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UNIVERSIDAD ANDINA DEL CUSCO

REACREDITADA INTERNACIONALMENTE
LICENCIADA POR LA SUNEDU
UNIVERSIDAD ´PARADIGMATICA
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA

TEMA:
ANALISIS DE LOS ARTICULO 308 AL 313 DEL CODIGO
PRCESAL PENAL
ALUMNA:

- DUEÑAS DAVILA Sharmely Lucero.


CODIGO: 016120078K

DOCENTE: Dra.
- PUMA LLANQUE ANA MELVA SICUANI

(CUSCO) SEMESTRE 2022-II – PERU

1
PRESENTACIÓN

Estimada docente del curso de derecho procesal penal II

DRA: PUMA LLANQUE ANA MELVA. Pongo a su entera Disposición el trabajo


encargado sobre
“ANALISIS DE LOS ARTICULOS 308 AL 313 DEL CODIGO PROCESAL PENAL”
El cual será
Revisado por su persona, el trabajo fue

Realizado con mucho esmero y dedicación,

Esperando que el trabajo sea de su agrado y Cumplan con las expectativas exigidas para su

Calificación

2
Artículo 308.- Desafectación y Tercería

1. La desafectación se tramitará ante el Juez de la Investigación Preparatoria. Procede


siempre que se acredite fehacientemente que el bien o derecho afectado pertenece a persona
distinta del imputado o del tercero civil, incluso si la medida no se ha formalizado o
trabado. Rige, en lo pertinente, el artículo 624 del Código Procesal Civil.

2. La tercería se interpondrá ante el Juez Civil, de conformidad con el Código Procesal


Civil. Deberá citarse obligatoriamente al fiscal provincial en lo Civil, que intervendrá
conforme a lo dispuesto en el inciso 2) del artículo 113 de dicho Código.

ARTICULO 113

INCISO 2. Su rebeldía o falta de apersonamiento, luego de haber sido incorporado


como parte y debidamente notificado, no obstaculiza el trámite del proceso, quedando
obligado a los efectos indeminizatorios que le señale la sentencia.

cabe mencionar que el artículo 308 del CPP prevé dos situaciones en las que se puede
solicitar el levantamiento de las medidas cautelares sobre los bienes afectados. Así se tienen
los incisos 1 y 2, que prescriben que la desafectación se tramitará ante el juez de la
investigación preparatoria; y que la tercería se interpondrá ante el juez civil
respectivamente.

En esa línea de análisis, se debe tener presente que la institución de la desafectación solo
podrá ejercitarse cuando se acredite fehacientemente que el bien o derecho afectado
pertenece a persona distinta del imputado o del tercero civil, incluso si la medida no se ha
formalizado, conforme a lo dispuesto por el artículo 308.1 del CPP. Suele suceder que
bienes de propiedad de un tercero pueden ser afectados por medidas cautelares. En tales
casos, es procedente el levantamiento de la medida, estando a la garantía constitucional que
privilegia el derecho de propiedad. De ahí que se puede accionar ante el juez de la
investigación preparatoria cuando se ha afectado indebidamente un bien o un derecho que
pertenece a tercera persona ajena al proceso penal, bajo la exigencia asociada a que la
propiedad del bien o derecho se encuentre acreditada fehacientemente, conforme así
también lo prescribe el artículo 624 del Código Procesal Civil (CPC). Este artículo

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establece que cuando se acredite fehacientemente que el bien afectado con la medida
pertenece a persona distinta del

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demandado, el juez ordenará su desafectación inmediata, incluso si la medida no se hubiera
formalizado.

Por otra parte, conforme a lo prescrito en el artículo 308.2 del CPP, en concordancia con el
CPC, la tercería de propiedad (también llamada excluyente de dominio) es el proceso cuya
finalidad se contrae a acreditar el dominio de un bien sobre el cual recae una medida
cautelar. Por tanto, entraña el ejercicio del derecho de defensa de la propiedad frente a una
afectación judicial emanada de un proceso dirigido contra persona diferente al propietario y
respecto de una obligación que es ajena a la responsabilidad patrimonial de este
último . Así, de conformidad con los artículos 533, 534 y 535 del CPC, corresponde al
demandante probar el derecho de propiedad que invoca, para lo cual debe acreditarlo con
documento privado o público de fecha cierta

Artículo 309.- Trámite de la apelación en segunda instancia.

Las apelaciones respecto de las resoluciones contempladas en los artículos 304, 305.3 y
308.1 se tramitarán, en lo pertinente, conforme al artículo 278.

TÍTULO IX: OTRAS MEDIDAS REALES

Artículo 310.- Orden de inhibición

1. El Fiscal o el actor civil, en su caso, podrán solicitar, cumplidos los requisitos


establecidos en el artículo 303, que el Juez dicte orden de inhibición para disponer o gravar
los bienes del imputado o del tercero civil, que se inscribirá en los Registros Públicos.

2. Rige, en lo pertinente, lo dispuesto en el Título anterior.

se tiene que la medida de inhibición es una de las diez medidas de coerción procesal que se
encuentran reguladas actualmente en el CPP. La citada medida tiene por finalidad impedir
que los imputados o terceros civiles responsables puedan disponer o gravar sus bienes, con
lo que se garantiza de esta forma el pago de una futura reparación civil.

En conclusión, se tiene que la medida cautelar de inhibición tiene como única finalidad
garantizar el pago de una futura reparación civil, por tanto, una de las primeras diligencias

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que lleve a cabo el representante del Ministerio Público es precisamente ubicar los bienes
registrables de los imputados para ejecutar posteriormente la medida coercitiva real de
inhibición y embargo.

Artículo 311.- Desalojo preventivo

1. En los delitos de usurpación, el juez, a solicitud del fiscal o del agraviado, ordenará el
desalojo preventivo del inmueble ocupado en el término de veinticuatro horas, ministrando
provisionalmente la posesión al agraviado, siempre que exista motivo razonable para
sostener que se ha cometido el delito y que el derecho del agraviado está suficientemente
acreditado. El desalojo se ejecuta dentro del término de setenta y dos horas de concedida.

2. La Policía Nacional, una vez que tenga conocimiento de la comisión del delito, lo pondrá
en conocimiento del fiscal y llevará a cabo las investigaciones que el caso amerita. El fiscal,
sin perjuicio de disponer las acciones que correspondan, realizará inmediatamente una
inspección en el inmueble. El agraviado recibirá copia certificada de las actuaciones
policiales y de la diligencia de inspección del fiscal.

3. La solicitud de desalojo y ministración provisional puede presentarse durante las


diligencias preliminares o en cualquier estado de la investigación preparatoria. Se
acompañarán los elementos de convicción que acrediten la comisión del delito y el derecho
del ofendido.

4. El juez resolverá, sin trámite alguno, en el plazo de veinticuatro horas. Contra la


resolución que se dicte procede recurso de apelación. La interposición del recurso suspende
la ejecución de la resolución impugnada.

5. El juez elevará el cuaderno correspondiente dentro de veinticuatro horas de presentada la


impugnación, bajo responsabilidad. La Sala se pronunciará en el plazo de tres días, previa
audiencia con notificación de las partes. Si ampara la solicitud de desalojo y ministración
provisional de posesión, dispondrá se ponga en conocimiento del juez para su inmediata
ejecución.

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Esta medida se aplica en los delitos o en las investigaciones de usurpación, pero lejos de
existir unanimidad respecto a la aplicación de esta, existe en la doctrina y en la
jurisprudencia cierta discrepancia respecto a los sujetos legitimados y el momento adecuado
para solicitarla.

La comisión del delito de usurpación trae como consecuencia, en su modalidad más


frecuente, la desposesión del bien inmueble del agraviado. El antecedente de esta medida
cautelar la tenemos en el D.L. 312 que establecía que si el agraviado-poseedor no había
ejercido el derecho de defensa posesoria extrajudicial que le confería el artículo 920 del
Código Civil y se había iniciado el proceso sumario conforme al D.L. 124, por el delito de
usurpación, podía solicitar al juez que practique la inspección ocular correspondiente, la que
se debía llevar a cabo en el plazo máximo de cuarenta y ocho horas más el término de la
distancia, bajo responsabilidad. Si el juez estimaba que había motivo fundado para suponer
que se había cometido el delito de usurpación, dentro del año anterior a la apertura de
instrucción, y siempre que el derecho del agraviado estuviera fehacientemente acreditado,
ordenaba la desocupación en el término de veinticuatro horas, ministrando
provisionalmente la posesión al agraviado.

En el nuevo código procesal penal, siguiendo ese antecedente, en los delitos de usurpación,
el juez, a solicitud del fiscal o del agraviado, puede ordenar el desalojo preventivo del
inmueble indebidamente ocupado en el término de 24 horas, ministrando provisionalmente
la posesión al agraviado, siempre que exista motivo razonable para sostener que se ha
cometido el delito y que el derecho del agraviado está suficientemente acreditado (art.
311.1). Se ha establecido en la Ley núm. 30076 que el desalojo se debe ejecutar dentro del
término de setenta y dos horas de concedida. Se fija, así, un mandato imperativo y el plazo
de ejecución que no existía en la anterior redacción.

En esta clase de delitos se consagra la necesidad de que se realice una inspección ocular por
parte de la Fiscalía, entregando copia certificada de las actuaciones policiales y de la
diligencia de inspección del fiscal al agraviado.

La solicitud de desalojo y ministración provisional puede presentarse durante las diligencias


preliminares o en cualquier estado de la investigación preparatoria. Se anexará los
elementos de convicción que acrediten la comisión del delito y el derecho del ofendido.
Uno de estos
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debe ser el acta de inspección ocular. En la anterior disposición sólo se podía solicitar
durante la investigación preparatoria.

El juez debe resolver, sin trámite alguno, en el plazo de 24 horas. Se ha reducido el plazo
que antes era de 48 horas. La resolución puede ser impugnada. En ese caso el juez elevará
el cuaderno dentro de 24 horas de presentada la impugnación, bajo responsabilidad. La
interposición del recurso suspende la ejecución de la resolución, hasta que resuelva la Sala
Superior, que se pronunciará en el plazo de tres días previa audiencia con notificación de
las partes. Si confirma el auto que ampara la solicitud de desalojo y ministración
provisional de posesión, dispondrá se ponga en conocimiento del juez para su inmediata
ejecución.

Se le ha modificado en el sentido que la audiencia de apelación en la disposición anterior


era con asistencia de las partes. Se entendía que si no asistía una parte no se podía realizar
la audiencia. Ahora solo basta la notificación correctamente remitida. Si no asisten, por lo
menos quien no ha apelado el auto, la audiencia no se frustrará.

El tema de fondo es garantizar cautelarmente la tutela del derecho real que ha sido afectado
por el presunto usurpador.

El delito de usurpación en el Código Penal

El delito de usurpación, al igual que el delito de robo, es uno de los más comunes y
trascendentales en el Distrito Judicial de Lambayeque. El boom inmobiliario ha sido motivo
principal para que personas inescrupulosas «invadan» o «despojen» de sus propiedades a
otros. Un caso especial es la ya conocida «Red Orellana», que sutilmente y usando
contactos (notarios, árbitros, jueces, fiscales) despojaba de los terrenos a inocentes
ciudadanos con total impunidad.

Dentro del Código Penal (en adelante CP) esta conducta está tipificada en el art. 202 y
establece una pena de 2 a 5 años en su tipo base, y de 4 a 8 años en su tipo agravado (art.
204).

El delito de usurpación viene a ser un delito de comisión instantánea, es decir, que se


materializa desde el momento en la que el agente o sujeto activo ingresa ilegítimamente al
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inmueble realizando las conductas descritas en el art. 202 o 204, pero sus efectos son de
carácter permanentes, pues estos afectan indeterminadamente los derechos que ostentaba el
legítimo propietario poseedor.

Entre las medidas de coerción procesal de carácter real aplicables en el proceso penal, se
encuentra la ministración provisional de posesión de un bien inmueble. Se trata de una
medida cuyo ámbito de aplicación por antonomasia son los procesos penales por delito de
usurpación (especialmente en su modalidad de despojo), conforme a los artículos 202 y 204
del CP.

Dicha medida consiste en que el juez penal otorga al agraviado (despojado),


anticipadamente (en tanto dura el proceso y se resuelve definitivamente la causa), la
posesión del bien inmueble que este ha perdido como consecuencia del delito, siempre que
haya acreditado suficientemente su derecho posesorio.

Habitualmente, junto con la ministración provisional, el juez ordena el desalojo preventivo


o desocupación («lanzamiento») del inmueble de quienes lo ocupen ilegítimamente (en el
término de 24 horas).

En consecuencia la figura del desalojo preventivo y subsecuente ministración de posesión


es un mecanismo totalmente acertada, pues el fin de esta medida es evitar la continuación y
prolongación de los efectos lesivos de la usurpación, es decir, entregar al agraviado la
posesión de sus bienes durante la investigación de los hechos.

El Dr. Manuel Federico Loyola Florián, juez titular del Quinto Juzgado de Investigación
Preparatoria de Trujillo, expresa lo siguiente: «El pedido de desalojo preventivo solo
procede en la investigación preparatoria, de modo que los parámetros temporales de
oportunidad están definidos por las disposiciones de formalización y conclusión de la
preparatoria».

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Artículo 312.- Medidas anticipadas

El Juez, excepcionalmente, a pedido de parte legitimada, puede adoptar medidas


anticipadas destinadas a evitar la permanencia del delito o la prolongación de sus efectos
lesivos, así como la ejecución anticipada y provisional de las consecuencias pecuniarias del
delito.

Las medidas anticipadas surgen ante la necesidad de hacer que la justicia sea mas rápida, se
deriva del principio de celeridad procesal.

respecto de las medidas anticipativas, establece que el juez, excepcionalmente, a pedido de


parte (agraviado), puede adoptar medidas anticipadas destinadas a evitar la permanencia del
delito o la prolongación de sus efectos lesivos. Así, se estableció en el Acuerdo Plenario
núm.
7-2011/CJ-116 (VII Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanentes y Transitoria) lo
siguiente:

Si bien el NCPP sólo reconoce las medidas anticipativas genéricas e incorpora algunas
medidas anticipadas específicas, no existe obstáculo [para] incorporar las
denominadas medidas innovativas y de no innovar, que apuntan a provocar un
cambio de la situación existente al tiempo de peticionarlas. Las primeras, reponen el
estado de hecho o de derecho cuya alteración sería el sustento del delito cometido en
agravio de la víctima; y, las segundas conservan la situación de hecho y de derecho
presentada al incoarse el proceso (art. 682 y 687 del CPC)».

Esta es una importante incorporación a la solicitud de ministrarían de posesión, pues si


el fin de dicha medida es que no se mantengan los efectos del delito, el poder aplicar
medidas innovativas o de no innovar, resulta sumamente importante, pues, asegura de una
forma u otra, que el sujeto activo no realizará ningún tipo de cambios en el inmueble y por
lo tanto, se cumpliría con la esencia de dicha medida coercitiva.

Artículo 312-A.- Secuestro conservativo

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1. Con la finalidad de asegurar el pago de la reparación civil derivada del delito, el Fiscal,
de oficio o a solicitud de parte, puede solicitar al Juez el secuestro conservativo de
vehículos

1
motorizados, del imputado o del tercero civilmente responsable, que implica la desposesión
física del bien y su entrega a un custodio.

2. En los casos de los delitos de lesiones culposas o de homicidio culposo, previstos en el


artículo 124 y 111 del Código Penal respectivamente, cometidos con el uso de vehículo
motorizado de servicio de transporte público o privado, el Fiscal debe solicitar al Juez
competente se trabe la medida cautelar de secuestro conservativo sobre el vehículo
motorizado, salvo que la parte legitimada lo haya solicitado previamente.

3. El Juez, sin trámite alguno, atendiendo al requerimiento y de los recaudos acompañados,


dictará auto de secuestro conservativo sobre el vehículo identificado, designando a un
custodio, no pudiendo recaer tal designación en el propio imputado o tercero civilmente
responsable.

4. La resolución que dispone el secuestro conservativo puede impugnarse dentro del tercer
día de notificada. El recurso procede sin efecto suspensivo. Cualquier pedido destinado a
impedir o dilatar la concreción de la medida es inadmisible, sin perjuicio de la sanción que
corresponda por conducta maliciosa.

5. El imputado o el tercero civilmente responsable, de ser el caso, puede solicitar la


variación de la medida, ofreciendo garantía o bien que de igual manera permita asegurar el
pago de la reparación civil.

6. Si como consecuencia del hecho constitutivo del delito de lesión u homicidio culposo, el
vehículo siniestrado resulta dañado considerablemente, el Fiscal deberá identificar otro bien
mueble del imputado o del tercero civilmente responsable, que permita asegurar de manera
proporcional y razonable, el pago de la reparación civil, a fin de proceder a su secuestro
conservativo.

7. Firme una sentencia absolutoria, un auto de sobreseimiento o resolución equivalente, se


dejará sin efecto el secuestro, procediendo su entrega a quien corresponda.

1
8. Firme que sea una sentencia condenatoria, se requerirá de inmediato al afectado con la
medida el cumplimiento de las responsabilidades correspondientes, bajo apercibimiento de
iniciar la ejecución forzosa del bien secuestrado.

9. El Fiscal, sin perjuicio de la aplicación de esta medida, solicitará cuando corresponda la


suspensión preventiva de derechos, así como la imposición de medidas preventivas contra
las personas jurídicas, según lo estipulado en el artículo 297 al 301 y 313 del Código
Procesal Penal, respectivamente.

10. Lo que no se encuentre regulado en el presente artículo, rige en lo que fuera pertinente
el
Código Procesal Civil de manera supletoria.

Mediante Decreto Legislativo N° 1190 se reguló el secuestro conservativo de vehículos


motorizados de servicio de transporte público y privado para delitos de lesiones u
homicidios culposos. Con esta medida se busca el aseguramiento efectivo de las
responsabilidades pecuniarias derivadas del delito, en especial de los casos de lesiones u
homicidios culposos, cometidos con el uso de vehículos motorizados de servicio de
transporte público o privado, en el marco de lo establecido en el literal a) del artículo 2 de
la Ley Nº 30336 y el artículo 104 de la Constitución Política del Perú.

En la actualidad uno de los problemas más graves que tiene nuestra sociedad son los
accidentes de tránsito producto de la ingesta de alcohol por parte de los conductores. Ello
ha generado el alto índice de procesos penales e investigaciones fiscales por el delito de
conducción en estado de ebriedad que se sigue ante nuestros tribunales.

Si bien es cierto que este delito es una figura autónoma que se configura con la sola
creación del peligro que implica conducir un vehículo en estado de ebriedad, hay que tener
en cuenta que las consecuencias de dicha conducta (pena) se agravan si se produce la
muerte o se le ocasionan lesiones graves a una persona, pudiendo llegar hasta una condena
con pena de cárcel efectiva.

No obstante, por muchos años los agraviados o víctimas de estos delitos padecían para ser
resarcidos patrimonialmente por una conducta que los había lesionado o hasta causado la

1
muerte de algún familiar. Por tal motivo, nuestro ordenamiento procesal penal ha
incorporado

1
la institución del “secuestro conservativo”, cuya principal finalidad es asegurar el pago de
la reparación civil derivada del delito, la cual es impuesta por el Juez Penal a solicitud del
Ministerio Público o la parte agraviada.

Esta medida de coerción real puede recaer en vehículos motorizados de propiedad del
imputado conductor del automóvil o del tercero civilmente responsable, lo que significa la
desposesión del bien y su entrega a un depositario, quien a efectos de cautelar y asegurar la
obligación de pago a favor de la víctima y/o sus herederos no podrá ser el propio imputado
ni el responsable civil.

En la actualidad cuando nos encontremos en casos de los delitos de lesiones culposas y


homicidio culposo cometido con el uso de un vehículo motorizado de servicio de transporte
público o privado el Fiscal tiene la obligación de solicitar al Juez que se trabe la medida de
secuestro conservativo sobre dicho bien. Es importante que en la solicitud se precise la
identificación del vehículo, para que el Juez Penal sin trámite alguno (no es necesario que
se lleve a cabo una audiencia) emita el correspondiente auto de secuestro conservativo.

Asimismo, se declarará inadmisible cualquier pedido destinado de manera directa o


indirectamente a efectos de impedir o dilatar la concreción de esta medida real, sin perjuicio
de la sanción que le pueda corresponder.

Es importante señalar que nos encontramos ante una medida de coerción real factible de
sustitución o variación por una garantía dineraria o patrimonial, o por otro bien, siempre y
cuando se asegure el pago de una eventual reparación civil.

Otro punto interesante es que cuando el vehículo resulte dañado considerablemente como
consecuencia del hecho constitutivo de los delitos mencionados, el Fiscal deberá identificar
otro bien mueble del imputado o tercero civil que permita asegurar de manera proporcional
y razonable el pago de la reparación civil, a efectos que se proceda con el secuestro
conservativo del mismo.

En aquellos casos, cuando haya culminado un proceso penal y el Juzgado emita una
sentencia absolutoria, un auto de sobreseimiento u otra resolución que declare extinguida la

1
acción penal, la medida de secuestro conservativo será dejada sin efecto, y se
procederá a la

1
devolución o entrega del vehículo; mientras que, en una sentencia condenatoria se
procederá a requerir de inmediato al afectado el cumplimiento de las responsabilidades
correspondientes.

Lo que se busca con esta medida es que coadyuve a generar conciencia en todos los
propietarios y conductores de vehículos motorizados para que conduzcan de manera
preventiva, cumpliendo todas reglas establecidas en el Reglamento de Tránsito, toda vez
que la comisión de alguna de las conductas señaladas en los párrafos precedentes generará
la obligación del Juez Penal de dictar el secuestro conservativo del vehículo hasta la
conclusión del proceso para asegurar la reparación civil del agraviado o víctima del delito.

Artículo 313.- Medidas preventivas contra las personas jurídicas.

1. El Juez, a pedido de parte legitimada, puede ordenar respecto de las personas jurídicas:

a) La clausura temporal, parcial o total, de sus locales o establecimientos;

b) La suspensión temporal de todas o alguna de sus actividades;

c) El nombramiento de un Administrador Judicial;

d) El sometimiento a vigilancia judicial;

e) Anotación o inscripción registral del procesamiento penal.

2. Para imponer estas medidas se requiere:

a) Suficientes elementos probatorios de la comisión de un delito y de la vinculación de la


persona jurídica en los supuestos previstos en el artículo 105 del Código Penal;

b) Necesidad de poner término a la permanencia o prolongación de los efectos lesivos del


delito, peligro concreto de que a través de la persona jurídica se obstaculizará la
averiguación de la verdad o se cometerán delitos de la misma clase de aquél por el que se
procede;

1
3. Estas medidas no durarán más de la mitad del tiempo previsto para las medidas
temporales establecidas en el artículo 105 del Código Penal. En los delitos ecológicos la
suspensión o la clausura durarán hasta que se subsanen las afectaciones al ambiente que
determinaron la intervención judicial.

Concepto de Persona Jurídica.

Siendo la Persona Jurídica el instituto sobre el cual se va a aplicar una responsabilidad


administrativa, es oportuno conocer cuál es su definición, en tal sentido, Espinoza (2012)
refiere:

Que la persona jurídica es la organización de personas (naturales o jurídicas) que se


agrupan en la búsqueda de un fin valioso (lucrativo o no lucrativo) y que cumple con la
formalidad establecida por el ordenamiento jurídico para su creación (que puede ser
mediante la inscripción en Registros Públicos o a través de una ley). Este centro de
imputación también puede ser atribuido a una sola persona (sea esta natural o jurídica)

Clases de medidas preventivas

Clausura temporal de locales o establecimientos

El art. 313°.1.a) comprende la clausura, medida que en lo fundamental se estructura sobre la


base de su equivalente en el Código Penal (art. 105°.1). Ahora bien, es del caso recordar a
manera de antecedente, que la clausura en su modalidad cautelar no es desconocida en
nuestro medio pues, ya el derecho administrativo la contiene al regularla como medida
cautelar en la Ley de Procedimiento de Ejecución Coactiva (Ley 26979, de 23 de setiembre
de 1998, modificada por la Ley 281165, de 10 de enero de 2004)52.

En lo que respecta al ámbito procesal penal, es saludable que se haya excluido la


posibilidad de una clausura definitiva, pues ello afectaría la provisionalidad intrínseca a
toda medida de naturaleza cautelar. Es necesario hacer esta acotación pues, el único
supuesto de aplicación de medidas contra personas jurídicas a título cautelar, que se
encuentra actualmente vigente conforme a lo prescrito en el artículo 314° del C.P. establece
que la clausura de un establecimiento vinculado a la comisión de un delito de
contaminación del medio ambiente, debe ser arbitrada de manera definitiva, siendo ello

1
cuestionable pues, como en su momento señaló Caro Coria, es característica de estas
medidas su provisionalidad y variabilidad.

1
De otro lado, la medida de clausura contenida en el nuevo C.P.P. adhiere un dato más
relacionado al alcance material de la medida precisando que ésta puede ser total o parcial.

Suspensión temporal de actividades

Por lo menos teóricamente es conocida esta institución en nuestro ordenamiento pues, el


Código Penal de 1991 la incorporó en su artículo 314° como suspensión de actividad
contaminante en el ámbito de los mal denominados delitos contra la ecología55. Más
recientemente resulta importante su inclusión en el Código Procesal Constitucional (Ley
28237, publicada el 31 de mayo de 2004), que en su artículo 15° prescribe la posibilidad de
imponer medida cautelar de suspensión de acto violatorio en los procesos de amparo,
habeas data y de cumplimiento.

Tambien al regular la suspensión de actividades el legislador ha cuidado no transgredir el


principio de provisionalidad, razón por la que esta medida sólo puede imponerse con
carácter temporal. Asimismo, siguiendo la misma lógica que en la regulación de la
clausura, se prescribe que la suspensión de actividades puede estar referida a todas o sólo
alguna de ellas. De esa manera se restringe el ámbito de su imposición siendo del caso
inferir que la actividad empresarial que se suspenda sea aquella que está directamente
vinculada con la comisión del delito. Piénsese, por ejemplo, en una corporación que
desarrolla varias actividades y sólo una de ellas está relacionada con el hecho delictivo.
Esta forma de regular la medida tiene por ello directa relación con el principio de
intervención mínima.

Nombramiento de administrador judicial

Esta medida, ampliamente conocida y regulada en el ámbito civil (arts. 769° y ss del
Código
Procesal Civil), se incorpora al ordenamiento penal según lo dispone el literal c) del
numeral
1 del art. 313° del nuevo C.P.P. Ahora bien, es necesario dar cuenta que, existen no pocos
precedentes jurisprudenciales de su aplicación en el ámbito penal, aún cuando vinculada al
embargo o tutela de la reparación civil derivada del delito, sustentados en la supletoriedad
de las normas civiles que permite la primera disposición final del Código Procesal Civil.

1
Basta citar el caso de una conocida empresa vinculada hace algunos años a un hecho de
tráfico ilícito de drogas en el que el Juez Penal dispuso la designación de un administrador
judicial. Según dicha resolución “…habiendo el Juzgado mediante resolución de fecha

1
catorce de mayo último, ordenado la inmovilización de los fondos, depósitos y demás
valores en custodia; y a efectos de garantizar la futura reparación civil y no afectar al
normal desarrollo económico de las empresas…así como que no se generen conflictos de
carácter social, laboral y económico en relación a los trabajadores, acreedores, proveedores
y clientes de las mismas, consecuentemente, resulta pertinente, dictar una medida cautelar
adecuada para tal fin, tratándose de empresas que requieren mantener una administración
que permita llevar adelante su normal desarrollo en todos sus aspectos y que no generen
perjuicio a las mismas, así como que también el Estado logre una reparación civil efectiva
en el caso de dictarse sentencia condenatoria, situación por la cual se hace necesario
efectivizar lo antes expuesto; que, siendo esto así, y en aplicación supletoria de la
disposición contenida en la Primera Disposición Complementaria y Final del Código
Procesal Civil, el Señor Juez Especializado en delito de tráfico ilícito de drogas que
suscribe, conforme a lo dispuesto en los artículos seiscientos sesenta y nueve del Código
acotado, dicta la medida cautelar de embargo en forma de administración, sobre los bienes
muebles e inmuebles de las empresas…” (Exp. 260-99, 18 de junio de 1999).

Es previsible que esta medida, en muchos casos, pueda generar más problemas a la persona
jurídica, sobre todo en el ámbito de conflictos societarios en el que la vía penal sea utilizada
sólo como un mecanismo más de negociación de intereses patrimoniales que persiguen la
hegemonía en la empresa. Es por ello que su imposición debe estar únicamente vinculada a
la probabilidad de la imposición de una consecuencia accesoria y además al hecho de evitar
la imposición de una medida más grave como la suspensión o la clausura. En esa
perspectiva, señala De Vicente Martínez que la ventaja de tal consecuencia es que permite
seguir con la actividad económica de la empresa.

Sometimiento a vigilancia judicial

El literal c) del numeral 1 del art. 313° del C.P.P. regula la medida preventiva de
sometimiento a vigilancia judicial, siguiendo con ello la línea del Código Penal Francés de
1994. En términos generales, esta medida resulta ser bastante parecida al embargo en forma
de intervención en información, contenida en el artículo 665° del Código Procesal Civil,
ello en tanto deberá la persona jurídica estar sometida a la supervisión de un órgano.

1
Será función de dicho órgano de vigilancia verificar directamente el normal desarrollo de
las actividades de la persona jurídica con un doble propósito: primero, que al final del
proceso pueda imponerse y ejecutarse una determinada consecuencia accesoria contra ésta
(propósito cautelarinstrumental) y; segundo, evitar que el defecto de la organización incida
en la continuidad de los efectos delictivos (propósito preventivo).

En buena cuenta lo que persigue el legislador al incorporar esta medida es permitir el


normal funcionamiento del ente colectivo evitando los perjuicios que una medida más
grave, como la clausura o la suspensión de actividades pudiere generarle. Se trata, como
señala Echarri Casi58, de una advertencia de los Tribunales a la administración en relación
a aquellas situaciones que con los correspondientes correctivos legales podían no degenerar
en el cierre de determinadas fuentes de riqueza nacional y en el correspondiente despido de
trabajadores. En ese mismo sentido Fernández Pantoja59, al señalar que son los derechos de
terceros ajenos a la comisión de los hechos que pueden verse perjudicados en sus más
legítimas expectativas, la pérdida del puesto de trabajo para los trabajadores y los derechos
de crédito para los acreedores.

Anotación o inscripción registral del procesamiento penal

La anotación o inscripción registral es una medida conocida en el ámbito del proceso civil
(art. 673° del Código Procesal Civil) y por ello vinculada a la tutela de bienes jurídicos de
orden patrimonial. No existe marco normativo específico en el ámbito penal, sin embargo,
es posible admitir la anotación preventiva en materia penal pero sólo de la resolución en
que se dispone la medida de cautelar de embargo, ello en virtud de la aplicación supletoria
de la legislación procesal civil.

No cabe duda que también en este punto es el Código Penal Francés el que ha servido de
fuente al legislador nacional. En ese sentido, es de entenderse que la medida contenida en el
literal e) del inciso 1 del artículo 313° del nuevo C.P.P. esté referida únicamente al auto de
procesamiento, es decir, al auto que dispone comprender a la persona jurídica como sujeto
pasivo del proceso penal conforme al procedimiento señalado en los artículos 90° y
siguientes del nuevo C.P.P.

1
En tanto la inscripción registral de cualquier acto tiene como propósito procurar la fe
pública, es esta misma finalidad, esto es la publicidad, la que persigue esta medida. Dado
que puede

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afectar los intereses de la persona jurídica o de terceros no vinculados al hecho delictuoso,
la anotación registral debe ser autorizada por una resolución que cumpla los presupuestos
establecidos en el numeral 2 del art. 313° del nuevo C.P.P.

Articulo 313-A.- medidas cautelares en casos de responsabilidad administrativa


autonoma de personas juridicas

En los supuestos previstos en la Ley que regula la responsabilidad administrativa autónoma


de las personas jurídicas por el delito de cohecho activo transnacional, el juez, a pedido de
parte legitimada, puede ordenar, además de las medidas establecidas en el numeral 1 del
artículo 313, las siguientes:

a) Prohibición de actividades futuras de la misma clase o naturaleza de aquellas con cuya


realización se habría cometido, favorecido o encubierto el delito.

b) Suspensión para contratar con el Estado.

La imposición de las medidas señaladas en el primer párrafo procede siempre que existan
suficientes elementos probatorios sobre la responsabilidad administrativa de la persona
jurídica por el delito de cohecho activo transnacional y que fuese indispensable para
prevenir los riesgos de ocultamiento de bienes o de insolvencia sobrevenida o para impedir
la obstaculización de la averiguación de la verdad. Estas medidas cautelares no duran más
de la mitad del tiempo fijado para las medidas de carácter temporal previstas en el artículo 5
de la Ley que regula la responsabilidad administrativa autónoma de las personas jurídicas
por el delito de cohecho activo transnacional.

Diferencia entre responsabilidad penal y responsabilidad


administrative

Como ya se conoce, la responsabilidad penal, importa que el autor del hecho delictivo
haya realizado una acción típica, antijurídica y culpable. Esto quiere decir, que quien asume
las consecuencias punibles de la trasgresión de la norma penal no puede ser atribuido a otra
persona sino únicamente a quien se imputa una acción.

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con relación a la responsabilidad administrativa, si bien es cierto, daría la impresión que
sus principios sancionadores en comparación con los principios que rigen el derecho penal
son menos garantistas, ello no es tan cierto, por cuanto se desprende del Texto Único
Ordenado de la Ley del Procedimiento General, Ley N° 27444, que existe una similitud
muy notoria

Alcances y Razón de ser de la Ley N° 30424. La Ley N° 30424, fue publicada el 21 de abril
de 2016 y entro en vigencia el 01 de enero de 2018, en su primigenia emisión, esta norma
tenía como denominación “Ley que regula la responsabilidad administrativa de las personas
jurídicas por el delito de cohecho activo transnacional”

Pero para entender cuál es la razón de ser de la Ley antes referida, es preciso remontarnos al
14 de enero del año 2009, fecha en que se promulgo la Ley N° 29376 denominada “Ley que
modifica, incorpora y regula diversas disposiciones a fin de implementar el Acuerdo de
Promoción Comercial suscrito entre el Perú y los Estados Unidos de América” que en su
artículo 1°, incorpora en el Código Penal el artículo 397° – A, el delito de Cohecho Activo
Transnacional.

Quiere decir entonces, que el delito de Cohecho Activo Transnacional, se tipificó en virtud
de la necesidad del Estado Peruano de dar cumplimiento a la implementación del Tratado
de Libre con los Estados Unidos en materia de corrupción internacional.

También es importante mencionar que el Perú además suscribió anteriormente otros dos
Tratados Internacionales sobre esta materia, el primero es la Convención Interamericana
contra la Corrupción ratificada el 6 de octubre de 2003 y la segunda es la Convención de
Naciones Unidas contra la Corrupción ratificada el 16 de noviembre de 2004. De esta
forma, el Perú, con la incorporación del artículo 397 – A del Código Penal, por fin pudo
legislar esta materia pendiente, producto de la suscripción de estos tres convenios.

Cohecho activo transnacional : Es el delito que se configura al realizar un pago (soborno)


a un funcionario público de otro país a fin de que esté lo favorezca indebidamente

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