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1. Importancia
La edad preescolar comprende de los 3 a los 5 años que según Jean Piaget comprende el
segundo periodo de desarrollo infantil al cual lo llama pre operacional y es donde el niño
adquiriere un acelerado progreso del lenguaje, comienza a emplear las palabras en forma
verdaderamente representacional, las usa para referirse a eventos que no experimenta de
modo directo.
Los niños experimentan el lenguaje oral en el entorno familiar de manera general
comunicando con él sus necesidades, para expresarse y entender a los demás que utilizan su
mismo lenguaje teniendo un sentido y un propósito específico, es decir, el lenguaje lo utilizan
como un herramienta de comunicación para compartir experiencias, ideas, gustos, temores,
pensamientos y conocimientos.
La función del docente será entonces propiciar el lenguaje total potenciando en los niños la
capacidad de usarlo funcional e intencionadamente para satisfacer sus propias necesidades,
trabajando con los niños en la dirección natural de su desarrollo. La escuela y las experiencias
comunicativas que esta brinda a los alumnos permiten a estos poner en juego lo que saben y
han aprendido fuera del contexto escolar, además la interacción alumno-alumno, alumno-
docente enriquece significativamente el lenguaje de los niños.
Por lo tanto es indispensable invitar a los alumnos a usar el lenguaje, incitarlos a hablar de las
cosas que necesitan para entender, hacer preguntas y escuchar respuestas, y en tal caso
reaccionar o hacer más preguntas.
El lenguaje es una actividad comunicativa, cognitiva y reflexiva que permite interactuar y
aprender además de que sirve para expresar sensaciones, emociones, sentimientos, obtener
y dar información diversa; es un instrumento de aprendizaje que inicia desde el nacimiento y
se enriquece durante toda la vida. Es entonces que así como la familia, la escuela debe
generar variadas experiencias que propicien la expresión ya que es ahí donde el alumno tiene
acercamiento con otras personas fuera del ambiente familiar al permitirle interactuar y
comunicar con los demás; dichas interacciones pueden ser evaluadas mediante instrumentos
como la prueba EXCALE para dar cuenta del logro y áreas de oportunidad en el dominio de
las competencias del campo formativo lenguaje y comunicación en el aspecto de lenguaje
oral.
La adquisición del lenguaje en el niño preescolar se dará de manera óptima cuando las
experiencias en que participa sean relevantes con un propósito y tengan un significado que le
permita compartir experiencias y aprender de los demás.
La comunicación es un factor fundamental para el crecimiento de la sociedad por lo que la
Educación toma la tarea de estimular las habilidades comunicativas de los alumnos mediante
estrategias que sensibilizan a los alumnos es esta área. Como lo menciona Jean Piaget la
etapa pre operacional donde se ubican los niños en edad preescolar es crucial para su
formación integral.
En palabras de Luria (1980) "El lenguaje tiene la finalidad de dar forma final al pensamiento;
de prepararlo para la actividad intelectual, a la vez que indica la naturaleza social de la
actividad intelectual del hombre, hecho que le distingue radicalmente del animal."
Paradójicamente, esta función, relacionada con la capacidad de simbolizar, aunque tiene una
importancia relevante, es la que recibe menos atención y la que pasa más inadvertida en la
escuela.
Es en la etapa preescolar donde el niño tiene un desarrollo destacado del lenguaje de ahí la
importancia de la interacción con otros niños y adultos así como el contexto que lo envuelva
ya que de estos factores dependerá de su óptimo o no desenvolvimiento en el que aprendan y
desarrollen habilidades para hablar, escuchar, comprender, dialogar, conversar y argumentar
información.
2. Etapas en el Desarrollo del Lenguaje
Se llama desarrollo del lenguaje al proceso cognitivo por el cual los seres humanos,
haciendo uso de su competencia lingüística innata, aprenden a comunicarse verbalmente
usando la lengua natural de su entorno. Se trata de un proceso que, aunque comienza en el
momento del nacimiento y se prolonga hasta la pubertad, sucede principalmente durante los
primeros 4 o 5 años de vida del niño.
En esta fase el niño juega con sus órganos de fonación, con sensaciones musculares,
vibratorias y auditivas… y al principio la práctica de ejercicios se hace por simple placer motor.
En esta fase el adulto desempeña un papel importante pues el niño necesita oírle hablar y
necesita repetición de acciones verbalizadas (es adecuado hablarle en la comida, durante los
cambios…). Tenemos que tener en cuenta que nunca es demasiado pronto para verbalizar
nuestras acciones o actos a los niños, aunque no las comprenda.
Fase lingüística:
Se caracteriza por la utilización del lenguaje propiamente dicho y comienza hacia el primer
año de vida.
La adquisición del lenguaje se realiza de forma progresiva de acuerdo a los siguientes niveles:
● Nivel fonológico: emisión y perfeccionamiento de sonidos
● Nivel semántico: adquisición de palabras con significados
● Nivel morfosintáctico o de construcción de frases
Manifestaciones lingüísticas
En esta edad el niño sigue simplificando las palabras del lenguaje adulto, eliminando las
consonantes l y r en sílabas dobles: “chicle» «quique”, eliminando los sonidos que no conoce
por otro que sí conoce “arriba» «abiba”, y eliminando sílabas en palabras larga
“chubasquero» «chusquero”
● A partir de los 3 años el niño puede construir frases que además de nombres y verbos
incluyen (de manera sucesiva) adjetivos, adverbios, pronombres, artículos y finalmente
preposiciones. Empieza también a utilizar frases interrogativas.
● A partir de los cuatro años su lenguaje está bastante estructurado, pregunta mucho y
es el momento de jugar con el lenguaje.
● A partir de los cinco años puede realizar un largo discurso aunque todavía confunde
por ejemplo las oraciones pasivas y sigue teniendo problemas en las consonantes
vibrantes (rr) y en silabas trabadas y mixta “microbio» «micobrio”.
3. Lenguaje y Comunicación
Aunque el desarrollo del lenguaje se lleva a cabo de manera natural en interacción con el
medio, hay que tener en cuenta las siguientes estrategias metodológicas para favorecer el
desarrollo del lenguaje:
● Es bueno dialogar con el niño. Se han de establecer rutinas para que el niño llegue a
anticipar las posibles acciones y sucesos que vayan a ocurrir, «ahora nos vamos a
poner el pijama«. Es conveniente nombrar todas las acciones y objetos que se
manipulan continuamente. También es necesario hacer preguntas a los niños, incitarles
a preguntar, ofrecer explicaciones adecuadas a su experiencia…
● Se mostrará interés en ayudar a los niños a que se expresen, procurando crear
situaciones comunicativas, ofreciéndoles su tiempo, no terminando las frases por ellos.
En caso de que haya que corregir la pronunciación o la construcción lingüística nunca
se le fatigara.
Con los niños más pequeños se suele utilizar el habla infantilizada, pero a medida que crecen
conviene abandonarla. Son características del habla infantilizada:
A partir de los 3-4 años, se deberá ir abandonando este lenguaje infantilizado y para ello se
utilizará con mayor precisión y claridad, se irá disminuyendo el uso de diminutivos, se
procurará ir aumentando las preguntas de respuesta cerrada (si/no) en preguntas abiertas,
nos aseguraremos de que nos han comprendido cuando hablemos con ellos,… Procura
hablar despacio con entonación, pero no hables como ellos, utiliza tus expresiones y palabras
para que los pequeños las aprendan
Para corregir las palabras que el niño dice mal nunca se les debe regañar, pero tampoco
dejarlas sin corregir. Para ello, lo más efectivo es utilizar la corrección indirecta, es decir,
repetimos la palabra que ha dicho mal, pero la decimos bien e integrada en una frase .
Reírnos o bromear acerca de su forma de pronunciar determinadas palabras tampoco resulta
adecuado para su desarrollo ya que tenderán a repetirlo mal para llamar nuestra atención.
Leer en voz alta a los niños pequeños no sólo es una de las mejores actividades para
estimular el lenguaje, también desarrolla la motivación, la curiosidad, educa en valores, y,…
sobre todo, nos ofrece un espacio para disfrutar y compartir con nuestros peques.