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En tal sentido, es imperante que se delimite la definición del término contrabando, para
los propósitos del presente escrito, por tanto se tiene que la palabra deviene
etimológicamente de las acepciones latinas contra – enfrentamiento – y barun – ley o
edicto -, de tal suerte que la real academia de la lengua española define el termino como –
comercio o producción de géneros prohibidos por las leyes a los particulares -, desde la
posición legal, para el caso colombiano la definición se encuentra contenida en la ley 599
de 2000 “Código Penal” que tipifica la conducta del sujeto que importe o exporte
mercancías al territorio aduanero colombiano o desde él, que se realicen por lugares no
habilitados, o por medio del ocultamiento, disimulo, sustracción de la intervención y
control aduanero, en cuantía superior a 50 S.M.L.M.V; y es precisamente por esta
distinción que en cuantía realiza la ley penal, que es necesario incluir el derecho
administrativo, que desde el Decreto 2685 o “Estatuto Aduanero” establece en el articulo
502 causales de aprehensión y decomiso de mercancías, para los regímenes de
importación, exportación y transito aduanero, sin que medie el valor de estas para la
aplicación de las sanciones; obsérvese entonces que las definiciones etimológica, literal y
legal, guardan una estrecha relación, se reúnen en torno a que el contrabando es la
violación a una prohibición legal, bien sea que esta conforme la producción o
comercialización de bienes, desde o hacia el territorio nacional.
Desde esta perspectiva retomar el estudio realizado en el año 2000 por el entonces Grupo
de Cultura Tributaria de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales[1], que tras una
investigación que conto con la participación del Centro de Estudios Sociales de la Facultad
de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional; concluyo en la estructuración de un
programa académico para los niveles de básica primaria y secundaria, y media vocacional,
en el que se pretende la formación de nuevos ciudadanos, que bajo los valores de
responsabilidad, participación, solidaridad, cooperación y un alto sentido de pertenencia a
la comunidad nacional, reconozcan en un mayor recaudo y control eficaz de los recursos,
la solución de los problemas de la Nación.
La meta planteada es amplia y prospectiva, por cuanto busca desarraigar a las nuevas
generaciones, de las conductas que desde antes del nacimiento de la república ya se
habían apropiado del común, pero es tan necesaria como válida, por que nace entonces la
pregunta ¿de que otro modo podría cambiarse la cultura de un pueblo?, cultura que por
demás decirlo ha llegado a obtener cierta notoriedad social, afectando directamente la
moralidad pública y derivando en una descomposición colectiva de los valores y principios
que rigen a la sociedad.
Volviendo a los referentes conceptuales, para desde allí dimensionar el problema, y
contribuir a partir de la construcción de ideas a plantear alternativas de solución; se deben
revisar – al menos a grosso modo - las modalidades o formas existentes para el ingreso o
salida ilegal de mercancías desde o hacia el territorio aduanero nacional; entonces
anótese como tales el contrabando abierto, entendido como el flujo de mercancías por
zonas de frontera que no han sido habilitadas por la autoridad aduanera para la ejecución
de estas operaciones de comercio exterior, en otras palabras, son las zonas en las que no
existe ningún tipo de control aduanero formal; contrabando técnico, que obedece a la
forma en la que se busca disfrazar las mercancías para evitar el pago total del arancel o al
menos disminuirlo, resáltese que en esta figura el punto clave gira alrededor de la
clasificación arancelaria que se haga de las mercancías, que trae consigo la liquidación de
un tributo determinado; y por último la subfacturación, modus que consiste en la
presentación de documentos adulterados a la autoridad aduanera con el fin de disminuir
la base gravable para la liquidación de los llamados impuestos externos como son el IVA y
el Arancel.
A continuación se describe una de las formas, tal vez la más usual, pero no por esto la
menos elaborada, de cómo actúan las organizaciones delincuenciales, todo parte de la
constitución de una empresa ficticia, fachada o de papel[4], bien sea que nazca a la vida
jurídica por medio de documento público o privado, el grupo delincuencial ya desde estos
momentos adopta una conducta totalmente dolosa, ó, con manifiesta intención de
realizar la actividad ilícita, por cuanto su único objetivo es por medio de la utilización de la
legalidad, esto es la constitución de la empresa con el cumplimiento de requisitos como
matricula mercantil, registro único tributario, resolución de facturación, entre otros,
proceder a ejecutar una cadena de delitos, dirigida a evitar o dificultar los controles de las
autoridades, persiguiendo meramente lucro económico con afectación al fisco nacional.
Las operaciones de comercio exterior, se caracterizan, primero porque los pagos, a los
exportadores o proveedores en el exterior se deben canalizar a través del sistema
financiero o cambiario vigente en Colombia y el no hacerlo constituye una infracción
administrativa cambiaria, para el importador Colombiano conforme a las disposiciones
emitidas por el Banco de la República, y el poder sancionatorio en cabeza de la DIAN; el
otro extremo estructura la conducta punible definida y sancionada en el artículo 402 del
Código Penal, bajo el nombre de Omisión del Agente Recaudador o Retenedor.
El objetivo que cumple la utilización de las empresas “ficticias”, “fachadas” o “de papel”
es la afectación de la administración pública en los aspectos contravencionales y penales
reseñados. Así las cosas, los manipuladores de las empresas o sociedades ya
mencionadas, en las operaciones que se concretaran más adelante, han incursionado en
el Código Penal.
Otro punto para tener en cuenta en relación con el comportamiento de estas estructuras,
es el alcance de delitos transnacionales de las actividades que ejecutan, por medio de la
utilización de los canales del comercio exterior[5], que trascienden las fronteras del país,
que rompen los esquemas del concepto de soberanía y que demandan de la cooperación
internacional, aprovechar espacios como los generados desde la Organización Mundial de
Aduanas, para el desarrollo de estándares globales, la simplificación y armonización de
regímenes aduaneros, la cadena de suministro de la seguridad del comercio, la facilitación
del comercio internacional, la mejora de la vigilancia aduanera y las actividades de
cumplimiento, la lucha contra la falsificación y la piratería, la promoción de la integridad, y
sostenibilidad a escala mundial de programas de fomento de la capacidad de Aduanas,
deben ser objetivos del gobierno nacional.
Sea este el momento para indicar cuales sectores de la economía nacional son los mas
afectados por la figura delictual del contrabando, advirtiendo, que la lista descrita, es una
conclusión apenas lógica de la competencia desleal que genera el fenómeno y que en tal
sentido tiene mayor afectación sobre los productos de fabricación interna; bajo esta línea
resáltese al sector agropecuario, con los subsectores de agricultura y ganadería; al sector
industrial, dividido en los subsectores extractivo - especialmente a la extracción de
petróleos - y de transformación, en productos como el calzado y la marroquinería, licores,
textiles y las confecciones, automotores y su partes, entre otros.
Los resultados generales para el año 2007, muestran que sobre US$ 37.000 millones de
importaciones se estima que no pasaron formalmente por la aduana colombiana cerca de
US$ 3.763 millones, de los cuales el contrabando abierto tiene una posición minoritaria,
pero no por ello irrisoria, de US 1.088 millones, pero el grueso del problema se concentra
en la subfacturación reforzando de esta manera los planteamientos descritos en párrafos
anteriores, sobre las cifras 2008, vale la pena mencionar que este ejercicio resulta de un
cálculo en las importaciones estimadas del 2008, por tanto esta cifra sirve de referente
mas no es real.
Ahora y tal como se planteo en la parte introductoria del escrito, es necesario contrastar
los niveles de estimación del contrabando, con los resultados alcanzados por las
autoridades aduaneras en relación con la aprehensión de estas mercancías, en este punto
debe aclararse que las cifras que se presentan corresponde al nivel de las aprehensiones
logradas por la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, en el Territorio Nacional y
se destaca la participación de la Policía Fiscal y Aduanera en estos resultados.
A este tenor, se hace una aclaración muy breve, por cuanto no es el tema principal de este
escrito, sobre las funciones que cumple la Policía Fiscal y Aduanera, que como unidad es
una de las más recientes especializaciones del servicio policial en Colombia. Desde su
creación en el año 1998, según el artículo 80 de la ley 488 donde se definió como un
aparato armado para soportar las funciones propias de investigación de la Dirección de
Impuestos y Aduanas Nacionales, ha sufrido dos grandes modificaciones normativas, una
con ocasión de la ley 633 de 2000 - es válido resaltar que el aporte mas significativo de
esta norma es el de elevar a la categoría de Dirección dentro de la Dirección de Impuestos
y Aduanas Nacionales a la Oficina de Policía Fiscal y Aduanera creada mediante el Art. 80
de la ley 488 de 1998 - y la más reciente con el Decreto 4048 de 2008 – mediante el cual
se asignan funciones propias de fiscalización y control dirigidas a la prevención y represión
del contrabando, la evasión fiscal y las infracciones cambiarias –.
Hasta el momento se han descrito diferentes factores que influyen en la complejidad del
delito de contrabando en Colombia, y para cada uno se ha enunciado una posible
alternativa de solución, sustentándola de manera teórica, jurídica y en cifras, por tanto a
manera de resumen y a la vez de conclusión de la presente investigación, se realizara un
recuento de los temas tratados, para que en forma más sencilla y practica se entienda el
mensaje que se ha expresado, el cual no es más que la necesidad de abordar como política
gubernamental, sustentada en estudios desde los campos social, legal y administrativo, el
flagelo del contrabando como medio que esta afectando a la sociedad colombiana en sus
diferentes escaños.
En primer plano recordar que la problemática del contrabando deviene de una cultura
arraigada en la nación, y que el medio más idóneo para combatir esta raíz del problema es
la educación de las nuevas generaciones; a renglón seguido realizar un cuestionamiento
sobre la complejidad del sistema normativo aduanero en el País, siendo necesario un
trabajo legislativo dirigido al acogimiento de políticas de comercio internacional sobre la
facilitación de las operaciones del comercio exterior; en cuanto a la política criminal del
Estado en materia de contrabando, es necesario revisar si se esta dando plena
aplicabilidad a las herramientas del derecho penal como medio de prevención, disuasión y
control, o si es necesario replantear esta política para que apunte en forma verdadera a
estos fines, observando el contrabando en un contexto general de coordinación y
coexistencia de otros delitos; atacar los factores enunciados como la posibilidad de ser
detectados y los incentivos económicos, mediante una fuerte presencia institucional que
dificulte la materialización de las conductas constitutivas del delito, por medio de la
implementación de planes de control dirigidos a sectores específicos, obteniendo como
efecto colateral la disminución de la brecha entre las estimaciones de contrabando y los
resultados de las autoridades, guiados estos planes en un verdadero trabajo que
comprometa a los sectores privado y público, demandando la tecnificación de los mismos.
ANEXOS
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[2] Véase revista Coyuntura Económica, articulo “El Contrabando en Colombia”, Pag. 132 –
134, Santa fe de Bogotá, 1995.
[3] Las cifras y valores referenciadas, se obtienen del promedio de costo del valor de
gasolina para el año 2009, en las zonas Fronterizas de Ureña y San Antonio del lado
Venezolano y Cúcuta y Maicao del lado Colombiano.
[4] Para mayor ilustración se esquematiza la operación de las estructuras, en los cuadros
anexos No. 1, 2 y 3 del presente escrito.
[5] Ver el cuadro No. 4 donde se plasma de manera somera la forma de operación en le
comercio exterior de las estructuras organizadas para el contrabando