Está en la página 1de 2

EL QUIJOTE EUSKALDUN (PATXI)

Erase una vez, un hombre de 31 años, que vivía en Durango, un día cualquiera de Marzo 2020, le
llegan órdenes de que no está permitido salir de su casa, lo cual dificulta sus tareas, ya que la
mayoría de sus quehaceres están fuera. Total, que el único remedio es encerrarse en su casa y dejar
de lado todas esas tareas y renunciar a ellas.
Tras casi un mes de arresto domiciliario por el dichoso virus, ya es libre de coger la puerta y no volver
nunca, pero era demasiado para el quijote, pues ese tiempo que estuvo atrapado en su propia casa,
cambió la perspectiva del sentido de su vida, y enloqueció, tomando así decisiones impulsivas y sin
sentido.
– ya era hora de salir! estar tanto tiempo aquí metido ha sido un coñazo – exclamó cerrando la puerta
de su casa. salió en pijama y zapatillas de casa. Estaba tan ansioso de pisar la calle que no se lo
pensó dos veces. Cuando salió hacía buena temperatura, y se pasó toda la mañana en el parque que
hay a dos manzanas de su piso, observando a la gente, disfrutando del buen tiempo.
De repente apareció su vecino, Kepa. estaba regando las plantas de la entrada del portal, cuando de
repente dijo: – hombre patxi! ¡Cuánto tiempo! Hacía meses que no te veía, ya sabes, por el
coronavirus y eso. Veo que has cambiado mucho, tanto tiempo aislados nos ha venido bien eeehh…
– Pues si, ya tenía ganas de salir. Tu también has cambiado mucho; veo que te has dejado barba, y
te has hecho un pendiente!? solo a ti se te ocurrirían estas cosas JAJAJA.
– Ya ves, me hacía falta un cambio, tanto de aspecto como de mentalidad. Ahora quiero hacer cosas
nuevas, más aventuras, …
– Yo estoy en las mismas Kepa, tanto tiempo en casa me ha hecho pensar que la vida es una, y hay
que aprovecharla.
– oye Patxi, ya se que te parecerá un locura pero, y si dejamos estos apartamentos de mierda y nos
vamos por fin a vivir la vida? ya sabes, de aventura en aventura por todo Euskal Herria.
– ¡Me parece una idea estupenda! así conoceremos mundo, y lo pasaremos en grande.
– genial! podemos usar los ahorros que tenemos en la cuenta bancaria, y usarlos para este
espléndido viaje.
– perfecto, pues iré a hacer la maleta y mañana nos vemos aquí, en el portal a las 8am. Vamos
hablando del destino
– por supuesto Patxi, te llamaré.

Al día siguiente Patxi y Kepa hablaron por teléfono sobre su escapada, y decidieron su destino;
Iparralde. Cogieron el primer bus de la mañana, que salía de Goyencalle a las 7:13. A las 10:21
llegaron a Saint Jean Pied Port D. Garazi. Ahí se hospedaron en el hotel Aitana, un hotel de 4
estrellas. Reservaron para dos semanas, y les dieron la habitación número 236, con vistas al monte
Artzamendi. Hacían 11 grados, y para ser primavera y estar en el norte de España estaba bastante
bien. Según llegaron empezaron a deshacer las maletas, y cuando terminaron fueron directos al
comedor sobre las 13:00. Regresaron a la habitación a las 14:00, se echaron una siesta de tres
horitas, y a las 17:30 empezaron a planear sus aventuras por Iparralde. Empezaron haciendo
excursiones, ya que pensaron que como se iban a quedar poco tiempo debían conocer un poco la
zona.
– Patxi he estado mirando excursiones, y podríamos visitar el castillo de Urtubie, que tiene muy
buena pinta.
– Me gusta la idea, así conocemos a gente.
– Iríamos con otras 3 parejas, en un grupo de 12 personas, más en guia. El tour dura 3 horas y
media.

Después de visitar el castillo y otras cosas más, se dieron cuenta que se enamoraron de la ciudad.
– Oye qué te parece si nos cogemos un apartamento y vivimos aquí?
– Te juro que estaba pensando lo mismo. Iparralde me encanta y tampoco hay nada interesante en
Durango.
– Pues hoy mismo miramos apartamentos, pero… ¿Qué haremos durante este tiempo?
– No sé, ya pensaremos algo.

Dando un paseo por la playa, vieron a un grupo de niños. Eran como 30 niños de entre 7 y 10 años.
Con ellos había dos monitores, un hombre y una mujer. Se acercaron a preguntar.
– Oye, ¿que os trae por la playa? Es que nunca nos hemos visto y nos ha dado curiosidad – Dijo
Kepa con intriga.
– Hola! Yo soy Philippe, y ella es Catherine. Somos monitores del albergue de niños de Iparralde. Los
hemos traído hoy aquí porque nunca habían visto la playa y les hacía ilusión.
– Joder eso es muy bonito, que bien que ayudeis a los mas necesitados – dijo Patxi.
– Bueno, ahora mismo tenemos que irnos, pero sabed que nos ha gustado mucho veros aquí. Y patxi
y Kepa se despidieron y se fueron alejando por la costa.

Los dos regresaron al hotel a las 7 de la tarde. Estaban agotados. Los dos se dieron una ducha,
encendieron la tele y se pusieron a ver Goazen!.
– sabes que Kepa? He encontrado el apartamento perfecto. Está a dos manzanas del hotel, y a solo
10 minutos andando de la playa. Patxi le enseñó unas fotos por dentro y por fuera de la casa, y le
enseñó las conversaciones con el vendedor.
– ¡Es perfecto! ¡Qué ganas de mudarnos ya!
– Si verdad? Nos dice que dentro de 3 días el piso estará listo para nosotros.

Una semana después, Kepa y Patxi ya habían terminado de decorar el piso, y estaban listos para
mudarse.
– Oye qué te parece si nos presentamos voluntarios para el albergue de niños?
– Me parece una idea estupenda, así ya tendremos que hacer aquí, dijo Kepa.

Durante 5 años se dedicaron a ayudar a esas pobres niñas del albergue, participando en la
construcción de un orfanato, del cual eran propietarios, y dieron un hogar a más de 200 niños
huérfanos.

En 2024 el médico de Patxi le detectó un tumor cerebral, el cual era muy tarde de operar, y le dijo
que le quedaban 3 meses de vida.
– Oye Kepa tengo algo que decirte: me han detectado un tumor cerebral, y no tiene cura.
– Ostia Patxi, lo siento mucho de verdad, estos 5 años a tu lado han sido lo mejor de mi vida.
– Quiero cederte mi parte del orfanato, para que te encargues tú en mi ausencia, y mi parte del
apartamento.
– Está bien, pero que sepas que te echaremos de menos.
– Dentro de 2 días me voy a Durango, puesto que me gustaría morir ahí en paz.
– Todo lo que tu quieras viejo amigo, es más, te llevo yo, por si acaso.
– Gracias Kepa, enserio, voy a hacer la maleta.

Se celebró el funeral de Patxi 4 meses después, en Durango. Todos sus familiares, Kepa y los
trabajadores del orfanato asistieron. En el orfanato pusieron un cuadro en la entrada de Patxi, para
honrar su memoria.

También podría gustarte