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Revista Antropologías del Sur Año 7 N°13 2020 Págs.

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BIG DATA Y ETNOLOGÍA1


JOSEPH P. FELDMAN*

No es en un futuro muy lejano que la indexa- Ahora bien, para la gran mayoría de los
ción automatizada de datos etnográficos — antropólogos, la utilidad de tales avances no
es decir, la organización de segmentos de es tan clara. Una reacción, por supuesto —y
etnografías por temas, llevada a cabo con que podría ser la de facto para la mayoría— es
una mínima supervisión humana— será una ignorar la posibilidad de que máquinas procesen
realidad tecnológica. Avances en áreas tales textos etnográficos y seguir trabajando como
como la lingüística computacional han hecho siempre, tal vez desestimando tales técnicas
posible pensar en este avance como algo que como inherentemente reduccionistas o de cierto
podría pertenecer a un futuro antropológico no modo inapropiadas para los objetivos de la
tan distante. Ya no se trata de un auto volador teoría contemporánea. Mi objetivo aquí no es
zigzagueando entre rascacielos, sino de algo proclamar que tomar tal posición representaría
más parecido a una ajetreada calle de Londres un grave error para la disciplina, sino proponer
llena de vehículos autónomos. una posible manera de avanzar, una que podría
redirigir nuestra atención a hallazgos y conte-
En este artículo ofrezco algunas reflexiones
nidos en el registro etnográfico contemporáneo.
preliminares de cómo nosotros, como antropó-
logos socioculturales, podríamos involucrarnos ***
con la posibilidad de la indexación automati-
zada, y cómo, a su vez, esta tecnología podría Al igual que en otras disciplinas académicas
servir como una oportunidad para cuestionarnos (y, más generalmente, otros dominios de la vida
ciertos supuestos y prácticas arraigadas en social), hace tiempo que la antropología experi-
nuestra disciplina. Introduzco mis comentarios menta una suerte de exceso de información.
señalando que, para antropólogos que inves- Parafraseando las reflexiones de un colega
tigan dentro de la tradición de la investigación senior: si alguna vez fue posible estar al día con la
transcultural o cross-cultural research (Ember & literatura de la propia región, ahora es a menudo
Ember, 2009), los beneficios ya son evidentes. un desafío procesar el diluvio de publicaciones
Desde sus inicios, la investigación transcultural dentro del propio país o cultura de interés. Las
ha dependido de las múltiples horas de labor tendencias de publicación tales como el aumento
humana que se requieren para indexar etnogra- de digitalización y el surgimiento de algoritmos
fías; reducir el tiempo y los recursos usados en amigables con el usuario, parecieran empujarnos
esta parte del proceso, podría posiblemente hacia la especialización, tal como las páginas de
llevar a más y mejor investigación de manera Facebook y los feeds de Twitter nos proveen con
bastante directa. contenido consistente con nuestros intereses y
creencias políticas.

* PhD. Profesor Asistente, Programa de Antropología, Pontificia Universidad Católica de Chile. Este ensayo contó con el
apoyo del Centro de Estudios Interculturales e Indígenas (CIIR, Conicyt/Fondap/15110006). Correo-e: joseph.feldman@uc.cl
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Aún así, el motivo de preocupación no es logos para desarrollar nuevas estrategias para
simplemente el hecho de que estemos leyendo la integración de reflexiones etnográficas.
de forma más restringida (después de todo,
leer más restringidamente no necesariamente ***
es malo). Propongo que nuestros patrones
Lo que propongo es una forma de teoría
de lectura y citación de trabajos antropoló-
etnográfica un tanto diferente, un enfoque que
gicos, al menos en antropología interpretativa
podría inspirarse en los métodos de la inves-
convencional (mainstream), tienden a eviden-
tigación transcultural (cross-cultural research)
ciar el poco interés real en el registro etnográ-
y aprovechar los avances tecnológicos de
fico, a pesar de nuestros continuos esfuerzos nuestro tiempo.
hacia la existencia de un proyecto compara-
tivo más amplio. La tendencia prevaleciente, La investigación transcultural es una estrategia
especialmente para trabajos fuera de las áreas que implica analizar textos etnográficos siste-
de interés propias, es guiarse por la teoría, la máticamente con el fin de abordar preguntas
lectura rápida y, cuando es necesario, demos- de investigación. Las preguntas pueden estar
trar conocimiento de los trabajos “correctos” en relacionadas con la frecuencia de un rasgo
una revisión bibliográfica. Mientras tanto, una cultural —p.e., besarse de manera romántica
creciente masa de datos etnográficos —tal vez (Jankowiak et al., 2015)— o pueden implicar
no siempre cargada con los argumentos, sensi- poner a prueba relaciones entre temáticas en el
bilidades teóricas o rasgos estilísticos necesa- registro etnográfico y otras variables (las cuales
rios para atraer a una audiencia más allá de la podrían ser otras temáticas, o cosas tales
regional o especializada en el tema— perma- como el clima, densidad de población, etc.).
nece muy poco utilizada y apreciada. Las unidades de análisis relevantes son las
“sociedades”, donde la idea general es tomar
La ausencia de un marco teórico coherente muestras dentro de un universo de culturas
para organizar hallazgos etnográficos contem- etnográficamente documentadas y usar análisis
poráneos se revela de maneras sutiles pero de contenido en segmentos relevantes dentro
contundentes. Donde se ha vuelto común de las etnografías, para monitorear temáticas
burlarse de los teóricos que anuncian grandes entre varios casos. Este tipo de investigación ha
proyectos antropológicos solo para luego dejar dependido históricamente del trabajo de insti-
los detalles y el trabajo empírico a otros, uno tuciones tales como la Human Relations Area
podría de igual manera ser aquel etnógrafo Files (HRAF)2.
que insiste repetidamente en las “contingentes”
e “inesperadas” maneras que el Fenómeno X La diferencia entre el planteamiento que
juega en “lugares y momentos históricos especí- esbozo aquí y el de la investigación transcultural
ficos”, solo para ofrecer una historia que es, en es que el enfoque podría centrarse mucho más
cierto sentido, bastante predecible. Siguiendo en la circulación global de ideas e instituciones
una línea similar, se podría argumentar que el antes que en la comparación de culturas como
creciente interés por la “teoría etnográfica” en tales. Esta reorientación sería consistente con
años recientes solo ha revelado aún más la las tendencias generales de la teoría antropo-
poca habilidad y disposición de los antropó- lógica desde 1980 e, igualmente importante, se
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correspondería con los tipos de textos etnográ- o problemas epistemológicos, uno podría estar
ficos que los antropólogos tienden a producir presionado a pensar en una mejor manera de
hoy en día — el estudio orientado a problemas producir análisis sistemático y comparativos
(problem-oriented studies) ha desplazado en basados hallazgos etnográficos3.
gran medida la descripción holística de una
cultura. Imagine, por ejemplo, bases de datos Segundo, los métodos de la investigación
etnográficos, como la HRAF, agrupadas por transcultural dependen de nociones de autoría
áreas temáticas diferentes: la habilidad de y autoridad que están especialmente diseñadas
recuperar párrafos relevantes indexados en para la era de los “macrodatos” (big data). Bajo
la mayoría, si no la totalidad, de los trabajos el riesgo de sobresimplificar una discusión
antropológicos existentes en microempresas, compleja, la mayoría de los investigadores de
programas de Reducción de Emisiones la investigación transcultural trabajan desde
causadas por la Deforestación y la Degrada- el supuesto de que hay algo especial en un
ción de los Bosques (REDD, por sus siglas en relato producido por un autor que ha llevado
inglés) o adopción transnacional; la posibilidad, a cabo una investigación prolongada entre un
para aquellos interesados, de monitorear siste- grupo de gente, usa el idioma local y que, ideal-
máticamente variaciones en cómo las víctimas mente, tiene entrenamiento antropológico o en
de guerra perciben las iniciativas nacionales las ciencias sociales. Hay debates sobre los
de reconciliación, o ponen a prueba hipótesis detalles (p.e., el grado de manejo del idioma,
sobre las reacciones de pueblos indígenas a el nivel de experiencia en trabajo de campo),
industrias extractivas. pero si el tema es, por ejemplo, las experien-
cias de la juventud rural LGBT y nuestra preocu-
Mientras el tipo de enfoque e infraestructura pación principal es la fiabilidad de los datos
que perfilo podría dejar de lado caracterís- etnográficos para propósitos comparativos,
ticas centrales de la investigación transcultural ¿es razonable sugerir que puede haber una
(entre ellas, cualquier pretensión de un proyecto pequeña diferencia entre un relato realizado por
etnológico que revise el total de la diversidad un profesor de una universidad de la Ivy League
cultural registrada para llegar a principios de y uno realizado por un estudiante de doctorado
orden más general), me interesa más lo que de una universidad de menor prestigio?4
podría quedar de este. Este optimismo está
basado en la creencia de que la investigación Otra fortaleza relacionada a la HRAF y la
transcultural e instituciones como la HRAF investigación transcultural es una tolerancia
anticiparon algunos de los problemas mencio- a la diversidad de enfoques metodológicos
nados arriba. que existe entre etnógrafos. Mientras que
hallazgos cuantitativos podrían ser consi-
Primero, al ofrecer una perspectiva coherente derados más que solo pasajes descriptivos
para medir la diversidad de textos y casos antro- dentro de ciertos esquemas de codificación, el
pológicos, los métodos de la investigación trans- grueso del material con que trabaja la investi-
cultural responden a la indigestión etnográfica gación transcultural es cualitativo. Por lo tanto,
(ethnographic indigestion) de nuestro tiempo. a diferencia de la mayoría de las propuestas
Si bien esta estrategia no está libre de críticas teóricas o metodológicas que se presentan, la
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creación de una infraestructura como la de la Para concluir, presento esta idea experi-
HRAF para hacer sentido del registro etnográ- mental no tanto porque espere que el programa
fico contemporáneo no requeriría ninguna gran que describo se convierta en una realidad en
revolución y permitiría esencialmente que los un futuro cercano —o que siquiera se convierta
antropólogos sociales continúen haciendo lo en una realidad-. Reconozco que las ideas
que hemos estado haciendo como trabaja- que discuto pueden parecer exageradas o
dores de campo y escritores. incluso extravagantes para algunos. Por ahora,
un ejercicio útil podría ser parar y considerar
***
algunas de las razones por las que conceptos
Está de más decir que hay un número de tales como indexación automatizada, análisis
problemas sin resolver que he dejado de de contenido de textos antropológicos o el
lado en esta breve discusión. Algunos son “registro de etnografía contemporánea” tiendan
de naturaleza más metodológica y organiza- a incomodar a los antropólogos sociales.
cional (¿cuáles serían los desafíos específicos ¿Están nuestras preocupaciones basadas en
asociados a indexar etnografías contemporá- una visión inherentemente “antropológica” de
neas, orientadas a un problema?, ¿cuán amplias la investigación académica o reflejarán ciertas
o acotadas serían las áreas temáticas?). Otra herencias disciplinares que merecen ser recon-
serie de preguntas tiene que ver con la aparente sideradas? En cualquier caso, mi esperanza es
ausencia de una necesidad sentida por mayor que podamos seguir comprometiéndonos con
integración de datos etnográficos en gran parte preguntas sobre el exceso de información y la
de la antropología social hoy. ¿Podría ser, por indigestión etnográfica de maneras productivas
ejemplo, que el tipo de corpus antropológico en los años venideros.
que describo sería simplemente muy tedioso
y gradual (incremental) para el gusto de la
mayoría de los antropólogos sociales?

Notas
1
Este ensayo es una traducción de una editorial que escribí como que pertenecen a instituciones norteamericanas o europeas) en
invitado para la revista Anthropology Today 33(3),1-2 (Feldman, dichas bases de datos. Se puede afirmar que estas desigualdades
2017). Agradezco a Martín Aguirre Galilea por su traducción del son mucho más urgentes que las diferencias de “estatus” que
texto y al cuerpo editorial de Antropologías del Sur (especialmente menciono en el ensayo.
a Luis Campos) por su interés en mi propuesta de publicar una 2
Sobre la historia de la HRAF, véase Lemov (2011).
versión en español. 3
Para un resumen de críticas humanísticas a la HRAF y la
Si bien la traducción es fiel al texto original, quisiera aprovechar investigación transcultural, véase Tobin (1990, pp. 476-479).
esta oportunidad para plantear dos temas que no considero lo 4
Se podría agregar aquí, “o de una tesis de licenciatura escrita
suficiente en mi discusión y que ameritan mayor reflexión: (1) la por un/a estudiante de una universidad latinoamericana”, dado
economía política del acceso a bases de datos como la HRAF, que estos trabajos frecuentemente presentan análisis que rivalizan
especialmente en países del Sur Global y (2) la sobrerrepresentación (y, a veces, exceden) los de tesis de posgrado norteamericanas y
histórica de etnografías en inglés (generalmente escritas por autores europeas en términos de su profundidad etnográfica.
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Referencias bibliográficas

Ember, C. & Ember, M. (2009). Cross-Cultural Research Methods Lemov, R. (2011). Filing the Total Human: Anthropological Archives
(segunda edición). Lanham, MD: Altamira. from 1928 to 1963. En Camic, C., Gross, N. & Lamont, M. (eds.),
Jankowiak, W., Volsche, S. & Garcia, J. (2015). Is the Romantic- Social Knowledge in the Making (pp. 119-150). Chicago: University
Sexual Kiss a Near Human Universal? American Anthropologist of Chicago Press.
117(3), 535-539. Tobin, J. (1990). The HRAF as Radical Text? Cultural Anthropology
5(4),473-487.

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