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Leopoldo Lugones
Integrantes:
- Milena Segovia
- Luciana Valles
- Agustina Barragué
INTRODUCCIÓN:
DESARROLLO:
Paralelamente con respecto a este tema, se sabe que a lo largo de la historia argentina, en
especial entre los años que nos estamos centrando, y próximos también, estuvieron presentes las
persecuciones dada cuestiones políticas e ideológicas por parte del Estado. Ejemplo de estas
situaciones podrían ser las medidas estatales tomadas tras el golpe de estado de 1930: Además de
la suspensión de la vigencia de la Constitución Nacional y disolución del parlamento, fue
característico de este golpe, -y de muchos otros-, la persecución a dirigentes políticos, en especial
radicales; dejaban cesantes a los empleados públicos nombrados por el gobierno derivados, existía
una intervención en los puertos con el objetivo de desarmar allí el control sindical, era común las
deportaciones de dirigentes anarquistas o comunistas -perseguidos por la nueva sección Especial
de la Policia-, el caso Simon Radowitzky, finalizado tras su fusilamiento proporcionado por las
fuerzas armadas, lo posicionaba para el pensamiento hegemónico como un “anarquista
expropiador”, y la intervención policial a Avellaneda, una zona característicamente obrera,
trabajadora y con una fuerte concentración anarquista, son claros ejemplos de la poca simpatía
estatal hacia las disidencias políticas tras el hecho que marcaría el comienzo de la denominada
Descada Infame. 4
https://anarkobiblioteka3.files.wordpress.com/2016/08/LOS_ANARQUISTAS_EXPROPIADORES_Y_
OTROS_ENSAYOS_-_Osvaldo_Bayer.pdf
CONCLUSIÓN:
Lugones fue el máximo exponente del modernismo argentino y una de las figuras más influyentes
de la literatura hispanoamericana. Él vivió su juventud y desarrollo político en épocas de
progresivas revuelas sociales características comenzadas en la época de la generación del 80,
como tras la sanción de la Ley Saez Peña en 1912 y viéndose una disminución de estas tras el golpe
de estado de 1930. Durante toda su vida, fue divagando por distintas ideologías políticas, desde
socialismo, fascismo, conservadurismo, y nacionalismo, así como pensamientos antidemocráticos
y un concepto del Estado el cual su única función es el orden. Asimismo, cuestionaba distintos
conceptos y temas filosóficos y políticos, como el significado de nación. Tomando en cuenta esto,
en el centenario de la batalla de Ayacucho, -diciembre de 1924- dictaba cierto discurso con
respecto al momento historico-politico que estaba aconteciendo en el territorio argentino:
“El único remedio está en acabar con la política. Adoptar un decenio de vacaciones políticas. (…)Ha
sonado otra vez para bien del mundo, la hora de la espada. (…) (esta) hará el orden necesario,
implantará la jerarquía indispensable que la democracia ha malogrado hasta hoy, fatalmente
derivada (…) hacia la demagogia o el socialismo. Pacifismo, colectivismo, democracia, son
sinónimos de la misma vacante que el destino ofrece al jefe predestinado; es decir, al hombre que
manda por su derecho de mejor, con o sin ley (…). El sistema constitucional del siglo XX está
caduco. El ejército es la última aristocracia; vale decir, la última posibilidad de organización
jerárquica que nos resta entre la disolución demagógica. (…)El Estado nada tiene que ver con la
libertad. Su objeto es el orden.”
Puede sonar un tanto curioso que, una persona la cual ha repercutido en polémicas con respecto a
sus divagancias políticas varias, haya compartido el pensamiento base de un próximo movimiento
político el cual terminarían limitando los acciones, pensamientos y vida política de toda una
nación: “El único remedio está en acabar con la política”, “La Hora de la Espada” y el apoyo al
ejército como necesidad de organización para una sociedad, porta las mismas vibras del
pensamiento de la política de “Mano dura”, característica del comienzo de una década la cual no
posibilitaría la vida política del pueblo, y próxima razón, entre otras, por su denominación actual:
La Década Infame.