Está en la página 1de 3

ACUERDO DE PAZ DE LA

“REPUBLICA DEMOCRATICA DEL CONGO” EN 2013

Siete jefes de Estado africanos se reunieron en Kinshasa el jueves para evaluar


un acuerdo de 2013 destinado a consolidar la paz en el este devastado por la
violencia en la República Democrática del Congo y en la región de los Grandes
Lagos, donde desde hace dos décadas ha arraigado el conflicto más mortífero del
planeta con presencia de decenas de grupos armados.

El Marco de Paz, Seguridad y Cooperación tiene como objetivo fomentar los


esfuerzos para estabilizar la región.

Millones de personas murieron a causa de la violencia, las enfermedades o el


hambre en las Guerras del Congo de 1996-7 y 1998-2003, un conflicto que
involucró a países de todo el este y centro de África.

La cumbre de Kinshasa, la décima de la serie, reunió a los presidentes de la


República Democrática del Congo, Sudáfrica, Uganda, Angola, la República del
Congo, Burundi y la República Centroafricana, dijo un diplomático.

Se esperaba que la cumbre expresara su preocupación por el apoyo logístico y de


otro tipo a los grupos armados que siguen activos en la región.

La cumbre también felicitaría la mejora de las relaciones entre Ruanda y Uganda y


entre Ruanda y Burundi después de un largo período de tensión.

El acuerdo de 2013 finalmente fue firmado por un total de 11 países, incluidos


Kenia, Sudán del Sur, Tanzania y Zambia.

En el documento, considerado “histórico” por el secretario general de Naciones


Unidas, Ban Ki-Moon, los firmantes se comprometen a no intervenir en conflictos
que se desarrollen en sus países vecinos y a abstenerse de apoyar a grupos
rebeldes.
La implicación de varios países en la contienda de Congo ha complicado durante
años su resolución e incrementado la inestabilidad regional. Congo comparte
fronteras con nueve países, y por los que limitan en su parte occidental —Ruanda,
Uganda y Burundi— cruzan con frecuencia hombres y armas. Estos tres países
están acusados además de financiar a grupos armados que operan en Congo.

Los firmantes del acuerdo de paz son Congo, todos sus vecinos –Angola, Burundi,
República Centroafricana, República del Congo (Congo Brazzaville), Sudán del
Sur, Tanzania, Ruanda, Uganda y Zambia- y Sudáfrica. En el pacto también
participan la ONU y la Unión Africana (UA), junto a otros organismos regionales.

Este acuerdo, que no incluye a ninguno de los grupos armados que luchan en la
RDC —en especial el M23, que  en noviembre pasado ocupó Goma y que
expertos de la ONU vinculan a Ruanda—, es el último en una sucesión de pactos
que durante años han fracasado a la hora de encontrar una solución al enquistado
conflicto congoleño, en el que han muerto unos cinco millones de personas —es la
guerra más sangrienta desde la II Mundial— y que ha convertido a la RDC en el
país con récord mundial de violaciones, un promedio que supera las mil diarias.

El portavoz del M23, Bertrand Bisimwa, ha declarado que al menos el acuerdo


“servirá para acallar los rumores” sobre los vínculos del grupo con Ruanda, pero
se ha mostrado prudente a la hora de valorarlo.

El acuerdo abre la puerta a la intervención de una brigada de Naciones Unidas, la


Fuerza Neutral Internacional (NIF, en sus siglas inglesas), integrada por soldados
de países de la región bajo el mandato de la misión de la ONU en la RDC
(Monusco), muy criticada en numerosas ocasiones por su inacción ante la
proliferación de combates en la zona

Según el Índice de Desarrollo Humano de 2011, la RDC era entonces el país más
pobre del mundo, pese a su enorme riqueza natural: minas de diamantes, oro,
cobalto, malaquita y, sobre todo, minerales como el coltán, fundamental para la
fabricación de nuevas tecnologías. La RDC atesora el 80% de las reservas
mundiales de este material.

También podría gustarte