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A continuación transcribimos el Capítulo 8.

Diagnóstico del desarrollo psicomotor


del bebe. - pag 157, del libro:

Ravera, C. (2012) “CLÍNICA PSICOMOTRIZ DEL BEBÉ. Favoreciendo desde el


abordaje psicomotor la construcción subjetiva del bebé con compromiso en su
desarrollo”. 2da edición. Impreso en Paulo de los Santos. Mvdeo. Uruguay

DIAGNÓSTICO DEL DESARROLLO


PSICOMOTOR DEL BEBE

Este material corresponde a las clases dadas en la materia Clínica del Bebe dentro del
Área Diagnóstico y Tratamiento del último año de la Licenciatura de Psicomotricidad
de la EUTM-UDELAR. Las prácticas fueron realizadas dentro de los servicios de
Neuropediatría y de Pediatría C del Hospital Pereira Rossell entre los años 2000-2006.
Agradezco la generosidad de las Profa. Aurora Delfino y luego de la Profa. Cristina
Scavone, profesoras titulares del Servicio de Neuropediatría y al Prof. Leopoldo Pelufo
y a la Profa. Ivonne Rubio, titulares del Servicio de Pediatría C., al abrirnos las puertas
de sus servicios y permitirnos trabajar con bebes y madres. La presencia del director de
la Licenciatura Prof. J.L. Mila, en varias instancias de práctica permitió sin lugar a
dudas un intercambio muy rico tanto para mí como para los estudiantes.

1) GENERALIDADES SOBRE EL DIAGNOSTICO DEL


DESARROLLO PSICOMOTOR DEL BEBE
Es habitual –si no estamos trabajando en el contexto de un equipo interdisciplinario-
que los médicos nos deriven el bebé directamente para la llamada estimulación
temprana y no se nos solicite un diagnostico psicomotor. Las órdenes escritas por el
médico con que llegan los padres señalan por ejemplo: “retraso en el desarrollo
psicomotor”, “hiporreactividad al ambiente”, “escasa comunicación”, “retraso
significativo en el uso de la prensión”, “desarrollo lento, hipotonía”, etc.

Muchas veces se dice que tanto el diagnóstico como el proyecto terapéutico son más
importantes para el profesional que para los propios padres. Es que realmente se
necesitan dichas instancias de reflexión y ubicación como si fuera la cuerda que guía al
equilibrista en su destreza. No podremos elaborar un buen proyecto terapéutico si antes
no hemos elaborado un buen diagnóstico.

El Diagnóstico Psicomotor inscripto dentro del Diagnóstico Global realizado por el


Equipo Interdisciplinario.

El diagnóstico del desarrollo psicomotor del bebé, realizado por el psicomotricista, es


sólo una instancia dentro del diagnóstico global del desarrollo que realizará el equipo
interdisciplinario.
La palabra diagnóstico llega a los psicomotricistas a partir de su formación en ámbitos
médicos. Si buscamos en el diccionario veremos dicha estrecha relación:
DIAGNÓSTICO: (del gr.) adj. Med. Perteneciente o relativo a la diagnosis//2. m. Med.
Conjunto de signos que sirven para fijar el carácter peculiar de una enfermedad// 3.
Med. Calificación que da el médico a la enfermedad según los signos que advierte.

La palabra evaluación sin lugar a dudas es más ajustada a nuestra concepción de bebe
como sujeto en construcción. Dicha palabra se refiere a la acción y efector de evaluar. Y
en el diccionario encontramos: EVALUAR2 (de valuar) tr. Señalar el valor de una cosa//
2. Estimar, apreciar, calcular el valor de una cosa.

Hecha esta aclaración entre las palabras diagnóstico y evaluación, y prefiriendo el uso
de la palabra evaluación por encima de la palabra diagnóstico -pues ella realza las
fortalezas del bebé- a los efectos de esta clase utilizaremos la palabra diagnóstico
psicomotor ya que es la más utilizada por psicomotricistas y equipos.

Por lo general cuando se sospecha algún tipo de alteración neurológica en el bebe, se


realizan múltiples diagnósticos:

 Diagnóstico pediátrico
 Diagnóstico neuropediátrico
 Diagnostico genético
 Diagnóstico fisiátrico
 Diagnóstico psicológico
 Diagnóstico psicomotor
 Diagnóstico fonoaudiólogico.

En la práctica realizadas con bebés internados de 0-2 años, se realizan otro tipo de
diagnósticos, con mayor incidencia en los aspectos médicos (pediátricos,
gastroenterológicos, otorrinolaringológicos, oftalmológicos, genéticos, etc.) Y cuando
se sospechan fallas ambientales importantes se agrega el diagnóstico psiquiátrico. Sin
embargo este último diagnóstico debiera ser tenido en cuenta en la mayoría de los casos
y en forma prioritaria, ya que cuanto mayor es la vulnerabilidad física y ambiental del
bebé, mayores los riesgos de instalar una patología en la construcción de su psiquismo.

Como vemos, diagnosticar en forma global a un bebé es complejo, por la gran cantidad
de factores intrincados y por qué cada día hay más disciplinas que se abocan al estudio
del hombre. El psicomotricista en forma aislada no puede dar cuenta por sí sólo de lo
que acontece en el desarrollo psicomotor de un bebé, del mismo modo que no lo
pueden hacer los otros profesionales por separado. El trabajo en equipo
interdisciplinario resulta fundamental, pues nadie es lo suficientemente abarcativo como
para conocer profundamente los aspectos orgánicos en juego, ni las líneas del
desarrollo (motriz, afectiva, cognitiva, lingüística, etc.) y su patología, ni la
constitución subjetiva de ese bebé. Dado el avance constante de las investigaciones y
teorías sobre el desarrollo así como de la tecnología, necesitamos conformar un cuerpo
teórico-práctico desde la constitución de equipos. El saber hoy por hoy pasa sin lugar a
dudas, por los grupos y no por profesionales o disciplinas aisladas.

El diagnóstico del desarrollo psicomotor visto como proceso.


Los diferentes diagnósticos antes mencionados llevan su proceso y por tanto su tiempo.
Por otra parte la necesidad de nuevos estudios va surgiendo en función de las dudas que
nos van planeando los ya hechos.

Es un proceso y si observamos las historias clínicas veremos que los médicos


discriminan entre “diagnóstico presuntivo” y “diagnóstico definitivo”, o sea que en
primera instancia se plantea un posible diagnóstico y a través de los diferentes estudios
van descartando y/o agregando variables.

En el caso del desarrollo hablar de diagnóstico definitivo es bastante comprometido y


preferimos hablar de un proceso diagnóstico continúo ya que el niño continúa
estructurando y desarrollando funciones.

Los diferentes diagnósticos, se van volcando en las reuniones del equipo


interdisciplinario y se va elaborando un diagnóstico global del paciente al que no
siempre se arriba… y en función del diagnóstico se plantea un Abordaje Terapéutico
Global del paciente.

El funcionamiento interno del equipo variará de un equipo a otro, y el psicomotricista


deberá comprender cuál es la posición de sí como profesional pero y principalmente de
su disciplina –la psicomotricidad- para ese equipo en particular. En definitiva qué es lo
que el equipo espera de él y qué es lo que él puede y está dispuesto a dar.

Abordaje Terapéutico Global del Bebé (óptimo y posible)

El Abordaje Terapéutico Global realizado por el equipo interdisciplinario, se refiere al


conjunto de tratamientos que se consideren pertinentes para hacer evolucionar al bebé
de acuerdo al diagnóstico realizado. Es fundamental priorizar los más importantes e ir
incluyendo en forma paulatina (factor temporal) los diferentes tratamientos según cada
caso y cada situación en particular.

Diferenciamos entre un abordaje terapéutico óptimo-ideal y otro posible-real, teniendo


en cuenta el contexto familiar, socio-cultural e institucional. Por ejemplo: es frecuente
que en el ámbito de nuestra práctica hospitalaria veamos la necesidad de un abordaje
psicoterapéutico, abordaje prácticamente imposible en la mayoría de los casos, razón
por la cual no vamos a dejar de sugerir al equipo nuestra opinión sobre la necesidad de
dicho abordaje (abordaje óptimo). Otras veces el equipo puede plantear como ideal
realizar tres o cuatro tratamientos (fisioterapia, psicomotricidad, fonoaudiología y
psicoterapia madre-bebe) sin duda numerosos. El priorizar unos sobre otros, saber por
cuál comenzar, cómo seguir, hasta donde seguir, dependerá de múltiples factores que
serán evaluados por el equipo y trasmitidos a los padres por el coordinador.

2. ETAPAS EN LA REALIZACIÓN DEL DIAGNOSTICO DEL


DESARROLLO PSICOMOTOR DEL BEBE.
Poder evaluar a un bebe, requiere una profunda formación y mucha experiencia de
quien lo hace. Pero los comienzos son los comienzos y por la propia inseguridad de los
primeros pasos debemos aferrarnos a un “tutor” o referente. Por ello considero que el
conocimiento sobre el desarrollo normal de un bebe es una especie de tutor que nos
servirá de guía constante. Este conocimiento del desarrollo normal, llevará al
psicomotricista a construir una imagen interiorizada del bebé sano, lo que oficiará de
“termómetro de base” para así poder apreciar mejor cuándo un desarrollo está alterado,
cuando marcha bien, o cuando se tienen dudas sobre su evolución. Es por esto que el
contacto y sobre todo la profunda observación de bebes sanos tanto en guarderías,
jardines de infantes como consultas pediátricas, resultará de una riqueza inestimable.
Esta especie de “escala de desarrollo internalizada” que irá construyendo en la medida
en que estudia teorías sobre el desarrollo y observa bebes sanos, será mucho más
importante para el psicomotricista que cualquier escala de desarrollo por más
estandarizada que ella sea.

No debemos olvidar que “el bebe es por excelencia un ser de expresividad psicomotriz.

 se encuentra en un estado de dependencia


 necesita de otro que interprete y responda a sus demandas
 su desarrollo depende de la calidad de la función materna
 el intercambio con el ambiente es privilegiadamente tónico-emocional. La
comunicación es no-verbal
 La inteligencia es sensorio-motriz y se construye partiendo de los reflejos hacia
la actividad simbólica.”3

Todos estos aspectos nos hablan del bebe como sujeto en plena construcción, lo que nos
lleva a pensar los riesgos de plantear los resultados del diagnóstico como algo absoluto,
definitivo e inamovible. Es bueno posicionarse en la etapa diagnóstica pensando que tan
solo estamos realizando un corte transversal, y que nuestras conclusiones deben ser
dinámicas, flexibles y sobre todo apostando a un sujeto en plena construcción y
transformación, con grandes potencialidades de cambio y adaptación.

“Dado que el bebé se encuentra en pleno proceso de maduración es lógico que la


mayoría de las veces no haya un diagnóstico definitivo ni siquiera uno presuntivo. Lo
frecuente es que en el momento de la primer consulta y durante mucho tiempo,
convivamos con la sospecha de que el desarrollo se encuentra en situación de riesgo ......
estamos con “luz amarilla”4

El diagnóstico del desarrollo psicomotor de un bebé comprende varias instancias que no


siempre se pueden cumplir todas:

1. Entrevista a ambos padres


2. Observación de parámetros psicomotores del bebé
3. Observación de parámetros psicomotores de la madre y de la interacción
4. Breves intervenciones puntuales (pautas y señalamientos) con el objetivo
de apreciar la respuesta a las mismas de parte del entorno y del bebé y
valorar sus efectos terapéuticos.
5. Aplicación de Escala de Desarrollo Psicomotor.
6. Visita al hogar del bebé.
7. Análisis y extracción de los datos de la Historia Médica que se
consideren significativos para el desarrollo psicomotor.

2. A. ENTREVISTA A AMBOS PADRES.


En el primer encuentro los padres acuden normalmente con el bebe, por lo que más que
hacer una entrevista dirigida vamos a ir escuchando lo que espontáneamente ellos nos
van aportando… incluido el bebe con su lenguaje tónico-emocional.

De todos modos sabremos que los siguientes puntos pueden ser profundizados a partir
de la charla espontánea que se va dando con los padres, de la posterior visita al hogar,
etc.:

 Historia clínica y vivencial del embarazo.


 Indicios de la existencia de un espacio mental en la madre embarazada para
ilusionar a su hijo.
 Construcción de un espacio real para ese hijo.
 Historia clínica y vivencial del parto.
 Primeras horas de vida
 Conductas de apego
 Desarrollo psicomotriz
- Aspectos posturales
Sostén cefálico
Prensión
Posición sedente
Rolado
Reptado
Gateo
Posición de pie
Marcha

- Aspectos relacionales (tónico-emocionales)


Mirada
Sonrisa
Juegos vocálicos
Imitación
Actividades lúdicas

- Conductas y movimientos anormales

 Historia de sufrimientos del cuerpo


Anomalías del parto
Intervenciones quirúrgicas
Enfermedades
Destete
Separación de la madre

 Situaciones de intercambio
Alimentación
Higiene
Juego
Sueño
Actitud frente al extraño

 Condiciones ambientales
Espaciales
Espacio propio del bebé
Orden físico de los objetos
Organización de la vivienda y alrededores.

Temporales
Hábitos del niño
Ritmos de la familia

 Relato de un día del niño

Respecto al resumen de alta que la mayoría de los padres traen consigo en la primer
entrevista, prefiero no leerla al inicio por dos razones: a) para dar lugar a lo que los
padres van pudiendo decir y b) para que el psicomotricista pueda observar lo más
profundamente y libre de preconceptos al bebe, a sus padres, a sus interacciones, etc.

Los padres nos trasmitirán con sus propias palabras lo que han podido comprender de lo
que le sucede a su hijo, las vivencias en torno al ámbito médico, las angustias que les
genera la situación del bebé, las alteraciones familiares, etc. Todo esto va permitiendo a
su vez que nos construyamos nuestra propia imagen del bebé, sin que interfieran los
aspectos orgánicos y predominen los humanos. Los padres a su vez irán captando que
no estamos en una consulta médica sino en otra instancia donde sus sentimientos, sus
modos de relacionarse, sus modos de sostener al bebe, son importantes.

2. B. OBSERVACIÓN DE PARÁMETROS PSICOMOTORES DEL


BEBE
“Se intenta observar el cuerpo de ese bebé como lugar de placer, de comunicación y
como instrumento de conocimiento. Son éstos aspectos cualitativos los que muchas
veces nos dieron un perfil psicomotriz peculiar de ese bebé, lo que nos hizo pensar que
nos encontrábamos ante un niño con posible riesgo de desviación de su desarrollo y que
sin embargo las escalas de medición lo ubicaban dentro de la media”6

Aspecto físico del bebé


Cuidados maternos
Investimento materno

Aspectos tónicos
Tono axial
Tono distal
Tono de relación

Aspectos posturales

Aspectos motrices
Motilidad espontánea
Desplazamientos
EXPRESIVIDAD PSICOMOTRIZ

Mirada
Fijación
Seguimiento (rostro-objetos)
Acomodación visual a los movimientos rápidos
Expresividad emocional

Sonrisa
Endógena
Exógena

Como respuesta social

Por estimulación táctil


Por estimulación laberíntica
Por estimulación visual

Expresividad facial
Placer
Displacer
Furor
Miedo
Alegría
Pena
Desgracia

Calidad y modo privilegiado de comunicación del bebé


Con su madre
Con los otros
Con los extraños

Actividad imitativa y gestual


Con partes visibles de su cuerpo
Con partes no-visibles de su cuerpo
Con la voz

Con modelo presente


A la orden verbal
Espontáneamente

Actividades lúdicas
Con su propio cuerpo
Con el cuerpo del otro
Con el objeto
Con el espacio

Sensorio-motriz
Exploratoria
Imitativa
Simbólica

Relación con los objetos


Capacidad para relacionarse con los objetos
Tipos de objetos con los que se relaciona
Objetos privilegiados por el bebé
El objeto como intermediario en la comunicación con su madre y con
los otros
Ensimismamiento con el objeto, adherencia al mismo.
Estereotipias

Relación con el espacio


Espacio que inviste
Trayectorias en el espacio
Capacidad de alejarse de la madre (espacial y temporal)
Estereotipias 7

2. C. OBSERVACIÓN DE PARÁMETROS PSICOMOTORES DE LA


MADRE Y DE LA INTERACCIÓN.

 Sostenimiento:
Aspectos posturales
Actitud corporal
Unidades de comportamiento.
Sincronías y diacronías

 Manipulación
Calidad de la manipulación
Cuando lo viste
Cuando lo baña
Cuando lo sostiene
Cuando le habla

 Presentación de objetos
Momento en que son presentados
Calidad del objeto
Calidad de la presentación (adecuada, organizada, caótica, nula,
inconstante, invasora,)

 Modo de comunicación predominante con el niño


Verbal
Voz
Mirada
Sonrisa
Contacto corporal
Intermediación de objetos
Juegos corporales
 Capacidad para estar con el niño

 Capacidad para comprender las señales del niño y darles un significado


compartido.

 Tolerancia al movimiento y a la exploración del lactante.

 Capacidad para crear un espacio para el saber8

2. D. BREVES INTERVENCIONES PUNTUALES CON EL


OBJETIVO DE VALORAR SUS EFECTOS TERAPÉUTICOS.
No todos los psicomotricistas hacen estas intervenciones, pero en mi experiencia me ha
sido muy útil observar cómo son tomadas por los padres y qué sucede de una sesión del
estudio a otra, tanto en el desarrollo del bebé como en la interacción con los padres en
especial con la madre.

El objetivo de dichas intervenciones respondería a:

a) Eticamente dar respuesta a evidencias que observamos y que pueden ser siendo
modificadas desde la psicomotricidad con mínimas pautas que a su vez van
calmando la ansiedad de los padres que están por lo general deseosos de hacer
algo y pronto, por su bebé.

b) Conocer el ritmo de las adquisiciones del bebé, ver qué posibilidades de


acomodación y de asimilación tiene, qué estrategias utiliza, cuáles son sus
medios privilegiados de comunicación, etc.

c) Apreciar la actitud de los padres ante lo conversado, ante las sugerencias


propuestas (pautas de estimulación y/o señalamientos), de una sesión a otra, de
ese modo iremos conociendo qué posibilidades reales tenemos de contar con
ellos y de poder establecer una “alianza terapéutica” en caso de indicarse un
tratamiento psicomotor.

Las pautas se dirigen a modificar aspectos o conductas del bebé que entendemos se
encuentran comprometidas, aún cuando no hayamos finalizado el proceso diagnóstico.

Los señalamientos tienen que ver con pequeñas intervenciones orales que subrayan
aspectos positivos o negativos por parte de los padres con el bebé, evitando se sientan
juzgados o culpabilizados. Por ej.: “¡Qué bueno!, viste que cuando le hablás con
cambios de tonos de tu voz, te busca más con la mirada?” O sino “¿viste que si le hablo
con el mismo tono de voz parece como si se aburriera? ¿Qué te parece? Será así?” Es
algo que no podemos provocarlo, surge de observar la interacción con la madre, de lo
que va resonando afectivamente en nosotros y de nuestros conocimientos teóricos
acerca de cómo se desarrolla un bebé en interacción.

2.E. .APLICACIÓN DE ESCALA DE DESARROLLO


PSICOMOTOR.
Ya en el trabajo realizado con Podbielevich y Mila9, en el año 1990, planteábamos que
el instrumento de medición utilizado (E.E.D.P- Rodríguez. S- Arancibia , V. Unduriaga,
C. Chile10), en muchos bebés con evidentes desviaciones en su desarrollo, la escala los
ubicaba dentro de los límites de la normalidad.

Los psicomotricistas uruguayos debimos recorrer un largo camino para lograr se nos
autorizara desde el ámbito médico en el cual habíamos sido formados, la realización del
diagnóstico psicomotor tanto de bebés, preescolares, niños u adolescentes.
Antiguamente era el neuropediatra y el psicólogo quienes evaluaban la maduración y el
desarrollo del niño, y quienes determinaban si era conveniente o no la realización de un
tratamiento psicomotor, quedando por fuera la intervención del psicomotricista en la
instancia diagnóstica.

La mayoría de las funciones del niño (inteligencia, percepción, atención, memoria, etc)
que el psicomotricista trabaja son evaluadas por tests psicológicos para los cuales se
forman los psicólogos. En el caso de los bebés, las escalas de desarrollo más conocidas
como la de Gessell y la de Bayley, son aplicadas pura y exclusivamente por psicólogos.
Es evidente que hay que continuar creciendo, formándonos con seriedad, conquistando
nuevos espacios, y que no podemos conformarnos con una escala que ya tiene 40 años
de creada y que si bien ha sido muy útil, ha demostrado falencias. Además y a título
personal me preocupa que esta escala de evaluación del desarrollo psicomotor incluya la
evaluación del lenguaje como un ítem psicomotor. No somos los psicomotricistas las
personas especializadas en lenguaje -si bien conocemos de precursores lingüísticos
corporales y de comunicación-, para ello están los fonoaudiólogos. También es tarea de
ellos abrirse camino y marcar mayor presencia en los ámbitos donde se realiza
prevención y atención terapéutica de bebes.

La aplicación del EEDP no siempre es fácil, pues muchas veces los bebés están
enfermos, o no se encuentran en su mejor momento. Otras veces las madres no se
encuentran preparadas para tolerar la frustración que significa ver que su hijo no
responde a las consignas propuestas, y otras veces es terapéutico que vayan viendo las
dificultades reales con las que el bebé tiene que lidiar en su desarrollo. Por ello hay que
ir esperando los momentos oportunos e ir aplicándolo con relativa tranquilidad,
preferentemente en una interacción lúdica con el bebé, lo que requiere de nuestra
creatividad y capacidad de ir ayudando al bebé a autorregularse ante cada cambio de
estímulo que la escala propone, evitando que sienta que le “damos y quitamos” objetos,
o situaciones.

Es bueno también explicarle a las madres que hay ítems que el niño no podrá hacer y
que no se angustien pues eso es así: la escala va “subiendo” hasta que el niño no realiza
ningún ítem y va “bajando” hasta que los realiza todos.

Por otro lado calma bastante a los padres aclararles que no es un test de inteligencia, que
no existen dichos test para bebés pues están en plena construcción de su inteligencia. Se
les dice que se va a evaluar su desarrollo desde el punto de vista motor, social y
cognitivo, (captar qué y cómo, es que el bebé va conociendo el espacio y los objetos
que le rodean).
Con mucha frecuencia los padres nos preguntan sobre el pronóstico de su hijo a nivel de
aprendizajes: “¿va a caminar… a Ud. qué le parece?”, “¿podrá ir a la escuela?”, y otras
más tristes “¿podrá ver?”, “¿podrá escuchar?”, “¿me podrá tocar con sus manitos algún
día?”…

Muchas veces por falta de tiempo y comunicación entre los profesionales que atienden
al bebe, se cometen errores, contradicciones, quedando los padres más expuestos al
dolor que sostenidos por un equipo. Es frecuente que los padres se apoyen en quienes se
harán cargo de los tratamientos de su bebé, y a los que ven semanalmente con mayor
frecuencia. Estas figuras en la población que nosotros atendemos son la del
fisioterapeuta y la del psicomotricista.

2. F. VISITA AL HOGAR DEL BEBE


La visita al domicilio del bebé durante la instancia diagnóstica no siempre es posible,
pero de realizarse es sumamente útil por la riqueza de material que en ella se recoge.

Nos permite conocer el hábitat del bebé y su familia, vale decir su “nidito”.
Conoceremos desde el lugar donde el bebé duerme, donde es mudado, donde pasa las
horas en que está despierto, así como los familiares que los rodean, los estilos de
comunicación entre ellos, la forma en que estimulan al bebe e interactúan con él. La
forma en que están dispuestos los objetos pertenecientes al bebé, los juguetes que tiene
y de modo general cómo se ha preparado un espacio físico para él dentro del hogar.
“Respiraremos” el clima afectivo que inunda el hogar, los estímulos ambientales tanto
en su ritmo, intensidad, como en su organización.

Por lo general los padres nos reciben de buen agrado, se muestran más espontáneos ya
que sienten nuestra implicación profesional para con su hijo. Esto es muy importante,
especialmente en la población hospitalaria que se siente tan poco escuchada y
reconocida. Es fundamental que se explicite con claridad el objetivo de la misma:
conocer el espacio con el que cuenta el bebé en el hogar, cómo están dispuestos sus
objetos, cómo son los estímulos que recibe en calidad, cantidad, intensidad, etc.

Depende de nuestra actitud el que los padres se distiendan y sientan cómodos, para ello
trataremos de establecer un vínculo empático con algo de “familiar” –que siempre se
despliega ante la presencia de un bebé- sin perder nunca de vista nuestro rol profesional.

2. G. ANÁLISIS Y EXTRACCIÓN DE LOS DATOS DE LA


HISTORIA MÉDICA SIGNIFICATIVOS PARA EL DESARROLLO
PSICOMOTOR
Respecto de la toma de datos de la Historia Clínica, -y si es que tenemos acceso a la
misma- se jerarquizan los datos que se refieren a la historia de sufrimientos del cuerpo,
situaciones ambientales, espacio-temporales, condiciones de la vivienda y alrededores,
organización del espacio vital, conformación del grupo familiar, etc.

Es fundamental ver la carga de patología que existe en los tres grandes momentos:
prenatal, perinatal y postnatal Cuanto más patología encontremos en cada período
mayor riesgo para el desarrollo.
Es frecuente que no comprendamos muchas de las siglas que utilizan los médicos en la
historia o las patologías que describen, siendo necesario que nos acerquemos a ellos y
preguntemos lo necesario para sacarnos las dudas. Es fundamental que ante
enfermedades o sospecha de las mismas, el psicomotricista se informe con material
científico serio acerca de las mismas. Debemos conocer lo que le sucede al paciente
pues muchas veces podemos confundir problemas del desarrollo de de origen orgánico
con otros de origen ambiental.

3. CONFECCIÓN DEL INFORME ESCRITO DE LA


EVALUACIÓN DEL DESARROLLO PSICOMOTOR DEL BEBE.
Con todos los datos anteriores recogidos se confecciona un informe escrito sobre la
evaluación psicomotriz del bebé. En nuestro medio es usual que así se realice, ya que
por lo general son los médicos quienes nos solicitan la realización de dicho estudio y
obviamente que necesitan informarse de nuestros hallazgos. En otros lugares la
información se trasmite en forma verbal, o se escriben dos o más informes
profundizando o evitando determinada información que se considere inconveniente (uno
para el médico, otro para los padres, otro para la escuela). Sabemos los efectos nefastos
que puede tener etiquetar, congelar, lapidar el desarrollo de un sujeto con palabras
escritas en un “documento”, por eso trataremos siempre de hacerlos en términos
dinámicos que den cuenta de un tránsito, de un proceso plausible de cambios.

Escribir implica que tanto el que emite el mensaje como el que lo recepciona utilizan un
lenguaje comprensible para ambos. Esto hace que en nuestro caso no siempre sea fácil
el uso del lenguaje que haremos en la confección de un informe, ¿por qué? Porque es
muy diferente la forma en que tenemos que trasmitir lo observado si se trata de informar
al neuropediatra, que si se trata de informar al psiquiatra infantil, a la maestra de la
guardería o a los padres del bebé. Por ello debemos buscar un equilibrio y cuidar de no
quedar en algo sumamente descriptivo o totalmente despegado de la realidad, con un
lenguaje médico o excesivamente psicológico etc.

Ordenar la información recogida, no es nada fácil, pues se entrecruzan diversos


elementos y además no es recogida en forma ordenada y sistemática. Mucha de esta
información ni siguiera se pueda registrar con palabras, son emociones, sentimientos,
sensaciones. De todos modos podemos agrupar la información recogida en:
o Información verbal aportada por los padres
o Información escrita aportada por la historia médica (si es que tenemos acceso)
o Información recogida de la observación de parámetros psicomotores, de la
interacción.
o Información de la escala de desarrollo
o Información de la visita al hogar

Como decíamos también existe otra “información” que tiene que ver con lo que nos ha
movilizado afectivamente el caso, con lo que hemos sentido durante los encuentros,
con nuestra disponibilidad e implicancia en el caso, etc.

¿CÓMO ORDENAR LOS DATOS RECOGIDOS? Es importante antes de comenzar a


ordenar los datos, discriminar niveles dentro del proceso diagnóstico psicomotor:
a) Nivel descriptivo: Es el nivel más próximo a la realidad, más objetivo si es que se
puede hablar de objetividad. Se refiere a lo observado durante todo el período
diagnóstico despejado de interpretaciones, de elementos subjetivos personales nuestros,
etc.

b) Nivel de Movilización afectiva: Se refiere a lo que el paciente y sus padres,


movilizan emocionalmente en el psicomotricista.

c) Nivel Interpretativo. Se refiere al sentido, a la significación que le damos a lo


observado y sobre todo a cómo vamos interrelacionando unas observaciones con otras.
Aquí comienzan a tallar elementos teóricos y clínicos. Cuando decimos nivel
interpretativo no nos referimos a la interpretación psicoanalítica sino simplemente a lo
explicativo desde una mirada psicomotriz…claro que dicha “explicación” va a estar
teñida de la formación del psicomotricista, de su experiencia clínica, de su
“internalización del equipo interdisciplinario”, etc.

Una vez finalizada las sesiones de encuentro con los padres y el bebé, comenzamos a
agrupar los diferentes datos por ítems:

1. Datos filiatorios
2. Presentación - impresión general
antecedentes personales
antecedentes familiares
3. Posibilidades de comunicación afectiva
4. Posibilidades motrices
5. Posibilidades cognitivas
6. Escala de desarrollo
7. En suma
8. Sugerencias.

Trataremos de:
 Seleccionar las observaciones y datos que nos parezcan más significativos.
 Ponernos siempre en el lugar de quien va a recibir nuestro informe, y
descentrándonos, pensar cómo lo recibirá, si comprende lo que queremos
trasmitir, si es confuso, etc.
 Distinguir bien en nosotros lo que son sentimientos, pensamientos, expresiones
orales y expresiones escritas. En el caso de un informe de un diagnostico
psicomotor, con más razón debemos cuidar el lenguaje, quedará dentro de la
historia médica y seguramente a lo largo de los años, será leído por muchos
profesionales, por los padres inclusive por el propio niño cuando llegue a ser un
adulto.
 Ser claros y precisos en el lenguaje, a la vez que criteriosos en la manera en que
se va presentando al paciente. El lenguaje en que se escribe el informe revela el
nivel profesional del psicomotricista y es muchas veces a través del informe que
se da a conocer a otros profesionales. La seriedad que éste trasmita, es clave.
 Ser flexibles, y no hacer un “informe cliché” como si llenáramos una ficha. Si
bien nos guiamos por grandes lineamientos, es importante que el informe
trasmita nuestro recorrido creativo con ese bebe dando cuenta de su
singularidad.
 Considerar que la forma en que redactamos el informe expresa nuestra forma de
pensar. A su vez saber que redactar nos ejercita a ordenar mejor nuestro
pensamiento. Practiquemos una y mil veces, y no nos desanimemos si no
quedamos conformes… es un largo camino de “elaboración y síntesis” que no
cesa jamás.

REALIZACIÓN DEL INFORME ESCRITO.

Cada psicomotricista irá confeccionado de acuerdo a su formación y a su estilo personal


su propia manera de realizar un diagnóstico y de plasmarlo por escrito a través de un
informe… o de no plasmarlo. Me preocupa sobremanera cuando veo informes -de
profesionales- repetitivos, que a modo de molde se copian unos a otros como quien
llena un papel para realizar un trámite impersonal, molesto y obligatorio. Nada más
alejado de esto es mi intención en esta clase… quisiera que cada una de ustedes pudiera
tomar los puntos que estamos tratando tan solo como una guía, como una sugerencia,
para poder comprender los grandes conceptos. Hecha esta aclaración pasamos a ver los
puntos del informe escrito del diagnostico psicomotor:

1. DATOS FILIATORIOS:

Datosdel paciente:
 Nombre
 Fecha de nacimiento:
 Fecha de la evaluación:
 Edad: (si es prematuro se pone la edad corregida)
 Motivo de consulta: (ponemos la razón por la cual vamos a hacer el estudio, por
ejemplo Evaluación de su desarrollo psicomotor, o si el médico ya nos adelanta
de alguna forma su preocupación en torno al desarrollo “hipotonía generalizada
y severa. Trastornos de la comunicación. Retraso motor”, lo ponemos textual.
 Técnicas aplicadas: (Por ejemplo: entrevista inicial a ambos padres, observación
de parámetros psicomotores del bebé, aplicación de escala de desarrollo –
especificando cuál-, observación del bebe en guardería, entrevista de devolución
a ambos padres)

2. PRESENTACION:

Luego de los datos básicos sobre el bebe, unos breves párrafos introductorias que
pueden ser referidos al motivo de consulta, a los antecedentes personales y familiares
más significativos, a las características relevantes del bebé y sus padres. Es una manera
global de presentar al bebe y hablar de su situación.

Por ejemplo:

Diego de 3 meses de edad es derivado por su neuropediatra Dr. Pérez, a los efectos de
que se le realice un estudio de su desarrollo psicomotor ya que se aprecia “Retraso en
alguna de sus conductas. Hipotonía generalizada y severa que afecta su desarrollo,
dificultades de la comunicación, evitación del contacto ocular”.
Concurre acompañado de sus padres a las diferentes instancias diagnósticas siendo
difícil trabajar directamente con el bebé ya que llora cuando se le separa de los brazos
de su mamá.

De sus antecedentes personales destacamos que su mamá debió realizar reposo


absoluto desde el 6xto mes de embarazo, naciendo a las 38 semanas por cesárea por
falta de dilatación, presentando un apgar 6/8 y patología perinatal que requirió terapia
intensiva durante l0 días.

3. POSIBILIDADES PARA COMUNICARSE:

En mi opinión, en la mayoría de los casos, comenzar dando cuenta de la capacidad de


un bebé para establecer comunicación con su entorno humano es previo a toda
observación posterior. Nos preguntaremos ¿por qué no comenzar hablando del
movimiento del bebé? Es que el movimiento que a nosotros los psicomotricistas nos
interesa como objeto de estudio, no es el movimiento reflejo ni el movimiento
automático, sino el “movimiento en relación con”, o “el movimiento en comunicación
con”. Mal podemos hablar del desarrollo psicomotor de un bebe, de sus movimientos,
de las funciones de su cuerpo, sin explorar su iniciativa para establecer una
comunicación, su capacidad de responder a nuestra invitación para “conversar”, en
definitiva su lugar como sujeto deseante.

Entonces primero escribimos acerca de nuestra impresión general en cuanto al deseo del
bebé por comunicarse o no, y en líneas generales al bebé como “buscador y devolvedor
de estímulo” afectivos dentro de un vínculo con un otro.

Luego describimos elementos referidos a la forma en que se comunica, vale decir al


repertorio del bebé: sonrisa, mirada, gestos, vocalizaciones, llantos, gritos, etc. En
cuanto al repertorio materno, es un punto muy delicado y más pensar en dejarlo escrito
en letra de molde cuando las cosas entre madre y bebe no marchan bien. Si tenemos
cosas importantes a decir de la interacción con la madre es preferible hablarlo
directamente en la instancia de encuentro del equipo interdisciplinario y en caso de que
no se trabaje en equipo con la persona que nos ha realizado la derivación del bebe.

4. POSIBILIDADES MOTRICES:

Aquí trataremos de describir qué vemos a nivel de tono, movimiento y postura.

 Tono

Es el neuropediatra quien evalúa el tono muscular en reposo y en acción, nosotros


evaluaremos sobre todo el tono de relación.

Lo importante es qué le podamos trasmitir al médico, al equipo, aspectos tónicos que


puedan ser un dato relevante, nuevo, que nosotros obtenemos de la observación y del
tener en brazos al bebe.

 Movimiento
Aquí tratamos de referirnos a la motilidad espontánea del bebé (coordinación, ritmo,
intensidad, etc.), en la postura que adopta normalmente. Por ejemplo un bebé de dos
meses, en posición supina.

Si es más grandecito podemos hablar de las diferentes formas de desplazarse por sí


mismo, el modo en que lo hace, o lo que nos parezca pertinente.

 Posturas:

A lo largo de las sesiones del estudio hemos observado cuales son las posturas
preferidas por el bebe cuando lo dejamos en libertad sobre el colchón de la sala de
psicomotricidad, así como las posturas en las que “es colocado” por la madre.

5. ASPECTOS COGNITIVOS.

Aquí vamos a poner todo lo referente a la teoría de J. Piaget, y a falta de escalas


específicas sobre la evaluación del desarrollo cognitivo del bebe, les propongo tener
bajo el brazo los grandes libros escritos por este autor sobre el período sensorio motor:
“El nacimiento de la inteligencia”, “La construcción de lo real en el niño” y “La
formación del símbolo”. De ese modo iremos ubicando al bebe en cada uno de los
siguientes aspectos:
o evolución de los esquemas de acción y de su coordinación cada vez mayor,
o evolución de la permanencia de objeto,
o evolución de la noción de espacio permanente (grupos subjetivos y objetivos)
o evolución de la imitación gestual y vocálica,
o evolución de los precursores del juego simbólico,
o evolución de los precursores del lenguaje,
o evolución de los precursores del dibujo.

Vamos a tratar de discriminar a partir de lo observado, si el bebé tiene una relación con
los objetos, el espacio, etc., de tipo sensorial o de tipo exploratoria. Si queda adherido
en lo sensorial no pudiendo conectarse con el entorno humano observaremos con qué
frecuencia lo realiza, en qué situaciones, etc., ya que posiblemente nos estemos
encontrando ante conductas desviadas del desarrollo ya que no es normal a ninguna
edad quedar fijado (por ejemplo: lamiendo el espejo) sin responder. Si por el contrario
el bebe explora el espacio y los objetos, estará comparando, asimilando y acomodando,
estará desarrollándose cognitivamente.

6. ESCALA DE DESARROLLO.

Se escriben los resultados obtenidos en la escala de desarrollo, pero también si hubieron


dificultades para su aplicación, si los resultados son confiables, o no, etc. Se pone el
resultado en números y se puede adjuntar la ficha de la EEDP con el perfil de desarrollo
al final del estudio.

La EEDP tiene ítems que se refieren a la comunicación, a la motricidad global, a la


coordinación, al desarrollo social, al desarrollo del lenguaje y al desarrollo cognitivo.
Muchas veces se extraen datos de esta escala, que pueden ser útiles para ilustrar otras
áreas del informe escrito del diagnostico psicomotor. Asi por ejemplo cuando al inicio
del informe nos referimos a las posibilidades de comunicación del bebé, podemos
señalar si el bebé “vuelve la cabeza hacia quien le habla” ( ítem 21: conducta esperable
a los 5 meses según EEDP). Buscamos ser flexibles y retomar los ítems de esta escala a
lo largo del informe.

7. EN SUMA:

Esta es una parte capital del informe escrito, ya sea porque es una síntesis donde uno
“conceptualiza” el caso, contextualiza el desarrollo psicomotor en algo más abarcativo
como es la constitución subjetiva del bebé, para dar finalmente un diagnóstico
psicomotor. Además es importante que esta síntesis sea precisa y concisa, ya que
muchas veces por falta de tiempo, el médico que es quien recibirá el informe, va
directamente a la lectura de esta síntesis final. .

Como decíamos, el diagnóstico psicomotor se sintetiza en este momento. Podríamos


decir que los grandes diagnósticos psicomotores del desarrollo serían:

1. DESARROLLO NORMAL

2. DESARROLLO RETRASADO
o Homogéneo
o heterogéneo: con algunas líneas desfasadas,

3. DESARROLLO DESVIADO con conductas estereotipadas que expresan


desconexión con el entorno humano como son por ejemplo: evitación del
contacto ocular, rechazo al contacto físico, no búsqueda de la interacción con las
personas, relación sensorial con los objetos, balanceos, giros, head-banging,
estereotipias manuales, etc.

4. DESARROLLO EN RIESGO, puede ser en un área o en todas, esto lo da


nuestra impresión general del caso y el perfil del desarrollo psicomotor que se
hace con la EEDP. Puede ser de puede ser de riesgo biológico (un niño
prematuro), de riesgo ambiental, por las carencias del medio, puede ser de
riesgo psicológico por dificultades en el bebe para autorregularse, por la
patología psiquiátrica de la madre o por un estado emocional transitorio que ella
puede estar viviendo y que puede perjudica su disponibilidad para con el bebé y
favorece proyecciones patógenas sobre él, puede ser por una situación
traumática a nivel familiar, etc.

5. DESARROLLO ACELERADO generalmente por hiperestimulación. Es raro,


pero se ve, por lo general lo que ocurre es que estos niños son considerados por
los médicos y familiares como precoces, “genios”, “independientes”, y no son
derivados a consulta. Son niños de riesgo pues muchas veces se aprecia una
importante ansiedad, dificultades para estar a solas, inquietud… pero depende
del caso, también hay niños con un ritmo de desarrollo más rápido, con más
capacidad intelectual, que no necesariamente tienen que presentar patología..

6. DESARROLLO ESTANCADO para esto hay que saber cómo ha sido el perfil
de desarrollo psicomotor del bebe y en qué momento se ha detenido. No es
frecuente de ver, pero hay que tener en cuenta que pueden encontrarse. Muchas
veces el estancamiento de conductas (aprendía y no aprende cosas nuevas, está
apocado, hace lo mismo que ya sabe hacer desde hace tiempo), tiene que ver con
algo a nivel familiar que desestabiliza al bebé y este se refugia en sus conductas
conocidas y detiene por decirlo de algún modo la exploración hacia el mundo
externo.

7. DESARROLLO DETERIORADO: es cuando el niño ha perdido conductas que


había adquirido (por ejemplo sonreía y dejó de hacerlo, rolaba y dejó de hacerlo,
se sentaba y ahora no lo logra), esto es muy grave pues puede hablar de una
enfermedad deteriorante del sistema nervioso (por ejemplo: el síndrome de
West), el profesional especializado en hacer el diagnóstico de deterioro en el
desarrollo es el neuropediatra.

8. HIPÓTESIS DIAGNOSTICA (etiológica):

Si estamos bien seguros, la incluimos dentro de la síntesis final del informe, sino es
preferible no escribir nada. La etiología en las alteraciones del desarrollo psicomotor es
multicausal por lo tanto haremos hipótesis de las posibles causas.

Recuerden niveles del diagnóstico médico:


 Sintomático: los signos y síntomas observados.
 Sindromatico: la agrupación de signos y síntomas, dentro
una clasificación nosográfica.
 Etiológico: cuando se intentan explicar las causas de la
patología, que por lo general en el desarrollo por su
complejidad son multicausales. Nunca encontraremos una
explicación única, ni una etiología clara de los trastornos o
dificultades del desarrollo si bien los avances de las
neurociencias día a día nos aportan mayor claridad.

Dada la complejidad de las dificultades o trastornos del desarrollo, se hace necesario


manejarnos en un plano hipotético. Por ello del diagnóstico realizado, deduciremos una
hipótesis acerca de cómo pensamos que se fue gestando la alteración del desarrollo
psicomotor del bebé. Esta hipótesis estará impregnada de aspectos multicausales que
suponemos puedan haber estado en juego al momento de construir y de sostener la
alteración. Es lo más parecido a lo que en medicina llaman diagnóstico etiológico, es
decir dar cuenta de los orígenes, de la causa, que ha provocado la patología, alteración,
la enfermedad o el estilo de funcionamiento peculiar.

De esa hipótesis multicausal diagnóstica, surgiran las “variables a despejar”, y ya nos


encontramos en el terreno del abordaje terapéutico global. Consiste en ir eliminando,
modificando “obstáculos” que interfieren al desarrollo y no le permiten una armonía
adecuada.

De estas variables a despejar habrá algunas que nadie podrá modificar… (por ejemplo
una alteración cromosómica que determina un síndrome de Williams, o una parálisis
cerebral que si bien es irreversible es un daño permanente, o una ceguera, etc). Otras
variables podrán ser seguramente modificadas y otras dudosamente… Algunas serán
asunto del equipo interdisciplinario, otras específicas de cada disciplina.
9. SUGERENCIAS:

Aquí planteamos si consideramos que un abordaje psicomotor del bebé será necesario y
beneficioso para su desarrollo.

..........................................
Firma del profesional.

NOTAS

1. Real Academia Española (1970), Diccionario de la Lengua Española, decimonovena edición,


Madrid.
2. Real Academia Española. O. Cit.
3. Podbielevich, J., Mila, J., Ravera, C., Evaluación del perfil de desarrollo psicomotriz in
Cuerpo y Representación. Reflexiones desde la Clínica Psicomotriz, (2000) de León, C.,
Garcia, B., Grajales, M., Podbielevich, J., Ravera, C., Steineck, C.
4. Ravera, C., González, A. Descubriendo las capacidades del discapacitado. Revista
Iberoamericana de Psicomotricidad y Técnicas corporales.
Mayo 2002-
5. Podbielevich, J., Mila, J., Ravera, C., op. Cit.
6. Podbielevich, J., Mila, J., Ravera, C., op. Cit.
7. Podbielevich, J., Mila, J., Ravera, C., op. Cit.
8. Podbielevich, J., Mila, J., Ravera, C., op. Cit.
9. Podbielevich, J., Mila, J., Ravera, C., op. Cit.
10. ESCALA DE EVALUACIÓN DEL DESARROLLO PSICOMOTOR., Rodríguez, S.,
Arancibia, V., Undurraga, C., Editorial Galdoc, Argentina, l979.

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