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primera edición -
Paraná. Entre Ríos. Diciembre de 2015.
©2016 / Editorial de Entre Ríos. mirtalespinosa@gmail.com
biográficos que preservan y hacen de esas narrativas un para poner a trabajar colectiva y metafóricamente aque-
arte. Así esta modalidad de seminario-taller va a contra- llo que produce malestar, pero que si lo queremos sacar
pelo de lo que funciona como imperativo en nuestros días: compromete la trama, apuesta a superar las explicaciones
la deshistorización, la biologización y consecuente medi- simplistas y las lecturas lineales. Para ello propone la me-
calización de lo que hace ruido para silenciar los cuerpos táfora en tanto sustitución y producción de sentido, pro-
in-dóciles y las diferencias irreductibles. ducción que inexorablemente requiere un estar en barbe-
Este equipo de docentes universitarios que decide tra- cho (M. Masud R. Khan, 1983:189). El estar en barbecho es un
bajar con otros docentes de secundaria hacen una apues- estado transicional de experiencia, una forma de ser que
ta: lograr recuperar relatos y retazos de biografías docen- es tranquilidad alerta y conciencia receptiva, despierta y
tes, a través de herramientas lúdicas concretas y luego, ligera.
muy cuidadosamente, llevan esa producción singular al El barbecho como “tierra de labor que se deja uno o más
plano grupal y luego al colectivo. años sin cultivar” es decir que es un tiempo de descanso
Es una apuesta que conecta con lo que el crítico litera- para que la tierra se regenere, es un tiempo necesario para
rio, Walter Benjamín (Berlín, 1882- Portbou, 1940), escribió luego del intervalo, poder producir, generar algo nuevo.
en un pequeño relato en El arte de narrar. Por un lado, en Intervalo que no se deja librado a las garras del mercado
los capítulos que siguen, una y otra vez, se hace resonar que ofrece constantemente numerosos entretenimientos
el concepto de la pobreza que genera la información. Por y bombardea con poderosas sustancias quitapenas.
otro, resalta lo atontador que pueden resultar las expli- Este libro ofrece cuatro posibilidades de abordar los
caciones. En esta cadena de asociaciones benjaminianas, conflictos que implican vivir con otros y restituir el lazo
es necesario instalar el concepto de pobreza de experien- social a través del amparo que brindan las palabras con la
cias como rasgo del siglo XX. Esa incapacidad de tradu- Construcción de tramas, la escritura de una carta, el Semá-
cir en experiencia lo vivido, es lo que vuelve insoportable foro y las Cajitas.
la cotidianidad y abona a lo que Castoriadis nos advirtió Quedan invitados a conocer la aventura de este equi-
como avance de la insignificancia. po que lleva adelante una experiencia cultural que desafía
Las páginas que siguen son auténticas herramientas nuestra imaginación y trabaja para romper lo tribal que
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nos habita y nos vuelve más solidarios con lo igual, pero
cada vez más agresivo con lo diferente; parafraseando a
Freud en ¿Por qué la Guerra? propiciar experiencias cultu-
rales, es trabajar contra la guerra.
cas, dispositivos y recursos/técnicas cognoscitivas y lúdi- procesos de reflexividad crítica y construcción de conoci-
co-proyectivas que posibilitaron la problematización y, en mientos a partir de herramientas pedagógicas, estrategias
este proceso, la construcción colectiva de conocimientos didácticas, técnicas lúdicas y proyectivas que se pusieron
de las problemáticas trabajadas, a partir de aportes teóri- en juego. Esto es así porque pretendimos que este cuader-
cos con el momento del proceso de taller que denomina- no de cátedra sea una herramienta más, para trabajar en
mos conceptualizaciones. Algunas de las herramientas espacios de talleres, todo tipo de problemáticas institucio-
pedagógico-lúdicas son creaciones de las cátedras partici- nales, sociales, culturales y políticas que atraviesan las
pantes y otras recreaciones de dispositivos socioeducati- instituciones con un enfoque situado históricamente.
vos de diferentes perspectivas y autores de las ciencias so- En otras palabras, se muestran y demuestran procesos
ciales. El trabajo en el espacio de cada encuentro se diseñó de construcción de conocimientos a partir de talleres que
también con recursos estéticos de cine, literatura, música, problematizaron la violencia, pero propusimos algunas
pintura y toda herramienta artística estética que colaboró ideas y herramientas pedagógicas para trabajar las múl-
tiples y complejas problemáticas que se anudan en una
con el proceso crítico reflexivo a desarrollar. En este texto
institución, tal como lo reflexionamos al construir las
explicaremos algunas herramientas y recursos, así como
“tramas contextuales”.
los sentidos teóricos y metodológicos que se desplegaron.
El marco teórico está posicionado desde perspectivas
Asumimos el desafío de estudiar problemáticas rela- críticas de las ciencias sociales. Intentamos romper con
cionadas a conflictos en los vínculos y sus modalidades los cercos o límites disciplinares, enriqueciéndonos con
de expresión. Lo hicimos con equipos directivos y docen- aportes de la sociología, la antropología, la filosofía, la
tes de escuelas del radio zonal del grupo de supervisoras, historia y la psicología por citar algunas de las disciplinas
quienes tenían como principal inquietud la de pensar que anudamos. Encuadrados desde allí, estudiamos las
fundamentos teóricos y estrategias pedagógicas institu- concepciones de violencia en su matriz estructural y las
cionales posibles, para la construcción de buenos vínculos distintas dimensiones socioeducativas en que opera, en
en las instituciones educativas. Este texto es el relato de vinculación con las subjetividades.
cómo trabajamos en esos encuentros. No nos focalizamos Nos propusimos darle a estos encuentros una organi-
en problemáticas de violencia en sus capítulos, sino en los zación pedagógica didáctica de seminarios-talleres insti-
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tucionales (Landreani, 1996). Muchos docentes de las es- A partir de una plataforma teórico-referencial trabaja-
cuelas que participaron de estos talleres institucionales mos con pensadores del campo de la sociología, la antropo-
manifestaron que fue novedosa la forma de vincularse logía, la historia y la psicología, y elaboramos un proyecto
que tuvieron los estudiantes con ellos, con sus pares y con que abordó en la territorialidad de las escuelas, sus discur-
el conocimiento; que por lo general los problemas vincula- sos y prácticas concretas, entramado a las experiencias
res operan para complicar o incluso impedir el desarrollo educativas secundarias que representan la Asociación Ci-
de procesos áulicos de apropiación del conocimiento; y que vil Movimiento de Educadores y el colectivo de superviso-
hay muchas dificultades para convocar la participación en res de Paraná. Estos colectivos sociales han trabajado para
la construcción del conocimiento y sostener el interés en que podamos recuperar las voces de docentes, habilitar
las clases. Definimos con Elena Achilli (2000) que la prác- sus acciones escolares y potenciar sus experiencias.
tica pedagógica es aquella entendida como el vínculo úni- En estos encuadres se desplegaron algunas preguntas
co en el aula entre docente, estudiantes y conocimientos, que nos hicimos en las experiencias realizadas: ¿Qué lec-
es la médula vertebral de todo trabajo escolar. turas se hacen de esta violencia que el sentido común y los
Los múltiples y complejos problemas de comunicación, medios monopólicos denominan “escolar”? ¿Qué piensan
los docentes sobre la escuela secundaria como propuesta
sociopedagógicos y las agresiones vinculares generan mu-
pedagógica? ¿Qué representaciones tienen ellos sobre sus
cho sufrimiento subjetivo en la cotidianeidad del docente
alumnos? ¿Qué sentidos se le otorgan a la biografía esco-
y del estudiante. Sabemos que las ciencias sociales y, parti-
lar y las trayectorias socioeducativa de los jóvenes que los
cularmente, la sociología de la educación crítica nos ense- desafían? ¿De qué manera piensan el vínculo pedagógico
ñan que la violencia simbólica (Bourdieu: 1970; 1997; 2001) con los estudiantes? ¿Qué propone el Estado desde sus po-
y la violencia como una construcción social (Kaplan:1998) líticas? Estas son algunas de las preguntas que renovamos
son en la actualidad problemáticas que, para ser analiza- y que pretendimos pensar en el trabajo colectivo con los
das, deben ser desnaturalizadas de construcciones socia- colegas de instituciones secundarias.
les (especialmente mediáticas) que apuntan a pensar los
vínculos desde lugares que patologizan a los sujetos o los
culpabilizan.
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tienen acceso (o no) a bienes materiales y simbólicos, entre social funda realidad.
algunos de los que podemos citar. La lista podría ser más La violencia se expresa en las escuelas, en distintas mo-
larga, a todas estas modalidades las entendemos como ex- dalidades de conflicto (entre pares, entre adultos, entre
presiones de producción social de violencia y no en clave adultos y las nuevas generaciones). Se puede constituir en
de episodios aislados, casos o problemas coyunturales que la misma lógica de relación de las instituciones educati-
no tienen ninguna raíz en la trama social. vas, a partir de las tensiones que se generan desde el man-
Estos modos de entender la diversidad y construir la dato escolar de enseñar y las dificultades que la realidad
otredad tiene su matriz originaria en una sociedad cuya social, expresada en las trayectorias educativas y de vida
historia se configura en décadas de violencia social, con- de los estudiantes y de los docentes mismos. Retomando
tinuidad de una dictadura cuya acción política se centró esto último, sostenemos que las escuelas son instituciones
en la aniquilación de los constituidos en “otros” peligrosos históricas, inmersas en la trama social y construyen mo-
y luego, en años de políticas neoliberales que profundiza- dos vinculares que no escapan a la historicidad, pero que
ron estas lógicas impulsando un sistema normativo con pueden constituirse en alternativas. Al patologizarla se la
valores centrados en el individualismo, la competencia, el des-historiza y se la des-socializa. Cuando se habla de una
libre mercado y un neodarwinismo de supervivencia de víctima se invisibiliza a los otros sujetos en estos vínculos,
aquellos que tenían mejores condiciones materiales y sim- a los que suelen definirse como agresores o victimarios.
bólicas para transitar la época. Conocemos algunos informes como los que realizó el La-
La televisión de las últimas décadas fue una clara pan- boratorio Nacional de Observación de la violencia escolar,
talla de esto que decimos: se pobló de programas que los cuales sitúan las diversas modalidades de violencia es-
enseñan a dividir el mundo entre “loosers y winners”, “po- colar entre los siete/ocho años y diecisiete/dieciocho años.
pulares y divinas”, por citar algunos ejemplos de los ejerci- En esta dirección, proponemos darle estatuto de víctimas,
cios cotidianos de adiestramiento simbólico, en selección desde distintos lugares, a todos los involucrados en estas
social, a través de los medios de comunicación. Estos dis- problemáticas, ya que son todos adolescentes y jóvenes y,
cursos y prácticas interpelan a las nuevas generaciones por ende, reclaman la intervención y el amparo amoroso
que después “nos asombran” por su violencia. Ese reflejo de los adultos.
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Las persistentes explicaciones simplistas que producto de políticas estructurales de largo plazo, como
asocian directamente la violencia a la pobreza la desindustrialización, la flexibilización laboral y la ins-
tauración de políticas de libre mercado y competencia, in-
Un segundo punto tiene que ver con las persistentes ex- cluso en un sistema escolar que se fragmentó en circuitos
plicaciones simplistas que asocian directamente la violen- diferenciados de clase en pocas décadas, de la dictadura
cia a la pobreza. En estos enfoques lineales que no resisten a los noventa. En efecto, los noventa significaron escue-
un análisis crítico, pero que, sin embargo, tienen aún mu- las derruidas, con paredes electrificadas, convertidas en
cha vigencia y circulación en las instituciones escolares, comedores y centros asistenciales y, al mismo tiempo, es-
la violencia sería un producto directo de la pertenencia cuelas bilingües de jornada completa, solo para mostrar
de clase social. Una vez más, el sustrato ideológico es de- algunos de los colores de la realidad compleja que muchas
mostrable: son pobres, por ende, son violentos. La opera- veces olvidamos o naturalizamos.
ción sociológica consiste en convertir un problema social, Entender los costos que estos procesos sociales de des-
como es la desigualdad social que se expresa en la pobreza titución tienen en las subjetividades, cómo impactaron y
material y simbólica de algunos sectores sociales, en un modificaron las vidas de miles de sujetos sociales que los
rasgo que les sería propio, natural. Son pobres porque no se sufrieron en su ámbito cotidiano, que degradó y misera-
esfuerzan lo suficiente, porque no se han adaptado exito- bilizó sus biografías, es muy importante para docentes y
samente al sistema productivo y por eso no tienen trabajo, futuros docentes. Como expresa Silvia Bleichmar (2008):
o bien hay versiones escolares de la misma lógica, del tipo: “La violencia es producto de dos cosas, por un lado el re-
“no les gusta estudiar”, “vienen a la escuela a comer/pa- sentimiento por las promesas incumplidas y, por el otro, la
sear/molestar”. falta de perspectiva de futuro”.
El tercer punto a destacar, es la idea que expresa que el
Una vez más, se presenta la adjudicación de la proble- maltrato y las agresiones interpares es un problema ac-
mática al individuo en singular y la culpabilización por tual, de esta época. Este es otro discurso que necesitamos
situaciones que causan profundo sufrimiento social y son interpelar y discutir por su eficacia performativa. En otras
palabras, porque su aceptación acrítica genera situaciones
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de naturalización de esta problemática. Frente a afirma- cia de la cotidianeidad escolar nos han demostrado con
ciones del tipo: “ahora los chicos son así”, “viven a las pata- contundencia que las salidas punitivas o sancionatorias
das” o “las mujeres se atacan más que los varones”, por ci- sólo posponen o agravan los problemas. Nuestro desafío
tar solo algunas, es necesario restituir a esta problemática es construir propuestas que puedan alojar socioeducativa-
su dimensión sociohistórica, ya que des-historizar implica mente a las nuevas generaciones
–al mismo tiempo– despolitizar. En todo caso, nos enfren- En una sociedad que emerge dificultosamente de déca-
tamos a nuevas modalidades, nuevas formas de expre- das de prácticas y discursos que tienden a la destrucción
sión, no a nuevos fenómenos. Somos los seres humanos los de los lazos sociales, el desafío para los adultos es acom-
que construimos las modalidades de vínculos y, parafra- pañar a los jóvenes a levantar lo caído: sus sueños, sus
seando a Bourdieu, somos nosotros mismos quienes po- deseos, sus expectativas; esta tarea se constituye en una
demos transformarlos. La agresión, el acoso persistente de responsabilidad pedagógica y política en el más pleno sen-
un grupo con cualquiera de estos argumentos u otros, es tido que el concepto política tiene: de trabajar por el bien
una producción humana y podemos (debemos en el senti- común.
do ético-político) intervenir es esas prácticas. La verdadera Educar es también bien-venir a las nuevas generacio-
naturaleza humana es social y se despliega en la historia. nes, acompañándolas a inventar y crear futuros posibles.
Es necesario advertir que estas ideas, no casualmente, No es un quehacer fácil para nosotros los docentes, cuan-
se acompañan de otras. Por ejemplo: detrás de algunos dis- do aún resisten, operantes en nuestras representaciones e
cursos de “toda época pasada fue mejor”, también se pue- imaginarios, concepciones de educación como pura trans-
den “leer” miradas sociales conservadoras, que tienen las misión de la herencia sociocultural para ser conservada.
mismas lógicas que las teorías que patologizan y culpabi- Graciela Frigerio (1999) nos recuerda que la única herencia
lizan. Se envisten de discursos de melancolía que remiten verdadera es aquella que libera o emancipa, en la medida
a juventudes respetuosas, estudiosas, ordenadas, al decir que no genera ni deuda ni culpa. Es de los adultos el desa-
de Foucault, disciplinadas. Desde esas plataformas ideoló- fío de instituir a los adolescentes y jóvenes como herede-
gicas se construyen las ideas de “la juventud de hoy está ros del mundo sociocultural sin deudas ni culpas, porque
perdida”. La historia de la educación, así como la experien- eso los habilitará como constructores de relaciones socia-
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les más sanas y el ejercicio de su ciudadanía plena en un propósito político de habilitar futuros posibles a las nue-
mundo más justo. vas generaciones.
La antropóloga y docente rosarina define contexto
como: “(…) una determinada configuración témporo-es-
3. pacial. Configuración constituida constitutiva de un con-
Piensa tu escuela y pensarás mundos. La junto de prácticas y significados referidos a procesos que,
trama de la contextualización institucional y a su vez, están atravesados por las huellas de otras escalas
áulica. ¿Qué es y para qué sirve? témporo-espaciales”.1 Distintas escalas significan distin-
tos ámbitos. Esta autora trabaja el concepto de contexto
estudiando los procesos de fragmentación, nosotros lo re-
La estrategia lúdica que llamamos “trama de la con-
tomamos estudiando procesos de violencia socioeducati-
textualización” puede definirse como una herramienta
va. En otros espacios educativos-culturales la contextuali-
pedagógica-didáctica que creamos (inventamos) para
zación es utilizada para reflexionar procesos de formación
poder expresar empíricamente cómo se piensa y cons-
de prácticas docentes iniciales; modalidades de gestión
truye una contextualización. Nace del anudamiento que
institucional y una diversidad de prácticas sociocultura-
hacemos entre los aportes conceptuales de Achilli (2000),
les y de salud.
a partir del concepto de contexto y la creación material
pedagógica-didáctica, de una trama que intenta expresar
algunos sentidos y significados de los procesos que se ge-
neran en las instituciones. La contextualización es para
nosotros –docentes– una clara herramienta conceptual y
metodológica para pensar los tiempos, espacios, vínculos
y las prácticas institucionales que vivimos. Posee profun-
dos anclajes en la historia, y por lo tanto, opera de memo-
ria institucional. Cómo dispositivo didáctico conlleva el
1. Achilli Elena. (2000) “Escuela y ciudad”. Homo Sapiens Editores. Rosario, Santa Fe.
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zarlos construyendo prioridades argumentadas. Al trabajo lo inicia siempre un coordinador del semina-
Los entrecruzamientos plurales nos habilitan a que rio-taller. El propósito de mostrar la dinámica pero, funda-
podamos alertar sobre la necesidad de evitar centrar las mentalmente, empezar con la construcción de sentidos y
problemáticas en una sola dimensión: por ejemplo simbó- conceptualizaciones de una trama que, sustantivada, sig-
licas/subjetivas o de análisis lineales. Pongamos un ejem- nifica tejido, enlazamientos, texturas múltiples, aunque
plo: “Acá hay gente que no se hace responsable de nada, adjetivada es institucional. Esto quiere decir que una pri-
porque si hicieran lo que hay que hacer esta escuela anda- mera propuesta es poder pensar que la institución no está
ría”. Los entrecruzamientos que abjuran de causalidades cristalizada. Ninguna institución es… todas están siendo.
lineales colaboran en no reducir o entender las configu- Ni aún aquellas donde escuchamos decir con persistencia:
raciones cotidianas planteando sólo y principalmente el “Volvés diez años después y nada ha cambiado”. Sí, cam-
contexto estructural como tendencia hegemónica y por bió, aunque haya imposibilidades subjetivas y colectivas
ende invisibilizando el nivel de lo cotidiano que es el de de leerlo, pensarlo… sí hubo dinámicas que la atravesaron
los sujetos, de la co-presencia y del co-trabajo. de modos que antes no y queremos visibilizar, leer, pensar
para entender y actuar. Siempre que estamos contextuali-
Construyendo la trama zando instituciones o prácticas escolares áulicas, estamos
pensando procesos y relaciones múltiples.
¿Cómo se construye una trama? En un pizarrón (o En los listones el coordinador trabaja el nivel estructu-
cualquier superficie lisa) se comienza con la base de un car- ral (Estado, políticas nacionales e internacionales). Este
tel bien grande y claro para que vean todos los presentes y nivel se expresa a su vez en dimensiones políticas-peda-
que contenga la expresión “institución”. Debe tener, además gógicas, culturales, económicas, sociales y jurídicas entre
de un gran tamaño, un color contrastante con todos lo que se algunas posibles. Se las presenta cruzándolas y enredán-
ocuparán luego. Puede reemplazarse con una escritura direc- dolas literalmente sobre el concepto “institución”, mien-
ta en el mismo pizarrón. Luego, hay que contar con listones/ tras se expresa o se pide a los colegas que expongan sus
fajas alargados de cartulinas de diferentes colores. ideas sobre cómo se piensa, por ejemplo, que está consti-
tuida, presente, operante la dimensión de las políticas pe-
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dagógicas en la institución; cómo se significa la presencia
y funciones de las familias de la comunidad; o el impacto
(o no) de las últimas políticas curriculares que se plantean,
por citar algunas de las posibilidades de niveles proce-
suales y relaciones posibles que se pueden presentar al ir
construyendo la trama.
La cantidad de listones es muy importante. Luego que
el coordinador plantea algunas dimensiones estructura-
les, se invita a los colegas docentes a escribir y entramar
listones que reflejen otros aspectos de algunas dimensio-
nes institucionales que a su criterio completarían la tra-
ma, una que siempre va a ser provisional en línea con la
afirmación planteada de que las instituciones no son, sino
que “están siendo”. Se intenta habilitar la mayor participa-
ción posible porque la riqueza de la producción enriquece
Reconocer la simultaneidad de los niveles, escalas exis-
los análisis.
tentes y operantes es fundamental porque colabora con
-
romper los mitos de la institución “independiente” de las
¿Qué enuncian los listones, además de las dimen-
políticas estatales, o ideas de sentido común tales como:
siones que se explicitan en los diferentes niveles?
“Cierro la puerta del aula y hago lo que quiero”, por citar
Enuncian procesos que se dan en vínculos intersubje-
algunas de las interdependencias e interrelaciones múlti-
tivos, que se generan con el conocimiento, proyectos
ples que la trama contextual simboliza. Queremos grafi-
y propuestas que la institución produce, piensa, pro-
car lúdica y estéticamente esto que estamos afirmando. La
pone y las problemáticas que la atraviesan.
imposibilidad de pensar y trabajar la institución despoja-
-
da de un contexto. Los costos conceptuales que implican
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en una lógica relacional. Es importante aclarar, además, nes estatales, aunque reconocemos con Landreani (2001)
que los distintos niveles tampoco guardan una corres- que sus políticas hegemonizan prácticas de gestión y cu-
pondencia lineal. No se trata de que los niveles estructu- rriculares, sólo por citar algunas. Pero las escuelas múltiples
rales se correspondan con conocimientos más abstractos y plurales tienen además modos particulares de decodifi-
o complejos, nos dice Achilli. La complejidad y nivel de car sus mandatos, de tomarlos o negarlos. Las escuelas no
abstracción de los conocimientos “se expresa en todos los son pura determinación estatal. Son espacios de contra-
niveles o escalas” de una contextualización expresada en dicción y luchas como nos enseñó Nélida Landreani. Por lo
una trama. tanto, no son simple reproducción de lo dado. Son también
Su construcción colectiva metaforiza un posiciona- espacios de resistencia, creación, producción de nuevas
miento: las instituciones escolares son construcciones so- posibilidades y de transformación.
ciales. No son la cristalización única de las determinacio-
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Las escuelas están construidas cotidianamente por do- afirmar: “Acá nunca cambia nada”. Decimos con Gramsci
centes y estudiantes. Parafraseando a Freire, afirmamos: (1975) que el concepto de hegemonía nos permite pensar
“Los sujetos no son, están siendo” y repetimos una vez más que el poder siempre es contingente, siempre está en dis-
que las instituciones no “son” están siendo. El sistema es- puta y que la dominación nunca es completa, por ende la
colar suele registrar solo parte de las vidas de estos sujetos posibilidad de pensar y transformar críticamente realida-
sociales. Son sujetos sociales más complejos que simple- des sociales y, particularmente, educativas, es posible.
mente la descripción de los datos que el sistema se inte-
resa en tomar de ellos, al estilo: edad, familia y cuantas
enfermedades se tuvo en los primeros años de vida. Son 4.
también toda la otra parte de sus vidas que la escuela des- Escribiendo una carta a un “otro”
conoce, invisibiliza o niega. Nos referimos, por ejemplo, a significativo
dimensiones de la vida social, cultural, política y sexual
que son algunas de las dimensiones que las instituciones Hay cartas que hicieron historia. Cartas aún no escritas
suelen ocluir o negar. Pero, además, quienes constituyen que conmoverán el mundo. Pensamos en las líneas agita-
la institución son muchos más sujetos que solamente los das de Hannah Arendt a Heiddegger; en la carta de Einstein
docentes y estudiantes. Esa construcción social la reali- a Freud preguntándole el porqué de la guerra; en la carta de
zan personal administrativos, padres, comunidad escolar, Kafka a su padre que tiene hoy estatuto de manifiesto uni-
cooperadores y tantos otros que eventualmente constru- versal. Hay cartas que hicieron y cartas que harán historia.
Luego están las cartas cotidianas. Las que tienen el olor,
yen y transitan la cotidianeidad escolar, aunque no traba-
color, propósito y sabor de la vida diaria de los hombres
jen específicamente en las aulas. simples. Esas nos interesan particularmente. Están llenas
Cuando decimos que “las instituciones están siendo”, de los deseos, sueños, inconvenientes, problemas, alegrías
lo que expresamos es que como trabajamos en los talleres, de aquellos que Bertolt Brecht2 señaló en sus poemas como
siempre hay una construcción provisional, siempre hay los que la historia no registra.
una dinámica de lo social en las instituciones. Siempre
2. Bertolt Brecht, “Preguntas de un obrero que lee”. En el blog marin62.
hay movimientos, aún en aquellas donde escuchamos wordpress.com. Julio 2009.-
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aparecieron siempre las preguntas: ¿leyeron las cartas que mostraron todas las producciones para que las vea el co-
nos hicieron escribir? y ¿pudiste ver lo que escribí? lectivo participante.
Como herramienta de reflexión pedagógica de la coti- Podemos organizarlas por problemáticas. Podemos je-
dianeidad escolar, las cartas son para nosotros un docu- rarquizarlas por la densidad de los problemas que plan-
mento público, por ello fue importante resguardar que no tean. También fue interesante analizar quién fue el desti-
se citen personas o escuelas por sus nombres completos. natario y qué cuestiones constituyeron el núcleo de lo que
Las digitalizamos, las expusimos en láminas como las los docentes relataron como un día de su cotidianeidad
tramas, como otras herramientas pedagógicas para que laboral.
la palabra de todos circule horizontalmente. Siempre se Es muy interesante observar que si bien siempre hubo
un registro textual que aludió a las condiciones de traba-
jo generalmente materiales, pero también simbólicas, fue
muy difícil encontrar cartas donde el amor, el compromi-
so con la profesión y con los jóvenes estudiantes no sea el
punto articulador de los relatos.
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Esta técnica es un disparador, en tanto posibilita la ex-
presión del sentido común escolar. Habilita poner expo-
5. ner los problemas y las expectativas de los docentes. Una
Juegos y colores para contar y pensar la arena común problemática para ser organizada en grupos
cotidianeidad escolar. El semáforo temáticos, con una mínima jerarquización y que permite
iniciar un trabajo de problematización y conceptualiza-
ción tal como lo plantea Nélida Landreani (1998) en sus
cuadernos de talleres.
Graficamos con un semáforo que construimos en uno
de los tantos talleres realizados en esta experiencia:
Rojo
El semáforo es una técnica lúdica que tiene el único - Falta de límites y valores
carácter de ser un disparador de ideas, representaciones, - Acompañamiento familiar (fuera de la escuela)
imaginarios, propuestas sobre problemáticas concretas - Adicciones
que se quieren estudiar y reflexionar. Nunca debe ser to- - Falta de respeto (violencia simbólica/física/verbal)
mada como una proposición didáctica en sí ya que con- - Discriminación
lleva el riesgo de estereotipar o encasillar ideas o análisis. - Faltan proyectos de vida
Consiste en “jugar” con los sentidos asignados a un semá- - Mal uso de las redes sociales
foro. Así las consignas dadas se cruzarán con las posibili- - “Según la Ley 26.061”, tienen derechos los niños, niñas y adoles-
dades que da, por ejemplo, el verde: avanzar, positivo, ade- centes. No recibir a menores de 18 años en una escuela secunda-
lante, ir en esa dirección. El rojo indica entonces: peligro, ria de adultos.
no avanzar, no ir en esa dirección, peligro; y el amarillo: la - Distinto tipos de violencia. Discriminación. Construcción de
duda, pensar antes de avanzar, cuando no se sabe si prose- legalidad.
guir o si es un momento de no continuar. - Violencia de la zona entre barrios.
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Otro aspecto interesante de esta técnica lúdico-grupal, y desaparecen de escena, al pulso de las dinámicas insti-
es que permite recabar información para construir un pri- tucionales. Porque como decía Nélida Landreani: “Los con-
mer escenario, para saber cuáles son las problemáticas, flictos tienen historia”. 3
expectativas y logros de los colectivos docentes. Cómo las Lo que esta afirmación define es que las instituciones
perciben, las experimentan, cómo las describen y evalúan suelen pagar duros costos si no asumen el desafío de pen-
en sus impactos. Como en todo taller es muy importante sar que los problemas que las atraviesan no son episodios
qué se dice y cómo se dice. Un coordinador del trabajo y un aislados ni puro presente, sino que siempre hay una his-
asistente van anotando los comentarios que complemen- torización necesaria si se quiere comprender cabalmente
tan lo expresado en el semáforo grupal. una problemática e incidir en ella.
Cuando cada grupo ha formulado su semáforo, se reco- Finalmente, construido el semáforo –entendiendo que
gen y el coordinador despliega tres afiches donde se pro- no se pueden fijar las problemáticas linealmente a los co-
cederá a sistematizar los aportes de todos los grupos color lores porque están siempre siendo dialectizadas en la rea-
por color. lidad– se realiza la conceptualización de las problemáticas
Finalmente, quizás el punto más potente de este ejer- recabadas. Se formulan aportes teóricos, en línea con lo
cicio lúdico analítico de inicio de un trabajo reflexivo, sea expresado para poder estudiar y pensar cómo construir
la posibilidad de mostrar a través de la construcción de un nuevas ideas, nuevas propuestas y nuevas experiencias
semáforo que lo que para algunos grupos es un problema educativas.
que inmoviliza, que les impide avanzar, en otros solo pro-
voca dudas o con otra perspectiva ven como positivo que
emerja una problemática para pensar y volver a trabajar
algún aspecto de la vida institucional escolar.
El análisis en sus posibilidades infinitas de interpreta-
ción y entrecruzamientos entre problemáticas y colores,
permite pensar que las problemáticas se mueven, cam- 3. Landreani Nélida; Espinosa Mirta. (2002) “Cuaderno de Sociología de la Edu-
cación”. Lic. en Gestión Educativa. CEMED. Facultad de Humanidades y Ciencias.
bian, se atenúan, potencian o simplemente se solucionan Universidad Nacional del Litoral.-
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lidad es el conocimiento y el modo en que se tramita en
las instituciones. Otro ejemplo de objeto real puede ser las
modalidades de vínculos que se tramitan en un aula que
6. tomamos como objeto de estudio.
La técnica lúdica de las cajitas. Cono- Proponemos un juego que es puro simbolismo meta-
cimientos y lógicas de apropiación fórico. Tiene el único y potente propósito explícito de re-
flexionar que el acercamiento y la comprensión de lo real
implica, claramente, una renuncia a las simplificaciones.
Lo real existente no es sólo lo que está a primera vista. No
son las cualidades externas de los objetos. No es su apa-
riencia. Ni tampoco son sus atributos constitutivos.
La técnica de las cajitas apunta al corazón de esta idea.
Se trata de ofrecerles a los participantes en los talleres una
cajita4 que ha sido cuidadosamente forrada y que proba-
blemente contiene algo en su interior. Junto a ella se les
ofrece una hoja de tamaño A4 doblada en tres partes
iguales. En cada una de estas partes, un miembro de cada
Hablamos del acercamiento a lo real. Lo real fenoméni- grupo anotará los comentarios/aportes/ideas que el grupo
co. Lo que está ahí. Queremos conocer, indagar, interpre- intercambia y produce en el proceso.
tar, comprender lo real. Lo real es la sociedad en que vivi- Son tres consignas y tres tiempos de trabajo. En la pri-
mos, los objetos y sujetos que la conforman, las prácticas mera etapa se le pedirá a cada grupo que describa con el
sociales que se despliegan. Tomamos una porción de lo
4 - Las cajitas son siempre una por grupo. Se les realiza una envoltura con un papel
real y lo recortamos a efectos de estudiarlo. Comprenderlo, y se les pone adentro uno o dos objetos pequeños. A cada grupo se les entrega una.
interpretarlo y en la medida de lo posible, muchas veces Los objetos deben ser variados y factibles de ser movidos, olidos, etc. Para colabo-
rar en el proceso de la técnica se suelen utilizar granos de café, algodón, un anillo
intentamos mejorarlo, transformarlo. Un objeto de la rea- pequeño, hojas, flores, como algunos de los objetos que van dentro de las cajas.
36 CONVIVIR, VIVIR-CON...OTROS EN LAS ESCUELAS SECUNDARIAS
mayor detalle cómo es su cajita –son todas distintas– de Hablamos del acercamiento a lo real, de la complejidad
qué está hecha, para qué cree que sirve, si contiene algo que implica el desafío cognoscitivo de romper el sentido
y qué sería ese algo. Siempre se mantiene esta etapa de común que nos indica que las cosas son lo que su aparien-
la observación sin poder romper la envoltura y entonces cia nos muestra. Su pura expresión fenoménica.
gran parte de lo que se diga será hipotetizado. Todo lo Hay autores como Karel Kosik (1967) y Pierre Bourdieu
charlado se anota. Se puede oler, estimar su peso, intentar (1975) que hablaron de que el acercamiento al objeto de co-
deducir materiales que componen su envoltura, pero no nocimiento, a lo real, no se da sin rodeos. Nunca es lineal.
abrirla o romperla. La apropiación de un objeto de conocimiento implica
En una segunda etapa se les pide romper la envoltura esfuerzos y procesos que muchas veces son negados o in-
externa y apreciar la cajita, ahora en su exterioridad, pero visibilizados. Como nuestra cajita que, finalmente, podría
sin poder abrirla. Nuevamente se pide describirla. Plan- ser única y definitivamente eso: una cajita. El sentido co-
tear qué es (un regalo, un remedio, etcétera.) Y tratar de mún nos diría: una cajita como cualquier otra que está allí
sostener/confirmar o cambiar/rectificar la hipótesis so- para contener algo y finalmente eso es solo una cajita.
bre que contiene. Podemos maniobrarla, sacudirla, olerla Entendemos que no. No es así. Justamente, si hay algo
para construir nuestra hipótesis sobre lo que contiene, que el juego de los descubrimientos pautados nos quiere
pero aún no abrirla. Se vuelve a anotar todo lo que se dice simbolizar, es que en cada etapa aparecen nuevos datos,
en el grupo. nuevos sentidos y nuevas posibilidades. No hay dos cajas
Finalmente, la tercera etapa consiste en abrir, sacar el iguales. No hay dos momentos iguales.
objeto y confirmar o no las hipótesis planteadas. Ver cuán- La cajita es una metáfora del esfuerzo humano de apre-
to, cómo y por qué nos acercamos a lo que era o no lo es. hensión de un objeto, desde una lógica de conocimiento.
En esta última instancia, un ejercicio necesario es leer la Conocer implica un esfuerzo de develamiento, porque nos
hoja en la que anotábamos el proceso, de una sola vez; una desafía a romper la ilusión de la transparencia, esa artima-
lectura de corrido que nos cuente el proceso desde el inicio ña del sentido común que nos dice que eso que hay allí, a
hasta el final. la vista, lo es todo; que el objeto es lo que su exterior mues-
tra, que no hay etapas ni umbrales sucesivos que atravesar
MIRTA ESPINOSA
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para conocerlo en su totalidad; que el objeto está allí para eso, una cajita, y no estaría mal. Pero estaría incompleto,
ser tomado sin más sustancia que esos atributos/cualida- sería solo un grado posible de acercamiento a la compren-
des externos que lo definen. Es el reino del sentido común sión del objeto. La tarea inmensa de conocer, es la tarea de
que suele expresarse en lenguajes reconocibles: “No le trascender y poder quebrar con el imaginario social del co-
busquemos más patas al gato”, “es así y simplemente así”, nocimiento como “cosa en sí”; “lo que está allí a la vista”;
“qué les vas a hacer”, “las cosas son como son y punto”. “lo que es, es lo que es” y entonces solo es necesario repetir-
Al abrir las cajitas muchas veces los grupos se sorpren- lo o reproducirlo para ser entendido y apropiado.
den de las hipótesis erróneas que hicieron en las prime- El conocimiento de lo real, cualquiera sea nuestro objeto
ras etapas. Por ejemplo: cuando se distribuyen algunas de estudio, implica rodeos, búsquedas de caminos, atajos y
que contienen adentro unos bollitos de algodón, la falta muchas veces senderos tortuosos. No solo no es lineal, sino
de peso, sonido, movimiento, suele llevar a pensar que las que es relacional y dialéctico. Lo que estamos afirmando
cajitas están vacías. es que el conocimiento de cualquier objeto –por ejemplo:
A veces, se trabaja todo el tiempo que dura la técnica la escuela institución–, implica el estudio de las múltiples
hablando de “el objeto”, qué contiene y qué será, y la sor- dimensiones que la componen, pero enlazadas dialéctica-
presa es cuando se descubre que hay más de uno de ellos. mente, es decir, significándose y transformándose unas
Por ejemplo: dos pequeñas piedras/tizas/flores/semillas a otras todo el tiempo. Los conceptos no designan cosas/
de café. ¿Cuánto nos puede decir del objeto y sus sentidos, objetos, decimos con Achilli (2000, 2002) sino relaciones.
la observación cuidadosa de su exterioridad? Además, todo objeto de conocimiento debe ser apropiado
¿Cuánto nos acercamos a lo que realmente contenía en dentro de los marcos contextuales que le dan sentido en
cada etapa? ¿Cuánto jugó la envoltura exterior en la con- sus coordenadas de espacio-tiempo.
firmación o des-confirmación de nuestras hipótesis?
Nuestras cajitas simbolizan el trabajo con el conoci-
miento teórico-científico. Las modalidades de vínculos
que los sujetos establecemos con el conocimiento. Podría-
mos quedarnos en el punto de afirmar que una cajita es
38 CONVIVIR, VIVIR-CON...OTROS EN LAS ESCUELAS SECUNDARIAS
que consideramos estratégicos para comprender los proce- b) Relación de interioridad: Es aquella que se produce
sos que se generan en torno al conocimiento. Edwards sos- cuando el sujeto puede establecer relaciones significativas
tiene que la forma es contenido. Es decir, que cómo se en- con el conocimiento. Es un tipo de conocimientos que en
seña lo que se enseña tiene un peso específico propio que su producción incluye e interroga al sujeto que aprende.
termina configurándolo en un contenido más. Por eso qui- Pero esta autora nos propone, además, tener en cuen-
simos contar esta experiencia. Porque cómo planteamos ta que el conocimiento en la enseñanza es transformado;
a los grupos de docentes pensar, estudiar y construir pro- esto quiere decir: asume, toma, lo construimos y transfor-
puestas para intervenir en temas de vínculos y conflictos mamos con diferentes formas. A continuación, presenta-
institucionales, es tan importante como el tema mismo de remos brevemente tres formas básicas que asume el cono-
las violencias plurales en las instituciones educativas. La cimiento en el aula.
secuenciación que organicemos, su orden, la demanda de La primera forma se denomina conocimiento tópico.
respuestas que construyamos, hasta las mismas posicio- Hace referencia al espacio (topos) como eje. Los conteni-
nes físicas al trabajar, son muy importantes para pensar dos solo tienen relación de contigüidad. Se trabajan más
cómo proponemos el aprendizaje de saberes. términos que conceptos. Se apunta a respuestas únicas.
Hay dos elementos constitutivos fundantes en el pro- Excluye la participación y elaboración de los estudiantes
ceso de transformación que siempre se da en el aula: 1) Las en su producción. Lo central en este tipo de forma del co-
formas que le damos al conocimiento; y 2) Las relaciones nocimiento es el ordenamiento.
que establece el sujeto con el conocimiento. Y cuando ha- Una segunda forma se denomina operacional. Tiene
blamos del sujeto, hablamos primero del sujeto-docente y la misma plataforma epistémica, los mismos principios
luego del sujeto que aprende: el estudiante. que el conocimiento tópico. Pero, en esta forma, los cono-
En esta línea, Edwards define dos posiciones de cimientos parecen tener otro nivel de relación entre sí. Se
los sujetos frente al conocimiento: plantea como superador del conocimiento tópico. Se pre-
a) Relación de exterioridad: Es cuando el conocimiento senta como la aplicación de un conocimiento altamente
aparece como ininteligible, inaccesible, demanda “pistas” formalizado a casos específicos. Se enfatiza la forma y no
para poder trabajar y con él se produce una simulación de el contenido. Se trabaja con un lenguaje científico y técni-
la apropiación.
MIRTA ESPINOSA
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co, por el cual se legitima la validez y por el otro el grado cos. Son complejos en el sentido de todo lo que allí existe,
de formalización del conocimiento que, como afirma Ed- en los juegos de enseñar y aprender, está “tejido junto”. Eso
wards, posibilita “el ahorro de razonamiento”. En esta for- significa el concepto complejo: tejido junto. En otras pala-
ma no se explican las relaciones. bras, hablamos de la complejidad de un conocimiento que
Finalmente, está la posibilidad de construir/elaborar pretendemos situado, con construcciones significativas y
conocimiento situacional. Se estructura en torno al in- sabemos que eso implica procesos y tiempos. Como la me-
terés de conocer o en el sentido de hacer inteligible una táfora de las cajitas, el descubrimiento y la construcción
situación. Entonces: ¿Qué es una situación? Una realidad de nuevos mundos de sentidos son una tarea ardua, desa-
que se crea en torno a la presencia de sujetos. fiante y por ello mismo apasionante.
Siempre una realidad se constituye en situación para
un sujeto. La significatividad es núcleo del conocimiento.
Significar es otorgar sentidos. El mundo es referente para 7.
el sujeto. Esa referencia es para construir conocimientos. Algunas reflexiones sobre las producciones
Por eso es conocimiento situado. El conocimiento está en en el trabajo final con los docentes
el nudo entre los sujetos y el mundo.
Reconocer estas formas que asume el conocimiento es Las cartas, los semáforos, las tramas que mencionamos
vital para revisar nuestras propias prácticas. Poder pensar en el Informe final que presentamos a la Facultad de Hu-
procesos de enseñanza y si el conocimiento ha desplegado
manidades (pecat 2013-2015) son de docentes que nos con-
lógicas de enseñanza participativas o no, es fundamental
taron los problemas de convivencia de la cotidianeidad
para los docentes. Poder pensar si hubo relación de interio-
escolar que habitan. Siempre las debatimos, las desnatu-
ridad o exterioridad y por qué fue como fue, es el desafío.
El texto de Edwards (2012) y las cajitas nos aportan la po- ralizamos y las conceptualizamos teóricamente. Nos fal-
sibilidad de reflexionar teórica y lúdicamente qué y cómo taba un desafío final: que los profesores secundarios que
se construye en los procesos que se generan con el conoci- hicieron con nosotros tres encuentros del Seminario–ta-
miento. Procesos de enseñar y procesos de aprender que ller, con muchas técnicas lúdicas, lúdicas proyectivas y es-
nunca son lineales, siempre espiralados, siempre dialécti- trategias pedagógicas-socioeducativas, pudieran pensar y
42 CONVIVIR, VIVIR-CON...OTROS EN LAS ESCUELAS SECUNDARIAS
y jóvenes. A su vez están anudados a los modos vinculares gicas con técnicas lúdicas, proyectivas, estéticas, artísticas
que se generan… allí hay otra clave potente del trabajo que y deportivas; toda herramienta cultural-cognoscitiva que
hicimos en cada Seminarios-taller de estos años. nos permita reconstruir la trama de vínculos y saberes
Respecto a la responsabilidad de la propuesta, fue sos- que, a su vez, habilite romper lo que Bourdieu llamaba
tenida por el equipo de dos cátedras de la Facultad, un “efecto de destino” (1999) con los estudiantes y construir
colectivo de docentes del Movimiento de Educadores que otros horizontes futuros posibles.
son una Asociación Civil y un colectivo de Supervisoras
muy comprometidas con sus instituciones. Pero además
se trabajó desde pensar situaciones y problemas, no culpa- ¿Cuáles son algunas de las estrategias ante los
bilizaciones. El trabajo con la ruptura del sentido común es problemas de la cotidianeidad escolar?
estratégico en este punto (procesos de problematización y (plataforma de nuestras intervenciones)
desnaturalización).
Definir la tarea implicaba estudiar y reflexionar proble- Llamados reiterados de atención a los estudiantes.
matizando algunos de los problemas que citamos arriba Hacer y firmar, por todas las partes, actas acuerdos.
en un cuadro, para luego plantear y ejecutar una ceremo- Acciones reparatorias (llevar documentación, limpiar, arreglar algo
nia mínima. roto, colaborar en actos).
A modo de simple ilustración, adjuntamos debajo otros Generar espacios colectivos de reflexión (talleres, campamentos).
cuadros que muestran representaciones sociales e imagi- Acuerdos de convivencia (lectura – reflexión-re-lecturas).
narios de los docentes que vivieron junto a nosotros estas RETAR (aclaran que no sirve).
experiencias de taller, así como estrategias (en el sentido
Sentarte con ellos de a uno y escucharlos.
de Pierre Bourdieu) para trabajar las problemáticas que
Ponerlos a ellos en el lugar de profesor. Darles responsabilidades en
atraviesan sus cotidianeidades. Por ello, seguiremos tra-
las clases.
bajando ceremonias mínimas y otros tipos de estrategias
Presentar casos al COPNAF (Consejo Provincial del Niño, el Adolescen-
para restituir lazos vinculares y modos de relación con el
te y la Familia).
conocimiento. Pero además haremos propuestas pedagó-
MIRTA ESPINOSA
45
Suspenderlos de concurrir a clases. Esta experiencia de dos años de trabajo, sin dudas im-
pactó nuestras subjetividades, conmovió el estatuto de lo
Acortar sus jornadas de cursado para que estén menos tiempo en las
escuelas. que podíamos pensar. Aprendimos junto a los colegas de
Llamar a la policía las escuelas secundarias. Tuvimos el privilegio de crear y
compartir espacios de crecimiento grupal. Nos atrevimos
¿Cuáles son algunos de los problemas de los a discutir las ideas estigmatizantes que definen a los do-
docentes? (y sueños, deseos… a propósito de). centes secundarios como desinteresados por los conoci-
Plataforma de nuestras intervenciones mientos y a los “pibes” de nuestras escuelas como jóvenes
a los que no les importa nada.
Apostamos al estudio y a la producción grupal de los ta-
Dar clases en el campo. Me encanta el viaje por los campos. El paisaje.
La ruralidad es distinta. lleres para provocar rupturas en imaginarios y discursos
Amo ser docente. de sentido común. Decimos con Castoriadis (1993) que nos
Me preocupa la tensión del doble rol madre-docente. atrevemos a narrar habiendo atravesado la experiencia.
Ninguno de nosotros somos los mismos. Con todo lo vivido
Termino la semana muerta de recorrer escuelas.
y aprendido como plataforma de horizontes futuros, nos
Sobreedad.
animamos a redoblar el esfuerzo, nos comprometemos
Concursos docentes.
continuar el trabajo… porque como dice una antigua y be-
Suma de tareas. Estos últimos años hay una maraña de programas y
programitas siempre desde la demanda al docente. Damos pocas cla-
lla frase de Roberto Arlt: “El futuro es nuestro por prepo-
ses continuadas. tencia de trabajo”.
Que los chicos no pierdan la regularidad en mi materia y en todas.
Me encantaría un país donde la sociedad recupere el respeto por la
docencia y la enseñanza.
Acompañar las trayectorias que el alumno puede y no la que la escuela
quiere.
Revaluar el lugar y el valor de las políticas de Estado en Educación.
46 CONVIVIR, VIVIR-CON...OTROS EN LAS ESCUELAS SECUNDARIAS
Taller 2015
MIRTA ESPINOSA
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