“ACÉRCATE”

Hebreos 4:15,16
Todo hombre tiene debilidades, todo ser humano es vulnerable. Lo importante es saber
que alguien nos entiende y nos quiere ayudar. Su nombre es Jesús él se compadece de
nosotros, nos enseña a no tropezar, ni caer, nos desafía a levantarnos y a seguir por
nuestro propósito.
Fracaso es que te caigas y nunca te levantes, te quedes en esa condición y nunca más
luches por tus sueños. Jesús nos da las fuerzas, entiende que somos seres muy débiles;
hay un estudio científico que nos enseña que, en esta tierra, la creación más frágil es el
hombre, afirma que requerimos de cuidados desde el primer día que nacemos. Por lo
tanto, Jesucristo nos abraza y comprende esta vulnerabilidad.
En estos versículos bíblicos nos da una buena referencia para alcanzar su gracia y
misericordia en toda adversidad. No viene porque soy una buena persona, o por mi
inteligencia etc. Viene porque Dios fue hombre a través de Jesucristo y por lo tanto vivió
una lucha constante en todo, de tal manera que conoce nuestra condición y nuestras
necesidades.

Para desarrollar la cercanía que cultiva poder de Dios, tenemos que tomar la rienda de
nuestros pensamientos acerca de nosotros mismos, nuestro pasado o futuro, aún hasta
pensamientos acerca de Dios. Pero para tomar la rienda verdaderamente de nuestros
pensamientos, tenemos que enfrentar la verdad que se nos es revelada. A menudo es
verdad acerca de nosotros mismos que él nos revela. Dios nos ama demasiado y no
está dispuesto a dejarnos en nuestro caos. Él siempre está listo y en espera para traer
cambio a nuestro interior.

Podemos orar para que Dios cambie nuestras circunstancias, pero necesitamos estar
dispuestos a enfrentar el hecho que él nos quiere cambiar a pesar de nuestras
circunstancias.

Debemos acercarnos confiadamente al trono de la gracia, existen muchos recursos en el

cielo para salir del estado donde hemos caído o resbalado, solo es cuestión de poner
nuestra mirada y voluntad hacia Dios.
Acercarse: venir, entrar, llevar algo o alguien a un lugar. El Espíritu Santo hoy nos
recuerda que debes de acercarte al trono de la gracia para hallar solución y oportuno
socorro.
Salmo 73: 28. El acercarse a Dios es el bien, el salmista tenía una revelación muy alta de
estar junto a su redentor, de acercarse, de vivir junto a Dios en todos sus caminos. Al
estar junto a Jesús somos victoriosos.
Si escuchas hoy la invitación de Dios, el sanará de todas nuestras dolencias y
enfermedades, encontraremos socorro y tendremos libertad. Jesucristo no solo es nuestro
Dios, es un amigo, un padre amoroso, desea darnos descanso. Nos quiere abrazar y
sobre todo regresarnos nuestra paz interior, felicidad y verdadera unidad familiar.
Acércate a Dios.