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Tawantinsuyu: tawa (cuatro) y suyu (región): El conjunto de las cuatro regiones).

El Tawantinsuyu se
compone de cuatro regiones: -El Chinchasuyu -El Antisuyu -El Cuntisuyu -El Collasuyu. El término hace
referencia a la división territorial del imperio inca en cuatro suyos o macro provincias, que estaban
vagamente identificadas con las cuatro direcciones de los puntos cardinales y que confluían en la
capital, Cusco, origen de caminos, origen de las cuatro direcciones, de las cuatro provincias y centro
del universo, según la cosmovisión indígena.

La primera premisa se refiere a la importancia geo-estratégica del valle del Mapocho y curso medio
del Maipo. Se postula que el Tawantinsuyu optó por esta área para implementar su conocida
estrategia de control de cabecera de valle, con la diferencia que los valles de más al norte corren en
sentido E-W y las cabeceras están en las tierras altas colindantes con el altiplano (Muñoz 1998),
mientras que en el presente caso, la llanura central se desarrolla en sentido longitudinal, teniendo su
cabecera en su parte norte y a similar altitud.

La llanura central se inicia por el norte en el cordón de Chacabuco y termina por el sur en el Seno de
Reloncaví, estando flanqueada en toda su extensión por la cordillera de los Andes, al oriente y la
cordillera de la costa, al poniente.

Al sur del valle del Cachapoal no presenta interrupciones geomorfológicas significativas, a diferencia
de lo que acontece en la cuenca del Mapocho-Maipo, donde dos cordones transversales (Angostura
y Chacabuco) y tres grandes cerros islas (Lonquén, Chena, Renca) imponen pasos y rutas obligados,
lo que en la antigüedad facilitó el control de los transeúntes y de animales domésticos. La
importancia geo-estratégica del valle del Mapocho debió influir de manera significativa en la
población local tardía pre-inca (Cultura Aconcagua), ya que la residencia en un espacio de alto flujo
de personas, bienes e ideas, facilitó el contacto con otras sociedades y culturas, acelerando el
proceso de andinización, La importancia relativa que exhibe este valle que desde el Mapocho-Maipo
se podía intentar controlar a una enorme y variada población asentada en la depresión intermedia.
la presencia Tawantinsuyu se remonta a fines del siglo XIV o principios del siglo XV.

La tercera premisa, considera muy significativa la presencia del Gobernador Quilicanta, orejón del
Perú, en estas apartadas regiones. Usualmente, el Tawantinsuyu elegía por representante a una
autoridad local leal, siendo excepcional la presencia de un Gobernador proveniente de la familia
real del Cuzco, como aconteció en el valle del Mapocho. Quilicanta acompañado de otros
caciques recibió y dio apoyo logístico a la expedición de Diego de Almagro, en 1536, e hizo lo mismo
con Pedro de Valdivia, desde fines de 1540 hasta septiembre de 1541.

Cartografías : la toponimia indígena y la trama vial de la época.

1 Para el cálculo de la superficie de los predios se utilizó el sistema métrico propuesto por de Ramón
(1979). Una vara de chacra equivalió a 25 pies y un pie a 12 pulgadas, por lo tanto, una vara era 7,5
m. Una cuadra era 129,9 m y una cuadra cuadrada 1,69 ha.

Los mapas definen la ubicación de los caminos incaicos desde la ciudad de Santiago hasta la cuesta
de Aconcagua (Chacabuco)

El mapa N° 1, tiene por límite norte el cordón de Chacabuco, por el sur el rio de Santiago (Mapocho),
por el este los primeros contrafuertes de la cordillera andina y por el oeste, la falda oriental de la
cordillera de la costa, incluyendo toda la cuenca norte del Mapocho. Presenta una desviación
importante respecto al Norte Geográfico, lo que se evidencia con la palabra “ojo” que el autor
coloca al lado de los puntos cardinales S,W y N. Utiliza el color negro para resaltar los rasgos
sobresalientes del paisaje y los nombres de lugares y personas; el color gris para las montañas y
cadenas montañosas que sirven de límite externo; el café o caoba para los senderos y caminos, el
color rojo para remarcar las rutas de comunicación y el color amarillo para señalizar los deslindes de
los denominados Pueblos de Indios. Proporciona la localización de 28 estancias europeas.

El mapa N° 2, es una ampliación del anterior, que se extiende desde el “Serro de Galas” (llamado
también Renca, al menos desde 1546, RA 1003, fs. 26 y ss y cerro de Quelicura, RA 167, fs 194) por el
sur, hasta el estero y “valle de Chacabuco” por el norte. Muestra con mayor detalle los contrafuertes
de la cordillera de la costa, donde destaca el “Potrero (de los indios) de Lampa” y la “quebrada de
Carén”. También muestra con precisión los manantiales de Liray y su drenaje a la “Laguna”
(Tentencura, RA 167, fs. 68v, hoy Batuco), la cual aparece remarcada. Omite mucha información que
aparece en el mapa N° 1, como el “tanbo viejo” (Lampa), el “camino antiguo del ynga” y los
deslindes de los Pueblos de Indios. Enfatiza en los senderos, proporcionando algunas variaciones y
agregados respecto al otro mapa.

Cordon de Chacabuco, Chacamo, más al sur, se originaba a la altura de Chicureo arriba y se


prolongaba hasta el “serro de pan de azúcar” o Nigueche.

La importancia de Mapocho norte era su estratégica conexión con los territorios septentrionales,
indispensables para la supervivencia de los habitantes de los valles de MapochoMaipo durante el
periodo Tawantinsuyu y para el proceso de conquista europea y su articulación con los nacientes
mercados internos y externos que se encontraban en proceso de formación.

Los mapas muestran el trazado de cinco rutas viales, de los cuales dos eran incaicas y tres coloniales
europeas, las que probablemente reutilizaron senderos indígenas preexistentes.

Territorialidad

En el área de Mapocho norte, la territorialidad Tawantinsuyu se manifestó en la concentración de la


población local en nucleamientos de cierta envergadura y carácter sedentario y un desarrollo de
proyectos de infraestructura vial e hidroagrícola de gran magnitud. Los nucleamientos son: “Tanbo
viejo”

Las comunas Quilicura y chicureo estaban ocupadas por los incas.

Entrada y salida de Quillota y Aconcagua.

Hidroagricultura

El tema de los canales y acequias de origen prehispánico que regaban las tierras de Huechuraba,
Conchalí, La Chimba y Quilicura. Con la información disponible se determinó la existencia de un
canal principal denominado “acequia madre de Guachuraba” y otra, denominado acequia de
Quilicura. Lo significativo, en este caso, es que el origen y control de estas aguas fue incaico, La
importancia de controlar esta fuente hídrica, vital para garantizar la agricultura de las tierras de
Conchalí, Guechuraba, Chimba y Quilicura, explica por qué Pedro de Valdivia se las adjudicó para sí.
Periodo colonial temprano

Poco después de fundada la ciudad de Santiago (febrero 1541) y ya nombrado Pedro de Valdivia
como Gobernador, se auto asignó para sí el territorio comprendido entre el cerro de Renca por el sur,
el “camino antiguo del ynga” por el este, estero Marga-Marga y estancia de Quillota por el oeste y el
río Aconcagua por el norte.

Por otro lado, entre los años 1546-1590, fue desplazada la población indígena para que los europeos
pudiesen ocupar los sectores más cercanos al emplazamiento de la naciente ciudad de Santiago,
con el objeto de aprovechar las chacras trabajadas previamente por los aborígenes en beneficio del
sustento de la naciente población.

PUEBLO DE INDIOS

Estos se constituyeron alrededor de 1580, incluso un poco antes de la dictación de la Tasa de


Gamboa, que les dio origen formal y jurídico. Se trató de la reubicación de los indios en un lugar
definido, sirviendo a las necesidades españolas de adoctrinamiento, uso de mano de obra nativa
(Gligo 1962) y apropiación de sus tierras. 6 pueblos.

la importancia estratégica del valle, cuya localización en el extremo norte del llano longitudinal la
convirtió en un paso obligado entre el mundo araucano y el resto del mundo andino y viceversa y y
un punto privilegiado para el control de la población asentada en los vastos territorios del llano
central.

Uno de estos nucleamientos correspondió al valle de Lampa, cuyo asiento principal se encontraba en
“tanbo viejo”. Se postula que desde este lugar se controlaban las actividades agrícolas, extractivas
de oro (en Tiltil y Chicauma), plumas finas (laguna Tentencura), de conectividad hacia tierras más
bajas y costa (paso Tiltil) y hacia las tierras del curso medio del Aconcagua. El valle de Lampa fue
intensamente ocupado por grupos Aconcagua antes y durante el período Tawantinsuyu. Otro
nucleamiento lo constituyó el valle de Colina,

Otro nucleamiento lo constituyó el valle de Colina, también ocupado previamente por la cultura
Aconcagua, cuyo asiento principal se estima estuvo en las proximidades del sitio arqueológico
Peldehue, conjuntas al Qhapaq Ñan. Su función principal era controlar a la población local y
mantener operativo el flujo vial incaico sin descuidar otras actividades como la agrícola (maíz),
ganadería (en potrero Gempu), de abastecimiento de materias primas líticas de Huechún (brecha
hidrotermal silicificada) y de recolección del fruto del algarrobo (Chacabuco). Destacó la presencia
del cerro la Guaca y la introducción de vasijas cerámicas de gran significado ritual en el contexto
fúnebre del sitio Peldehue.

Loa incas tenían un gran significado ritual en el contexto fúnebre del sitio Peldehue. Otros tres sectores
con ocupación Tawantinsuyu y directamente vinculados al Qhapaq Ñan lo constituyeron Chicureo,
Quelicura y Guachuraba. Estos estaban separados por el cerro Pan de Azúcar (Nigueche), que actuó
como un verdadero faro vial para indígenas y españoles y que, además, sirvió de deslinde de los
pueblos de indios que se constituyeron hacia 1580 (Chicureo, Quelicura y Guachuraba). El interés de
este cerro para el Tawantinsuyu y para las poblaciones locales quedó confirmado por la presencia de
cerámica del periodo alfarero temprano, tardío e incaico en los aleros rocosos Los Pequenes,
emplazados en sus laderas (Tamblay 1998) LOS TRES CANALES INCAS: TOBALABA, VITACURA Y
GUACHURABA

Fundación de Santiago

El 12 de febrero de 1541, Pedro de Valdivia fundó oficialmente la ciudad de Santiago. Valdivia


encomendó el trazado de la nueva ciudad al alarife Pedro de Gamboa, quien diseñó la ciudad en
forma de damero. en total, se construyeron ocho cuadras de norte a sur y diez de oriente a poniente,
y cada solar (un cuarto de cuadra) fue entregado a los colonizadores, que construyeron casas de
barro y paja.

En 1767, el corregidor español Luis Manuel de Zañartu, dio inicio a unas de las principales obras
arquitectónicas del período colonial: el Puente de Calicanto, que permitió unir eficientemente a la
ciudad con La Chimba, al norte del río, y el inicio de las construcciones de los tajamares para evitar
los desbordes del Mapocho.

el damero: uno de los cambios es una subdivisión progresiva de los solares iniciales; 1 aumentando el
número de viviendas en el perímetro de las manzanas y luego colonizando los interiores de la misma a
partir de pasajes y cités.

XIX Santiago adapto y adopto tipologías edificatorias de diferentes partes del mundo, por las
sucesivas emigraciones que trajo consigo a varios arquitectos que edificaron con sus tipologías.

De las 126 cuadras diseñadas por Gamboa, en 1558 ya habían sido ocupadas cuarenta, y en 1580, la
totalidad.

Un mapa de Santiago en 1552 trazado por Tomás Thayer Ojeda pone en evidencia gráficamente la
existencia del "Tambo Grande". Las construcciones marcadas en rojo, corresponden a infraestructura
que ya existía en torno a una Plaza Mayor. Según confidencia Stehberg, los españoles no
construyeron ningún tipo de edificación hasta, por lo menos, ocho meses después de su llegada a la
cuenca.

1 La primera transformación de mayor relevancia en el ámbito de espacios públicos se desarrolló bajo


la intendencia de Benjamín Vicuña Mackenna, quien impulso un proceso de hermosamiento de la
ciudad de Santiago. Se hicieron espacios públicos por lo que se crearon plazas y parques urbanos,
remodelación del cerro santa lucia, y trabajos para controlar las inundaciones del rio Mapocho, se
hicieron jardines frondosos para renovar la imagen de los barrios residenciales de las familias más
ricas. Un decidido desarrollo urbano comenzó con el intendente Benjamín Vicuña Mackenna, quien
llevó a cabo a partir de 1872 un ambicioso programa de remodelación con fondos de la exportación
minera. De aquellos años son el Parque O’Higgins, el Teatro Municipal, el Club Hípico y la
transformación del cerro Santa Lucía en un paseo público.

2 El factor de espacio público se vuelve lo primordial para el siglo XX, para el diseño urbano.

3 SANTIAGO ENTRE 1930 Y 2006 Producto de las intensas migraciones de campesinos y mineros a la
capital, a partir de 1930, Santiago inició un proceso de desarrollo acelerado y vertiginoso que terminó
por transformar completamente la fisonomía de la ciudad.
Paralelamente, fue aumentando el poblamiento de los bordes urbanos. Hacia el oriente, por acción
de las clases medias y altas; hacia el norte, por los estratos bajos; y hacia el occidente y el sur por
sectores medios y bajos. En tanto, el centro disminuyó su población y se convirtió progresivamente en
un polo administrativo y comercial.

4 El urbanista Karl Brunner preparó, un "anteproyecto regulador de la comuna de Santiago", que no


incorporó las zonas periféricas lo cual creó dificultades en los nuevos barrios que se estaban
formando. El plan regulador de 1960, aprobado por el Decreto Supremo N° 2.387, intentó corregir
estas deficiencias formulando un plan intercomunal que, en el largo plazo, alcanzó algunos logros,
como la definición del trazado de la circunvalación Américo Vespucio o la erradicación de industrias
peligrosas y molestas de las áreas centrales.

5 El plan regulador intercomunal metropolitano de 1994 y los subsidios a los consumidores de suelo
céntrico han permitido mitigar, al menos en parte, el desmesurado crecimiento horizontal de
Santiago. No obstante, en el siglo XXI Santiago sigue enfrentando graves problemas ambientales y
todos los inviernos la contaminación atmosférica se convierte en una noticia nacional.

MAQUETAS

con sus casas bajas de barro y anchas paredes para protegerse de los cambios de estación. Fue una
buena idea.

Una vista especial desde el extremo sur de la ciudad. Se puede ver la Iglesia de san Francisco y parte
de la Cañada o actual Alameda, que era el espacio por el que corría un brazo del río Mapocho. El
actual frondoso Cerro Santa Lucía era apenas un peñón de roca bajito, rodeado por casas hacia el
poniente y huertas a su lado oriente. Las calles, las casas y los techos tienen el color del barro con que
se construían. En la segunda vista se puede observar el río Mapocho y el Puente de Cal y Canto. La
calle que continúa es la actual Puente, que desemboca en la Plaza de Armas y continúa como calle
Ahumada. Este mismo curso seguía el antiguo Camino del Inca.

6 El problema en Santiago es que este crecimiento no se ha realizado de forma armónica, o sea que
a medida que la ciudad se ha ido extendiendo no se han mantenido los estándares de transporte,
infraestructura, vivienda, servicios ni los buenos espacios urbanos.

ARQUITECTURA COLONIAL

La cercanía de las viviendas en relación con la Plaza de Armas era señal del status social y de la
posición privilegiada que gozaban sus habitantes. Mientras más próximas estuvieran las casas a la
plaza, mayor era la prestancia social de la familia. Al contario, mientras más se alejaban las viviendas,
sus habitantes ocupaban un rango menor en la escala social. La característica principal de la
vivienda fue la organización de todos los recintos en torno a tres patios que cumplían diversas
funciones. El primero, al cual se ingresaba por un amplio portón que admitía carruajes y carretas de
carga, concentraba la actividad comercial del propietario. Le seguía una zona de recepción y
reunión, el espacio público de la casa, salones donde la familia daba muestras de su riqueza a sus
visitantes. En el segundo patio se encontraban los dormitorios y las antecámaras, espacios más
privados que albergaban exclusivamente a la familia. El tercer patio estaba destinado a las
dependencias del servicio, cocina y empleados que atendían a la familia. Mulatos, zambos, negros e
indios se hacían cargo de las tareas domésticas favoreciendo el estatus social de la familia criolla.
Después del terremoto de 1647 se le añadió a este recinto el llamado rancho de los temblores, una
construcción rústica de madera que pretendía cobijar a la familia en caso de terremotos y
catástrofes naturales que, aunque devastadores, constituyeron un impulso dinamizador de las
construcciones. Efectivamente con el terremoto de 1647 la ciudad quedó arruinada por completo y
se inició una nueva etapa constructiva. Se eligieron con mayor cuidado los materiales y se emplearon
nuevos elementos destinados a asegurar la estabilidad, como por ejemplo pilares y cimientos
enormes que influyeron en el aspecto exterior. De aquí nacen los albañileros, ebanistas, mecánicos,
carpinteros, etc… Hasta fines del siglo XVIII los edificios públicos, ubicados la mayoría en la Plaza de
Armas, eran deficientes y necesitaban de frecuentes reparaciones. La infraestructura urbana era
mínima, las casas no contaban con baños y no se concebía la higiene en las construcciones. Algunas
calles estaban empedradas y la ciudad no contaba con alcantarillado, ni redes de agua potable, ni
iluminación pública. No obstante, el italiano Joaquín Toesca pudo renovar el carácter arquitectónico
de la capital imponiendo el estilo neoclásico, cuyo mejor ejemplo es La Casa de la Moneda que
desplazó en importancia a la Plaza de Armas como centro cívico de la ciudad.

El estilo de la casona colonial buscó entonces refugio en el campo chileno.

7 Santiago se tuvo que reconstruir muchas veces por catástrofes naturales y por las recurrentes
crecidas del rio.

8 Las primeras seis décadas que siguieron a su fundación, en 1541, estuvieron marcadas por los rasgos
militares del asentamiento y por una constante sangría de población, puesto que sus habitantes
debieron contribuir a la conquista del Reino de Chile formando milicias y acudiendo como
pobladores a todas las nuevas fundaciones.

Luego, otra tragedia -la avenida del Mapocho en 1609- impulsó al Cabildo a realizar las primeras
inversiones de envergadura en la creación de infraestructura para la ciudad, como fueron la
construcción de los primeros tajamares es para contener las crecidas del río, y de un acueducto que
traía agua limpia desde la quebrada de San Ramón. Así, al comenzar la tercera década del siglo
XVII, Santiago había dejado atrás los rasgos de precariedad propios de los primeros tiempos,
ostentaba algunas edificaciones de cierta importancia y a su alrededor tenían lugar actividades
productivas que permitían el arraigo de la población.

Se logro de alguna maneramantener firme los edificios mas importantes en momento de catástrofes
por el arquitecto joaquin toesca

VIDA URBANA EN EL SIGLO XVII

Durante el siglo XVIII en Chile y bajo el impulso de la corona y de gobernadores eficientes se llevó a
cabo un proceso de fundación de villas y ciudades. Asimismo la obra del arquitecto Joaquín Toesca
cambió la fisonomía de Santiago, señalando un progreso urbano que modificó la vida de sus
habitantes, realidad que se manifestaba claramente a fines de la Colonia.

Puente de cal i canto

Corregidor don Luis Manuel de Zañartu. Su obra más emblemática fue la construcción del Puente de
Cal i Canto que inició en 1760, junto con la refacción de los tajamares del Mapocho que una crecida
había derribado. Los planos fueron encargados al catalán José Birt, y el mismo Zañartu supervisó la
obra desde el balcón de una pequeña casita junto al río. El gran puente uniría la Chimba y sus fértiles
chacras, con el centro de la ciudad; mejoraría las rutas comerciales y daría nueva vida a un sector
despoblado, que rápidamente se llenó de baratillos y ruidoso ajetreo.

Siglo XVll

A mediados del siglo XVII se empiezan a formar los jardines de la Plaza de Armas, mediante la
entusiasta colaboración de los vecinos quienes no sólo ejecutaban las plantaciones sino que debían
encargarse de su conservación, implementando un sistema de turnos mensuales entre las principales
familias que residían en los alrededores. Son ellas mismas las que también velaron por la plantación
de árboles en las calles circundantes e interiores, contribuyendo a incrementar el valor del sector.

Arquitectura

Es recién en 1780 cuando la fisonomía de Santiago comienza a dar un giro inesperado hacia el
neoclásico purista del arquitecto Joaquín Toesca, contratado por la Corona Española durante el
gobierno de Agustín de Jáuregui para venir a Chile a terminar las obras de la Catedral. Sus trabajos se
extenderán hasta su inesperada muerte en 1799, alcanzando a iniciar las obras del Palacio de La
Moneda, la creación de una nueva fachada para la Catedral de Santiago, el Palacio de la Real
Aduana, la Iglesia de la Merced, la Catedral de Concepción y los nuevos Tajamares del Mapocho.
Sus restos mortales descansan en la Iglesia de San Francisco. La monumentalidad elegante de Toesca
cautivó a los santiaguinos, y quedó en sus discípulos la obligación de continuar su legado y saciar los
caprichos de los vecinos. El más conocido de ellos fue Juan José de Goycolea, autor de la Iglesia de
Santa Ana y el Palacio de la Real Audiencia, cuya neoclásica estampa marcó el inicio de la nueva
época que se avecinaba a pasos agigantados.

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