0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
107 vistas1 página
El Sr. Fernando Peña estaba limpiando su arma de fuego en la galería de su casa cuando se disparó accidentalmente, matando a su vecino Sr. Andrés Guerrero, quien estaba hablando con él. Aunque los familiares de Sr. Andrés acusan a Fernando de homicidio, el documento sugiere que fue un homicidio involuntario dado que no hay evidencia de intención o dolo por parte de Fernando. El fiscal deberá investigar más para determinar los hechos y formular una acusación justa.
Descripción original:
Título original
Sepulveda-Jorge-Caso sobre homicidios, golpes y herida involuntarios
El Sr. Fernando Peña estaba limpiando su arma de fuego en la galería de su casa cuando se disparó accidentalmente, matando a su vecino Sr. Andrés Guerrero, quien estaba hablando con él. Aunque los familiares de Sr. Andrés acusan a Fernando de homicidio, el documento sugiere que fue un homicidio involuntario dado que no hay evidencia de intención o dolo por parte de Fernando. El fiscal deberá investigar más para determinar los hechos y formular una acusación justa.
El Sr. Fernando Peña estaba limpiando su arma de fuego en la galería de su casa cuando se disparó accidentalmente, matando a su vecino Sr. Andrés Guerrero, quien estaba hablando con él. Aunque los familiares de Sr. Andrés acusan a Fernando de homicidio, el documento sugiere que fue un homicidio involuntario dado que no hay evidencia de intención o dolo por parte de Fernando. El fiscal deberá investigar más para determinar los hechos y formular una acusación justa.
El Sr. Fernando Peña de 52 años de edad, residente en Los Jardines del
Sur, pensionado de la Armada Dominicana estaba sentado en la galería de su casa limpiando su arma de fuego, en eso se para su vecino Sr. Andrés Guerrero de 55 años de edad y se ponen hablar de cosas cotidiana del sector, después de unos minutos los vecinos escuchan un disparo, se acercan a la casa del Sr. Fernando, lo encuentran llamando al 911 y el Sr. Andrés tirado en el piso de la galería con mucha sangre en el pecho. La unidad del 911 llega, pero ya Andrés estaba muerto. Los familiares del Sr. Andrés lo acusan de homicidio y él se defiende, alegando que el hecho fue un homicidio involuntario.
En este caso a simple vista el hecho parece un homicidio involuntario ya que
no relata ningún hecho donde haya la voluntad o Dolo de parte del Sr. Fernando para quitarle la vida al Sr. Andrés y esta debe estar presente para que exista el homicidio como claramente el artículo 295 de nuestro código penal establece.( - El que voluntariamente mata a otro, se hace reo de homicidio), por lo tanto, esta muerte parece más bien provocada por la imprudencia o negligencia del ex militar como lo estipula el Articulo 319.- El que, por torpeza, imprudencia, inadvertencia, negligencia o inobservancia de los reglamentos, cometa homicidio involuntario, o sea causa involuntaria de él, será castigado con prisión correccional de tres meses a dos años, y multa de veinte y cinco a cien pesos. Ahora bien, debemos escuchar las dos campanas del asunto para poder tener un caso con la justa aplicación de la ley y para eso tenemos que preguntar el porque los familiares de Andrés lo están acusando de homicida, ¿hubo algún altercado previo entre ellos? ¿Habrá una razón o motivo por el cual el victimario tenga el deseo u necesidad de acabar con la victima? ¿los vecinos escucharon un cambio de ánimo en la conversación concurrida antes del disparo? Estas son algunas de las preguntas primordiales que el fiscal investigador del caso tendrá que realizar para empezar a formular su teoría del caso y así poder formar una acusación fundamentada, pero sobre todo justa sobre como realmente sucedieron los hechos.
Justifica tu opinión: Para mí en función de las pruebas y relatos facticos
que tenemos a mano sobre este caso, fue un accidente lamentable que llevo a la muerte del señor Andrés por causa de un disparo que se le safo al arma de su vecino el señor Fernando quien inmediatamente sucedió el hecho busco la manera de socorrer a su vecino llamando al servicio de emergencia y que tampoco huyo del lugar ni evadió la responsabilidad por su acto negligente y torpe y lo condena a la pena máxima de 2 años de prisión estipulada en el articulo 319, debido a que con su experiencia militar sabia que hay que ser cauteloso al momento de manipular un arma de fuego en frente de otras personas. y en caso que la familia hubiera actuado civilmente en contra del victimario le impongo el pago de 7 millones de pesos como indemnización a los familiares de la víctima y el pago de las costas penales.