Talleres 2018 - Pasión Para
encomendado (Hechos 26:19-20)
Cumplir la Visión
Cuando recibimos al señor como salvador comienza una
nueva vida en la que debemos crecer hasta alcanzar la
madurez. Parte de ese crecimiento es obedecer el
llamado que el Señor nos hace a servirle.
“El Dios de quien soy y a quien sirvo”
(Hechos 27:23)
Si soy siervo de Dios:
[ Tengo su ADN
[ Me identifico con Él: en su manera de pensar,
en su manera de actuar, en su manera de
hablar y en su manera de sentir.
[ Me agrada lo que a Él le agrada
[ Me desagrada lo que a Él le desagrada
[ Soy su propiedad: “hacé como quieras, hacé lo
que quieras conmigo”
Si le sirvo, debo hacerlo:
[ Con alegría (Salmo 100:2)
[ Con diligencia
[ Con un corazón íntegro (Mateo 6:24, Lucas
16:13)
[ En santidad
[ Sujeto a los hermanos
[ No esperando nada de los hombres: ni
recompensa, ni reconocimiento, ni gratitud.
[ Con humildad (Lucas 22:27, Mateo 20:26,
Marcos 10:45)
Pablo fue ejemplo para nosotros:
[ Imitaba a Cristo (1° corintios 11:1)
[ Estaba sujeto a sus hermanos (Hechos 21:17-
20)
[ Le dolía el pecado (Romanos 7:18-24)
[ Nada le importaba más que conocer a Cristo
(Filipenses 3:7-10)
[ Obedecía y cumplía la tarea que Dios le había
[ ¡Tenía pasión!
Sabiendo y entendiendo que somos un cuerpo,
miembros los unos de los otros, sujetos unos a otros
(Romanos 12:3-6, Efesios 4: 15-16) y que recibiremos la
mejor recompensa (Juan 12:26, Colosenses 3:24)
¿Tienes un trabajo o un Ministerio?
Algunas personas en la iglesia tienen un Trabajo,
otras se involucran en un Ministerio.
Si abandonas porque alguien te ha criticado, era un
Trabajo;
si sigues sirviendo, se trata de un Ministerio.
Si abandonas porque nadie te ha alabado o agradecido,
era un Trabajo;
si sigues adelante aunque nadie reconozca tu esfuerzo,
es un Ministerio.
Entonces, ¿cuál es la diferencia entre un Trabajo y un
Ministerio?
Si lo estás haciendo porque nadie más lo hace, es un
Trabajo;
Si lo haces para servir al Señor, es un Ministerio.
Si lo haces sólo mientras no interfiera con tus otras
actividades, entonces es un Trabajo;
si en cambio te sientes comprometido a seguir con ello
aún cuando signifique dejar otras cosas, se trata de un
Ministerio.
Es difícil entusiasmarse con un Trabajo;
resulta casi imposible, no entusiasmarse con un
Ministerio.
Si nos preocupa el éxito, es un Trabajo;
si en cambio, nos preocupa la fidelidad y la
perseverancia, es un Ministerio.
La mayoría de las iglesias tienen muchas personas
realizando un Trabajo;
Las iglesias pujantes que crecen, están llenas de
personas involucradas en un Ministerio.
¿Qué de nosotros?
Si Dios te llamó a un Ministerio, no lo trates como a un
Trabajo;
Déjalo y encuentra un Ministerio.
Dios no quiere que nos sintamos cautivos de un
Trabajo,
Sino entusiasmados y fieles a Él en un Ministerio.