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01 de enero del 2020

Pasada la cena de año nuevo con mi familia, Renzo había quedado en recogerme pasando la 1 am, lo
había hecho retrasarse aunque yo solo había demorado en vestirme media hora antes, pues anterior a
esto estaba a punto de tomar el pijama, apagar el celular y buscar alguna película buena en la sección
de aclamadas por la crítica de Netflix .
Llevaba una blusita blanca con un escote cuadrado y una falda jean con cuatros botones en la parte
de enfrente y unos tacones altos, también una cartera y dentro de ella un solo zapato de taco bajo,
hasta ese momento creía que había puedo el par completo, luego lo supe en mi ebriedad sobreactuada
en los servicios higiénicos de damas.
La propuesta de una fiesta en Pimentel se tornaba excitante hasta que paso el fulgor. La brisa marina
y mi estado medianamente etílico me hacían recapacitar que no había forma de volverlo a ver este
año, que ya habían pasado 2 años y era momento de cortarlo todo. Mientras me trataba de equilibrar,
Renzo me encontró dentro de mi atmosfera casi etílica, se acerca y decepcionado me dice que no
vino, que disfruto la fiesta pero él no vino, me toma las manos y sin hazaña ni derrota salimos de la
fiesta y caminamos un buen tramo en silencio, tomados de la mano intercalando abrazos. Con las
memorias revueltas por el pisco, haciendo promesas que hasta el momento creíamos que debíamos
cumplir, él juraba mantenerse casto un buen tiempo y yo no volver a llamarlo.
El taxi nos dejó en la plazuela, al sentarnos coloque mis piernas sobre sus piernas y en silencio nos
mirábamos sin mirarnos, mientras terminaba de amanecer el primer día de nuestro gran año.

02 de enero del 2020


Era cumpleaños de un primo y fui; mientras me terminaba de maquillar me convencía cada vez que
tenía que conocer a más hombres y tratar de no subestimarlos, de mostrarme más vulnerable de lo
que parecía, de mantener la boca cerrada mientras ellos me restregaban sus hazañas con mujeres, y
de impedir y quizá casi atorar con alcohol mi ganas de decirles que yo también tengo hazañas y ver
con mi sonrisita diabólica sus rostros censurados; pero por consejos de varios amigos ya no debía
hacer eso, que nadie saldría con alguien que sabe más que ellos.
Ya casi lista y justo al colocarme la blusa reviso el celular – Hola, ¿Tienes planes hoy? – no tenía
registrado el número y lo guarde como contacto NN, mientras un cosquilleo y otra sonrisa diabólica
se apoderaba de mí. Si le respondía iba a iniciar el tercer año con él en plan de desconocidos muy
conocidos; ¿Hola? – le respondí – Justo salgo a una fiesta  -le escribí, Estoy libre a las 10 me
avisas si puedes y nos vemos – me responde , y yo sin meditarlo siquiera, como automatizada le
respondo – tanteo como está la fiesta y si puedo iré a verte - ok te espero . Todo había cambiado
tenía que desvestirme y elegir la mejor bombachita y el más indiscreto brassier, a él le excitaba
tanto las texturas. Llegaron a recogerme y la fiesta acabo a las 6 am del día siguiente, día que tenía
pendiente un recuentro con amigos del trabajo. Así que pasó sin más mensajes de él.

03 de enero del 2020


Hola! – Le escribo – Hoy puedo y quiero, ¿Estás libre? – Espero unos minutos ansiosos y me
responde – claro te veo en 20 minutos.
Yo estaba casi lista, así eran nuestros encuentros, puntuales, llame un taxi estaba con la misma falda
de la fiesta de fin de año, una blusa de fácil acceso, un saco largo para cubrirme y unas sandalias.
Él me llamo y le dije que estaba al frente, compramos algo en la tienda y subimos pedimos un trago
y conversamos de todo pero con preguntas y respuestas cortas, casi por cortesía.
No quería saber sobre lo que había hecho todo el tiempo en el que no nos había visto, era mejor así.
Me senté frente a él y le sonreí empezamos a jugar con preguntillas tontas , él perdía casi apropósito
y yo no me quedaba atrás, hasta que ambos nos quedamos solo con la ropa interior, él se me acerca,
me sostiene una mano y con la otra toca mis senos – Sabes Gina siempre me han gustado tus pechos
desde la primera vez – mientras dice eso lo rodeo con mis brazos y nos besamos mientras sus manos
bajan hasta mis muslos acariciando las líneas de una bombacha casi ausente, susurra- primero lo
haremos parados pequeña, aunque estás muy húmeda y quisiera penetrarte ahora mismo- él hace de
mí su muñequita y yo mimetizada en el papel solo cumplo sus órdenes. Me voltea lentamente
mientras me rodea de besos el cuello, sin sacarme el hilo siento como su miembro roza mis muslos
y con movimientos fuertes me choca, yo me volteo y lo tomo por su cuello , nos caemos sobre la
cama, él tiene su miembro muy erecto mientras mis senos hinchados crecen un poco más, lo dirijo
con mis manos suavemente entre mis piernas mientras lo saco de sus pantaletas, se siente húmedo,
y me rosa lentamente con choques deliciosos, me conoce muy bien y sabe que así yo disfruto más,
nuestros besos son intensos me pide no dejarle marca. Y recuerdo que alguna vez me preguntaron si
me había coloreado los labios lo negué porque casi nunca utilizo labial pero la noche anterior había
estado con él y ahora entendía todo lo de las marcas.
Dejo de ser su sumisa y me subo sobre él tocándome los pechos y sintiéndolos más hinchados que al
principio, bajo hasta su falo y lo beso mientras lo rodeo con mi lengua, mi mano toma casi como un
movimiento involuntario su miembro y con suaves movimientos alterno ambas acciones. Estoy muy
mojada y escucho mi respiración mientras él me toma de los cabellos, yo lo dejo y le dijo que me coja
de una vez que ya no aguanto.
Él me toma con fuerza y me lanza sobre la cama y me penetra suavemente con movimientos
circulares; Gina esto no acabará aquí me dice, jala de las piernas a los pies de la cama y me voltea,
arremete contra mí mientras mis brazos extendidos jalan las sabanas. Él contra mí y yo sin sentir la
fuerza que utiliza conmigo, me excita como acelera y desacelera, su intensidad, su olor, pienso que
nadie me lo hará así, me dice que ahora si acabará, yo siento mucha humedad, me volteo y lo observo
sonreír, lo beso y sonrío – Cesar siempre me haces querer verte de nuevo – me voy a la tina caliente
él me sigue y me dice- Tranquila solo nos ducharemos – en la tina nos duchamos y nos besamos –
besos hasta que nos volvamos a ver – nos vestimos subimos al taxi y nos abrazamos.
Estoy cansada el taxista ya sabe mi ruta y mientras bajo, busco entre mis contacto a NN y lo bloqueo.
Esto no volverá a pasar Gina me repito mientras me reviso cuidadosamente en el espejo, alguna
nueva marca.

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