIAL.

POR MERCEDES SEGURA AMAT.

1. la teatralidad de la empresa.
Existe un paralelismo entre el teatro y cualquier otro acto de comunicación. Un acto de
comunicación es una escena, se desarrolla en un escenario (la calle, una empresa…),
donde varios interlocutores se comunican (los actores), y puede haber gente escuchando
(el público).
En ocasiones habrá un mensaje preestablecido (el texto) y en otras se tratará de una
improvisación.

2. Aprendiendo a actuar. La improvisación.


Improvisar permite actuar. Cuando un actor actúa sigue unas pautas generales pero le
queda espacio para improvisar. Pasa lo mismos en el mundo de la empresa; un
empresario que expone un proyecto tiene unas pautas generales (no ponerse de espalda
al público, no mirar fijamente a los ojos a nadie...) que debe seguir y aún así le queda
espacio para improvisar.
Lo bueno de improvisar es que puede sacar partido de los distintos imprevistos por
ejemplo: el director de una cadena de caramelos reúne a todos sus socios para exponer
un problema y justo en el piso de al lado se escucha un martillo arrasando una pared sin
cesar. Dicho director podría decir que tenían que cambiar de sala por culpa del ruido
pero, sacaría mucho más provecho si, en cambio, le dijera que van a cambiar de sala que
ellos se encuentren más cómodos.
Lo mismo pasa en el teatro. En una actuación un actor intenta abrir una puerta y ésta se
queda encasquillada y no se abre, el actor improvisa y sigue con la escena. El público al
ver la frescura del personaje lo miran con más ternura y se consolidan con él.
De todas formas es bueno seguir un guión y aprenderlo, repetirlo e intentar ser natural y
espontáneo al exponerlo.
Muchas empresas cuando van a lanzar un producto, primero lo prueban en situaciones
reales, como un juego de rol para ver la aceptación o los fallos del producto.
3. en el camerino. La respiración y la
concentración.
Podemos identifar la llegada de un empresario a algún sitio de relajación antes de
empezar la conferencia, con la llegada del actor a su camerino. Es aquí donde debemos
vaciar todos nuestros sentimientos para que éstos no interfieran en nuestra
interpretación. Si antes de una reunión hemos tenido una discusión telefónica con
nuestra pareja, es muy probable que eso influya en nuestra forma de hablar y de actuar.
Pisar fuerte nos permite estar erguidos y respirar con mayor facilidad. Es como poner
buenos cimientos en una casa.
La forma de respirar es muy importante para concentrarse y lo primero es relajarse y,
para relajarse, la primera fase es la respiración y la segunda es jugar. Jugar como si
fuéramos niños para poder así dejar la mente en blanco y concentrarnos plenamente en
lo q tengamos que decir.

4. El escenario y el sentido escénico.


Los espacios son elegidos para contribuir a hacer llegar el mensaje. El director los elige
para llamar la atención sobre el decorado o sobre los actores, dependiendo de lo que
desee resaltar en ese momento.
Pasa lo mismo en la vida real, es necesario tener en cuenta el entorno en el q nos vamos
a comunicar.
A cualquier escenario se le puede sacar partido, se puede usar como un arma de
comunicación, o al menos, evitar que se nos vuelva en contra.
Se pueden distinguir dos tipos de escenarios:
- Escenarios pequeños con pocos actores donde resulta más fácil decir las cosas
porque parece que el escenario te arropa.
- Escenarios grandes con público. Es muy importante visitar antes nuestro
escenario porque si pretendemos dar una conferencia en una sala para 500
personas y solo van a asistir 100 resultará muy fría. Una solución sería utilizar
solo la mitad de la sala pero, para ello, debemos verla antes y ver que se adecua
a lo que queremos transmitir.

También es bueno movernos por el escenario; los actores e incluso llegan a pintar
marcas en el suelo de donde deben pararse o que camino seguir.

5. Acto I: La expresividad de rostro y cuerpo.


El cuerpo es una parte muy importante en la comunicación. Al hablar nos olvidamos de
la importancia de los gestos como símbolos.
En ocasiones un gesto puede ser muy significativo y comunicar mucho más que un
discurso de dos horas.
Tenemos que aprender a comunicarnos con nuestro cuerpo y cuando estemos tristes
expresarlo con el cuerpo, sin palabras…
Los ejecutivos, al contrario de los autores, no son conscientes de su cuerpo y como no lo
son, difícilmente pueden utilizarlo como elemento comunicador.
La pausa provoca una intensidad en la escena. Muchas personas cuando se ponen
nerviosas hablan sin parar para no tener que soportar su silencio, sin embargo,
introducir pausas o permanecer callados es un signo de fortaleza porque se demuestra
que se controla la situación. No nos damos cuenta de que callados también
comunicamos. Depende solo de la intención que demos a las pausas.

6. Acto II: El otro. El público y los demás actores.


Si sabes escuchar a tu público debes saber reaccionar antes de que ellos te lo pidan,
debes aprender a anticiparte a tus deseos. Por ejemplo:
En un restaurante un buen camarero que ha observado lo que has pedido de primer y
segundo plato, y ha visto la reacción que tenias al probarlo, puede aconsejarte el postre
más adecuado.
El factor tiempo también es importante. Si es divertido o ameno, el tiempo pasara muy
deprisa, en cambio, si es aburrido el tiempo se ara eterno.
Hay que tener en cuenta que el tiempo en escena es preciso y no debe malgastarse pues
nuestro objetivo es entretener, llamar la atención y no aburrir a los espectadores.
De igual forma no tenemos que controlarlo absolutamente todo.
En una película de terror un asesino antes de entrar en la casa para matar a la mujer se
acerca a la cámara y dice: soy un asesino y voy a matarla.
¿Qué pasa que creen que no lo vamos a intuir?
El secreto del aburrir a la gente consiste en contarlo todo.

7. Acto III: La representación.


Interpretar es un acto mucho más complejo que improvisar. Supone dar vida a un texto,
ser el mediador entre el actor y el público.
Para improvisar primero tenemos que memorizar el texto, conocer bien el mensaje que
queremos transmitir. Si no dominamos lo que queremos decir, no podremos bromear
con las palabras, saltarnos frases…
Una vez aprendido el texto ya nos podemos centrar en la interpretación.
Hay dos tipos de interpretación:
Una que pretende utilizar una técnica estricta y otra que pretende ser natural (como la
vida en la calle).
Para hacer una buena representación es necesario encontrar en cada personaje algún
punto de conexión con tu ser, algún aspecto personal que te acerque al mismo, pero
manteniendo el control de tus emociones no dejando que éstas se desborden. De lo
contrario no eres tú quien domina al personaje sino más bien al contrario.
Para vender cualquier cosa en la vida o para transmitir cualquier mensaje, el primer
convencido debe ser uno mismo. Si tu no estas convencido partes con desventaja pero si
estás, cualquier pequeño detalle lo tornarás a tu favor y le encontrarás el interés a un
rotulador sin tinta.
CONSOLACIÓN BRENES GARCÍA

También podría gustarte