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Equipos de los colectivos participantes en el Proyecto de Exten-

sión pecat de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias So-


ciales, Res. Nº1172/14 c/d y Resol. N°1729/15 cd-fhaycs-uader.

Equipo de cátedra de Sociología de la Educación: Mirta Espinosa,


Javier Miranda, Laura Raffo, Marianela Valdez, María de los Án-
geles Menna, Micaela Isaac Ojeda y Virginia Deharbe.

Docentes del equipo de Prácticas Docentes II: Erika Espelosín,


Laura Dieci.

Movimiento de Educadores: prof. Beatríz Montaldo


y prof. Teresa Sarli.
Fecha de catalogación: mes 2016

Equipo de Supervisores de la Departamental de Escuelas de Pa-


Diseño de tapa y diagramación interior: Rocío García raná (cge): Rosana Retamoso, Viviana Giampetri, Sara Witschi y
Revisión de texto: Pablo Felizia Liliana Chaparro.

primera edición -
Paraná. Entre Ríos. Diciembre de 2015.
©2016 / Editorial de Entre Ríos. mirtalespinosa@gmail.com

25 de Junio 39 (e3100fga) / Paraná, Entre Ríos. Argentina.


editorialentrerios@gmail.com
Queda hecho el depósito que establece la Ley 11.723.
CON LA COLABORACIÓN DEL
PROF. JAVIER MIRANDA

Equipo de cátedra de Sociología de la Educación


Movimiento de Educadores de Paraná
Equipo de Supervisoras de Educación Secundaria Paraná
Equipo de la cátedra Prácticas Docentes II.
Escuelas, contextos y cotidianidad
Desde el Movimiento de Educadores Es así como surgieron los talleres de
nos preocupamos y ocupamos al pro- 2013, con una asistencia y partici-
ducirse situaciones complejas en el pación sostenida y valorada por sus
sistema educativo que traen apareja- aportes concretos. En la evaluación de
das graves dificultades para el desa- 2014, los docentes solicitaron la conti-
rrollo de los procesos de enseñanza y nuidad de los encuentros y entonces
aprendizaje. organizamos los de 2015. El número de
Así ocurrió a fines de 2012 e inicio de participantes fue mucho mayor, como
2013 con un alto porcentaje de repi- también las entregas del trabajo final
tencia en el nivel secundario. Esto sobre “ceremonias mínimas”: un rela-
motivó el encuentro con el colectivo to de situaciones de violencias en las
de supervisoras y de allí se generó escuelas y las acciones realizadas para
un intercambio de experiencias con intervenir en ellas.
los docentes de esas supervisiones, Estos espacios de intercambios de ex-
quienes manifestaron que uno de los periencias y de aportes teóricos-prác-
principales obstáculos en las aulas era ticos facilitaron el trabajo en el aula,
“la violencia” de los vínculos entre es- para el docente resultó un valioso
tudiantes. Movidos por la necesidad acompañamiento y un aprendizaje
de aportar en ese sentido, articulamos junto a quienes estaban en el mismo
con la f.h.a. y cs. y nos relacionamos colectivo.
con la Mg. Mirta Espinosa, reconocida Saludamos el hecho de que la Mg.
por sus posturas referidas al tema en Mirta Espinosa y su equipo hayan de-
cuanto a la necesidad de desnaturali- cidido sistematizar estas experiencias
zar muchos de los sentidos comunes y deseamos que sirva de aporte a las
instalados en la sociedad –y por lo escuelas para colaborar en superar los
tanto en las aulas– que buscan culpa- problemas del sistema secundario.
bles en quienes hay que excluir por
diferentes. Estas situaciones cotidia- Movimiento de Educadores
nas producen angustia y frustración
en los docentes ante las dudas sobre
cómo abordarlas.
-
A Nélida Nina Landreani, in memoriam
A Hugo, compañero de sueños y luchas,
siempre...
MIRTA ESPINOSA
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Me siento muy honrada de escribir estas palabras preli-
minares de este pequeño gran libro. Es pequeño en tama-
ño pero es grande en lo que se propone hacer público y, por
lo tanto transmitir, sin dudas su potencia radica en lo que
abre, pues abre nada más y nada menos, que las puertas
para ir a jugar…
Jugar con las certidumbres, con lo cristalizado, con los
claro-oscuros, con los tropiezos y con los pasos lentos pero
Prefacio seguros, con lo no-dicho, con los dogmas, con lo angosto
que angustia; en fin, los diferentes capítulos invitan una
Del arte de narrar una experiencia… y otra vez a jugar…
Cada mañana se nos informa sobre las novedades del Jugar tal como sucede con dos piezas mecánicas que no
planeta. Y, sin embargo, somos pobres en historias singu- encajan perfectamente –hacen juego-, para ello hay una
lares. ¿A qué se debe esto? Se debe a que ya no nos llega condición y es que haya movimiento, para que haya juego
ningún acontecimiento que esté libre de datos explicati- es condición el movimiento y aparece la dimensión del in-
vos. En otras palabras: ya casi nada de lo que sucede redun- tervalo. Este equipo dona eso, la posibilidad de un interva-
da en provecho de la narración, casi todo en provecho de lo de tiempo-espacio para historizar-se colectivamente a
la información. Porque si se puede producir una historia través del juego que hace jugar mientras el lobo cotidiano
preservándola de explicaciones, ya se logró la mitad del interior no está o el coordinador lo suspende con las técni-
arte de narrar. cas que apelan a la actividad lúdica de crear nuevos senti-
El Arte de Narrar dos con palabras, colores, tramas variopintas de mal-estar
Walter Benjamín (2011:163) en la cultura institucional de cada historia singular.
En: Denkbilder. Epifanías en Viajes. Nos encontraremos con páginas escritas de inspiración
que transpira y que ensaya en el laboratorio social una ex-
periencia con el cuerpo y sus afectos, devenidos en relatos
8 CONVIVIR, VIVIR-CON...OTROS EN LAS ESCUELAS SECUNDARIAS

biográficos que preservan y hacen de esas narrativas un para poner a trabajar colectiva y metafóricamente aque-
arte. Así esta modalidad de seminario-taller va a contra- llo que produce malestar, pero que si lo queremos sacar
pelo de lo que funciona como imperativo en nuestros días: compromete la trama, apuesta a superar las explicaciones
la deshistorización, la biologización y consecuente medi- simplistas y las lecturas lineales. Para ello propone la me-
calización de lo que hace ruido para silenciar los cuerpos táfora en tanto sustitución y producción de sentido, pro-
in-dóciles y las diferencias irreductibles. ducción que inexorablemente requiere un estar en barbe-
Este equipo de docentes universitarios que decide tra- cho (M. Masud R. Khan, 1983:189). El estar en barbecho es un
bajar con otros docentes de secundaria hacen una apues- estado transicional de experiencia, una forma de ser que
ta: lograr recuperar relatos y retazos de biografías docen- es tranquilidad alerta y conciencia receptiva, despierta y
tes, a través de herramientas lúdicas concretas y luego, ligera.
muy cuidadosamente, llevan esa producción singular al El barbecho como “tierra de labor que se deja uno o más
plano grupal y luego al colectivo. años sin cultivar” es decir que es un tiempo de descanso
Es una apuesta que conecta con lo que el crítico litera- para que la tierra se regenere, es un tiempo necesario para
rio, Walter Benjamín (Berlín, 1882- Portbou, 1940), escribió luego del intervalo, poder producir, generar algo nuevo.
en un pequeño relato en El arte de narrar.  Por un lado, en Intervalo que no se deja librado a las garras del mercado
los capítulos que siguen, una y otra vez, se hace resonar que ofrece constantemente numerosos entretenimientos
el concepto de la pobreza que genera la información. Por y bombardea con poderosas sustancias quitapenas.
otro, resalta  lo atontador que pueden resultar las expli- Este libro ofrece cuatro posibilidades de abordar los
caciones. En esta cadena de asociaciones benjaminianas, conflictos que implican vivir con otros y restituir el lazo
es necesario instalar el concepto de pobreza de experien- social a través del amparo que brindan las palabras con la
cias  como rasgo del siglo XX. Esa  incapacidad de tradu- Construcción de tramas, la escritura de una carta, el Semá-
cir en experiencia lo vivido, es lo que vuelve insoportable foro y las Cajitas.
la cotidianidad y abona a lo que Castoriadis nos advirtió Quedan invitados a conocer la aventura de este equi-
como avance de la insignificancia. po que lleva adelante una experiencia cultural que desafía
Las páginas que siguen son auténticas herramientas nuestra imaginación y trabaja para romper lo tribal que
MIRTA ESPINOSA
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nos habita y nos vuelve más solidarios con lo igual, pero
cada vez más agresivo con lo diferente; parafraseando a
Freud en ¿Por qué la Guerra? propiciar experiencias cultu-
rales, es trabajar contra la guerra.

Rosario, 13 de noviembre de 2016.


Mariana Scrinzi
MIRTA ESPINOSA
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En 2013 iniciamos desde la cátedra Sociología de la Edu-
cación una experiencia de extensión universitaria –a par-
tir de la invitación– con la Asociación Civil Movimiento
1.
de Educadores y un colectivo de Supervisores Secundarios
Algunas líneas sobre la historia
de la Dirección Departamental de Escuelas de Paraná. El
del proyecto
motivo de la propuesta estuvo vinculado a la posibilidad
de trabajar con docentes, acerca de la problemática de la
A modo de introducción
construcción social de la violencia y las particularidades
que esta asume en las escuelas secundarias de la capital
de la provincia de Entre Ríos.
Viva donde viva, viva como viva, viva cuando viva, En 2015, a partir de una nueva solicitud de organizar
cada persona contiene a muchas personas posibles. seminarios-talleres formativos, la propuesta, actualiza-
(…) da teórica y metodológicamente, volvió a ser convocante.
Aunque estemos mal hechos, no estamos terminados; Otra vez nos organizamos con el equipo de la Asociación
y es la aventura de cambiar y de cambiarnos la Civil para compartir nuevos desafíos sobre el trabajo
que hace que valga la pena este parpadeo realizado. Concretamos tres encuentros, con más de cien
en la historia del universo, docentes, de quince escuelas diferentes. Se sumaron al
este fugaz calorcito trabajo colegas del equipo de Prácticas Docentes II del
entre dos hielos, Profesorado de Educación Primaria. Fueron, nuevamente,
que nosotros tres jornadas de trabajo, con el objetivo de analizar la pro-
somos… blemática de la construcción social de la violencia. Tanto
en el cierre del ciclo del año 2013, como en el de 2015, se
Eduardo Galeano incluyó un panel temático centrado en la violencia sobre
diferentes miradas de los campos de las ciencias sociales.
Además, como se planteará a lo largo de los capítulos de
este texto, se utilizaron una serie de estrategias pedagógi-
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cas, dispositivos y recursos/técnicas cognoscitivas y lúdi- procesos de reflexividad crítica y construcción de conoci-
co-proyectivas que posibilitaron la problematización y, en mientos a partir de herramientas pedagógicas, estrategias
este proceso, la construcción colectiva de conocimientos didácticas, técnicas lúdicas y proyectivas que se pusieron
de las problemáticas trabajadas, a partir de aportes teóri- en juego. Esto es así porque pretendimos que este cuader-
cos con el momento del proceso de taller que denomina- no de cátedra sea una herramienta más, para trabajar en
mos conceptualizaciones. Algunas de las herramientas espacios de talleres, todo tipo de problemáticas institucio-
pedagógico-lúdicas son creaciones de las cátedras partici- nales, sociales, culturales y políticas que atraviesan las
pantes y otras recreaciones de dispositivos socioeducati- instituciones con un enfoque situado históricamente.
vos de diferentes perspectivas y autores de las ciencias so- En otras palabras, se muestran y demuestran procesos
ciales. El trabajo en el espacio de cada encuentro se diseñó de construcción de conocimientos a partir de talleres que
también con recursos estéticos de cine, literatura, música, problematizaron la violencia, pero propusimos algunas
pintura y toda herramienta artística estética que colaboró ideas y herramientas pedagógicas para trabajar las múl-
tiples y complejas problemáticas que se anudan en una
con el proceso crítico reflexivo a desarrollar. En este texto
institución, tal como lo reflexionamos al construir las
explicaremos algunas herramientas y recursos, así como
“tramas contextuales”.
los sentidos teóricos y metodológicos que se desplegaron.
El marco teórico está posicionado desde perspectivas
Asumimos el desafío de estudiar problemáticas rela- críticas de las ciencias sociales. Intentamos romper con
cionadas a conflictos en los vínculos y sus modalidades los cercos o límites disciplinares, enriqueciéndonos con
de expresión. Lo hicimos con equipos directivos y docen- aportes de la sociología, la antropología, la filosofía, la
tes de escuelas del radio zonal del grupo de supervisoras, historia y la psicología por citar algunas de las disciplinas
quienes tenían como principal inquietud la de pensar que anudamos. Encuadrados desde allí, estudiamos las
fundamentos teóricos y estrategias pedagógicas institu- concepciones de violencia en su matriz estructural y las
cionales posibles, para la construcción de buenos vínculos distintas dimensiones socioeducativas en que opera, en
en las instituciones educativas. Este texto es el relato de vinculación con las subjetividades.
cómo trabajamos en esos encuentros. No nos focalizamos Nos propusimos darle a estos encuentros una organi-
en problemáticas de violencia en sus capítulos, sino en los zación pedagógica didáctica de seminarios-talleres insti-
MIRTA ESPINOSA
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tucionales (Landreani, 1996). Muchos docentes de las es- A partir de una plataforma teórico-referencial trabaja-
cuelas que participaron de estos talleres institucionales mos con pensadores del campo de la sociología, la antropo-
manifestaron que fue novedosa la forma de vincularse logía, la historia y la psicología, y elaboramos un proyecto
que tuvieron los estudiantes con ellos, con sus pares y con que abordó en la territorialidad de las escuelas, sus discur-
el conocimiento; que por lo general los problemas vincula- sos y prácticas concretas, entramado a las experiencias
res operan para complicar o incluso impedir el desarrollo educativas secundarias que representan la Asociación Ci-
de procesos áulicos de apropiación del conocimiento; y que vil Movimiento de Educadores y el colectivo de superviso-
hay muchas dificultades para convocar la participación en res de Paraná. Estos colectivos sociales han trabajado para
la construcción del conocimiento y sostener el interés en que podamos recuperar las voces de docentes, habilitar
las clases. Definimos con Elena Achilli (2000) que la prác- sus acciones escolares y potenciar sus experiencias.
tica pedagógica es aquella entendida como el vínculo úni- En estos encuadres se desplegaron algunas preguntas
co en el aula entre docente, estudiantes y conocimientos, que nos hicimos en las experiencias realizadas: ¿Qué lec-
es la médula vertebral de todo trabajo escolar. turas se hacen de esta violencia que el sentido común y los
Los múltiples y complejos problemas de comunicación, medios monopólicos denominan “escolar”? ¿Qué piensan
los docentes sobre la escuela secundaria como propuesta
sociopedagógicos y las agresiones vinculares generan mu-
pedagógica? ¿Qué representaciones tienen ellos sobre sus
cho sufrimiento subjetivo en la cotidianeidad del docente
alumnos? ¿Qué sentidos se le otorgan a la biografía esco-
y del estudiante. Sabemos que las ciencias sociales y, parti-
lar y las trayectorias socioeducativa de los jóvenes que los
cularmente, la sociología de la educación crítica nos ense- desafían? ¿De qué manera piensan el vínculo pedagógico
ñan que la violencia simbólica (Bourdieu: 1970; 1997; 2001) con los estudiantes? ¿Qué propone el Estado desde sus po-
y la violencia como una construcción social (Kaplan:1998) líticas? Estas son algunas de las preguntas que renovamos
son en la actualidad problemáticas que, para ser analiza- y que pretendimos pensar en el trabajo colectivo con los
das, deben ser desnaturalizadas de construcciones socia- colegas de instituciones secundarias.
les (especialmente mediáticas) que apuntan a pensar los
vínculos desde lugares que patologizan a los sujetos o los
culpabilizan.
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cidencia depositaria del objeto, porque de esta forma no


habría comunicación. Nos propusimos entonces, trabajar
sobre una construcción conjunta del conocimiento, sobre
una reflexión de las problemáticas que se visibilizan en la
escuela, y por lo tanto en la sociedad, para poder construir
posibles respuestas y nuevas preguntas a este problema
con el desafío de siempre, el de ampliar el campo de lo pen-
sable y de nuevas prácticas posibles.
“Sin la relación comunicativa entre sujetos cognoscen-
tes, en torno a un objeto cognoscible, desaparecería el acto
cognoscitivo” (Freire: 73). Paulo Freire puso a la comunica-
ción en el lugar inseparable de la construcción del cono-
cimiento conjunto, la coparticipación de los sujetos, en el
Taller 2013 acto de pensar, se da en la comunicación (Freire: 75).
El objetivo final del proyecto consistió entonces en pro- De esta forma coincidimos con Freire cuando planteó:
ducir desnaturalizaciones de los discursos y prácticas que “(…) equivocada está la concepción según la cual el que-
operan sobre esta construcción social de la violencia, cono- hacer educativo es un acto de transmisión o de extensión,
cer y estudiar algunos dispositivos de intervención socio- sistemática, de un saber (…)” (Freire: 77). Nosotros vamos a
cultural y clínica (Minicelli: 2010, 2012) para abordar estas observar y pensar qué se está discutiendo en las escuelas,
problemáticas vinculares en el escenario escolar concreto. en sus cotidianeidades, qué discursos y prácticas ponen
Si pensamos en esta experiencia donde trabajamos en juego los colegas en cada encuentro taller, ver qué po-
desde las reflexiones que hacemos en este proyecto de demos aportar y qué podemos llevarnos, con conciencia
extensión, desde las cátedras nos propusimos pensar este plena de que también aprendemos mucho como equipo
ejercicio, esta relación desde el lugar del sujeto “A” que no para seguir reflexionando al interior de las clases en las
puede, en comunicación, transformar al sujeto “B” en in- cátedras. Estos son los sentidos últimos de los espacios co-
MIRTA ESPINOSA
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lectivos que creamos con las escuelas secundarias. Estos
espacios y sus momentos de estudio, debate, reflexividad
conjunta, así como las estrategias lúdicas y proyectivas 2.
puestas en juego configuran procesos de conocimiento Aproximaciones a la violencia y sus modali-
únicos, como los mismos colegas lo dicen en sus evaluacio- dades de abordaje
nes del proyecto. Experiencias colectivas que apuestan a
acompañar y a sostener la construcción de futuros. Como
Pensar y debatir la violencia, determinadas modalida-
dijo Giorgio Agamben: “Nada da cuenta del impacto de la
des de violencia, en términos teórico-académicos se rela-
experiencia (en este caso de aprendizaje) en la subjetivi-
ciona con el hecho de asumir la responsabilidad institu-
dad como el cambio que se opera en el estatuto de la ima-
cional en una problemática que se ha instalado en lugares
ginación”. Ese futuro como horizonte de sentido requiere
importantes de la agenda pública. Transitar este problema
conmover el estatuto de lo pensable, en otras palabras,
desde el campo del conocimiento en las ciencias sociales
una formación que altere nuestra experiencia cotidiana.
es de por sí una definición y un posicionamiento institu-
(Agamben: 2005).
cional claro.
Tenemos una responsabilidad como universidad públi-
ca que estamos asumiendo. Por ello, la primera tarea tiene
que ver con mostrar y de-mostrar cómo las palabras/con-
ceptos, como decía el maestro latinoamericano Paulo Frei-
re, no son inocentes: que en el discurso social, en algunos
medios y en algunas instituciones educativas se hable de
bullying, nos indica un enfoque de la problemática desde
una determinada perspectiva. Como concepto, comenzó a
cobrar vigencia en la década del setenta en el marco de las
corrientes positivistas-funcionalistas que aún hegemoni-
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zaban las ciencias sociales. el desviado social, es decir, la patologización de lo social.


En efecto, para el funcionalismo sociológico, el orden La patologización como operación semiótica opera su-
social pre-existe a los sujetos y determina comportamien- tilmente y despliega un doble movimiento: por un lado,
tos, prácticas y expectativas sociales. El éxito social se asigna esta supuesta falencia a rasgos y características del
entiende como un logrado proceso de socialización en las propio sujeto y, al realizarlo, se habilita para culpabilizarlo
pautas socioculturales. En este sentido, las pautas, normas por su “fracaso en adaptarse socialmente”. Veamos lo que
y conductas conforman un sistema normativo pre-exis- expresa uno de los padres de la ciencia sociológica, Emile
tente, ya que nos recibe al nacer a todos los sujetos sociales Durkheim (1980):
y no puede ser cuestionado sino a riesgo de ser conside-
rados a-nómicos, es decir, sin respeto a las normas socia- “La división del trabajo social crea condiciones para el de-
les. Sujeción a la norma implica, entonces, normalidad, sarrollo de la libertad individual y la creatividad del indivi-
éxito social, adaptación armoniosa al medio social. Pero duo. La norma es adaptarse. La norma siempre tiene carác-
además, y en este punto reside lo más interesante de esta ter universal, está internalizada en la conciencia colectiva
perspectiva, todo problema, resistencia o negación a una de la sociedad. Las instituciones educativas juegan un rol
socialización pasiva es considerada como problema indi- fundamental en el proceso socializador. Los desajustes anó-
vidual, personal: quien no se adapta a las normas sociales micos, los problemas de integración por el egoísmo social o
será entonces un sujeto anómico, un “desviado social” y por patologías amenazan la posibilidad de solidaridad or-
la explicación de estas conductas/comportamientos leídas gánica en la sociedad”. (1980:75)
como “reprobables”, son adjudicadas a rasgos/caracterís-
ticas del propio individuo. La norma y la adaptación exi- En discusión con esta mirada, en la sociología crítica
tosa se plantean en el discurso funcionalista como pará- escuchamos a Pierre Bourdieu (1999) afirmar: “Corremos
metro de “normalidad”. Se construye así por oposición “el el riesgo de que los casos sociales, se conviertan en casos
anormal”, el que no se adapta a la norma y, por ende, es psicológicos y las deficiencias sociales en deficiencias
patológico. Tenemos en este punto, la construcción desde mentales”. Cuando hablamos de bullying estamos posicio-
el discurso funcionalista sociológico del sujeto “enfermo”, nándonos en estas perspectivas que es necesario debatir
MIRTA ESPINOSA
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y de-construir en sus plataformas ideológicas. Cuando un individuos/personas que sufren “un problema” de mal-
niño o un grupo de ellos chocan con la cultura escolar que trato o acoso, o de “casos”, nos posicionaría en estas con-
se les presenta como ininteligible –porque la apropiación cepciones que justamente queremos discutir y disputar
de una cultura implica, al mismo tiempo, la posesión de en sus sentidos. En primer lugar, porque entendemos que
las herramientas cognoscitivas-simbólicas para poder ha- cualquier problemática de relaciones sociales debe ser en-
cerlo– corremos el riesgo de que esta diferencia de mundos focada y estudiada en un marco social de producción. En
natales y de capitales culturales sea leída en clave de en- otras palabras, es necesario repensar en sus sentidos y pro-
fermedad psicológica o deficiencia biológica, por la clase pósitos estos enfoques que, bajo el concepto de bullying,
o comunidad a la que pertenece o en la que nació. De esto individualizan y culpabilizan a los sujetos sostenidos en
se trata la violencia que las sociologías neopositivistas y argumentos biologicistas/genéticos.
funcionalistas llaman bullying. En esta línea, las descripciones hablan de personali-
Despatologizar en clave sociológica significaría, en dades débiles, de adolescentes y jóvenes que son tímidos,
primer lugar, problematizar algunos imaginarios que cir- que no tienen buenos rendimientos académicos, y la lis-
culan respecto al maltrato en las relaciones sociales que ta podría seguir un rato largo. La realidad de los estudios
construyen niños y jóvenes, las denominadas relaciones sociológicos que hacen casuística sobre la temática revela
interpares. Problematizar en el sentido de develar, desnu- que el maltrato/acoso/ambiente agresivo, por nombrar al-
dar aquellas ideas de sentido común como: gunas características de estas modalidades de relaciones
- sociales, se realizan bajo la invocación de multiplicidad
1. Una víctima cuyas características individuales, de motivos que construyen un nosotros/otros, en que la
(genéticas, de personalidad, innatas) la tornarían sus- otredad se visualiza como peligrosa e infranqueable. Van
ceptible de maltrato o acoso, y victimarios. desde adjudicaciones peyorativas de clase al estilo “ville-
2. La pobreza y la violencia están vinculadas. ros”, “son cumbieras y nosotras rollingas”; hablamos de
ataques a estudiantes desde lecturas estigmatizantes de
3. Es una problemática propia de esta época.
supuestos méritos (o deméritos) escolares, a jóvenes que
Entonces, proponer el debate de este tema en clave de
representarían determinados cánones de belleza, o que
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tienen acceso (o no) a bienes materiales y simbólicos, entre social funda realidad.
algunos de los que podemos citar. La lista podría ser más La violencia se expresa en las escuelas, en distintas mo-
larga, a todas estas modalidades las entendemos como ex- dalidades de conflicto (entre pares, entre adultos, entre
presiones de producción social de violencia y no en clave adultos y las nuevas generaciones). Se puede constituir en
de episodios aislados, casos o problemas coyunturales que la misma lógica de relación de las instituciones educati-
no tienen ninguna raíz en la trama social. vas, a partir de las tensiones que se generan desde el man-
Estos modos de entender la diversidad y construir la dato escolar de enseñar y las dificultades que la realidad
otredad tiene su matriz originaria en una sociedad cuya social, expresada en las trayectorias educativas y de vida
historia se configura en décadas de violencia social, con- de los estudiantes y de los docentes mismos. Retomando
tinuidad de una dictadura cuya acción política se centró esto último, sostenemos que las escuelas son instituciones
en la aniquilación de los constituidos en “otros” peligrosos históricas, inmersas en la trama social y construyen mo-
y luego, en años de políticas neoliberales que profundiza- dos vinculares que no escapan a la historicidad, pero que
ron estas lógicas impulsando un sistema normativo con pueden constituirse en alternativas. Al patologizarla se la
valores centrados en el individualismo, la competencia, el des-historiza y se la des-socializa. Cuando se habla de una
libre mercado y un neodarwinismo de supervivencia de víctima se invisibiliza a los otros sujetos en estos vínculos,
aquellos que tenían mejores condiciones materiales y sim- a los que suelen definirse como agresores o victimarios.
bólicas para transitar la época. Conocemos algunos informes como los que realizó el La-
La televisión de las últimas décadas fue una clara pan- boratorio Nacional de Observación de la violencia escolar,
talla de esto que decimos: se pobló de programas que los cuales sitúan las diversas modalidades de violencia es-
enseñan a dividir el mundo entre “loosers y winners”, “po- colar entre los siete/ocho años y diecisiete/dieciocho años.
pulares y divinas”, por citar algunos ejemplos de los ejerci- En esta dirección, proponemos darle estatuto de víctimas,
cios cotidianos de adiestramiento simbólico, en selección desde distintos lugares, a todos los involucrados en estas
social, a través de los medios de comunicación. Estos dis- problemáticas, ya que son todos adolescentes y jóvenes y,
cursos y prácticas interpelan a las nuevas generaciones por ende, reclaman la intervención y el amparo amoroso
que después “nos asombran” por su violencia. Ese reflejo de los adultos.
MIRTA ESPINOSA
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Las persistentes explicaciones simplistas que producto de políticas estructurales de largo plazo, como
asocian directamente la violencia a la pobreza la desindustrialización, la flexibilización laboral y la ins-
tauración de políticas de libre mercado y competencia, in-
Un segundo punto tiene que ver con las persistentes ex- cluso en un sistema escolar que se fragmentó en circuitos
plicaciones simplistas que asocian directamente la violen- diferenciados de clase en pocas décadas, de la dictadura
cia a la pobreza. En estos enfoques lineales que no resisten a los noventa. En efecto, los noventa significaron escue-
un análisis crítico, pero que, sin embargo, tienen aún mu- las derruidas, con paredes electrificadas, convertidas en
cha vigencia y circulación en las instituciones escolares, comedores y centros asistenciales y, al mismo tiempo, es-
la violencia sería un producto directo de la pertenencia cuelas bilingües de jornada completa, solo para mostrar
de clase social. Una vez más, el sustrato ideológico es de- algunos de los colores de la realidad compleja que muchas
mostrable: son pobres, por ende, son violentos. La opera- veces olvidamos o naturalizamos.
ción sociológica consiste en convertir un problema social, Entender los costos que estos procesos sociales de des-
como es la desigualdad social que se expresa en la pobreza titución tienen en las subjetividades, cómo impactaron y
material y simbólica de algunos sectores sociales, en un modificaron las vidas de miles de sujetos sociales que los
rasgo que les sería propio, natural. Son pobres porque no se sufrieron en su ámbito cotidiano, que degradó y misera-
esfuerzan lo suficiente, porque no se han adaptado exito- bilizó sus biografías, es muy importante para docentes y
samente al sistema productivo y por eso no tienen trabajo, futuros docentes. Como expresa Silvia Bleichmar (2008):
o bien hay versiones escolares de la misma lógica, del tipo: “La violencia es producto de dos cosas, por un lado el re-
“no les gusta estudiar”, “vienen a la escuela a comer/pa- sentimiento por las promesas incumplidas y, por el otro, la
sear/molestar”. falta de perspectiva de futuro”.
El tercer punto a destacar, es la idea que expresa que el
Una vez más, se presenta la adjudicación de la proble- maltrato y las agresiones interpares es un problema ac-
mática al individuo en singular y la culpabilización por tual, de esta época. Este es otro discurso que necesitamos
situaciones que causan profundo sufrimiento social y son interpelar y discutir por su eficacia performativa. En otras
palabras, porque su aceptación acrítica genera situaciones
20 CONVIVIR, VIVIR-CON...OTROS EN LAS ESCUELAS SECUNDARIAS

de naturalización de esta problemática. Frente a afirma- cia de la cotidianeidad escolar nos han demostrado con
ciones del tipo: “ahora los chicos son así”, “viven a las pata- contundencia que las salidas punitivas o sancionatorias
das” o “las mujeres se atacan más que los varones”, por ci- sólo posponen o agravan los problemas. Nuestro desafío
tar solo algunas, es necesario restituir a esta problemática es construir propuestas que puedan alojar socioeducativa-
su dimensión sociohistórica, ya que des-historizar implica mente a las nuevas generaciones
–al mismo tiempo– despolitizar. En todo caso, nos enfren- En una sociedad que emerge dificultosamente de déca-
tamos a nuevas modalidades, nuevas formas de expre- das de prácticas y discursos que tienden a la destrucción
sión, no a nuevos fenómenos. Somos los seres humanos los de los lazos sociales, el desafío para los adultos es acom-
que construimos las modalidades de vínculos y, parafra- pañar a los jóvenes a levantar lo caído: sus sueños, sus
seando a Bourdieu, somos nosotros mismos quienes po- deseos, sus expectativas; esta tarea se constituye en una
demos transformarlos. La agresión, el acoso persistente de responsabilidad pedagógica y política en el más pleno sen-
un grupo con cualquiera de estos argumentos u otros, es tido que el concepto política tiene: de trabajar por el bien
una producción humana y podemos (debemos en el senti- común.
do ético-político) intervenir es esas prácticas. La verdadera Educar es también bien-venir a las nuevas generacio-
naturaleza humana es social y se despliega en la historia. nes, acompañándolas a inventar y crear futuros posibles.
Es necesario advertir que estas ideas, no casualmente, No es un quehacer fácil para nosotros los docentes, cuan-
se acompañan de otras. Por ejemplo: detrás de algunos dis- do aún resisten, operantes en nuestras representaciones e
cursos de “toda época pasada fue mejor”, también se pue- imaginarios, concepciones de educación como pura trans-
den “leer” miradas sociales conservadoras, que tienen las misión de la herencia sociocultural para ser conservada.
mismas lógicas que las teorías que patologizan y culpabi- Graciela Frigerio (1999) nos recuerda que la única herencia
lizan. Se envisten de discursos de melancolía que remiten verdadera es aquella que libera o emancipa, en la medida
a juventudes respetuosas, estudiosas, ordenadas, al decir que no genera ni deuda ni culpa. Es de los adultos el desa-
de Foucault, disciplinadas. Desde esas plataformas ideoló- fío de instituir a los adolescentes y jóvenes como herede-
gicas se construyen las ideas de “la juventud de hoy está ros del mundo sociocultural sin deudas ni culpas, porque
perdida”. La historia de la educación, así como la experien- eso los habilitará como constructores de relaciones socia-
MIRTA ESPINOSA
21
les más sanas y el ejercicio de su ciudadanía plena en un propósito político de habilitar futuros posibles a las nue-
mundo más justo. vas generaciones.
La antropóloga y docente rosarina define contexto
como:  “(…) una determinada configuración témporo-es-
3. pacial. Configuración constituida constitutiva de un con-
Piensa tu escuela y pensarás mundos. La junto de prácticas y significados referidos a procesos que,
trama de la contextualización institucional y a su vez, están atravesados por las huellas de otras escalas
áulica. ¿Qué es y para qué sirve?  témporo-espaciales”.1 Distintas escalas significan distin-
tos ámbitos. Esta autora trabaja el concepto de contexto
estudiando los procesos de fragmentación, nosotros lo re-
La estrategia lúdica que llamamos  “trama de la con-
tomamos estudiando procesos de violencia socioeducati-
textualización” puede definirse como una herramienta
va. En otros espacios educativos-culturales la contextuali-
pedagógica-didáctica que creamos (inventamos) para
zación es utilizada para reflexionar procesos de formación
poder expresar empíricamente cómo se piensa y cons-
de prácticas docentes iniciales; modalidades de gestión
truye una contextualización. Nace del anudamiento que
institucional y una diversidad de prácticas sociocultura-
hacemos entre los aportes conceptuales de Achilli (2000),
les y de salud.
a partir del concepto de contexto y la creación material
pedagógica-didáctica, de una trama que intenta expresar
algunos sentidos y significados de los procesos que se ge-
neran en las instituciones.  La contextualización es para
nosotros –docentes– una clara herramienta conceptual y
metodológica para pensar los tiempos, espacios, vínculos
y las prácticas institucionales que vivimos. Posee profun-
dos anclajes en la historia, y por lo tanto, opera de memo-
ria institucional. Cómo dispositivo didáctico conlleva el
1. Achilli Elena. (2000) “Escuela y ciudad”. Homo Sapiens Editores. Rosario, Santa Fe.
22 CONVIVIR, VIVIR-CON...OTROS EN LAS ESCUELAS SECUNDARIAS

Concomitantemente, lo contextual debe pensarse en


diferentes niveles. Estos constituyen diferentes configu-
raciones témporo-espaciales que remiten a distintos ám-
bitos: un primer nivel de lo cotidiano, donde se expresan
material y simbólicamente los procesos, las relaciones y
anudamientos de todos los niveles. Estos anudamientos
se observan, se cristalizan en lo escolar en el ámbito de la
vida diaria institucional. Es también el espacio y el tiem-
po donde se enlazan instituciones y lo sociocomunitario,
se lo denomina también nivel de copresencia; un segundo
nivel de contexto urbano/ciudad más amplio denomina-
do como sociourbano (o sociorural); y finalmente un tercer
Taller 2013 nivel que es el de las políticas de Estado y aquellas que se
expresan a nivel nacional e internacional.

El sentido de hacer tramas

¿Para qué hacemos la trama? Realizar una trama


contextual tiene como propósitos mostrar las múltiples
dimensiones, niveles y escalas que se entrecruzan y
constituyen, determinan –en algunos casos- y en otros
condicionan fuertemente los procesos que se producen en
la institución escolar. La contextualización es una herra-
mienta ineludible de cualquier práctica crítica en tanto los
Taller 2015 procesos socioeducativos requieren ser contextualizados.
MIRTA ESPINOSA
23
Otra vez: ¿para qué? Para poder pensar procesos y proble- pueden interpretar que sólo se trata de cuestiones episódi-
máticas vinculadas a los contextos que permean procesos cas que pueden tramitar y resolver en pocos días.
educativos en sus configuraciones cotidianas. Otro pro- Por lo dicho, la trama tiene niveles, dimensiones y es-
pósito que sostiene es romper con ideas de sentido común calas. Cuando todos los procesos y problemas aparecen, se
que entienden el contexto como simple entorno o ambien- presentan o debaten en un mismo plano sin poder distin-
te o como una estructura que tiene estratos fijos macro y guir lo urgente de lo importante, lo macro de lo micro y
microsociales. otras muchas variables,  corremos el riesgo  de no poder
Pero además, las tramas son herramientas que colabo- realizar un buen análisis y, por ende, de planificar pro-
ran para que en los análisis institucionales no caigamos puestas institucionales a mediano y largo plazo.  
en des-historizaciones de los procesos, sino en problemáti- La trama en sus anudamientos y su naturaleza de es-
cas y propuestas que queremos pensar, reflexionar, trans- tar siempre en movimiento nos permite evitar caer en
formar y darle un estatuto importante a la memoria insti- lecturas lineales o dicotomizaciones en el análisis de pro-
tucional que da cuenta de las historias. blemáticas de  la realidad sociocultural. Tiene una diná-
Al mismo tiempo, trabajar con ellas, teórica y metodo- mica de movimiento dialéctico donde sus componentes
lógicamente, nos ayuda a comprender que no podemos se influyen, significan y constituyen unos a otros en cada
interpretar la institucionalidad que habitamos, si super- momento. Cuando en los talleres terminamos de hacerla,
ponemos procesos del mundo sociocultural sin ninguna solemos invitar a los docentes a “quitar” algunos listones
jerarquización. En otras palabras, no es lo mismo una pro- que consideren que son los más importantes. Y ocurre que
blemática estructural que una a nivel del aula; una que no lo pueden sacar porque tiembla y compromete toda la
tiene efecto en la cotidianeidad brevemente o una que trama. No los pueden quitar a riesgo de romper todo. Por-
atraviesa la institución por años o décadas. Incluso, la que están entrelazados. Anudados. Porque arrancar un
reflexión en su construcción nos alienta a pensar que un problema y pretender aislarlo es una ilusión pedagógica
problema, situación que para un grupo de docentes puede que metaforizamos en el hecho que sacar un listón (pro-
tener, por ejemplo, impacto a nivel de los vínculos con la blema/proceso) “aparte” y no se puede. Lo que hacemos es
comunidad de los que asisten a la institución, otros grupos jerarquizarlos al finalizar la trama. Invitamos a organi-
24 CONVIVIR, VIVIR-CON...OTROS EN LAS ESCUELAS SECUNDARIAS

zarlos construyendo prioridades argumentadas. Al trabajo lo inicia siempre un coordinador del semina-
Los entrecruzamientos plurales nos habilitan a que rio-taller. El propósito de mostrar la dinámica pero, funda-
podamos alertar sobre la necesidad de evitar centrar las mentalmente, empezar con la construcción de sentidos y
problemáticas en una sola dimensión: por ejemplo simbó- conceptualizaciones de una trama que, sustantivada, sig-
licas/subjetivas o de análisis lineales. Pongamos un ejem- nifica tejido, enlazamientos, texturas múltiples, aunque
plo: “Acá hay gente que no se hace responsable de nada, adjetivada es institucional. Esto quiere decir que una pri-
porque si hicieran lo que hay que hacer esta escuela anda- mera propuesta es poder pensar que la institución no está
ría”. Los entrecruzamientos que abjuran de causalidades cristalizada. Ninguna institución es… todas están siendo.
lineales colaboran en no reducir o entender las configu- Ni aún aquellas donde escuchamos decir con persistencia:
raciones cotidianas planteando sólo y principalmente el “Volvés diez años después y nada ha cambiado”. Sí, cam-
contexto estructural como tendencia hegemónica y por bió, aunque haya imposibilidades subjetivas y colectivas
ende invisibilizando el nivel de lo cotidiano que es el de de leerlo, pensarlo… sí hubo dinámicas que la atravesaron
los sujetos, de la co-presencia y del co-trabajo.   de modos que antes no y queremos visibilizar, leer, pensar
para entender y actuar. Siempre que estamos contextuali-
Construyendo la trama zando instituciones o prácticas escolares áulicas, estamos
pensando procesos y relaciones múltiples.
¿Cómo se construye una trama? En un pizarrón (o En los listones el coordinador trabaja el nivel estructu-
cualquier superficie lisa) se comienza con la base de un car- ral (Estado, políticas nacionales e internacionales). Este
tel bien grande y claro para que vean todos los presentes y nivel se expresa a su vez en dimensiones políticas-peda-
que contenga la expresión “institución”. Debe tener, además gógicas, culturales, económicas, sociales y jurídicas entre
de un gran tamaño, un color contrastante con todos lo que se algunas posibles. Se las presenta cruzándolas y enredán-
ocuparán luego. Puede reemplazarse con una escritura direc- dolas literalmente sobre el concepto “institución”, mien-
ta en el mismo pizarrón. Luego, hay que contar con listones/ tras se expresa o se pide a los colegas que expongan sus
fajas alargados de cartulinas de diferentes colores. ideas sobre cómo se piensa, por ejemplo, que está consti-
tuida, presente, operante la dimensión de las políticas pe-
MIRTA ESPINOSA
25
dagógicas en la institución; cómo se significa la presencia
y funciones de las familias de la comunidad; o el impacto
(o no) de las últimas políticas curriculares que se plantean,
por citar algunas de las posibilidades de niveles proce-
suales y relaciones posibles que se pueden presentar al ir
construyendo la trama.   
La cantidad de listones es muy importante. Luego que
el coordinador plantea algunas dimensiones estructura-
les, se invita a los colegas docentes a escribir y entramar
listones que reflejen otros aspectos de algunas dimensio-
nes institucionales que a su criterio completarían la tra-
ma, una que siempre va a ser provisional en línea con la
afirmación planteada de que las instituciones no son, sino
que “están siendo”. Se intenta habilitar la mayor participa-
ción posible porque la riqueza de la producción enriquece
Reconocer la simultaneidad de los niveles, escalas exis-
los análisis.
tentes y operantes es fundamental porque colabora con
-
romper los mitos de la institución “independiente” de las
¿Qué enuncian los listones, además de las dimen-
políticas estatales, o ideas de sentido común tales como:
siones que se explicitan en los diferentes niveles?
“Cierro la puerta del aula y hago lo que quiero”, por citar
Enuncian procesos que se dan en vínculos intersubje-
algunas de las interdependencias e interrelaciones múlti-
tivos, que se generan con el conocimiento, proyectos
ples que la trama contextual simboliza. Queremos grafi-
y propuestas que la institución produce, piensa, pro-
car lúdica y estéticamente esto que estamos afirmando. La
pone y las problemáticas que la atraviesan.
imposibilidad de pensar y trabajar la institución despoja-
-
da de un contexto. Los costos conceptuales que implican
26 CONVIVIR, VIVIR-CON...OTROS EN LAS ESCUELAS SECUNDARIAS

las ilusiones de creer que hay procesos, prácticas, proble-


máticas que se pueden “aislar” o reflexionar fuera de la
trama contextual de la institución.
La trama como herramienta muestra muchas proble-
máticas que ocultan o tapan literalmente a la institución
bajo un fárrago de tensiones, condicionamientos o deter-
minantes por lo que tenemos que hacer el ejercicio de tor-
narnos cada vez más lúcidos, en la línea de lo que Casto-
riadis define como lucidez: “Pensar lo que se hace y saber
lo que se piensa” (Castoriadis, 1993:11) para reconocerlos en
su eficacia, en el nivel donde todo se manifiesta: la cotidia-
neidad escolar.
La trama es, entonces, una herramienta pedagógica di-
dáctica y conceptual de producción de sentidos sustentada Taller 2015

en una lógica relacional. Es importante aclarar, además, nes estatales, aunque reconocemos con Landreani (2001)
que los distintos niveles tampoco guardan una corres- que sus políticas hegemonizan prácticas de gestión y cu-
pondencia lineal. No se trata de que los niveles estructu- rriculares, sólo por citar algunas. Pero las escuelas múltiples
rales se correspondan con conocimientos más abstractos y plurales tienen además modos particulares de decodifi-
o complejos, nos dice Achilli. La complejidad y nivel de car sus mandatos, de tomarlos o negarlos. Las escuelas no
abstracción de los conocimientos “se expresa en todos los son pura determinación estatal. Son espacios de contra-
niveles o escalas” de una contextualización expresada en dicción y luchas como nos enseñó Nélida Landreani. Por lo
una trama. tanto, no son simple reproducción de lo dado. Son también
Su construcción colectiva metaforiza un posiciona- espacios de resistencia, creación, producción de nuevas
miento: las instituciones escolares son construcciones so- posibilidades y de transformación.
ciales. No son la cristalización única de las determinacio-
MIRTA ESPINOSA
27
Las escuelas están construidas cotidianamente por do- afirmar: “Acá nunca cambia nada”. Decimos con Gramsci
centes y estudiantes. Parafraseando a Freire, afirmamos: (1975) que el concepto de hegemonía nos permite pensar
“Los sujetos no son, están siendo” y repetimos una vez más que el poder siempre es contingente, siempre está en dis-
que las instituciones no “son” están siendo. El sistema es- puta y que la dominación nunca es completa, por ende la
colar suele registrar solo parte de las vidas de estos sujetos posibilidad de pensar y transformar críticamente realida-
sociales. Son sujetos sociales más complejos que simple- des sociales y, particularmente, educativas, es posible.
mente la descripción de los datos que el sistema se inte-
resa en tomar de ellos, al estilo: edad, familia y cuantas
enfermedades se tuvo en los primeros años de vida. Son 4.
también toda la otra parte de sus vidas que la escuela des- Escribiendo una carta a un “otro”
conoce, invisibiliza o niega. Nos referimos, por ejemplo, a significativo
dimensiones de la vida social, cultural, política y sexual
que son algunas de las dimensiones que las instituciones Hay cartas que hicieron historia. Cartas aún no escritas
suelen ocluir o negar. Pero, además, quienes constituyen que conmoverán el mundo. Pensamos en las líneas agita-
la institución son muchos más sujetos que solamente los das de Hannah Arendt a Heiddegger; en la carta de Einstein
docentes y estudiantes. Esa construcción social la reali- a Freud preguntándole el porqué de la guerra; en la carta de
zan personal administrativos, padres, comunidad escolar, Kafka a su padre que tiene hoy estatuto de manifiesto uni-
cooperadores y tantos otros que eventualmente constru- versal. Hay cartas que hicieron y cartas que harán historia.
Luego están las cartas cotidianas. Las que tienen el olor,
yen y transitan la cotidianeidad escolar, aunque no traba-
color, propósito y sabor de la vida diaria de los hombres
jen específicamente en las aulas. simples. Esas nos interesan particularmente. Están llenas
Cuando decimos que “las instituciones están siendo”, de los deseos, sueños, inconvenientes, problemas, alegrías
lo que expresamos es que como trabajamos en los talleres, de aquellos que Bertolt Brecht2 señaló en sus poemas como
siempre hay una construcción provisional, siempre hay los que la historia no registra.
una dinámica de lo social en las instituciones. Siempre
2. Bertolt Brecht, “Preguntas de un obrero que lee”. En el blog marin62.
hay movimientos, aún en aquellas donde escuchamos wordpress.com. Julio 2009.-
28 CONVIVIR, VIVIR-CON...OTROS EN LAS ESCUELAS SECUNDARIAS

restructuras ministeriales, las conducciones sindicales y


sus asesores, los grupos o fundaciones de colectivos do-
centes que entienden que las propuestas deben leerse en
lógicas de oferta y demanda, sino en los problemas, dudas,
preguntas y desafíos que los docentes que habitan y traba-
jan en las escuelas propongan y planteen.
La historia educativa muestra que casi siempre el ca-
mino fue inverso. Se le explicó a los docentes qué proble-
mas tenían, qué debían estudiar, se le propuso estrategias
Hace muchos años que en los espacios de formación in-
y herramientas en cuyo planeamiento y diseño ellos no
vitamos a los docentes a escribir cartas donde, en consigna
habían participado. Que quede claro: no estamos abogan-
abierta, les pedimos contar un día de su cotidianeidad en
do por una lógica basista. No estamos afirmando que las
su escuela. Y entonces aparecen sus relatos. Porque, cuan-
políticas de formación las deben definir ellos. Estamos
do cuentan sus imaginarios, sus deseos y sus batallas co-
diciendo que están –y estuvieron antes– destinadas al
tidianas, nosotros tenemos allí una plataforma riquísima
fracaso las políticas que no contemplen en sus debates el
de preguntas. “A tantas historias, tantas preguntas”, cierra
protagonismo central de educadores que puedan expresar
la poesía de Brecht dirigida a visibilizar y encarnar a los
qué y cómo realizaren estas tareas; así como que sea la pa-
invisibles de la historia. Las cartas en las que les pedimos
labra docente la que colabore en pensar qué problemáticas
abrir sus mundos escolares, nos permitieron entrar en sus
quiere trabajar, qué necesidad de actualización y especia-
miradas de las escuelas. Las definimos como una herra-
lización tiene el colectivo de trabajadores de la educación.
mienta conceptual–metodológica porque, por un lado nos
No acordamos con la idea de que las palabras perdieron
permitió trabajar desde los lugares que hemos sostenido
filo. Tampoco con la imposibilidad epocal de hacer tajos
como docentes críticos. Por otro, respecto a que los puntos
en los relatos. Creemos que se trata de la invisibilización
de inicio de nuestro trabajo con colegas no estarán jamás,
e ignorancia histórico-política de un sujeto fundamental
en primer lugar, en las políticas pensadas desde las supe-
de la educación en cuyo nombre se habla mucho, pero con
MIRTA ESPINOSA
29
quienes realmente se dialoga poco y cuya palabra circula En las carta de los talleres 2015 nos encontramos con
casi nada. Las cartas son una herramienta para devolver cinco cuyo destinatario es “mi amor”, dieciocho escritas
la palabra, para recuperar la palabra del docente que tie- a la madre, doce a los hijos, una a Dios, veinte a amigos,
ne autoría para contar, decir y pensar sus propios relatos. dieciséis tienen un nombre preciso, algunas pocas están
Intentan, como otras propuestas de este texto, valorar, dirigidas a “quién corresponda”, cuatro a hermanos, cinco
recuperar, potenciar voces que necesitan ser escuchadas a los directivos de la escuela, otras con destinatario indefi-
socialmente para transformar las escuelas. nido al estilo “Sr-Sra” y finalmente otras sin destinatario.
Es interesante apreciar que no llegó al treinta por ciento
Las cartas nos cuentan… del total, el grupo que no definió destinatario. También
invita al análisis el hecho de que las autoridades institu-
Las cartas cuentan historias. Modalidades de trabajo, cionales solo hayan sido destinatarias de cinco y que los
vínculos intersubjetivos. En el Proyecto de Extensión que docentes prefirieron abrumadoramente confiar sus rela-
sirve de base a este texto y que se realizó en dos etapas, las tos a familiares, afectos y amistades.
cartas fueron una herramienta fundamental para cono- Para concretar la invitación inicial a escribir se entregó
cer ideas, pensamientos, anhelos y prácticas de los docen- a cada docente del taller un sobre con una hoja dentro. Se
tes de escuelas secundarias. Son cartas con destinatarios pudieron elegir destinatarios reales o de fantasía. Pedimos
ciertos. Tenemos cuarenta y ocho de 2013 y setenta y seis nunca incluir nombres completos de personas o institucio-
de la etapa 2015, escritas por docentes de distintas escuelas nes. Ese material y la consigna se prepararon previamente
y circuitos de supervisión. y la experiencia indicó que es mejor que no se realice esta
actividad como tarea para el próximo encuentro. Aún así,
siempre ocurrió que, si por la dinámica del trabajo se pi-
dió a los colegas que la traigan en el próximo encuentro, la
mayoría de los grupos cumplió. Este hecho, en una prime-
ra y apresurada mirada, nos mostró la gran necesidad de
ser escuchados en sus relatos. Además, en los encuentros
30 CONVIVIR, VIVIR-CON...OTROS EN LAS ESCUELAS SECUNDARIAS

aparecieron siempre las preguntas: ¿leyeron las cartas que mostraron todas las producciones para que las vea el co-
nos hicieron escribir? y ¿pudiste ver lo que escribí? lectivo participante.
Como herramienta de reflexión pedagógica de la coti- Podemos organizarlas por problemáticas. Podemos je-
dianeidad escolar, las cartas son para nosotros un docu- rarquizarlas por la densidad de los problemas que plan-
mento público, por ello fue importante resguardar que no tean. También fue interesante analizar quién fue el desti-
se citen personas o escuelas por sus nombres completos. natario y qué cuestiones constituyeron el núcleo de lo que
Las digitalizamos, las expusimos en láminas como las los docentes relataron como un día de su cotidianeidad
tramas, como otras herramientas pedagógicas para que laboral.
la palabra de todos circule horizontalmente. Siempre se Es muy interesante observar que si bien siempre hubo
un registro textual que aludió a las condiciones de traba-
jo generalmente materiales, pero también simbólicas, fue
muy difícil encontrar cartas donde el amor, el compromi-
so con la profesión y con los jóvenes estudiantes no sea el
punto articulador de los relatos.
MIRTA ESPINOSA
31
Esta técnica es un disparador, en tanto posibilita la ex-
presión del sentido común escolar. Habilita poner expo-
5. ner los problemas y las expectativas de los docentes. Una
Juegos y colores para contar y pensar la arena común problemática para ser organizada en grupos
cotidianeidad escolar. El semáforo temáticos, con una mínima jerarquización y que permite
iniciar un trabajo de problematización y conceptualiza-
ción tal como lo plantea Nélida Landreani (1998) en sus
cuadernos de talleres.
Graficamos con un semáforo que construimos en uno
de los tantos talleres realizados en esta experiencia:

Rojo

El semáforo es una técnica lúdica que tiene el único - Falta de límites y valores
carácter de ser un disparador de ideas, representaciones, - Acompañamiento familiar (fuera de la escuela)
imaginarios, propuestas sobre problemáticas concretas - Adicciones
que se quieren estudiar y reflexionar. Nunca debe ser to- - Falta de respeto (violencia simbólica/física/verbal)
mada como una proposición didáctica en sí ya que con- - Discriminación
lleva el riesgo de estereotipar o encasillar ideas o análisis. - Faltan proyectos de vida
Consiste en “jugar” con los sentidos asignados a un semá- - Mal uso de las redes sociales
foro. Así las consignas dadas se cruzarán con las posibili- - “Según la Ley 26.061”, tienen derechos los niños, niñas y adoles-
dades que da, por ejemplo, el verde: avanzar, positivo, ade- centes. No recibir a menores de 18 años en una escuela secunda-
lante, ir en esa dirección. El rojo indica entonces: peligro, ria de adultos.
no avanzar, no ir en esa dirección, peligro; y el amarillo: la - Distinto tipos de violencia. Discriminación. Construcción de
duda, pensar antes de avanzar, cuando no se sabe si prose- legalidad.
guir o si es un momento de no continuar. - Violencia de la zona entre barrios.
32 CONVIVIR, VIVIR-CON...OTROS EN LAS ESCUELAS SECUNDARIAS

* compromiso y de respeto. Deserción. Apatía. Falta de compromiso


- Sociedad, desamparo de los chicos, no vínculo de adultos y social. Estigmatización.
chicos.
- Ausentismo de docentes y alumnos. Amarillo
- Problema de comunicación, falta de trabajo en equipo.
- Propuestas áulicas causa dificultades vinculares. - Concentración horaria.
- Resistencia del docente ante los contextos áulicos. - Antigüedad.
- La enfermedad del docente, se enferma por la agresión, idealiza- - Trayectoria.
mos la familia, esperan otra cosa. - Docente como referente.
- Tener el ojo entrenado para ver lo negativo desde la carencia. - Sentido de pertenencia en los alumnos.
- Discriminación para con algunos estudiantes según pertenezcan *
al internado de la escuela agrotécnica. - El abandono de los estudiantes.
- Falta de compromiso de los padres que no se acercan a la - Falta de compromiso de los padres.
escuela. - Prevención de violencia.
- Significación y valoración negativa que tienen algunos familiares *
y estudiantes con relación a la institución. - El abandono de los estudiantes.
- Limitación del acuerdo escolar de convivencia en referencia a los - Falta de compromiso de los padres.
modos de relacionarse los alumnos entre sí y con los docentes. - Prevención de violencia.
- Escaso acompañamiento de la familia. - Forma para abordar temas como sexualidad y adicciones; todavía
* no se encarna la resignificación de la escuela secundaria.
- Desamparo de los chicos, los padres no acompañan. Violencia. - Modo de establecer los límites. Hay límites que no podemos poner
Falta de trabajo en equipo en las instituciones, falta de comunica- cuando no se dan en su familia.
ción. *
- Ausencia de los docentes. Falta de responsabilidad de los - Relación con los docentes entre sí y con las autoridades
chicos. Vínculos violentos. Adicciones. Desinterés, dificultad para - Situación de alumnos libres
motivar. Inasistencia, ausencia del adulto. - Diversidad de la población escolar
- No respetar lo bienes ajenos (hurto). Impuntualidad, falta de - Falta tomar conciencia sobre la resignificación de la educación,
MIRTA ESPINOSA
33
por parte de todos, autoridades y docentes. *
- Modificación en la edad de los estudiantes. Sentido de pertenen- - Grupo reducido de estudiantes que permiten un conocimiento
cia de los ingresantes. Ausencia de límites en los estudiantes. Uso profundo de la realidad y se generan vínculos de más confianza.
inadecuado de las TIC. - Plantel reducido de docentes que permiten organizar y cumplir
- Docente golondrina. Asistencias, horarios. con reuniones, días institucionales y encuentros por fuera de lo
- Lo que no se dice, no se reconoce, lo que no se quiere ver. académico.
- Solidaridad grupal. Proyectos innovadores. Capacitaciones. - Clima muy cálido y de gran compañerismo entre los estudiantes
que organizan una comida con el docente una vez a la semana.
Verde - Buena asistencia, no le gusta faltar ni llegar tarde.
- Cumplir la trayectoria educativa, más en alumnos con conflictos.
- Compromiso del plantel docente. *
- Reconocimiento de los alumnos/abordaje personalizado. - Inclusión de los alumnos.
- Actividades extracurriculares. - Comunicación de los docentes, diálogo. Relaciones humanas.
- Trabajar los proyectos de vida (transversal). Ambiente familiar.
- Diversidad en el plantel docente. - Diálogo entre docentes y alumnos en el aula. Actividades extra
* escolares. Recreos (momentos de intervención entre docentes y
- Diálogo, capacidad de ampliación de vínculos afectivos entre los con alumnos).
colegas - Sentido de partencia. Lugar de encuentro. Vínculos.
- Convivencia armónica - Centros de estudiantes. Compromiso de trabajo.
- Clima excelente para enseñar y aprender.
- Compromiso del docente.
- Buscar el interés en los chicos.
- Habilitar los espacios, salidas educativas, otras actividades. Sa-
lir del aula sirve.
- Sacar la rigidez del docente y la asignatura.
- Otras iniciativas: centro de estudiantes, debates de candidatos,
estudiantina.
34 CONVIVIR, VIVIR-CON...OTROS EN LAS ESCUELAS SECUNDARIAS

Otro aspecto interesante de esta técnica lúdico-grupal, y desaparecen de escena, al pulso de las dinámicas insti-
es que permite recabar información para construir un pri- tucionales. Porque como decía Nélida Landreani: “Los con-
mer escenario, para saber cuáles son las problemáticas, flictos tienen historia”. 3
expectativas y logros de los colectivos docentes. Cómo las Lo que esta afirmación define es que las instituciones
perciben, las experimentan, cómo las describen y evalúan suelen pagar duros costos si no asumen el desafío de pen-
en sus impactos. Como en todo taller es muy importante sar que los problemas que las atraviesan no son episodios
qué se dice y cómo se dice. Un coordinador del trabajo y un aislados ni puro presente, sino que siempre hay una his-
asistente van anotando los comentarios que complemen- torización necesaria si se quiere comprender cabalmente
tan lo expresado en el semáforo grupal. una problemática e incidir en ella.
Cuando cada grupo ha formulado su semáforo, se reco- Finalmente, construido el semáforo –entendiendo que
gen y el coordinador despliega tres afiches donde se pro- no se pueden fijar las problemáticas linealmente a los co-
cederá a sistematizar los aportes de todos los grupos color lores porque están siempre siendo dialectizadas en la rea-
por color. lidad– se realiza la conceptualización de las problemáticas
Finalmente, quizás el punto más potente de este ejer- recabadas. Se formulan aportes teóricos, en línea con lo
cicio lúdico analítico de inicio de un trabajo reflexivo, sea expresado para poder estudiar y pensar cómo construir
la posibilidad de mostrar a través de la construcción de un nuevas ideas, nuevas propuestas y nuevas experiencias
semáforo que lo que para algunos grupos es un problema educativas.
que inmoviliza, que les impide avanzar, en otros solo pro-
voca dudas o con otra perspectiva ven como positivo que
emerja una problemática para pensar y volver a trabajar
algún aspecto de la vida institucional escolar.
El análisis en sus posibilidades infinitas de interpreta-
ción y entrecruzamientos entre problemáticas y colores,
permite pensar que las problemáticas se mueven, cam- 3. Landreani Nélida; Espinosa Mirta. (2002) “Cuaderno de Sociología de la Edu-
cación”. Lic. en Gestión Educativa. CEMED. Facultad de Humanidades y Ciencias.
bian, se atenúan, potencian o simplemente se solucionan Universidad Nacional del Litoral.-
MIRTA ESPINOSA
35
lidad es el conocimiento y el modo en que se tramita en
las instituciones. Otro ejemplo de objeto real puede ser las
modalidades de vínculos que se tramitan en un aula que
6. tomamos como objeto de estudio.
La técnica lúdica de las cajitas. Cono- Proponemos un juego que es puro simbolismo meta-
cimientos y lógicas de apropiación fórico. Tiene el único y potente propósito explícito de re-
flexionar que el acercamiento y la comprensión de lo real
implica, claramente, una renuncia a las simplificaciones.
Lo real existente no es sólo lo que está a primera vista. No
son las cualidades externas de los objetos. No es su apa-
riencia. Ni tampoco son sus atributos constitutivos.
La técnica de las cajitas apunta al corazón de esta idea.
Se trata de ofrecerles a los participantes en los talleres una
cajita4 que ha sido cuidadosamente forrada y que proba-
blemente contiene algo en su interior. Junto a ella se les
ofrece una hoja de tamaño A4 doblada en tres partes
iguales. En cada una de estas partes, un miembro de cada
Hablamos del acercamiento a lo real. Lo real fenoméni- grupo anotará los comentarios/aportes/ideas que el grupo
co. Lo que está ahí. Queremos conocer, indagar, interpre- intercambia y produce en el proceso.
tar, comprender lo real. Lo real es la sociedad en que vivi- Son tres consignas y tres tiempos de trabajo. En la pri-
mos, los objetos y sujetos que la conforman, las prácticas mera etapa se le pedirá a cada grupo que describa con el
sociales que se despliegan. Tomamos una porción de lo
4 - Las cajitas son siempre una por grupo. Se les realiza una envoltura con un papel
real y lo recortamos a efectos de estudiarlo. Comprenderlo, y se les pone adentro uno o dos objetos pequeños. A cada grupo se les entrega una.
interpretarlo y en la medida de lo posible, muchas veces Los objetos deben ser variados y factibles de ser movidos, olidos, etc. Para colabo-
rar en el proceso de la técnica se suelen utilizar granos de café, algodón, un anillo
intentamos mejorarlo, transformarlo. Un objeto de la rea- pequeño, hojas, flores, como algunos de los objetos que van dentro de las cajas.
36 CONVIVIR, VIVIR-CON...OTROS EN LAS ESCUELAS SECUNDARIAS

mayor detalle cómo es su cajita –son todas distintas– de Hablamos del acercamiento a lo real, de la complejidad
qué está hecha, para qué cree que sirve, si contiene algo que implica el desafío cognoscitivo de romper el sentido
y qué sería ese algo. Siempre se mantiene esta etapa de común que nos indica que las cosas son lo que su aparien-
la observación sin poder romper la envoltura y entonces cia nos muestra. Su pura expresión fenoménica.
gran parte de lo que se diga será hipotetizado. Todo lo Hay autores como Karel Kosik (1967) y Pierre Bourdieu
charlado se anota. Se puede oler, estimar su peso, intentar (1975) que hablaron de que el acercamiento al objeto de co-
deducir materiales que componen su envoltura, pero no nocimiento, a lo real, no se da sin rodeos. Nunca es lineal.
abrirla o romperla. La apropiación de un objeto de conocimiento implica
En una segunda etapa se les pide romper la envoltura esfuerzos y procesos que muchas veces son negados o in-
externa y apreciar la cajita, ahora en su exterioridad, pero visibilizados. Como nuestra cajita que, finalmente, podría
sin poder abrirla. Nuevamente se pide describirla. Plan- ser única y definitivamente eso: una cajita. El sentido co-
tear qué es (un regalo, un remedio, etcétera.) Y tratar de mún nos diría: una cajita como cualquier otra que está allí
sostener/confirmar o cambiar/rectificar la hipótesis so- para contener algo y finalmente eso es solo una cajita.
bre que contiene. Podemos maniobrarla, sacudirla, olerla Entendemos que no. No es así. Justamente, si hay algo
para construir nuestra hipótesis sobre lo que contiene, que el juego de los descubrimientos pautados nos quiere
pero aún no abrirla. Se vuelve a anotar todo lo que se dice simbolizar, es que en cada etapa aparecen nuevos datos,
en el grupo. nuevos sentidos y nuevas posibilidades. No hay dos cajas
Finalmente, la tercera etapa consiste en abrir, sacar el iguales. No hay dos momentos iguales.
objeto y confirmar o no las hipótesis planteadas. Ver cuán- La cajita es una metáfora del esfuerzo humano de apre-
to, cómo y por qué nos acercamos a lo que era o no lo es. hensión de un objeto, desde una lógica de conocimiento.
En esta última instancia, un ejercicio necesario es leer la Conocer implica un esfuerzo de develamiento, porque nos
hoja en la que anotábamos el proceso, de una sola vez; una desafía a romper la ilusión de la transparencia, esa artima-
lectura de corrido que nos cuente el proceso desde el inicio ña del sentido común que nos dice que eso que hay allí, a
hasta el final. la vista, lo es todo; que el objeto es lo que su exterior mues-
tra, que no hay etapas ni umbrales sucesivos que atravesar
MIRTA ESPINOSA
37
para conocerlo en su totalidad; que el objeto está allí para eso, una cajita, y no estaría mal. Pero estaría incompleto,
ser tomado sin más sustancia que esos atributos/cualida- sería solo un grado posible de acercamiento a la compren-
des externos que lo definen. Es el reino del sentido común sión del objeto. La tarea inmensa de conocer, es la tarea de
que suele expresarse en lenguajes reconocibles: “No le trascender y poder quebrar con el imaginario social del co-
busquemos más patas al gato”, “es así y simplemente así”, nocimiento como “cosa en sí”; “lo que está allí a la vista”;
“qué les vas a hacer”, “las cosas son como son y punto”. “lo que es, es lo que es” y entonces solo es necesario repetir-
Al abrir las cajitas muchas veces los grupos se sorpren- lo o reproducirlo para ser entendido y apropiado.
den de las hipótesis erróneas que hicieron en las prime- El conocimiento de lo real, cualquiera sea nuestro objeto
ras etapas. Por ejemplo: cuando se distribuyen algunas de estudio, implica rodeos, búsquedas de caminos, atajos y
que contienen adentro unos bollitos de algodón, la falta muchas veces senderos tortuosos. No solo no es lineal, sino
de peso, sonido, movimiento, suele llevar a pensar que las que es relacional y dialéctico. Lo que estamos afirmando
cajitas están vacías. es que el conocimiento de cualquier objeto –por ejemplo:
A veces, se trabaja todo el tiempo que dura la técnica la escuela institución–, implica el estudio de las múltiples
hablando de “el objeto”, qué contiene y qué será, y la sor- dimensiones que la componen, pero enlazadas dialéctica-
presa es cuando se descubre que hay más de uno de ellos. mente, es decir, significándose y transformándose unas
Por ejemplo: dos pequeñas piedras/tizas/flores/semillas a otras todo el tiempo. Los conceptos no designan cosas/
de café. ¿Cuánto nos puede decir del objeto y sus sentidos, objetos, decimos con Achilli (2000, 2002) sino relaciones.
la observación cuidadosa de su exterioridad? Además, todo objeto de conocimiento debe ser apropiado
¿Cuánto nos acercamos a lo que realmente contenía en dentro de los marcos contextuales que le dan sentido en
cada etapa? ¿Cuánto jugó la envoltura exterior en la con- sus coordenadas de espacio-tiempo.
firmación o des-confirmación de nuestras hipótesis?
Nuestras cajitas simbolizan el trabajo con el conoci-
miento teórico-científico. Las modalidades de vínculos
que los sujetos establecemos con el conocimiento. Podría-
mos quedarnos en el punto de afirmar que una cajita es
38 CONVIVIR, VIVIR-CON...OTROS EN LAS ESCUELAS SECUNDARIAS

Los procesos de interpretación y análisis Un segundo umbral es cuando logramos ingresar a


en clave de instituciones educativas otros espacios donde se desarrolla la cotidianeidad esco-
lar. Las aulas, los patios y otros espacios escolares. Se trata
Seguimos con el ejemplo de la escuela. Cientos de veces de otro nivel de conocimiento, otra visión que puede en-
hemos ido a una institución a trabajar o a estudiar una ex- riquecer, complejizar lo que creíamos, veíamos, pensába-
periencia particular con el afán de conocerla. Las escuelas mos o imaginábamos cuando sólo observábamos desde la
requieren, como las cajitas, esfuerzos sucesivos de cono- puerta de ingreso o… hacernos dudar, des-confirmar algu-
cimiento y comprensión. Elsie Rockwell y Justa Ezpeleta nas hipótesis o ideas que nos habíamos construido.
(1983) plantearon en su conocido texto La escuela: relato de Finalmente, un tercer umbral, muchas veces accesible
un proceso de construcción social inconcluso que la escue- a pocos, otras veces de fácil acceso: los espacios donde se
la está en un proceso de construcción permanente donde ejerce y se dirimen las cuestiones de poder en la institu-
debemos ver lo que se encuentra presente en la vida coti- ción. Es la dirección, la secretaría, la sala de reunión de do-
diana escolar y qué hace al funcionamiento de la misma. centes. Quiénes, cuándo, cómo, para qué atraviesan esos
Por su parte, Peter Woods (2006), un etnógrafo que escribió umbrales, también nos ayuda a comprender la institución.
un interesante libro llamado La escuela por dentro, afirmó Hablamos del conocimiento. De que la apropiación de
que el conocimiento de las instituciones implica atravesar lo real, cualquiera sea la porción de la realidad o el obje-
umbrales. Un primer umbral y un primer grado de cono- to de la realidad que intentemos comprender implica un
cimiento es el portón/puerta de ingreso de la institución: esfuerzo procesual y dialéctico. Graficamos con las cajitas
su entrada. Lo que allí ocurre, cómo ocurre, con quiénes y cómo puede ser o cómo es este proceso.
Luego, tomamos como ejemplo, el conocimiento de la
cuándo es un primer acercamiento a la institución. Casi
institución escolar. Sabemos que no hay un solo modo
diríamos, lo que ocurre cuando los papás llevan los niños
de conocerlas, vivirlas y experimentarlas. Pero sabemos
a la escuela y los dejan para que entren; una visión prime-
también que su comprensión implica construcciones su-
ra de esa escuela. cesivas de sentido. Entenderlas es significarlas. Y esto es
un trabajo arduo. Que puede tener avances y retrocesos.
MIRTA ESPINOSA
39
Momentos de enriquecimientos y otros en los cuales es- ricanos Michael Apple, Henry Giroux, Luis Rigal, Nélida
tamos tentados de pensar que nuestro trabajo cognosci- Nina Landreani, Miguel Boitier y José Tamarit. Estos cua-
tivo llegó hasta ahí. Conocer científicamente el mundo tro últimos son argentinos. Al mismo tiempo, hemos ad-
social, nos dice Pierre Bourdieu, implica vencer la ilusión vertido severamente que la vertiginosidad que tienen las
de la transparencia. Agregamos, con Peter Woods, atrave- situaciones y conflictos cotidianos, conspiran contra la po-
sar umbrales. También no renunciar a las preguntas, a la
sibilidad de los actores sociales escolares para interrumpir
duda a la problematización de lo dado. Simplemente por-
sus prácticas y definir un tiempo que oficie de “espacios
que sostenemos que el conocimiento crítico es la tarea de
protegidos de habla”, donde puedan pensar antes de ac-
transcender aquello que se presenta ante nuestros ojos (y
tuar frente a los desafíos educativos.
cabezas) afirmando que “lo que es” es “lo que está allí”.
Las prácticas docentes que operan como pura reacción
A pesar de los años transcurridos, del enorme creci-
episódica, impiden la posibilidad de construir una agenda
miento y enriquecimiento de la complejidad del estudio
donde lo urgente no oculte u obture lo importante. Muchos
del campo de las ciencias sociales, este sigue siendo el ma-
colegas dicen en los talleres que hacemos: “Cada día viaja-
yor desafío de un cientista social si busca comprender su
mos a la escuela pensando qué ocurrirá… hoy, qué activi-
tiempo para poder transformarlo.
dad hay que hacer sí o sí, qué suceso, resolución o lío pon-
Durante décadas hemos reflexionado sobre la impor-
drá lo que ocurre en las aulas en segundo o tercer lugar”.
tancia de la problematización en la cotidianeidad de las
Esta vertiginosidad, este escenario de imprevisión que
instituciones escolares. Muchos pedagogos, sociólogos y
se cuela en las cotidianeidades escolares fue muy bien des-
antropólogos coinciden en señalar la década del sesenta
cripto en los textos de Gloria Edelstein (1997, 2013) cuan-
como una época en que las ciencias de la educación y las
do planteó que lo que ocurre en las aulas es lo que define
ciencias sociales iniciaron un período de transformación y
nuestro sentido entre esas paredes. Y una vez más “nues-
creación crítica. En América Latina, esas corrientes tienen
tro” es sinónimo de “nos-otros”. Porque de eso se trata, de
nombre y apellido, aunque no podamos ser exhaustivos
nosotros docentes, estudiantes y conocimientos.
en la lista: Paulo Freire, el gran maestro latinoamericano,
En este punto queremos introducir a una especialista
las lecturas de Antonio Gramsci y Agnes Heller, los ame-
chilena, Verónica Edwards (2012), que tiene unos textos
40 CONVIVIR, VIVIR-CON...OTROS EN LAS ESCUELAS SECUNDARIAS

que consideramos estratégicos para comprender los proce- b) Relación de interioridad: Es aquella que se produce
sos que se generan en torno al conocimiento. Edwards sos- cuando el sujeto puede establecer relaciones significativas
tiene que la forma es contenido. Es decir, que cómo se en- con el conocimiento. Es un tipo de conocimientos que en
seña lo que se enseña tiene un peso específico propio que su producción incluye e interroga al sujeto que aprende.
termina configurándolo en un contenido más. Por eso qui- Pero esta autora nos propone, además, tener en cuen-
simos contar esta experiencia. Porque cómo planteamos ta que el conocimiento en la enseñanza es transformado;
a los grupos de docentes pensar, estudiar y construir pro- esto quiere decir: asume, toma, lo construimos y transfor-
puestas para intervenir en temas de vínculos y conflictos mamos con diferentes formas. A continuación, presenta-
institucionales, es tan importante como el tema mismo de remos brevemente tres formas básicas que asume el cono-
las violencias plurales en las instituciones educativas. La cimiento en el aula.
secuenciación que organicemos, su orden, la demanda de La primera forma se denomina conocimiento tópico.
respuestas que construyamos, hasta las mismas posicio- Hace referencia al espacio (topos) como eje. Los conteni-
nes físicas al trabajar, son muy importantes para pensar dos solo tienen relación de contigüidad. Se trabajan más
cómo proponemos el aprendizaje de saberes. términos que conceptos. Se apunta a respuestas únicas.
Hay dos elementos constitutivos fundantes en el pro- Excluye la participación y elaboración de los estudiantes
ceso de transformación que siempre se da en el aula: 1) Las en su producción. Lo central en este tipo de forma del co-
formas que le damos al conocimiento; y 2) Las relaciones nocimiento es el ordenamiento.
que establece el sujeto con el conocimiento. Y cuando ha- Una segunda forma se denomina operacional. Tiene
blamos del sujeto, hablamos primero del sujeto-docente y la misma plataforma epistémica, los mismos principios
luego del sujeto que aprende: el estudiante. que el conocimiento tópico. Pero, en esta forma, los cono-
En esta línea, Edwards define dos posiciones de cimientos parecen tener otro nivel de relación entre sí. Se
los sujetos frente al conocimiento: plantea como superador del conocimiento tópico. Se pre-
a) Relación de exterioridad: Es cuando el conocimiento senta como la aplicación de un conocimiento altamente
aparece como ininteligible, inaccesible, demanda “pistas” formalizado a casos específicos. Se enfatiza la forma y no
para poder trabajar y con él se produce una simulación de el contenido. Se trabaja con un lenguaje científico y técni-
la apropiación.
MIRTA ESPINOSA
41
co, por el cual se legitima la validez y por el otro el grado cos. Son complejos en el sentido de todo lo que allí existe,
de formalización del conocimiento que, como afirma Ed- en los juegos de enseñar y aprender, está “tejido junto”. Eso
wards, posibilita “el ahorro de razonamiento”. En esta for- significa el concepto complejo: tejido junto. En otras pala-
ma no se explican las relaciones. bras, hablamos de la complejidad de un conocimiento que
Finalmente, está la posibilidad de construir/elaborar pretendemos situado, con construcciones significativas y
conocimiento situacional. Se estructura en torno al in- sabemos que eso implica procesos y tiempos. Como la me-
terés de conocer o en el sentido de hacer inteligible una táfora de las cajitas, el descubrimiento y la construcción
situación. Entonces: ¿Qué es una situación? Una realidad de nuevos mundos de sentidos son una tarea ardua, desa-
que se crea en torno a la presencia de sujetos. fiante y por ello mismo apasionante.
Siempre una realidad se constituye en situación para
un sujeto. La significatividad es núcleo del conocimiento.
Significar es otorgar sentidos. El mundo es referente para 7.
el sujeto. Esa referencia es para construir conocimientos. Algunas reflexiones sobre las producciones
Por eso es conocimiento situado. El conocimiento está en en el trabajo final con los docentes
el nudo entre los sujetos y el mundo.
Reconocer estas formas que asume el conocimiento es Las cartas, los semáforos, las tramas que mencionamos
vital para revisar nuestras propias prácticas. Poder pensar en el Informe final que presentamos a la Facultad de Hu-
procesos de enseñanza y si el conocimiento ha desplegado
manidades (pecat 2013-2015) son de docentes que nos con-
lógicas de enseñanza participativas o no, es fundamental
taron los problemas de convivencia de la cotidianeidad
para los docentes. Poder pensar si hubo relación de interio-
escolar que habitan. Siempre las debatimos, las desnatu-
ridad o exterioridad y por qué fue como fue, es el desafío.
El texto de Edwards (2012) y las cajitas nos aportan la po- ralizamos y las conceptualizamos teóricamente. Nos fal-
sibilidad de reflexionar teórica y lúdicamente qué y cómo taba un desafío final: que los profesores secundarios que
se construye en los procesos que se generan con el conoci- hicieron con nosotros tres encuentros del Seminario–ta-
miento. Procesos de enseñar y procesos de aprender que ller, con muchas técnicas lúdicas, lúdicas proyectivas y es-
nunca son lineales, siempre espiralados, siempre dialécti- trategias pedagógicas-socioeducativas, pudieran pensar y
42 CONVIVIR, VIVIR-CON...OTROS EN LAS ESCUELAS SECUNDARIAS

planificar una de las herramientas o estrategias plantea- ción fueron:


das en los encuentros, pero pensándolas y situándolas en
y para su propia institución. “Un grupito del curso que se peleaba con todos los de-
En esta línea de sentido se planteó la consigna del Tra- más”.
bajo final: A partir de lo realizado en el Seminario-taller, “Un alumno de segundo año se pasaba el día diciéndole
en el cual reflexionamos sobre la construcción de víncu- groserías a los profes”.
los, a la vez que discutimos sobre la construcción social de “Imagínate un chico con problemas de adicciones en una
la violencia, hemos pensado una instancia de elaboración escuela rural de un pueblo chico donde se conocen todos”.
de un trabajo final que ponga en consideración lo aborda- “Una vecina venía siempre a la escuela y nos decía eno-
do en los tres encuentros y que nos sirva para reflexionar jada: ‘Tus alumnos me rayan las paredes cuando esperan
al respecto. De esta forma, les propusimos la elaboración el colectivo en mi vereda’”.
de un trabajo práctico final que problematice sobre lo tra- “Les escribo esta carta desde el frente de batalla”.
bajado. “Se me perdió el folio con los boletines para firmar lo que
me dio la preceptora”.
Objetivos “Se rompió la bomba de agua y no hubo agua durante
gran parte de la mañana”.
- Dar cuenta del proceso realizado en los tres “Los chicos no van los martes porque hay un pibe que los
encuentros talleres. molesta y los profesores no lo logran controlar”.
- Discutir concepciones acerca de las violencias “Algunos siguen esperando en las aulas chicos con con-
escolares y sociales. ductas de quince o veinte años atrás”.
- Conocer y estudiar herramientas, dispositivos “Son demasiadas inasistencias… es una ficción hablar de
de intervención y planificar para concretar algunos procesos en las clases”.
de ellos en nuestra cotidianeidad escolar. “Ensucian los bancos”.
Algunas de las problemáticas planteadas por los cole- “Estamos sobrecargados… todo el mundo pide cosas, los
gas docentes que podemos parafrasear a modo de ilustra- directivos, el cge y encima los planes nacionales como
MIRTA ESPINOSA
43
el Conectar Igualdad y todos los otros que llegan, damos sentido común de los acontecimientos que se expresaban
pocas clases”. en el nivel de lo cotidiano, sino que logramos que pensa-
“No me alcanza un mensajito para contarte todo… mi tris- ran y propusieran ideas, estrategias y ceremonias míni-
teza es ver como ellos juegan maltratándose”. mas para los conflictos.
“Sufro porque los chicos de mi escuela son estigmatizados “Una ceremonia mínima es un dispositivo sociocul-
por los adultos”. tural y clínico metodológico, clave y llave para múltiples
“Mi escuela es un mundo donde las relaciones interperso- intervenciones posibles. Es, además, una metáfora. Un
nales son difíciles”. dispositivo para pensar y habilitar alternativas de inter-
“Estamos en una época de desvalorización de la educación venciones no convencionales, de intervención en las insti-
como herramienta de autorrealización”. tuciones”. (Minnicelli, Mercedes. 2010).
“Hay mucho abandono de los papás, viven solos cuestio- Nuestra intervención fue diseñar, planificar y realizar
nes grosas como adicciones y abusos”. este Seminario-taller de tres encuentros, animándolos a
“No quieren estudiar”. elaborar sus propias ceremonias mínimas y realizarlas,
“Se habían tomado la costumbre de robarse las pc que les concretarlas en un momento de la dinámica escolar vien-
dio Conectar Igualdad”. do qué sirve, qué no, qué hay que redireccionar. Animar-
los a crear, a pensar en qué otras cosas podemos inventar
Fue nuestra idea para el Seminario-taller, poder pro- frente a escenarios conflictivos en los vínculos. Este tipo
poner trabajos de problematización de la realidad escolar, de trabajo de des-naturalización, problematización y crea-
reflexiones, estudio y conceptualización de las conflictivi- ción de dispositivos concretos de intervención, es abso-
dades que se producen en los vínculos intersubjetivos en lutamente necesario y valioso para trabajar problemas
la cotidianeidad, pero nos faltaba que los cursantes pu- pedagógicos. Nos referimos a modos de relación con el
dieran “crear”, “pensar”, “adaptar materialmente” una conocimiento anudado a modos de vinculación intersub-
ceremonia mínima a su realidad escolar y esto se hizo. jetiva. Estamos convencidos de que los modos de relación
Nuestra intervención nos dejó muy satisfechos porque no que se construyen, que propone el docente con el conoci-
solo animamos a los docentes a romper con las lecturas de miento, no son diferentes a los que luego propone a niños
44 CONVIVIR, VIVIR-CON...OTROS EN LAS ESCUELAS SECUNDARIAS

y jóvenes. A su vez están anudados a los modos vinculares gicas con técnicas lúdicas, proyectivas, estéticas, artísticas
que se generan… allí hay otra clave potente del trabajo que y deportivas; toda herramienta cultural-cognoscitiva que
hicimos en cada Seminarios-taller de estos años. nos permita reconstruir la trama de vínculos y saberes
Respecto a la responsabilidad de la propuesta, fue sos- que, a su vez, habilite romper lo que Bourdieu llamaba
tenida por el equipo de dos cátedras de la Facultad, un “efecto de destino” (1999) con los estudiantes y construir
colectivo de docentes del Movimiento de Educadores que otros horizontes futuros posibles.
son una Asociación Civil y un colectivo de Supervisoras
muy comprometidas con sus instituciones. Pero además
se trabajó desde pensar situaciones y problemas, no culpa- ¿Cuáles son algunas de las estrategias ante los
bilizaciones. El trabajo con la ruptura del sentido común es problemas de la cotidianeidad escolar?
estratégico en este punto (procesos de problematización y (plataforma de nuestras intervenciones)
desnaturalización).
Definir la tarea implicaba estudiar y reflexionar proble- Llamados reiterados de atención a los estudiantes.
matizando algunos de los problemas que citamos arriba Hacer y firmar, por todas las partes, actas acuerdos.
en un cuadro, para luego plantear y ejecutar una ceremo- Acciones reparatorias (llevar documentación, limpiar, arreglar algo
nia mínima. roto, colaborar en actos).
A modo de simple ilustración, adjuntamos debajo otros Generar espacios colectivos de reflexión (talleres, campamentos).
cuadros que muestran representaciones sociales e imagi- Acuerdos de convivencia (lectura – reflexión-re-lecturas).
narios de los docentes que vivieron junto a nosotros estas RETAR (aclaran que no sirve).
experiencias de taller, así como estrategias (en el sentido
Sentarte con ellos de a uno y escucharlos.
de Pierre Bourdieu) para trabajar las problemáticas que
Ponerlos a ellos en el lugar de profesor. Darles responsabilidades en
atraviesan sus cotidianeidades. Por ello, seguiremos tra-
las clases.
bajando ceremonias mínimas y otros tipos de estrategias
Presentar casos al COPNAF (Consejo Provincial del Niño, el Adolescen-
para restituir lazos vinculares y modos de relación con el
te y la Familia).
conocimiento. Pero además haremos propuestas pedagó-
MIRTA ESPINOSA
45
Suspenderlos de concurrir a clases. Esta experiencia de dos años de trabajo, sin dudas im-
pactó nuestras subjetividades, conmovió el estatuto de lo
Acortar sus jornadas de cursado para que estén menos tiempo en las
escuelas. que podíamos pensar. Aprendimos junto a los colegas de
Llamar a la policía las escuelas secundarias. Tuvimos el privilegio de crear y
compartir espacios de crecimiento grupal. Nos atrevimos
¿Cuáles son algunos de los problemas de los a discutir las ideas estigmatizantes que definen a los do-
docentes? (y sueños, deseos… a propósito de). centes secundarios como desinteresados por los conoci-
Plataforma de nuestras intervenciones mientos y a los “pibes” de nuestras escuelas como jóvenes
a los que no les importa nada.
Apostamos al estudio y a la producción grupal de los ta-
Dar clases en el campo. Me encanta el viaje por los campos. El paisaje.
La ruralidad es distinta. lleres para provocar rupturas en imaginarios y discursos
Amo ser docente. de sentido común. Decimos con Castoriadis (1993) que nos
Me preocupa la tensión del doble rol madre-docente. atrevemos a narrar habiendo atravesado la experiencia.
Ninguno de nosotros somos los mismos. Con todo lo vivido
Termino la semana muerta de recorrer escuelas.
y aprendido como plataforma de horizontes futuros, nos
Sobreedad.
animamos a redoblar el esfuerzo, nos comprometemos
Concursos docentes.
continuar el trabajo… porque como dice una antigua y be-
Suma de tareas. Estos últimos años hay una maraña de programas y
programitas siempre desde la demanda al docente. Damos pocas cla-
lla frase de Roberto Arlt: “El futuro es nuestro por prepo-
ses continuadas. tencia de trabajo”.
Que los chicos no pierdan la regularidad en mi materia y en todas.
Me encantaría un país donde la sociedad recupere el respeto por la
docencia y la enseñanza.
Acompañar las trayectorias que el alumno puede y no la que la escuela
quiere.
Revaluar el lugar y el valor de las políticas de Estado en Educación.
46 CONVIVIR, VIVIR-CON...OTROS EN LAS ESCUELAS SECUNDARIAS

Escuelas participantes en 2013

8. Esc. Poeta Juan L. Ortíz


Anexo1: Escuelas participantes Esc. Nº 06 Lomas del Mirador
Esc. Nº 15 De la Baxada
Escuelas participantes en 2015 Esc. Nº 28 Nuestra Señora de Guadalupe
Esc. Nº 67 Tabaré
Esc. Nº 3 Bazán y Bustos Esc. Nº 51 J.M. de Pueyrredón
Esc. Nº 35 Quirós Esc. Nº 58 Poeta Mastronardi
Esc. Nº 81 Esc. Nº 82 Liga de los Pueblos Libres
Esc. Nº 15 Baxada del Paraná
Esc. Nº 39 Guido Marizza
Liceo Paula Albarracín de Sarmiento
Esc. Nº 18 J. M. de Rosas
Esc. Nº 40 Gral. San Martín
Esc. Nº 52 Gaucho Rivero
Esc. Nº 25 Atahualpa Yupanqui
Esc. Nº 49 Aldea Cuesta
Esc. Nº 28 Guadalupe
Esc. Nº 26 Olegario Andrade
Esc. Nº 51 J.M. de Pueyrredón
Esc. Nº 50 República de Entre Ríos

Taller 2015
MIRTA ESPINOSA
47
10. Bourdieu, Pierre, Passeron Jean Claude. (1981) « La reproducción.
Elementos para una teoría del sistema de enseñanza”. Editorial Laia. Socio-
logía. Barcelona, España.
9. 11. Bourdieu, P.; Chamboredon, J. C.; Passeron, J. C. (1975) “El oficio de
Bibliografía sociólogo”. Siglo XXI. México.

12. Bourdieu, Pierre. (1999c) “La miseria del Mundo”. Editorial Fondo de
1. Achilli, Elena Libia. (2000) “Investigación y formación docente”. Laborde Cultura económica de Argentina.
editores. Rosario. Santa Fe.
13. Bourdieu, Pierre. (1992) “El sentido práctico”. Editorial Taurus Humani-
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nos Aires.
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cultura”. Paidós editor.
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5. Baquero,R. Dicker, Frigerio, G. (Comp.). (2007) “Reinvenciones de lo cial. Editorial Taurus.Madrid. España.
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Editorial. Buenos Aires. 17. Bourdieu, Pierre. (1983) “Campo del Poder y Campo Intelectual”. Folios
Ediciones. Argentina.
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violencia”. Editorial Las cuarenta. 18. Bourdieu, Pierre. (1984): “Sociología y Cultura”. Editorial Grijalbo. Colec-
ción. Los noventa. México.
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Volumen 1. Diciembre. Centro de estudios de la Universidad de Quilmes,
8. Bleichmar, Silvia. (2008) “Violencia Social–violencia escolar” De la puesta Buenos Aires.
de límites a la construcción de legalidades. Noveduc ediciones. Colección
conjunciones. 20. Bourdieu, Pierre. (1997) “Capital cultural, escuela y espacio social”. Edi-
torial siglo XXI. Madrid, España.
9. Bleichmar, Silvia. (2008) “El desmantelamiento de la subjetividad - Esta-
llido del yo”. Topia Editorial, Buenos Aires. 21. Bourdieu, Pierre. (1999a) “Contrafuegos”. Editorial Anagrama. Barce-
lona, España.
48 CONVIVIR, VIVIR-CON...OTROS EN LAS ESCUELAS SECUNDARIAS

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Editorial Grijalbo. México. Cap. 2 y 3. lar de apropiación y conocimiento”.

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24. Camillioni, Alicia; Edelstein, Gloria; Davini, M.C.; Litwin Edith. (1996)
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49
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MIRTA ESPINOSA
51

ÍNDICE

Prefacio / 7 Escribiendo una carta a un “otro” significativo / 27


4.
Algunas líneas sobre la historia del proyecto. Las cartas nos cuentan... / 29
1. A modo de introducción / 11
5. Juegos y colores para contar y pensar la cotidianeidad
Aproximaciones a la violencia y sus modalidades escolar. El semáforo / 31
2. de abordaje / 15
6. La técnica lúdica de las cajitas. Conocimientos y lógicas
Las persistentes explicaciones simplistas que asocian de apropiación / 35
directamente la violencia a la pobreza / 19
Los procesos de interpretación y análisis en clave de
Piensa tu escuela y pensarás mundos. instituciones educativas / 38
3. La trama de la contextualización institucional y áulica.
¿Qué es y para qué sirve? / 21 7. Algunas reflexiones sobre las producciones en el trabajo
final con los docentes / 41
El sentido de hacer tramas / 22 8.
Anexo 1: Escuelas participantes / 46
Construyendo la trama / 24
Bibliografía / 47

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