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Estudio de las hidrogenaciones industriales: los más útiles y extendidos dentro de la síntesis
orgánica. La primera aplicación industrial de la hidrogenación se limitaba a la reducción de los dobles
enlaces entre átomos de carbono, con el objeto de convertir las grasas líquidas en sólidas, lo que se
conoce comúnmente como endurecimiento de las grasas.
Las grasas que resultan del endurecimiento de los aceites de pescado y de los aceites vegetales
(linaza, soja, y simillas de algodón) por adición de hidrógeno a presión son de dos tipos: comestibles
y no comestibles. Las grasas comestibles se emplean cómo sustitutivos de la manteca de cerdo, de
la mantequilla y, en cantidades más pequeñas, en la industria panadera y de confitería, para la
elaboración de cremas y el recubrimiento de pasteles. La industria del jabón consume casi
íntegramente las grasas endurecidas no comestibles. También se emplean estos productos no
comestibles en la preparación de algunos cueros, en aislamientos eléctricos, en la elaboración de
velas, fabricación de pinturas y en la preparación de ungüentos farmacéuticos.
Por hidrogenación a alta presión del monóxido de carbono, puede obtenerse una gran variedad de
productos químicos orgánicos. También es posible preparar variedad de productos químicos
orgánicos. También es posible preparar por hidrogenación catalítica del monóxido de carbono una
serie de mezclas de hidrocarburos que se emplean como combustibles en los motores.
La hidrogenación del petróleo, de carbones y de hulla permite aprovechar las enormes reservas
mundiales de carbón transformándolo en combustible líquido.
La hidrogenación del naftaleno da dos disolventes líquidos: la tetralina, que resulta cuando el
naftaleno adiciona cuatro átomos de hidrógeno, y la decalina, que se obtiene por la adición al
naftaleno de diez átomos de hidrógeno. En la hidrogenación del fenol se producen hexalina, o
ciclohexanol y ciclohexanona, y en la hidrogenación de los cresoles se produce metilhexalina. Estos
productos hidrogenados, bien solos o mezclados con otros se utilizan mucho como disolventes del
alcanfor, de las grasas de los aceites, de las ceras, de las resinas naturales y sintéticas y del caucho.
Se aplican también en la fabricación de jabones especiales y detergentes, pues actúan cómo
poderosos agentes emulsificantes y solubilizantes de los jabones y de los aceites.
OBTENCIÓN DE HIDRÓGENO
Producción de hidrógeno a partir del gas de agua y vapor de agua.- El proceso catalítico, o de Bosch,
del gas de agua es uno de los más importantes procedimientos industriales de fabricación de
hidrógeno. El gas de agua se obtiene fácilmente en generadores corrientes, a partir de materias
primas muy baratas, es decir, carbón o coque, vapor y aire. El análisis de un gas de agua da la
siguiente composición:
Hidrógeno……………………………………49.2%
Monóxido de carbono………………….41.3%
Dióxido de carbono………………………..4.2%
Oxígeno………………………………………….0.2%
Metano…………………………………………..0.8%
Nitrógeno……………………………………….4.3%
El mónoxido de carbono del gas reacciona con el vapor de agua, en presencia de un catalizador,
formando hidrógeno y dióxido de carbono.
CO + H2O CO2+H2
El resultado de esta reacción es que el gas de agua se convierte esencialmente en un gas compuesto
de dióxido de carbono e hidrógeno. El dióxido de carbono se separa fácilmente de este gas por
lavado con agua a presión o utilizando absorbentes tales como la trietanolamina, quedando un gas
que contiene casi exclusivamente hidrógeno. En caso de ser necesario, se purifica después para
eliminar las pequeñas cantidades de otros gases que pudiera contener, por ejemplo de monóxido
de carbono, el cual puede eliminarse por lavado con soluciones amoniacales de sales de cobre.
El proceso catalítico del gas de agua se lleva a cabo ordinariamente a temperaturas entre los 450°C
y los 500°C, y en general se opera a la presión atmosférica. La reacción es exotérmica, y una vez
iniciada continúa por si misma. Aunque se pueden emplear distintos catalizadores, los más utilizados
son óxidos de hierro activados con óxido de cromo, óxido de cobalto y alúmina. La reacción es
reversible, de tal forma que, si la temperatura es demasiado alta, la conversión es incompleta. Sin
embargo, puede forzarse la conversión empleando exceso de vapor de agua, que es lo que se hace
generalmente en la práctica. El vapor se condensa fácilmente y así se separa de los gases, cuando
éstos se enfrían.
Los gases obtenidos que contienen de un 60 a 80% de hidrógeno, de un 20 a un 40% de dióxido de
carbono, menos de 1% de monóxido de carbono y cantidades más pequeñas de otros gases, se
almacenan después generalmente en gasómetros, de los que se extrae según las necesidades,
llevándolos casi siempre a los compresores, pues, en general el hidrógeno se utiliza a presiones
elevadas. Cuando se ha conseguido una compresión media, es decir, que los gases se encuentran a
presiones entre los 15 y los 70 Kg/cm2, se lleva la mezcla de éstos a unos lavadores donde se elimina
el dióxido de carbono, después de lo cual se hacen volver los gases a los compresores, donde se
comprimen hasta conseguir la presión final necesaria. El proceso del gas de agua se emplea
ordinariamente cuando se ha de producir hidrógeno a alta presión y es quizá uno de los métodos
más económicos de producción continua de hidrógeno. Este procedimiento se emplea también en
la síntesis del amoníaco, en la del metanol y en la de los alcoholes superiores, y también se utiliza
para la fabricación de combustibles para motores, por hidrogenación de carbones y alquitranes.
Obtención de hidrógeno por licuefacción del gas de agua o del gas de coquerías.- Es éste un
proceso físico de purificación, basado en la diferencia de puntos de ebullición de los componentes
del gas cuando se licúa. Cuando se han eliminado del gas algunas impurezas, tales como el alquitrán,
el amoníaco, el benceno y el azufre, lo que se hace de modos distintos, se lava a presión con agua y
sosa cáustica. Luego se eliminan pequeñas porciones de agua que pudiera tener, enfriando con
amoníaco a 45°C, después de lo cual se lleva a los sistemas de licuefacción y fraccionamiento, en los
que tiene lugar un proceso análogo al de la separación del nitrógeno y el oxígeno del aire por
rectificación. El gas de coquerías, por tener mayor cantidad de nitrógeno, se dedica generalmente a
la síntesis del amoníaco, mientras que el gas de agua es más conveniente para la producción de
hidrógeno solamente. El gas de coquerías puede contener aproximadamente un 50% de hidrógeno
y de un 15 a un 20% de nitrógeno, junto con un 20 a un 30% de metano, hidrocarburos no saturados
y monóxido de carbono. Por este procedimiento puede obtenerse hidrógeno muy puro.
Obtención de hidrógeno a partir de los hidrocarburos.- El hidrógeno puede prepararse partiendo
de los hidrocarburos, por dos procedimientos: descomposición térmica y reacción con vapor. El
primero de estos implica la descomposición completa, o cracking, del gas natural en carbono e
hidrógeno. Actualmente se someten a cracking los gases con un contenido grande en metano, para
producir, por un proceso térmico, negro de humo. El hidrógeno obtenido como subproducto se
emplea principalmente como combustible.
El segundo proceso es de más importancia. Es el mejor método aprovechable en la hidrogenación
del petróleo o en las instalaciones de síntesis para producir hidrógeno a partir del gas natural, de
los gases residuales de las refinerías o de los productos gaseosos resultantes en la hidrogenación.
Estos gases se componen principalmente de metano; la reacción con vapor es:
CH4 + H2O CO + 3H2
Se trata de una reacción catalítica que se realiza en hornos especiales, a unos 1000°C. Como
catalizador se emplea óxido de aluminio, en forma de bolitas o cubos pequeños. La reacción es
fuertemente endotérmica. El catalizador va encerrado en tubos de acero de alto contenido en
cromo y níquel, capaces de resistir esas temperaturas. El calor residual que llevan los humos del
horno se utiliza para calentar unos hervidores en los que se produce casi la mitad del vapor
necesario en la instalación. Si lo que se necesita es una mezcla de hidrógeno y monóxido de carbono,
como en el caso de la obtención de metanol o hidrocarburos sintéticos, se usa por lo común la
reacción entre los hidrocarburos inferiores y el vapor.
TIPOS DE HIDROGENACIONES
TABLA 1. HIDROGENACIÓN DE COMPUESTOS AROMÁTICOS A 2-3 AT., TEMPERATURA DE 25-30°C, CATALIZADOR ÓXIDO
DE PLATINO. DISOLVENTE: 50 ml DE ÁCIDO ACÉTICO GLACIAL
La hidrogenación de los grupos etilénicos de los alcoholes, aldehídos y cetonas difiere de la de los
hidrocarburos en que debe operarse en condiciones más suaves y más constantes, con el fin de
reducir solamente el enlace etilénico y no los grupos carbonilo. En general, la reducción de los
alcoholes, aldehídos y cetonas no saturados se efectúa por hidrogenación en fase de vapor,
haciendo pasar los vapores de la sustancia que ha de reducirse, junto con un exceso de hidrógeno,
sobre catalizador de níquel.
Debido a la baja volatidad de los ácidos y ésteres no saturados, no es corriente su hidrogenación en
fase vapor. En general, la mayoría de estas reducciones se llevan a cabo en fase líquida y con
presiones de H2 bantente elevadas. Los tipos de catalizadores empleados son muy semejantes a los
que se utilizan en la saturación de los enlaces etilénicos de los compuestos más volátiles.
TABLA 3. REDUCCIÓN DE ALCOHOLES Y CETONAS
En la hidrogenación a alta presión del monóxido de carbono, a temperaturas un poco por encima
de las empleadas en la síntesis del metanol (350 a 450°C), se obtienen alcoholes superiores, con
puntos de ebullición de hasta 200°C. En este proceso se emplean catalizadores de hierro activados
con álcalis. La formación de estos alcoholes superiores tiene lugar por condensaciones sucesivas
que se producen por deshidratación de los alcoholes inferiores.
La reducción de las cetonas con hidrógeno a temperaturas elevadas es una reacción reversible
también. En el caso de la acetona, operando a 218°C y a la presión atmosférica, sólo se produce la
hidrogenación de un 30% de la mezcla reaccionantes. Sin embargo, este bajo rendimiento no es de
mayor importancia, ya que, como la hidrogenación va acompañada de disminución de volumen, al
aumentar la presión se contrarresta la influencia del aumento de temperatura sobre el rendimiento.
TABLA 6. REDUCCIÓN DE CETONAS A ALCOHOLES
Referencia bibliográfica: