Está en la página 1de 93

Organización y maquetación

Organizado en Trello y maquetado por Takhisis_eam.

Traducción
Traducido por Takhisis_eam, Naikiara y Pablo el Metálico .

Corrección
Corregido por Vivabendy

Portada
Portadas adaptadas al español por Mathsalva.
Declaración
AudioWho es una iniciativa sin ánimo de lucro dedicada a traducir audios,
libros y cómics cuyos miembros whovianos y whovianas sacrifican su tiempo para
que todos los hispano-parlantes puedan disfrutar del universo extendido de Doctor
Who sin la barrera idiomática del inglés.

Toda la acreditación de este trabajo es para los creadores del contenido que
nos ha llegado en inglés, la BBC y las empresas y autores que se encargan de crear
el material. Esta comunidad respeta sus derechos de autor ya que no se lucra con
sus trabajos. Doctor Who es una marca registrada perteneciente a la BBC

Todos nuestras traducciones puedes descargarla gratuitamente en nuestra


web. AudioWho se mantiene gracias a sus dueños, por lo que no hay publicidad, no
recibe donaciones y no se obtiene ningún beneficio con esta web y sus
traducciones.

Estos trabajos pueden compartirse en webs o foros siempre que se respeten


las acreditaciones de esta web, sus traductores y demás colaboradores.

Prohibida la venta o cualquier tipo de actividad con fines lucrativos de estos


trabajos.

Esperamos que todas estas obras nos lleguen en español algún día de forma
oficial.

Más novelas, cómics y transcripciones de audios en


http://audiowho.com/
Aclaraciones a la hora de seguir el guión.
• Hemos añadido un índice por tiempo (cada quince minutos) de cada
uno de los audios.
• La traducción está hecha de manera que puedas seguirla con el audio.
Los efectos especiales están marcados entre paréntesis y en cursiva.
• La intervención de cada personaje está marcada por el nombre de este
en mayúsculas y lo que dice.
• Cada Llamada Cuenta es el segundo volumen de las aventuras en
audio del 9º Doctor.
Índice
2.01. Chica Deconstruida..................................................................6
Tiempo del Audio: 00:00...................................................................................7
Tiempo del Audio: 14:42.................................................................................16
Tiempo del Audio: 30:00.................................................................................25
Tiempo del Audio: 44:46.................................................................................33
2.01. Motivo de Pánico....................................................................34
Tiempo del Audio: 00:00.................................................................................35
Tiempo del Audio: 15.45.................................................................................44
Tiempo del Audio: 29.00.................................................................................52
Tiempo del Audio: 45.22.................................................................................61
2.03. El Planeta del Fin...................................................................65
Tiempo del Audio: 00:00.................................................................................66
Tiempo del Audio: 15:19.................................................................................74
Tiempo del Audio: 30:00.................................................................................81
Tiempo del Audio: 45:10.................................................................................88
Tiempo del Audio: 51:27.................................................................................91
2.01. Chica Deconstruida
Chica Deconstruida, por Lisa McMullin
Un Audiodrama de Big Finish Productions Las Aventuras del 9 º Doctor. Cada Llamada Cuenta,
publicado el 11 de agosto de 2021.

Tiempo del Audio: 00:00


MARNIE: ¿Papá?
KURT: Oh, hola. Soy el señor McDonald, el padre de Marnie.
MARNIE: ¿Papá?
KURT: Me preguntaba si estaba contigo. Es que no vino a casa anoche y no es
propio de ella.
MARNIE: Papá, estoy justo detrás de ti. ¿O estoy justo delante? No sé dónde estoy.
KURT: ¿Tienes idea de dónde puede estar?
MARNIE: Estoy… en todas partes.
KURT: Si hablas con ella...
MARNIE: ¡Papá!
KURT: Dile que no tiene ningún problema...
MARNIE: Papá, ¿por qué no puedes oírme?
KURT: Pero que por favor vuelva a casa.
MARNIE: Estoy en casa. Aunque… me siento rara.
KURT: De acuerdo.
MARNIE: Todo está fragmentado o yo estoy fragmentada.
DOUGLAS: Adiós. (Llama de nuevo) Hola, por favor, es la policía.
MARNIE: ¿Por qué no puedes verme?
KURT: Quiero denunciar la desaparición de mi hija.
MARNIE: No he desaparecido.
KURT: Marnie McDonald. 15 años. No volvió a casa anoche.
MARNIE: No he salido de casa.
KURT: Creo que podría haberse escapado.
MARNIE: No me he escapado. Papá, estoy aquí. Estoy aquí, papá. Por favor,
ayúdame. ¡Que alguien me ayude, por favor!

(Suena una alarma en la TARDIS.)


DOCTOR: Muy bien, no te pongas histérica. Te oí la primera vez. Sinceramente,
quejas, quejas y más quejas. Una migración de los Serapheem. Fantástico. Espera, eso
no está bien. ¿Qué estás haciendo ahí? Hablando del camino más largo. Irías más rápido
en un saltador, a menos que esta cosa se haya atascado otra vez.
(Ruido sordo)
MARNIE (OC): ¡Qué alguien me ayude, por favor!
DOCTOR: Hola. ¿Quién eres?

TELEVISIÓN: Y ahora las noticias locales.


JANA: ¿Señor McDonald? Soy la detective Lee.
KURT: Oh, eh, adelante.
TELEVISIÓN: Región de un inusual y repentino aumento de...
JANA: Parece sorprendido de verme. Fue usted quién nos llamó, ¿verdad?
KURT: Sí. Sí, fui yo. ¿Ha visto eso?
TELEVISIÓN: Dicen que sólo en las últimas 24 horas han recibido decenas de
llamadas de padres preocupados por la desaparición de adolescentes.
JANA: No he tenido tiempo de ver las noticias. He estado demasiado ocupada
investigando. Usted es mi novena visita a domicilio esta mañana. Estamos desbordados.
KURT: Bueno, ¿no sería de mayor utilidad en otro lugar? No es necesario enviar a
dos agentes.
JANA: No lo hemos hecho.
TELEVISIÓN: Algunos padres contaron cómo sus hijos se desvanecieron
literalmente en el aire. Cuando se le pidieron explicaciones, la policía...
(Apaga la televisión)
KURT: Tome asiento, si piensa pasar. La tetera acaba de hervir, si quiere una taza,
pero si necesita salir, no deje que yo la detenga.
JANA: Señor McDonald, denunció la desaparición de su hija, ¿verdad?
KURT: Debería haberlo visto venir. Ha estado deambulando por la casa con una
cara como si le hubieran dado unos azotes.
JANA: ¿Cuándo fue la última vez que vio a Marnie, señor McDonald?
KURT: ¿De verdad tengo que pasar por todo esto otra vez?
JANA: Aún no hemos pasado por esto ni una sola vez.
KURT: Bueno, no, no lo hemos hecho. Pero ayer, tuvimos una pequeña discusión
por algo y nada, tenemos muchas últimamente, y se fue furiosa a su habitación. Cuando
fui a verla más tarde...
JANA: ¿A qué hora discutieron?
KURT: Sobre las cinco.
JANA: ¿Y a qué hora la fue a ver?
KURT: Más o menos una hora más tarde. Fui a decirle que el té estaba listo.
JANA: ¿Qué fue lo que cocinó para el té anoche?
KURT: Él nunca me preguntó eso. ¿Es importante?
JANA: No, sólo hay un aroma persistente. Entonces, la fue a ver aproximadamente
a las seis y había salido. ¿Alguna idea de adónde?
KURT: No. Llamé a un par de personas, pero ahora no conozco a la mayoría de sus
amigos y no ha cogido su teléfono, lo que no es propio de ella. No para de enviar
mensajes de texto.
JANA: Umm. Podemos acceder a sus contactos, visitarles. ¿Por qué ha esperado
hasta esta mañana para denunciar su desaparición? ¿Se ha quedado fuera toda la noche
antes?
KURT: No me di cuenta de que no había vuelto a casa. Anoche me pareció oírla
moverse en su habitación.
JANA: Pero no lo comprobó.
KURT: No quería empezar otra bronca. Pensé, está en casa sana y salva, podemos
gritarnos por la mañana. Pero esta mañana no se levantó y cuando fui a mirar, no había
dormido en su cama.
JANA: Me gustaría echar un vistazo a la habitación de Marnie, si es posible.
KURT: Por supuesto. Su colega ya está allí.
JANA: ¿Perdón? ¿Qué colega?

KURT: ¿Les dejo a los dos con ello o...?


DOCTOR: Hola.
JANA: Oh, usted no es Alan.
DOCTOR: No, no lo soy. ¿Debería serlo?
JANA: Creí…
DOCTOR: Bueno, eso es peligroso, para empezar.
JANA: ¿Dónde está Alan?
DOCTOR: Ni idea. ¿Por qué no te pones en contacto con Personas Desaparecidas?
JANA: Yo soy de Personas Desaparecidas.
DOCTOR: Oh, claro, bueno, entonces no deberías necesitar ninguna ayuda,
¿verdad?
JANA: ¿Quién es usted?
DOCTOR: Sss.
JANA: ¿Disculpe?
DOCTOR: Escucha.
MARNIE: ¿Hola? ¿Me oís?
DOCTOR: Allí.
JANA: No oigo nada.
DOCTOR: Fue una vibración, un casi sonido. Alguien o algo está aquí dentro, o ha
estado. Mirad la habitación. Ha sido saqueada.
KURT: En realidad, siempre está así.
MARNIE: Muy gracioso, papá.
DOCTOR: Ahí. La cortina se ha movido. Una pequeñísima fracción, pero se ha
movido.
JANA: Hay brisa, así que...
DOCTOR: Salvo que no la hay. La ventana está cerrada con cristal triple, así que
¿qué es lo que ha movido la cortina?
MARNIE: Yo.
JANA: ¿Puedo ver su identificación?
DOCTOR: Por supuesto. Aquí tienes. ¿Quién soy?
JANA: Detective Superintendente John Smith.
DOCTOR: Sí, eso soy. Hola, hola, hola, entonces, ¿de qué se trata todo esto?
JANA: ¿Cómo es que nunca nos hemos visto antes, señor?
DOCTOR: No lo sé. ¿Conoces a todos los demás del universo?
JANA: No, pero conozco a la mayoría de la gente de la comisaría.
DOCTOR: Ahí lo tienes. A la mayoría. Me gustan la mayoría de los sabores de
caramelo, pero no soporto el de mora.
JANA: Bien. Entonces, ¿crees que hay algo aquí para avanzar?
KURT: Ese es su teléfono.
DOCTOR: ¿El teléfono de quién?
KURT: El de mi hija.
JANA: Sé que estamos un poco saturados esta mañana, pero ¿se le ha informado
del caso, señor?
DOCTOR: Por supuesto que sí, pero el resumen informativo fue... Bueno, fue
resumido.
JANA: Veré qué podemos encontrar en el teléfono. Mientras tanto, ¿tiene una lista
de amigos y lugares donde podría haber ido? Podemos empezar por ahí.
KURT: Ya he llamado a todos los que se me han ocurrido, pero he hecho una lista.
Se la traeré.
DOCTOR: Un momento. ¿Ha desaparecido alguien?
JANA: No estoy segura de que este sea el momento y el lugar para bromas, señor.
DOCTOR: Hola. ¿Hay alguien ahí?
MARNIE: Sí, yo.
(Se rompe un cristal.)
DOCTOR: No puedo oírte, pero sé que estás ahí. Cuelga.
JANA: ¿Qué ha sido eso?
KURT: El cuadro se cayó de la pared.
MARNIE: Fui yo. Lo hice yo, pero no sé cómo.
DOCTOR: ¿Ha desaparecido alguien más por aquí recientemente? Lo siento, ¿cuál
es tu nombre?
JANA: Detective Jana Lee, señor.
DOCTOR: Encantado de conocerte, Jana Lee. ¿Y tú eres?
KURT: Kurt McDonald. Me presenté antes cuando llegó.
DOCTOR: Lo siento, no estaba prestando atención en ese momento. Estaba
buscando a los Serapheem.
KURT: ¿Los qué?
DOCTOR: No importa. Ahora estoy buscando a su hija.
MARNIE: No tienes que buscar mucho.
KURT: ¿Cree que podrá encontrarla?
DOCTOR: Haré lo que pueda. Y lo que puedo es bastante impresionante.

(En un vehículo.)
DOCTOR: ¿Estamos en Escocia?
JANA: ¿Lo dice en serio?
DOCTOR: He bajado con un poco de prisa.
JANA: ¿De dónde ha bajado? ¿De las Tierras Altas?
DOCTOR: Un poco más alto que eso. ¿En qué parte de Escocia?
JANA: Dundee.
DOCTOR: Un pastel peligroso. Si alguna vez te encuentras tomando el té de la tarde
con María, Reina de Escocia, no intentes coger el último trozo. Nadie me advirtió que era

su favorito. De haberlo sabido, habría elegido un trozo de shortbread (1). Casi pierdo un
dedo. No has respondido a mi pregunta.
JANA: ¿Qué pregunta?
DOCTOR: ¿Ha desaparecido alguien más por aquí recientemente?
JANA: Pensé que estaba bromeando, señor.
DOCTOR: ¿Por qué iba a bromear con algo así?
JANA: No lo sé. Parece de ese tipo.
DOCTOR: Sígueme la corriente. Háblame como si acabara de llegar del espacio.
¿Qué estás investigando aquí?
JANA: Muy bien. Todo empezó sobre las diez de la noche.

MUJER (OC): Es mi hijo. No ha llegado a casa y nadie le ha visto.


CHICO (OC): Mi pareja ha desaparecido. Estaba frente a mí y se desvaneció, se
fue. Simplemente se fue, se fue.
CHICA (OC): Algo le ha pasado a mi hermana. Por favor, estoy muy asustada.
HOMBRE (OC): Nunca he visto nada igual. Nunca. Nos estamos riendo y al
momento siguiente levanto la vista y juro que...
MUJER 2: No sé qué hacer. ¿Qué debería hacer?
CHICA 2 (OC): Desvanecido.
HOMBRE (OC): En una nube de humo.
MUJER 2 (OC): Evaporada en el aire.
CHICA 2 (OC): Sólo se fue.

DOCTOR: ¿Cuántos?
JANA: 62.
DOCTOR: ¿En una noche?
JANA: En una hora.
DOCTOR: Entonces será mejor que nos pongamos en marcha.

JANA: Esta hoja de cálculo muestra los nombres, edades y ubicaciones de todos los
que desaparecieron anoche.
DOCTOR: Todos adolescentes.
JANA: Pero ni rastro de una fiesta o rave. No hay rastro de nada hasta ahora.
DOCTOR: Dundee.
JANA: Sí, todavía estamos aquí.
DOCTOR: Y ellos también.
JANA: ¿Qué?
DOCTOR: Tal vez aún haya tiempo.
JANA: ¿Tiempo de qué?
DOCTOR: De salvarles. ¿Puedes abrir esa ventana?
JANA: ¿En serio? Pero si aquí no hace calor.
(Abre la ventana.)
DOCTOR: Gracias. ¿Creciste por aquí?
JANA: Sí, a unas tres calles de aquí. ¿Por qué?
DOCTOR: Muéstramelo.
JANA: Ya no vivo allí.
DOCTOR: No importa. Llámalo corazonada.

TELEVISIÓN: El portavoz nos dijo que aún no hay indicios claros de que los casos
de los desaparecidos estén relacionados y que las investigaciones continúan. Enviamos a
nuestro reportero...
KURT: ¿Dónde estás, Marnie?
MARNIE: Estoy aquí, papá. No me he ido a ninguna parte. ¿Qué me ha pasado?
KURT: Sigo pensando en qué hice, en qué dije que fuera tan malo para que
quisieras escaparte.
MARNIE: Nunca dices ni haces nada, papá. Eso es parte del problema.
(Algo se rompe.)
KURT: Ah, no.
MARNIE: No era mi intención. ¿Está roto?
KURT: ¿Cómo ha pasado eso?
MARNIE: Te lo compré en el zoo, ¿te acuerdas?
KURT: Un pedazo de chatarra barato.
MARNIE: Lo elegí especialmente.
KURT: ¿Para qué me lo compró?
MARNIE: Pensé que te gustaría.
KURT: Desperdiciar su dinero en mí.
MARNIE: Quería hacerte un regalo.
KURT: Como si tuviera más dinero que sentido común.
MARNIE: Porque te habías apretado el cinturón y ahorrado para que yo pudiera ir a
ese viaje de estudios y nunca tuviste nada bonito.
KURT: No se puede pagar a un lechero con un elefante de China.
MARNIE: Pero eso no te impidió intentarlo. Vamos, tíralo a la basura ya que nunca
te gustó. ¿Papá? ¿Papá? ¿Estás llorando?

JANA: Ahí. El número 25. Ahí es donde crecí.


DOCTOR: ¿Qué hay de la casa embrujada de al lado?
JANA: No está embrujada. Sólo está vacía. Nadie vive allí desde hace años.
DOCTOR: Tienes que admitir que tiene un toque Scooby Doo.
JANA: Si tú lo dices.
DOCTOR: Cada pueblo tiene una casa así. Una casa sobre la que los niños
susurran alrededor de las hogueras. Una casa por la que la gente pasa a toda prisa. Una
casa embrujada.
JANA: No siempre fue así. Además, las casas no están embrujadas, la gente lo
está.
DOCTOR: ¿Por qué no pueden ser ciertas ambas cosas? ¿Qué sabes tú de gente
embrujada?
JANA: Es parte del trabajo, ¿no? La gente cuyos seres queridos desaparecen sin
razón conocida están embrujados. No por un fantasma, si no por una ausencia. En cierto
modo es peor que la muerte, el no saber, la molesta esperanza.
DOCTOR: La esperanza no molesta. La esperanza se sienta pacientemente,
esperando que la creas. ¿Usted cree, detective Jana Lee? Porque yo sí.
(Golpes en la puerta)
JANA: Es una casa vieja, destartalada y cubierta con tablas. ¿Quién espera que
abra la puerta, Igor?
DOCTOR: No, no seas tonta. Se mudó a Bridlington después de todo el jaleo de
Frankenstein. Además, ¿en qué año estamos?
JANA: ¿En 2004?
DOCTOR: Sí, ya habría muerto. Tengo que ponerme al día con él un día de estos.
JANA: No hay nadie ahí.
DOCTOR: Tenemos que entrar.
JANA: Ni siquiera puedo ver el interior.
DOCTOR: No seas tan derrotista. ¿Tienes un destornillador?
JANA: Oh, sí, nunca salgo de casa sin uno.
DOCTOR: ¡Ja! Yo tampoco. Salvo que el mío no sirve en la madera. Esta tabla está
suelta.
(Esfuerzo, rompe la madera.)
JANA: Entonces, ¿cuál es su corazonada?
DOCTOR: Ya está.
JANA: ¿Sabe algo que yo no sepa?
DOCTOR: Sí. Un montón de cosas.
JANA: Específicas de este caso.
DOCTOR: ¡Atrás!
(Se rompe un cristal.)
JANA: Me quedaré aquí fuera.
DOCTOR: Aaah, ¿tienes miedo de entrar en la casa embrujada?
JANA: No seas tonto.
DOCTOR: Bueno, eso es mucho pedir. ¿Por qué no entras? Vale, quédate ahí fuera.
No tardaré mucho. Puedes meter la cabeza por la ventana al menos.
JANA: Se ve igual. Más polvorienta, pero igual. Solía jugar aquí a todas horas
cuando era niña. ¿Qué es eso?
DOCTOR: Destornillador. No funciona con madera, pero sí con una perturbación
molecular residual.
JANA: ¿Qué es eso cuando está en casa?
DOCTOR: Es esa sensación que tienes cuando crees que hay alguien detrás de ti,
pero cuando te das la vuelta no hay nadie. La perturbación molecular residual te hace
temblar como si alguien hubiera paseando por encima de tu tumba. Es lo que hace que
una casa parezca embrujada.
JANA: Por favor, los fantasmas no existen.
DOCTOR: Estoy de acuerdo, pero la gente no desaparece de un lugar sin aparecer
en otro. Sólo tenemos que encontrarlos.
JANA: Umm. Deberías ser detective.
DOCTOR: Lo soy, ¿no?
JANA: Empiezo a preguntármelo.
DOCTOR: Interesante.
JANA: ¿Qué?
DOCTOR: La gente no desaparece sin más, pero ¿y si lo hicieran? ¿Y si aún están
aquí, pero no podemos verlos?
JANA: Oh, así que ahora hemos pasado de fantasmas al hombre invisible. ¿Le
importa si llamo a alguien para que compruebe sus credenciales?
DOCTOR: Sí, la verdad es que sí. Apártate, que voy a salir. Muy bien, tienes razón,
no soy de la policía.
JANA: Lo sabía.
DOCTOR: Soy de una agencia gubernamental que investiga fenómenos
inexplicables.
JANA: ¿De verdad?
DOCTOR: De verdad.
JANA: Incluso si eso fuera cierto, que no voy a mentirle, lo dudo mucho, está
comprometiendo una investigación de personas desaparecidas.
DOCTOR: No, estoy ayudando. Bien, tengo que ir a buscar herramientas. Si todavía
estás aquí cuando regrese, puedes ayudar también. Chaito, por ahora.

Tiempo del Audio: 14:42


(La TARDIS se materializa, se abre la puerta.)
DOCTOR: Espero que este suelo aguante. Bien, veamos si esto funciona.
JANA (OC): ¿Hola? ¿Hay alguien ahí arriba?
DOCTOR: ¡Sólo yo!
JANA (OC): ¿Y quién es yo?
DOCTOR: Un poco ocupado ahora mismo.
(Destornillador sónico, pasos subiendo escaleras.)
JANA: ¿Cómo ha...? ¿Dónde ha...? ¿Cómo ha...?
DOCTOR: Me temo que va a tener que acotarlo.
JANA: Acabo de verle subir por el camino hasta la carretera. ¿Cómo...? ¿Cómo ha
llegado hasta aquí? ¿Qué es todo esto? ¿Qué es esa gran cabina azul de la esquina?
DOCTOR: Te lo dije, tenía que ir a buscar algunas cosas.
JANA: Estaba fuera hace unos segundos. Es imposible.
DOCTOR: No lo es y sin embargo lo es porque aquí estoy. Pásame el estabilizador
cuántico.
JANA: ¿El qué?
DOCTOR: Esa cosa rizada y plateada.
JANA: ¿De dónde ha salido todo esto?
DOCTOR: ¿Recuerdas la cabina azul de Policía en la esquina por la que
preguntabas?
JANA: ¿Sí?
DOCTOR: De ahí salió todo esto.
JANA: ¿Cuándo? ¿Cómo?
DOCTOR: Mira, no te gustaban mucho las casas embrujadas. No estoy seguro de
querer que pruebes los viajes en el tiempo.
JANA: ¿Qué está pasando?
DOCTOR: Estoy construyendo una cámara de resonancia de pulso, un dispositivo
de comunicación. Te permite hablar con alguien que no tiene voz.
JANA: ¿Cómo cuáles? ¿Los oprimidos?
DOCTOR: Ah. ¿Cómo creamos el habla? ¿Cómo hablamos físicamente?
JANA: Eh…
DOCTOR: Obligamos al aire de nuestros pulmones a subir y salir por los
resonadores de nuestra garganta, boca y nariz.
JANA: Estaba a punto de decirlo.
DOCTOR: ¿Y si no tuvieras boca, nariz, garganta o pulmones? O qué pasaría si
hubieran sido deconstruidos como un postre demasiado caro en un restaurante de lujo.
Todos los elementos están ahí, pero han sido separados en sus propios elementos
constitutivos, así que no puedes emitir ningún sonido pero tus ondas cerebrales siguen
pulsando. Como cuando gritas dentro de tu cabeza pero nadie más escucha.
JANA: Realmente estoy haciendo eso ahora mismo.
DOCTOR: La cámara de resonancia de pulso recoge el grito silencioso y le da voz.
Los pensamientos, impulsos eléctricos, rebotan en la cámara y reciben suficiente
estructura molecular como para mover el aire a su alrededor. Los pensamientos se
convierten en sonido y en voces.
JANA: Vale.
DOCTOR: Bueno, podrías intentar parecer un poco más impresionada. Soy el
Doctor, por cierto. ¿Lo había mencionado?

(Pitido.)
DOCTOR: A veces incluso me sorprendo a mí mismo.
JANA: Esto es de locos.
DOCTOR: Es una genialidad, aunque dicen que hay una estrecha línea. ¿Lo
probamos? ¿Hola? ¿Hay alguien ahí? ¿Hola? Háblame. ¿Hay alguien ahí?
JANA: No me gusta esto. Es como si estuvieras dirigiendo una sesión de espiritismo
o algo así.
DOUGLAS: (Con eco) ¿Hola? ¿Podéis oírme?
DOCTOR: Alto y claro. Más o menos. ¿Con quién estoy hablando?
DOUGLAS: Soy Douglas.
DOCTOR: Hola, Douglas.
JANA: Basta.
DOUGLAS: Jana.
DOCTOR: ¿Os conocéis?
DOUGLAS: Jana, ¿de verdad eres tú?
JANA: Ese no es Douglas. Douglas tenía 13 años. Apenas le había cambiado la
voz.
DOCTOR: ¿Tenía 13 años? ¿Cuándo?
JANA: Cuando desapareció, hace 20 años. Vivía aquí. Era... era mi mejor amigo, y
un día sencillamente...
DOCTOR: ¿Desapareció?
DOUGLAS: Pero sigo aquí.
JANA: Basta. Esa voz incorpórea no es Douglas.
DOCTOR: Tenías razón cuando dijiste que esta casa no está embrujada. Está
habitada. Douglas nunca desapareció, nunca se fue a ninguna parte.
Desafortunadamente, sólo fue redistribuido molecularmente.
JANA: ¿Es una forma ingeniosa de decir que murió?
DOCTOR: No, Douglas, o más bien las moléculas antes conocidas como Douglas,
siguen envejeciendo. Escucha su voz. No es la voz de un adolescente, es la de un
hombre adulto.
JANA: ¿Doug?
DOUGLAS: Sí.
JANA: Dime algo que sólo tú sabrías.
DOUGLAS: ¿Cómo qué?
JANA: Cualquier cosa.
DOUGLAS: Sé que te gusta Simón Campbell.
JANA: Todo el mundo sabía que me gustaba Simón Campbell.
DOCTOR: ¿Quién es Simón Campbell?
DOUGLAS: Un completo perdedor.
JANA: Estaba en nuestra clase en el colegio. Ahora está en prisión. Lo arresté hace
tres años por fraude.
DOUGLAS: ¡Ja! Te dije que era un falso. Te lo dije.
JANA: Siento que estoy teniendo una experiencia extracorporal.
DOCTOR: ¿Cómo crees que se siente el pobre Douglas?
DOUGLAS: Jana, ¿puedes...? ¿Puedes verme?
JANA: No, sólo te oigo. Gracias al resonador, ¿verdad?
DOCTOR: Exacto. No es un fantasma. Todavía está vivo, sólo que deconstruido y
creo que lo que le pasó a él le pasó a Marnie McDonald y a los otros. ¿Douglas?
DOUGLAS: ¿Sí?
DOCTOR: Tenemos que salir un momento.
DOUGLAS: No, por favor, no os vayáis. No he hablado con nadie desde...
DOCTOR: Lo sé, pero confía en mí, literalmente estaré de vuelta antes de que te
des cuenta. Necesito llevarme esto. Jana, te veré en casa de Marnie.
JANA: ¿Por qué? ¿A dónde vas?
DOCTOR: Aquí dentro.
JANA: En la cabina de policía. ¿Por qué?
DOCTOR: Es una máquina del tiempo y del espacio.
(Se abre la puerta de la TARDIS.)
JANA: ¿Y ahora qué, te lo ruego?
DOCTOR: Viaja por el tiempo y el espacio.
JANA: Vale.
DOCTOR: ¿Estás bien con eso? ¿No sientes que tu cabeza está a punto de explotar
o algo así?
JANA: No. No, creo que he... creo que he dejado atrás las explosiones mentales.
Ahora estoy lidiando con una crisis nerviosa muy tranquila. ¿Eso está bien?
DOCTOR: Bien. Continúa. Tú coge tu coche, yo cogeré la TARDIS.
(Se cierra la puerta de la TARDIS.)
JANA: ¿Qué cogerás el qué?
(La TARDIS se desmaterializa.)

(La puerta del coche se cierra, la TARDIS se materializa.)


JANA: No me lo puedo creer
(Se abre la puerta de la TARDIS.)
DOCTOR: Te dije que cogería la TARDIS.
(Se cierra la puerta de la TARDIS.)
JANA: Hace media hora. Lo dijiste hace media hora y cuatro kilómetros.

(Timbre. La puerta se abre.)


DOCTOR: Le dijiste a Jana que la razón por la que no fuiste a ver a tu hija anoche
es porque te pareció oírla moverse en su habitación.
(Se cierra la puerta.)
KURT: Sí, la oí. No puedo explicarlo.
JANA: Apuesto a que él sí puede.
DOCTOR: ¿Y nada desde entonces? ¿Ruidos extraños? ¿Cosas que se mueven y
que no deberían moverse?
JANA: Como ese cuadro que se cayó de la pared.
DOCTOR: Exactamente. ¿Algo así, como un poltergeist?
KURT: En realidad sí, si creyera en esas tonterías.
JANA: Dale media hora.
DOCTOR: Oh, vamos. No es un poltergeist, es Marnie. Sus moléculas están
rebotando por todo el lugar. No puede controlarlas. Ahora mismo no puede distinguir su
trasero del dedo gordo del pie.
(Suben corriendo.)

KURT: ¿Qué diablos está haciendo? ¿Qué es esa cosa?


JANA: Es un resonador de pulso, al parecer.
DOCTOR: ¿Le gustaría hablar con su hija?
KURT: ¿La han encontrado? ¿Saben dónde está?
DOCTOR: ¿Es que nadie me escucha? Está aquí, Kurt, y allí y allí y probablemente
por todo el alféizar de la ventana.
JANA: Está hecha trocitos. Y no es la única.
(Ponen en marcha el dispositivo.)
DOCTOR: Hola, Marnie.
MARNIE: (Con eco) ¿Hola?
KURT: Oh, ¿Marnie?
MARNIE: Papá, ¿puedes oírme?
KURT: Sí. Sí, puedo oírte. ¿Dónde estás? ¿Dónde está? ¿Cómo es que puedo oírla
pero no verla? ¿Dónde está?
DOCTOR: Y una vez más para la gente del fondo, su hija está aquí. No está muerta,
está muy viva. Bueno, muy podría ser un poco exagerado, pero la cuestión es que está a
salvo.
JANA: ¿A salvo? Es polvo.
DOCTOR: ¿No deberíamos dedicar un momento a alegrarnos por el hecho de que la
hemos encontrado? Ya no es una persona desaparecida.
JANA: No, es una persona deconstruida. ¿Dónde está la mejoría?
MARNIE: ¿Qué me ha pasado?
JANA: Realmente es una muy buena pregunta. ¿Quién la deconstruyó?
KURT: No estoy pillando nada de esto. ¿Cómo puedo recuperar a mi hija?
DOCTOR: Los Serapheem, eso responde a todas vuestras preguntas.
JANA: ¿Los qué?
KURT: ¿Los qué?
MARNIE: ¿Los qué?
DOCTOR: ¿No he mencionado a los Serapheem? ¿Una especie extraterrestre
microscópica más ligera que el aire? ¿No? Miradas vacías por todos lados. Los estaba
rastreando a través del sistema estelar Zentantheen. En serio, ¿no os suena esto? Oh,
bien. Entonces una puesta al día rápida. Los Serapheem son formas de vida alienígenas
tan ligeras que pueden atravesar galaxias en la luz estelar Migración interestelar. El
planeta Tierra está en su ruta migratoria. Se detienen aquí por el camino. La Tierra es su
estación de servicio intergaláctica. Nadie se da cuenta. Descansan un poco y luego
siguen su camino, sin causar problemas a nadie. O eso creía. No me había dado cuenta
de que habían estado recogiendo autoestopistas como Marnie.
JANA: Y Douglas.
KURT: ¿Me está diciendo que mi hija ha sido abducida por alienígenas?
MARNIE: Cállate.
JANA: Espera a que llegue a la máquina del tiempo.
DOCTOR: No, no exactamente. Los Serapheem no pueden distinguir entre voz y
pensamiento. Creo que han captado deseos de estar lejos, anhelos de estar en otro sitio.
Ya sabéis cómo son los adolescentes, todo angustia y hormonas.
MARNIE: ¡Oye!
DOCTOR: La mayoría de las veces no son verdaderos deseos de fugarse. No son
motivaciones lógicas, consideradas o decisivas para marcharse. Sólo son rabietas contra
restricciones y reglas. Pero los Serapheem escuchan los deseos de huir y quieren ayudar.
Son como pequeñas hadas madrinas.
JANA: Pero has dicho que Marnie sigue aquí, que no se la han llevado.
DOCTOR: No, pero lo intentaron.
KURT: ¿Intentaron el qué?
DOCTOR: Llevársela. Su hija estaba enfadada en su habitación, ¿verdad? Una gran
bronca, te odia y sólo quiere irse lo más lejos posible de este agujero del infierno.
MARNIE: Sí, eso ha sido cruelmente exacto.
DOCTOR: Los Serapheem captan sus pensamientos y dicen, no te preocupes. Te
llevaremos lejos de aquí, no hay problema, salta a bordo.
KURT: ¿A bordo de qué?
DOCTOR: Sí, bueno, ahí está el problema. Para poder llevar a Marnie, tienen que
deconstruirla a nivel molecular, hacerla lo suficientemente ligera como para flotar en la luz
estelar.
KURT: ¿Eh?
DOCTOR: Sólo que los humanos, incluso los deconstruidos, nunca serán más
ligeros que la luz. Los Serapheem no pueden llevarlos consigo después de todo.
JANA: ¿Así que los abandonan, dejando partículas dispersas de gente por todo el
lugar? Es horrendo.
DOCTOR: No es malintencionado. No se dan cuenta de que están haciendo algo
destructivo. Intentan ayudar, no pueden, y siguen adelante.
MARNIE: Bueno, haz que vuelvan y diles que me recompongan.
DOCTOR: Lo haría si supiera dónde encontrarlos.
JANA: Esa cabina azul tuya, ¿dijiste que era una máquina del tiempo y del espacio?
¿El espacio exterior?
DOCTOR: El exterior, el interior, una mezcla. Va a cualquier parte y a todas partes.
JANA: Dijiste que la Tierra está en la ruta migratoria de los Seranoséqué. ¿No
puedes rastrearlos desde tu nave espacial?
DOCTOR: Eso es exactamente lo que estaba haciendo.

DOCTOR: Muy bien, no te pongas histérica. Te oí la primera vez. Sinceramente,


quejas, quejas y más quejas. Una migración de los Serapheem. Fantástico. Espera, eso
no está bien. ¿Qué estás haciendo ahí? Hablando del camino más largo. Irías más rápido
en un saltador, a menos que esta cosa se haya atascado otra vez.
(Golpe sordo)
MARNIE (OC): ¡Que alguien me ayude, por favor!
DOCTOR: Hola. ¿Quién eres? No, no, no, vamos, dame una señal que pueda fijar.
MARNIE (OC): ¿Alguien? Por favor. ¿Por qué no me oye nadie?
DOCTOR: Oh, Yo te oigo muy bien, un poco confuso sobre quién eres y dónde
estás. Estoy intentando comunicarme. Tengo conflictos audiovisuales. Si me oyes, soy el
Doctor. Estoy recibiendo una señal de auxilio visual de los Serapheem. Su trayectoria
migratoria se ha desviado. Los estoy detectando sobre la Tierra.
MARNIE (OC): No sé lo que está pasando.
DOCTOR: Tú y yo, chica. Oh, un momento, déjame probar... ¡Sí! Hola, Serapheem.
¿Qué pasa? Sólo emigráis una vez por década. Sé que el tráfico en vacaciones puede ser
una pesadilla cerca del Prisma de Orión, pero no deberíais pasar por el planeta Tierra
hasta dentro de seis años. Lo siento, la TARDIS no puede traducir. Sois demasiados
hablando a la vez. He oído otra voz, parecía humana, pidiendo ayuda... ¿Podéis volver a
ponerlos en la línea? ¿Hola? Hola, ¿puedes oírme?

DOCTOR: Logré rastrear la señal de auxilio y seguirla hasta aquí, pero luego el
rastro se perdió.
KURT: Creía que eráis la policía.
DOCTOR: De hecho ella lo es. Yo soy más bien un detective privado.
JANA: Con una nave espacial que es una máquina del tiempo.
DOCTOR: Pero era la voz de Marnie la que escuché, filtrada a través del S.O.S de
los Serapheem. Es una frecuencia muy específica. Me pregunto... Veréis, la TARDIS no
puede traducir la voz colectiva de los Serapheem, es como tratar de hablar con un
enjambre de abejas, pero podría ser capaz de usar a Marnie como un conducto.
KURT: ¿Cómo un qué?
DOCTOR: Podría ser capaz de comunicarme con los Serapheem a través de ella, si
está dispuesta. ¿Marnie?
MARNIE: Sigo aquí.
DOCTOR: Es posible que pueda usarte para hablar con las formas de vida que te
hicieron esto.
MARNIE: ¿Y conseguir que me devuelvan mi cuerpo?
DOCTOR: Bueno, tu cuerpo todavía está aquí. Sólo necesita... reensamblarse. Yo
no sé cómo hacerlo, pero los Serapheem sí.
MARNIE: Entonces, ¿a qué esperamos?
DOCTOR: Tienes que entender los riesgos.
KURT: ¿Qué riesgos?
JANA: La chica es realmente un fantasma viviente. ¿Qué tiene que perder?
DOCTOR: Su mente.
MARNIE: Sí, bueno, no sé si alguna vez has sido deconstruido molecularmente,
pero puedo asegurarte que no está haciendo maravillas en mi salud mental.
DOCTOR: Puedo usar la cámara de resonancia de pulso para canalizar tus
pensamientos y transmitirlos a través de la TARDIS.
JANA: Así es como llama a su nave espacial máquina del tiempo.
DOCTOR: Gracias. Transmitiré tus pensamientos para conectar con la conciencia
del enjambre Serapheem encima de la Tierra.
MARNIE: Realmente eso suena bastante guay.
DOCTOR: También es bastante peligroso. Hay una posibilidad muy real de que
puedas perder la cabeza allí arriba y no me refiero a que te vuelvas un poco loca, me
refiero a que pierdas físicamente la cabeza.
JANA: ¿Cómo?
DOCTOR: Imagina que llevas un saco de canicas hasta la cima del Everest y que
allí lo vuelcas por el borde de la cumbre. ¿Qué posibilidades hay de que las vuelvas a
encontrar? Bien, imagina que tu mente es ese saco de canicas y que la cima del Everest
es donde están los Serapheem.
MARNIE: Ahora me estás asustando.
DOCTOR: Sólo lo estoy diciendo. Si quieres, puedes quedarte cómo estás ahora,
vivir tu vida como eres ahora.
MARNIE: No.
DOCTOR: Puedo dejar la cámara de resonancia para que puedas hablar con tu
padre.
MARNIE: ¿Y permanecer como esta sombra dispersa para siempre?
DOCTOR: Bueno, no para siempre. Al final morirías.
MARNIE: Sin embargo papá probablemente morirá primero, ¿cierto? y nadie sabrá
que estoy aquí. Me quedaré sola, flotando por aquí arriba, esperando a la muerte.
JANA: Como Douglas.
MARNIE: No, gracias. Una vida de fantasma no es vida. Prefiero arriesgarme con la
luz estelar. ¿Qué tengo que hacer?
DOCTOR: Bueno, lo primero que tenemos que hacer es... ordenar este dormitorio.

MARNIE: ¿Por qué movéis mi cama?


JANA: Porque necesita un lugar para aparcar su cabina azul.
KURT: La pondremos en el rellano por ahora.
DOCTOR: Para ti, para mí.
KURT: ¿Eh?
DOCTOR: ¿No eres fan de los Chuckle Brothers? Sólo yo, entonces.
JANA: Espera, hay un montón de cosas debajo de la cama.
MARNIE: Oh, genial. Uno pensaría que ser reducida a átomos dispersos sería lo
más malo que le podría suceder en un día.
KURT: ¿No quieres que termine?
JANA: Un par de peluches de aspecto sarnoso.
MARNIE: Son Billy y Bobby Bunnikins a los que estás despreciando.
JANA: Bueno, todo despejado. Ya puedes traer la...
(La TARDIS se materializa.)
JANA: Nave espacial.
(Las puertas de la TARDIS se abren.)
DOCTOR: ¡Tachán! ¿Qué?
KURT: ¿Hay dos tús?
DOCTOR (OC): Todavía no me he ido.
Tiempo del Audio: 30:00
DOCTOR: Ups. Bueno, espabila. Aquí estamos todos esperando.
DOCTOR (OC): ¡Ya me voy!
KURT: ¿Cómo es que hay dos tús?
DOCTOR: No los hay. Sólo soy yo. Dos veces. Lo siento.
DOCTOR (OC): ¡Me he ido!
(La puerta principal se cierra de golpe.)
DOCTOR: Bien, tengo que conectar el resonador de pulso a la interfaz de la
TARDIS. ¿Aún estás segura de esto, Marnie? Estoy a punto de enviarte vía interfaz a
través de la exosfera. No puedo garantizar rotundamente que vuelvas.
MARNIE: Lo sé. ¿Papá? Si pierdo la cabeza ahí arriba, sabes que te quiero,
¿verdad?
KURT: Sé que sí.
DOCTOR: De acuerdo. Intenta mantener tu mente concentrada en una cosa, una
imagen o un recuerdo. Algo fuerte, algo importante. Cada átomo de Marnie McDonald
está a punto de salir disparado de aquí a una velocidad muy cercana a la de la luz.
MARNIE: De acuerdo.
DOCTOR: ¿Lista?
MARNIE: Lista. ¡Yujuu! ¡Uoa! ¡Uou!
DOCTOR: Vamos, Marnie
JANA: No es probable que explote esa cabina azul tuya, ¿no?
DOCTOR: Aún no.
KURT: ¿Aún no?
DOCTOR: Se detendrá en un minuto, probablemente. Emocionante, ¿verdad?
KURT: En realidad no
DOCTOR: Vamos, vamos, haz contacto. ¡Vamos! ¡Sí! Lo ha hecho.
KURT: A riesgo de parecer tonto, ¿ha hecho el qué?
DOCTOR: Ha conectado con los Serapheem. Espera un momento y te presentaré a
las criaturas que convirtieron a tu hija en confeti humano.
KURT: ¿Soy yo o actúa como si este tipo de cosas le sucedieran continuamente?
JANA: Tengo la extraña sensación de que sí.
DOCTOR: Bien, conecta este cable en ese enchufe rojo.
JANA: ¿Qué es?
DOCTOR: Una extensión de la consola de la TARDIS, así no os tengo que tener
recorriendo mi nave. Acabo de pasar la aspiradora.
KURT: Esto es como sacado de Star Trek.
DOCTOR: Ni por asomo lo es.
JANA: Hace que quieras presionar las cosas, ¿no es así? Sólo para ver qué hacen.
DOCTOR: Nadie está presionando nada. A menos que estés hablando de planchar,
en cuyo caso traeré la cesta de la ropa. Ahora callaros. Necesito hablar con Marnie.

MARNIE: ¿Hola? ¿Dónde estás? ¿Dónde está esto? Te conozco. Soy tú. ¿Qué soy
yo?
KURT (OC): ¿Marnie?
MARNIE: Marnie. Marnie. ¿Hola?
KURT (OC): ¿Doctor?
DOCTOR (OC): Se está retroalimentando a través de la interfaz.

DOCTOR: Marnie, voy a necesitar que te concentres. Dentro de un minuto haré


contacto con los Serapheem. La interfaz los atraerá a tu frecuencia, lo que significa que tu
cerebro se sentirá un poco, bueno, ocupado. Estará procesando tus pensamientos así
como los de los Serapheem, así que necesito que dejes tu mente en blanco.
KURT: Eso debería resultar bastante fácil para nuestra Marnie.
DOCTOR: Los comentarios sarcásticos no son necesarios en este momento,
gracias.
MARNIE: Pero me dijiste que tuviera un pensamiento fuerte al que aferrarme.
DOCTOR: Sí, lo dije. Mantenlo al fondo de tu mente. Distancia mental de contacto.
Cuando me desconecte de los Serapheem, necesitaré que te concentres al máximo en
esa cosa tan importante.
MARNIE: Muy bien.
JANA: Doctor, si esto funciona, ¿traerá de vuelta a todos los niños desaparecidos?
DOCTOR: Veamos si funciona primero. ¿Lista, Marnie?
MARNIE: Lista.
DOCTOR: Conectando con los Serapheem.
KURT: ¿Qué es eso?
JANA: Es precioso.
DOCTOR: Es el murmullo natural de los Serapheem, casi imposible de traducir a
menos que...
SERAPHEEM: Pronto volaremos. Es muy difícil no pensar en nada en absoluto.
KURT: Esa es Marnie.
DOCTOR: Es su voz, pero no es ella con quien quiero hablar. ¿Estoy hablando con
los Serapheem?
SERAPHEEM: ¿Quién eres? ¿Cómo nos hablas? Debe ser casi la hora del té.
KURT: ¿Qué tiene que ver la hora del té?
JANA: No tengo ni idea.
DOCTOR: Soy el Doctor. Necesito saber por qué habéis cambiado vuestra
trayectoria migratoria.
SERAPHEEM: Nuestro sol se está expandiendo. Nos hemos visto obligados a huir
del heliosistema. Puede que nunca vuelva a comer pasta.
KURT: ¿De qué iba eso de la pasta?
JANA: Oh, creo que están saliendo algunos de pensamientos de Marnie. Debe
haber sido por eso que le dijo que mantuviera la mente en blanco.
DOCTOR: ¿Podéis dejar de parlotear?
SERAPHEEM: Teníamos que volar o arder.
DOCTOR: Siento escuchar eso. Si puedo hacer algo para ayudaros, lo haré, pero
necesito que hagáis algo por mí.
SERAPHEEM: Continúa, Doctor. Espaguetis a la carbonara.
DOCTOR: Habéis estado recogiendo a gente de la Tierra, reduciéndola a sus
componentes moleculares.
SERAPHEEM: Eran demasiado pesados en su forma original.
DOCTOR: Siguen siendo demasiado pesados en su forma deconstruida.
SERAPHEEM: Sí. Sentimos no poder ayudarles. Pollo frito. Una cesta de gatitos.
DOCTOR: Sí, la cuestión es si hay alguna posibilidad de volverlos a unir. Sólo los
humanos prefieren sus moléculas en un gran bulto.
SERAPHEEM: ¿Es lo que prefieren?
DOCTOR: Lo prefieren, sí.
SERAPHEEM: Gatitos. Sólo quería el pequeño más dulce con esas orejas.
DOCTOR: Bueno, te dejaré mi número.
SERAPHEEM: Gatitos. Gatitos. Gatitos. Mermelada.
JANA: ¿Qué ocurre?
DOCTOR: Se está desintegrando. Serapheem, necesito que invirtáis la
deconstrucción molecular. ¿Me oís?
KURT: Espera. ¿Quién se está desintegrando? ¿Marnie?
DOCTOR: Sí. Serapheem, ¿me oís?
SERAPHEEM: Te oímos en el jardín y el viento en el árbol del yogur helado, papá,
papi.
KURT: Marnie.
DOCTOR: No está hablando contigo. Son sólo pensamientos al azar. Serapheem,
necesito que lo hagáis ahora.
SERAPHEEM: Ahora. Estúpida langosta en mi casa. Papá. Mi papá. Quiero a mi
papá.
DOCTOR: Voy a tener que cortar la conexión. Marnie se está descomponiendo.
Serapheem, si podéis oírme, por favor, necesito que invirtáis la deconstrucción molecular.
SERAPHEEM: Deambular, vagabundear, ayudar, zumm. Juva sala. Pa-pa-pa-pa.
JANA: Cuando dices que se está descomponiendo...
DOCTOR: Su mente. Marnie, encuentra el pensamiento, el único pensamiento fuerte
y aférrate a él. Cortando la conexión ya.

MARNIE: Pa-pa-pa-pa.
KURT (OC): ¿Marnie?
MARNIE: Da-da-da.
DOCTOR (OC): Marnie, ese pensamiento fuerte. Encuéntralo, aférrate a él.
KURT (OC): ¿La he perdido?
DOCTOR (OC): No necesariamente.
JANA (OC): No ha funcionado.
KURT (OC): ¿Qué voy a hacer? Ni siquiera puedo hablar con ella. Mi niña está...
MARNIE: Da-da-da-da.

MARNIE: Da-da-da-da. Información entrante. Alimenta a los peces con comida.


KURT: Está diciendo disparates.
DOCTOR: Esperad.
JANA: ¿Qué significa ese pitido?
DOCTOR: Es un código. ¿Qué clase de código?
MARNIE: Da-da-da-da.
DOCTOR: Es un código molecular. No, no es sólo un código, es un libro de
instrucciones.
KURT: ¿Instrucciones para qué?
DOCTOR: Para reconstruir a un ser humano, si los humanos fueran muebles planos.
Si lo introduzco a través de los sistemas de transferencia en bloque de la TARDIS... y uso
un poquito de energía Artron. Sólo un poquito. Es por una buena causa. Convierto la
cámara de resonancia de ahí fuera en una especie de impresora 3D para humanos.
Cerrad los ojos, la vieja amiga es tímida. Y un poquito cegadora. ¡He dicho que cerréis los
ojos!
JANA (OC): ¿Qué es esa luz?
DOCTOR: El corazón de la TARDIS y es uno bueno. (Sale de la TARDIS.) Kurt,
mantén el resonador firme. No queremos perder ningún pedazo en el proceso.
KURT: ¿Pedazo?
DOCTOR: Reconstruir a tu hija a nivel atómico es como armar un rompecabezas
muy, muy intrincado.
JANA: ¿Y estás diciendo que podríamos encontrarnos con que falta una pieza?
KURT: ¿Qué pieza?
DOCTOR: Oh, con un poco de suerte sólo será un poco del borde, un poco de cielo,
o el equivalente humano.
KURT: ¿Cuál es el equivalente humano de un poco de cielo?
DOCTOR: Mira, si consigo traer a tu hija sana y salva, no quiero ninguna queja si su
pelo es un poco más corto, ¿de acuerdo?
KURT: Vale. De acuerdo.
DOCTOR: Si Igor pudiera verme ahora. Jana, conecta ese cable a ese enchufe de
ahí.
JANA: Si esto funciona con Marnie, ¿funcionará con todos los desaparecidos? Los
que son como Marnie, quiero decir.
DOCTOR: Una reconstrucción molecular humana total a la vez, ¿eh? Allá vamos.

KURT: ¡Ah, está funcionando! Está funcionando, ¿verdad?


DOCTOR: ¡Sí!
KURT: Esas son las zapatillas que llevaba puestas.
JANA: Es muy raro. ¿Por qué la construyen desde los pies hacia arriba y no desde
la cabeza hacia abajo?
DOCTOR: Gravedad. No querrás que esté cabeza abajo, ¿verdad? Ya ha sufrido
bastante hoy. Vale, pies, comprobado. Aquí vienen las piernas. ¿Siempre tuvo las rodillas
tan nudosas?
KURT: Sí. Ni las menciones
JANA: No pasa nada, todavía no tiene orejas.
DOCTOR: Bueno, mantened los dedos cruzados. Torso, comprobado. Brazos.
¿Cuántos esperamos?
KURT: Solo dos.
DOCTOR: Aquí viene la cabeza.
JANA: Es como estar en un nacimiento realmente extraño.
DOCTOR: Obviamente nunca has visto nacer a un Katonga-Sara. Eso sí que es
raro. Todos los presentes se vuelven azules y cantan por el culo durante cinco días para
celebrarlo.
MARNIE: ¿Estoy aquí? ¿Soy real?
KURT: Marnie. Mi Marnie. ¿Es seguro un abrazo?
DOCTOR: En realidad, ¿te importa si no lo hacemos? No te conozco tan bien.
JANA: Creo que se refería a su hija.
DOCTOR: ¡Oh! Adelante. Pero no aprietes mucho, por si acaso se cae algo.
KURT: Ven aquí. No vuelvas a hacerme eso, ¿me oyes?
MARNIE: ¿Qué? Esto no ha sido culpa mía.
KURT: Oh, porque nunca nada es culpa tuya, ¿verdad?
MARNIE: ¿Me estás tomando el pelo?
KURT: Por supuesto, sí.
MARNIE: Papá.

(La TARDIS se materializa y la puerta se abre y se cierra.)


DOCTOR: Oh, hola.
JANA: Te has tomado tu tiempo.
DOCTOR: Tenía otros 61 adolescentes que reconstruir antes de que fueran dejados
en tierra de por vida.
JANA: Pensé que era una máquina del tiempo. Le dijiste a Douglas que volverías
antes de que se diera cuenta. Has estado fuera cuatro horas.
DOCTOR: ¿Quién te ha nombrado policía temporal?
JANA: ¿Y qué pasa con Douglas? Lo traerás de vuelta, ¿no es así, como trajiste de
vuelta a Marnie?
DOCTOR: Ayúdame a preparar la cámara de resonancia.
JANA: Doctor, puedes traer de vuelta a Douglas, ¿no?
DOCTOR: No. Lo siento. Hay un margen muy estrecho para reconsolidar biomateria
cognitiva dispersa. Unas 24 horas. Es 20 años demasiado tarde para Doug.
JANA: Pero tienes una máquina del tiempo.
DOCTOR: Si volvemos atrás en el tiempo y salvamos a tu amigo, todo tu futuro se
reescribirá.
JANA: Bien.
DOCTOR: También se reescribirá la de todos. No te convertirás en detective, no
encontrarás al niño de seis años que desapareció en 2006, no salvarás la vida de dos
mujeres secuestradas en 2008. No liderarás el equipo que atrapó a un asesino en serie
en 2024. Matarán siete veces más antes de que les atrapen, si retrocedemos en el tiempo
y salvamos a tu amigo.
JANA: Eso no lo sabes.
DOCTOR: Sí que lo sé.
KURT: Debería ordenar un poco esto, ¿no?
MARNIE: ¿Un poco?
KURT: Muy bien.
MARNIE: Te ayudaré
KURT: ¿Esos alienígenas te hicieron un trasplante de personalidad mientras estabas
ahí arriba?
MARNIE: ¡Papá!
KURT: Pensé que tú y yo nos llevábamos bien. ¿Por qué querías huir?
MARNIE: No quería, no realmente, pero... bah, no sé. Es difícil hablar contigo.
KURT: Sí, ya sé que lo soy. Si tu madre estuviera aquí...
MARNIE: Pero no lo está, ¿verdad? Está en Nueva York viviendo su nueva vida
sexy.
KURT: Intenta no odiarla demasiado por ello, ¿eh?
MARNIE: No la culpo.
KURT: Oh, ni yo tampoco, para ser honestos. ¿Qué hay para amar aquí, eh?
MARNIE: A ti. Siento haberte roto el elefante.
DOCTOR: Lo siento, Douglas. Ojalá pudiera hacer más.
DOUGLAS: No te preocupes. No estoy seguro de saber qué hacer ahora con un
cuerpo funcional aunque lo tuviese. La soledad me afectó más que nada.
JANA: Si hubiera sabido que aún estabas aquí, habría venido a visitarte.
DOUGLAS: Lo sé. Me alegro de volver a verte, aunque no puedas verme.
DOCTOR: Os dejaré el resonador. Podréis darle a la lengua cuanto queráis.
DOUGLAS: ¿Darle a la lengua? Si no tengo lengua.
JANA: Deja de intentar animarme.
DOUGLAS: Soy tu mejor amigo. Para eso estoy.
JANA: La noche que Douglas desapareció.
DOUGLAS: No desaparecí.
DOCTOR: Nadie más desapareció. Los Serapheem debieron estar en apuros ese
año. Lo comprobé, cuando hice la conexión con su patrón migratorio.
JANA: ¿Dónde lo comprobaste?
DOCTOR: En la comisaría, cuando te pedí que abrieras la ventana. Leí todos los
registros de Personas Desaparecidas cuando estabas de espaldas. Tuve la corazonada
de que estabas relacionada con las desapariciones de algún modo. Tenía que haber una
razón por la que me topé contigo en casa de Marnie.
JANA: Podría haber sido sólo una coincidencia.
DOCTOR: Eso no existe. Causa y efecto. Puede que no sea siempre evidente, pero
una cosa siempre lleva a otra al final.
DOUGLAS: ¿Queda alguien más como yo? Personas deconstruidas flotando a la
espera de que alguien se fije en ellas.
DOCTOR: Algunos. Seguro que sí.
JANA: Bueno, ¿podemos ayudarles?
DOCTOR: Podemos hablar con ellos. La próxima vez que entres en una habitación
vacía, saluda. Nunca se sabe quién puede estar rondando a tu alrededor.
JANA: ¿Qué haces el 10 de octubre?
DOCTOR: ¿De qué año?
JANA: De este.
DOCTOR: ¿En qué galaxia?
JANA: En esta.
DOCTOR: Consultaré mi agenda. ¿Por qué?
DOUGLAS: Es mi cumpleaños.
DOCTOR: Oh.
JANA: Le debo 20 fiestas de cumpleaños.

Tiempo del Audio: 44:46


TODOS: ♫ Cumpleaños feliz. Cumpleaños feliz. Te deseamos, Douglas.
Cumpleaños feliz. ♫
(Champán y vítores)
DOCTOR: ¡Un discurso!
DOUGLAS: Nunca me gustó el sonido de mi voz, pero cuando todo lo que eres es el
sonido de tu voz, bueno, lo aprecias mucho más. Puede que esto no parezca una gran
vida, pero gracias a Jana he tenido muchas visitas, muchos amigos a los que no veía
desde hace años. Incluso vino mamá y una vez que dejó de gritar tuvimos una agradable
charla. No des por sentado a tu papá, Marnie, incluso si te saca de tus casillas.
KURT: Ey.
DOUGLAS: Nunca tendré la oportunidad de despedirme del mío. Deseé alejarme y
ahora él no está. Lo único que digo es que no des por sentado a nadie.
DOCTOR: Ni a nada, ya que estamos. ¿Cómo es que nadie ha mencionado el cartel
de "vendido" en el exterior de la casa?
JANA: Doctor.
DOUGLAS: ¿Qué? ¿Han vendido este sitio? Pero eso significa que ya no podréis
venir a verme.
DOCTOR: Bueno, para ser justos, nunca vinieron a verte...
TODOS: ¡Oh, Doctor!
DOCTOR: Oh, calmaos. Lo he comprado para que Doug pueda flotar por aquí sin
ser molestado para el resto de su vida. Siempre y cuando su madre no venga a limpiar el
polvo.
JANA: ¿Lo has comprado? ¿Te vas a mudar?
DOCTOR: No, ni hablar. Intenté la vida doméstica una vez y casi provocó un
cataclismo temporal. Además, nunca me acordaba de sacar los cubos de basura. Bueno,
me voy.
JANA: ¿Irte? ¿Adónde?
DOCTOR: No lo sé. Emocionante, ¿verdad?
2.01. Motivo de Pánico
Motivo de Pánico, por Tim Foley
Un Audiodrama de Big Finish Productions Las Aventuras del 9 º Doctor. Cada Llamada Cuenta,
publicado el 11 de agosto de 2021.

Tiempo del Audio: 00:00


(La puerta se abre.)
ZAZIE: Así que no vas a tocar.
ARTIE: Zazie.
ZAZIE: Me vas a poner una excusa, y no quiero escuchar una excusa. Quiero oírte
tocar.
ARTIE: Es la cabeza. No puedo...
ZAZIE: Mi corazón, si no lo haces se romperá en un millón de pedazos.
ARTIE: Haz que Paul toque para ti.
ZAZIE: Oh, tiene los dedos gordos. Vamos. Te daré todas mis raciones de pan
mañana. Un beso en la mejilla. Dime tu precio.
ARTIE: Lo siento, Zazie. Es que...
ZAZIE: Y Remy ha regalado nuestro turno. Es François. Escucha. Golpeando la
base como un pez.
ARTIE: No, no puedo escucharlo.
ZAZIE: Artie, ¿qué pasa?
ARTIE: Tengo que volver al hotel.
ZAZIE: Quédate a tomar una copa, al menos. Podemos juzgarlos desde el bar.
ARTIE: Lo siento.
(Corre, la puerta se abre.)
ZAZIE: Artie. ¡Artie!

(Fuera, respiración profunda.)


HOMBRE: ¿Estás bien?
ARTIE: Er... sí. Solo er... intentando recuperar el aliento.
HOMBRE: Sí, es el frío. Te saca de tus casillas. (Se frota las manos) ¿Eres
estadounidense?
ARTIE: ¿Qué me delató?
HOMBRE: Benditos seáis, todos venís con una idea de cómo es esta ciudad, pero
no es lo que era.
ARTIE: Nada lo es. Ya no. No tengo ningún... franco encima.
HOMBRE: Oh, no estoy mendigando, Monsieur. Algunas noches estoy por fuera de
estos teatros, escuchando fragmentos de soliloquios, pero esta noche escucharé la
música allí abajo.
ARTIE: Todavía puedo... oírlo.
HOMBRE: Si me dejaran entrar, me sentaría junto al escenario.
ARTIE: Necesito marcharme, y tú también deberías hacerlo.
(Se va corriendo.)
HOMBRE: Estadounidenses. Siempre con prisa. Hola, ¿hay alguien ahí?
(Llamando a la puerta.)
HOMBRE: No, no me quedaré mucho tiempo. Conozco el panorama. ¿Hay alguien
en problemas? (bang) ¿Qué...? ¡Argh!

MAURICE: Si quieres colarte, más vale que lo hagas en silencio.


ARTIE: Monsieur Le Bon.
MAURICE: ¿Y qué hacías fuera a estas horas?
ARTIE: Estaba... tomando el aire de la noche.
MAURICE: Estás sin aliento.
ARTIE: Lo estaba tomando muy rápido. No me di cuenta de que todavía estabas
aquí.
MAURICE: Oh, hay mucho que preparar. Tenemos una manada de invitados que
llegan mañana para las fiestas. Ahora, no debemos complacernos demasiado. Te
permitiré uno o dos villancicos en tu set habitual, pero ya sabes cómo disfruto de mis
clásicos.
ARTIE: No tocaré, Monsieur Le Bon.
MAURICE: ¿Perdón?
ARTIE: Quiero decir que... no podré tocar.
MAURICE: Extiende las manos.
ARTIE: ¿Así?
MAURICE: Hmm. Perdóname. Después de lo que dijiste, supuse que vería algunos
dedos ausentes. Por supuesto que puedes tocar, Artur. No digas tonterías.
ARTIE: El piano, es... He estado notando las últimas dos semanas que algo no iba
bien, y ayer...
MAURICE: ¿Qué está diciendo? ¿Está desafinado?
ARTIE: ¿Sí?
MAURICE: Entonces lo afinaremos. No dejamos de trabajar sin más. Por favor, no
adoptes la sensibilidad parisina tan rápidamente.
ARTIE: No, Monsieur.
MAURICE: Y el trabajo te hará olvidar las cosas. Vete a la cama. Haré los arreglos
necesarios mañana. Es un problema que hay que arreglar, y podemos arreglarlo.

MAURICE: Bien, Marguerite, tenemos mucho que hacer. Quiero que recorras todas
las habitaciones.
MARGUERITE: Monsieur…
MAURICE: Sí, incluidas las del último piso. No me pongas esa cara. Y no te
encorves. Quiero criadas en la casa, no gárgolas. ¿Perdón?
DOCTOR: Hola.
(Pitido en el diálogo.)
MAURICE: Tenemos una entrada para comerciantes.
DOCTOR: Pensé en probar la puerta principal por una vez.
MAURICE: Estoy seguro. Por ahí, a la izquierda. Usted es el afinador de pianos,
¿no?
DOCTOR: Oh, arreglaré cualquier cosa que no suene bien, no se preocupe.
MAURICE: Oh, ciertamente tiene oídos para el trabajo, lo reconozco.

(Acorde de piano discordante, Artie jadea.)


DOCTOR: ¿Es un original?
ARTIE: ¿Perdón?
DOCTOR: La vacilación, la brevedad. Un clásico instantáneo. Diez de diez. Solo
desorden. Me encantan los pianos. Una vez conocí a una mujer que podía hablar en
arpegios.
ARTIE: ¿Podría apagar esa cosa?
(El pitido se detiene.)
DOCTOR: Oh, lo siento, ¿te molestaba?
ARTIE: Tengo... tengo el oído sensible.
DOCTOR: Oh, bueno, un músico, por supuesto. De todos modos, no estaba
funcionando. No puedo rastrear algo que no quiere ser rastreado.
ARTIE: ¿Perdón?
DOCTOR: No importa.
ARTIE: No deberías estar aquí. El salón está cerrado.
DOCTOR: No para mí. Tengo el tipo de cara que abre puertas. Soy el afinador de
pianos, aparentemente. Así que, me pondré a trabajar en eso, y luego, si eres bueno, te
mostraré mis palillos. Levanta la tapa.
ARTIE: Suena completamente mal. Tal vez sea el frío o... no sé. Te dejo con ello.
DOCTOR: Oh, no tienes que hacerlo. Me gusta la compañía. Y puedes darme un
poco de color local. 1946, gran momento para París, ¿no?
ARTIE: ¿Lo es?
DOCTOR: Yo creo que sí. Una ciudad libre de ocupación, efervescente de
posibilidades. Aquí vamos, destornillador sónico. Esto... Ah. Pero tampoco te gustará el
sonido de este. Soy el Doctor, por cierto.
ARTIE: Soy Artie. Artie Berger.
DOCTOR: ¿Y desde cuándo eres sensible a los sonidos, Artie Berger?
ARTIE: ¿Es usted Doctor en Música o en Medicina?
DOCTOR: Un hombre de muchos talentos.
ARTIE: No pasa nada. Es...
DOCTOR: ¿Qué?
ARTIE: No es de su incumbencia. Lo siento, tengo que irme.
DOCTOR: Mmm. Adiós, entonces. Pero te diré algo interesante, Artie Berger. Este
piano no está desafinado en lo más mínimo.

(Timbre del mostrador.)


DOCTOR: ¿Hola? ¿Hay alguien en casa?
(Sigue sonando el timbre, la puerta interior se abre.)
MAURICE: Buenos días de nuevo.
DOCTOR: ¿Eres el botones?
MAURICE: Soy el Conserje.
DOCTOR: Iba a decir que te falta el sombrerito.
MAURICE: Supongo que querrá saldar su cuenta.
DOCTOR: Bueno, me siento un poco desconcertado, ¿señor...? ¿Dónde está su
placa de identificación? Sin sombrero, sin placa de identificación.
MAURICE: Me llamo Maurice Le Bon, y ya puedo decir que no necesitaremos sus
servicios en el futuro.
DOCTOR: Eso depende de cuáles sean mis servicios, ¿no?
(Papel psíquico.)
MAURICE: Oh, eres un inspector de hoteles. Pero pensé...
DOCTOR: No se puede discutir con el papeleo. La oficina de turismo. El gobierno ha
terminado de establecer la Cuarta República, ahora nos ponemos a trabajar en los
hoteles.
MAURICE: No pareces francés.
DOCTOR: Y tú tampoco. La nave se agitó un poco cuando golpeé esa grieta, fue a
Venus anoche. Todo el mundo sonaba a Cockney.
MAURICE: ¿Venus?
DOCTOR: Oh, otro hotel. He estado rebotando por varios hoteles durante un tiempo.
Estoy buscando algo.
MAURICE: En el Hotel Prestige encontrará mucho de lo que disfrutar.
DOCTOR: Ya veremos. ¿Ha ocurrido algo extraño por aquí últimamente?
MAURICE: ¿Qué quiere decir con extraño?
DOCTOR: Ja. Bueno, ya sabes. (Risas) Piensa en ello como un paraguas que cubre
un montón de opciones.
MAURICE: No se me ocurre nada, a no ser que te refieras a... (susurro) los
Anderson.
DOCTOR: Ah, los Anderson. ¿Qué pasa con ellos?
MAURICE: No nos importa que los estadounidenses sean los únicos con dinero,
pero sí nos molesta que no paguen.
DOCTOR: Oh, se escaparon sin pagar, ¿no? No es realmente el tipo de cosa que
estoy buscando.
MAURICE: Puede que no sea un problema para ti, pero cuando dependemos de su
patrocinio... Y, por supuesto, las criadas han decidido que la pareja simplemente se ha
desvanecido en el éter, así que están nerviosas por cumplir con sus obligaciones en el
último piso.
DOCTOR: ¿Por qué las criadas decidieron eso?
MAURICE: Los Anderson lo dejaron todo. Algunas cosas muy caras. No las
reenviaré.
DOCTOR: Creo que lo que estoy buscando se ha instalado cerca, Maurice. Puedo
oírlo. Un gemido imperceptible. Tal vez tu pianista pueda oírlo también.
MAURICE: ¿Monsieur Berger? ¿Qué pasa con él?
DOCTOR: Oh, nada. Sabes, tal vez tome una habitación. La misma que tenían los
Anderson. ¿Viene con vistas? Oh, ¿y a qué hora es el desayuno?

ZAZIE: ¿Hola?
DOCTOR: ¿Eres una invitada?
ZAZIE: Yo er…
DOCTOR: Espera.
ZAZIE: ¿Qué estás haciendo?
(Pitido.)
DOCTOR: Estás bien. Parece que no perteneces a este lugar, así que estaba
comprobando si realmente no perteneces a este lugar. Pero no, eres humana.
ZAZIE: Por supuesto que lo soy.
DOCTOR: Humana con cara de pocos amigos.
ZAZIE: Encantador. Solo estoy visitando a un amigo. Trabaja aquí.
DOCTOR: Ah, y a la dirección no le gustan las visitas sociales.
ZAZIE: Me sorprende que no lo hayan encadenado al piano de abajo. Ya lo hacen
trabajar bastante.
DOCTOR: ¿El piano? Espera, ¿tu amigo es Artie? ¿Artie Berger?
ZAZIE: ¿Lo conoces?
DOCTOR: (Risas) Nos remontamos a mucho tiempo atrás. Hasta esta mañana.
Temprano para una amistad, supongo. Temprano para nuestra amistad también. Hola, soy
el Doctor.
ZAZIE: Soy Isabelle Vincent.
DOCTOR: Dime, Isabelle. ¿Cómo es el sentido del oído de Artie?
ZAZIE: ¿Su oído? Es perfecto. Literalmente perfecto, cuando toca para mí.
DOCTOR: ¿Eh? ¿Y Artie tiene una habitación aquí arriba?
ZAZIE: Eso creo.
DOCTOR: Las habitaciones de esta planta son enormes. La cumbre del lujo de la
preguerra. Deberías ver mi chaise longue, es increíblemente cómoda.
ZAZIE: Tal vez más tarde.
DOCTOR: Entonces, ¿por qué un músico de hotel se aloja en una suite de lujo como
esta?
ZAZIE: No tengo ni idea.
DOCTOR: Voy contigo.
ZAZIE: ¿Por qué? Artie no está en problemas, ¿verdad?
DOCTOR: Esperemos que no.

(Llaman a la puerta.)
ZAZIE (OC): ¿Artie? ¿Estás ahí?
ARTIE: ¿Zazie?
ZAZIE (OC): Artie, déjame entrar.
ARTIE: Si Maurice te encuentra aquí... Espera.
(Abre la puerta.)
ZAZIE: Tienes un aspecto horrible.
ARTIE: Gracias. Espera, ¿por qué está aquí?
DOCTOR: No te preocupes por mí. El piano está afinado. Solo compruebo qué más
desafina. ¿Podemos entrar?
ARTIE: No deberías... no puedes...
DOCTOR: Después de ti, Isabelle.
ZAZIE: Todo un caballero.
ARTIE: Por favor, marchaos.
(Cierra la puerta.)
ZAZIE: Adelante con ello. ¿Qué pasa?
ARTIE: Solo un dolor de cabeza.
DOCTOR: Eso explicaría las cortinas cerradas.
ARTIE: Sí.
DOCTOR: Pero no la cadena en la puerta. ¿Qué está pasando aquí? ¿Te preocupa
que lo que les pasó a los Anderson te pase a ti?
ZAZIE: ¿Quiénes son los Anderson?
ARTIE: No sé... no sé qué les pasó.
DOCTOR: ¿Estás seguro?
ARTIE: No quiero saberlo.
DOCTOR: No es lo mismo.
ARTIE: Por favor, Zazie, yo... no puedo tenerte cerca de mí.
ZAZIE: Solo vine a disculparme, pero si ni siquiera me escuchas.
DOCTOR: ¿Disculparse por qué?
ZAZIE: Anoche intenté hacerlo tocar en Le Cave.
DOCTOR: ¿Le Cave?
ZAZIE: Es un club de jazz.
DOCTOR: Debería haber adivinado. Saint Germain des Prés. Más clubes de jazz
que alcantarillas.
ZAZIE: Estaba así, pero hoy está peor.
DOCTOR: No sabría decir si estás enfermo o asustado.
ARTIE: No puedes ayudarme, Doctor. Ninguno de los dos puede. Algo se acerca,
algo aterrador, y creo que... ya casi está aquí.
(Llaman a la puerta, la puerta se abre.)
MAURICE: ¿Artur? ¿Qué demonios?
DOCTOR: Ah, debes ser del servicio de habitaciones.
MAURICE: Sabes muy bien quién soy... ¿Y quién es esta joven?
ZAZIE: Soy amiga de Artie.
MAURICE: Oh, una dama no es una dama si anda por la habitación de un hombre
así.
ZAZIE: Oh, y tú eres el epítome de la clase. Tu frac se está cayendo a pedazos.
ARTIE: Monsieur Le Bon, puedo explicarlo.
MAURICE: Ni una palabra más. Todos vosotros, fuera. Monsieur Berger, el salón
abrirá pronto. Te necesito abajo practicando.
DOCTOR: No estoy seguro de que esté dispuesto a ello.
MAURICE: Para eso te pagan. Vamos.
ARTIE: Maurice, te lo suplico.
MAURICE: Es Monsieur Le Bon para ti, y no puedes esconderte aquí haciendo
fiestas todo el día.
DOCTOR: Artie, necesito hacerte algunas preguntas. ¿Cuándo fue la última vez que
pudiste tocar?
MAURICE: Por favor, no te metas en esto.
DOCTOR: Es parte de la inspección.
MAURICE: Estoy empezando a dudar de esta inspección tuya.
ZAZIE: Estaba bien la semana pasada.
ARTIE: No lo estaba. Es decir, podía tocar, sí, pero no estaba... no lo sentía,
cometiendo todo tipo de errores. Se ha estado acumulando dentro de mí.
DOCTOR: ¿Qué ha pasado?
ARTIE: Estos dolores, estos...
DOCTOR: ¿Miedos?
ARTIE: ¿Tú también los sientes?
DOCTOR: Parad, todos, ya.
ZAZIE: ¿Qué pasa?
MAURICE: No podemos quedarnos aquí arriba...
DOCTOR: Sí, podemos, solo por un segundo. Tu oído perfecto, lo has perdido, ¿no?
ARTIE: Se siente un poco así, sí.
MAURICE: ¿Un oído perfecto?
ZAZIE: Puede escuchar una nota y nombrarla y recrearla. Es un don musical.
DOCTOR: Pero el don ha desaparecido y ahora está aterrorizado.
ARTIE: Se siente como...
DOCTOR: Algo viene. Tenemos que llevar a este hombre de vuelta a su habitación.
MAURICE: ¿Perdón?
DOCTOR: Lo has oído. ¿Artie?
ZAZIE: Espera.
DOCTOR: Hiciste lo correcto. Cerrar las cortinas, cerrar las puertas, amortiguar el
mundo exterior. Tenemos que encontrar unos tapones para los oídos.
ZAZIE: Cuéntanos qué está pasando.
DOCTOR: Cualquier número de cosas podría haberse deslizado a través de esa
grieta. La caída de la posguerra. No estaba seguro de lo que perseguía, pero ahora creo
que lo sé. Ese pinchazo psíquico es atraído por la presencia de Artie.
ZAZIE: ¿Qué son?
MAURICE: Estás diciendo una absoluta tontería. Verdaderamente eres del
Gobierno.
ARTIE: Es demasiado tarde.
ZAZIE: ¿Artie?
ARTIE: Está muy cerca.
DOCTOR: Que nadie se mueva. Solo escuchad.
ZAZIE: ¿Escuchar qué?
DOCTOR: A la nada.
MAURICE: ¿Qué fue eso?
DOCTOR: Shh.
(Timbre del ascensor.)
DOCTOR: Oh, no.
MAURICE: ¿Marguerite?
MARGUERITE: Monsieur, me enviaron a buscarte.
ARTIE: Aléjate, por favor.
ZAZIE: Es un eco.
DOCTOR: No del todo. Es atraído por el sonido, y lo arrastra a su paso. Quedaos
absolutamente quietos.
(Marguerite jadea).
ARTIE: ¿Qué le pasa al pasillo?
MAURICE: Cielo santo.
MARGUERITE: ¡Monsieur!
DOCTOR: Marguerite, ¿es ese tu nombre? No digas nada y no te muevas.
ZAZIE: ¿Cómo está haciendo eso el suelo, ondulándose?
DOCTOR: Voy a dar un paso adelante lentamente, Marguerite, y te apartaré.
¿Entiendes?
MARGUERITE: Sí, Monsieur.
ARTIE: Es inútil, Doctor.
ZAZIE: Atrás.
(Marguerite grita.)
MAURICE: ¡Marguerite!
DOCTOR: Lo siento mucho. Ahora tiene nuestro olor. ¡Corred todos!

Tiempo del Audio: 15.45


MAURICE: ¿Qué estamos haciendo?
ZAZIE: ¿Podemos correr más rápido que esa cosa?
DOCTOR: Estoy bastante seguro de que no podemos, no.
ARTIE: No hay nada que podamos hacer.
DOCTOR: Radio.
ZAZIE: ¿Radio?
DOCTOR: ¿Dónde encontraríamos... cómo se llaman hoy en día? Cajas de
resonancia, inalámbricas.
MAURICE: Hay una en mi oficina...
DOCTOR: Entonces ahí es donde tenemos que estar.

DOCTOR: Mantened la puerta abierta.


ZAZIE: ¿Estás seguro?
MAURICE: Aquí está el inalámbrico.
DOCTOR: Perfecto. Ahora, todos, silencio. No pasa nada.
MAURICE: Dale un momento para que se caliente.
DOCTOR: Puede que para entonces estemos todos muertos.
ARTIE: Doctor, ya viene.
DOCTOR: Todos... shh.
(La radio inalámbrica cobra vida, sintonizada con la estática.)
DOCTOR: Ahora cierra la puerta suavemente. Y ahí vamos.
ZAZIE: ¿Qué has hecho?
DOCTOR: Hice una máscara de ruido. Ruido blanco, un material excelente. Lo
venden en botella en Kalikon.
MAURICE: Y esa calamidad despiadada, ¿se ha ido?
DOCTOR: Por ahora.
ZAZIE: ¿Artie?
ARTIE: Estoy bien. Estoy bien. En realidad, creo que... me voy a desmayar. Oh.
(golpe)

ZAZIE: Se está despertando.


DOCTOR: Lo siento, Artie. Con la criatura acercándose tanto a ti, y luego retirándose
tan rápidamente, debe haber causado una onda de choque psíquica.
MAURICE: ¿Criatura? ¿Intentas decirme sinceramente que ese ruido estaba vivo?
DOCTOR: Tienes algo horrible en este hotel, Maurice, y no me refiero al papel
pintado.
ZAZIE: ¿Sigue ahí fuera? ¿Sigue siendo peligroso?
DOCTOR: Estamos bien ahora. Acaba de comer un aperitivo.
MAURICE: Oh, Marguerite. Oh, pobre Marguerite.
DOCTOR: No pude salvarla.
ARTIE: ¿Es eso lo que les pasó a los Anderson? ¿Y a un hombre anoche? No
puedo recordarlo. ¿Por qué no puedo recordarlo?
DOCTOR: Si ha estado atrapando a personas cercanas a ti, tal vez esté afectando a
tu mente. O tal vez es solo una represión básica. Es mucho que asimilar.
ARTIE: Pero has dicho que lo he atraído aquí. ¿He causado esto?
DOCTOR: Es difícil de explicar.
ZAZIE: Pero es necesario.
MAURICE: Sí, absolutamente.
DOCTOR: Artie, estás perdiendo tu musicalidad y creo que eso atrae algo de otra
dimensión.
ZAZIE: ¿Perdón?
DOCTOR: Imagina una realidad que es una versión deformada de la nuestra, llena
de discordia y temor. Cada voz poderosa de nuestro mundo tiene su eco oscuro
resonando ahí dentro. ¿Y qué es más poderoso que la música? Mueve corazones, salva
vidas, detiene guerras. Pero algo ha atravesado una grieta para hacer todo eso pedazos.
Algo podrido se ha colado entre los semitonos. Creo que le gusta tu pérdida de música,
Artie Berger. Te va a dar caza.
ARTIE: Entonces, ¿qué hacemos?
DOCTOR: Lo atrapamos y lo enviamos de vuelta.
ZAZIE: ¿Y cómo lo hacemos?
MAURICE: Espera, espera. ¿Los dos creéis en esta fantasía?
ZAZIE: ¿Puedes explicar lo que ha pasado?
ARTIE: El Doctor está diciendo la verdad, Maurice. No sé cómo lo sé, pero lo sé.
MAURICE: Supongamos que seguimos con esto, Doctor. No podemos ayudar.
DOCTOR: Sí, podéis. Me estoy devanando los sesos intentando recordar qué
equipo de grabación tenéis en esta época. Y puede que haya avistado parte de la
solución desde la ventana de mi habitación.
ARTIE: ¿Qué era?
DOCTOR: Bien, necesito arreglar esta radio para que sea portátil. Y necesitaremos
un coche, un automóvil. Nada elegante. ¿Puedes poner unas ruedas, Maurice? Daremos
un paseo nocturno.
MAURICE: ¿Es realmente necesario?
DOCTOR: ¿Quieres salvar a tu amigo o no?
MAURICE: (suspiro) ¿Es seguro salir a la calle y hacer algunas indagaciones?
DOCTOR: En este momento está bien.
MAURICE: Oh, en este momento. Estoy lleno de confianza.
ZAZIE: ¿Qué quieres que haga?
DOCTOR: Una vez haya hecho el trabajo con esto, te quedarás con Artie. Podéis
volver a su habitación si queréis.
ARTIE: No. No quiero volver a pisar ese suelo.
DOCTOR: Entonces quédate aquí y no te alejes del ruido blanco. Debería
mantenerte a salvo.
ZAZIE: ¿Qué vas a hacer?
DOCTOR: Tengo que ir a recoger algo. Una visita rápida al Instituto de Francia. Eso
es justo al final de la calle, ¿no? Allá vamos. Ahora sí que es inalámbrica. Vosotros dos,
descansad. Volveré pronto.

MAURICE: Sí, me aseguraré de que tengan sus toallas extra, pero discúlpenme un
momento, Monsieur, Madame. Doctor.
DOCTOR: Veo que el hotel se está llenando de gente.
MAURICE: Estoy tratando de dirigir un hotel mientras mi pianista y su amiga han
requisado mi oficina. ¿Dónde has estado y qué es eso?
DOCTOR: Es una bolsa.
MAURICE: Qué material tan extraño. ¿Pero qué hay en ella?
DOCTOR: Preguntas, preguntas. ¿Has encontrado un coche?
MAURICE: A un gran costo.
DOCTOR: Tráelo, entonces. Yo buscaré los otros.
MAURICE: Oh, ¿así que ahora soy el chófer?
DOCTOR: Frente al hotel en cinco minutos. Gracias, conductor.
MAURICE: Hombre insufrible.

DOCTOR: ¿Lo llevas bien?


ARTIE: Sí.
DOCTOR: Cuidado con las escaleras, están congeladas.
ZAZIE: Déjame llevar la radio.
ARTIE: Estoy bien.
ZAZIE: No estás bien en absoluto. Te persigue un monstruo.
DOCTOR: Oh, he sido perseguido por todo tipo de cosas. A veces puedo ser
bastante astuto al respecto.
ARTIE: Estás tratando de tranquilizarme, Doctor. No va a funcionar.
DOCTOR: Y este es nuestro transporte.
ZAZIE: Qué lujoso.
ARTIE: Maurice parece estar contento.
DOCTOR: Entrad.
(Las puertas del coche se cierran.)
MAURICE: Si estáis preparados.
DOCTOR: Esto es acogedor.
ZAZIE: ¿Puedo conducir?
MAURICE: No, en absoluto.
ARTIE: ¿Adónde vamos?
MAURICE: Sí, a mí también me gustaría saberlo. No puedo dejar el hotel por mucho
tiempo.
DOCTOR: Seremos tan rápidos como podamos. Te guiaré. Gira a la derecha aquí. Y
apaguemos el inalámbrico por ahora.
ARTIE: ¿Estás seguro?
DOCTOR: No te preocupes. El zumbido del motor del coche, también es una
máscara de ruido. Cualquier cosa aburrida y monótona.
ZAZIE: Tal vez deberías pedirle a tu jefe que siga hablando.
MAURICE: ¿Perdona?
ZAZIE: Oh, Le Cave está justo aquí abajo.
MAURICE: Le Cave. Un pequeño y sucio bar.
ZAZIE: Es el lugar donde actuamos y tiene bastante fama.
ARTIE: Zazie.
MAURICE: ¿Dónde actuamos? ¿Los dos, Artur?
DOCTOR: Los ojos en la carretera, por favor.
ARTIE: Sí, es solo alguna actuación ocasional...
MAURICE: ¿Te escabulles por las noches para ir a otro trabajo?
ZAZIE: No es un trabajo, es una vocación, en el mejor club de jazz de la ciudad.
MAURICE: Jazz. Oh, Dios mío, aún peor. Lo estás llevando por el mal camino.
ZAZIE: ¿Llevando por el mal camino?
DOCTOR: Aquí a la izquierda.
MAURICE: El chico debería dedicarse a la música académicamente, no a revolcarse
en la mugre sin ton ni son. Artur, te prohíbo que toques allí en el futuro.
ZAZIE: Eres su jefe, pero no eres su guardián.
MAURICE: ¿Entonces qué eres, su cantante?
ZAZIE: Oh, ¿por qué una mujer no podría tocar un instrumento?
DOCTOR: ¡Otra vez a la izquierda!
ZAZIE: En realidad soy la contrabajista.
MAURICE: Y la modernidad asoma su violenta cabeza.
ZAZIE: Sí, me preocupa que me ponga violenta en un momento.
ARTIE: No, por favor, no lo hagas.
DOCTOR: Y ahí es donde nos dirigimos.
ARTIE: ¿Qué? ¿Dónde?
DOCTOR: Al otro lado del río. ¿No es preciosa? Se ve un poco mugrienta, pero la
nieve le sienta bien.
MAURICE: ¿Notre Dame? ¿Me hiciste alquilar un coche para eso?
ZAZIE: Podríamos haber caminado hasta aquí en media hora.
DOCTOR: Hace frío, y teníamos cosas que llevar.
MAURICE: La señora aquí aparentemente arrastra un contrabajo por todas partes.
ZAZIE: Sí, tengo mucha fuerza en la parte superior del cuerpo. ¿Te lo demuestro?
DOCTOR: Y vamos a necesitar el coche para después.
MAURICE: ¿Por qué?
DOCTOR: Como escape, si nos pillan entrando.
MAURICE: ¿Perdón?
ZAZIE: ¿Irrumpiendo en la Catedral?
DOCTOR: Bueno, eso os ha hecho callar a los dos, ¿no?

DOCTOR: Caminaremos desde aquí.


MAURICE: ¿Podemos hablar de esto?
DOCTOR: No. Espera aquí. Tú también, Zazie.
ZAZIE: ¿Qué?
DOCTOR: Vamos, Artie, y volvamos a encender la radio.
ARTIE: Ya está.
ZAZIE: No me voy a quedar aquí.
DOCTOR: Sí, lo harás. Tenemos que hacer esto solos.
ZAZIE: Ahora espera un segundo.
DOCTOR: Nos veremos pronto.
ARTIE: ¿Tenemos que hacerlo solos?
DOCTOR: ¿Quieres que esos dos descontrolados vengan con nosotros?
ARTIE: No estoy seguro de dejarlos juntos.
DOCTOR: Nah, será bueno para ellos.
ARTIE: Zazie puede ser un poco temperamental.
DOCTOR: Lo he notado. ¿Y Maurice?
ARTIE: ¿Qué pasa con él?
DOCTOR: ¿Qué pinta él en todo esto?
ARTIE: Es mi jefe. Ha sido amable conmigo.
DOCTOR: Lo suficientemente amable como para dejarte tener tu propia suite. No
hace eso con todo su personal, ¿verdad?
ARTIE: Supongo que no. Crees que estamos...
DOCTOR: ¿Juntos? Eso estaría bien. La guerra ha terminado, necesitamos un poco
de amor por aquí.
ARTIE: Supongo que sí.
DOCTOR: Y quizás el resto de la ciudad también lo necesite. Esta noche es
demasiado tranquila, creo. Creía que París estaría más animada que esto.
ARTIE: He aprendido que los parisinos nunca olvidan lo que ganaron, pero de vez
en cuando recuerdan lo que perdieron, especialmente en noches como esta.
DOCTOR: Puedo entenderlo.
ARTIE: Cuando llegué aquí, no me di cuenta de que iba a pasar frío y estar sin
blanca todo el tiempo.
DOCTOR: Entonces, ¿por qué has venido?
ARTIE: Porque es París. Todos los grandes vinieron antes de la guerra. Esperaba
que lo hicieran de nuevo.
DOCTOR: No te equivocas.
ARTIE: Es un lugar para que un hombre haga su arte, sea cual sea el color de su
piel. Estados Unidos no es ese lugar.
DOCTOR: Ah. Me gustaría decir que no será así para siempre.
ARTIE: Me gustaría decir que te he creído.
DOCTOR: Habrá progresión, regresión, el empuje y el tirón de los sabios y los
equivocados. Pero será una gran época para París. Los artistas afroamericanos que
acabarán aquí en los próximos años, James Baldwin, Sidney Bechet... Espera. ¿Ha vuelto
ya Josephine Baker?
ARTIE: Lo dices como si la conocieras.
DOCTOR: ¿Conocerla? Me salvó la vida. Josie, qué mujer.
ARTIE: No puedo entenderlo, Doctor. Hablas de otros tiempos, de cosas
extravagantes. Es como si vieras el futuro.
DOCTOR: Y yo no puedo entenderte, Artie Berger. ¿Por qué te acosan así? Eres un
hombre que perdió su música, y de alguna manera eso es suficiente para convertirte en
un objetivo.
ARTIE: No sé qué está pasando. No soy nadie.
DOCTOR: Nadie es nadie. Estas son unas puertas grandes. Voy a abrir esta
cerradura. Tápate los oídos.
(Destornillador sónico.)

MAURICE: ¿Está...? Lo está haciendo. Está forzando la cerradura. Debe ser uno de
los de tu grupo de jazz.
ZAZIE: Nos haces parecer una tribu salvaje.
MAURICE: Peor. Estudiantes. ¿Y si este Doctor es solo un bromista de las calles? Si
Artur está en peligro...
ZAZIE: Silencio.
MAURICE: Solo es el viento.
ZAZIE: No lo creo. Puede que no tenga un oído como el de Artie, pero, aun así, hay
algo ahí fuera.
MAURICE: Me siento...
ZAZIE: ¿Cómo te sientes?
MAURICE: Asustado, de una manera que no he sentido desde... desde hace mucho
tiempo. ¿Qué hacemos?
ZAZIE: Nos sentamos tranquilos, y esperamos que este Doctor sepa lo que está
haciendo.
(La puerta se cierra.)
DOCTOR: ¡Voilà!
ARTIE: Nunca había estado aquí.
DOCTOR: Impresionante, ¿verdad?
ARTIE: ¿También puedes ver el futuro de este sitio?
DOCTOR: Ella ve su propio futuro. Los edificios antiguos pueden hacer eso. Se verá
a sí misma destrozada, quemada, disparada al espacio, y ahora va a ver cómo
resolvemos este pequeño problema.
ARTIE: Entonces, ¿cuál es el plan?
DOCTOR: ¡Vamos a usar las reverberaciones! (ecos) Una acústica legendaria.
Pasarán años tratando de recuperar esto después del incendio.
ARTIE: ¿Y cómo ayudan?
DOCTOR: Bueno, eres un músico, piensa. ¿Qué es la reverberación? No es solo un
efecto elegante, es la deterioración del sonido. Atraemos a la criatura aquí, la
alimentamos con la discordia, y el ruido decae. El equivalente en audio a cavar una gran
fosa y cubrirla con hojas.
ARTIE: Y nuestra gran fosa es...
DOCTOR: Esta cosa de aquí. Un fonógrafo. El fonógrafo, en realidad. El primer
dispositivo de grabación de sonido inventado en este planeta por un francés, nada menos.
Lo robé del Instituto esta tarde.
ARTIE: Me aferro a estas explicaciones por un hilo.
DOCTOR: Lo estás haciendo muy bien.
ARTIE: Pero básicamente, vas a grabar a la criatura.
DOCTOR: Sí.
ARTIE: Y entonces estaremos a salvo. Entendido.
DOCTOR: Así que, cuando estemos listos, harás un gran ruido, llamarás su atención
y nos esconderemos detrás del ruido blanco.
(El inalámbrico se apaga.)
ARTIE: Eso no debería ocurrir, ¿verdad?
DOCTOR: No. Espera. Tal vez pueda... (destornillador sónico)
ARTIE: ¡Argh! ¿Por qué es tan ruidoso?
DOCTOR: Necesito trabajar en modo silencio.
ARTIE: ¿Puedes hacer que la radio vuelva a funcionar?
DOCTOR: Claro que puedo, si me dan tiempo.
ARTIE: Doctor.
DOCTOR: Oh, oh. Conozco esa cara. Ya viene, ¿no?
ARTIE: Puedo sentirlo acercándose.
DOCTOR: Silencio. No le des nada de lo que alimentarse.
ARTIE: Doctor.
DOCTOR: Tenemos que salir, lentamente. Despacio.
(Bang.)
ARTIE: Oh, le di a un banco.
DOCTOR: Está roto. Congelado.
ARTIE: Doctor.
DOCTOR: Perfectamente quieto. Creo que está distraído.
ARTIE: ¿Por qué?
DOCTOR: Parece que le gusta la vidriera. Puede ser algo sobre los subarmónicos.
(Rotura de cristales.)
DOCTOR: Esa es nuestra señal. ¡Corre!

Tiempo del Audio: 29.00


ZAZIE: Están volviendo increíblemente rápido.
MAURICE: ¿Debemos asumir que el plan del Doctor ha salido mal?
ZAZIE: Qué bien. Los dos estamos de acuerdo en algo.
DOCTOR: ¡Arranca el coche! ¡Arranca el coche!
ARTIE: Ah, es horrible.
DOCTOR: Tápate los oídos y entra.
ZAZIE: Date prisa.
(Las puertas del coche se cierran.)
DOCTOR: Maurice, pisa el acelerador.
MAURICE: Solo por comprobarlo, ¿nos persigue de nuevo la bestia sonora voraz?
DOCTOR: No podemos correr más que él, pero tal vez podamos conducir mejor que
él.
MAURICE: No se puede conducir sin sonido.
ZAZIE: ¿No dijiste que el motor actuaba como... una máscara de ruido?
(Artie está sufriendo.)
DOCTOR: Está claro que ahora no es suficiente. Isabelle, tu bufanda. Envuélvela
alrededor de la cabeza de Artie. No amortiguará mucho, pero es mejor que nada.
ZAZIE: Entendido.
DOCTOR: Oh, maldición, dejé el fonógrafo. No importa. Maurice, conduce por el río.
El sonido del agua, tal vez eso ayude.
(¡Bum!)
MAURICE: ¿Qué fue eso?
DOCTOR: Concéntrate en el camino. La criatura es cada vez más fuerte. Su energía
se está disparando en esta realidad. Viste cómo deformó el pasillo. Si no nos alejamos,
podría tragarse toda la calle.
ZAZIE: Entonces, ¿qué hacemos?
DOCTOR: Estoy pensando, estoy pensando.
MAURICE: ¡Piensa más rápido!
DOCTOR: Tenemos que ganar tiempo. ¡Así no!
ZAZIE: ¿Qué pasa?
DOCTOR: Vuestro club de jazz está ahí abajo, ¿no? Eso es como llevar a un tiburón
a una playa de recreo. Necesitamos un lugar tranquilo, silencioso, un santuario.
ZAZIE: ¿Seguro que Notre Dame era el último santuario?
DOCTOR: Sí, entonces llegamos y empezamos a destrozarlo.
ARTIE: (bajo la bufanda) ¿Podemos probar con otra catedral?
DOCTOR: Realmente no deberías estar escuchando, Artie, pero no es un mal
ejemplo. En algún lugar con otra radio.
ZAZIE: Nos está alcanzando.
MAURICE: Podría tener el lugar perfecto. Aguanta, curva cerrada.

(Salen del coche.)


MAURICE: Estos edificios de aquí.
ZAZIE: Nunca volveré a subirme a un coche contigo.
ARTIE: ¿Puedo quitarme ya la bufanda?
DOCTOR: No. Maurice, donde quiera que nos lleves, llévanos rápido.
(Sonido de rotura de cristales que se aproxima).
MAURICE: Seguidme.

ZAZIE: ¿Es aquí donde vives?


MAURICE: No exactamente, pero si quieres un santuario, Doctor.
(Explosión fuera).
ARTIE: ¿Qué fue eso?
DOCTOR: Espero que no tengas que devolver el coche pronto.
MAURICE: ¡Santo cielo!
DOCTOR: No lo pienses ahora. ¿A dónde nos dirigimos?
MAURICE: Er, segundo piso.
ZAZIE: Te guiaré por las escaleras, Artie.
ARTIE: Gracias.

(Se cierra la puerta)


MAURICE: Ah, bueno, aquí estamos.
DOCTOR: Podemos hacer que esto funcione. Isabelle, cierra la ventana.
ZAZIE: Por supuesto.
DOCTOR: ¿Tienes una radio?
MAURICE: No, pero si encendemos el gramófono... Un momento, hay un disco en el
tocadiscos.
DOCTOR: No podemos poner música.
MAURICE: Soy consciente, pero al final de cualquier disco, cuando la aguja gira
alrededor de ese surco final, bueno, me he quedado dormido con eso muchas veces.
Escucha.
DOCTOR: Maurice, eso podría funcionar.
MAURICE: Gracias.
DOCTOR: Ahora, silencio todos. No puedo sentir nada. ¿Puedes, Artie?
ARTIE: Hasta ahora no. ¿Puedo quitarme ya la bufanda?
DOCTOR: Eso creo. Intentaremos aguantar aquí.
ZAZIE: ¿Qué hacemos?
DOCTOR: Hacemos esta habitación lo más insonorizada posible. Cierra las cortinas,
cubre las grietas de las puertas. Maurice, ¿cuántas mantas tienes?
MAURICE: Er… no estoy seguro.
DOCTOR: Vamos a buscar un poco.
MAURICE: Oh, por favor, no molestes demasiado.
ARTIE: Tendremos cuidado.
DOCTOR: Almohadas, alfombras, colchas, edredones. Todo el material blando que
podáis encontrar.
ZAZIE: ¿Qué vamos a hacer?
DOCTOR: No tengo ni idea.

DOCTOR: Por lo tanto, esto se llama fuerte de mantas.


MAURICE: Bien.
DOCTOR: Construí unos cuantos de estos en mi época. El gramófono es nuestra
máscara de ruido en el exterior, pero esto es una capa extra de protección.
Lamentablemente no es hermético.
MAURICE: Sí, o no podríamos respirar.
DOCTOR: Pero todo ayuda.
ZAZIE: ¿Quién iba a decir que la lucha por la supervivencia podía ser tan ceñida?
MAURICE: Un poco demasiado ceñida. Me estás aplastando el pie.
ZAZIE: Si insistes en esos pies tan grandes.
ARTIE: ¿Cuánto tiempo estaremos aquí, Doctor?
DOCTOR: Depende de cómo te sientas.
MAURICE: No podemos quedarnos aquí toda la noche.
DOCTOR: Parece que va a nevar de nuevo más tarde. Nieve sobre nieve, eso sería
ideal.
ZAZIE: ¿Por qué?
DOCTOR: Un absorbente de sonido perfecto. Noche silenciosa, como dice la
canción. Podríamos escapar.
ARTIE: ¿Y luego qué?
DOCTOR: No... lo sé todavía.
MAURICE: No tienes un plan.
DOCTOR: Improvisaré.
MAURICE: Y por eso odio el jazz.
ZAZIE: Por eso no tienes gusto.
DOCTOR: Vosotros dos, no discutáis más u os asfixiaré a ambos.
ARTIE: Entonces, ¿solo esperamos?
DOCTOR: Me temo que sí.
ZAZIE: ¿Dónde estamos? Si este no es tu apartamento...
MAURICE: Era de un amigo mío. Manu.
ARTIE: ¿Y quién era?
MAURICE: No importa. Este lugar estaba cerca, necesitábamos un lugar al que ir.
ARTIE: Hay una fotografía tuya junto a su cama.
MAURICE: Oh.
ARTIE: Lo siento, no quise decir... Es que... siento algo aquí. O alguien.
MAURICE: Yo también lo siento. No me di cuenta de que mi foto estaba todavía en
su habitación. No he entrado allí desde hace mucho tiempo. Hay algunos lugares...
demasiados recuerdos. Pero vengo aquí cuando el mundo se vuelve demasiado. Limpio
las telarañas, escucho sus discos. Nada de jazz, me temo.
ZAZIE: No debería haber dicho que no tenías gusto. Nos gusta lo que nos gusta y
amamos a quien amamos.
MAURICE: El amor sigue ahí. Si mantengo el alquiler, mantengo una pequeña parte
de él. Dijo que quería un santuario, Doctor. Bueno, este es el mío.
DOCTOR: Y gracias por compartirlo.
ARTIE: Lo siento mucho.
MAURICE: No te disculpes. Manu era una parte importante de mí, así que entiendo
el dolor de tu pérdida, Artur, demasiado bien.
ZAZIE: ¿Qué quieres decir?
MAURICE: Oh, er, oh, ahora es mi turno de pedir perdón. Pensé que ella podría
haberlo sabido.
ZAZIE: ¿Saber qué?
ARTIE: No es... no es nada.
DOCTOR: ¿Estás seguro? Maurice, está haciendo un poco de calor aquí. ¿Tal vez
deberías traerle a Artie un poco de agua?
MAURICE: ¿Es seguro?
DOCTOR: Creo que estamos bien.
ZAZIE: ¿Artie?
DOCTOR: ¿Qué sabe Maurice que no nos estás contando?
ARTIE: No... no tiene ninguna relación con esto.
DOCTOR: También puedo salir.
ARTIE: No, Doctor. La er... la carta, llegó al hotel. Por eso Maurice lo sabe. Si no, no
se lo hubiera dicho.
ZAZIE: ¿Qué carta?
ARTIE: Vino desde los Estados Unidos. Era un mensaje de mi madre. Ella... murió el
mes pasado.
ZAZIE: Artie.
ARTIE: Estaba ahorrando para el billete de vuelta a casa, y Maurice ha sido muy
amable, dejándome quedarme en el hotel sin pagar el alquiler, pero... pero no se lo he
dicho. Ayer llegó otra. No pudieron esperar. Por supuesto que no podían esperar. Querían
enterrarla antes de Navidad, así que el funeral ya pasó y yo estoy aquí, y...
DOCTOR: Lo siento mucho, Artie.
ARTIE: No puedo evitar pensar que he sido un mal hijo.
ZAZIE: No puedes creer eso.
ARTIE: ¿Venir aquí por un sueño tonto?
ZAZIE: Deberías habérmelo dicho.
ARTIE: No quería decírselo a nadie.
ZAZIE: No se puede hacer eso con noticias como esta.
DOCTOR: La pena. Eso es lo que la criatura está buscando.
ARTIE: ¿Qué quieres decir?
DOCTOR: Tu depresión, ha afectado a tu música. Esa discordia, esa disonancia.
Quería saber qué era lo suficientemente poderoso para romper la realidad, pero ya ha
destrozado tu corazón.
ARTIE: ¿Así que realmente estoy causando todo esto?
(Un corcho se abre)
DOCTOR: ¿Maurice?
MAURICE: Pensé que te vendría bien un trago en condiciones.
ARTIE: Gracias, Maurice.
MAURICE: La pena se siente como uno de esos fuertes tuyos, Doctor. Oscuro y
cerrado y todo aislado. No tienes que salir de él todavía, Artur, pero es bueno dejar entrar
a otros.
ZAZIE: Todos hemos perdido a muchos seres queridos en los últimos años, y si
alguna vez necesitas hablar...
ARTIE: ¿Qué fue eso?
DOCTOR: Shh. Shh. El ruido que hiciste, lo está masticando ahora.
MAURICE: Santo cielo, ¿qué he hecho?
DOCTOR: Tú no lo has traído aquí. En todo caso, has hecho que se muestre. ¿Ha
estado aquí todo este tiempo?
ZAZIE: ¿Sigue girando el disco?
DOCTOR: Al igual que el motor, ya no es una máscara lo suficientemente fuerte, así
que se ha adaptado, se ha vuelto sigiloso, se ha fortalecido.
ARTIE: Soy yo, mi tristeza. Estoy haciendo esto.
MAURICE: Todos tenemos nuestra tristeza.
DOCTOR: Tal vez todos tengamos la culpa. Ahora está dando vueltas.
ZAZIE: ¿Por qué no ataca sin más?
DOCTOR: Tal vez nos quiere tan asustados como sea posible, tratando de
sacudirnos hasta el fondo. Todo el mundo fuera del fuerte, lentamente. Vamos a
enfrentarnos a esta cosa.

DOCTOR: Ahora está tranquilo, jugando con nosotros. Separémonos. Maurice,


quédate junto al gramófono. Vosotros dos, a la ventana.
ZAZIE: ¿Dónde está?
DOCTOR: No pienses en eso ahora. Abre la cortina, lentamente. ¿Está nevando?
ARTIE: Todavía no.
DOCTOR: Los dos, tan silenciosamente como podáis, deslizaos detrás de la cortina,
salid al balcón. (en voz alta) ¡Y mientras lo hacéis, llamaré su atención! Ahí está.
MAURICE: Doctor, ¿qué estás haciendo?
DOCTOR: Ahora, síguelos, Maurice. Necesitan que los cuiden.
MAURICE: Necesitan que los cuides tú. Tú eres el único que sabe de esto.
DOCTOR: Necesito que te calles, por favor. No puedo dejar que vaya a por ti.
MAURICE: ¿Y por qué no? Manu era parte de la Resistencia, ¿sabes? Ahora es mi
turno de luchar contra los monstruos.
DOCTOR: Maurice…
(Suena El Lago de los Cisnes)
MAURICE: Síguelos, Doctor. Mantén a Artur a salvo. No le has oído tocar, pero ese
chico tiene talento.
DOCTOR: No lo hagas.
MAURICE: Déjame, por favor.
DOCTOR: Gracias, Maurice.
MAURICE: Esta era su favorita.

DOCTOR: Bien.
ZAZIE: ¿Qué está pasando?
DOCTOR: Sigue sin nevar.
ARTIE: ¿Dónde está Maurice?
DOCTOR: Y no hay salida hacia abajo. No es lo ideal.
ARTIE: ¿Dónde está Maurice?
DOCTOR: Está siendo increíblemente valiente y ganando tiempo.
ARTIE: No. No. No, no.
DOCTOR: A mí tampoco me gusta.
ZAZIE: Tenemos que sacarlo.
DOCTOR: Ya es demasiado tarde. Los dos, moveos hasta el otro balcón y luego
bajad por ese tubo de desagüe. Cuidado, podría estar congelado.
ARTIE: No puedo hacerlo.
DOCTOR: Tienes que hacerlo. Lidera el camino.
ZAZIE: Doctor, ¿no podemos tomarnos un momento?
DOCTOR: Por supuesto que no. ¡Vamos! ¡Vamos!
ZAZIE: Dame la mano. Te tengo.
DOCTOR: Creo que va a nevar en cualquier momento.
(Los cristales se rompen y el Lago de los Cisnes va in crescendo)
ARTIE: ¡Doctor!
DOCTOR: Bajad con cuidado. Puedo manejar esto. Aquí, Gatito, Gatito. Aunque no
eres tan gatito, ¿verdad? Casi puedo ver las ondas sonoras. Esos son tentáculos, ¿no?
Ah, ah, y esos son dientes. Bueno, aquí viene la nieve. Fantástico. Te vas a desorientar
un poco en breve. Segundo piso. ¿Puedo hacerlo? Nieve abajo, aquí vamos. Lo siento,
¡aquí es donde salto! ¡Ah!

DOCTOR: Uff.
ZAZIE: Doctor.
DOCTOR: Estoy bien. Ha caído desde más alto que eso.
ARTIE: Está bajando.
DOCTOR: Lo perderemos en la nieve. ¡Corred!

DOCTOR: ¿Artie? Ya puedes ir más despacio. Lo hemos perdido durante un rato.


ARTIE: ¿Sí? Y yo también estoy bastante perdido.
DOCTOR: Entiendo cómo te sientes.
ARTIE: ¿De verdad? Tengo frío y me siento miserable. Tengo mucho miedo.
Maurice, se ha ido.
DOCTOR: Así es, y no hay nada que pueda decir que cambie eso. Te he hecho una
injusticia, Artie. He estado dando vueltas a este problema de forma equivocada.
ZAZIE: Eh.
ARTIE: Zazie necesita alejarse de mí.
DOCTOR: No te la quitarás de encima tan fácilmente.
ZAZIE: Intenta correr por la nieve con estos zapatos.
ARTIE: No puedes seguir estando cerca de mí. Mira lo que he hecho.
ZAZIE: No te voy a dejar ahora. Has pasado por muchas cosas tú solo. Eso no
puede seguir así.
ARTIE: Pero va a continuar. ¿Cuántas personas serán arrastradas por este horror?
¿Cuántos más van a morir?
DOCTOR: Ninguna más. Digamos esto, aquí y ahora. Ninguna más. He estado
tratando de detener a este monstruo, cuando en realidad debería haberte ayudado.
¿Dónde estamos ahora? ¿A qué distancia estamos de tu club?
ZAZIE: ¿Le Cave?
DOCTOR: Tengo un plan. Implica correr un poco más. ¿Puedes hacerlo?
ARTIE: No.
ZAZIE: Sí. No llevas tacones. Si yo puedo hacerlo, tú también. Te arrastraré de los
pelos si es necesario.
ARTIE: Oh, no te rendirás.
ZAZIE: Nunca. No contigo.
DOCTOR: Vamos, tenemos hasta que deje de nevar.

ZAZIE: Aquí estamos, bajando esos escalones.


DOCTOR: Y justo a tiempo. La nieve está disminuyendo.
ARTIE: En realidad no quiero estar aquí, y creía que habías dicho que era peligroso.
DOCTOR: Este sitio es un cebo. Necesitamos cebo para nuestra trampa.
ZAZIE: ¿Y cuál es nuestra trampa?
DOCTOR: El bar está aquí abajo, ¿no?
ARTIE: Responde a una de cada cinco preguntas, ¿no?
ZAZIE: Más bien una de cada diez. Vamos.

DOCTOR: Moho en la pared, existencialistas en la esquina, acústica inusual,


sistema de audio rudimentario. Sí, esto servirá. Bien, ese grupo acaba de terminar un
tema y no tenemos mucho tiempo, así que os necesito a los dos en el escenario. Supongo
que el escenario se le queda grande. La parte elevada con el piano.
ARTIE: A ver, espera. ¿Qué?
DOCTOR: Ya lo has oído. Vamos, sube.
ZAZIE: No podemos solo... Tenemos que hablar con Remy.
ARTIE: ¿Quieres que toquemos?
DOCTOR: Sí.
ARTIE: El motivo de todo esto es que no puedo tocar.
DOCTOR: Me he dado cuenta.
ARTIE: Entonces qué, ¿quieres que suba para que encima me humillen?
DOCTOR: No necesitas que te diga lo que la música puede hacer, Artie. Curar lo
insanable, expresar lo inexpresable. Solo lo vas a descubrir siendo valiente, dando el
paso. Actuar siempre es un riesgo.
ARTIE: No es un riesgo que pueda correr. Perdonadme.
ZAZIE: ¡Artie!
DOCTOR: Está asustado. No es su culpa. Mira el dorso de mi mano. Los pelos de
punta.
ZAZIE: Oh, la bestia está volviendo.
DOCTOR: Solo tenemos unos minutos, Zazie. Depende de ti. Necesito que
convenzas a Artie para que toque.
ZAZIE: Lo he intentado antes, y si tú no has podido hacerlo...
DOCTOR: Haz lo que puedas. Prepararé el escenario. Disculpa. (micrófono) Hola.
¿Es una sesión de micrófono abierto? Tengo algunos amigos que quieren tocar, pero
mientras se preparan creí que... podría calentar con algunos chistes.

Tiempo del Audio: 45.22


ZAZIE: Ya hemos estado aquí. Una cantinela familiar.
ARTIE: No puedo hacerlo, Zazie. Mi dolor de cabeza, está volviendo, y mi corazón,
es como si el fondo se hubiera caído.
ZAZIE: Está bien. ¿Tu madre también era músico?
ARTIE: Me enseñó a tocar el piano. Deberías haberla oído cantar también. Se le
rompió el corazón cuando le dije que me iba.
ZAZIE: Se alegró por ti.
ARTIE: Eso no lo sabes.
ZAZIE: Llevas su música contigo. Cuando estás tocando la felicidad es evidente.
ARTIE: Pero no voy a tocar.
ZAZIE: No, yo sí. Hay un contrabajo en el escenario. Actuaré por mi cuenta. Trabaja
en esto, tómate tu tiempo.
ARTIE: Te estoy decepcionando.
ZAZIE: No lo haces en absoluto. Sé lo que es no tocar. En la guerra prohibieron todo
tipo de jazz. Yo estaba demasiado asustada para desafiarlos, pero este lugar siguió
funcionando, mantuvo las melodías fluyendo. Un acto de resistencia tan pequeño, pero
que me dio fuerzas. Ahora me gustaría darte fuerzas a ti. Nos vemos después del
espectáculo.

DOCTOR: Y es por eso que nunca se debe confiar en una monja robot.
(Silencio, alguien tose, pasos.)
ZAZIE: Ha ido bien.
DOCTOR: Excepcionalmente bien, sí. Necesitaba aturdirlos para que guardaran
silencio. Escucha.
ZAZIE: Oh, está aquí.
DOCTOR: Mantenemos al público en silencio, mantenemos a las criaturas centradas
en el escenario. Bueno, han sido un público maravilloso, pero ahora les paso a... Espera,
espera. ¿Dónde está...? Oye, ¿dónde está Artie?
ZAZIE: No puede tocar.
ARTIE: Sí que puedo.
DOCTOR: Entonces el escenario es tuyo. Me llevo el micrófono, pero no lo
necesitarás, ¿verdad? Y pase lo que pase, sigue tocando.
ARTIE: La Madre, para Maurice.
(Suave música de piano. El monstruo pasa silbando.)
DOCTOR: Que todo el mundo mantenga la calma. Jean Paul, ¿no es así?
¿Terminaste con la botella? ¿Te importa si la pongo en el micrófono? (destornillador
sónico) Aguanta. Ya está. Tengo un lugar perfecto para que te escondas ahora. Que nadie
entre en pánico. Vosotros dos, seguid con la música. Es brillante. Espero que esto
funcione. Vamos, el sonido es encantador. Seguid tocando, los dos. Seguid tocando.
(Sonidos fuertes de monstruos, luego un zumbido, silencio, botella cerrada con
corcho. La música de piano termina.)
ZAZIE: Artie, ¿estás bien?
ARTIE: He vuelto a tocar. He tocado.
ZAZIE: Y estuviste fenomenal.
ARTIE: ¿He... vaciado la sala?
ZAZIE: Sobre gustos no hay nada escrito.
ARTIE: El Doctor está en el suelo. ¡Doctor! Todavía respira.
DOCTOR: No te preocupes. Esa pieza tenía un buen golpe.
ARTIE: ¿Qué ha pasado?
ZAZIE: ¿Dónde está la criatura?
DOCTOR: Aquí dentro. Odiaba la melodía de tu música, pero oíste cómo era con el
vitral, Artie. Pon un micrófono en esto, crea un campo subarmónico con el silicato, haz
una cámara de discordia para atraparlo dentro.
ZAZIE: Entonces, ¿lo embotellamos?
DOCTOR: Bastante apropiado. Me desharé de él más tarde, a salvo en las costas
del Vórtice.
ARTIE: ¿Sabías que iba a funcionar?
DOCTOR: No exactamente.
ARTIE: ¿Así que te arriesgaste en una sala llena de gente?
ZAZIE: ¡Artie!
DOCTOR: No, tiene razón. No debería haberlo hecho. Me dije a mí mismo que no
volvería a correr esos riesgos. Pero funcionó. Recuperaste tu musicalidad. Y vaya que
podéis tocar, los dos.
ARTIE: Todavía me siento extraño.
DOCTOR: Vamos a salir. Nos vendría bien un poco de aire fresco.

ARTIE: Está nevando de nuevo.


ZAZIE: Ah, y es precioso.
DOCTOR: Sabes, en realidad no estamos lejos de donde... Sí, está justo ahí abajo.
ARTIE: ¿Qué es?
DOCTOR: Oh, nada. Una gran caja azul que tengo.
ZAZIE: ¿Qué hacemos con el club? Intento no pensar en lo que dirá Remy.
DOCTOR: Yo lo sacaría de tu mente por ahora. Esto es París. Es casi Navidad,
¿no? Eso debería haceros felices.
ARTIE: Pero todavía estás triste, ¿no?
DOCTOR: Y tú también. La criatura se ha ido, pero la pena... bueno, eso... nunca se
va del todo. Espera, ¿cómo has...? ¿Por qué crees que estoy triste?
ARTIE: Todavía puedo oír algunas cosas. Cosas que no debería. Un vestigio de una
vieja canción.
DOCTOR: Interesante. ¿Un efecto secundario de ser acosado? Puedes quedarte
con eso, ese tipo de empatía. Puedes ponerlo en tu música. Es hora de irse. Nuevas
ciudades para ver, nuevos mundos para escuchar.
ZAZIE: ¿Ya? Todavía no sabemos realmente quién eres.
DOCTOR: (retrocediendo) Oh, todavía estoy tratando de recordarlo. Id, vosotros
dos. Buscad algunos villancicos. Disfrutad de una sinfonía nocturna. Y seguid con la
música. El mundo la va a necesitar.
ARTIE: ¿Lo volveremos a ver?
ZAZIE: ¿Quién sabe? Le Tabou debería seguir abierto. ¿Te apetece una copa?
ARTIE: Un brindis por los que ya no están con nosotros.
ZAZIE: Me parece bien.
(La TARDIS se desmaterializa en la distancia.)
2.03. El Planeta del Fin
El Planeta del Fin, por Timothy X Atack
Un Audiodrama de Big Finish Productions Las Aventuras del 9 º Doctor. Cada Llamada Cuenta,
publicado el 11 de agosto de 2021.

Tiempo del Audio: 00:00


PRIMERO: Estas son las Actas de los Muertos. ¿Presentes?
SEGUNDO: Todos.
PRIMERO: ¿Disculpas y ausencias?
SEGUNDO: Todos.
PRIMERO: Punto uno.
SEGUNDO: El multiverso.
PRIMERO: Nosotros, la Incorporación y todas las empresas subsidiarias, nos
encontramos frente a la cúspide del renacimiento más influyente y todopoderoso que el
cosmos haya conocido.
SEGUNDO: Nosotros, la Incorporación, reconocemos que no hay alma que no
pueda ser contratada, ni territorio que no pueda ser asignado, ni sueño que no pueda ser
registrado y comercializado.
PRIMERO: Las condiciones son óptimas.
SEGUNDO: Gallifrey ha caído, los Daleks han sido desmantelados. El miedo y la
incertidumbre pueden ser explotados y no regulados.
PRIMERO: Una vez más, la Incorporación controlará cada galaxia, incontables
trillones de vidas, compensadas con nuestros beneficios en cascada.
(Golpes en la mesa, gritos de ¡Sí, señor! ¡Sí, señor!)
PRIMERO: Un cuerpo ardiendo muestra todo su potencial liberado, su energía
monetizada. Un cuerpo ardiendo revela su verdadero propósito.
SEGUNDO: Y un cuerpo entre toda la creación tiene más potencial que cualquier
otro.
PRIMERO: Se acerca, como estaba previsto. ¡El resurgimiento!
SEGUNDO: Se acerca.

(Una TARDIS se materializa. La puerta se abre tras la música del título)


FRED: Múltiples bienvenidas. Has llegado a Ocaso, un antiguo y sagrado mundo, un
cementerio de formas de vida superiores. Estoy programada para asistirte en tu
peregrinaje y/o duelo y/o entierro en vida. ¿Estás bien? ¿Puedo asistirte de alguna
manera?
DOCTOR: Es sólo que esta puerta no solía chirriar.
FRED: ¿Eres una de las 14.000 formas de vida reconocidas cuyo linaje proviene de
Ocaso?
DOCTOR: No.
(La puerta de la TARDIS se cierra)
FRED: ¿Eres una mutación o variación de entre las 14.000 formas de vida
reconocidas...?
DOCTOR: No.
FRED: ¿Eres un afiliado a alguna religión o fe o hiper-ética de entre los...?
DOCTOR: No.
FRED: ¿Deseas profanar las tumbas de Ocaso para beneficio comercial, espiritual o
académico?
DOCTOR: No. Supongo que eres una inteligencia artificial, ¿verdad? Me doy cuenta
de que es un término ofensivo en ciertos lugares, pero voy a ir al grano. Aquí hay vidas en
riesgo.
FRED: Sí. Claro. Soy una entidad mecánica.
DOCTOR: Tu altura desmesurada y estar hecha de cromo te ha delatado.
FRED: Pero no puedo permitirte salir de esta sala de recepción.
DOCTOR: ¿Y si digo que soy un turista? Un amable y respetuoso turista. ¿Eso
serviría? Me quitaré los zapatos y todo.
FRED: Me temo que no se permite la entrada a los no afiliados. Esto es terreno
sagrado.
DOCTOR: Sí, pero para un grupo de especies que se lo cargaron hace eones, así
que, ¿quién lleva la cuenta?
FRED: Yo. Eres el primer visitante en 75.200.256 años.
DOCTOR: ¿Qué? ¿Y no hay placa? ¿Dónde están las bocinas y el confeti, y mi foto
con el gerente? Está bien, lo siento. No me gusta hacerlo, pero he recibido una llamada
de auxilio y...
(El destornillador sónico se desvanece)
DOCTOR: Hola. No, espera. No, no. No puedes hacer eso. Hay vidas en juego.
¿Dónde está mi destornillador?
FRED: Confiscado, junto con tu nave.
(Los motores de tiempo tartamudean)
DOCTOR: ¿Qué? No, ¡un segundo!
FRED: Lo siento por esto.
DOCTOR: Se ha ido. ¿Qué has hecho?

(Zumbido del intercomunicador)


HINGE: División de Supervisión Exterior, al habla el Sacristán Hinge.
FRED (OC): Aquí Ocaso, informando de una incursión no autorizada.
HINGE: ¿Qué tipo de incursión?
FRED (OC): Materialización tipo 3,312; seguida de sarcasmo tipo 34, y negativa a
abandonar según la variante 21, no obstante, carezco de autorización para una
inmovilización por estas causas.
HINGE: ¿Especie?
FRED (OC): Indefinida. Afirma haber respondido a una llamada de socorro emitida
desde el propio Ocaso.
HINGE: Eso es ridículo. La biología de Ocaso está compuesta de conejos y ciervos,
y mariposas, y árboles, y todas esas tonterías bucólicas básicas, ¿correcto?
FRED (OC): Correcto. No hay formas de vida superiores, excepto en las tumbas.
HINGE: ¿El incursor se ha nombrado a sí mismo?
FRED (OC): El Doctor.
HINGE: Repite eso inmediatamente.
FRED (OC): El Doctor.
HINGE: Manténgalo ocupado. Tan pronto como llegue, podré inmovilizarlo, personal
y permanentemente. Estaré allí en cuestión de... siete horas, posiblemente menos.
FRED (OC): He confiscado su nave. ¿Debo inmovilizarlo?
HINGE: No. Y no revele mi llegada todavía. Deshágase en halagos con él y dele
algo de cháchara.
FRED (OC): ¿Cháchara?
HINGE: Es un conocido criminal y probablemente intentará violar la tumba de algún
enemigo declarado, así que procure que siga hablando. Durante siete horas.
FRED (OC): No creo que eso sea difícil.
HINGE: Bien. Eso es... espera. ¿Estás desarrollando una personalidad?
FRED (OC): Ya nadie visita Ocaso. Necesariamente tenía que desarrollar una
personalidad.
HINGE: Bueno, pues no lo hagas. No es útil. Es un profanador de tumbas, así que
esté pendiente de todo lo que diga y haga, y mire, y no lo pierda de vista.

FRED: Doctor, ¿a dónde vas?


DOCTOR: Tras esa ladera.
FRED: ¿Y luego qué?
DOCTOR: Tras la siguiente ladera después de esa. Recuerdo bastante bien el
origen de la llamada de auxilio, y es un buen día para dar un paseo.
FRED: Siempre es un buen día.
DOCTOR: Montañas nevadas, pendientes frondosas, el canto de los pájaros en
aquel bosque, y a lo largo de toda esta planicie millones y millones de lápidas bajo
nosotros.
FRED: Este es el lugar de descanso final de los Mizrak. Eran una raza guerrera pero
civilizada...
DOCTOR: No, no lo eran.
FRED: ...que enseñó que los cielos... ¿Perdón? ¿Qué has dicho?
DOCTOR: ¿Guerreros? ¿Los Mizrak? No, completamente pacíficos. Vivieron 20
milenios sin apenas decir una palabra más alta que otra. De hecho, esta es la razón por la
que pasaba por aquí. El registro histórico de Ocaso ha sido distorsionado, erosionado,
malinterpretado, y pensé en acercarme, hacer el trabajo, pasar un siglo más o menos
poniendo las cosas en su lugar para los libros de historia, pero entonces apareció esta
potente señal.
FRED: ¿Ibas a pasar un siglo aquí?
DOCTOR: Sí.
FRED: ¿Ibas a pasar cien años siendo pedante?
DOCTOR: ¿Qué has dicho?
FRED: El mito y la realidad se entrelazan en Ocaso. Un bello mundo poblado
únicamente por nombres sin pasado que se mantienen unidos por creencias vastamente
olvidadas. Con todo esto a tu alrededor, ¿de qué sirve tu simple historia?
(El Doctor se ríe)
DOCTOR: ¿Tienes un nombre?
FRED: Normalmente soy la única inteligencia competente del planeta, así que no
serviría de mucho.
DOCTOR: ¿No te han dado un nombre? ¿Ni siquiera los que te crearon?
FRED: Sufrí una activación automática tras la extinción de la última especie
ancestral.
DOCTOR: Bien, te voy a llamar Fred. Vamos, Fred. Eres divertida, pero no me vas a
impedir encontrar esta señal.
FRED: ¿Qué decía la señal?
DOCTOR: Ese es el tema. Decía “ayúdanos, por favor enviad ayuda”, una y otra
vez, pero en miles de idiomas diferentes.
FRED: Y entendiste todos esos idiomas.
DOCTOR: Bueno, más o menos. Mi nave los traduce, así que para mí sólo parecen
miles de fuentes diferentes. ¿No has notado nada inusual recientemente? Restos de
naves espaciales, reuniones, fiestas improvisadas.
FRED: Las tumbas están tan silenciosas como siempre.
DOCTOR: Bueno, algo está vivo en Ocaso, y está en problemas, así que vamos,
Fred.

FRED (OC): Informe del comportamiento del incursor identificado a sí mismo como
el Doctor. Llevamos cinco horas y media caminando, y he intentado mantenerle ocupado
con detalles fascinantes sobre los cementerios y las tumbas que nos hemos encontrado.
En casi todos los datos, ha discrepado conmigo o ha corregido mi pronunciación. Debe
ser parte de mi personalidad el encontrar esto agotador y cargante. Hemos atravesado el
Bosque del Lince Armórico con sus gigantescos tentáculos osificados entre los troncos de
los árboles. Hemos zigzagueado sobre las tumbas geométricas de La Larga Oscuridad
bajo los levitantes ojos pétreos, y ahora nos acercamos al río Más Allá. Levantándose de
las aguas medias, unas estructuras metálicas oxidadas muestran los cadáveres
resplandecientes de los Umbami-abar. Aún así, el Doctor no parece cansarse. Aunque
técnicamente está en una misión de rescate, casi diría que está disfrutando.

DOCTOR: Oh, guau. Oh, guau, míralos. Los Umbami-abar. Vaya historia la suya.
Aquí es donde acabaron, ¿no?
FRED: Pensé que tenías todas las respuestas. Aunque no he conocido nunca a
ningún viajero, diría que eres uno de los experimentados.
DOCTOR: Siempre practicando.
FRED: ¿Cómo es?
DOCTOR: ¿Cómo es el qué?
FRED: ¿Cómo es el resto del universo?
DOCTOR: Fred, recientemente he decidido no hacer juicios demasiado aventurados,
porque también viajo en el Tiempo. Ese es mi problema. Puedes terminar dándolo por
sentado. La mayoría de la gente no tiene las opciones que yo tengo.
FRED: ¿Has conocido a muchas de las personas enterradas aquí?
DOCTOR: Sólo a unos pocos hasta ahora, de refilón. Ya sabes, por su reputación.
¿Hay alguna tumba sin marcar y sin pistas sobre quién está dentro?
FRED: Miles.
DOCTOR: Espera. Espera. Allí, al otro lado del río.
FRED: Oh. Sí. Esos son algunos incursores anteriores. No están muertos, pero
están inmovilizados.
DOCTOR: No esperaba esto.
FRED: Al igual que tú, no estaban autorizados, así que ahora están
permanentemente fijados al paisaje como es habitual. ¿A estos los conoces de pasada?
DOCTOR: Debe ser bastante difícil para ellos pasar. Se llaman Sontarans. Es
curioso ver un pelotón entero en este estado. Su piel se ha convertido en madera. Debajo
de eso, un conejo ha hecho una madriguera.
FRED: Estaban intentando robar los cuerpos de los Umbami...
DOCTOR: Los cuales son fácilmente reutilizables en algún tipo de bomba mata-
planetas. Claro, te entiendo. Es curioso, estoy encontrando toda esta vista bastante
relajante.
FRED: ¿Te gustaría quedarte aquí un rato entonces?
DOCTOR: No podemos, ¿verdad? No, no podemos, porque eso es lo que me va a
pasar en cualquier momento, ¿no es así, Fred? Pegado al suelo, con la piel como un
sicomoro.
FRED: Todos los incursores de cualquier tipo son inmovilizados para proteger la
dignidad de Ocaso. Esperaba evitar esta conversación.
DOCTOR: Entonces, ¿a quién hiciste la llamada de emergencia?
FRED: A los Sacristanes
DOCTOR: Genial. ¿Y por qué motivo me van a arrestar esos idiotas?
FRED: El Sacristán Hinge te inmovilizará por una materialización tipo 3.312, seguida
de un sarcasmo tipo 34.
DOCTOR: Es la primera vez que me arrestan por sarcasmo. Jajaja NO.
FRED: Doctor, ¿puedo ayudar?
DOCTOR: No lo sé. ¿Puedes?
FRED: Me pregunto si hay una manera de probar tu inocencia.
DOCTOR: Poco probable. Quiero decir, intenté desconectarte, Fred. Casi como
matarte, supongo. ¿Y aun así me preguntas si puedes ayudarme? Interesante, ¿no
crees? Tu única compañía durante mucho tiempo han sido las criaturas del bosque. ¿En
qué momento alguien como tú desarrolla una opinión? ¿Cuándo una cosa como tú
empieza a confiar en una cosa como yo? No tienes que responder, Fred, porque creo que
estamos a punto de averiguarlo.

FRED (OC): Segundo informe sobre el Doctor. He desarrollado una opinión. A lo


largo de los milenios me he encontrado con muchos ladrones de tumbas, y el Doctor no
se ajusta a ninguna de sus subcategorías excepto, por desgracia, en un aspecto, y es el
lugar al que se dirige. El cementerio del que dice que emana una señal imposible. Pero en
cualquier momento, mi opinión no importará. Nos acercamos a una meseta sobre la que
se asienta una antigua necrópolis de origen desconocido. Debemos trepar sobre
sarcófagos de granito cubiertos de hiedra y de tamaños muy variopintos. Y mi opinión no
importará porque puedo ver el dron del Sacristán descendiendo a través de las nubes
hacia nosotros.

DOCTOR: ¿Es eso lo que creo que es allí arriba?


FRED: Es un enlace de comunicación con el Sacristán, desplegado por delante de
su vehículo de aterrizaje.
DOCTOR: Así que antes de que me inmovilice, me va a dar una charla. ¿Has
conocido a este tipo antes?
FRED: Es joven, un recluta relativamente nuevo en el Protectorado.
DOCTOR: Bueno, he conocido a muchos guardias de seguridad. Veamos si está a la
altura de los mejores. Sacristán Hinge, ¿verdad? Hola, soy el…

HINGE (OC): Cese la actividad "3.54" y entregue todo el armamento no confiscado.


Si es imposible entregar el armamento biológico, entonces revele su ubicación en su
cuerpo y demuestre su incapacidad con explicaciones claras y de manera pacífica.
DOCTOR: Oh no, es un idiota. Sólo tengo un arma biológica, amigo, y no puedo
apagarla.
HINGE (OC): Revele su ubicación y demuestre su...
FRED: Está hablando de su cerebro.
HINGE (OC): Oh. Guardián, no se involucre en este arresto.
DOCTOR: Anda, ¿te llama Guardián? Vaya porquería de nombre.
FRED: Me llamo Fred ahora.
HINGE (OC): No, no es así. Te ordené que dejaras de desarrollar tu personalidad.
DOCTOR: Lo dice la voz sin rostro del megáfono volador. Bien, no tengo tiempo
para esto. Sigamos adelante. Epa.
HINGE (OC): No te muevas. Estás contraviniendo...
DOCTOR: Grita, te reto. La gente podría estar sufriendo, muriendo. ¿Quieres que lo
ignore?
HINGE (OC): Las formas de vida no vinculadas a Ocaso son declaradas como
ilegales de manera automática. Desde hace varios millones de años, estas formas de vida
no vinculados incluyen todas las formas de vida conocidas. Si se están muriendo, es por
una buena causa.
DOCTOR: Estaba equivocado. No eres un idiota. Eres un cobarde sin corazón.
HINGE (OC): Estás profanando estos monumentos de una manera que no puedes
entender. Estas tumbas sobre las que estás trepando son tan antiguas que permanecen
completamente sin identificar.
DOCTOR: De hecho, sé exactamente a quién pertenecen. El estilo, es único de los
Pastores de Fase. Comenzaron como pastores, todavía se llaman a sí mismos pastores,
incluso después de que se convirtieran en una especie estelar. Sus flotas se llamaban
rebaños, ¿y sabes qué?, tenían un excelente, excelente sentido del humor. Les
encantaría que yo haga parkour sobre sus huesos y te echara una buena regañina.
FRED: ¿Es eso cierto?
DOCTOR: No te mentiría, Fred.
HINGE (OC): Guardián, no te pongas del lado de este criminal. Es un conocido
profanador y vándalo de sitios históricos. Selló y electrificó las puertas de la Ciber Tumba
en Telos.
DOCTOR: Oh, eso es un crimen ahora, ¿no?
HINGE (OC): Él destruyó la gran ciudad de Exxilon.
FRED: ¿Es eso cierto?
DOCTOR: Es... era una ciudad muy traviesa.
HINGE (OC): En cientos de mundos ha quemado templos, asaltado santuarios de
tesoros y demolido lo que se suponía que era eterno.
FRED: ¿Es eso cierto? Doctor, ¿es eso cierto?

FRED (OC): Informe de incursión. Durante los últimos treinta minutos de caminata,
el Sacristán Hinge ha estado volando su dron alrededor de la cabeza del Doctor,
enumerando los sitios sagrados que el Doctor supuestamente ha destruido. Y a cada uno
de ellos, el Doctor ha dado la misma respuesta. Circunstancias atenuantes. Quizás
debería estar aliviada de que nos acerquemos a nuestro destino, pero no lo estoy.
Técnicamente no tengo corazón. Tengo entendido que se sabe que duelen. El lugar del
que el Doctor cree que procede su señal es el cementerio más bello y vivo de todo el
planeta. La evidencia sugiere que éstas son también sus primeras tumbas. Gigantescas
pirámides escalonadas de oro macizo están espaciadas a lo largo de exuberantes
praderas, sus paredes se tornan misteriosamente brillantes al atardecer. Durante mucho
tiempo han sido la imagen representativa de Ocaso en fotografías que toda la galaxia ha
conocido, pero a la que no se le ha permitido el acceso. Y a lo largo de los siglos han
atraído la atención de los ladrones más ambiciosos y con iniciativa de la galaxia.

Tiempo del Audio: 15:19


DOCTOR: Bueno, no me gusta mucho.
FRED: ¿De verdad?
DOCTOR: De verdad. Es un poco arrogante. ¿Quién está enterrado aquí?
FRED: Completamente sin identificar, a menos que puedas ayudar.
DOCTOR: Todo hecho de oro en estado cuántico, ¿verdad?
FRED: Sí. Y hay misteriosos túneles debajo de nosotros que circulan entre las
superestructuras, también hechos del metal más raro que existe.
HINGE (OC): Como si no lo supieras, Doctor.
FRED: Las pirámides cambian de forma gradualmente durante cientos de años. Se
dice que respiran.
DOCTOR: ¿En serio?
FRED: De verdad.
HINGE (OC): Mi teoría es que buscas robar el Péndulo.
DOCTOR: Oh, el Péndulo. Ni idea de a lo que te refieres.
HINGE (OC): Un recóndito hueco subterráneo bajo el punto medio del cementerio
contiene un péndulo de oro en estado cuántico que nunca ha dejado de oscilar. Lleva la
cuenta de los siglos.

DOCTOR: Suena bien, pero lo que me interesa son los túneles. Si la señal viene de
aquí y no hay señales de nadie, creo que puede estar atrapados en algún lugar bajo
tierra. Vamos.
FRED: No hay vida cerca, Doctor. Mis instrumentos me lo dicen con seguridad.
DOCTOR: Pueden estar protegidos o disfrazados de alguna manera. Trabaja
conmigo. Era una señal muy fuerte.
HINGE (OC): Guardián, es una treta. ¡Es un ladrón! Me estoy preparando para
aterrizar.
DOCTOR: Oh, ¿quieres dejar de parlotear? Estoy tratando de...
FRED: El Sacristán ya está aquí.
(Retrocohetes ardiendo)
DOCTOR: Oh. ¡Argh! Oro en estado cuántico. Oh no. ¿Alguna vez has tenido un
sexto sentido, Fred?
FRED: No. Todos mis sentidos están programados. El Sacristán Hinge viene en
persona. No podré ayudar mucho más, Doctor. Demuéstrame que esto no es un truco.
DOCTOR: Ese es el problema. Me acabo de dar cuenta. Creo que es un truco. Creo
que es uno de los trucos más antiguos que hay, y ha sido orquestado para mí. ¡Oh, cómo
he sido tan estúpido!
HINGE: Guardián, detén al invasor.
FRED: Ese dispositivo sobre su hombro es el Inmovilizador, y mi deber está claro,
así que tienes que explicármelo rápido.
DOCTOR: ¿Quién está en esta tumba?
FRED: Nadie lo sabe.
HINGE: ¡Inmovilízalo inmediatamente!
DOCTOR: Quienquiera que sea, sea lo que sea, es a mí a quien quieren. Esto fue
diseñado para mí.
FRED: Lo siento, no entiendo. Me han ordenado que te inmovilice y es lo que voy a
hacer.
DOCTOR: Fred, te lo ruego, por favor.
FRED: Lo siento mucho todo esto.
DOCTOR: ¡Fred! ¡No!

FRED (OC): Informe número cuatro sobre el intruso que una vez se identificó como
el Doctor. El Doctor está ahora inmovilizado permanentemente junto a la Gran Pirámide.
El Sacristán Hinge me ha ordenado que regrese al Cementerio Dorado con regularidad
para asegurarse de que permanece en ese estado.
HINGE: Es posible que alguno de sus cómplices actuales intente liberarlo.
FRED (OC): Me resultó interesante que el Sacristán dijera esto. Yo había percibido
que el Doctor viajaba solo, pero claro, mis sentidos están programados. O al menos,
siempre he asumido que lo están.
HINGE: Eso es todo, Guardián. Me marcho.
FRED: He observado que, en ocasiones, su cuerpo produce lo que sólo puedo
describir como una emanación que se apaga.
HINGE: Eso también está en sus registros. Probablemente un intento automático de
regeneración, impedido por los supresores metabólicos.
FRED: ¿Le causará dolor?
HINGE: ¿Qué? No seas ridícula. Los inmovilizados están básicamente
inconscientes. Es imposible para ellos experimentar cualquier tipo de sensibilidad, externa
o interna, y eso incluye obviamente el dolor.
(El Doctor termina de gritar)
DOCTOR: Eh, lo que estás haciendo es una grosería, francamente. Oye, sí, estoy
hablando contigo. El tipo que está ahí parado, con los brazos cruzados. Sé que no es mi
mente febril, porque llevas un traje elegante para hacer negocios. Nadie lo hace en mi
subconsciente. ¿Quién eres tú?
SEGUNDO: Confidencialidad empresarial, Doctor.
DOCTOR: ¡La Incorporación! Tú formas parte de la Incorporación. No. No. Vosotros
os extinguisteis hace eones.
SEGUNDO: Llámalo una excedencia prolongada.
DOCTOR: Sí, una excedencia de miles de millones de años. Sois poco más que un
mito hoy en día. Un cuento de hadas para advertir a la gente de los peligros de la
adoración al dinero. Por supuesto, esas mismas historias decían que la Incorporación
podría haberse financiado su salida de la muerte.
SEGUNDO: Todavía seguimos en el poder. Diseñamos todo Ocaso como nuestro
departamento de adquisiciones.
DOCTOR: Casi lo descubrí. El oro en estado cuántico, las pirámides y los túneles,
contienen la conciencia de vuestra especie, ¿no? Por eso respiráis.
SEGUNDO: Todo lo que necesitas saber es que tu cuerpo está pegado a la tierra,
pero tu mente está aquí, dentro del oro, con nosotros. Ahora trabajas para nosotros,
Doctor, así que danos lo que necesitamos.
DOCTOR: De acuerdo. No, no... ¡Argh!

FRED (OC): Informe de comportamiento 2.732 sobre el Doctor. No hay cambios.


(Silbando una alegre melodía)
FRED (OC): A veces me pregunto si lo he traicionado. Hasta ahora he tenido quince
años para preguntármelo.
FRED: Buenas tardes, Doctor.
FRED (OC): Parece extrañamente sereno, dado que lo estaba sujetando para que
recibiera toda la fuerza de un rayo inmovilizador. Tiene los ojos abiertos, las palmas de las
manos abiertas y hacia arriba, como si aceptara la verdad de su situación.
FRED: Vamos a deshacernos de todo esto.
FRED (OC): De vez en cuando le quito la hiedra de los hombros. Como suele ocurrir
con los inmovilizados, los conejos han hecho madrigueras bajo sus pies. A efectos de este
informe, no creo que sea necesario señalar las cosas que le digo. Son simplemente una
simulación.
FRED: Lo siento, Doctor. Lo siento mucho.
HINGE: Ese no es el procedimiento estándar. Informe de todas las interacciones con
los inmovilizados.
FRED (OC): Pero no es realmente una interacción.
HINGE: ¿Quieres ser reprogramada, Guardián?
FRED (OC): No, gracias. No quiero.
HINGE: Entonces reporta hasta la última pieza de información. Este hombre puede
estar inmovilizado, no puede ir a ninguna parte y ni hacer nada, pero sigo sin confiar en él.

SEGUNDO: Estoy preocupado, Doctor. No has gritado ni chillado en, déjame


comprobar mi reloj marciano hecho a partir de diamante níveo, casi siete años.
DOCTOR: Y aun así soy el único que dice algo que valga la pena.
SEGUNDO: Pero me estás haciendo quedar mal. He sido Vicepresidente de
Adquisiciones durante más de tres mil años. Debería haber sido Vicepresidente Galáctico
Superior en el momento en que capturamos tu esencia. Era un plan de cinco años como
máximo. Pero ahora todas las reuniones son iguales. ¿Cómo va la energía Artron? ¿Qué
pasa con la energía Artron? Y no tengo una buena respuesta que dar. Así que dame un
respiro, ¿quieres, Doctor? ¿Cómo podemos solucionar esto?
DOCTOR: (Con dolor) ¡Oh! ¿Y yo que gano?
SEGUNDO: Creo que se podría organizar un despido rápido. Sin dolor, con
dignidad. Esto no es digno, ¿verdad?
DOCTOR: Definitivamente no.
SEGUNDO: Entonces, negocia conmigo.
DOCTOR: Sí.
SEGUNDO: Lo siento, tengo que acercarme. ¿Qué es lo que has dicho?

DOCTOR: Negociaré, pero no contigo.


SEGUNDO: No creo que estés...
DOCTOR: Estoy hablando con el mono. Tráeme el organillero.
SEGUNDO: Eso no cambiará nada.
DOCTOR: Llévame ante tu Director General.

PRIMERO: Doctor, por favor, siéntate.


DOCTOR: Oh, ¿por qué? Eso no es una silla, es una proyección psíquica de una
silla. Ya no tenéis cuerpos. ¿Por qué, de entre todas las opciones posibles, necesitarías
darme un sermón en la sala de juntas dorada?
PRIMERO: Siento que envía un mensaje. Así que, siéntate. Vamos a crear un
vínculo.
DOCTOR: Yo diría que ya nos hemos unido. Tu conciencia está literalmente ligada a
la mía a través de raíces simbióticas, así que necesito una sesión para conocerte tanto
como un agujero en la cabeza, muchas gracias. Tengo que decir, no obstante, que esta
mesa es enorme. Enorme. ¿Hasta dónde llega exactamente?
PRIMERO: La sala de conferencias ejecutiva de la Incorporación se remonta a los
albores del tiempo.
DOCTOR: Me dan pena vuestros limpiadores, y probablemente trabajan por menos
del salario mínimo.
PRIMERO: Estos últimos veinte años hemos disfrutado mucho de tus burlas e
insultos, Doctor. Ha sido una excelente charla y...
DOCTOR: Oh, ¿es necesario?
PRIMERO: ...y has demostrado ser extremadamente competitivo. En última
instancia, eso es una buena señal, para nosotros.
DOCTOR: Mira, lo entiendo. Necesitáis una criatura con capacidades regenerativas
como las mías para resucitar. Pero vuestro problema es que las criaturas como yo
también somos esencialmente telepáticas cuando nos da la gana, así que vuestro vínculo
funciona en ambos sentidos, cielo. Aprovechando que tratabas de robarme mi ciclo de
vida, he estado echando un vistazo a la historia de la Incorporación. Su más profundo y
oscuro pasado.
PRIMERO: Espionaje corporativo. Es nuestra propiedad intelectual.
DOCTOR: Y no sabes lo que vi, ¿verdad? Porque ambos no podemos leer la mente
del otro, no exactamente. Sé dónde estoy, dónde estoy realmente. Toda esta tumba, los
túneles, los templos, es una enorme placa de circuito cuántico, chapada en oro, lo
suficientemente poderosa como para devolver a toda una especie de entre los muertos.
Especialmente si se agrega una explosión masiva de energía Artron. Pero no lo
conseguirá, Señor Narizotas, no por mi parte.
PRIMERO: Tu cuerpo está agonizando.
DOCTOR: Y eso me mantiene vivo.
PRIMERO: Tu farol no durará mucho.
DOCTOR: Lo mismo digo.
PRIMERO: Te cansarás y meterás la pata.
DOCTOR: Lo mismo digo.
PRIMERO: Cada día descubrimos una nueva debilidad.
DOCTOR: ¡Lo mismo digo! Y voy a resistirme a ti con cada fibra de mi ser el tiempo
que haga falta, porque sé lo que eres. ¡Sé lo que eres! He visto montones de
civilizaciones pasar por una fase muy parecida a la vuestra. Sólo que no era consciente
de que como de antigua es. Las primeras formas de vida avanzadas, en los albores de la
creación, podríais haber hecho cualquier cosa, pero estabais obsesionados con las
transacciones, persiguiendo vilmente el dinero, el dinero, el dinero. Ganar por ganar.
Saltando de estrella en estrella, consumiendo todos los recursos hasta que explotasteis al
resto hasta la muerte y os encontrasteis con... nada. Nada que poseer. Ninguna razón
para existir. Y sí, desde que os extinguisteis, incontables millones de mundos han
cometido el mismo error. Pero, ¿adivina qué?, la mayoría de ellos cambian. Siguen
adelante. Pero vosotros queréis que el reloj de marcha atrás en todas partes. Queréis
convertir todo el universo en una máquina que gira sin sentido al servicio de vuestra
propia gloria e importancia. Es tan estúpido y simple como eso, y no sucederá. No lo
permitiré.
PRIMERO: Con respecto a tu plan de negocios, tengo algunos comentarios.
DOCTOR: Oh, continúa, por favor. No puedo esperar para esto. (gritos)
PRIMERO: Retroalimentación psíquica y celular. Ves, sólo trabajo con los mejores.
Cuando la Incorporación se vio obligada a la extinción temporal, nuestro equipo de
investigación y desarrollo predijo la realidad en la que nos encontramos, incluyendo una
entidad de tu especie formando parte de ella, flexible y predecible, y sin ánimo de lucro. El
tipo de entidad que tendría un poder asombroso, pero que también respondería de buen
grado a algo tan burdo como una llamada trampa. “Ayúdanos, ayúdanos, por favor, envía
ayuda”. Y así, Doctor, a través de vacíos legales e innovaciones de marca, reescribimos
silenciosamente nuestro contrato con la muerte. Danos lo que pronosticamos. Danos una
regeneración.
(El Doctor grita)
(Se escucha la campana del claustro)
DOCTOR: ¿Por qué nos hemos detenido? Alguien entra desde la oscuridad. ¿Me
van a salvar? ¿Quién es? ¿Quién está ahí?
DOCTOR 2: (Eco) Oh. Hola, Doctor.
DOCTOR: Ah. Muy bien, así que esto es una muy, muy, muy mala señal.
DOCTOR 2: Que mal. Lo llamaría alucinaciones, pero creo que es más bien una
alerta de proximidad de una muerte inminente.
DOCTOR: Eso suena como algo que yo diría. Es justo. Estamos en problemas, ¿no?
DOCTOR 2: Sí. No podemos aguantar mucho más. Estás muy cerca de regenerarte,
y no está activa.
DOCTOR: Estoy realmente molesto conmigo mismo, para ser sincero.
DOCTOR 2: De acuerdo. Yo también. Así que por eso estoy aquí, para plantear la
cuestión de... ¿la cosa? La alternativa. El plan B.
DOCTOR: ¿B de brutalmente malo? ¿B de "bobalicón"? Vamos, es demasiado
arriesgado. Si no funciona...
DOCTOR 2: Si sale mal, nos arriesgamos el doble. Si sale mal, la Incorporación no
sólo se levantará de entre los muertos, sino que lo hará en mi cuerpo. Conseguirán
caminar durante todo el tiempo existente con el aspecto del Doctor, sonando como el
Doctor...
DOCTOR: Ya me lo he dicho cien veces, así que ve al grano, amigo.
DOCTOR 2: La cuestión es que es la única opción que nos queda.
DOCTOR: Aparte de...
DOCTOR 2: No vayas por ahí.
DOCTOR: ¿Aparte de negar la regeneración?
DOCTOR 2: No. No te atrevas.
DOCTOR: Tal vez sea mejor dejarlo aquí. Tuve una buena oportunidad, ¿no crees?
Salvé el universo una o dos veces.
DOCTOR 2: Pero dicen que salvar el universo es un poco como la democracia. Si lo
haces bien, nunca se acaba.
DOCTOR: ¿Quién dijo eso?
DOCTOR 2: Alguien asustado, alguien tratando de distraerse, alguien que no estaba
haciendo lo que se supone que debe hacer...
DOCTOR: Muy bien, muy bien, cállate. ¡Lo estoy haciendo!
DOCTOR: ¡Argh! Quid. Pro. Quo.
Tiempo del Audio: 30:00
SEGUNDO: ¿Qué has dicho?
DOCTOR: Un quid pro quo.
PRIMERO: Quiere hacer un trato.
SEGUNDO: Muy bien, Doctor, ¿cuál es tu oferta?
DOCTOR: Te daré la energía Artron que necesitas, y este estúpido y viejo cuerpo a
cambio. Todo, pero no todo a la vez.
SEGUNDO: Está sugiriendo una serie de pagos fijos.
PRIMERO: ¿A cambio de qué?
DOCTOR: Quiero vivir más tiempo. Y quiero ver la puesta de sol.

FRED (OC): Informe de comportamiento 17.871 del Doctor. 89 años desde la


inmovilización. El resplandor continúa regularmente, como lo ha hecho durante los últimos
67 años, más brillante pero más corto que al principio, yendo y viniendo en un ritmo
circadiano. Mientras tanto, la situación del cabello es manejable. Según los informes
6.441 y 8.322, el pelo del Doctor parece crecer en cantidad corta de vez en cuando. Ahora
tiene barba y largos mechones oscuros que de vez en cuando le podan. Esto es por
razones sentimentales, sobre todo porque sus ojos permanecen abiertos.

FRED: (Tijeras cortando pelo) Casi he terminado, Doctor. Las pirámides se ven
particularmente fascinantes hoy. Lamento que no te gusten.
FRED (OC): Según las notas anteriores, este pelo misterioso sólo parece crecer
cuando... en er...
FRED: ¿Has...? Oh.
FRED (OC): Oh. Ya veo.
HINGE: ¿Por qué te detienes? Guardián de Ocaso, este es el Sacristán Hinge en la
frecuencia 307V(1). ¿Por qué tu informe está incompleto? Guardián, no me hagas bajar.
Estoy a 14 años luz y eso agravaría la situación de mis rodillas.
FRED (OC): Disculpas, Sacristán. Debe haberse cortado por la erupción solar.
HINGE: Pero eso fue hace varias horas.
FRED (OC): La transmisión en curso debe haber fallado.
HINGE: Las estadísticas automatizadas también me dicen que has accedido
recientemente al almacén de dispositivos del complejo y... ¿a las herramientas de
jardinería?
FRED (OC): Sí. Las...tijeras para el pelo del Doctor.
HINGE: Guardián, no hay muchas cosas que me importen tan poco como los cortes
de pelo de los delincuentes. ¿Qué pasa con los dispositivos multifunción?
FRED (OC): El Doctor... el Doctor ha movido los ojos.
HINGE: Eso es extremadamente terco por su parte.
FRED (OC): Ha sido un movimiento largo y prolongado, así que he accedido a los
dispositivos por si tenía que volver a inmovilizarlo, pero se detuvo.
HINGE: Informe de cómo se ha detenido.
FRED (OC): Un brillante resplandor, los pájaros echaron a volar desde su cabeza y
los ojos se congelaron.
HINGE: Si ocurre cualquier otro incidente ocular, infórmame al instante, obvia los
extraños detalles sobre la fauna.
FRED (OC): Entendido, Sacristán.
HINGE: Un día alguien creará una inteligencia artificial que pueda mentir con
convicción, entonces todos estaremos en problemas.

(Golpean, la puerta se abre, pasos sobre el metal)


SEGUNDO: ¿Podemos acceder a tu zona de confianza?
DOCTOR: Habíamos acordado que no, pero como si eso fuera a detenerte.
PRIMERO: Vaya, si esta es una reconstrucción mental exacta, no quiero pensar en
tu nave.
DOCTOR: ¿Por qué no? ¿No hay chofer? ¿No hay un bar de cócteles en miniatura?
En realidad, creo que hay uno de esos.
SEGUNDO: Es bueno que tengas tu propia sala de descanso ejecutiva. Te tenemos
en muy alta estima.
DOCTOR: Estoy en prisión, en una celda. Estás consiguiendo lo que quieres. No te
regodees.
PRIMERO: No falta mucho para que consigamos todo lo que queremos.
SEGUNDO: Según el contrato, seremos accionistas mayoritarios de tu persona en…
déjame comprobar mi reloj, oh, cuestión de minutos.
PRIMERO: Noventa años de agonía terminarán pronto.
DOCTOR: ¿90 años? Eso no es nada. ¿Alguna vez has ido en caravana? Pregunta.
¿Qué haréis cuando seáis yo? Es que me resulta difícil imaginarme ser controlado por
vosotros.
PRIMERO: Explotaremos tu marca, bajaremos tus márgenes, maximizaremos los
beneficios. Se acabó el ir de allá para acá sin cobrar nada. Y dentro de los términos del
servicio que prestas...
SEGUNDO: Ahorrar cosas, viajar en el tiempo, el modelo existente.
PRIMERO: ... paso a paso, nos aseguraremos de que los usuarios del producto se
conviertan en el producto. Te adorarán, Doctor, como un dios. Comprarán ropa con tu
nombre.
DOCTOR: Nadie sabe mi nombre. Lo que todavía no entiendo es, ¿por qué? He
visto el tipo de cosas que hacéis por todas partes, devorando planetas enteros y
vomitándolos. ¿Por qué?
PRIMERO: (Risas) La ley del universo.
DOCTOR: ¿Ahora hablas de la entropía?
PRIMERO: No. Esa es una cualidad del universo. La ley es que en cualquier
situación alguien gana y alguien pierde.
SEGUNDO: Y nosotros, la Incorporación, siempre ganamos. Y tanto que ganaremos.
PRIMERO: Seguramente hasta tú hubieras preferido ganar, en lugar de entregarte
tan totalmente. ¿Renunciando a esa energía vital paso a paso durante sesenta años a
cambio de un mínimo de libertad corporal cada año? ¿No es eso un poco egoísta al final?

DOCTOR: Regateaste conmigo. Quería mover la cabeza una vez a la semana,


dijiste que no, sólo los ojos una vez al año. Pero valía la pena. Una vez al año, para ver la
puesta de sol sobre esas maravillosas pirámides.
PRIMERO: ¿Realmente estos pequeños momentos tienen tanto valor para ti?
DOCTOR: Oh, sí. Sí, es de lo que se trata la vida. Definitivamente. (¡Boom!)
DOCTOR: No tiene precio.
(¡Bum!)
PRIMERO: ¿Qué es esto?
DOCTOR: Porque si los ojos están libres y, ya sabes, hay una posibilidad de que un
ser mecánico que puede leer binario se acerque, y después de setenta y tantos años
finalmente está allí en el momento adecuado, entonces ¿adivina qué? Los ojos a la
izquierda significan uno, ojos a la derecha un cero. Y como ella es inteligente, puedes
contarle todo sobre la Incorporación de principio a fin mientras tus secuestradores creen
que simplemente estás mirando la puesta de sol. Entonces, presta atención, todavía en el
viejo binario, puedes decirle exactamente cómo construir un dispositivo de inversión que
romperá el hechizo maligno y liberará al prisionero.
PRIMERO: ¡No! ¡No, eso es inaceptable!
DOCTOR: ¡Tachán!

DOCTOR: ¡Ah! Oh, mis espinillas. (Risas) Me duelen mucho las espinillas.
FRED: Tuve que desenterrarte. Te habías quedado incrustado. Creo que el
desinmovilizador funciona.
DOCTOR: Parece que sí.
FRED: Estaba preocupada. Lo construí muy rápido. ¿Cómo te sientes?
DOCTOR: Exhausto. Completamente agotado. Necesitamos movernos. Yo...
Espera, ¿qué...? Oh, tienes que estar bromeando.
FRED: Te has dejado crecer la barba. Traté de controlarla.
DOCTOR: ¡Tengo el pelo como un mago!
FRED: A veces te afeitaba. Los pájaros, a menudo han...
DOCTOR: Si me he quedado aquí con las ardillas encima como el espíritu del
bosque, por favor no se lo digas a nadie. Nunca superaría mi vergüenza.
FRED: No tengo a nadie a quien contárselo.
DOCTOR: Gracias por confiar en mí, Fred.
FRED: Sólo me llevó 89 años.
DOCTOR: Vamos, esto... ow, ah, oh, oh, oh... esto no ha terminado. Hice una
apuesta fuerte y puede que no valga la pena.

PRIMERO: Estas son las Actas de los Muertos.


SEGUNDO: Punto uno.
PRIMERO: El Doctor.
(Golpes en la mesa, vítores, gritos de ¡Sí, señor! ¡Sí, señor!)
SEGUNDO: La nave va por libre pero las condiciones siguen siendo óptimas.
PRIMERO: ¡La Incorporación ha adquirido suficiente energía Artron para dar luz
verde a nuestra resurrección!
(La Incorporación grita de júbilo).

FRED: No creo que puedas caminar tan rápido.


DOCTOR: Creo que tengo que hacerlo. Tenemos que tomar una decisión.
FRED: ¿Qué decisión?
DOCTOR: Bueno, Fred, pensé que estaba siendo inteligente. Pensé que la
Incorporación no podría resistirse a buen trueque, y tenía razón. Para hacerte ojitos
binarios en secreto, regalé trozos de mi esencia vital año a año. No lo suficiente como
para matarme, pero desafortunadamente...
FRED: Les diste lo suficiente para levantarse de su tumba de todos modos.
DOCTOR: Sí. No necesitan este cuerpo mío para hacerlo por sí mismos. Yo era la
guinda del pastel.
FRED: No entiendo qué significa esa última frase, pero... con o sin tarta, estás muy,
muy enfermo.
DOCTOR: Fred, tenemos que tomar una decisión realmente horrible.
FRED: Dime.

PRIMERO: Comienza el traslado. Traed a los cuants.


SEGUNDO: Corred. Sí, gente, vamos. Así es, vamos a hacer mucho dinero.

FRED: Algo está sucediendo. Puedo sentirlo.


DOCTOR: Sí, yo también. Bien, ¿qué hay al oeste, por allí?
FRED: Pasando el bosque están los cementerios eléctricos de los señores de la
pizarra de Yorn. ¿Servirían?
DOCTOR: No, demasiado violentos.
FRED: Justo después están enterrados los Hiutransni.
DOCTOR: No. Me topé con ellos varias veces. No son agradables. Oh, ¿qué? Oh,
esto es lo último que necesitamos.
HINGE (OC): Cesen cualquier movimiento y entreguen cualquier arma no
confiscada.

SEGUNDO: Cálculos cuánticos completados.


PRIMERO: Desvía todas las participaciones al circuito primario.

DOCTOR: Hinge. Hinge, ¿puedes oír eso? ¿Ese pulso?


HINGE (OC): Todo lo que oigo es la molesta voz de un incursor que no se queda
quieto.
DOCTOR: Un antiguo mal se está preparando para resucitar de entre los muertos, y
si lo hacen, todo su imperio de mil millones de años de terror irreflexivo desde los albores
del Tiempo, sólo habrá sido un ensayo. Y es mi culpa.
HINGE (OC): Parece que les has ayudado activamente.
FRED: Sacristán, el Doctor hizo lo que tenía que hacer. La única manera de
solucionarlo es sabotear esta resurrección y redirigir la energía Artron a algún otro cuerpo,
para devolver a la vida a uno mucho menos violento.
HINGE (OC): Guardián, serás desmantelado por esto. La exhumación es algo
obsceno y no lo permitiré.
DOCTOR: En cualquier otra situación, estaría de acuerdo. Está muy mal, y no tengo
derecho, pero es la única salida.
FRED: Doctor, ¿qué pasa con los Mizrak?
DOCTOR: ¿Los Mizrak?
FRED: Dijiste que eran eternamente pacíficos, ni siquiera una pizca de enfado.
DOCTOR: Perfecto, Fred, excepto que ese cementerio está demasiado lejos.
Tenemos minutos para resolver esto. Rápido, haz una lista de los que están cerca y no
están vivos.
FRED: Los antiguos Frimian.
DOCTOR: No.
FRED: ¿Conceptos Sin Forma del Mundo Seco?
DOCTOR: Definitivamente no. Un grupo horrible. Verás, sea quien sea, existe la
mínima posibilidad de que acabe con poderes de regeneración, así que tengo que estar
completamente seguro.
FRED: El Emperador Razorfish.
DOCTOR: ¡No!
FRED: La Familia de la Sangre.
DOCTOR: No, no, no, no, no, no.
FRED: O qué tal... esto.
DOCTOR: ¿Tú qué?
FRED: Esto, en mis manos. Estoy sugiriendo esto. Podemos devolver esto a la vida.
DOCTOR: Fred, eso es un conejo muerto. No puedo darles a los conejos el poder de
regeneración. Piénsalo.
FRED: Creo que murió hace poco.
DOCTOR: No me lo puedo creer. En serio, no puedo creer que esté a punto de
hacer esto. Entrégalo, ¿quieres?, pobrecito. Urgh. Tenemos que llevar este conejo al
templo central, y tenemos que subir a la cima de ese templo.
HINGE (OC): No profanen ese sitio. No tienen autoridad.
DOCTOR: Fred, ¿a cuánto está de lejos?
FRED: Supongo que a diez minutos.
DOCTOR: Pero no podrá aterrizar su nave en la cima, y tendrá que subir todos esos
escalones después de nosotros.
FRED: 499 de ellos.
DOCTOR: Debe estar avanzando un poco. Eso nos dará algo de tiempo.
FRED: Lo siento, no. Durante los últimos diez años ha tenido un exo-esqueleto de
titanio mecanizado. Subirá esa escalera como una cabra montesa.
DOCTOR: Tienes razón, entonces. Lista de tareas. Templo dorado, maldad antigua,
perseguido por un guardia de seguridad de 110 años con turbocompresor, totalmente
agotado, y llevo un conejo muerto. Tuve días peores. Hola, pequeño amigo. Estás a punto
de convertirte en algo realmente nuevo. Apuesto a que no lo esperabas

DOCTOR: ¿Debemos estar al menos a mitad de camino?


FRED: 299 hasta ahora.
HINGE (OC): ¿Con qué propósito profanan esta tumba?
DOCTOR: No puedo hablar. Escalando. Fred lo ha resuelto, ¿no es así?
FRED: Sacristán. En el centro de la cámara superior hay una figura dorada. La has
visto.
HINGE (OC): Una especie de dios, imagino.
FRED: No. Lleva traje y corbata. Es una Incorporación que espera la resurrección. Y
en el suelo, a su alrededor, el mandala, el laberinto de canales de oro que serpentea
hacia el centro.
HINGE (OC): Una decoración básica superflua.
FRED: No. Todo este cementerio es un circuito de oro altamente eficiente, y ese
altar, ese ídolo es su punto focal. Toda la energía Artron que la Incorporación ha robado
se dirigirá allí y reanimará la estatua. El proceso ha comenzado. Puedes oírlo.
DOCTOR: Sólo uno de ellos está vivo. Eso es todo lo que necesitan. El resto
seguirá. La Incorporación puede ser liberada del oro, y esto... esto, Hingie, es el tipo de
cosas que hacen que siempre esté volando tus edificios catalogados.

HINGE (OC): Bueno, eso me parece poco probable en el mejor de los casos.
¿Cómo se ha mantenido esa conciencia dentro del oro todo este tiempo? ¿Cuál es la
fuente de energía?
DOCTOR: Curiosamente, un enorme péndulo de oro de estado cuántico en
movimiento perpetuo. El que podemos sentir ahora mismo cada vez más fuerte.
FRED: Pero si en vez de eso se pone en ese altar a un ser vivo de cualquier otro
tipo...
DOCTOR: Como el pobre Flopsy aquí.
FRED: ...entonces la energía Artron se canalizará hacia el conejo...

Tiempo del Audio: 45:10


DOCTOR: ...y la forma de onda cuántica en el oro colapsa a un solo estado...
FRED: ...atrapando a la Incorporación dentro de él para siempre.
DOCTOR: ¡Choca esos cinco! Oh. Bien, sabrán que estamos tramando algo y que
planean detenernos, así que hay que prestar atención a cualquier cosa que parezca un
plan.
HINGE (OC): Voy a aterrizar, luego voy a solucionar este sinsentido de una vez por
todas.
DOCTOR: Fred, hay una cosa más.
FRED: ¿Sólo una?
DOCTOR: Si termino en ese altar, los er... términos de nuestro contrato permiten a la
Incorporación asumir totalmente mi cuerpo.
FRED: ¿Totalmente?
DOCTOR: Se convertirán en mí. Definitivamente no quiero que eso suceda.

SEGUNDO: Todos los activos comprometidos con el alto templo.


PRIMERO: ¿Es el oro maleable?
SEGUNDO: Siempre.
PRIMERO: Iniciad la expansión agresiva.

FRED: El péndulo se ha detenido.


DOCTOR: Sí, me he dado cuenta de eso.
FRED: Doctor.
DOCTOR: Lo veo. Oh. Sí, te tengo. No estoy seguro de qué hacer al respecto.
FRED: Esto no es un fallo en mi sistema, ¿verdad? ¿Las manos doradas están
creciendo desde la escalera?
DOCTOR: Así es, manos y extremidades ahora. Creo que... ¡Ah, quítamelos de
encima! ¡Gah!
FRED: Están creciendo desde cada escalón por encima de nosotros.
DOCTOR: Soltadme, pequeños y horribles agarradores.
FRED: Doctor, no te quejes. Voy a subirte por estos escalones tan rápido como
pueda.
DOCTOR: ¡Hazlo! ¡Vamos, vamos, vamos, vamos!

DOCTOR: ¡La pared!


(Choque)
FRED: Lo siento.
DOCTOR: ¿Te das cuenta de que necesitamos este conejo intacto? Fred, estoy
demasiado débil. Mueve esa estúpida estatua del medio. (Sonido de algo pétreo
moviéndose junto al sonido metálico)
FRED: Doctor, tengo la sensación de que en esta habitación están a punto de
empezar a crecer manos en cualquier momento.
DOCTOR: Claro, bien. Es la hora del conejo, aquí estamos...
FRED: ¿Qué pasa?
DOCTOR: Se me acaba de ocurrir que es realmente peligroso.
FRED: ¿El qué? Las paredes se mueven. Y puedo oír al Sacristán subiendo las
escaleras muy rápido. ¿Qué más es peligroso?
DOCTOR: Soy el conductor. El conductor del conejo. Si pongo a este tipo en el suelo
mientras lo sostengo, podría completar el circuito por defecto, y entonces todo estará
perdido. Fred...
FRED: Yo lo haré. Dámelo.
DOCTOR: Sí, perfecto. Toma. Hola, pequeño amigo. Fred te está llevando al centro
ahora. Lo que pasa después, ni idea. Espero que sea fantástico.
FRED: ¿Está mal que envidie al conejo?
DOCTOR: ¿Qué quieres decir?
FRED: Que envidio que pueda vivir.
DOCTOR: No, Fred, no está mal. ¡No, no está mal en absoluto! Y me parece que...
FRED: ¡Cuidado!
HINGE: ¡Muajajaja! Cuidado, Doctor.
DOCTOR: ¡Hinge!
HINGE: Prestar atención a cualquier tipo de plan, ¿eh?
FRED: ¿Estás bien?
DOCTOR: Argh. Sólo molesto conmigo mismo, otra vez. Me gustaría verte lanzarnos
a través de una habitación sin un exoesqueleto. Apuesto a que no podrías ni siquiera
mover mi nariz.
HINGE: Estoy lleno de energía, Doctor. Observe.
DOCTOR: Sacristán Hinge, ¿acabas de tirar a un pobre conejo muerto por la puerta
y por esos escalones?
HINGE: Guardián, aléjate del anfitrión, o te desmantelaré de arriba a abajo delante
de él.
DOCTOR: Supongo que has sido parte de esto todo el tiempo.
FRED: ¿También creaste la señal de socorro?
HINGE: La Incorporación contactó conmigo una noche mientras exploraba los
templos. Entraron en mi conciencia, hicieron una inversión central en mi futuro. En
cualquier situación hay un ganador y un perdedor, Doctor, así que ahora sabéis en qué
categoría estáis.
DOCTOR: Sí, perdóname. ¿A qué te refieres? ¿Qué te han ofrecido?
HINGE: Cincuenta libras.
DOCTOR: ¿Estás...? Espero... ¿Dilo otra vez?
HINGE: Me prometieron cincuenta libras.
DOCTOR: Oh, si que eres barato.
HINGE: Cincuenta libras de oro de estado cuántico. Con ese capital, podría comprar
mi propio planeta.
FRED: Qué gracioso. Ahora eres aún más barato.
DOCTOR: Fred, aléjate de estas paredes. Aquí vienen. La Incorporación se está
abriendo paso.
FRED: No dejaré que te lleven.
DOCTOR: No te entrometas, Fred. No quiero que tú también mueras.
FRED: No va a pasar, Doctor. Para empezar, nunca estuve realmente viva.
DOCTOR: Fred, estás pensando lo que yo... ¡Ah! ¡Fred! Espera, Fred.
HINGE: Por aquí, Doctor. Vamos a incorporarte.
PRIMERO: Doctor, nuestro contrato ha concluido. Preparate para la adquisición.
SEGUNDO: Será monetizado con extremo prejuicio.
HINGE: Ya era hora. He perdido 89 años esperando esto.
PRIMERO: Finalmente, todo ese poder de los Señores del Tiempo se hace
competitivo.
DOCTOR: Me parece acertado verlos a todos así. Trajes elegantes, manos que
arramplan, completamente hechas de oro. Es llamativo e insípido, pero apropiado.
PRIMERO: No más el hombre del pueblo, Doctor. Este gran lugar será el
monumento a tu fin.
DOCTOR: Nah, es un poco llamativo para mí. Me quedaría con una lápida básica
cualquier día, con la inscripción: "El Doctor, continuará". ¡Fred, corre! ¡Ahora! ¡Corre al
centro del circuito!
TODOS: ¡No! ¡Alto!
(Silencio)
Tiempo del Audio: 51:27
(Jadeos)
FRED: ¿Qué…? ¿Qué es ... ?¿Por qué es mi ...? ¿Qué?
DOCTOR: Está bien. Estás bien, Fred.
FRED: ¿Qué es esto? ¿Qué estoy haciendo?
DOCTOR: Está bien. Se llama respiración. Estás respirando.
FRED: ¿Es un fallo?
DOCTOR: No, no lo es. Es porque estás vivo.
FRED: Cuando dijiste que corriera...
DOCTOR: Lo sé.
FRED: Ya estaba corriendo.
DOCTOR: Sí, lo sé. Por si sirve de algo, ahora eres un ser vivo.
FRED: Oh.
DOCTOR: No, está bien, están inmovilizados. Completamente congelados.
FRED: La Incorporación.
DOCTOR: Mira. (Golpea el metal) Colapsaste la onda, y el estado cuántico se
convirtió en un simple metal estándar. Están atrapados así, agarrados, hechos de oro,
para siempre. ¡Lo hicimos, Fred! Lo hicistes.
FRED: ¿Y el Sacristán?
DOCTOR: Oh sí, Hingie, él está aquí. La energía en el suelo conducida directamente
a su exo-esqueleto y bueno, él es er... (toca el metal)
FRED: Metalizado.
DOCTOR: Es todo lo que él hubiera querido, por lo que puedo decir.
FRED: Pero...
DOCTOR: ¿Sí, Fred?
FRED: ¿Qué voy a hacer con todo esto? ¿Qué se supone que debo hacer con
todo... esto?
DOCTOR: No lo entiendo. ¿Todo esto qué?
FRED: La vida.
(La TARDIS se materializa, la puerta se abre y se cierra. Silbidos)
DOCTOR: Oh, muy bonito.
FRED: Ya me lo imaginaba.
DOCTOR: Muy digno, muy apropiado. Junto con todos los grandes guerreros y las
especies nacidas en lo alto, Ocaso tiene ahora un monumento a un conejo heroico.
FRED: Un conejo muy histórico y heroico.
DOCTOR: Así que, tengo mi destornillador, gracias, y tengo mi TARDIS, gracias
amablemente. Y sé que dije que era esencialmente un viajero solitario en este momento,
pero er... si quieres siempre puedo llevarte.
FRED: Doctor, gracias, pero soy el Guardián de Ocaso.
DOCTOR: Y así es como debe ser.
FRED: Fred, el Guardián de Ocaso.
DOCTOR: Siento no haber podido responder a tu gran pregunta, Fred, Guardián de
Ocaso.
FRED: Está bien.
DOCTOR: Todavía estoy trabajando en ello. Pero en general, diría que divertirse es
importante, así que eso es lo que voy a hacer ahora. Eso y cortarme el pelo.
FRED: Estoy pensando en pasar algún tiempo corrigiendo los registros planetarios.
DOCTOR: ¿Ah sí? ¿Siendo pedante?
FRED: Cien años de ser pedante, o algo así. Oye, ¿cuánto tiempo acabaré
viviendo?
DOCTOR: Ni idea. Una situación muy inusual. Con toda esa energía de Artron, yo
diría que... te quedará bastante tiempo.
FRED: ¿Crees que me regeneraré?
DOCTOR: Ni idea.
FRED: ¿Crees que siempre seré la única inteligencia competente en Ocaso?
DOCTOR: Ni idea.
FRED: Creo que voy a dejar de hacerte preguntas y descubrir las cosas por mí
mismo.
DOCTOR: Excelente elección. Lo mejor para todos es que no interfiera. Encuentra tu
propio camino, sé tu propio jefe, cultiva tus propias verduras, nos vemos, Fred.
(Silbidos. Creo que es "Jolly Good Company")
FRED: ¿Cultivar mis propias... verduras?
(La puerta de la TARDIS chirría al abrirse).
DOCTOR: Realmente tengo que arreglar eso.
(La puerta de la TARDIS se cierra, la TARDIS se desmaterializa).

También podría gustarte