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Este material corresponde a las clases dadas en la materia Clínica del Bebe dentro del
Área Diagnóstico y Tratamiento del último año de la Licenciatura de Psicomotricidad
de la EUTM-UDELAR. Las prácticas fueron realizadas dentro de los servicios de
Neuropediatría y de Pediatría C del Hospital Pereira Rossell entre los años 2000-2006.
Agradezco la generosidad de las Profa. Aurora Delfino y luego de la Profa. Cristina
Scavone, profesoras titulares del Servicio de Neuropediatría y al Prof. Leopoldo Pelufo
y a la Profa. Ivonne Rubio, titulares del Servicio de Pediatría C., al abrirnos las puertas
de sus servicios y permitirnos trabajar con bebes y madres. La presencia del director de
la Licenciatura Prof. J.L. Mila, en varias instancias de práctica permitió sin lugar a
dudas un intercambio muy rico tanto para mí como para los estudiantes.
Muchas veces se dice que tanto el diagnóstico como el proyecto terapéutico son más
importantes para el profesional que para los propios padres. Es que realmente se
necesitan dichas instancias de reflexión y ubicación como si fuera la cuerda que guía al
equilibrista en su destreza. No podremos elaborar un buen proyecto terapéutico si antes
no hemos elaborado un buen diagnóstico.
La palabra evaluación sin lugar a dudas es más ajustada a nuestra concepción de bebe
como sujeto en construcción. Dicha palabra se refiere a la acción y efector de evaluar. Y
en el diccionario encontramos: EVALUAR2 (de valuar) tr. Señalar el valor de una cosa//
2. Estimar, apreciar, calcular el valor de una cosa.
Hecha esta aclaración entre las palabras diagnóstico y evaluación, y prefiriendo el uso
de la palabra evaluación por encima de la palabra diagnóstico -pues ella realza las
fortalezas del bebé- a los efectos de esta clase utilizaremos la palabra diagnóstico
psicomotor ya que es la más utilizada por psicomotricistas y equipos.
Diagnóstico pediátrico
Diagnóstico neuropediátrico
Diagnostico genético
Diagnóstico fisiátrico
Diagnóstico psicológico
Diagnóstico psicomotor
Diagnóstico fonoaudiólogico.
En la práctica realizadas con bebés internados de 0-2 años, se realizan otro tipo de
diagnósticos, con mayor incidencia en los aspectos médicos (pediátricos,
gastroenterológicos, otorrinolaringológicos, oftalmológicos, genéticos, etc.) Y cuando
se sospechan fallas ambientales importantes se agrega el diagnóstico psiquiátrico. Sin
embargo este último diagnóstico debiera ser tenido en cuenta en la mayoría de los casos
y en forma prioritaria, ya que cuanto mayor es la vulnerabilidad física y ambiental del
bebé, mayores los riesgos de instalar una patología en la construcción de su psiquismo.
Como vemos, diagnosticar en forma global a un bebé es complejo, por la gran cantidad
de factores intrincados y por qué cada día hay más disciplinas que se abocan al estudio
del hombre. El psicomotricista en forma aislada no puede dar cuenta por sí sólo de lo
que acontece en el desarrollo psicomotor de un bebé, del mismo modo que no lo
pueden hacer los otros profesionales por separado. El trabajo en equipo
interdisciplinario resulta fundamental, pues nadie es lo suficientemente abarcativo como
para conocer profundamente los aspectos orgánicos en juego, ni las líneas del
desarrollo (motriz, afectiva, cognitiva, lingüística, etc.) y su patología, ni la
constitución subjetiva de ese bebé. Dado el avance constante de las investigaciones y
teorías sobre el desarrollo así como de la tecnología, necesitamos conformar un cuerpo
teórico-práctico desde la constitución de equipos. El saber hoy por hoy pasa sin lugar a
dudas, por los grupos y no por profesionales o disciplinas aisladas.
No debemos olvidar que “el bebe es por excelencia un ser de expresividad psicomotriz.
Todos estos aspectos nos hablan del bebe como sujeto en plena construcción, lo que nos
lleva a pensar los riesgos de plantear los resultados del diagnóstico como algo absoluto,
definitivo e inamovible. Es bueno posicionarse en la etapa diagnóstica pensando que tan
solo estamos realizando un corte transversal, y que nuestras conclusiones deben ser
dinámicas, flexibles y sobre todo apostando a un sujeto en plena construcción y
transformación, con grandes potencialidades de cambio y adaptación.
De todos modos sabremos que los siguientes puntos pueden ser profundizados a partir
de la charla espontánea que se va dando con los padres, de la posterior visita al hogar,
etc.:
Situaciones de intercambio
Alimentación
Higiene
Juego
Sueño
Actitud frente al extraño
Condiciones ambientales
Espaciales
Espacio propio del bebé
Orden físico de los objetos
Organización de la vivienda y alrededores.
Temporales
Hábitos del niño
Ritmos de la familia
Respecto al resumen de alta que la mayoría de los padres traen consigo en la primer
entrevista, prefiero no leerla al inicio por dos razones: a) para dar lugar a lo que los
padres van pudiendo decir y b) para que el psicomotricista pueda observar lo más
profundamente y libre de preconceptos al bebe, a sus padres, a sus interacciones, etc.
Los padres nos trasmitirán con sus propias palabras lo que han podido comprender de lo
que le sucede a su hijo, las vivencias en torno al ámbito médico, las angustias que les
genera la situación del bebé, las alteraciones familiares, etc. Todo esto va permitiendo a
su vez que nos construyamos nuestra propia imagen del bebé, sin que interfieran los
aspectos orgánicos y predominen los humanos. Los padres a su vez irán captando que
no estamos en una consulta médica sino en otra instancia donde sus sentimientos, sus
modos de relacionarse, sus modos de sostener al bebe, son importantes.
Aspectos tónicos
Tono axial
Tono distal
Tono de relación
Aspectos posturales
Aspectos motrices
Motilidad espontánea
Desplazamientos
EXPRESIVIDAD PSICOMOTRIZ
Mirada
Fijación
Seguimiento (rostro-objetos)
Acomodación visual a los movimientos rápidos
Expresividad emocional
Sonrisa
Endógena
Exógena
Expresividad facial
Placer
Displacer
Furor
Miedo
Alegría
Pena
Desgracia
Actividades lúdicas
Con su propio cuerpo
Con el cuerpo del otro
Con el objeto
Con el espacio
Sensorio-motriz
Exploratoria
Imitativa
Simbólica
Sostenimiento:
Aspectos posturales
Actitud corporal
Unidades de comportamiento.
Sincronías y diacronías
Manipulación
Calidad de la manipulación
Cuando lo viste
Cuando lo baña
Cuando lo sostiene
Cuando le habla
Presentación de objetos
Momento en que son presentados
Calidad del objeto
Calidad de la presentación (adecuada, organizada, caótica, nula,
inconstante, invasora,)
a) Eticamente dar respuesta a evidencias que observamos y que pueden ser siendo
modificadas desde la psicomotricidad con mínimas pautas que a su vez van
calmando la ansiedad de los padres que están por lo general deseosos de hacer
algo y pronto, por su bebé.
Las pautas se dirigen a modificar aspectos o conductas del bebé que entendemos se
encuentran comprometidas, aún cuando no hayamos finalizado el proceso diagnóstico.
Los señalamientos tienen que ver con pequeñas intervenciones orales que subrayan
aspectos positivos o negativos por parte de los padres con el bebé, evitando se sientan
juzgados o culpabilizados. Por ej.: “¡Qué bueno!, viste que cuando le hablás con
cambios de tonos de tu voz, te busca más con la mirada?” O sino “¿viste que si le hablo
con el mismo tono de voz parece como si se aburriera? ¿Qué te parece? Será así?” Es
algo que no podemos provocarlo, surge de observar la interacción con la madre, de lo
que va resonando afectivamente en nosotros y de nuestros conocimientos teóricos
acerca de cómo se desarrolla un bebé en interacción.
Los psicomotricistas uruguayos debimos recorrer un largo camino para lograr se nos
autorizara desde el ámbito médico en el cual habíamos sido formados, la realización del
diagnóstico psicomotor tanto de bebés, preescolares, niños u adolescentes.
Antiguamente era el neuropediatra y el psicólogo quienes evaluaban la maduración y el
desarrollo del niño, y quienes determinaban si era conveniente o no la realización de un
tratamiento psicomotor, quedando por fuera la intervención del psicomotricista en la
instancia diagnóstica.
La mayoría de las funciones del niño (inteligencia, percepción, atención, memoria, etc)
que el psicomotricista trabaja son evaluadas por tests psicológicos para los cuales se
forman los psicólogos. En el caso de los bebés, las escalas de desarrollo más conocidas
como la de Gessell y la de Bayley, son aplicadas pura y exclusivamente por psicólogos.
Es evidente que hay que continuar creciendo, formándonos con seriedad, conquistando
nuevos espacios, y que no podemos conformarnos con una escala que ya tiene 40 años
de creada y que si bien ha sido muy útil, ha demostrado falencias. Además y a título
personal me preocupa que esta escala de evaluación del desarrollo psicomotor incluya la
evaluación del lenguaje como un ítem psicomotor. No somos los psicomotricistas las
personas especializadas en lenguaje -si bien conocemos de precursores lingüísticos
corporales y de comunicación-, para ello están los fonoaudiólogos. También es tarea de
ellos abrirse camino y marcar mayor presencia en los ámbitos donde se realiza
prevención y atención terapéutica de bebes.
La aplicación del EEDP no siempre es fácil, pues muchas veces los bebés están
enfermos, o no se encuentran en su mejor momento. Otras veces las madres no se
encuentran preparadas para tolerar la frustración que significa ver que su hijo no
responde a las consignas propuestas, y otras veces es terapéutico que vayan viendo las
dificultades reales con las que el bebé tiene que lidiar en su desarrollo. Por ello hay que
ir esperando los momentos oportunos e ir aplicándolo con relativa tranquilidad,
preferentemente en una interacción lúdica con el bebé, lo que requiere de nuestra
creatividad y capacidad de ir ayudando al bebé a autorregularse ante cada cambio de
estímulo que la escala propone, evitando que sienta que le “damos y quitamos” objetos,
o situaciones.
Es bueno también explicarle a las madres que hay ítems que el niño no podrá hacer y
que no se angustien pues eso es así: la escala va “subiendo” hasta que el niño no realiza
ningún ítem y va “bajando” hasta que los realiza todos.
Por otro lado calma bastante a los padres aclararles que no es un test de inteligencia, que
no existen dichos test para bebés pues están en plena construcción de su inteligencia. Se
les dice que se va a evaluar su desarrollo desde el punto de vista motor, social y
cognitivo, (captar qué y cómo, es que el bebé va conociendo el espacio y los objetos
que le rodean).
Con mucha frecuencia los padres nos preguntan sobre el pronóstico de su hijo a nivel de
aprendizajes: “¿va a caminar… a Ud. qué le parece?”, “¿podrá ir a la escuela?”, y otras
más tristes “¿podrá ver?”, “¿podrá escuchar?”, “¿me podrá tocar con sus manitos algún
día?”…
Muchas veces por falta de tiempo y comunicación entre los profesionales que atienden
al bebe, se cometen errores, contradicciones, quedando los padres más expuestos al
dolor que sostenidos por un equipo. Es frecuente que los padres se apoyen en quienes se
harán cargo de los tratamientos de su bebé, y a los que ven semanalmente con mayor
frecuencia. Estas figuras en la población que nosotros atendemos son la del
fisioterapeuta y la del psicomotricista.
Nos permite conocer el hábitat del bebé y su familia, vale decir su “nidito”.
Conoceremos desde el lugar donde el bebé duerme, donde es mudado, donde pasa las
horas en que está despierto, así como los familiares que los rodean, los estilos de
comunicación entre ellos, la forma en que estimulan al bebe e interactúan con él. La
forma en que están dispuestos los objetos pertenecientes al bebé, los juguetes que tiene
y de modo general cómo se ha preparado un espacio físico para él dentro del hogar.
“Respiraremos” el clima afectivo que inunda el hogar, los estímulos ambientales tanto
en su ritmo, intensidad, como en su organización.
Por lo general los padres nos reciben de buen agrado, se muestran más espontáneos ya
que sienten nuestra implicación profesional para con su hijo. Esto es muy importante,
especialmente en la población hospitalaria que se siente tan poco escuchada y
reconocida. Es fundamental que se explicite con claridad el objetivo de la misma:
conocer el espacio con el que cuenta el bebé en el hogar, cómo están dispuestos sus
objetos, cómo son los estímulos que recibe en calidad, cantidad, intensidad, etc.
Depende de nuestra actitud el que los padres se distiendan y sientan cómodos, para ello
trataremos de establecer un vínculo empático con algo de “familiar” –que siempre se
despliega ante la presencia de un bebé- sin perder nunca de vista nuestro rol profesional.
Es fundamental ver la carga de patología que existe en los tres grandes momentos:
prenatal, perinatal y postnatal Cuanto más patología encontremos en cada período
mayor riesgo para el desarrollo.
Es frecuente que no comprendamos muchas de las siglas que utilizan los médicos en la
historia o las patologías que describen, siendo necesario que nos acerquemos a ellos y
preguntemos lo necesario para sacarnos las dudas. Es fundamental que ante
enfermedades o sospecha de las mismas, el psicomotricista se informe con material
científico serio acerca de las mismas. Debemos conocer lo que le sucede al paciente
pues muchas veces podemos confundir problemas del desarrollo de de origen orgánico
con otros de origen ambiental.
Escribir implica que tanto el que emite el mensaje como el que lo recepciona utilizan un
lenguaje comprensible para ambos. Esto hace que en nuestro caso no siempre sea fácil
el uso del lenguaje que haremos en la confección de un informe, ¿por qué? Porque es
muy diferente la forma en que tenemos que trasmitir lo observado si se trata de informar
al neuropediatra, que si se trata de informar al psiquiatra infantil, a la maestra de la
guardería o a los padres del bebé. Por ello debemos buscar un equilibrio y cuidar de no
quedar en algo sumamente descriptivo o totalmente despegado de la realidad, con un
lenguaje médico o excesivamente psicológico etc.
Como decíamos también existe otra “información” que tiene que ver con lo que nos ha
movilizado afectivamente el caso, con lo que hemos sentido durante los encuentros,
con nuestra disponibilidad e implicancia en el caso, etc.
Una vez finalizada las sesiones de encuentro con los padres y el bebé, comenzamos a
agrupar los diferentes datos por ítems:
1. Datos filiatorios
2. Presentación - impresión general
antecedentes personales
antecedentes familiares
3. Posibilidades de comunicación afectiva
4. Posibilidades motrices
5. Posibilidades cognitivas
6. Escala de desarrollo
7. En suma
8. Sugerencias.
Trataremos de:
Seleccionar las observaciones y datos que nos parezcan más significativos.
Ponernos siempre en el lugar de quien va a recibir nuestro informe, y
descentrándonos, pensar cómo lo recibirá, si comprende lo que queremos
trasmitir, si es confuso, etc.
Distinguir bien en nosotros lo que son sentimientos, pensamientos, expresiones
orales y expresiones escritas. En el caso de un informe de un diagnostico
psicomotor, con más razón debemos cuidar el lenguaje, quedará dentro de la
historia médica y seguramente a lo largo de los años, será leído por muchos
profesionales, por los padres inclusive por el propio niño cuando llegue a ser un
adulto.
Ser claros y precisos en el lenguaje, a la vez que criteriosos en la manera en que
se va presentando al paciente. El lenguaje en que se escribe el informe revela el
nivel profesional del psicomotricista y es muchas veces a través del informe que
se da a conocer a otros profesionales. La seriedad que éste trasmita, es clave.
Ser flexibles, y no hacer un “informe cliché” como si llenáramos una ficha. Si
bien nos guiamos por grandes lineamientos, es importante que el informe
trasmita nuestro recorrido creativo con ese bebe dando cuenta de su
singularidad.
Considerar que la forma en que redactamos el informe expresa nuestra forma de
pensar. A su vez saber que redactar nos ejercita a ordenar mejor nuestro
pensamiento. Practiquemos una y mil veces, y no nos desanimemos si no
quedamos conformes… es un largo camino de “elaboración y síntesis” que no
cesa jamás.
1. DATOS FILIATORIOS:
Datosdel paciente:
Nombre
Fecha de nacimiento:
Fecha de la evaluación:
Edad: (si es prematuro se pone la edad corregida)
Motivo de consulta: (ponemos la razón por la cual vamos a hacer el estudio, por
ejemplo Evaluación de su desarrollo psicomotor, o si el médico ya nos adelanta
de alguna forma su preocupación en torno al desarrollo “hipotonía generalizada
y severa. Trastornos de la comunicación. Retraso motor”, lo ponemos textual.
Técnicas aplicadas: (Por ejemplo: entrevista inicial a ambos padres, observación
de parámetros psicomotores del bebé, aplicación de escala de desarrollo –
especificando cuál-, observación del bebe en guardería, entrevista de devolución
a ambos padres)
2. PRESENTACION:
Luego de los datos básicos sobre el bebe, unos breves párrafos introductorias que
pueden ser referidos al motivo de consulta, a los antecedentes personales y familiares
más significativos, a las características relevantes del bebé y sus padres. Es una manera
global de presentar al bebe y hablar de su situación.
Por ejemplo:
Diego de 3 meses de edad es derivado por su neuropediatra Dr. Pérez, a los efectos de
que se le realice un estudio de su desarrollo psicomotor ya que se aprecia “Retraso en
alguna de sus conductas. Hipotonía generalizada y severa que afecta su desarrollo,
dificultades de la comunicación, evitación del contacto ocular”.
Concurre acompañado de sus padres a las diferentes instancias diagnósticas siendo
difícil trabajar directamente con el bebé ya que llora cuando se le separa de los brazos
de su mamá.
Entonces primero escribimos acerca de nuestra impresión general en cuanto al deseo del
bebé por comunicarse o no, y en líneas generales al bebé como “buscador y devolvedor
de estímulo” afectivos dentro de un vínculo con un otro.
4. POSIBILIDADES MOTRICES:
Tono
Movimiento
Aquí tratamos de referirnos a la motilidad espontánea del bebé (coordinación, ritmo,
intensidad, etc.), en la postura que adopta normalmente. Por ejemplo un bebé de dos
meses, en posición supina.
Posturas:
A lo largo de las sesiones del estudio hemos observado cuales son las posturas
preferidas por el bebe cuando lo dejamos en libertad sobre el colchón de la sala de
psicomotricidad, así como las posturas en las que “es colocado” por la madre.
5. ASPECTOS COGNITIVOS.
Vamos a tratar de discriminar a partir de lo observado, si el bebé tiene una relación con
los objetos, el espacio, etc., de tipo sensorial o de tipo exploratoria. Si queda adherido
en lo sensorial no pudiendo conectarse con el entorno humano observaremos con qué
frecuencia lo realiza, en qué situaciones, etc., ya que posiblemente nos estemos
encontrando ante conductas desviadas del desarrollo ya que no es normal a ninguna
edad quedar fijado (por ejemplo: lamiendo el espejo) sin responder. Si por el contrario
el bebe explora el espacio y los objetos, estará comparando, asimilando y acomodando,
estará desarrollándose cognitivamente.
6. ESCALA DE DESARROLLO.
7. EN SUMA:
Esta es una parte capital del informe escrito, ya sea porque es una síntesis donde uno
“conceptualiza” el caso, contextualiza el desarrollo psicomotor en algo más abarcativo
como es la constitución subjetiva del bebé, para dar finalmente un diagnóstico
psicomotor. Además es importante que esta síntesis sea precisa y concisa, ya que
muchas veces por falta de tiempo, el médico que es quien recibirá el informe, va
directamente a la lectura de esta síntesis final. .
1. DESARROLLO NORMAL
2. DESARROLLO RETRASADO
o Homogéneo
o heterogéneo: con algunas líneas desfasadas,
6. DESARROLLO ESTANCADO para esto hay que saber cómo ha sido el perfil
de desarrollo psicomotor del bebe y en qué momento se ha detenido. No es
frecuente de ver, pero hay que tener en cuenta que pueden encontrarse. Muchas
veces el estancamiento de conductas (aprendía y no aprende cosas nuevas, está
apocado, hace lo mismo que ya sabe hacer desde hace tiempo), tiene que ver con
algo a nivel familiar que desestabiliza al bebé y este se refugia en sus conductas
conocidas y detiene por decirlo de algún modo la exploración hacia el mundo
externo.
Si estamos bien seguros, la incluimos dentro de la síntesis final del informe, sino es
preferible no escribir nada. La etiología en las alteraciones del desarrollo psicomotor es
multicausal por lo tanto haremos hipótesis de las posibles causas.
De estas variables a despejar habrá algunas que nadie podrá modificar… (por ejemplo
una alteración cromosómica que determina un síndrome de Williams, o una parálisis
cerebral que si bien es irreversible es un daño permanente, o una ceguera, etc). Otras
variables podrán ser seguramente modificadas y otras dudosamente… Algunas serán
asunto del equipo interdisciplinario, otras específicas de cada disciplina.
9. SUGERENCIAS:
Aquí planteamos si consideramos que un abordaje psicomotor del bebé será necesario y
beneficioso para su desarrollo.
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Firma del profesional.
NOTAS